Ella es la chica más hermosa de la escuela y yo simplemente una loser sin amigos, la gente me odiaba por mi sobrepeso.

La conocí hace casi un año cuando ella entró a primer grado, su irreal belleza la colocó en el puesto de la chica popular a solo semanas de haber entrado.

Llevo enamorada de ella desde que la conozco, yo diría que fué amor a primera vista, sinceramente siempre creí en ello ya que soy muy fan de lo cliché.

Sabía que ella ni siquiera me notaba, que yo simplemente no formaba parte del radar de Chou.

cuando la hora del almuerzo llegaba siempre admiraba su belleza desde lejos, en la tranquilidad de la soledad.

Intentaba llegar a la cafetería y comprar al mismo tiempo que ella con tal de poder verla de cerca, sentir su aroma y con suerte sentir su cuerpo gracias a las filas que nadie respetaba y todos terminaban empujando a todos.

En una ocasión me abrazó por la espalda, fué increíble sentir su cercanía, supe que era ella por su aroma así que giré para verla de frente y sonreí hasta que escuché como se disculpaba y afirmaba haberme confundido con una de sus amigas.

Lalmente no coincidimos en ninguna clase debido a la diferencia de edades, ella era de primero y yo de tercero, obviamente estábamos en salones distintos y tampoco podíamos compartir taller por lo cuál si quería acercarme a ella debía hacer un esfuerzo.

Ella estaba en el taller de Básquetbol y gracias a su altura y talento pudo formar parte del equipo de la escuela.

Decidí cambiarme de taller, pertenecía a canto desde primer grado y una vez que escogías un taller debías permanecer en él hasta último grado, pero gracias a mis calificaciones y mi carta de buena conducta pude cambiarme a Básquetbol con solo llenar un trámite.

Me fué fatal en las primeras clases, recibía balonazos en la cara y me caía cada dos minutos pero si realmente quería entrar al equipo de la escuela y poder pasar tiempo con Tzuyu debía destacar.

Comencé a entrenar en casa, compré una canasta de básquet junto con un balón y le pedí a papá que la instalara en la pared del patio trasero.

Entrenaba todas las tardes al acabar mi tarea, como no tenía amigos realmente tenía tiempo para ocupar en esto.

Comencé a perder peso por el entrenamiento diario y mejoré bastante en Básquetbol, tanto hasta convertirme en la mejor de la clase.

El primer semestre estaba por acabar y las competencias con otras escuelas se acercaban, debía solicitar mi unión al equipo ya.

Cuando lo hice tuve el honor de competir contra Lisa, Rosé y Tzuyu para probar si realmente era buena, ellas eran bastante altas al contrario de mí pero gracias a mi entrenamiento diario logré entrar al equipo.

Al final del semestre fuimos a competir a Big Higt, la otra escuela más prestigiosa de la ciudad.

Ganamos y Tzuyu me abrazó, fué un impulso ya que ganamos por una canasta hecha por mí en el último instante.

Cuando fuimos a los vestidores Tzuyu me felicitó por mi desempeño asegurando que si no hubiera sido por mí la escuela hubiera perdido, volvió a abrazarme y recordó la primera vez que me abrazó, si, ese vergonzoso incidente de cuando me confundió con su amiga y se disculpó nuevamente por ello, lo que me sorprendió es que aún lo recordara, creí ser invisible para ella.

Después de esto nos volvimos mas cercanas, ahora era "amiga de sus amigos" algo muy falso ya que la criticaron mucho por ser amiga de "la gorda" y llevarme a tomar el almuerzo con ellos.

Ella se enojó con los chicos después de eso y comenzamos a comer solas, ella y yo en una mesa.

Los chicos le pedían que regresara, pero ella dijo que "venimos en combo", si ella regresaba con ellos yo también debía hacerlo.

Los chicos aceptaron con tal de tener a Tzuyu con ellos nuevamente.

Los meses pasaron y eramos cada vez más unidas, nos abrazabamos y ella besaba mi mejilla.

Yo no me atrevía a besarla como ella lo hacía, la vergüenza era más fuerte que yo, aún si muchas veces me imaginé besarla y no precisamente en la mejilla.

Pero aún así aquí nos encontrábamos, besándonos en el baño de la escuela antes de que el segundo tiempo de clases empezara.

Fué un beso suave, sin lengua ni nada pero aún así era lo más perfecto para mí ya que siempre quise algo tierno con Tzuyu, quiero ir lento con ella.

Esta no era la primera vez que esto pasaba, llevaba meses de la misma manera.

Tuvimos que separarnos por falta de aire para después volver a unir nuestros labios en un nuevo beso.

Realmente la amaba mucho, ella era todo para mí, a lo largo de estos meses ella simplemente se había vuelto mi razón de ser.

El tiempo se nos acababa por lo cual tuvimos que separarnos definitivamente, ella sonrió y besó mi frente para después abrazarme los minutos que nos quedaban juntas.

Todo era lindo, perfecto, claramente era un sueño estar con Chou Tzuyu.

Tzuyu me dió un último beso y salió del baño, después de aquello desperté con el sonido de mi alarma, miré a todos lados confundida, obviamente en ese momento Tzuyu no estaba por ningún lado, y claro, nuevamente había sido solo un patético sueño.

Debía darme prisa si quería llegar a tiempo.

Me quité la pijama y me metí a la ducha, puse mi uniforme y terminé de alistarme para poder salir.

Hoy era el día de mi graduación, el último día que la vería, aunque ella probablemente no me prestara la mas mínima atención debido a que probablemente estaría junto al tonto de su novio Taeyung, el cual también se graduaba hoy, ya era hora, el idiota había repetido dos veces tercer año.

Salí apresurada para poder llegar a tiempo, al llegar a la escuela la ví, se veía hermosa con el uniforme escolar.

Al terminar la ceremonia ella se acercó a su novio y lo felicitó por haberse graduado.

Después vino hasta mí, me abrazó y felicitó

—¿Qué será del equipo de Básquet sin tí Jihyo?

Preguntó con lágrimas en los ojos, por mi parte solo la volví a abrazar aún mas fuerte.

Realmente la deseaba, la necesitaba, ella era todo para mí, aún si yo solo era una simple amiga más para la increíble Chou Tzuyu.

No sé que haría ahora sin ella, las palabras quedaban cortas para expresar todo lo que quería decirle pero al final lo único que le pude decir fue.

—Chou Tzuyu, estar contigo fué un sueño.