4
— ¿Cómo se supone que haga eso? prácticamente estoy acostumbrada a ti, ¿no lo ves? Estos cuatro meses he sido un tipo de marioneta que todos han manejado a su antojo pero que al final del día no siente nada.
— jennie, mírame, estoy aquí y es lo que tenemos por esta noche.
** ** **
— ¿Qué es esto? —preguntó jennie.
La situación lo estaba tomando por sorpresa.
—Mis maletas —respondió Lisa enfadada.
— ¿Qué?
— Me voy
— ¿P-por qué?
—Eres una mentirosa —respondió Lisa terminando de empacar las últimas prendas de vestir.
— ¿D-de qué hablas? —cuestionó jennie tentativamente.
— ¡Deja de hacerte la idiota! —la moreno por fin estalló—. Hace dos horas marcó tu madre. Resulta que según ella: tú y yo terminamos hace un año.
Lisa clavó sus ojos azules en la rizado quien se mostraba totalmente sorprendida y perturbada.
— ¿Qué es esto, jennie? —preguntó Lisa más tranquilamente.
—Necesitaba el trabajo, Lisa —trató de justificarse—. Sabes que había terminado la universidad sin una oferta de trabajo y yo...
—Lo sé, jennie —respondió Lisa pausadamente—. Pero, ¿a qué costo?, ¿No pudiste ser sincera conmigo?
—No sabía cómo te lo ibas a tomar
—Entonces, esto no tiene ningún sentido ya —dijo Lisa secamente—. Me voy.
— ¿Me estás dejando porque no fui capaz de decirle a mi madre con respecto a nosotras? —interrogó jennie sorprendida.
— ¡No! —Lisa tomó sus dos maletas—, me voy porque ya no eres capaz de confiar en mí, porque fuiste una mentirosa, porque llevamos casi seis años en vano porque ni siquiera me conoces bien, diste por hecho que no me tomaría eso bien. Llevamos seis años, jennie, por dios, años en los que he compartido contigo todo de mí, te lo he dado todo y tú, al parecer, no lo has visto.
—P-puedo solucionarlo, Lisa. —El tono de desespero aumentaba en la voz de jennie.
— ¿Cómo? ¿Diciéndole a tu madre la verdad? —El silencio de jennie le confirmó su pregunta—. Esa no es la solución para las razones que te acabé de dar.
Las dos chicas se miraron por unos segundos. La morena estaba tratando de ser firme y con toda la voluntad que pudiera sostener sabiendo que aquellos ojos verdes rogaban por una oportunidad pero que, al mismo tiempo, demostraban miedo y vulnerabilidad.
Lisa abrió la puerta. Jennie era incapaz de reaccionar en ese momento, se sentía miserable por haberle fallado a la única persona que de verdad la había conocido, que había sido incondicional durante todo el tiempo que llevaban juntas y, sobre todo, que la había amado.
—S-solo quiero un poco de tiempo, jennie.
Y dicho eso cerró la puerta dejando a la rizada sola en aquel departamento. Y aunque ambas lo presentían, no sabían que ese tiempo seria para siempre.
** ** **
—Debí haberte detenido ese día.
—No sabíamos nada de lo que sucedería, jennie —Lisa suspiró—. No puedes seguir culpándote. Las cosas hubieran sucedido de una u otra forma.
** ** **
— ¿Tzuyu?
— ¿jennie? —Tzuyu preguntó dudosa.
—Hey, solo llamaba para confirmar la hora que me diste — jennie mordió su labio mientras jugaba con una hebra suelta que colgaba de su saco.
— ¿Estás bien? Te escucho algo alterada.
—Sí, solo un poco nerviosa.
—Ok. Creo que ella no tardará en llegar solo trata de tranquilizarte mientras llega y recuerda que ella no quiere presiones por el momento.
—Sí, lo sé. Esa fue la condición para esta cita. De verdad te agradezco que me hayas ayudado a que aceptara hablar conmigo.
—Ni siquiera sé por qué te ayudé y tampoco puedo culpar a Lisa de aceptar. Solo trata de solucionar bien tu caos, Kim.
—Lo haré.
—Hablo en serio. Sabes que con gusto patearía tu trasero si llegas a decepcionar a Lisa otra vez.
Jennie no respondió cuando la llamada ya había terminado. Miró la pantalla de su celular viendo los dígitos 1:45 PM, Lisa tenia quince minutos de retraso.
-Ella llegará
—No lo sé, sana. Elma es demasiado puntual para cualquier cosa.
—Ya lo verás... Tal vez ella solo está nerviosa al igual que tú, pero no creo que se retracte en último momento.
—Eso espero. — jennie soltó un suspiro—. Es eso o que se le olvidó en donde fue nuestra segunda cita.
Jennie miró a su alrededor viendo a todos los niños jugar en sus columpios, en el pasto con sus madres, corriendo por todos lados. Recordando como Lisa había estado jugando con su sobrino soobin ese día.
— ¿Por qué tienes esa mirada?
— ¿Qué mirada?
—Te conozco de toda la vida, jennie. Como si quisieras cuestionarte una decisión.
—Quiero pasar mi vida con ella, sana. Realmente quiero. Y sé que le fallé, estas semanas han sido las peores. Me di cuenta que no la quiero fuera de mi vida.
—Estás hablando de...
—Sí, solo necesito que ella me dé esta oportunidad y no le quiero fallar más.
—Eso es...
Sana no alcanzó a terminar la oración cuando el celular de la rizada sonó.
— ¿Si?
Sana rápidamente pudo detectar la sorpresa combinada con miedo en el rostro de la rizada mientras hablaba por celular.
—V-voy para allá
— ¿Qué pasó?
Jennie no respondió y se levantó inmediatamente.
—jennie
—D-debemos ir al hospital, sana. —Se podían ver los nervios de jennie mientras las lágrimas se deslizaban por sus mejillas—. E-el taxi donde venía Lisa ha chocado y lisa... Lis-Lisa ella...
—Yo conduciré, sígueme
** ** **
— ¿Por qué no puedo tener una segunda oportunidad?
—La tienes. En este momento. Tuvimos nuestra oportunidad de estar juntas en su momento.
—No, no, no —jennie negaba con la cabeza exageradamente—. Esto no es lo que tenía que pasar.
—Tienes que seguir viviendo tu vida. Mírame
Los ojos de jennie estaban fuertemente cerrados. Ya no le importaba nada se sentía tan vacía. Sintió los besos de Lisa en su cara, un gesto que le provocó felicidad y al mismo tiempo desasosiego.
** ** **
—Siempre he querido saber lo que se siente saltar al vacío —jennie volteó a mirar a su novia.
Estaban sentadas en el césped mirando toda la ciudad. Habían conducido por dos horas hasta llegar a aquel sitio fuera de la ciudad. Lisa miraba la ciudad mientras jennie trataba de descubrir los pensamientos de su novia.
— ¿Cómo saltar de un avión en paracaídas?
—No, me refiero al auténtico vacío. Estar tan fuera de control. Sentir que se te va todo en la caída.
—Creo que no te estoy entendiendo, cariño
—Hablo de dejarse ir un poco. ¿Qué se siente la muerte? La semana pasada mi maestro de filosofía habló un poco de ello y se creó un debate. Recuerdo más que todo la respuesta de un compañero, dijo que no había nada después de la muerte que simplemente es inexistente. No existimos. Como antes de nacer no existíamos. Es algo confuso —Lisa arrugó su frente mientras seguía concentrado en las luces de la ciudad.
— ¿De eso trataba tu ensayo?
—Si... —Lisa se detuvo un poco en sus divagaciones y miró directamente a los ojos de jennie—. Es algo aterrador cuando lo empiezas a pensar a fondo. Cuando pienso en la caída, te veo a ti antes y todo se detiene. Ya no siento la caída. Te siento a ti.
Jennie estaba algo confundida. Siempre le había fascinado la inteligencia de su novia. Sin embargo, sentía algo extraño en el tono de voz de Lisa. La conversación le pareció un poco surreal. Tenía una sensación en su pecho pesada. Vio cómo su novia se acercaba a ella lo más cerca posible y sin besarle los labios, le besó primero su frente, sus mejillas, sus ojos y antes de besarla en los labios, Lisa susurró.
—Te amo, Kim jennie. En esta vida y en la próxima inexistente.
A los tres meses Lisa sufrió el accidente automovilístico y tuvo una muerte instantánea. Jennie reviviría aquella conversación en su mente todas las noches antes de dormir.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro