Hoy es el día. Estoy sudando como la mierda y estoy tan asustado que podría hacerme en mis pantalones, pero debía ser valiente, tenía que dar todo de mí para que todo saliera bien. Había invitado a Stella con la excusa de que hoy sería un programa especial y quería que estuviera aquí. Theo y Sammy también estarían aquí, incluso Marie Lou, pero sabía que ella había aceptado solo porque podría ver a Liam.

Theo, Iris y Liam me han ayudado estos últimos días, ha sido difícil, al principio me sentía incómodo pero ellos trataban de relajarme cada vez que los músculos de mi cara se contraían. Estaba listo, nervioso como el infierno pero listo, después de seis años volvería estar en vivo y en directo con más de un millón de radioescuchas de la ciudad de Nueva York y el resto de los Estados Unidos.

El programa de hoy sería diferente, no sólo habría música sino también un poco de interacción por mi parte, muchísima más que las que Liam había hecho anteriormente. Esta nueva planificación la hice para probarme a mí mismo, apenas la tenía escrita se la llevé a Richard quien casi se pone a llorar cuando le dije que volvería. Aceptó con buenas ganas la nueva planificación y me dijo que también estaría ahí apoyándome. Como si no tuviera tanta presión en estos momentos.

Me encuentro en la cabina de IBWM preparando todo, faltan aún cinco horas para que el programa inicie, pero quería que todo estuvieron perfecto. La zona de las axilas en mi camiseta está empapadas, estoy sudando como un cerdo, sabría que eso pasaría y por eso traje una camisa de repuesto que me colocaría más tarde. La puerta de la cabina es abierta por Iris quien abre sus ojos a todo par al ver mi estado de nerviosismo.

—¿Estás bien?

—¿Me veo bien?—pregunto de vuelta.

—Te ves como la mierda.

—Gracias, Iris.

—Los amigos están para decirse la verdad—ella se encoge de hombros.

La puerta vuelve a abrirse y es Liam esta vez con una sonrisa, pero esta se borra al verme.

—Wow, luces como el sándwich que vomité esta mañana.

—Yo le dije que lucía como la mierda.

—Sí, no está muy lejos de la realidad.

—Cierren la boca—me desespero sentándome tratando de tranquilizarme—. Solo cierren la boca.

La cabina se queda en total silencio, mis ojos se posan en el micrófono dorado con mango de color negro. Theo dijo que sería bueno tener de vuelta a mi viejo amigo, adoraba ese micrófono, mi padre me lo regaló cuando me gradué de la universidad, me encargaba de que fuera instalado correctamente en las cabinas en las que antes había trabajado, me hace sentir seguro, pero estoy tan asustado que ni siquiera ese micrófono me daba un poco de paz.

—Todo va a salir bien, Bam Bam—dice Theo, extrañado doy vuelta a mi silla encontrándolo entre Liam e Iris.

—¿Y si me congelo y no digo nada?

—Entonces estoy yo para salvar el día—responde felizmente Liam ganándose una palmada en la cabeza por parte de Iris, se pone serio y trata de corregirse—. Estaremos ahí para ti Bam Bam, eso es lo más importante, tienes a gente que te apoya.

—Liam tiene razón... Wow, pocas veces digo eso—Iris se ríe un poco y luego vuelve a posar sus ojos en mí—. Tienes a Theo, a Sammy, Liam, Richard, a la loca de tu hermana y a mí. Y no podemos olvidarnos de Stella, ella va a estar aquí para apoyarte.

—Ellos no saben lo que voy a hacer.

—Pero lo sabrán en pocas horas y te apoyaran—porfía Theo—. Malo sería que no tuvieras a nadie aquí para ti.

Él tiene razón, me estoy ahogando en un vaso de agua. Les asiento y sonrío con mayor sinceridad, miro el reloj en mi muñeca, cada vez falta menos, ellos estarían aquí treinta minutos antes para contarles lo que estaba a punto de hacer.

Mientras pasaba el tiempo nos encargábamos de hacer una última práctica, pero siempre que iniciaba me trababa y decía alguna estupidez. Nos tomamos un descanso, estábamos hablando sobre técnicas de relajación cuando la puerta fue abierta por la mujer de ojos azules. Alana.

—Oh rayos, ¿qué hace la chusma aquí?

—Yo iba a preguntar lo mismo—Alana mira de mala manera a Theo—. Sigues siendo el idiota de siempre.

—Y tu sigues siendo la bruja controladora de siempre.

Alana enrojece mirando con furia a Theo. Liam e Iris también se colocan de pie mirando fulminante a Alana, yo sin embargó me quedo tranquilo en mi asiento repasando los diálogos, solo quiero ignorar que esa mujer está aquí.

—Blake, quiero hablar contigo.

—Lo que teníamos que hablar ya lo hablamos, Alana—respondo aburrido—. Estamos ocupados, así que por favor, ¿puedes retirarle?

—¿Le diste a Berry el mensaje que te di? —pregunta ella maliciosamente. Puedo ver la mirada confundida de los demás.

—No conozco a ninguna Berry, Alana.

Su mandíbula se endurece pero ese gesto rápidamente es alejado dejando salir una sonrisa satisfactoria.

—Ella nunca te lo digo, ¿no?

—Alana, estas actuando más loca de lo normal—Theo abre la puerta de la cabina—. Te voy a pedir por favor que te vayas, esperamos a unas personas y no eres bienvenida a nuestra reunión. Hasta luego.

—¿Berry va a venir?—Alana suelta una carcajada divertida—. Oh, papá va amar esto. Tranquilo Theo, ya me voy, no quiero... molestarlos más.

Alana camina hacia la puerta pero antes de salir se da la vuelta aún con esa sonrisa maliciosa en sus labios.

—Cuanto lamento que vayas a pasar por esto, Blake, no te lo mereces, pero Berry si y estoy tan feliz de que ella vaya a estar por aquí.

Cuando termina cierra la puerta detrás de ella dejándome aún más confundido. ¿De qué coño estaba hablando Alana?

—¿Alguien más piensa que esa mujer necesita un manicomio?

—Creo que todos pensamos igual que tu Liam—mascullla Iris sentándose nuevamente en su silla—. ¿Sabes quién demonios es esa tal Berry?

—No y no quiero saberlo—digo con convicción, tomó nuevamente los papeles para volver a darles una repasada—.Volvamos a lo nuestro.

Horas después, Richard hace su aparición con algunas palabras de aliento para mí que me animan demasiado, tanto que la última práctica sale perfectamente bien, cosa que nos hace celebrar rápidamente. Sé que el programa está a punto de empezar cuando Theo nos informa que las tres muchachas están afuera esperando a que alguien fuera por ellas, ese alguien fue Iris quien se ofreció como voluntaria. Me cambio la camisa para verme un poco más pulcro cuando veo a Theo acercarse.

—¿Listo?—pregunta en voz baja.

—Tanto como puedo.

—Estoy orgulloso de ti, Bam Bam. Gracias por hacerme parte de esto.

—No hermano, gracias a ti por ayudarme. Eres el mejor amigo que podría tener.

Nos damos un abrazo fraternal, es increíble como el idiota al que traté de pegarle un puñetazo la primera vez que lo vi, se haya convertido en una de las personas más importantes en mi vida.

—Aww pero miren que tierno, Bam Bam y mi bebé Theo dándose un abrazo. ¿Puedo unirme?—escuchamos a Sammy decir.

Nos separamos haciendo que Sammy haga un puchero. Ella primero se acerca su esposo para darle un beso y luego me abraza.

—¿Ya me vas a decir por qué estamos aquí?

—Pronto.

Voy a saludar a mi hermana pero ésta rápidamente se acerca a Liam fundiéndose en un beso abrazador que me hace sentir incómodo, frunzo el ceño por aquello, pero una pequeña mano se posa en la mía trayéndome nuevamente en sí. Stella me sonríe totalmente, me acercó a su rostro para darle un suave beso ocasionando que los que estén a mí alrededor suelten algunos silbidos de burla. Stella está avergonzada pero ni de chiste se sonroja, ese al parecer es solo mi trabajo.

—Para los que no la conocen, ella Stella, mi novia.

Listo, lo dije. Stella me mira sorprendida pero Richard se acerca a ella para presentarse formalmente por lo que su sonrisa vuelve nuevamente a su rostro. Luego de las presentaciones, al fin todo el mundo me presta atención para decirles la razón del porqué están aquí.

—Algunos lo saben, otros no, han sido invitados esta noche al programa número trescientos de It's better with music, que por primera vez será conducido por una persona diferente—Hago una pausa posando mi mirada en cada uno de los presentes—. Yo seré el locutor de esta noche.

—¡Oh Dios mío!—exclama Sammy con emoción.

—Los invité porque ustedes han sido parte de que este esta noche haya tomado esta decisión. Ayudaron de alguna manera de que tuviera las ganas de volver a estar detrás de un micrófono—esta vez miro fijamente a Stella—, fueron la motivación necesaria para volver a ser el Blake Anderson de antes y yo no estaría aquí si no hubiese sido por ustedes. Estoy asustado como la mierda, no puedo mentirles, pero sé que sus energías positivas me harán hacer un buen trabajo. Así que gracias por lo que hicieron y por lo que van a hacer por mí, les estaré eternamente agradecido.

—¡Oh, hermanito!

Marie es la primera en abalanzarse en mí, la alejo un poco diciéndole al oído sino quiere abrazar mejor a Liam, ganándome un golpe en pecho. Uno a uno me dan abrazos y más palabras de aliento para mí. El programa empezará en exactamente diez minutos.

Ella es la última, me toma de las manos y con la emoción que la embarga solo deposita un suave beso en mis labios.

—¿Recuerdas que una vez me dijiste que yo te hacía feliz? —Ella asiente complacida de que recuerde sus palabras—. Pues quiero que sepas que tú también lo haces, Pebbles, porque eres una de las mejores cosas que me han pasado en la vida. Te amo, Pebbles.

Porque sí, estoy enamorado hasta los huesos de esa mujer, de mi Stella, mi Pebbles.

—Yo también te amo, Bam Bam, con todo y mi jodido corazón.

La felicidad me embarga, volvemos a besarnos pero estaba vez profundamente y justo ahí, con ella, sé que estoy listo. Nos separamos, miro por encima de su hombro a Theo quien me señala con una sonrisa el reloj en su muñeca.

—Es hora.

—No necesitas la suerte, así que éxitos en este regreso—dice Stella guiñándome un ojo.

Respiro profundo y luego exhalo para relajarme. Empiezo a dirigirme a la cabina insonorizada junto con Liam quien será mi apoyo ahí dentro.

Camino lentamente, procesando lo que voy a hacer. Toco con las yemas de mis dedos la madera y luego miro con atención mi micrófono dorado. Papá no está aquí por compromisos de trabajo pero él está en toda la esencia de ese micrófono. Me siento detrás de él, Liam lo hace a mi lado. Vemos a Theo levantar su mano con los cinco dedos extendidos y empieza la cuenta regresiva.

5, por Richard.

4, por mi hermana, mi papá y mi mamá en donde quiera que esté.

3, por Liam, Iris, Theo y Sammy.

2, por mi Pebbles.

1, por mí.

Estamos al aire, estoy al aire.

—¡Buenas noches, Nueva York!

Este es uno de  los capítulos que más me ha emocionado, muchas sensaciones se viven aquí. estoy tan orgullosa de mi pequeño Blake <3

¿Le gustó? ¿Están disfrutando del maratón? ¿Al fin #Blatella o #Steke es totalmente real?

¿Cual es mejor, #Blatella o #Steke?

Capítulo dedicado a Mayra, espero que este capítulo te haya gustado tanto como a mi <3 Recuerden que dedico capítulos a aquellos que voten y comenten en el transcurso de la historia.

Nos leemos en un rato con el último capítulo del maratón.