🥂Capítulo 24🥂
Jimin recibió una llamada telefónica estando en un lujoso restaurante, ya que Jungkook lo llevó a cenar luego de la pelea con su madre. Contestó de inmediato pues se trataba de Apolo y quería saber si había noticias de Taehyung.
—¿Aló? —Jungkook cortaba su pedazo de carne cuando él cogió la llamada.
—Tenemos la ubicación de Taehyung.
—¿Van a agradecer mi ingenio? Porque lo encontraron gracias a mí —dijo enalteciéndose a si mismo.
—Como sea, se ubica en la parroquia de la misericordia. ¿Te suena ese lugar?
Jimin se quedó en silencio un par de segundos tratando de recordar todas sus estafas relacionadas a la iglesia, pero en sus recuerdos la única existente era la del padre Javier, un viejo grotesco y de doble moral que estuvo a punto de abusar de él.
—Por supuesto. ¿Cómo olvidar al padre Javier? Un párroco sin igual. ¿Está con ellos?
—El viejo terminó en la cárcel luego de darte todos sus bienes. —Apolo suspiró con cansancio del otro lado del teléfono—. Supongo que se trata de una especie de venganza, pero no entiendo qué relación tiene el padre Javier con Arturo Hinojosa. ¿Recuerdas a ese sujeto?
—Por supuesto, es el hijo del dueño de una flotilla de barcos. —contestó nervioso mientras veía a Jungkook comiendo frente a él.
—Esa flotilla ya está a tu nombre. ¿Por qué dices que es el hijo del dueño?
—Me gustaría hablar acerca de la donación en otra ocasión, esta noche estoy ocupado. ¿Le gustaría que le devuelva la llamada cuando me desocupe?
—¡Ah ya entiendo! ¿Estás con Jeon?
—Así es...
—Entonces te espero en la mansión en cuanto termines, igual puedes llegar a la parroquia. Vamos a preguntar por tu hermano.
—Perfecto. —Jimin finalizó la llamada y guardó el teléfono en su bolso.
—¿Quién te llama a estas horas de la noche? —preguntó Jungkook.
—Estoy ayudando a una fundación, mejor dicho. Se trata de una parroquia. —Jimin comenzó a mentir para que lo que Jungkook escuchó de la llamada fuera coherente.
—Ah sí, te escuché mencionar a un tal padre Javier.
—Bueno, el dueño de una flotilla de barcos está interesado en donar una numerosa cantidad para los niños huérfanos del lugar y he quedado impresionado.
»Solo que habían perdido el número telefónico del hombre y ayudé para que lo encontraran, resulta que estaba en un viejo diario dentro de la parroquia.
—No sabía que te interesaban las causas benéficas, cada día me sorprendes más —dijo estirando la mano para tomar la de Jimin.
—No es algo que voy gritando a los cuatro vientos, me gusta ayudar en silencio para ser recompensado en público.
—¿Algo así como la cita de Mateo 6:6-13? Recuerda que crecí en un convento y conozco acerca de las sagradas escrituras.
—A todo esto. ¿Cómo fue tu experiencia siendo educado en un convento? —preguntó curioso.
—Bueno, todas las noches repetíamos el padre nuestro. Y si éramos capturados despiertos a altas horas de la noche nos mandaban a la capilla para rezar.
—Me gusta imaginarte de niño, arrodillado y rezando... ¿Serías tierno?
—Si quieres puedo arrodillarme ante ti, aunque no prometo hacer nada tierno. —Sonrió con picardía.
—Estás desviando la conversación, Jungkook. Además no se trata de eso, quiero imaginar a nuestro hijo siendo un tierno niño como tú.
—¿Tan seguro estás de que será varón y que se parecerá a mí? Probablemente sea niña y se parezca a ti.
—No importa el género, quisiera que fuera como tú.
—¿Y perdernos de tener corriendo por la casa a un niño o niña con ojos púrpura? —Jungkook alzó las cejas.
—Que herede mi condición será complicado. Soy uno en un millón.
—De eso no tengo duda alguna...
Al terminar su cita romántica. Jungkook dejó a Jimin en la puerta de su casa en contra de su voluntad porque quería quedarse a dormir con él, sin embargo le repitió una y otra vez hasta convencerlo de que quería dormir sus últimas noches siendo soltero. Este como todo bobo enamorado lo comprendió cumpliéndole el deseo, pero le advirtió que entonces tendrían que apresurarse con la boda ya que no quería dejarlo solo tanto tiempo.
Con sonrisa en los labios entró a la mansión caminando hacia la oficina en donde se suponía que estaban Apolo y Magdalena.
"No puedes estar tanto tiempo solo, eres mi mundo entero ¿y si te resbalas? ¿Y si te mareas? Vamos a casarnos en cuanto antes"
Jimin recordaba las palabras de Jungkook una y otra vez a medida que avanzaba a la oficina, incluso cuando entró (sin tocar la puerta cabe resaltar) seguía inmerso en sus pensamientos. «Jungkook es muy atento, seguramente sería un excelente esposo y un gran padre», pensaba añorando que la falsa relación que tenían fuera real.
—¿Tienen fecha para la boda? —preguntó Magdalena al ver entrar a Jimin a la oficina.
Él no contestó, seguía pensando en la calidez humana de Jungkook, es que el tipo era todo un encanto.
—Seguramente ya tienen fecha —dijo Apolo tras beber un trago de whisky.
Jimin pareció regresar en si. Con mirada cansada miró al par de trepadores asintiendo con la cabeza. Ambos festejaron con regocijo, pero él rodó los ojos con fastidio dejándose caer en una silla que daba masajes, al encenderla comenzó a hablar.
—Festejas como si tu hijo estuviera aquí. ¿Ya encontraron a Taehyung?
—Envíe a mis hombres a su búsqueda, no tardarán en darme noticias —contestó relajado.
—Vaya, sinceramente no esperaba menos de ti. Nunca te hemos importado, lo único que quieres de nosotros es exprimirnos como si fuéramos naranjas.
—No, mi medusa, yo los exploto como si fueran una mina invadida de oro —le contestó con descaro.
—No comiencen a pelear, esta es una noche de celebración porque pronto tendremos una nueva boda... —Magdalena se acercó a Jimin—. ¿Qué día será la celebración?
—Es lo único que les interesa —Jimin resopló.
—Habla niño —Apolo la presionó.
—En quince días —murmuró con cansancio—. Más vale que preparen todo.
—Pero claro, seré la linda asistente del casamentero esa noche. Recuerda que durante el baile huiremos de España. Así que vete despidiendo de ese bombón —dijo Magdalena refiriéndose a Jungkook.
—Espero que Jeon pueda recuperarse luego de esto, al parecer está loco por mí.
—¿Desde cuándo te preocupan tus víctimas? Siempre los dejas en la calle sin remordimientos —dijo Apolo—. ¿No te enamoraste de él, verdad?
—¡En absoluto! Yo no seduzco para amar, seduzco para que se enamoren de mí. Solo que es de los pocos que me ha tratado bien.
—Pero nos contaste que también trató de estafarte al querer comprarte las acciones a un mal precio...
—Eso fue antes de que se enamorara de mí.
Apolo y Magdalena se miraron de reojo, pero antes de soltar su veneno sonó el teléfono. Apolo cogió la llamada de inmediato.
—Señor, no hay rastros de su hijo en la parroquia y al parecer fue clausurada hace un par de años. Pero de todas formas creo que le gustaría ver el video que le acabo de enviar...
—Perfecto, regresa a tu puesto y sigan con la búsqueda —contestó con cansancio.
Llámenme loca, pero el Jimin sí ama a Jungkook😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭
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