🥂Capítulo 6🥂
Fue cuestión de segundos para que Jungkook se abalanzara sobre Jimin tomándolo por la cintura y arrebatándole el aliento con sus labios. Jimin le respondió de la misma manera colocándose un poco de puntillas para quedar más cerca suyo. No era necesario charlar porque ambos sabían lo que querían, así que sin dudarlo fueron arrancando una a una de sus prendas hasta quedar en lencería.
—Vamos a mi habitación —Sugirió Jimin tomando a Jungkook de la mano.
Él la siguió como las ratas al flautista de Hamelín hasta llegar a sus aposentos. Jimin no era para nada tímido, al contrario, era una experto en la cama. Además no tenía miedo de mostrar su cuerpo, por eso se quitó la ropa interior cuando entraron a la habitación quedando totalmente expuesto, después se puso de cuclillas quitándole el bóxer a Jungkook. Sorprendido de su acto amplió los ojos suspirando ante el atrevimiento del doncel.
—¿Puedo? —preguntó Jimin, relamiéndose los labios mientras veía hacia arriba tratando de encontrarse con los ojos de su víctima.
Jungkook tragó saliva en cuanto hicieron contacto visual, luego se percató de que su miembro estaba completamente rígido y listo para actuar. Con la mano izquierda acarició la cabeza de Jimin, asintiendo al mismo tiempo que decía:
—Puedes...
Jimin sonrió de manera felina acercándose peligrosamente para probar del fruto prohibido, estaba deseoso por saborearlo pues el hombre era apuesto y como dijo previamente; un auténtico cliché de película.
Sin dudarlo más probó del fruto prohibido provocando que Jungkook soltara un leve quejido invadido de satisfacción. Era salado y dulce, firme y suave, pero sobre todo deseaba tenerlo dentro suyo para experimentar del placer en su máxima expresión.
Atrás, adelante, adentro, afuera...
Una y otra vez probó de la delicia que Jungkook guardaba entre sus piernas hasta que él no soportó más y lo tomó por los hombros para que dejara de lamer. Luego extendió su mano para ayudarlo a ponerse de pie.
—Túmbate en la cama —ronroneó Jungkook, pero no era una sugerencia; era una orden.
Jimin se puso de pie, después se sentó en la orilla de la cama para preguntarle qué era lo que quería hacer, sin embargo Jungkook no le permitió cuestionarse el siguiente paso del acto apasionante que estaban llevando a cabo juntos. Él lo empujó poniéndose de cuclillas en la orilla de la cama mientras abría sus piernas para ver el dulce caramelo que ansiaba comer. Ahora era Jimin quien tragaba saliva nervioso, no se esperaba ese cambio de planes, quería ser él quien llevara las riendas, pero debía de admitir que le encantaba la iniciativa de Jungkook. Lo estaban disfrutando ambos, a pesar de que uno de ellos lo hacía con toda la alevosía y ventaja para obtener algo a cambio.
—Jungkook... —susurró al sentir la lengua de su víctima metida entre las piernas.
Jimin estaba completamente lampiño ya que gracias a su condición no tenía bello púbico, lo que hacía que Jungkook no sintiera rasposo al pasar su lengua una y otra vez, rodeando los testículos y pene de Jimin. Saboreaba el dulce jugo de la pasión, sintiendo cada vez más ansias por penetrar el cuerpo del hombre que juraba días atrás odiar por el resto de su vida.
—¿Quieres sentirme dentro tuyo? —preguntó al retirarse de su dulce caramelo.
—Lo obvio no se cuestiona.
—Entonces no pregunto más.
Con habilidad lo tomó de la cintura girando su cuerpo para colocarlo de rodillas encima de la cama, Jimin pegó su pecho lo más que pudo a la cama, mostrándole todos sus atributos a Jungkook a medida que abría las piernas para que se introdujera en él.
—Es el doggy style mas sexy que han visto mis ojos... —murmuró Jungkook nalgueando a Jimin con la mano derecha.
—Deja de hablar y...
Jimin se quedó callado cuando sintió una vez más la lengua de Jungkook en su intimidad, él relamía su trasero disfrutando del sabor natural de su piel.
—No hablaré más, solo quiero que te quede una cosa bien en claro —dijo al poner la punta de su miembro en la parte más sensible del cuerpo de Jimin.
—¿Qué cosa?
—Hacer el amor no significa que cambiaré el precio de las acciones, ni habrá un trato distinto al acordado.
—¿Hacer el amor? —Jimin soltó una risita—. Jungkook tú y yo estamos a punto de follar, eso y nada más.
—Entonces haré que esta noche no se te olvide nunca...
Y lo hizo...
Jungkook penetró el cuerpo de Jimin, primero suave y después rápido, una y otra vez. En distintas posiciones. Luego él se subió encima suyo subiendo y bajando una y otra vez mientras que Jungkook lamía sus pezones de manera espectacular. Sin lugar a dudas estaban disfrutando.
«Eres tú quien no va a olvidar esta noche», pensó Jimin mientras cabalgaba encima suyo meneándose y retorciéndose de manera seductora.
Cuando ambos terminaron se sirvieron una última copa de vino, cabe aclarar que en esa ocasión no estaba adulterada ninguna de las copas. Saborearon juntos y brindaron.
—Por las relaciones inesperadas —dijo Jungkook relamiéndose los labios al ver a Jimin lucir una bata de seda negra que mostraba su abdomen muy bien definido.
—Por el sexo sin ataduras —contestó Jimin, mirándolo a los ojos.
—Salud... —dijo Jungkook para después tomar de la copa.
Jimin sonreía internamente, es más estaba dando brinquitos y bailaba victorioso porque la siguiente fase de su plan era pan comido. Además Jungkook demostró ser débil porque un hombre que no controla sus deseos pasionales, es incapaz de controlar su propia vida. Al menos era lo que ella pensaba.
—¿Te quedas a dormir o te marchas?
—¿No que sin ataduras? —cuestionó Jungkook acercándose a Jimin.
—Pero claro que es sin ataduras, no te estoy diciendo que quiero formalizar una relación contigo. Apenas te conozco, quien sabe qué clase de loco seas... —dijo colocando sus manos en el pecho desnudo de Jungkook.
—Vivo cerca de aquí, será mejor que me vaya, ¿quieres que me vaya? —Alzó las cejas.
—¿Creerás que me enamoré de ti si digo que te quedes? —Jimin colocó la copa de vino vacía en su mesita de noche sin despegar la mirada de los ojos de Jungkook.
—¿Entonces me quedo? —cuestionó Jungkook tomando la cintura de Jimin con fuerza.
—Puedo estar despierto toda la noche...
—Y yo puedo cancelar todas las reuniones que tengo mañana temprano...
—Entonces cancélalas y quédate. Pero no te hagas ilusiones, no soy un romántico empedernido.
—En eso coincidimos.
Ambos volvieron a unir sus labios en un apasionante beso, entregando una vez más sus cuerpos, pero en esa ocasión lo hicieron hasta que agotaron cada gota de energía...
Hasta quedarse completamente dormidos.
Bien que los dos se gustan ajsvsksksksk🙈
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