Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🥂Capítulo 2🥂

La familia Jeon comenzó su legado en el año 1908, cuando el asiático Jeon y el español Montalbán encontraron en una montaña distintas piedras preciosas que comenzaron a comercializar. El negocio fue fructífero y desde ese entonces se fue heredando de generación en generación. Cada varón nacido era llevado a las montañas al cumplir nueve años para que de esa manera encontrara su primer piedra preciosa. Era una costumbre acompañada de supersticiones que una vieja chamana metió en la cabeza de la familia.

"La primer piedra que encuentren será la que los lleve al éxito"

Esas fueron las palabras de la mujer para Jeon, él encontró oro, y el oro lo hizo popular, su hijo encontró esmeraldas y las esmeraldas fueron muy vendidas en esa época. Y así sucesivamente, cada varón Jeon obtenía el éxito gracias a la primer piedra que encontraba, más que una superstición era una realidad que permaneció durante generaciones.
En el año 1989 se le dio oficialmente el nombre de Diamond&Style a la empresa familiar, sus joyas eran exportadas no solo en Europa, sino en todas partes del mundo convirtiéndose en uno de los mayores exportadores a nivel mundial. Salieron en revistas de talla mundial y artistas como Michael Jackson, The Beatles, Madonna e incluso la reina Isabel llegaron a portar sus diseños exclusivos. Gracias a eso se abrieron paso a la industria petrolera y de ese modo lograron adquirir más riqueza no solo con las piedras preciosas, sino que se convirtieron en los mayores distribuidores de gas por todo España.

Ahora que ya sabes esos datos quiero que vayamos al 24 de febrero del año 2003, ese día fue  la primera excursión por las montañas del siguiente heredero de Diamond&Style y M&M. Su nombre era Jeon Jungkook. Un niño con rodillas raspadas, manos sucias, shorts cortos, calcetines hasta la rodilla, tenis de la época y camisa del equipo de fútbol de la ciudad. Los Jeon no eran hermosos en parecer, sin embargo el niño heredó la belleza de su madre al igual que sus ojos color avellana. Aunque en carácter era idéntico a la familia paterna.

Antes del accidente, cuando la vida de Jungkook era más sencilla caminaba por una de las montañas perteneciente a Diamond&Style, llevaba en su espalda una mochila pesada, un bote de agua y un mapa que a decir verdad nunca utilizó. A su par iba su abuelo, él lo ayudaba cada vez que el niño tropezaba. Pronto llegaron a la entrada de la cueva para entrar a las minas. En ese instante comenzaría la aventura del pequeño Jungkook. Y ahora que estamos hablando de la familia paterna me es importante mencionar que el niño perdió a su padre antes de nacer, el hombre murió de un repentino ataque al corazón. Por eso Jungkook fue criado por sus abuelos durante sus primeros años de vida.

—Abre bien los ojos, hijo. Que dentro de estas minas se encuentra tu destino.

—¿Cómo sabré cuál es mi destino, abuelito? —preguntó curioso.

—La primer piedra que mires te lo dirá.

El niño entró a las minas junto a su abuelo y un par de adultos más, él sostenía una linterna mientras buscaba en el suelo y paredes alguna piedra. El pobre no se percató de que una de sus agujetas estaba desabrochada, eso lo hizo tropezar y al caer encontró una piedra color púrpura pegada a la pared de la cueva. Ignoró el dolor de sus rodillas sangrantes a causa de la euforia de haber encontrado su primer piedra.

—¡Abuelito, abuelito! ¡Encontré una piedra! —dijo eufórico.

Su abuelo se puso de cuclillas mirando la piedra y le pidió a uno de sus empleados que la sacara de entre la roca. Llevándose la sorpresa de que ahí había muchas más.

—¿Cómo se llama la piedra, abuelito?

—Se llama Ágata, felicidades hijo. Cuando seas mayor tendrás éxito gracias a esta piedra. Es una piedra común, pero hermosa si se le da el cuidado correcto.

—¿Lo hice bien, abuelito? Dices que es común. Yo quería un diamante. —hizo un leve puchero.

—Cada piedra es hermosa en las manos correctas,  y aquí entre nosotros te digo que los diamantes son costosos, pero no son la gran cosa.

Jungkook suspiró audiblemente y tomó entre sus manos el Ágata púrpura mirándola con detenimiento.

—El color púrpura no me gusta tanto, pero puede ser un collar o una pulsera... —dijo tratando de sonar animado.

—Claro, mi pequeño. Cuida del ágata y no olvides su nombre porque según nuestra tradición tu éxito se fortalecerá gracias a ello.

—Espero no olvidarlo cuando sea adulto —murmuró.

—Para eso estaré yo contigo. Te ayudaré a encontrar las piezas correctas para decorar tu piedra.

—¡Yupi! —El pequeño festejó dando brinquitos.

Nunca nadie le dijo que la vida daba sorpresas, y no todas las sorpresas que se reciben son agradables. Una noche cuando Jungkook tenía doce años de edad despertó a causa de los gritos y el llanto de los empleados de la que en ese tiempo era su casa. Descalzo, corrió por los pasillos de la mansión hasta llegar a la sala de estar en donde un policía les estaba dando la noticia de que sus abuelos habían tenido un fatídico accidente que les arrebató la vida y que dejó a su madre ciega. Fue entonces que tuvo que irse a estudiar a un convento de monjas en donde fue criado, amado y respetado hasta que tuvo edad suficiente para valerse por sí mismo y para regresar a la mansión con su madre.

Para Jungkook su abuelo era como su padre, y aquel día lo perdió. Por eso al tener edad suficiente y haciendo a un lado el llanto tomó las riendas del negocio obsesionandose con cumplir la promesa que le hizo a los nueve años: Ser exitoso con la piedra Ágata .

—¡¿Celoso yo?! ¡Pero que atrevido es usted, señor Jeon! —Jimin se puso de pie fingiendo indignación mientras cruzaba los brazos con elegancia.

Ambos tenían carácteres fuertes, difíciles de controlar, descifrar. Además pensaban con la cabeza fría, eran buenos negociando, y el éxito económico que tenían era un pequeño reflejo de la inteligencia que poseían.

—Me disculpo, por no controlar mi lengua. ¿Qué debo hacer para que me perdone? —cuestionó poniéndose de pie al igual que Jimin. Cambiando su semblante a uno más pasivo y comprensivo.

—No es necesario que haga nada, solo no me falte al respeto —contestó Jimin mostrándose abierto a dialogar una vez más.

—¿Puede por favor venderme las acciones?

—Así que su falsa amabilidad es por eso, usted quiere comprar a fuerzas las acciones que mi ex marido me heredó. Pues no señor. Seré el dueño junto con usted, lo siento. —Levantó la mano con elegancia y él contuvo las ganas de gritarle majaderías.

Jungkook inhaló con profundidad tratando de matenerse sereno, después dejó salir el aire en sus pulmones con lentitud y se forzó a si mismo a dibujarse una enorme sonrisa en los labios.

—Lo que sea que quiera se lo daré a cambio de las acciones. Ese doce porciento es muy importante para mí.

—¿Importante? ¿Qué tan importante? —Jimin alzó las cejas, seguido de eso, sonrió exactamente igual que un zorro cuando encuentra a un lindo conejito atrapado en la corteza de un árbol.

—Esta es una empresa familiar y debe ser heredada al único hombre con vida de la familia Jeon.

—Ya veo... ¿Y por qué mi querido Montalbán tenía el doce porciento? Me gustaría saber la historia detrás de su pérdida.

—La historia no tiene un trasfondo impactante señor viudo de Montalbán. Es mucho más sencilla de lo que parece, las acciones a su ex marido fueron obsequiadas por la única cosa que ciega a las personas sin importar raza, sexo, edad o posición social.

—¿Qué cosa?

—Vamos que parece usted niño de primaria. —Jungkook suspiró—. Hablo del amor. Mi madre le obsequió ese porcentaje a su ex marido porque lo amaba.

Jimin quedó boquiabierto ante tal revelación.

—Esta empresa nunca ha tenido un dueño externo a la familia hasta que mi madre perdió la vista. Quiero recuperar el legado familiar, por so pregunto. ¿Cuál es su precio?

—No tengo precio, señor Jeon. Y ahora que usted ha abierto su corazón creo que llegó mi turno de abrir el mío.

—Soy todo oídos. —Puso suma atención, perdiéndose en los labios de Jimin.

—Me casé con Montablán para quedarme con su herencia. —Jungkook amplió los ojos—. No se confunda. No soy un caza fortunas.

—¿Entonces, qué?

—Montalbán era como un padre para mí. A diferencia de otros hombres que he conocido él mostró ser respetuoso conmigo. Me mimó y me protegió. Al no tener hijos decidió darme todo a manos llenas.

—Ya veo. —Jungkook tenía apretada la quijada.

—Le venderé las acciones con una condición.

—Esto comienza a tornarse interesante. —Jungkook se acomodó en su silla mientras sonreía.

—Quiero y deseo saber porqué a Montalbán le interesaba tanto esta empresa. Me refiero a que me gustaría trabajar con usted durante cinco meses, quizás seis. —Jimin miró a Jungkook directo a los ojos—. Quiero distraer mi mente ya que después de perderlo me siento pérdida, me siento huérfana y sin rumbo. ¿Me ayudaría a distraer mi mente? Cómo mencioné será poco tiempo, igual y puedo firmar un contrato con usted en el cual me comprometo a vender las acciones dentro de seis meses.

Jungkook quedó por unos segundos hipnotizado por los ojos de la medusa de oro, pero salió de su trance porque lo que estaba en juego era mucho más importante que un par de ojos púrpura  y labios sexys.

—Que sean cinco meses —dijo Jungkook.

—Me parecería estupendo trabajar codo a codo con usted.

—Si tengo que trabajar con usted para recuperar la acciones, entonces tendré que soportarlo.

—¿Soportar? ¡Lo vas a disfrutar! Soy realmente un encanto.

—Y yo difícil de encantar, señor.

—Me dices señor como si eso fuera un insulto. —Jimin se puso de pie—. Lleva mañana a mi casa tu contrato que estoy dispuesto a firmarlo y venderte las acciones dentro de cinco meses. Enviaré por correo mi dirección, y por favor. La próxima vez que nos veamos trata de ser gentil.

Jimin giró su cuerpo dirigiéndose a la salida meneando las caderas con elegancia, mirada en alto y sintiendo que tenía el control de Jungkook aunque sea por 24 horas. Ya que al menos él había decidido la hora y lugar de su próximo encuentro. Al salir de la oficina de Jeon se topó con Fransesca ya que ella estaba esperando que saliera para regresar a los brazos de su amante. Jimin la miró con desdén sonriendo y con malicia dijo:

—Puedes regresar a la oficina, por ahora Jungkook está desocupado.

«Perr9 mal nacido», pensó Fransesca, pero en lugar de insultarlo entró con rapidez a la oficina de Jungkook. Estando ahí puso mirada severa al mismo tiempo que colocaba ambas palmas de sus manos en el escritorio del CEO de la empresa.

—¿Quién es él? ¿Debo preocuparme? Porque me sacaron de la oficina y entró creyéndose el dueño y señor...

—Es el viudo de Montalbán. ¿Preocuparte por qué? ¿Por su belleza? —Jungkook se puso de pie para avanzar hacia Fransesca y tomarla de la cintura.

—Ahora que mencionas que es la viuda de tu padre se han desvanecido mis inseguridades.

—Padrastro. —Corrigió Jungkook—. Al parecer no sabe que Montalbán está vinculado con mi familia y espero que no se entere. Porque es astuto y al saberlo va a aumentar el precio de las acciones.

—¡¿Aumentar el precio?! ¿No firmaron?

—Dentro de cinco meses me cede los derechos.

Fransesca se alejó de Jungkook abruptamente.

—Entonces seguiremos ocultando lo nuestro hasta que él firme.

—Cariño, tú y yo no tenemos nada...

—¡Acabas de follarme hace cinco minutos!

—Creí que fue al revés...

—No te entiendo Jungkook. Anoche dijiste que te casarías conmigo.

—Mis planes cambian, ahora tengo que enfocarme en Jimin. Él tiene el porcentaje que me pertenece y no voy a descansar hasta recuperarlo y si para hacerlo tengo que seducirlo; entonces lo haré.

—¿Qué vas a saber tú de seducción? ¡Yo te he enseñado todo lo que sabes acerca de sexo! ¡Yo fui tú primer beso!

—No deberías jactarte de eso. Ambos sabemos que te aprovechaste de mi vulnerabilidad al saber que mi padrastro traicionó a la familia para darle sus bienes a un jovencito que podría ser mi hermano.

—O tu amante...

—¡Jamás tocaría la piel que tocaron los asquerosos dedos de mi padre, me ofendes!

—¿Entonces qué pretendes hacer con él? Es hermoso y tiene pinta de ser doncel.

—Jugaré su mismo juego y veré hasta dónde llegamos. Después si gustas puedo volver contigo.

—¿Volver conmigo? Me estás tirando a la basura prácticamente.

—Necesito estar enfocado y tus labios me son distracción...

—No te estaré esperando de brazos abiertos, Jungkook.

—Lo dudo mi querida.

Jungkook era bueno tapando sus secretos. Pero es que no tenía muchos porque su vida sexual comenzó como bien mencionó antes; con Fransesca. Todos creían que él seguía siendo fiel devoto a la iglesia y a su promesa de castidad, que esperaba encontrar al amor de su vida para casarse y tener una larga descendencia, pero todo cambió cuando Fransesca se enredó en sus piernas el día que fue traicionado por su padrastro, la persona que se había ganado su total confianza y quien le enseñó todo lo que sabía del mundo de los negocios.

Para Jimin no estaría fácil desfalcar a Jungkook porque él lo veía con malos ojos ya que parte de su herencia le fue dada de una manera injusta. Y para Jungkook no estaría fácil recuperar la herencia porque Jimin no estaba dispuesto a ceder, al contrario, él quería dejarlo sin un solo euro.

En este juego de estira y afloja, ¿quién será el vencedor? ¿O serán ambos arrastrados a la miseria?

🥂Vamos vamos vamoooooosssd yo sé que lograré subirla completa hoy🥂

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro