Aviso: Los sucesos ocurridos en este especial transcurren en un momento más adelante de la historia según la cronología del último capítulo del fic. Así que han de tomarlo en cuenta. En el siguiente capítulo que se publique, por obvias razones, no se partirá desde aquí, si no desde el capítulo 24 que fue el último, no especial, en publicarse. Aclarando esto podemos dar inicio.

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En el calabozo. Piso 27.

-¡FIREBOLT!-Gritó cierto conejo de cabello blanco.

*¡BOOM!*

*¡BOOM!*

*¡BOOM!*

Tres rayos escarlatas salieron disparados de su palma tras nombrar aquella magia sin cántico.

Tres monstruos semejantes a caballos de melena azul y aletas sufrieron el impacto y, por consiguiente, daño de retroceso.

-¡AHHHH!-Otro grito provino del joven aventurero, de nombre Bell Cranel.

De repente sacó dos dagas de sus fundas, ubicadas en la parte trasera de su cintura.

*¡SLASH!*

*¡SLASH!*

*¡SLASH!*

Clavó la primera en el lomo del Kelpie más cercano a su posición y la segunda en la mandíbula del mismo, para que este no lo alcanzara con la boca. Después sacó la daga Hestia antes clavada en el lomo y, habiéndose abierto espacio, volvió a apuñalarlo en la misma zona.

-¡Grrrrr!-Un quejido de dolor provino de la bestia color amatista antes de que se convirtiese en humo y dejara solamente una piedra mágica en el suelo.

Sin vacilación, Bell se apresuró a atacar a los otros dos Kelpie a alta velocidad.

*¡SLASH!*

*¡SLASH!*

*¡SLASH!*

*¡SLASH!*

*¡SLASH!*

Sin medir su fuerza de nivel 5 irregular, acabó con ellos en un abrir y cerrar de ojos, a la misma velocidad con la que asesinó a la presa anterior.

*¡Boom!*

Los cuerpos ensangrentados de los monstruos azules desaparecieron cuando escupieron sangre debido al daño interno.

-¡Más rápido!-Gritó el conejo, apresurando el paso y cruzando la zona de la gran cascada, moviendo los brazos a diestra y siniestra ante los Iguazu, aquellos monstruos parecidos a pequeños pájaros que normalmente se ubican detrás de la cascada antes mencionada. Pero por alguna razón estaban en los alrededores de la misma. No obstante, a nuestro conejo protagonista no le podría importar menos eso en este momento.

*¡SLASH!*

*¡SLASH!*

*¡SLASH!*

*¡SLASH!*

*¡SLASH!*

Los iguazu, que gozan de una terrorífica, a la vez que asombrosa, velocidad, poco o nada pudieron hacer cuando se tiraban cual kamikaze al aventurero. Los afinados sentidos de ese humano irregular le permitían ver la trayectoria que ellos seguían y reaccionar antes de que fuesen capaces de dañarlo. Y, debido a ello fueron rebanados por las dagas al no ser posible frenar.

Bell, cual conejo, saltaba y huía de ahí. Sin prestarle atención a las piedras mágicas que caían en decenas al suelo.

-¡Bell! ¡Espera!-Gritaba Welf desde atrás, aunque fue ignorado por el muchacho, quien se alejaba cada vez más de su ubicación original.

-¿Qué le sucede? ¿Por qué tanta prisa?-Lucía, al miembro de la familia Astrea, respiraba irregularmente a consecuencia del cansancio producido al corretear al conejo saltarín. Ahora Bell sí hacía honor a su apariencia.

-¿No saben qué día es hoy? Obviamente le urge alcanzar la superficie. Consiguió varios botines de monstruos para pagar-Mikoto respondió, sin preocupaciones y limitándose a caminar con Haruhime a su lado.

-¿Pagar? ¿Qué cosa?-La humana castaña ladeó la cabeza, confundida.

-Lili piensa que a veces Lucía-Sama es igual de tonta que Bell-Sama-Comentó la hobbit, quien recogía las piedras mágicas esparcidas en el camino.

-!¿Eh?!-La aventurera de la familia Astrea se reaccionó ante el insulto.

-No, no, no. Tiene un punto-Welf se tomó la barbilla y lucía pensativo.

-¡Welf-Sama! ¡No esté de acuerdo con Lili-Sama!-Le recriminó la humana, sonrojada y molesta mientras su mejilla se inflaba, formando un puchero.

-Bell-Sama reservó "La señora de la abundancia" solo para Ryuu-Sama y él-Haruhime despejó las dudas respecto a lo que el peliblanco deseaba pagar luego de obtener dinero de los botines de monstruos.

-¡Cierto! ¡San Valentín! ¡Le debo entregar su regalo a Hefesto-Sama!-Gritó el pelirrojo, recordando que fecha importante era.

-¡AHHHHHHH!-Corrió a máxima velocidad, del mismo modo que Bell minutos atrás. Él también tiene a una mujer a la cual hacer feliz en ese día que festeja al amor.

-He-Lili se rió de manera burlona.

-¿No se supone que hoy ellos son los que reciben regalos y el día del blanco le devuelven el gesto a las mujeres?-Preguntó Mikoto, un poco confundida respecto a las tradiciones.

-Es un poco diferente aquí a comparación de donde vienen usted y Haruhime-Sama-Explicó Lucía.

-Sí. Lili recuerda que esta fecha, al menos en Orario, es para expresar tu amor, así seas mujer u hombre. Aunque claro... no es como si yo lo haya celebrado alguna vez...-La mirada de la soporte se ennegreció, decayendo el ánimo.

-¡VOY EN CAMINO RYUU!-Ese grito resonó en todos los pisos inferiores, desde el gran árbol y la cascada, interrumpiendo el pobre estado de ánimo de Lili. En el tono de voz se identificaba emoción al igual que una incontenible ansia.

-Creo que debemos darnos prisa también. Aunque dudo que dejen monstruos en el camino, cualquiera que se interponga entre Bell y su amada "Hada de cuentos", como él la llama, sufrirá la muerte-Opinó Lucía, levantándose de hombros y comenzando su andar hacia la superficie.

"Estos últimos meses he extrañado que nos acompañe mi capitana pero... no puede en su estado" Pensó, ligeramente decaída. Ya han transcurrido aproximadamente tres meses desde que Ryuu, la capitana de la familia Astrea, entró al calabozo por última vez.

En "La señora de la abundancia".

-Muchas gracias por permitirnos rentar el lugar, Mama Mía-Agradecía Ryuu, quien se hallaba en la cocina junto a May, la cocinera a cargo de la comida del establecimiento, y la antes nombrada, la cual es la dueña del sitio.

-En lo absoluto. Agradéceme cuando no les cobre por ello-La enana, despreocupada, le dio una palmada a la elfo.

-¿Eso llegará a pasar algún día?-Le interrogó la hada.

-¡JAJAJAJA! No-Mia soltó una risa breve antes de dar la respuesta.

-Échale la sal-nya-May, la chef, le dio esa indicación a la que meses atrás fue su compañera.

-Voy-Ryuu hizo caso, tomando una pizca de sal del salero y echándola encima del contenido de la sartén.

El sonido de carne cociéndose resonó, un dulce aroma que estimulaba las papilas gustativas provenía de la estufa de piedras mágicas.

Sí, la hermosa elfo de cabello prácticamente rubio cocinaba un exquisito manjar, siendo supervisada por las dos cocineras del bar donde trabajaba para que no cometiera ninguna clase de error.

-Los chocolates deben de estar listos en 2 minutos-Susurró, agachándose lentamente y viendo al horno donde aquellos dulces de cacao se encontraban cocinando hasta que endurecieran y fuese hora de sacarlos.

-Bell es muy afortunado-nya...-Declaró la chica gato, apoyándose en la barra al lado de la tarja.

-Sí. Mira que cocinarle para lo que se supone que es una velada romántica. ¿Por qué insististe en hacerlo? El servicio de comida viene con la renta del lugar-Preguntó la enana a quien consideraba una de sus niñas. No comprendía por qué quiso esforzarse de más en esta cita de San Valentín.

Ella, sin dejar de mover la mano del mango de la sartén ni quitarle la vista, habló.

-Quiero demostrarle mi amor a Bell mediante la cocina. Últimamente he mejorado mucho y quiero que el fruto de ese esfuerzo sea probado por el hombre al que amo. Además, dicen que el amor le da un sazón exquisito a la comida, así que estoy segura de que la comida sabrá deliciosa porque mi amor por mi amado esposo es inmenso-Respondió, sonriendo dulcemente, como una pequeña niña enamorada, mientras en su mano izquierda, la cual empleaba para mezclar la carne y los jugos que la sazonaban, se asomaba un anillo, específicamente en el dedo anular de dicha mano.

Sí, eso significaba que ella y Bell...

-Cierto. A veces olvido que se casaron hace un par de meses. Fue repentino-Comentó la enana.

-Sí... y últimamente me he sentido inútil porque no he hecho otra cosa que quedarme en casa y descansar. Se siente como si estuviese enferma o en un estado crítico-Opinó Ryuu, haciendo una mueca de desagrado.

-Es por eso que... quiero hacer mínimamente esto por él...-Adicionó.

-No es tu culpa-nya . Debes quedarte en casa porque...-Antes de que May prosiguiera con las palabras de aliento hacia su amiga, la puerta del bar fueron abiertas de una patada.

-¡Ya llegué!-Festejó cierta peligris, cargando en brazos varías bolsas de víveres, tantas que cubrían todo su rostro.

-¿Syr? ¿Por qué compraste tantas cosas? Solo eran necesarias las decoraciones para los chocolates y...-Preguntó la elfo. Pero...

-¡Después me lo agradeces!-La cabeza dura de su mejor amiga no aceptaba ninguna clase de quejas.

Ella asentó las bolsas de papel repletas de cosas en las mesas de madera. Se limpió el sudor y suspiró, cansada.

-Es lo menos que puedo hacer. Así evitamos que te exijas demasiado-La peligris le guiñó el ojo a la rubia.

La animada chica avanzó dando saltitos hasta la cocina.

-Por eso me molesta que cocinaras. Debes cuidarte más-Le dio aquel regaño a la hermosa hada, pellizcándole el hombro.

-Mis opciones eran cocinar o permitirte hacerlo. Quiero una velada inolvidable, no que sea la última-Declaró Ryuu, bromeando... bueno no del todo.

-¡Hmph! ¡¿Eso gano por ofrecerme amablemente para encargarme de la comida de tu cita?!-Cuestionó Syr, molesta e inflando sus mejillas.

-También ponte en su lugar-nya. Tu cocina ni siquiera debería llamarse así-nya. Yo la nombré aberración culinaria-nya-May continúo la broma.

-¡Mama Mía! ¡Dígales que he mejorado mucho!-La camarera buscaba auxilio con su jefa.

-Cierto. Por lo menos ya no usas ingredientes del calabozo. No obstante, de eso a que tu comida sea comestible hay mucha diferencia-Expresó la enana.

-¡Mama Mía!-Syr quiso llorar por las burlas. Incluso una lágrima se deslizaban de su ojo derecho.

-Solo bromeo, Syr. En serio agradezco mucho la ayuda que me das. Eres la mejor amiga que podría desear-Ryuu volteó hacia ella.

Esto conmovió a la muchacha, a quien se le cristalizaron los ojos y corrió a abrazarla.

-¡Ryuu! ¡Te quiero mucho!-Siendo costumbre, la elfo no opuso resistencia.

-¡Te cuidaré siempre! ¡Por eso no quiero que te esfuerces! ¡Puede dañar o afectar a los gemelos de tu vientre!-Dijo airadamente la peligris, apuntando a la zona mencionada.

Esperen... ¿Gemelos? ¿Vientre? ¿Eh?

La rubia volteó completamente, separando a la humana y ahí fue donde se logró apreciar...

¿Qué cosa? Obviamente nos referimos a... su pancita de embarazada.

-Solo van tres meses de embarazo. Dudo que ir de compras cuente como "Esforzarse". Es más, embarazada o no, es imposible que eso represente un riesgo a mi salud o a la de mis niños-Dijo, acariciándose con ambas manos el vientre donde el producto de su amor yacían descansando y desarrollándose.

-¡Claro que sí lo hay! ¿Qué tal si ocurre un accidente? No lo sé, un golpe por descuido de civiles. No, debes mantenerte segura bajo techo con quienes sean capaces de protegerte-Lentamente Syr se agachaba, encontrándose al rango del vientre de la futura madre, presionando ligeramente la oreja para escuchar a los infantes.

-Ustedes deben de crecer grandes y sabrosos-Susurró, sonriendo de forma un tanto extraña.

-¿Are? ¿A qué te refieres con "Sabrosos"?-Ryuu alcanzó a escuchar aquello.

-¡P-Poderosos! ¡Sí! ¡Quise decir poderosos! Es que siendo hijos de Bell y tuyos sin duda tendrán un enorme potencial como aventureros pero se debe monitorear su crecimiento para que alcancen un óptimo desarrollo dentro tuyo y así, cuando nazcan, sean niños saludables y fuertes-Se justificó la diosa pervertida que supervisaba el fruto de su "Pequeño ritual" de meses atrás. No permitirá que nada le sucediese a aquellos pétalos dentro de su mejor amiga. Porque ataba segura de que de ahí nacería su amado Odr.

-¿Por qué no me convence la respuesta?-Cuestionó la rubia.

-N-No lo sé. Haz de imaginar cosas-Syr silbaba y desviaba la mirada, evitando contacto visual. Cruzaba los brazos en la espalda. No obstante, la penetrante mirada de la elfo perforaba su nuca y provocaba que la viese de reojo mientras sudor se le deslizaba de la frente en clara señal de nerviosismo.

"Esa diosa estúpida nunca cambia" Fue el pensar de Mama Mia.

"Syr se ha comportado extraño desde que la noticia de mi embarazo salió a la luz. Incluso ha permanecido al lado mío, cuidándome y dándome consejos sobre qué hacer, comer y cosas por ese estilo para que mis bebés no sufran problemas" Dijo la elfo, recordando lo apegada a ella que se ha convertido su mejor amiga cuando se enteraron que se embarazó.

"A parte... es raro... ¿Por qué no lucía muy sorprendida cuando se lo revelé?" Esa pregunta surgió. Nunca se percató de ese detalle. Tal vez porque no fue importante en el momento dado que la situación del embarazo ameritaba el 100% de la atención de la pareja.

"No será que...".

-Ryuu-nya, si no sacas los chocolates del horno se quemarán-nya-May rompió el hilo de pensamiento.

-¡L-Los chocolates!-Rápidamente se agachó y abrió el horno, tomando los guantes de la barra, sacando la charola y asentándola en la mesa.

Vio fijamente aquellos dulces con la esperanza de que no se hayan quemado. Se sintió aliviada cuando comprobó que la se no era el caso.

Suspiró y limpió el sudor de su frente.

-Se ven deliciosos. Es hora de decorarlos-Le pidió a Syr las cosas que fue a comprar.

-¡Aquí tienes!-Syr le entregó varios caramelos que se le podían adicionar a los chocolates de San Valentín.

-Yo vigilo la comida. Concéntrate en eso-Mama Mía la reemplazó en la estufa. No había mucho trabajo que hacer al fin y al cabo, solo cocinar bien la carne de adentro hacia afuera.

-Muchas gracias, Mama Mia-Agradeció la elfo.

-Yo preparo la ensalada-nya-May quiso participar.

-¡Yo...!-.

-¡Tú no harás nada!-Ambas cocineras silenciaron a Syr.

-¡Hmph! ¡Crueles! ¡Son muy crueles conmigo!-Les recriminó, sintiéndose ofendida por el trato recibido.

Y, gracias a tan repentino cambio de tema, el asunto de Syr respecto a la falta de sorpresa cuando se enteró del embarazo de su mejor amiga fue enterado y tal vez no volvería a ser tocado nuevamente...

Los minutos transcurrieron con naturalidad. La llegada del esposo pronto se presentaría.

Ryuu metió los chocolates, que lucían realmente apetitosos, a una caja en forma de corazón, la cual le entregaría al conejo.

También sirvió los platos de comida que todavía humeaban dado que a penas salían de la sartén.

El aroma dentro del bar era realmente delicioso y el ambiente era cálido.

-Recuerda, nada de darse amor aquí. No mancharán mi negocio-Dijo la jefa del sitio, retirándose.

-¡N-No hay forma de que pueda hacer eso!-Gritó Ryuu.

-¡Más le vale a ese tonto conejo no llegar tarde-nya! ¡Ese platillo debe comerse caliente-nya!-May parecía enojada por el retraso de Bell. La comida debe disfrutarse cuando está recién salido.

-¡Nos vemos Ryuu! ¡Mucha suerte en tu velada!-Syr se despidió, saliendo detrás de las otras dos.

Como si por obra del destino se tratara, la puerta fue tocada poco después de que las tres mujeres se fueran.

Ella se paró y abrió la puerta.

Se trataba de Bell.

-¿No es muy tarde? ¿Estoy a tiempo, bella mujer?-Preguntó, agitado pero sin quitar esa sonrisa de alivio en su rostro.

-Llegaste en el instante indicado, mi amor-Declaró la rubia, envolviendo los brazos detrás del cuello del joven.

Él posó sus manos en la cintura de su esposa.

-¿En serio? ¿No hay alguna recompensa por puntualidad?-Cuestionó el peliblanco con tono pícaro y acercando su rostro al de ella.

-Fufufufu... claro que sí-Respondió Ryuu y...

*Mua*

Se besaron.

Tras esa breve unión, se separaron.

*Mua*

Y se volvieron a besar.

*Mua*

Se besaron fugazmente.

Despegaron los labios.

Y luego...

*Mua*

Los juntaron por cuarta ocasión.

Esta tendencia continuó.

Unían las bocas y se separaban hasta que...

-Te amo-Se confesaron. Al mismo tiempo, como antes.

Ryuu lo abrazó, cerrando los brazos detrás del cuello del joven y reduciendo la distancia entre ambos.

Bell la sostenía de las caderas, acercándolas más a él.

*Mua*

Nuevamente la besó pero, difiriendo a las veces anteriores, esta vez el lapso entre ellos se prolongó por casi 30 segundos, pasmándolo para retomar aire y proseguir.

-¿Es suficiente recompensa para ti?-Interrogó la rubia, con la mirada perdida en él.

-Hum... tal vez... solo uno más...-Susurró y...

*Mua*

Se besaron por millonésima vez.

-Fufufu... mejor entremos, o este San Valentín la pasaremos besándonos-Ryuu se separó, soltando una risita por lo sumergidos que estaban en aquella aura romántica.

-Sus deseos son órdenes-Contestó el conejo, entrando y cerrando la puerta tras de sí.

Cuando volteó al frente se topó a su amada esposa a centímetros de él, extendiendo los brazos y sosteniendo una caja en forma de corazón.

-¿R-Ryuu...?-Preguntó pero fue interrumpido.

-Bell. Tú le diste dicha a esta vida que se vio oscurecida por uno de los peores periodos que he pasado. A pesar de estar rota en millones de pedazos, tú me volviste a armar y me permitiste volver a ser quien nunca debí de dejar de ser. Creíste en mí cuando ni siquiera yo lo hacía. Cuidaste de mi cuando ni siquiera yo quería hacerlo. Me protegiste cuando lo que más quise fue morir. Y, si no fuese suficiente, me convertiste en la mujer más afortunada del mundo, la mujer que puede decir orgullosamente que es tu esposa. Puedo estar al lado del hombre que amo y que él también me ame a mi. Nunca imaginé tal grado de felicidad en mi vida hasta que llegaste tú e iluminaste mi existencia y pusiste mi mundo de cabeza. Y ahora... esperamos dos hermosos hijos a los que amaremos mucho... mi vida es feliz gracias a ti... el dolor del pasado desapareció gracias a ti... puedo sonreír sinceramente por ti... y esperar con ansias el futuro por que... sé que estarás ahí, conmigo...-La hermosa sonrisa de Ryuu al momento de decir aquello iluminó su blanco rostro. Esa sonrisa reflejaba lo mucho que tuvo que pasar y lo que consiguió al aguantar un poco más gracias al hombre enfrente suyo. Y por eso siempre le estará agradecido. Por eso siempre... lo amará.

-¡Te amo, mi amado, valiente y tonto héroe! ¡Te amo! ¡Feliz San Valentín!-Finalizó, soltando pequeñas lágrimas de alegría.

Y no fue la única...

Bell tomó el chocolate, apartándolo de las manos de su amada y los asentó en la mesa cercana a él.

Y...

*¡Puff!*

La abrazó.

-En serio... no podría pedir mejor esposa ni mayor felicidad...-.

-Gracias por esto... gracias por todo...-.

-Tengo millones de cosas por las cuales agradecerte pero la resumiré a una sola...-.

Su rostro, que estaba apoyado en el hombro de la estática mujer, se separó y se posó a centímetros del de Ryuu.

-Gracias por entrar a mi vida... ¡Te amo, Ryuu!-Confesó, sonriendo enormemente y soltando pequeñas lágrimas de completa felicidad.

-Te amo Bell... te amo...-Respondió la elfo, enterrando la cara en el pecho de su amado, desde ahí pudo escuchar lo rápido que le latía el corazón.

-Te lo prometí... ¿No es así?-Susurró el peliblanco.

-Juré que conmigo solo llorarás de felicidad-Agregó.

Cierta calidez se originó en su espalda. Un sentimiento conocido para él.

-Y yo que me esforzaré para que podamos compartir aquel sentir-Contestó Ryuu, sujetando la mano de su amado.

Lentamente se acercaron nuevamente.

La cercanía de sus labios...

Era claro lo que vendría ahora.

El roce entre los rojizos y suaves labios no se hizo esperar.

La delicadeza con la que se unieron reflejó la pureza de su amor y la fuerza en el mismo.

*Mua*

-Continuemos siendo Felícita juntos, amor-Musitó la elfo al separarse momentáneamente del beso para tomar aire.

-Sus deseos son órdenes, mi amada...-Contestó Bell.

Y, en ese día tan especial, su amor creció a niveles mayores.

El día de San Valentín une a los corazones que de por sí se aman.

Y el de ambos no fue la excepción.

Ryuu ha vivido cientos de momentos tristes en su vida. Sin embargo... no cambiaría nada de ella porque... cada uno de esos momentos la trajo aquí...

Si cambiara algo del pasado sería... poder conocer a Bell antes, y así compartir más tiempo amándose.

La hermosa hada que poco a poco abrió sus alas gracias a su amado y voló en el camino de la felicidad está consiguiendo su propia felicidad.

Después de varios minutos, por fin se rompió el silencio.

-E-Es mejor que cenemos... May dijo que sabe mejor caliente-Ryuu recordó que se había esforzado en cocinar aquellos platillos. También que Mama Mia le dijo que no hiciese nada extraño en el bar. Y, si los sentimientos de la pareja continuaban saliendo, no sería capaz de evitar eso.

-¡C-Claro...! ¡Huele delicioso!-Bell concordó, rascándose la nuca.

Los dos fueron a tomar asiento, no sin antes...

-Ryuu...-Bell la nombró.

-¿Sí?-Ella atendió al llamado.

-Seremos una grandiosa familia-Opinó de la nada.

-Me esforzaré para traerles la mejor vida posible a nuestros hijos y a ti. Te lo prometo-Adicionó ante la impactada elfo.

Ella se limitó a sonreír.

-Sí, lo sé. Tú siempre cumples lo que me prometes-Declaró, confiando en él.

-Sí... así será...-Respondió el peliblanco y...

Es su espalda.

En su estado.

Se había creado un nuevo deseo inquebrantable.

Un nuevo motivo para crecer.

Un nuevo motivo para seguir luchando

Por lo que, mentalmente, hizo un juramento.

"Deseo poder proteger y traerles felicidad a mis hijos y esposa...".

Después de aquello, la velada de la pareja prosiguió con normalidad según lo planeado. Tuvieron su tan ansiado San Valentín, compartiendo el tiempo y espacio junto a quien aman.

Al fin y al cabo... ¿No es de eso de lo que se trata este día?

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Bueno, hasta aquí el capítulo de hoy, espero que sea de su agrado y dejen su apoyo como ya es costumbre.

En fin, déjenme sus opiniones.

¿Cómo estuvo el capítulo? ¿Sí les gustó?

Buzón de sugerencias/opiniones/comentarios.

¡Por cierto! Por último, más no menos importante, le debo agradecer en demasía a memo-sanMX por las imágenes de este capítulo. Todas esas bellas imágenes hechas desde IA fueron gracias a él. Así que por favor síganlo y apóyenlo en Twitter. Aquí les dejo el link.

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"Objetivo frustrado por un amor inesperado"

Acompáñanos en al historia de Akiro Itō para cumplir su tan anhelado deseo... ¡Vengarse de quien rompió su corazón!.

Aquí les dejo el link para que vayan a leerla o pueden encontrarla en mi perfil. Hasta ahora llevo el prólogo y el primer capítulo del primer volumen.

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Si desean leer más de mis fic pueden entrar a mi perfil y ahí encontrarán desde...

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Un One Shot en el que se nos relata lo que hubiera sucedido si Bell era cuidado por Alfia, Zald y Zeus ¿Será un futuro feliz? ¿Bell se convertirá en el último héroe como se lo prometió a su madre? ¡Averigüémoslo!
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Otro One Shot sobre una bella historia de amor entre una diosa y un mortal, que toma como punto de partida la película de "Danmachi: la flecha de Orión". Veamos la aventura en la que se embarca nuestro carismático protagonista después de haber perdido a esa diosa que tocó su corazón en muy poco tiempo, de la cual, se tuvo que despedir prematuramente.
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La hermosa Lefiya nos acompañará en este One Shot junto al conejo en una aventura que tendrá de todo. Amor, drama, todo lo que engloba a esta pareja tan dispareja.
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La historia de amor entra una hermosa hada y un conejo con dudas nacientes en su corazón tras un suceso inesperado.
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Un fic con un cuarteto amoroso muy raro, BellxTionaxFreyaxHelun.
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Una hermosa historia de amor entre una asesora y el aventurero a su cargo, BellxEina.
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¡Una aventura sin Falna nos espera a nosotros y a nuestro protagonista!.
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Y mi primer y ya finalizado Fic, que va de la pareja de BellxSyr o Freya, el cual parte desde el rechazo de esta misma en el volumen 16 de la novela original, aunque claro... en este fic sabremos lo que hubiera pasado si Bell no la rechazaba, como el título indica.
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Sin más que agregar, yo me despido, espero que se echen una pasada a mi perfil y les agraden las demás historias en caso de no haberlas leído, eso es todo, hasta la próxima mis lectores.