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Me gustas - Luna

Ya hacía dos días de su encuentro con Ivonne en el baño, seguía tomando pociones para el dolor y untándose con otra para cerrar la herida, aunque parecía que no iba del todo bien, la rubia decidió que si no mejoraba nada ese día vería alguna manera de conseguir otra poción, aunque ya sabía que madame Pomfrey había notado que le faltaban algunas pociones y estaba más atenta.

Su brazo derecho le dolía bastante, a pesar de los calmantes que tomaba, prácticamente no podía hacer nada con la mano derecha, disimulaba lo mejor que podía, pero había cosas que simplemente no podía hacer, como escribir, lo cual le dificultaba bastante las cosas en sus clases, a más de uno le había dado alguna excusa tonta, "me golpee la mano con un libro" "un hechizo rebotó y me durmió todo el brazo" "un lala me pico el brazo y ahora no puedo moverlo" eran algunas de las que ya había usado y ya no sabía que más decir, si no se recuperaba pronto estaría en problemas.

Ese día había comenzado tranquilo, no se había cruzado ni a Theo o Ivonne en toda la mañana, durante el almuerzo, solo vio a la morocha sentada entre sus amigas, que como siempre la miraba con odio. Sus clases de la tarde terminaron y se encontraría con Neville y Ginny en la biblioteca, ellos eran los únicos que sabían de su herida, por lo que la estaban ayudando todo lo que podían con las tareas y demás.

Llegó a la biblioteca y se ubicó en la mesa que acostumbraban usar, sacó un libro de transformaciones y trató de leer mientras esperaba. El brazo le dolía, esa herida molestaba mucho, ya se la había curado y cambiado las vendas, trataba de no pensar en eso, quizás así no dolería tanto. Miraba a un lado y otro esperando que alguno de sus amigos apareciera, pero nada, después de un buen rato esperando y sabiendo que no podía hacer nada, porque ellos se ocupaban de copiar su tarea, tomó sus cosas y salió, decidida a buscarlos, era raro, sobre todo de Neville, él no le había fallado ni un día, aunque sea tarde, siempre llegaba.

Caminaba por los pasillos, asegurándose de que no fueran los que pudiera usar Theo, ya los conocía, se había aprendido su horario, y según el día sabia cuáles eran los caminos que él podría llegar a usar, vio a un grupo de chicos de Gryffindor junto a una ventana y se acercó a preguntarles si habían visto a Neville o Ginny, pero nada, ninguno los había visto desde el almuerzo, y así siguió un buen rato más, deteniendo a cada Gryffindor que se cruzaba, pero todos le daban una respuesta parecida... hasta que encontró a Lavender, si alguien sabía algo tenía que ser ella, la chica más cotilla de Gryffindor...

─Disculpa Lavender, ¿has visto a Ginny o Neville?

─Ahh Luna ─la miró de pies a cabeza y luego continuó─, lo que sé es que Neville estaba fuera del aula de defensa contra las artes oscuras y por lo visto cuando los alumnos que estaban adentro salieron se armó un lío, de repente volaron hechizos para un lado y otro, y alguno le pego a Snape, por lo que todo el grupo quedo castigado y creo que Neville y Ginny estaban entre ellos ─por un momento la preocupación apareció en el rostro de Luna, y prácticamente ni cuenta se dio que Lavender se fue dejándola nuevamente sola.

Luna se sentó en el marco de una ventana, "¿Cómo pueden meterse siempre en líos así?, pobre Neville, tanto que le agrada Snape, estar castigado con él vigilándolo"... en su mente seguían dando vueltas sus amigos, el dolor del brazo había cesado un poco, quizás la última poción que se tomó estaba haciendo efecto. Miró por la ventana, se acercaba el atardecer, una sonrisa se formó en su rostro y su mente fue ocupada por los thestrals, hacía demasiado tiempo que no los visitaba y no lo dudó ni un momento se puso de pie y comenzó a correr hacia los jardines, el atardecer les encantaba a los thestrals. Llegó al pequeño claro donde estos se reunían, había al menos diez y unas cuantas crías, se sentó a los pies de un enorme árbol, una de las crías se acercó a ella y se hecho a sus pies, la sonrisa de Luna se amplió y comenzó a acariciar a la criatura que se quedaba muy tranquila.

─Hola ─su corazón se detuvo, conocía esa voz, no podía ser, no podía estar allí, la sonrisa desapareció de su rostro y se giró lentamente a verlo... si allí estaba él, su tortura constante, él chico que jamás abandonaba su mente.

─Theodore Nott... ¿Qué haces aquí? ─las palabras salieron como si nada y sonó igual que antes de que fueran amigos, el levantó una ceja y Luna supo que su tono no le gustó.

─Andaba cerca y te vi ─Luna se puso de pie y esquivo la mirada de Theo, sus ojos azul eléctrico le estaban taladrando la cabeza, no soportaba la fuerza de su mirada, sabía que no podría alejarlo de ella si la miraba así.

─Mmm... yo... ya me estaba por ir ─dio unos pasos tratando de evitar el lugar donde estaba Theo, pero este se movió con ella, hasta quedar delante de ella a unos pasos de distancia. ¿Por qué tenía que hacerle esto? ¿Por qué no podía dejar las cosas como estaban y ya?

─No... no te vas de aquí, hasta que hables conmigo ─eso definitivamente era una orden, aunque no hacia tanto que se trataban, ella ya había llegado a conocerlo bastante bien, por lo que se quedó en su lugar, sin mirarlo y suspiró.

─¿De qué quieres hablar? ─¿Cómo si no lo supiera?

─¿Por qué me esquivas? ¿Qué paso? ¿Hice algo mal? O... ¿Qué? ─él chico trató de acercarse más, Luna sabía que eso no sería bueno, así que solo decidió tratar de mantener la distancia y alejarse cada paso que el daba hacia ella.

─Tu no hiciste nada... es que yo ─realmente estaba nerviosa, no podía mirarlo y ahora su antebrazo volvía a doler, no podía demostrarle que algo le dolía, sujetó su herida. Él dio otro paso hacia ella y al intentar retroceder choca con un thestral, ya no podía escapar, debía aceptar lo que sentía y pasaba, se quedó quieta sin soltar su brazo y permitió que Theo se acerque.

─¿Qué es? ¿Estas con Longbotton y no quieres que me acerque a ti por eso? ─la ira estallaba en los ojos y la voz del chico, Luna levantó levemente la mirada y mordió su labio inferior antes de responder.

─¿Qué? No, Neville es solo un amigo ─trató de que su voz fuera suave y pausada.

─Entonces ¿qué es lo que te pasa? Porque ya no entiendo nada... Me ignoras, no apareciste más en nuestros lugares ¿Qué tengo que pensar? ¿Qué pasó con el "estaré siempre para ti"? ─su voz era suave con un pequeño toque de desesperación, eso rompía el corazón de Luna, en verdad estaba sufriendo por ella, y eso solo logró angustiarla más.

─Solo, no quiero meterte en un lío con tu padre ─las palabras se escaparon de sus labios.

─¿Qué? ¿Cómo harías eso? ─Theo sujetó su rostro con cuidado, pero también algo fuerte para que no le esquivara la mirada, Luna sentía que las lágrimas comenzaban a acumularse en sus ojos.

─No puedo seguir estando contigo Theodore Nott... Ivonne me dijo ─Theo frunció el ceño...

─¿Qué te dijo? ─ella intentó desviar la mirada pero él no se lo permitió.

─Dijo que se habían comprometido en navidad, y... que me aleje de ti porque se lo diría a tu padre y ─sentía que las lágrimas comenzaban a caer por su rostro, cerró los ojos y un temblor estremeció su cuerpo, sintió la cercanía del cuerpo de Theo, y como de repente sus brazos la rodearon y su respiración junto a su oído, le erizó la piel...

─Nada de eso es verdad, no tengo nada con ella, ni lo voy a tener ─se separó un poco de ella, sus ojos se encontraron y él secó las lágrimas que caían por sus mejillas─, y mi padre... me robo la infancia y no le voy a permitir que interfiera nunca más en mi vida... y menos si se trata de ti ─Luna no pudo evitar una leve sonrisa al escuchar esto.

─Yo... yo no... no puedo seguir con esto ─Theo la soltó suavemente.

─¿No puedes qué? Luna... por favor no te alejes de mí ─su tono era más que una súplica. Y algo dentro de Luna se encendió, esa verdad que había estado allí durante tanto tiempo salió a la luz, y ya no se la guardaría.

─No puedo ser tu amiga... no puedo seguir con esto... solo me llenas de ilusiones y ya no lo resisto... no puedo verte sonreír como solo tú lo haces para que luego te vayas con otra ─Luna solo habló, en verdad no sabía de donde venía todo eso, pero sentía que si no se lo decía explotaría, unas lágrimas volvieron a caer por sus mejillas, Theo las secó suavemente y soltó una risita, la cual hizo aparecer un pequeño destello de enojo en su interior─, y encima te ríes ─él solo deposito uno de sus dedos sobre sus labios y la calló.

─SHHH... ¿Cómo puede ser que no lo veas?... no te puedo sacar de mi mente, desde esa tarde en el pequeño lago, cuando estas cerca mío quiero besarte... siento celos y quiero matar a Longbotton porque él si puede estar a tu lado todo el tiempo, las vacaciones fueron una tortura y estas últimas semanas han sido el infierno... ¿tú me quieres volver loco? ─Luna negó con la cabeza y él beso sus labios suavemente─, pues parece que sí, me embrujaste con tu sonrisa y ahora no puedo vivir sin ella... me gustas mucho, mucho, mucho Luna Lovegood ─ella sonrío y se acercó a los labios de él.

─Tú también me gustas mucho, mucho, mucho Theodore Nott ─susurró sobre los labios de él y lo beso... un beso dulce pero cargado de necesidad, y deseo, hacía mucho que deseaba ese beso, al separarse permanecieron mirándose a los ojos─, extrañaba tanto tus ojos y tú sonrisa ─y la sonrisa de ambos se amplió.

─Yo también, en verdad me encanta tu sonrisa ─de repente sintió la mano de Theo sobre su herida, y no pudo evitar la explosión de dolor, y él la notó─ ¿Qué pasa? —la rubia trató de quitar la mano de Theo de su brazo─, Luna ¿Qué tienes en el brazo?... Déjame ver ─sus ojos exigían saber, Luna bajó la cabeza y con cuidado levantó la manga de su túnica, dejando ver el vendaje─, ¿Qué te pasó? ─la expresión de Theo se hacía cada vez más seria al examinar su brazo─... sigues sin responderme ¿no quieres que lea tu mente... no? ─dijo él mientras con sumo cuidado quitaba las vendas descubriendo el corte que Ivonne le hizo. Su mirada urgía una respuesta y sabía que no podía mentirle, pero si sabía algo de Theo era que no se iba a quedar así como si nada al saberlo.

─¿No le vas a hacer nada... verdad? ─él tomó su varita y apuntó a la herida, murmuró algo, y Luna sintió en fuerte dolor, pero al mirar está estaba cerrándose.

─Duele un poco pero en un rato no vas a tener ni siquiera cicatriz ─volvió a mirarla a los ojos, con una expresión seria─... ahora me decías... ¿quién?

─No sabía que pudieras ─trató de cambiar el tema, pero la mirada del pelinegro se lo impidió─... Theo no creo que...

─Luna...

─Promete que no la lastimaras ─y lo miró seria con toda la decisión que pudo.

─Lunaaa... ok prometo no hacerle más de que te hizo a ti... ¿te parece bien?

─Ok... Ivonne y sus amigas me acorralaron en el baño hace dos días y volvió a advertirme que me aleje de ti, que tú eres suyo, pero no quería creerme cuando le decía que ya no nos veíamos, me lanzó un hechizo paralizante, luego me cortó con una navaja y...

─¿Y? continúa ─su voz fue un susurro peligroso, así que Luna pensó hacer esto lo más rápido posible...

─Y... si la delataba o me volvía a ver cerca de ti lo próximo seria mi rostro y le diría a tu padre y como ya sabía todo lo que has sufrido con tu padre en tu niñez yo no quería que te hiciera nada más, menos por mi culpa además has vivido tanto tiempo sin ser mi amigo ni nada mío que pensé que podrías alejarte fácilmente de mí y ─de repente sintió los labios de Theo sobre los suyos y al separarse de ellos, el pelinegro dejo uno de sus dedos sobre los labios de la rubia para que no siguiera hablando...

─Si hablas así de rápido se dificulta captar todo, respira tranquila ¿sí?... en cuanto a Ivonne, voy a aclarar las cosas con ella tan pronto como pueda y por mi padre ya te dije que no te preocupes ─él río y ella lo miró extrañada─, eres increíble... eso me causa gracia; te preocupa más que mi padre me haga algo en vez de preocuparte por ti misma ─ella sonrió y se encogió de hombros, él acarició sus mejillas y volvió a besarla, hasta que sus pulmones pidieron aire.

─Y ahora ¿Qué?

─Quiero que estés conmigo, pero... no es conveniente que estemos juntos mientras no detengan al señor tenebroso ─vio la tristeza en el rostro de Theo y pensó, es como un niño al que le dices que no puede ir al parque y eso le dio una idea, sonrío y le acarició los labios.

─Genial ─Theo frunció el ceño y ella amplió su sonrisa, depósito un beso en sus labios y susurró─, siempre me gustó jugar a las escondidas ─la sonrisa se contagió a los labios de Theo.

─Entonces... ¿quieres ser mi novia, aunque nadie más pueda saberlo y debamos estar escondidos?

─Mmm... ¿puedo pensarlo? ─Theo volvió a ponerse serio, y ella soltó una risita, era tan lindo cuando hacia eso─, claro que quiero ─volvió a besarlo─. ¿volvemos? Ya es tarde.

En verdad ya había oscurecido, y volvieron charlando por el bosque prohibido, Luna se adelantó y entró directo al gran comedor, todavía no había nadie, en un rato comenzarían a llegar los alumnos para la cena, se ubicó en la mesa de Gryffindor, tenía una enorme sonrisa dibujada en su rostro y algo le decía que duraría mucho, unos momentos después comenzaron a llegar los alumnos de las diferentes casas, entre ellos llegaron Ginny y Neville, se los veía algo molestos, pensó en si debía decirles que fue por su culpa que terminaron castigados o no, pero en cuanto se acercaron decidió que no hacía falta. Ambos se disculparon por haberla dejado sola, y comenzaron a quejarse de Mary y Nell, por lo visto, por su culpa todos terminaron castigados incluso Neville, Pansy y Blaise que no estaban en ese curso, pensó en lo que le había dicho Theo mientras volvían y sonrío... sintió que alguien la miraba, desvió sus ojos hacia la entrada y allí estaba él, la miró a los ojos y una sonrisa se formó en su rostro, esa sonrisa que ella adoraba y sin más caminó hasta su lugar en la mesa de Slytherin, con más de una mirada sobre él.

─WOW, no lo creí posible, pero Nott es igual o más guapo que Malfoy cuando sonríe, ¿viste eso Luna? ─susurró la pelirroja acercándose más a la rubia, que solo sonrío y asintió, pensando en que diría su amiga si se enteraba que él era su novio... "novio", todavía no podía creer eso, era extraño, pero le encantaba. Ambas miraban disimuladamente al chico de ojos azul eléctrico, que parecía confundido y miraba a su alrededor, de repente sus ojos chocaron por un momento y una pequeña y fugaz sonrisa apareció en sus labios, luego volvió a su expresión sería normal, al rato apareció Ivonne y se colgó de su cuello, cosa que a Luna no le gustó, pero por la expresión de Theo supo que a él le gusto menos que a ella, de golpe el pelinegro se puso de pie haciendo que ella cayera al piso, por un momento se hizo silencio en el lugar y él le dijo algo... pero desde donde estaba no llegaba a escucharlo, por dentro deseó que no le dijera nada de lo que ella le había contado, unos segundos después volvió a sentarse e ignoró a la morocha, que se levantó bastante molesta, toco el hombre del chico, pero se detuvo, por lo visto no se sentía bien y terminó vomitando contra uno de los muros, pero Theo no volvió a reaccionar ante ella. Después de que se la llevaran la cena transcurrió normal, a pesar de los constantes cuchicheos sobre lo ocurrido, Luna vio a Theo cuando se retiró con sus amigos y le regaló una sonrisa, pero al instante volvió a escuchar a Ginny que volvía a quejarse por su castigo.

Un rato después caminaba por el pasillo hacia la torre Ravenclaw con Ginny y Neville, cuando este le pregunto.

─¿Luna cómo está tu brazo? Con todo lo del castigo me olvide de preguntarte, en verdad me preocupó dejarte tanto tiempo sola ─se notaba que él chico estaba arrepentido por ello.

─Perfecto y respecto a eso... ya no tienes que preocuparte ni estar todo el tiempo conmigo.

─Un momento ¿Qué paso Luna... que nos estas ocultando? ─la pelirroja miró seria a su amiga.

─Nada solo que arregle mi problema, y ya todo está bien, incluso mi herida esta curada ─dijo mostrándoles el brazo, donde no había herida ni marca alguna, ambos miraron sorprendidos el brazo.

─¿Cómo es posible? ─dijo Ginny tocando el lugar donde había estado la enorme herida.

─Bueno solo voy a decir, que él me curó, y ya no tienen que preocuparse todo está más que bien ─dijo casi en un suspiro sonriendo.

─AHH Luna tienes que decirme ¿quién es? ─suplicó Ginny tomándola de las manos.

─Por ahora acordamos no decirle a nadie, cuando pueda ten por seguro que te contare ─y sin más solo se despidió, respondió la pregunta del águila en la puerta y entró en su torre.

Sabía que su amiga seguiría insistiendo, pero no sabía cómo reaccionaría ante esa noticia, había escuchado más de una vez a sus amigos de Gryffindor despotricar contra los Slytherin, así que solo decidió dejarlo en secreto hasta que fuera un buen momento para revelarlo.

Esa noche soñó con Dumbledore lo veía caer desde la torre de astronomía y la marca tenebrosa en el cielo. Despertó a mitad de la noche por ese sueño y una pregunta se instaló en su cabeza... "¿debía decírselo al director?".

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