
Descubiertos - Luna
Descubiertos (Luna)
En verdad había pasado un fin de semana maravilloso junto a Theo, y ahora podía decir que lo conocía y entendía un poco más. Sabía que el padre de Theo no era muy buena persona, pero en verdad nunca espero escuchar aquella historia, después de aquella noche tan maravillosa, conoció el momento más difícil y duro que había vivido ese chico que tanto amaba… él presencio la muerte de su madre a manos de su padre, Luna sintió todo el sufrimiento y dolor de Theo en su propio ser, recordó la muerte de su madre, como se paró delante de ella protegiéndola y recibió de lleno en el pecho el impacto de aquel hechizo que termino quitándole la vida. Comprendía lo difícil que debió ser para Theo contarle aquello, a ella misma le costaba mucho relatar la muerte de su madre con tantos detalles, por lo que decidió evitar aquel tema todo lo posible y tratar de hacer todo lo posible para que Theo sea feliz, por lo que pasaron aquellos dos días, correteando de un lugar a otro en los jardines y la casa, buscando criaturas mágicas, y aunque Theo no las conocía ni podía verlas le siguió la corriente, horas tirados bajo un árbol leyendo o hablando, habían enchastrado toda la cocina, tratando de hacer el almuerzo, cosa que termino en un juego donde acabaron ambos totalmente mojados y pegajosos… cosa que los llevo a tomar una ducha que concluyo con ellos en la habitación, compartiendo besos, caricias y toda su pación, llenando el lugar de gemidos.
Luna deseaba desde lo más profundo de su corazón que esos días no se acabaran, no quería que Theo volviera a ese nido de serpientes donde su vida corría peligro a cada instante.
Esa última noche que pasaron juntos en aquella maravillosa casa en Francia, ninguno de los dos podía dormir y ella escuchó el pedido de Theo de que no volviera a Hogwarts ese año, pero eso era algo que ella no podría concederle, no podía dejar solos a sus amigos y mucho menos a él, pero después de un rato de insistencia por parte de ambos, la rubia se vio ganadora.
Volvieron a aparecerse en el campo lleno de flores frente a su casa, el mismo lugar donde jugaba con su madre de niña, segundos después vio a su padre abrir la puerta de la casa y mirar hacia donde ellos estaban con una sonrisa en su rostro, levantó la mano y los saludó, saludo que ambos devolvieron, Luna se volteó a mirar a Theo, en sus ojos se veía un dejo de tristeza y simplemente se despidieron con un dulce beso que prometía que volverían a verse. La rubia se alejó de él y caminó hasta su padre que la esperaba en la puerta, lo abrazó y escuchó el CRACK a su espalda que le indicaba que Theo ya había desaparecido.
En los días siguientes Luna volvía a estar un poco más distraída que de costumbre no podía quitarse de la cabeza lo que le había dicho Theo sobre el señor tenebroso, y durante la boda de Bill y Fleur, todo se confirmó… a través de un patronus se informó que el ministerio de magia acababa de caer, y el caos reemplazo la alegría que reinaba en el lugar, todos comenzaron a desaparecer, los gritos y los CRACK inundaron el lugar, Luna sintió la mano de su padre tomándola del brazo y lo último que vio antes de desaparecer fue a Harry, Ron y Hermione tomándose de la mano para hacer lo mismo.
Desde ese día el caos y el terror reinaban en el mundo mágico, ahora comprendía la insistencia de Theo para que no volviera a Hogwarts, pero eso no importaba no dejaría a sus amigos a merced de los mortifagos, ella los ayudaría en todo lo que pudiera.
Ese día volvería a Hogwarts, el ambiente en la plataforma 9 ¾ era muy tenso, se notaba la preocupación en el rostro de todos, a lo lejos la rubia diviso a su amiga Ginny y a Neville, sin más se despidió de su padre con un fuerte abrazo y ambos se susurraron un “cuídate mucho” al oído, se acercó a sus amigos, los saludó con un fuerte abrazo, y mientras se disponían a subir al tren, lo vio, unos cuantos vagones adelante junto a Pansy y Blaise, su corazón dio un brinco de alegría, Theo estaba bien.
―Creo que este año será diferente… ¿no? ―dijo Neville mientras se ubicaban en un compartimento.
―Sí, muy diferente… ¿Qué creen que pasara? ―dijo Ginny mirándolos a los dos.
―No lo sé, pero lo que sí sé es que no me voy a quedar con los brazos cruzados si intentan hacerle algo a algún inocente ―la seguridad y decisión resonaban en la voz de Luna.
―Creo que pensamos lo mismo Looney ―dijo Neville con una leve sonrisa.
El resto del viaje hablaron de lo que podían llegar a hacer, lo primero sería ver como se planteaba la situación, desde allí verían que hacer, y lo que había sonado más fuerte era la posibilidad de revivir el ED para ayudar a quienes lo necesiten.
Ya en el gran comedor Luna decidió ubicarse con sus amigos en la mesa de Gryffindor. En el lugar se veía muy poca gente, eran muchos los que no habían vuelto, entre ellos Harry, Ron y Hermione, era obvio pues actualmente eran las personas más buscadas del mundo mágico. El discurso de Snape respondió algunas de sus dudas durante el viaje, por lo visto este año podrían encontrarse con cualquier cosa.
―Bien, eso sí que levanta el ánimo ―dijo en un susurro la pelirroja.
―Sí, creo que tendremos que estar preparados ―agregó Neville.
Luna sintió que la miraban y sus ojos al instante encontraron aquellos orbes azul eléctrico que tanto le gustaban, una sonrisa se dibujó en su rostro y volvió a centrarse en Ginny. Al rato sintió algo en su pie era como un pequeño golpe que se repetía constantemente, ¿será un narggle? Se preguntó la rubia y con cuidado miró hacia abajo… no era un narggle sino un bollo de pergamino que chocaba con ella una y otra vez, miró a sus amigos que ahora estaban comiendo, tiró su tenedor y se agacho para recogerlo, agarró ambas cosas el tenedor y el pergamino, aprovecho que sus amigos no le prestaban atención y lo abrió para leerlo, en un principio no decía nada, pero las palabras comenzaron a aparecer, conocía esa letra, y una sonrisa se formó en su rostro al leer la nota.
“En la torre de astronomía al salir de aquí.
T.N.”
Escondió el pergamino en su bolsillo y buscó con la mirada al pelinegro que había escrito la nota, allí estaba hablando con Blaise, siguió mirándolo por un rato hasta que la noto, cuando sus ojos se encontraron ella asintió levemente y sonrió, él solo respondió devolviéndole la sonrisa.
Vio salir a Theo con sus amigos del gran comedor, ella estaba hablando con Ginny, se quedó un rato más y luego salió con el resto de los alumnos que quedaban, tuvo que dar unas vueltas más para alejarse de los demás. Cuándo dejo de escucharlos se encamino a la torre de astronomía, al entrar allí ni bien lo vio con una sonrisa en su rostro, no se pudo contener y salto sobre él, abrazándose a su cuello, él la atrapó y la pegó más a su cuerpo mientras se besaban, intercambiaron unas pocas palabras y ella terminó con la espalda contra la pared apretada al cuerpo de Theo, pero en un momento lo sintió tensarse y dejarla nuevamente en el piso, le hizo una seña para que se quedara quieta y un momento después se giró y lanzó un hechizo paralizante increíblemente rápido… encendió su varita y la tenue luz ilumino las sombras del lugar, Luna se asomó detrás del cuerpo de Theo cuando este le hizo una seña y allí lo vio cerca de la puerta, totalmente paralizado por el hechizo, Neville.
―Neville… ¿Qué haces aquí? ―preguntó Luna, pero el muchacho no respondía, se acercó a él y miró a Theo suplicante. Este solo se cruzó de brazos y sonrío― Theo por favor ―pidió con su mejor sonrisa. Theo lo miró de reojo, movió su varita y el hechizo desapareció, se notaba que Neville estaba nervioso, sus ojos iban de Theo a Luna una y otra vez, y ella solo insistió― Neville… ¿Qué haces aquí?
Neville les dijo que el señor Filch se acercaba, escucharon los maullidos de la señora Norris y al instante Theo le hizo un hechizo desilusionador a ella, luego a Neville y a él mismo, una vez que el celador se alejó Theo les quito el hechizo y fue directo sobre Neville.
―¿Qué rayos haces aquí Longbotton?
La voz de Theo sonó un tanto peligro e hizo que la rubia se preocupara un poco, pero finalmente la situación termino bien. Los dos hombres hablaron y terminando llegando a un acuerdo. Luna sabía que ambos la querían, cada uno a su manera y sin importar nada harían todo lo posible para que ella estuviera bien.
Neville se fue dejándolos solos, y entonces Theo le hizo una pequeña escena de celos. Después de charlar durante un largo rato la acompaño hasta su torre.
Cada día que pasaba los Carrow encontraban alguna manera de castigar a alguien por cualquier tipo de motivo. Luna, Ginny y Neville trataban de hacer todo lo posible por ayudar a los alumnos.
Ese día Luna estaba en la biblioteca con Ginny cuando les llego la noticia que a Neville lo acababa de castigar Amycus en la clase de artes oscuras y lo habían dejado mal herido en el aula, al instante las dos salieron corriendo hacia aquel lugar, al llegar se encontraron a Blaise asomado en la puerta.
―MUEVETE ZABINI ―gritó Ginny apuntando al chico con su varita, Blaise entro lentamente al aula seguido por Ginny que lo seguía apuntando, detrás de la pelirroja entro Luna, que dio una mirada rápida al lugar, vio a Theo y suspiró, y cerca de él vio a Neville tendido en el suelo, sin esperar mucho más corrió hacia su amigo mientras escuchaba a la pelirroja que le hablaba a los dos Slytherin― ¿Qué rayos hacen ustedes dos aquí?
―Neville ¿estás bien? ―susurró la rubia.
―Sí, gracias a Theo ―la rubia le sonrío.
―¿Qué querían… rematarlo? ―Ginny no les quitaba los ojos ni la varita de encima, y sin esperar mucho más Luna saltó al cuello de Theo y le dio un sonoro beso en la mejilla, ante la atónita mirada de su amiga.
―Gracias, gracias, gracias ―repetía la rubia entre beso y beso.
―¿Luna? ¿Qué…? ―preguntó Ginny en un susurro bajando la varita.
―¿Y para mi nada? ―dijo Blaise entre risas, Luna soltó a Theo y se acercó al moreno para depositar un beso en su mejilla, sabiendo que quizás luego le traería algún regaño.
―Gracias a los dos ―Ginny seguía mirando a la rubia sin poder creer lo que pasaba, Neville se acercó a la pelirroja, esta lo miró y solo tenía un corte en la mejilla.
―Gracias Nott… no sé qué me diste pero me siento mucho mejor ―dijo Neville sonriendo.
―De nada, te sugiero que de ahora en más tengas cuidado, ellos no van a dejar las cosas así… eso déjalo, si saben que alguien te curó será peor…
―UN MOMENTO… que alguien me explique qué rayos pasa aquí ―la pelirroja ya no se aguantaba, ¿desde cuándo sus amigos se llevaban de esa manera con las serpientes?
―Theo creo que mejor ya nos vamos ―dijo Blaise desde la puerta él asintió y miró a Neville.
―Longbotton busca un poco de poción para heridas, úsala en ese corte, madame Pomfrey la guarda en el tercer estante del mueble azul… y ten algo de cuidado la poción que te di puede que te haga dormir en un rato ―luego miró a Luna y se acercó a ella― estará bien… cuidado con lo que haces ―ella asintió, aquello sonó a regaño de padre, él la besó, ante la sorprendida mirada de la pelirroja, cuya mandíbula había quedado completamente desencajada, en verdad no podía creer lo que estaba viendo.
―Theoooooo ―insistió Blaise, y los dos amigos salieron de la habitación...
―LUNAAAA… no puedo creer que no me hayas contado esto… quiero todos los detalles ―la pelirroja se abalanzo sobre su amiga ni bien los dos Slytherin cerraron la puerta.
―¿Tú tampoco lo sabias? ―preguntó Neville apoyándose en una mesa.
―Un momento… ¿Neville lo sabía y yo no? ¿Sales con uno de los chicos más sexis de Hogwarts y no me dijiste nada? ―la rubia no sabía dónde meterse, conocía a su amiga y sabía que no la iba a dejar en paz después de esto.
―Ok, ok… sí salgo con Theo desde el curso anterior, pero tratamos de mantenerlo en secreto, por eso no se los conté antes… es que es algo peligroso…
―¿Luna sabes que es muy probable que sea un mortifago? ―se notaba la preocupación en la voz de Ginny.
―Lo sé Ginny… y sí lo es ―vio el asombro en los rostros de sus dos amigos―, porque yo le insiste para ello, si no se convertía en mortifago lo matarían… pero está ayudando a la orden del fénix.
―¿En verdad crees que podemos confiar en él? ―preguntó Ginny mirando primero a Luna y luego a Neville.
―Ginny, no tenía por qué ayudarme… y lo hizo.
―Ginny, podemos confiar en él, te lo aseguro ―la pelirroja dudo por un momento y luego sonrío, esto tranquilizo a Luna.
―Bien si ustedes creen en él también lo hare ―dijo y luego miró a Luna con una sonrisa de lado―… ahora Luna Lovegood me debes una historia ―dijo acercándose a la rubia, que ya sabía lo que le esperaba.
―¿Les molestaría contarse todo después de ayudarme a llegar a mi habitación? ―las dos chicas miraron a Neville que parecía a punto de desmayarse y entre risas las dos sujetaron al muchacho y salieron con cuidado del aula.
Algo en el interior de Luna le decía que todo iba a estar bien, tenía muy buenos amigos, Neville lo sabía hacia unas cuantas semanas y no le había reprochado nada y ahora Ginny, puede que lo dudara en un principio, pero cuando le contara todo estaba segura que ya no le quedaría ninguna duda a su amiga. Lo bueno de esto era que ya no tendría que estar escondiéndoles cosas a sus amigos.
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