♡01♡
Salió de casa para pasar por Onjo, ella era su vecina y amiga, una omega bonita y dramática con olor a fresitas.
Tocó la puerta y segundos después, la linda omega se dejó ver.
—Tomaste tus supresores, ¿Verdad? —Onjo y su mejor amigo Gyeong-su, eran las únicas personas que sabían su íntimo secreto.
—Si, no te preocupes —sonrió.
Cheong-san era un omega con un aroma muy peculiar, pero todos -a excepción de sus padres, Onjo y Gyeong-su- creían que era un beta debido a que nunca sintieron un olor desprenderse de él. San lo ocultaba, no porque quisiera, sino por un pequeño trauma que tuvo en el pasado; lo descubrirán más adelante.
—¡Piedra, papel o tijera! —ganó San, Onjo salió corriendo hacia el ascensor para no cumplir el castigo por perder—. Eres una tramposa.
Cheong-san no llegó a detener la puerta del ascensor, así que, optó por bajar por las escaleras.
La omega salió sonriente de su lugar seguro una vez que llegó al primer piso creyendo haber dejado a su amigo atrás, pero no, su sonrisa se borró al encontrarlo jadeando en la entrada del edificio.
San se quitó la mochila y la tiró sobre la pequeña de altura para luego salir corriendo.
—Y... Hasta aquí —el docente frenó a los alumnos en la entrada de la escuela, una vez pasada la hora puntual.
El Omega antes de irse, vio con burla a su amiguita, porque él logró entrar a tiempo y ella no. La tierna omega hizo un berrinche pateando la mochila contraria.
Cuando el adulto los dejó ingresar, divisó a Su-hyeok, soltó su cabello y lo llamó.
-—¡Su-hyeok! —el mencionado, un alfa con olor a café, paró su caminar y llevó su atención a Onjo.
—¿Si, dime?
—Me —el alfa le miró divertido —. Mm... Te veo en la azotea después del almuerzo.
—¿Por qué? Ya no peleo —alzó las manos en acto de inocencia.
—¿Me vez con cara de querer pelear? Solo ve allí —en su intento por irse rápido, tropezó por culpa de la mochila de su amigo, cayendo al suelo avergonzada, se levantó y salió corriendo.
Llegando al salón, llamó el nombre del omega, quién se encontraba con su grupo de amigos, este giró sobre sus talones para quedar cara a cara con la menor. Ella le aventó su mochila y se fue a su asiento.
Cheong-san le ignoró y siguió con lo que hacía, llegó Su-hyeok acercándose a ellos para pasar su brazo por los hombros de San, el omega se inquietó un poco y sintió a su lobo mover la cola.
¿Te están molestando las moscas? —le preguntó a su animal interno.
"¿Qué moscas? Estoy feliz, idiota."
San estaba por responder, pero se vio interrumpido por un olor a frambuesa desagradable para él, una voz chillona resonó en sus oídos.
—¡Quítate de mi mesa! —ordenó a Gyeong-su, su mejor amigo con olor a tierra mojada, un aroma muy relajante según sus gustos.
—Lo siento, déjame limpiarlo —pasó su manga sobre la mesa.
—¡No! ¡¿Qué haces?! ¡Eres un asqueroso! —empuja al alfa.
—¿Qué dijiste? —preguntó amenazante, rápidamente San se interpuso abrazando a Gyeong-su para que este llevara su nariz al cuello del omega justo en su glándula de olor, logrando calmarlo inmediatamente por el exquisito aroma.
Su-hyeok vio raro aquel acto y su lobo gruñó en su interior.
¿Y tú qué tienes? —preguntó a su lado animal.
"¿Qué no ves lo que está haciendo? ¡Nos está engañando!" —volvió a gruñir.
¿Qué? —Su-hyeok no entendió a su lobo, en ese momento, entró la maestra calmando a todos.
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La maestra comenzó su clase con unas preguntas, primero respondió la presidenta y luego se dirigió a Su-hyeok, pero este al estar distraído no supo que responder, para su buena suerte o tal vez mala, Hyun-joo llegó al salón llena de sangre y desprendiendo un aroma horrible.
Dijo cosas poco entendibles y la maestra acompañada de Su-hyeok, Onjo e I-sak, la llevaron a la enfermería.
Cheong-san sentía a su lobo preocupado, creyendo que era por Onjo, se mantenía caminando en círculos hasta que I-sak regresó.
Todos trataron de acercarse a ella pero inmediatamente se alejaron porque traía el olor de la alfa moribunda encima.
—Iré a lavarme y ver si se me quita el aroma de encima —I-sak salió del salón y San fue tras ella.
—¡I-sak! —el acercarse demasiado causó un suave mareo en el omega, retrocediendo.
—Cheong-san, ¿Estás bien? —ladeó la cabeza.
—Hueles horrible, ¿Cómo puedo estar cerca de tí?
—Pero San, eres un beta, no deberías poder distinguir el aroma —I-sak tenía razón.
—Mm...
Ayuda —pidió a su lobo.
"Cambia de tema, pregúntale por Su-hyeok" —contestó risueño el animal.
¿Qué? —frunció el seño.
"¡No! espera, por Onjo, sí, Onjo"
San negó con la cabeza y preguntó —¿Dónde están Onjo y Su-hyeok?
—Oh, se quedaron para ayudar a la maestra, aunque no creo que Onjo ayude mucho, ya se lastimó en la muñeca.
—¿Qué? ¿Es grave?
—No, creo que no.
—Okey, gracias —el omega partió corriendo en busca de su amiga y amigo.
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—Onjo, ¿Qué era lo que querías decirme en la azotea? —El alfa se detuvo en medio de las escaleras.
—Oh, mm... —la omega dudó un poco, pero al final terminó sacando una etiqueta con su nombre, se la entregó.
—¿Con esto quieres decir que... —lo interrumpió.
—Si, quisiera tener una cita, contigo.
El alfa quería responder pero se vio interrumpido nuevamente.
—¡Onjo! —San llegó e iba a acercarse pero aquel aroma moribundo que tenía I-sak encima, también lo tenían ambos amigos, provocando otro mareo pero esta vez más intenso.
—Cheong-san, ¿Estás bien?
"No, alfa, ven, te quitaré ese asqueroso olor" —contesto el lobo de San.
El omega aún no reaccionaba, Onjo se dio cuenta rápidamente de por que, no se había percatado de como apestaba debido al momento de crisis.
—Cheong-san, vámonos —Onjo tomó la mano de su amigo sacándolo de aquel trance sofocante.
Su-hyeok volvió a mirarlo extraño, su lobo le habló.
¿Aún no te das cuenta?
"¿De qué?" —respondió.
Apestas a muerto, idiota.
"Eso no tiene nada que ver, San es beta, no puede sentir el aroma."
Entonces explícame por que estaba así.
"Mm... No lo sé"
Diosa Luna, ten compasión de mí y dale al menos una neurona a mi compañero.
"Estúpido"
Mira quién lo dice —el lobo dió por finalizada la charla, Su-hyeok se quedó pensando en lo que trató de decirle su lobo.
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—¿Por qué no te fuiste de ahí? —cruzó sus brazos regañando al otro omega.
—El aroma no me lo permitió —bajó la cabeza apenado.
—¿Y que estabas haciendo ahí? De seguro ahora Su-hyeok debe sospechar algo, ¿Qué harás si se entera?
—Yo solamente quería saber si estabas bien, si se entera será mi problema, no tuyo —San se alejó, dejando a Onjo en medio pasillo.
La omega estaba celosa, sabía que si Su-hyeok llegaba a sentir el aroma de Cheong-san, toda oportunidad con él se acabaría, su loba le pedía a gritos alejar a San del alfa y así lo haría.
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Todos se hallaban en el comedor, Onjo e I-sak en una mesa un poco alejada de la de Cheong-san y sus amigos.
—Terminé, con permiso —Su-hyeok terminó su almuerzo y se retiró del comedor dejando con la palabra en la boca a los demás.
—¿A dónde va? —pregunta Woo-Jin.
—De seguro a buscar a la presidenta —justo en ese momento, el grito de I-sak los asustó pero no le tomaron importancia.
—¿Por qué iría a verla? —Cheong-san sintió su estómago revolverse temiendo por la respuesta inconscientemente.
—Porque le gusta —finalizó Dae-su riendo bajo.
San sintió un sabor amargo en su garganta y se levantó sin decir nada, mientras caminaba por el comedor, tuvo la sensación de ser observado, buscó a su espectador por todos lados más no lo encontró.
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Se encontró botando los desechos de su bandeja cuando observó a varios estudiantes gritar y correr por sus vidas, segundos después, detrás de ellos aparecieron caníbales llenos de sangre.
El lugar se llenó de gritos y de aquel líquido rojo en tan solo minutos, de lejos Cheong-san vio a Onjo a punto de ser atacada por una de esas cosas, no dudó en correr y ayudarla quitándole el zombie de encima.
Lograron salir del comedor y empezaron a correr hasta llegar nuevamente al interior de los pasillos hacía los salones gracias a una camioneta que se estrelló contra la escuela.
Tocaron la puerta pidiendo que los dejen entrar, su mejor amigo le abrió para luego cerrar la puerta detrás de ellos. Onjo fue recibida rápidamente por los brazos de I-sak mientras Gyeong-su le preguntaba a San como estaba.
—¿Estás bien? —el menor asintió —¿No te mordieron? —negó con la cabeza —. ¿Está todo igual allá afuera?
Suspiró recuperando el aliento. —Si.
Dae-su apareció pidiendo también que lo dejen pasar, cosa a lo que accedieron rápidamente.
—Cierren las ventanas —y ahí estaba otra vez ese detestable olor a frambuesa.
Cheong-san se acercó a la ventana para cerrarla pero una mano que apareció lo sobresaltó, era Su-hyeok, San lo ayudó a entrar y luego este ayudó a Nam-ra.
Ya tomándose el tiempo de analizar y procesar la situación decidieron buscar un teléfono para pedir ayuda, lo encontraron, para su mala suerte estaba bloqueado.
Cheong-san lo tomó y al ver a la dueña en la puerta, lo acercó para probar si el teléfono lo reconocía.
—No seas estúpido Cheong-san, no debes desbloquearlo para llamar.
Al escuchar esto, los lobos de Nam-ra y Su-hyeok gruñeron, este último quedó confundido al no saber por qué lo hizo.
"Le acaban de decir estúpido a nuestro omega y no haces nada." —regañó el lobito a Su-hyeok.
Para empezar, San es un beta, y no es nuestro.
"¿Así? Y yo soy el presidente" —El lobo giró los ojos y se enrolló para dormir.
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ꨄ︎A̶n̶i̶a̶»
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