♡03♡
—Hagan nudos cada 50 centímetros.
—Listo —tiran la manguera por la ventana.
—Bien, iré a revisar los salones vacíos y ver si es seguro —avisó para comenzar a bajar pero fue detenido por su mejor amigo.
—No, Cheong-san. Iré yo —quitó al omega del camino y se dispuso a bajar antes de ser contradecido.
Gyeong-su baja por la manguera y el primer salón que encuentra está lleno de zombies.
—No, hoy no se comerán a este bombón, aunque no los culpo, yo también me comería si fuera ustedes.
"¡Eso!, como todo una diva, me enorgulleces." —alabó su lobo y fingió limpiar una lágrima falsa con su pata.
En el salón siguiente, halló a la maestra Park y avisa a Cheong-san que es seguro bajar. El omega asiente y ayuda a bajar a todos uno por uno.
Para su mala suerte, cuando ya no queda nadie y es su turno, los zombies logran entrar y es empujado fuera de la habitación.
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Su-hyeok se encontraba colgado en el exterior de los salones cuando observa al menor salir por la ventana con varios zombies.
Su lobo, al ver aquella escena, cree que el menor a muerto.
"¡No! ¡Mi omega!" —empieza a llorar el lobito —"¡Mi omega está muerto y ni siquiera pude decirle que lo amo!" —chilla más fuerte avergonzando a Su-hyeok.
Hey, llorón —su lobo lo ignora —¡Te estoy hablando, idiota!
"¡¿Qué diablos quieres?! No aportas ni una lágrima por mi omega" —sigue llorando.
Ojalá te seques por estúpido, Cheong-san está ahí.
"¿Qué?"
El lobito divisa hacia abajo y ve al omega colgando de la manguera con un zombie sosteniendo su pie.
"¡Ay por la diosa Luna! ¡Ese zombie quiere comerse a nuestro omega! ¡Mátalo! ¡Mátalo! ¡MÁTALO!" —comenzó a dar vueltas a lo loco en el interior de Su-hyeok y este no podía creer lo patético que era su lobo.
— ¡Cheong-san! —capta la atención del menor —¡hay un zombie en tu pie!
—¡Lo sé!
—¿Entonces, que esperas? ¡Quítalo!
—¡Eso intento pero no puedo!
"Idiota, si pudiera, ¿No crees que ya se hubiera quitado solo ese zombie? ¿Eres o te haces?" —Su-hyeok rodó los ojos ante lo dicho por su lobo.
—Espera, iré a ayudarte.
—No, es peligroso.
—Tranquilo, yo puedo —Sin calcetines trató de avanzar pero resbaló y casi cae.
"¡Con cuidado, imbécil! Si te mueres luego quien cuidará de nuestro omega." —regañó su lobo y Su-hyeok empezaba a acostumbrarse a ser insultado por el animal.
—¡Su-hyeok, arriba de tí! —gritó Cheong-san advirtiendo al mayor de un zombie.
"!Ay, madre santa! ¡¿Esperas tarjeta de invitación?! ¡Corre, idiota, corre!"
¿Acaso vez que puedo correr? ¡Cierra el hocico que no ayudas en nada!
Su-hyeok para salvarse saltó sobre Cheong-san, su rostro se enterró ligeramente en el cuello de San sintiendo un suave aroma muy dulce; su lobo enloqueció por exquisito olor.
"Nuestro omega, huele delicioso."
Su-hyeok estaba por responder pero San lo interrumpió.
—¿No que ibas a ayudarme?
—Ah, sí —bajó lentamente por el cuerpo del menor, llevó sus manos hasta su cintura notando lo pequeña que era.
"¡Concéntrate, Su-hyeok, concéntrate!" —se burló su lobito.
Cuando logró quitar al zombie, ambos terminaron por llegar al salón junto a los demás, Onjo ayudó a Su-hyeok mientras que Cheong-san fue recibido por Nam-ra, ella en acto de preocupación, abrazó a San enterrando su rostro en su cuello olfateando su aroma; efectivamente, Cheong-san era un omega.
La loba de Nam-ra se removió un poco disfrutando de el dulce aroma del omega, pero no lo reconoció como suyo, lo rechazó.
La cercanía puso un poco nervioso a San y más aún al darse cuenta que la presidenta podía llegar a oler su aroma, por lo que, se alejó rápidamente con una sonrisa.
Cuando creyeron estar a salvo, un sonido fuerte los sorprendió, la manguera aún colgada se movía bruscamente chocando con la ventana, rompiéndola poco a poco.
El omega se acercó lentamente para ver de que se trataba, ganándose un pequeño brinco cuando un zombie apareció.
"¡Ay, mamá! ¡Nos vamos a morir!" —dramatizó su lobo. Cheong-san lo ignoró, tomó un trapeador y trató de tirar al zombie.
"¿Qué haces? ¡Va a comernos! ¡Soy muy joven para morir! —siguió lloriqueando el lobito.
Por otro lado, el lobo de Su-hyeok andaba regañando.
"¿Por qué sigues ahí parado? ¡Ve a ayudarlo, el no va a pedírtelo!" —decidió obedecer y se acercó a Cheong-san seguido de Gyeong-su.
Luego de una larga lucha, lograron deshacerse del zombie gracias a Gyeong-su, pero segundos después, su nariz empieza a sangrar.
—¡Lo mordieron! —gritó Na-yeon.
—¿Qué? —tomos llevan su atención al acusado.
—Ah, no, Su-hyeok me golpeó con el palo del trapeador.
—¡Mentira! ¡Yo vi que te mordieron! ¡Mira ahí, en tu mano! —todos se alejaron de Gyeong-su a excepción del menor omega.
—Cheong-san... No me mordieron, mira, es un rasguño —el mencionado se acercó a revisar y sí, era solamente un rasguño.
—No lo mordieron, miren ustedes mismos —los demás vieron la pequeña herida y el miedo sentido desapareció rápidamente.
—Si lo mordieron, está infectado, ¡Qué se vaya! —Na-yeon.
—¡No estoy infectado! ¿No me crees? Bien, estaré en la habitación de al lado por una hora, así no les haré daño, ¿Contenta? —la omega sonrío triunfante.
—Na-yeon, si Gyeong-su no se transforma luego de 10 minutos, entraras a disculparte, ¿De acuerdo? —maestra Park.
—Esta bien —aceptó.
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Cheong-san se acercó a la puerta para llamar la atención de su mejor amigo, primero silbó y luego hizo caritas bobas para animarlo, aunque no se percató de otro alfa que tenía los ojos en él.
"¿Qué está haciendo? Míralo, es muy tierno" —chilló el lobito.
Yo también lo creo —sonrió inconscientemente y esto no pasó desapercibido para la presidenta.
—Profesora, ya pasó media hora —avisó San.
—Iré a sacarlo —la maestra ingresó a la otra habitación, minutos después salió —. Dice que se quedará la hora completa.
-—¿Puedo entrar yo?
—No, la que debería entrar es Na-yeon, tenía que disculparse luego de diez minutos, ya pasaron treinta —la omega entró sin objeción alguna.
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—No me digas, ¿En serio vas a disculparte? —Gyeong-su se puso a la defensiva.
—¿Por qué lo haría? Tu mano.
—¿Qué? —Na-yeon tomó la mano del alfa para limpiar su herida con un pañuelo.
—No tengo porque disculparme, solo dije la verdad, eres un alfa asqueroso, deberías irte tu solito y no dejarte humillar, perdedor —sin más, salió de la habitación. Gyeong-su tomó aire tratando de controlarse para no atacar a la chica, no pudo.
—¡Na-yeon! ¡¿Qué he hecho yo para que me odies?! ¡Responde! —Cheong-san lo detuvo antes de que pudiera hacer algo y los otros miraron con enojo y desprecio a la omega de voz chillona.
—¿Na-yeon, que fue lo que hiciste?
—No hice nada, no entiendo porque me culpan, Gyeong-su está infectado, no miento-
—¡Basta, Na-yeon! Discúlpate con Gyeong-su —ordenó la maestra.
—¿Por qué? ¿Por tener razón? Miren —apuntó al alfa, la nariz de este sangraba nuevamente y volvieron a temerle, se alejaron de nueva cuenta a excepción de su mejor amigo.
—No... No... No me mordieron —negó el infectado —¿Por qué...? No se alejen, no sería capaz de hacerles daño.
—Ven, yo tenía razón, ¡saquenlo!
—Fuiste tú —acusó la presidenta, todos la miraron.
—¿De qué estás hablando?
—Tu lo infectaste con ese pañuelo —los espectadores se sorprendieron.
—No sé de que hablas —se defendió.
—No seas cínica, tú limpiaste con tu pañuelo la sangre de ese palo y lo frotaste en la herida de Gyeong-su.
—Eso es mentira, no es cierto.
—Claro que lo es y puedo probarlo, el pañuelo aún está en tu bolsillo.
—Estas mintiendo, ¡Deja de hacerlo! —la alfa no aguanto sus ganas y le dio una bofetada a la menor.
—¡Te dije que lo sacaras! —usó su voz de mando, los omegas ahí presentes agacharon la cabeza en señal de sumisión, Na-yeon no pudo contra eso y terminó tirando el pañuelo al piso.
—¡Está bien! ¡Ahí está ese estúpido pañuelo, pero es la sangre de Gyeong-su!
—¿Así? Pruébalo, ponla en tu herida.
—Quieres que muera, ¿verdad? La sangre de Gyeong-su está contaminada.
—Gyeong-su estaba bien hasta que tú entraste con ese pañuelo, ¡sé valiente y admitelo!
—¡Si, lo hice! ¿Eso quieres escuchar no? Bien, listo.
—Eso quiere decir... Que si estoy infectado —habló Gyeong-su quien se mantuvo en silencio.
—No, Gyeong, tú... —San trató de acercarse.
—¡Aléjate! No puedo quedarme aquí.
—No, Gyeong-su...
—¿No entiendes, Cheong-san? Si me quedo, voy a lastimarlos.
—No, tú no estás infectado.
—Si, debo irme... — Gyeong-su sintió su cuerpo empezar a convertirse.
—No, tú no te irás —el pequeño omega se aferró como si su vida dependiera de ello al cuerpo de su amigo.
—Cheong-san...
—No me dejes Gyeong-su, por favor —lo abrazó aún más fuerte, todos miraban tristes aquella escena.
Un recuerdo vino a la mente del alfa infectado en ese momento.
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—Muchas gracias, gracias a ti, mi Cheong-san está mejorando cada día más, ahora deja que lo abrace sin problema.
—No tiene porque agradecer señora Lee, San es mi mejor amigo y haría lo que sea por él.
—Me gustaría pedirte un favor, debido a que mi cachorro regresará a la escuela y no podré cuidarlo ahí, ¿tú podrías hacerlo por mí?
—Sí, claro, señora Lee; lo prometo, cuidaré muy bien de Cheong-san, no dejaré que nada malo vuelva a pasarle, tiene mi palabra —contestó entusiasmado el alfa.
—Muchas gracias, Gyeong-su.
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Lo prometió a su madre, lo cuidó de todo peligro pero justo ahora, el peligro era él.
—Lo siento, Cheong-san —el alfa se soltó bruscamente del agarre abriéndose camino hacia la puerta para salir de ahí.
El omega rápidamente volvió a aferrarse a su mayor.
—¡Suéltame, Cheong-san! —el omega tembló, Gyeong-su nunca había usado su voz de mando en él, sin poder contradecir a sus instintos de sumisión, lo soltó.
El alfa aprovechó y salió corriendo de la habitación, San estaba en shock, su mejor amigo lo abandonó, su cuerpo no paraba de temblar.
Los demás comenzaron a culpar a Na-yeon con la mirada, ella al ver la escena y al omega en tal estado, cayó en cuenta que lo que hizo no tiene perdón, ahora era una asesina y nadie iba a negarlo, su culpa fue tan grande que abrió la puerta y se fue.
Para empeorar la situación, la profesora también salió detrás de ella pero antes les dijo a sus estudiantes que debían sobrevivir.
El pequeño omega soltó un grito frustrado y comenzó a golpearse en la pared, Su-hyeok, Nam-ra y Onjo trataron de detenerlo antes de que se lastimara gravemente.
Cheong-san no se detuvo hasta que colapso...
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—La ciudad está siendo invadida rápidamente por un virus desconocido, gran parte de la población ha sido infectada, busquen refugio hasta que podamos evacuarlos a todos.
La señora Omega tomó su teléfono y llamó a su hijo, no respondió. Muy preocupada, decidió ir a buscarlo.
—¿Puede cuidarme la tienda un ratito? ya regreso —preguntó.
—Claro, señora Lee, no se preocupe.
Sin más, la mujer partió rumbo a la escuela para salvar a su hijo.
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Mi primera notita, disculpen por este cap, muchos me pidieron no matar a Gyeong-su, no se preocupen, habrán sorpresas más adelante, gracias por apoyar mi librito ^-^.
"La esperanza es lo último que se pierde."
PD: no pago terapias :'c.
Ah, y una preguntita, tengo ideas para un fic Nam-ra x Onjo. Si la publico, ¿lo leerían? Pero antes, ¿Les gustaría que fuera con temática de zombies o otro? ¿Que ships más quisieran que salga?
ꨄ︎A̶n̶i̶a̶»
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