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Été {Verano}

-Verano-

-Tus coqueteos, Gatito, fueron en vano, no tenías por qué usarlos, mi corazón ya te habías ganado-

-¡Chat, basta!

-Nunca -rió él.

-¡Es enserio, hace calor!

Marinette se encontraba recostada en el pasto, mientras que un héroe gatuno le hacía cosquillas. Todo esto tuvo una razón, claro. Si Mari no hubiera dudado de los poderes de luchar de Chat, él no hubiera empezado una terrible batalla de cosquillas.

Aunque en realidad, lo que más le gustaba era escuchar su risa.

-¿Y eso qué? -siguió con lo suyo el héroe- ¡Creí que te encantaba el verano!

-¡P-para! -gritó la chica con la imposibilidad de dejar de reir.

Finalmente, Chat la dejó respirar. Marinette se sostenía el estómago, aún adolorido.

-Algún día me vengaré -amenazó tratando de regular su respiración. Chat soltó una risotada.

-Eso ya lo veremos, Princesa.

~.~.~.~

Playa, sol, calor, agua. Fiesta, alegría, jueventud. Días largos, gente paseando y divirtiéndose hasta la noche. Cenas, familia, numerosas reuniones.

Verano.

Así era el verano para la mayoría de las personas. A demás de ser una de las estaciones favoritas para todos. Si no me creen, pregúntenles a Phineas y Ferb, que hicieron de esta época una eternidad.

Aunque también, hay gente que lo describe como: quemaduras, isolación, estudiar para la escuela, bichos. Pero sólo hay que escuchar a la gente optimista, claro...

Chat Noir y Marinette sería un gran ejemplo de esa positividad. Su relación "amistosa" había avanzado mucho desde que Chat se abrió más y comenzó a expresar sus verdaderos sentimientos sobre su vida. Sin dar nombre ni apellidos. Marinette hizo lo mismo.

Mejoraron tanto hasta tal punto de que ahora ya no se juntaban ni encontraban una vez a la semana en un sólo lugar, o sea, los Jardines de Luxemburgo. Ahora, se veían casi todos los días en cualquier lugar, tales como la casa de Marinette, o algún que otro parque cerca de la Torre Eiffel.

La azabache creía que era inútil; ella no podía enamorarse de Chat. No podía, no podía, no podía. Cada vez que estaba con él, debía recordarse a sí misma que amaba a Adrien. Esto estaba teniendo menos efecto cada vez que lo usaba, sin embargo. Adrien empezó a pasar a un segundo plano en su vida.

Respecto a él, Adrien, no podía creer que la chica "tímida" y "la que diseña lindo" que se sentaba detrás suyo fuera tan divertida e interesante. Le gustaba mucho la amistad que llevaban a cabo, lástima que no pudiera ser así en su forma civil. Porque como Chat, era atrevido y totalmente diferente a Adrien, él lo sabía. Pero le gustaría que su yo civil también pudiera ser así, sin prohibiciones ni nada por el estilo.

Aunque notaba un gran cambio sobre Marinette: ella empezaba a relajarse y a actuar con normalidad cada día más cuando se encontraba con Adrien.

Sí, Chat estaba descubriendo muchas cosas pero ignorando otras. Ignoraba a su corazón, que había empezado a caer por Marinette.

~.~.~.~

La mansión de los Agreste era demasiado fría. Aunque no literal. En el verano, se morían de calor. Tanto, que hasta incluso Gabriel aceptó la idea de Adrien: colocar una piscina.

Pero no sería una normal, pequeña ni de dos metros de profundidad. Sería una enorme, con un piso en descenso hasta tres metros o más, luces bajo y fuera del agua, masajeadores y llenado automático. ¿El lema de los Agreste's? "Si haces algo, hazlo... ¡enorme!"

La construcción de esta piscina no les llevó mucho tiempo a los trabajadores. Gabriel Agreste se había empeñado en que lo hicieran rápido para que estuviera lista cuanto antes. Aunque Adrien aún no entendía por qué, ya que su padre no planeaba meterse en la misma. Ni siquiera recordaba cuándo fue la última vez que lo vio en traje de baño. Seguramente cuando su mamá... bueno, existía aún.

Pero eso no importaba ya, Adrien se encontraba demasiado feliz. ¡Tendría una pileta, algo que siempre había querido! ¡Y su padre le había dejado! Era un milagro.

Incluso le contó a Marinette aquello, aunque en forma de Chat Noir, en una de sus tantas salidas nocturnas y ahora diurnas. Evitó por obvias razones el hecho de que era gigantesca. Igualmente la chica parecía fascinada.

-¡Me alegro mucho, Chat! -le había dicho aquella vez- Siempre quise una piscina también. ¡Espero que algún día me invites, eh!

Claro que lo decía en broma, y se rió tanto que Adrien se dio cuenta de que así era. El verla en traje de baño lo ruborizó por completo. Qué raro que, como siempre, Marinette no se dio cuenta de aquello.

Aunque en cierto punto la azabache tenía razón, ¿de qué servía una pileta si no podía invitar a nadie? A Adrien le aterraba la simple idea de pasar todo el verano a solas, incluso con pileta.

Una vez llenada la piscina, el primero en estrenarla... no fue Adrien. No fue su padre, no fue Natalie, no fue el Gorilla. Fue todo un equipo de seguridad mandados por Gabriel Agreste por, vaya noticia, la seguridad de Adrien. Revisaron que todo esté bien, y el equipo de limpieza limpió (claro) todo el lugar y recién ahí, el rubio se pudo meter.

Era la primera vez que disfrutaba de una piscina. ¿Y cómo no disfrutarla si era enorme y con masejeadores? Incluso a Plagg, que a pesar de ser un "gato" (o casi) le gustó la frescura del agua.

-Los kwamis también sentimos el frio y el calor, ¿sabes? -le dijo un día Plagg, tal como hizo Tikki con Marinette hace ya varios meses.

La idea de pasar otro verano solo le pareció tan horrible, que Adrien se plantaría frente a su padre.

-Padre -dijo bastante decidido. Sabía que quizás le iba a decir que no (que era lo más probable) pero aún así quería sonar convencido-. Mira, aprecio mucho que me hayas construído una piscina. ¡Claro que no sólo era para mí, si nó para todos! Aunque los empleados no se puedan meter...

Susurró esto último para él mismo, como si recién se huviera percatado de aquello.

-En fin -volvió al tema-, una piscina no se disfruta del todo si estás solo ¿no? ¡No quiero decir que sea fea, de hecho es hermosa! Pero... me haría falta companía. Sé que la tengo, pero casi el equipo completo de policía no cuenta, ¿sabes? -intentó bromear. Pésimo chiste- Y, y-yo... me preguntaba si... podría invitar a mis amigos. A u-una fiesta, o algo así. En la piscina. Con mis amigos. Y usando la piscina. ¡Pero no la ensuciaremos, sabes! Limpiaré todo si hace falta. Um, ¿qué dices? ¿Me dejas?

-Patético.

-¡Oye! -se quejó Adrien- Se suponía que me ayudarías.

Plagg se cruzó de brazos.

-¡Pero fue patético, niño! Diste demasiadas vueltas como si fueras un Camemberte al spiedo.

Y como casi nunca, Plagg tenía razón. Adrien estuvo practicando su "discurso" por más de una semana y aún así nada le salía.

Mientras pensaba que la mala suerte de Chat estaba teniendo algún efecto en él, Gabriel Agreste entró a su habitación. Plagg apenas pudo esconderse.

-Escucha, Adrien -habló con tono severo pero calmado. El chico se sobresaltó-. Estaré fuera una semana, es urgente.

Adrien se decepcionó brutalmente cuando su padre dijo aquello. Éste se dio cuenta.

-Y-y -titubeó Gabriel- Y para compensarlo, te dejaré que invites a algunos amigos, para que puedas estrenar la piscina.

¿Era un sueño o habían intercambiado a su padre sin que él se diera cuenta?

~.~.~.~

La noticia de que Adrien Agreste daría una fiesta con piscina en su mansión, fue tendencia. Parecía como si hubiera habido una revolución entre los adolescentes, todos esperando a
ser invitados.

Pero no fue ni iba a ser así. Adrien sólo invitó a sus amigos de la escuela. Claro que Alya lo publicó de inmediato en todas sus redes sociales y bueno... puede que de ahí todo el mundo se emocionara.

Está de más decir que cuando Adrien se acercó a Marinette diciéndole "Hey, Mari, te invito a una fiesta este sábado con piscina nueva. ¿Quieres venir?", la azabache casi de desmaya.

Se pasó toda la semana buscando ropa, y aún así no estaba convencida de nada. No le gustaban los vestuarios que en otra época amaba.

-Marinette -le dijo Tikki un día, cuando la mencionada se tiraba de sus coletas desesperada por encontrar algo-, sé creativa. Tú diseñas cosas, ¿no?

La bombilla se le prendió a Marinette.

-¡Ya sé! ¡Diseñaré un espléndido atuendo!

-¿Un vestido?

-Mmm... no, mucho trabajo y poco tiempo. ¿Qué tal... una blusa? Sencilla, sin mucho trabajo. Podría combinarla con cualquier bermuda.

-¡Genial! ¿La diseñarás ahora?

-Claro que sí. ¡Tikki, transfórmame!

Ladybug salió de su casa con su libreta en mano. Se sentó en la cima de la Torre Eiffel y comenzó a buscar inspiración. Necesitaba que fuera una gran remera.

Aunque no contaba con la presencia de cierto gatito entrometido.

-¡My Lady! -gritó éste animado en cuanto la vio, a forma de saludo. Ladybug se sobresaltó- ¿Qué andaba haciendo por aquí esta bella damisela?

-Hola, Chat -saludó la chica volteando para recibirlo-. Sólo estaba buscando inspiración.

-Oh, entonces yo podría ayudarla en eso -se sentó a su lado y husmeó su libreta por encima de su hombro-. ¿Qué estás haciendo?

Recién en ese momento Ladybug se dio cuenta del peligro. Chat Noir ya la había visto diseñar en forma de Marinette, y sería raro que Ladybug diseñara de la misma manera en el mismo cuaderno. No. Chat no era tan tonto.

-Um, eh, nada -dijo tratando de cerrar su libreta, pero Chat fue más rápido y, con total confianza, se la sacó de las manos.

-¿Estás diseñando? -se sorprendió- ¡Mi Lady, usted es asombrosa! Son muy lindos sus diseños...

-Devuélvemelo, Chat -trató de agarrarlo pero el chico alzó el cuaderno fascinado.

-¡Qué hermosa prenda! -exclamó- ¿Es para algún evento especial...?

Ladybug aceptó que su amigo no se había dado cuenta del obvio parecido, y se rindió.

-Es para una fiesta -explicó-. Y como no tengo ropa, bueno... quise hacerlo yo misma.

-Genial... -Chat paseaba su mirada por todas las hojas del cuaderno- ¿Sabes? A una amiga mía también le gusta diseñar -Ladybug se tensó-. Y dibuja parecido a ti. En fin... mera coincidencia, ¿no?

La chica soltó el aire que estaba conteniendo. No, Chat ni se dio cuenta.

-Sí, sí, ahora dámelo -le quitó su libreta y la cerró de golpe. Mala idea. Dejó al descubierto la tapa de la misma, con su típico diseño de "M".

Chat se sorprendió. -E-ese cuaderno... -balbuceó.

Ladybug se puso nerviosa, miró su libreta y la guardó. Sin siquiera despedirse, estiró su yoyo y salió del lugar, dejando a Chat solo.

-¿Marinette...?

~.~.~.~.~

Los días fueron pasando hasta llegar al de la fiesta. En ese tramo de tiempo, ni Chat Noir ni Marinette se vieron. Bueno... en realidad sólo Marinette, ya que Chat siempre la esperaba en los Jardines de Luxemburgo, en busca de respuestas.

Aunque no se animó a visitarla en su casa. Se dijo a sí mismo que hablaría con ella el día de su fiesta, sólo que em forma de Adrien.

En fin, hubieron muchas decepciones ese día. Miles de adolescentes y jóvenes esperaban ser invitados, pero se llevaron una gran sorpresa al ver que no fue así.

El equipo de limpieza y seguridad se encargaron de organizar todo. Natalie sólo les daba órdenes, pero la asistente, al ver que Gabriel no estaba, no era tan estricta.

Los invitados no eran muchos, pero eso no importaba. Adrien estaba demasiado feliz.

-¡Hola, Nino! -saludó entusiasmado en cuanto lo vio- Pasa, están todos en la piscina.

-¡Hey, bro! Linda fiesta -dijo dejando su bolso y sacándose la remera-. ¿Tú no te metes? -preguntó refiriéndose a que su amigo no estaba en traje de baño.

-Luego, estoy esperando a alguien.

Nino no le dio demasiada importancia y se tiró de un chapuzón a la pileta.

-¡Cuidado, Kim! -le gritó mientras se lanzaba, ya que su compañero estaba en el agua.

Kim no lo escuchó, estaba demasiado embobado viendo a Alix en traje de baño charlando con Mylene. El deportista se llevó un gran golpe.

-Si quieres mi opinión -le dijo Plagg a Adrien que se encontraba en la entrada de su casa- ella no vendrá.

-No eres de mucha ayuda, ¿sabías?

-¡Pero es verdad! Ni siquiera sé por qué quieres verla. ¡Ve y diviértete con los demás!

-No. Necesito hablar con ella -respondió decididó Adrien.

-¿Y para qué?

-¡Ya te lo dije! -contestó mientras recordaba lo que habían hablado el otro día.

-¿No lo viste? -le había dicho Adrien a Plagg aquella vez- ¡Ladybug tenía la misma libreta que ella! Es sin duda un diseño original, no pueden tener casualmente la misma.

-¿Y...?

-Y hay dos posibilidades. Uno, que Ladybug y Marinette son amigas. Son tan cercanas que se prestan las misma cosas y les gusta hacer lo mismo.

-Ajam... -Plagg lo miraba desinteresadamente- ¿Y?

-La otra, es que puede... -respiró- Puede que sean la misma persona. ¡Imagínate, Plagg! ¿Y si ella es mi Lady?

-Niño, ya cálmate, ni que fuera la gran cosa -Plagg lo miró dudando-. Ahora que lo pienso... ¿a cuál de las dos?

-¿Eh?

-Que a cuál de las dos.

-No te entiendo.

-Te estoy preguntando a cuál de las dos amas, niño hueco.

Adrien se sonrojó. -Y-yo... um, n-no sé de qué hablas.

-Hasta hace medio año babeabas por Ladybug. Luego comenzaste a hablar de lo divertida y tierna que era Marinette. Ahora yo digo, ¿no sería malo que fueran amigas? Te ahorrarías muchos problemas si son la misma persona.

Desde ese día Adrien se sentía cada vez más confundido. Antes hubiera dicho que sin duda Ladybug robaba su corazón, pero ahora, Marinette la estaba reemplazando.

Fue por lo que le encantaba la idea de que Ladybug fuera Marinette.

Pero ahora, necesitaba ver a la azabache. Ni él sabía para qué. Tal vez sólo para hablar, o para preguntarle si conocía a Ladybug, o algo así.

-¡Ahí viene! -le dijo Plagg mientras se escondía en el bolsillo.

Adrien se asomó y comprobó que Marinette llegaba junto con Alya.

-¡Hey, Adrien! -lo llamó la morena- ¡Gran idea de hacer una fiesta, eh!

-Sí, yo--

El rubio comenzó a hablar pero Alya lo interrumpió.

-Oye, ¿vino Nino?

-Está en la pileta -contestó sonriendo.

-Genial, ¡adiós! -dijo entrando a la casa como un torbellino.

Adrien y Marinette rieron. En ese momento se dieron cuenta de que estaban solos, y un rubor creció en sus mejillas.

A Marinette le estaba empezando a gustar Chat, así que cada vez estaba menos nerviosa junto a Adrien. Pero aún así, su corazón parecía seguir enamorado en cuanto lo veía.

-¿Q-quieres pasar? -preguntó Adrien de manera cortés.

Entonces se percató; Marinette llevaba la misma blusa que Ladybug. La misma que su Lady diseñaba el otro día.

-C-claro, gracias -dijo ésta entrando.

Muchas coincidencias. Demasiadas.
Dejó que Marinette pasara a su casa y cerró la puerta.

Debía crear un plan, necesitaba respuestas.

~.~.~.~.~

La fiesta pasaba con mucha alegría; todos se divertían y se sacaban el calor que tanto venían cargando. Adrien se sentía feliz, esto era lo que siempre había soñado.

Sin embargo, seguía pensando en la azabache. Así que en cuanto ésta se distrajo se acercó a la zona donde estaban todos los bolsos.

Rebuscó entre las cosas, tratando de ignorar el hecho de que Marinette estaba en traje de baño EN SU CASA y no podía voltear a verla. Encontró su pequeño bolso rosado, el cual siempre tenía puesto, y lo abrió.

-No puede ser... -murmuró cerrándolo de golpe. Ya se había sacado la duda.

~.~.~.~.~

La semana siguiente, Chat Noir y Marinette coincidieron en los Jardines de Luxemburgo.

Se sentaron en el mismo banco, y hablaron de los mismos temas, ignorando el hecho de que no se veían hace mucho. Pero Chat no estaba conforme.

Ahora que había descubierto quién estaba bajo la máscara, no iba a parar. Además, quería jugar un rato con ella. Y encontró el momento perfecto.

Marinette hablaba animadamente sobre un programa de cocina que le interesó, cuando de repente Chat se paró, se arrodilló frente a ella y acercó su rostro al suyo.

-¿C-chat...? -dijo nerviosa por la cercanía- ¿Qué haces...?

-Oh, nada -sonrió éste, acariciando su rostro-. Sólo que... te pareces mucho a alguien...

Marinette se tensó. Chat sonrió aún más, triunfante.

-Te pareces a... -prosiguió, moviendo el pelo de ella a un lado- No lo sé... esos ojos... ese cabello... Creo... -dudó- Creo que ya los he visto en alguna parte.

Se alejó de ella rápidamente, todavía sonriendo. Marinette estaba ruborizada.

-¿Qué raro, no? -siguió hablando el héroe.

-¿Q-qué...? -la chica no podía reaccionar.

-No, bueno, digo que qué raro que Marinette se sonroje mientras que Ladybug me empuja, o que Marinette se "sorprenda" -dijo haciendo comillas con los dedos- cuando le hablo de Ladybug... -suspiró- Ay, qué raro que mi Lady tenga un cuaderno igual al tuyo, y qué raro que tú tengas una especie de... no lo sé, ¿bicho rojo? También conocido como kwami, en tu bolso -sonrió-. Qué raro que sean la misma persona, ¿no?

Marinette estaba sorprendida. ¡¿Todo eso había averiguado su compañero?! ¡¿Cómo?! Nerviosa, comenzó a explicar moviendo las manos la razón por la que ella no era Ladybug; pero fue inútil, Chat ya la había descubierto.

Rendida, comenzó a reir. ¿Qué más daba? No tenía escapatoria.

Chat rió con ella. -¿Qué... qué sucede?- comentó entre risas. Ella agachó la mirada.

-Creí que era una buena actriz... -ambos volvieron a reir- ¡Y yo que pensaba abandonar el diseño y dedicarme a eso!

-Oh, sí que eres buena Mi Lady- sonrió el gato-. Me creí cada una de tus viles mentiras...

-¡Hey, debía cubrir mi identidad!

-Oh, no, no. Eso no es excusa, Princesa -Chat dudó moviendo la cabeza-. Así que... tendrás que recompenzarme.

Ella rió. -¿Ah sí? ¿Y cómo?

-Así -dijo el chico mientras se acercaba a su rostro y presionaba sus labios contra los suyos. La chica, perpleja, no sabía cómo reaccionar. ¡Él la estaba besando! Inconsientemente, empezó a responder al beso.

Se separaron, sonrojados, y sonrieron.  Se analizaron con la mirada, se contemplaban el uno al otro. Así, sin palabras. Tan sólo mirándose a los ojos.

Qué tarde más bella de verano.

~.~.~.~.~

-Qué tarde más bella de verano... -suspiró Marinette- Fue hermosa...

Sabía que era duro. Pero debía ser fuerte. Sólo un poco más.

-Ay, Gatito... -murmuró Marinette- Ese día caí profundamente por ti. ¿Por qué? -sollozó- ¿Por qué me has enamorado con locura en el verano? Si en el otoño... -- ahogó un llanto. Estaba hipando. Había una voz en su cabeza que le decía que no siguiera escribiendo.

Pero Marinette realmente lo necesitaba.

~.~.~.~.~

N/A: Piscina = Pileta = Alberca.

¡Holas! A partir de acá empieza el verdadero "drama". Sólo queda el Otoño y el Epílogo <3

¡Ah! Y si les place, podría hacer un extra o un especial de todo lo que sucedio en la fiesta de Adrien. Sí, así se llamará :')

Pd: lamento no actualizar el lunes pasado. ¡Mucha tarea! :c

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