Bueno ~ La verdad no sé que decir. Estaba con mis dubas sobre publicar esto o no, leyendo fic de este ship noto que siempre (O los que encontré mejor dicho) Siempre que dejan a Kyo vivo, desarrollan todo post serie, o entre el distrito rojo. Quise probar usar lo que había en medio de los 2. No sabia si era un planteamiento ya muy trillado,  tenia mis dubas pero opte por hacerle caso a unas amigas y subirlo. 

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Sentado sin mover un solo musculo, en aquel momento el pilar de la flama quedo congelado al escuchar las palabras del Patrón sobre esas misteriosas marcas de cazador.

Era un riesgo apostar a que la suerte les sonría y apostar por ellas. Le daba escalofríos pensar en el peligro que iban a tener, pero le daba a su vez algo de inquietud el hecho de no poder participar. Él y Uzui habían sido obligados a renunciar a su puesto de cazadores por la gravedad de sus heridas, solo podía apoyar a Tanjiro, Mitsuri, Iguro, Giyuu y todos sus compañeros de armas desde un lugar seguro, cosa que no le gustada.

Bando por terminada la reunión todos se pusieron en planes para fortalecer en el menor tiempo posible a los cazadores que tenían disponibles en ese momento. A Kyojuro solo le toco esperar a que el joven Kamada llegara con él, quería hablarle como no ha podido gracias a las fuertes pelean que han tenido, a su vez veía agradable que podía cumplir con la promesa que le hizo y nunca le cumplió, primero porque la gravedad de sus heridas lo dejaron más inconsciente de lo que pensó, aun con Nezuko habiéndose escabullido cuando llegaron para entenderlo.

Ya de por si estaba acostumbrado a dormir como un tronco, estuvo 3 días enteros durmiendo tras residir todos los cuidados posibles luego de sobrevivir a su batalla contra Akaza. Para que al momento de despertar no volverse a querer a acostar totalmente enérgico sin despegar una sonrisa de su rostro.

Tanto Tengen como Mitsuri se ocuparon de que comiera apropiadamente para no terminar fatigado, sabiendo de ante mano que por más advertencias, por más preocupados que estén, por más sermones que le digan al pilar del fuego y más ordenes del patrón de que se tenía que retirar como pilar antes de terminar arriesgando su vida en vano puesto que su cuerpo aun estaba en proceso de recuperación, este no se iba a quedar acostado.

Lo primero que hizo fue preguntar por Tanjiro, abriendo los ojos, estupefacto cuando le dijeron que había ido a visitar a su padre siguiendo sus interrupciones cuando creyó que iba a morir.

- Díganle a Tanjiro que desperté, necesito verlo. - Pidió, alarmado. Su padre... Su padre era un tema complicado para él. Por sobre todo no lo odiada, fue el peor afectado por el dolor de la pérdida de su madre, no obstante no quería ni imaginar lo que era capaz de hacerle a Tanjiro sabiendo que justamente él lo había enviado.

Su padre lo quería lejos del oficio de cazadores.

Suerte que confiada que no le haría nada a su hermano. Ahora que lo estaban obligando a retirarse, tendría que ir por una pequeña jornada con ellos 2.

- Rengoku-Sempai... - El joven Kamado se presento antes él al poco rato de haberlo llamado. Suspirando aliado al verlo desierto, estuvo ante una fuerte incertidumbre sabiendo que entro en un pequeño coma.

Mientras Tanjiro quedo en la cama con sus heridas sanando, varias veces no pudo evitar preocuparse sobre la salud del pilar, se había sacrificado por salvar a todo el tren, no logro defenderlo ni ayudarlo cuando el demonio apareció. Solo sacrificar su espada y luego arriesgarse a que lo maten por haber hecho eso.

Levantando su mentón el pilar de la flama le sonrió. Bando un pequeño golpe con su debo en la frente del joven Kamado, logrando que quite esa postura totalmente tensa que tenia.

- Ponme al día con lo que te ha pasado. Me dijeron que fuiste ver a mi padre. - Cruzándose de brazos fue lo primero que dijo. Tanjiro asintió, no lo sintió como el pilar regalándole más bien este parecía totalmente relajado.

Haciéndole saber sobre la destrucción de los documentos de la respiración del sol. Kyojuro sabia lo necesario de estos, pero no sabía si lo suficiente para trasmitírselo a Tanjiro como legado.

- Tambien... Tu hermano me vio esto. - De su bolsillo saco la guarda de espada en forma de llama, símbolo de su familia, al verla Kyojuro parpadeo sorprendido, recobrando la postura a los pocos segundos. Sabiendo que esa guarda ya no le pertenecía, ahora su dueño debía ser Tanjiro.

- Quiero que la conserves, mi chico. - Poniendo su mano sobre las de Tanjiro llevo el objeto hacia el cuerpo del menor. Tanjiro quedo sorprendido ante tal gesto de Kyojuro hacia él.

- Rengoku-Sempai...

- Kyojuro, está bien que solo me digas por mi nombre.

- Kyojuro, ¿Estás seguro que quieres entregarme esto? Apenas nos conocemos bien y... Estoy... - Inseguro, nervioso, asustado, seguramente esas eran las palabras que podía usar en ese momento. No sabía si era inapropiado tener ya tanta confianza con un hombre que apenas paso unas pocas horas con él.

- Totalmente. Mi cuerpo aun esta herido, ya me hicieron saber que lo más probable es que tenga que apartarme de ser un pilar. Pero quiero ayudarte, tienes un gran corazón, tienes mucho camino por delante. Eso ya lo pude ver. Deseo que logres cumplir tu objetivo de recuperar a tu hermana. Quiero que te la quedes justo por eso, aunque sea poco, y pueda ser solo algo simbólico, será mi forma de estar a tu lado deseándote suerte.

El joven Kamado quedo conmovido. Totalmente agradecido de las palabras del pilar hacia él.

- Gracias. - Ya poco le importada si era inapropiado o no, Tanjiro lo abrazo.

Los fuertes y cálidos brazos del pilar de la llama lo rodearon con la misma fuerza. En este momento, estando los 2 abrazados había una sensación similar al momento cuando estaban en el tren ambos quedaron dormidos apoyados al otro. Una completa calma que invadía los sentidos. Quedando disipada cuando alguien irrumpió a la puerta.

- Hey, Gompachiro... - Los ojos de Inozuke y de Zenitsu quedaron abiertos ante la vista que tenían, Tanjiro y Kyojuro abrazados tiernamente. Ambos contrarios quedaron en un pequeño estado de Shock. - No perdieron el tiempo. No sabía que te gustada por detrás. ¡Aniki despertó! - En la espalda Inozuke tenía la caja donde Nezuko estaba dormida, habiéndosela quitada a Regañadientes a Zenitsu, usando el olor del Kamado que había en está para encontrarlo.

Zenitsu ni supo que decir, la sola idea de lo que Inozuke mencione lo dejo totalmente congelado. Habiendo olvidado ambos por completo que hasta hace un rato Kyojuro estada inconsciente.

Recobrando la postura el hombre rubio se separo de Tanjiro dándole una jovial sonrisa a los recién llegados.

- ¿Les apetece buscar fortalecerse conmigo un rato? Creo que les puedo enseñar un par de cosas, aparte que dejar la cama me ayuda mucho. - Los 3 hombres jóvenes aceptaron rápidamente la propuesta del pilar, ignorando lo presenciado hace poco.

Volviendo a la realidad, Kyojuro no pudo hacer más que suspirar con pesadez, sentando en la entrada de su finca con un pequeño licor que su padre le había ofrecido antes de volver al cuerpo de cazadores, sonriendo con nostalgia al recordarlo, como perdió a su esposa casi perdió a su primogénito, ni el mismo Senjuro le supo decir que tenía su padre, había llorado pero también no tuvo reparos en gritarles.

No sabía que sentir por él pero saberlo casi muerto fue una explosión de emociones para su padre, mientras esperada pacientemente a que poco a poco los jóvenes espadachines vayan cruzando con los demás pilares hasta llegar con él.

Esperada más que nada al joven Kamado, siendo honestos.

La hora llego, los jóvenes cazadores llegaron con él empezando un fuerte entrenamiento tanto intensivo como motivacional. Quería sacar lo mejor de ellos sin bajarles el ánimo, sus fuertes gritos de motivación se escuchan hasta algo lejos de las 4 paredes donde impartía su práctica.

Sonriendo conforme cuando lograban pasar por él, ya que por más amable que trate de ser sus entrenamientos seguían siendo letales para novatos.

Cuando a su vista la silueta de Tanjiro se hizo presente, los 2 intercambiaron una sutil mirada mostrando la confianza que ya tenían. Mirando de arriba abajo el cuerpo delineado con cicatrices del joven Kamado.

No tenía problemas en admitir que Tanjiro le parecía lindo, incluso tierno, ninguno de todas esas marcas le quitada esa imagen. Ya de por si tenía cierta admiración por él, verlo sobreviviendo tantas heridas graves le parecía inhumano, pero le gustada como nada eso apaciguada su espíritu.

Haciéndole una señal empezaron. Reuniéndose con él resto, no obstantes apenas terminaban las practicas Kyojuro se llevada a Tanjiro queriendo hablar con él sin nadie de por medio, siguiendo esa acción por todo el tiempo que lo entreno.

- El momento decisivo está muy cerca. - Suspiro. Para el hombre rubio era un sentimiento agridulce. Su familia estuvo desde generaciones matando demonios con la esperanza de acabar con Muzan, y ahora que luego de siglos estaban empezando a matar a las lunas superiores, no poder ayudar le generada algo de inconformidad.

- Mi hermana puede estar bajo el sol, básicamente es ahora más humana que demonio. No sé qué pensar. Prácticamente nos estamos preparando en una ante sala para que Muzan nos ataque. Tengo miedo por mi Nezuko, y... Mucha sangre va a derramarse, de eso no tengo dubas. - Tanjiro le admitió, abrazando sus piernas sentando a un lado de su compañero.

- Calma, ya dominas la respiración del dios solar: ¡Una de las más fuertes! Hasta ahora has sido un guerrero muy poderoso, incluso a la par de un Pilar, no te desamines, ¡Ya amenace a Giyuu y Himejima para que te cuiden por mí! - Le alentó, bando por logrado su objetivo cuando, mirándolo a los ojos tiernamente, Tanjiro recostó su cuerpo junto al suyo, dejando su cabeza en su hombro.

Tenía unas ganas de abrazarlo otra vez.

- Gracias por preocuparte tanto. Pero amenazar no es tan necesario.

- Como digas. Tienes todo el derecho a preocuparte, pero con tan pocas esperanzas no crearas un milagro.

- Tal vez tengas razón. Ya he superado similares por nunca dejar de pelear, solo espero que Nezuko esté bien en este momento.

- Estoy seguro que lo estará. - Aseguro. - Aun tienes que volver con ella, ¿No? Creo que mencionaste que tenías promesas que cumplirle.

- Volverla humana otra vez, y regalarle un Kimono nuevo solo para ella. - Sonrió con nostalgia sus labios brotaron esas palabras sin pensar, eran promesas ya viejas a las que no quería renunciar. - Tengo que salir de esto. - Volviendo a recuperar su expresión de determinación afirmo, apretando los puños a su lado. Tengo que volver con ella.

- Te entiendo, ¿Sabes? Uzui tiene a sus 3 esposas, del todo el tiempo que lo conozco se que las adora, los llegue a ver muy felices a los 4 por tener una vida por delante juntos, sin que Uzui termine dejándolas solas por terminar muriendo.

- Me imagino lo que vivieron juntos luego que se llevaran a Uzui herido.

- Y cuando lo estaban sanando. - Bromeo. - Yo tengo a mi hermano por el cual siempre busque regresar. Mi chico, ¿Te molesta si te pido que termines esta pelea reunirnos otra vez? Ah... ¿Cómo novios tal vez?

Eso lo tomo por sorpresa, levantando la mirada para ver el rostro del ex pilar del fuego. El corazón de Tanjiro se empezó a hiperventilar, asintiendo levemente con las mejillas rojas. Bandola un pequeño beso al rubio en los labios.

Pasados los minutos Kyojuro termino encima de Tanjiro, besando sutilmente su rostro, su cuello, su pecho, adorándolo como si lo más preciado fuera.

- Espero que este plan resulte. - Con un último beso despidió a su ahora novio, en cosa de unos pocos días Tanjiro pasaría a la próxima sección de su entrenamiento.

Tocando sus labios para el pilar de la flama esto significada un sentimiento totalmente amargado, ya le había hecho su promesa con el Kamado y la iba a cumplir. Ahora solo podía rezar por suerte, si esas marcas podían darles poder, solo tocada esperar con el corazón en la boca.

Aunque en este momento su mente este llena de dubas, e incluso miedo por su compañero. Sonriendo, busco dejar toda su confianza en él. No importa las heridas, las consecuencias o los problemas que pudiera generar todo lo que estaba por venir, se quedaría junto a Tanjiro para apoyarlo y cuidarlo bajo lo que estaba a su alcance.