♡08♡
—¡Aléjense! ¡No me toquen! —el pequeño omega se encogía cada vez más.
¿Cómo pudo olvidarse? Claro, él era solo un niño de 12 años, era la segunda vez que presentaba su celo.
Luego de su presentación, obtuvo popularidad por su exquisito aroma, pero era una popularidad que él no quería, alfas y hasta betas sentían su dulce y embriagante aroma, lo acosaban y siendo tan solo mocosos le decían que lo querían como suyo.
Aquel día olvidó tomar sus supresores para el celo, comenzó a tener calor en la hora de recreo y se fue a los baños a lavarse la cara, no contó con que un grupo de alfas lo estuviera siguiendo.
Cheong-san era un omega inocente, no sabía aún de la maldad en su entorno y la conoció de muy mala manera.
—Cálmate, pequeño omega, será rápido, ¿Quién quiere ir primero?
—No, por favor no... —rogó pero no fue escuchado.
Uno de los alfas lo arrinconó en la pared, robó su primer beso y luego comenzó a besar y lamer su cuello, San trataba de apartarlo a toda costa pero le era muy difícil con la ola de calor que sentía.
Empezó a odiarse a sí mismo, las mordidas y caricias lo hacían sentir asqueado pero a la vez excitado por su celo, no quería eso, no quería sentir placer de tal manera.
El omega soñaba con conocer a su destinado y entregarle a él su primera vez, no podía llegar sucio y utilizado a sus brazos.
En unos minutos, el pequeño San se encontraba ya sin sus prendas, aquellos alfas salvajes los destrozaron sin piedad.
El chico sobre él acariciaba y besaba su abdomen, el omega solo podía llorar.
—Ayúdenme —susurró entre sollozos y como si fuera magia, su salvación llegó.
—¡Sueltenlo! —exclamó una voz desconocida.
—Tú no te metas —gruñó uno de los acosadores. El aún desconocido soltó otro gruñido pero más fuerte que hizo temblar a todos allí.
Los amigos del líder del grupo salieron corriendo del miedo y al pobre niño no le quedó de otra que irse.
Su ahora héroe trató de acercarse al omega, pero este se alejó y el alfa decidió tomar distancia también, el aroma era muy fuerte y no quería terminar haciendo alguna tontería.
—Atrapa —sacó una bolsita de su bolsillo y se la aventó con cuidado al pequeño, luego se quitó su saquito y cubrió rápido al omega —no olvides tus supresores para la próxima —y sin más se fue.
Cheong-san fue salvado, pero si ese alfa no hubiera llegado, ahora se sentiría más sucio de lo que ya, comenzó a tener pesadillas por la noche, no dejaba que nadie lo tocara, cuando miraba su reflejo en el espejo, recordaba como esos alfas lo tocaban y besaban.
Hasta que conoció a Gyeong-su, un alfa en el cuál se refugió y sintió seguridad, pero en su interior, tenía ganas de volver a encontrarse con su héroe sin capa, aún tenía su saco con su aroma impregnado; el café.
Con el tiempo pudo abrirse de nuevo pero empezó a tomar supresores de aroma para ocultar su olor, no quería pasar por otra escena igual. Aunque, también olvidó a su salvador.
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"Mío, yo lo quiero" —dijo el lobo de Gwi-nam.
Gyeong-su logró controlar a duras penas a su lobo, pero aún así, no era seguro; Nam-ra luchaba con su lado animal para no tomar ahí mismo al indefenso en celo.
Por otro lado, Su-hyeok recordó aquel delicioso aroma, vainilla con miel, el mismo aroma del pequeño que ayudó en el baño cuando niño.
Ha-ri, Dae-su y Ji-min, no estando tan lejos de Cheong-san, cada uno se aferró a un compañero diferente. Ha-ri abrazó a Mijin y hundió su rostro en su cuello, los otros alfas al verla hicieron lo mismo; Ji-min con Hyo-ryung y Dae-su con Joon-young.
Onjo siguió su instinto y enrolló con sus brazos la cintura de la presidenta, Nam-ra se sorprendió pero luego olfateó el aroma de la omega, fresitas.
Gwi-nam siendo controlado por su lobo, se acercó amenazante a San, quién temblaba de miedo y dolor en el suelo. Estaba por llegar junto al menor pero un cuerpo se interpuso en su camino.
Intercambió miradas desafiantes con Su-hyeok, una pelea por el omega se dió inicio.
Cheong-san solo podía ver como ambos alfas se agarraban a golpes, él no podía ni moverse, dicen que el celo de un omega se intensifica cuando conoce a su destinado, si que era cierto.
Gwi-nam acorraló a sin calcetines en el borde del balcón y estaba por tirarlo, pero aquel suceso fue evitado por Gyeong-su quien tomó desprevenido al matón y lo empujó provocando que cayera del techo.
Su-hyeok dió un rápido gracias y fue corriendo junto al omega, se quitó su casaca y la puso sobre San disminuyendo un poco la intensidad del aroma.
—Su-hyeok, suéltalo —Gyeong-su quería apartarlo, no sabía que podía hacerle sin calcetines a su amigo.
El moreno gruñó alto dando a entender que no se alejaría.
—Al-Alfa —se escuchó hablar a Cheong-san —Ayúdeme.
Gyeong se sorprendió.
¿Qué dijo? —preguntó a su lobo.
"Nuestro niño ha crecido y solo nos fuimos por un par de días" —chilló el lobito.
Su-hyeok se levantó con San en brazos al estilo princesa y emprendió camino hacia la puerta de la azotea.
—¿Qué haces? —Ha-ri al ser la mayor lo detuvo.
—Nada malo, solo voy a complacer a mi omega —abrió la puerta y se fue.
—¡¿Su omega?! ¡¿Complacer?! ¡Exijo contexto! —exclamó Gyeong-su.
—Calma, alfa, ya te contaremos —habló Woo-Jin mientras se acercó para abrazarlo.
—Hey, suéltalo —gruñó Ha-ri.
—Pero si el vino por si solo —se defendió Gyeong.
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Se ocultaron de los zombies en un salón vacío cerca a la azotea.
—¿Estás seguro?
—Si...
Lo que empezó con un beso, terminó con un nudo y un lazo. El omega fue marcado.
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—Llegamos, estaciona aquí —dijo el detective.
—¿Llevaremos a los niños con nosotros? —preguntó Ho-chul.
—Si, ¿Quieres dejarlos?
—Seria peligroso llevarlos.
—Pero no pueden quedarse solos.
—Se quedarán con ese omega —apuntó al de gorro naranja.
—¡No! Ni hablar —un escalofrío lo recorrió de tan solo imaginarlo.
—Será solo hasta que regresemos.
—¿Y por qué no te quedas tú?
—¿Y dejar que vayas solo? No —eso conmovió al alfa y cortó distancia con el omega.
—Se-bin, cubre tus ojos —ordenó el otro omega, la niña fingió obedecer cubriéndose con sus manitas pero dejando un espacio entre sus dedos para ver la escena.
Alfa y omega bajaron del autobús y cuando estaban por ingresar al instituto, un grito los alertó.
—¡Alto! —comenzaron a disparar y se tiraron al piso para no ser blanco de alguna bala.
—¡Esperen! —gritó Jae-ik —¡No somos infectados! ¡Soy el detective Song Jae-ik de Hyosan! —mostró su identificación y fueron rescatados.
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Los celos de los omegas duran alrededor de tres días, pero Su-hyeok y Cheong-san no volvieron hasta después de cinco, Nam-ra y Gyeong-su bajaban todos los días al salón de música para traer alimentos del almacén.
—¡Cheong-san, volvieron! —exclamó Hyo-ryung.
—¡Sannie! — Gyeong-su se lanzó sobre su mejor amigo.
—¡Hey, espacio personal! —Su-hyeok regañó.
—San está marcado —chilló de emoción Woo-Jin, los demás llevaron su atención en el menor omega.
Cheong-san nervioso por ser el centro de atención, se ocultó detrás de ahora su alfa.
—¡Aww que lindo! —grita Mijin.
Onjo se limitaba a ver la escena en silencio y algo alejada de los demás, el menor la vio y se acercó.
—Onjo... ¿Recuerdas el día que tiré tu colección de muñecas de porcelana?
La omega se rió —. Sí, anduve gruñona todo ese día que hasta asusté a mi papá.
—Yo hice todo lo posible para arreglar esas muñecas y que no estuvieras más enfadada conmigo —Onjo sonrío recordando aquello —tu has lo mismo —la menor se sorprendió.
San le dió una sonrisa amable y se giró para irse pero un ligero mareo lo detuvo, frunció el seño y se agarró la cabeza.
—¿Cheong-san, estás bien? —preguntó preocupada.
—Si, solo que casi no comí en esos cinco días ausente —puchereó.
—Su-hyeok es un irresponsable, ¿Como va a tenerte sin comer? Ven —tomó su mano y lo llevó junto a las bebidas y pan que horas antes habían traído Nam-ra y Gyeong-su —voy a alimentarte un poco.
Cheong-san se alegró, listo para recibir un poco de alimento hasta que sintió náuseas cuando vió la comida.
—¿Pasa algo? —Onjo notó raro a su amigo.
—Esa cosa huele horrible.
—¿Qué? —olfateó la merienda y no encontró ningún olor raro o feo, estaba bien —Esto huele normal, Sannie —acercó un poco el alimento al menor pero este se alejó rápidamente al creer vomitar.
—Aleja eso de mí —pidió.
—Pero... —Cheong-san se fue molesto, Onjo se quedó confundido por el cambio de humor de su amigo y lo siguió.
—¿Seguro que estás bien? —volvió a preguntar.
—Si, no te- —otro mareo lo golpeó más fuerte desestabilizandolo y dejándolo inconsciente.
—¡Cheong-san! —exclamó la omega llamando la atención de todos y lo atrapó antes de que impactara con el suelo.
Su-hyeok se aproximó corriendo —. ¿Qué le pasó?
—No lo sé, dijo que tenía mareos porque no había comido y cuando quise darle un poco me lo rechazó porque me dijo que olía horrible, luego colapso —explicó rápido y preocupada.
Por otro lado, el lobo de Su-hyeok comenzó a saltar de entusiasmo y chillar alegre.
"Hoy 17 de febrero, ¡Mi omega tuvo su primer desmayo!"
¿Y eso es bueno?
"Claro, es normal en su estado."
¿Qué?
—Su-hyeok, ¿Cómo puedes estar tan tranquilo? —interrogó Joon-young.
—No sé, mi lobo dijo que es normal.
—¡¿Qué?! —exclamaron todos.
Algo en la cabeza de Gyeong-su hizo click y temió por la respuesta a lo que estaba por preguntar.
—Su-hyeok... ¿Usaron protección? —el mencionado palideció.
Mierda...
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Mañana el último cap, espero les guste, ahhhh (ᗒᗩᗕ). ¿Les digo algo? Yo y los finales felices no siempre vamos juntos.
👀👉👈
ꨄ︎A̶n̶i̶a̶»
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