🥂Capítulo 11🥂
Jimin se quitó los guantes porque estaban empapados de lágrimas. Luego los colocó encima de sus piernas y discretamente observaba cada cierto tiempo a Jungkook conducir. El tipo le parecía guapo en extremo, tanto que fugazmente llegó a pensar en él como un verdadero amante. «Quizás si lo hubiera conocido en circunstancias diferentes», se dijo interiormente. Jungkook, al sentir la mirada de su copiloto giró la cabeza cuando llegaron a un semáforo encontrándose con sus ojos húmedos y sonrisa discreta en los labios.
Se aclaró la garganta antes de hablar.
—¿Quieres ir a tu casa o prefieres otro sitio?
—Mi casa está sola todo el tiempo y no me gustaría estar en soledad después de lo que ha pasado.
—Vaya días trágicos has tenido últimamente. Tal pareciera que te traigo mala suerte —dijo Jungkook, en ese momento cambió el semáforo a verde y pisó el acelerador concentrando la vista de nuevo en las calles.
—Pienso lo contrario. Has estado en los lugares indicados para salvarme, te agradezco.
—Si lo dices así suena un tanto romántico.
—Pareciera, pero ambos sabemos que nuestra relación no es romántica.
Luego de decir eso se quedaron en silencio durante todo el trayecto. Cuando llegaron frente a la casa de Jimin comprendió que debía bajar del auto. ¿Había arruinado sus planes con el comentario que le hizo previamente? ¿Será que Jungkook quería que le dijera que sí era romántica su relación? Suspirando abrió la puerta del auto, pero antes de bajar Jungkook lo tomó de la mano con suavidad.
—Si me permites, me gustaría entrar contigo...
—No estoy de ánimos para ya sabes, hacer lo mismo de anoche... —contestó para tratar de averiguar qué era exactamente lo que el señor Jeon quería.
—¿Quién dijo que quiero hacer eso?
—Entonces vamos —murmuró.
Al entrar a la mansión, Jungkook veía con ojos bien abiertos cada rincón recordando su niñez. En contadas ocasiones visitó a Namjoon, y en todas esas su abuelo iba con ellos, pero el día anterior y en la mañana no puso atención a los detalles porque estaba más pendiente del hombre de la mujer junto a él.
—¿Te ofrezco algo? ¿Un té, vino, agua?
—¿Estuviste con Namjoon cuando murió? —preguntó ignorando la pregunta de Jimin.
—Sí...
—¿Cómo fue? ¿Puedo saber?
Jimin se sentó en el sofá palmeando el lugar vacío junto a él. De inmediato su invitado captó lo que quería dar a entender sentándose a su par.
—Murió aquí en la casa, la gripe le dio muy fuerte. Ningún remedio o medicina pudieron salvarlo... Lo último que recuerdo es escucharlo toser mientras sostenía mi mano —dijo suspirante—. Llamé al médico y cuando llegó su corazón ya había dejado de latir.
»Me sentí impotente porque no pude hacer nada para salvarlo, ni el dinero, ni la posición pudieron evitar su muerte. Simplemente su cuerpo no pudo más.
—¿Cuántos días estuvo enfermo?
—Tres semanas, todo fue muy rápido. Lo que más angustia me causa es que luego de su muerte descubrieron la vacuna del COVID y si tan solo hubiera soportado un poco más, tal vez hubiera...
—No. —Jungkook apretó la quijada—. Nada hubiera podido salvarlo, supongo que todos tenemos un día destinado para morir.
—Tú no fuiste a su entierro... ¿Por qué?
—Estaba furioso. Se casó contigo y dejó mis acciones a tu nombre, incluso esta casa se supone que sería mía. Nadie en la familia sabíamos de tu existencia y cuando te conocí me pareció un insulto saber tu edad, llegué a creer que eras un caza fortunas.
Jimin se quedó en silencio. No supo qué responder ante eso porque eran ciertas las especulaciones de Jungkook. Un par de segundos después decidió demostrarle que estaba equivocado, que no era lo que él pensaba. Aunque sabemos que sí que lo era.
—¿La quieres? Me refiero a la casa.
—Estuviste con él en sus últimos momentos, así que es tuya.
—Nam hablaba mucho de ti... Decía que eras guapo, inteligente, audaz, arrogante y que no asistirías a la firma de nuestro matrimonio porque no estabas de acuerdo. Aunque nunca me dijo tu nombre.
Namjoon Montalbán le había mencionado a Jimin la existencia de un chico que era como su hijo, pero nunca le mencionó su nombre porque incluso decirlo le partía el corazón ya que Jungkook le juró odio eterno cuando le contó que iba a casarse con un hombre que apenas conocía.
—Es que yo creía que eras diferente, ahora me arrepiento de no haber interactuado con Namjoon antes de su muerte.
Jimin se quedó en silencio, mirando con ojos tristes a Jungkook. Si él supiera él tras fondo de las cosas lo odiaría todavía más y de pronto no quería ser odiado, quería... Jimin quería por primera vez que alguien la quisiera un poquito porque estaba cansada de esa vida.
—Se suponía que iba a viajar a Suiza hace cinco días, pero aquí estoy frente a ti. —Él estaba siendo sincero por primera vez.
—¿Qué te impidió viajar?
«Mi padre me propuso conquistarte para dejarte en la quiebra», pensó.
—Recibir las acciones y la casa de Namjoon, luego intentar vendertelas y arrepentirme de hacerlo.
—Puedes vendérmelas e irte... o puedes vendérmelas y quedarte. Incluso estoy dispuesto a dejar que te quedes con ellas y no insistir en la compra.
—¿Por qué siento que algo entre nosotros cambió? —cuestionó sintiendo que su corazón se aceleraba cada vez más.
—¿Será porque cogimos? —preguntó tomándolo de la mano con suavidad.
—El sexo no causa tal efecto en mí...
Ambos se miraron a los ojos durante varios segundos hasta que Jimin apartó la mirada para recargarse en el hombro de su presa. ¿O era que estaba renunciando a comer ese pez?
—Jimin. ¿Crees en el destino y el amor?
—No soy de esos chicos. Todos los hombres se arrepienten de haberme conocido, incluso tú lo harás pronto —confesó en un murmuro.
—¿Por qué me arrepentiría?
—Porque... —Los ojos de la medusa se comenzaron a llenar de lágrimas. ¿Será que estaba sensible porque el árabe se quiso propasar con él?
—¿Mjm?
—Porque soy como las medusas, si me tocas mueres. O como la mítica medusa, cualquier punto de comparación ración es válido. Incluso mi madre, mis hermanos y... —Jimin comenzó a llorar.
—Pues te he tocado y sigo respirando. No eres tan mortal como imaginas... —dijo interrumpiéndolo.
—Se que dije "Sin ataduras" pero ¿puedes quedarte otra noche? Esta casa está vacía y no quiero dormir en soledad, necesito a alguien. Solo hoy y prometo no volverte a molestar.
A Jungkook le parecieron tiernas las palabras de Jimin, además, pensar en que Adib casi abusa de él lo hacía querer quedarse a su lado para evitar a toda costa que tuviera una mala noche.
—Hecho.
La medusa de ojos púrpura estaba siendo sincero. La culpa de todas sus mentiras se estaba haciendo presentes, y no era tanto por Jungkook sino que desde hacía varios meses se planteó dejar el negocio fraudulento. Pero su padre le seguía insistiendo y consiguiendo nuevas víctimas.
¿Sería Jungkook su última víctima?
Esa medusaaaaaaaaaaaa
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