Capítulo 9. Logro desbloqueado y un corazón sanando.
En el capítulo anterior.
-Yo... quisiera hacerle un bento a Bell...-Respondió, sacando humo de la cabeza.
-E-Es que él se quedará un par de días más en la sede de la familia Dian Cecht y... me gustaría... visitarlo y... prepararle comida...-Explicó las razones que la llevaron a ello.
Mama Mia abrió sus ojos en toda su circunferencia.
"Esta niña con trabajo sirve comida, si la dejo cocinar nada bueno puede pasar" pensó.
Sin embargo, la decisión y la ilusionada cara de ella le impidieron rechazarla.
Suspiró pesadamente.
-De acuerdo, luego de que los clientes se vayan, te quiero aquí-Respondió.
-¡Muchas gracias Mama Mia! ¡No la decepcionaré!-Respondió llena de determinación y con brillos en sus ojos.
Después de eso, salió de la cocina y subió a su habitación, ella aún debía descansar de sus heridas.
Unas horas después en "La señora de la abundancia".
-¡Bien! ¡Espero que estés lista porque no seré nada amable!-Avisó la enana, inflando su pecho y poniendo ambas manos en sus caderas.
-¡E-Estoy a su cuidado, Mama Mia!-Respondió Ryuu sin duda en su ser.
-De acuerdo, como eres una principiante comenzaremos cocinando algo que definitivamente no puedas arruinar-Dijo Mama Mia.
-M-Me ofende un poco ese comentario...-Expresó al elfo con las mejillas un tanto sonrojadas por lo dicho anteriormente.
-No es incorrecto ni mucho menos un insulto, es la realidad, en tus comienzos como camarera me harté de tanto regañarte por todos los platos que rompiste, quiero que al menos seas un poco mejor cocinando, al fin y al cabo, peor que Syr no puedes ser-Declaró la jefa del local, riéndose ligeramente porque sabía de sobra la poca o nula capacidad de la peliplateada a la hora de cocinar.
-C-Creo que en eso al menos tiene razón, quiero cocinar cuando menos algo comestible-La camarera estuvo de acuerdo.
-Está bien, primero lo primero, necesito que traigas estos ingredientes de la bodega-Dijo Mama Mia, entregándole una pequeña receta escrita en papel.
Ella la tomó y leyó lo necesario para la realización de la comida.
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Ingredientes:
*Agua.
*Alga wakame deshidratada.
*Miso.
*Tofu.
*Puerro.
*Cebolleta.
*Fideos Soba.
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-M-Mama Mia ¿Qué cocinaremos?-Preguntó Ryuu, ya que no conocía dicho platillo, más bien, nunca lo habían servido en ese lugar.
-¿Uh? Sopa de miso ¿No la conoces? Es un platillo muy común y fácil de hacer, esa es la razón por la cual no la servimos aquí, incluso un niño de 5 años lograría hacerla-Respondió Mia, tomando una olla y algunos cuchillos.
-N-No había oído de ella...-Susurró la elfo.
-Que mal, dicen que todo tipo de sopa es buena para los enfermos y heridos-Comentó la enana, despertando más la atención de la chica.
-¡Entonces me apresuraré a ir por los ingredientes!-Declaró Ryuu, caminando hacia la bodega detrás del restaurante.
Mientras se alejaba, su "instructora" la veía con una pequeña sonrisa.
"¿Qué sucedió con esa elfo seria y fría de antes?" Se preguntó, para después llenar con agua la olla antes mencionada.
Durante la preparación.
Ryuu había regresado con los ingredientes descritos y esperaba las siguientes instrucciones.
-Antes de comenzar, lava y corta la cebolleta, el puerro, el tofu y el alga, intenta que queden en pequeños pedazos para que de esa forma sea sencillo de masticar, mientras tanto yo estaré pendiente de que el agua no hierva demasiado y se evapore, así que... ¡Manos a la obra!-Explicó Mama Mia, yendo a su puesto de trabajo al igual que la aprendiz.
La chica tomó una tabla de madera y un cuchillo, este último lo tenía agarrado de una forma un tanto... o mejor dicho, muy peligrosa.
-¿Qué demonios crees que haces?-Preguntó la enana al ver a su camarera apuntando el cuchillo a la cebolleta como si quisiera apuñalarla.
-¿Uh? Ya terminé de lavar los ingredientes, estaba apunto de cortarlos-Respondió la elfo, girando con el objeto punzocortante en sus manos.
*¡PUM!*
Un fuerte golpe fue dado en su cabeza.
-¿E-Eso por qué fue, Mama Mia?-Preguntó ella, sobando el lugar donde había sido dado el puñetazo.
-¡Vas a cortar una maldita cebolleta, no a asaltarla! ¡Agarra bien el maldito cuchillo!-Y así fue el primer regaño de la extremadamente estricta maestra en las artes culinarias hacia su inexperta acompañante.
El mensaje fue recibido e hizo caso de él.
Envolvió sus dedos en el mango del utensilio y comenzó a cortar muy lentamente.
"¿Cómo sé cuál es el tamaño ideal para cortar en pedazos esta cosa?" se preguntó.
"Lo haré lo más delgado posible, si le hago esa clase de pregunta a Mama Mia puede que me regañe nuevamente ¡Vamos Ryuu! ¡Podemos hacerlo!" dijo para sí misma, dándose ánimos.
*Tac* *Tac* *Tac* *Tac*
El golpe del cuchillo golpeando con la tabla de cortar se escuchaba con claridad a espaldas de la enana, la cual se encargaba del caldo de miso, ya que no le confiaría calcularlo a la tonta detrás suyo.
"Parece que ya agarró el ritmo, por como se oye, al menos podemos decir que tiene un buen dominio con el cuchillo" opinó, dejándose llevar simplemente por el ruido.
Los minutos pasaban y Mama Mia disolvía el miso con un poco del agua que se hallaba en un pequeño vaso.
Ryuu continuaba cortando los ingredientes hasta que por fin terminó.
-Está todo listo-Avisó, dirigiendo su mirada a su jefa, con la esperanza de recibir su aprobación en esa subtarea.
-Veamos qué tal lo hiciste-Expresó, girando y acercándose a su posición.
Cuando se topó con aquello, no pudo sentir otra cosa más que una vena saliendo de su frente.
-Ryuu... ¿Cómo demonios es que cruzó por tu mente que esto podría ser un tamaño ideal para masticar?-Le preguntó Mia, tomando una extremadamente delgada lámina de puerro.
-¿N-No está bien ese tamaño?-Cuestionó la elfo, sintiéndose amenazada.
-¡ESTAS COSAS ESTÁN TAN DELGADAS QUE CON SOLO EL PASAR DEL AIRE SE VAN VOLANDO! ¡VUELVE HACERLO!-Gritó la enana, golpeándosela en la cabeza otra vez.
Como perro regañado, se fue nuevamente a la bodega por más tofu, puerro, cebolleta y alga.
Mientras se retiraba, algo captó la atención de Mia.
La chica... tenía varias cortadas en los dedos.
"En verdad lo está intentando..." comentó.
Suspiró un poco ante ello.
"No es de las que se les pueda enseñar si no estás al pendiente de su desempeño, con unos cuantos minutos con ella lo he notado" fue su observación.
Y así fue como decidió actuar como una mamá y enseñándole a un niño de pocos años de edad.
Ryuu volvió con los ingredientes y se sorprendió por la nueva actitud adoptada por su jefa, la cual lucía más tranquila, al igual que amable.
Paso a paso, le fue explicando el tamaño adecuado que deben tener los ingredientes para el consumo de una persona, mostrándole un ejemplo al cortar una pequeña parte de cada cosa.
La elfo agarró el ritmo y siguió por su cuenta al mismo tiempo que Mia no le quitaba la mirada de encima, el desperdicio de comida no era algo de lo que se pudieran dar el lujo de hacer, es dueña de un restaurante después de todo.
El tiempo pasaba y cada vez lo hacía mejor, ya no se cortaba los dedos y parecía más tranquila, gracias al cambio de actitud de su instructora.
Terminó aquella tarea y Mia le fue explicando paso a paso lo que seguía.
Echó el alga a la olla que ya contenía el miso, lo revolvió por 5 minutos hasta que el sabor de la misma alga impregnara el caldo.
Lo siguiente era el tofu, la cebolleta y el puerro cortado con anterioridad.
Con el cuchillo, empujó los trocitos de la tabla hacia la olla y revolvió con una cuchara de madera, con el objetivo de que no se concentrara todo en un solo lugar.
La sonrisa de la elfo no desaparecía durante todo ese momento, realmente era igual a una pequeña niña consiguiendo su primer logro luego de tanto esfuerzo.
-Ten, mientras esperamos-Mia ofreció un pequeño plato con zanahoria cortada en trozos.
-Muchas gracias-Agradeció la elfo, tomando una y metiéndole a su boca.
-Y dime ¿Tienes planeado algo para conquistar el corazón del chico? ¿O solo lo harás con comida?-Preguntó sin rodeo alguno la enana.
Las mejillas de Ryuu se pigmentaron con un color rojo vivo.
-N-No es como si tuviera algo planeado, no soy alguien que tenga alguna clase de experiencia en esto... tampoco soy una chica muy afeminada como Syr, ni tan adorable como la renard de su familia... no sé en qué resalto para siquiera considerar en competir por su amor-Respondió, perdiendo su emoción.
La enana lo notó y decidió intervenir.
-Una hermosa hada-Dijo.
-¿Eh?-Fue lo salido de los labios de la chica, ladeando ligeramente la cabeza.
-Si tuviera que contar todas las veces que he oído a ese chico describirte de esa manera, no me alcanzarían los dedos de las manos-Agregó a lo anterior.
Ryuu se volvió a sonrojar, ya que al día siguiente a lo sucedido con los Xenos, cuando Bell despertó, esa fue la forma en la que ella fue nombrada.
-Así que te hace feliz eso-Opinó Mama Mia, con cierto tono de burlesco en sus palabras.
La chica tomó la tabla de cortar y la usó para cubrir su rostro, no deseaba ser vista de esa forma.
Aunque... la duda la carcomía.
Bajando poco a poco el tablón de madera, y dejando ver el rojo de su cara, estaba lista para lanzar su pregunta.
-¿E-En serio me ve de esa forma?-Preguntó, intentando corroborar dicha información. abrazando la tabla y disimulando lo mejor posible una actitud seria.
-Sí, es en serio, también fue su impresión cuando te conoció por primera vez, a mí no se me pasa ningún detalle de este sitio-Informó, llena de orgullo por eso.
El corazón de la elfo pegó un salto pero antes de sonreír, se dio la vuelta, mirando a la olla con comida casi lista y posó una de sus palmas en sus mejillas calientes por el rubor.
Unos momentos después.
La sopa de miso estaba terminada, hacía falta únicamente el visto bueno de Mia.
Ryuu sirvió un pequeño plato, del cual se desprendía un rico olor y un visible vapor.
Estiró su mano y la enana lo agarró.
Ella respiró hondo para captar el aroma.
-Por lo pronto todo luce bien, veamos que tan bueno es su sabor-Opinó.
Tomó una cuchara, antes dada por la elfo, y la sumergió en el espeso caldo, característica que no era mala en este tipo de sopa.
Al levantarla nuevamente, había caldo y trocitos de cebolleta, puerro, alga y tofu.
La dirigió a su boca para hacer la prueba de oro.
"Por favor que todo haya salido bien, hice todo al pie de la letra" rogó la camarera, tapando su rostro.
La enana masticó por unos segundos y tragó.
-¿Q-Qué tal estuvo?-Preguntó Ryuu, con temblor en su voz.
Se puso de pie la jefa, mirándola hacia abajo.
-¿M-Mama Mia?-Fue nombrada.
-¡Pasaste la prueba! ¡Oficialmente sabes cocinar sopa de miso!-Dijo con júbilo y sonriendo.
-¿P-Pasé...? ¿L-Lo logré...?-Cuestionó, sin poder creerlo.
-¡Sí! Así que yo pienso que a ese chico le encantará tu comida, te doy el día para ir a visitarlo, aunque si deseas ayudarnos no me voy a quejar-Declaró la jefa, revolviéndole el cabello a su camarera.
Ella la miró con ojos llenos de alegría rebosante.
-¡Muchas gracias Mama Mia!-Agradeció.
-¡Bien! Ve a dormir, tienes unas cuantas horas antes de que amanezca, úsalas para descansar, tú también tuviste una pesada experiencia-Ordenó Mama Mia.
-Eso haré, lamento si es repetitivo pero, en serio, muchas gracias-Volvió agradecer de forma sincera.
Después de esa pequeña plática y larga lección de cocina, fue a dormir con mucha felicidad dentro de su cuerpo.
Mia estaba sentada una de las sillas junto a la barra, esperando a que la puerta de Ryuu fuera cerrada.
*Pum*
El golpe de la madera chocando se presentó.
-Ya puedes salir-Dijo al aire.
Unos pasos se oyeron tras de sí.
-Veo que ella cada vez es más feliz-Comentó la susodicha.
-Sí... Syr-La nombró, volteando a su dirección.
-Me alegra verla así ¿Sabes?-Dijo, con tranquilidad.
-Déjate de rodeos y habla... Freya-Ordenó la enana, con el ceño fruncido.
-Verás...-
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A la mañana siguiente, a primera hora.
-¿Nya? ¿Qué huele tan rico-nya?-Preguntó cierta chica gato de cabello castaño mientras bajaba de las escaleras.
-Huele delicioso-nya ¿Nos hizo el desayuno Mama Mia-nya?-Chloe hizo una pregunta también.
-¿Eso piensan? Creo que podrían probarla si la que lo cocinó les desea invitar-Respondió la enana, quien se hallaba calentando la sopa.
-¿La que la cocinó? ¿No lo hizo usted, Mama Mia?-Cuestionó Lunoire con grata sorpresa, ella no conocía a nadie, quien no fuera la propia dueña del lugar, que pudiera hacer una comida que huela tan rica.
-L-La hice yo...-Contestó Ryuu, con una especie de termo, un plato vacío y una cuchara.
-¿R-Ryuu la preparó-nya?-Anya no podía creerlo.
-Sí, fue ella, en fin, si no te apresuras puede que alguien más te gane en la visita al chico o le den de desayunar allá-Avisó Mia a la elfo.
-E-Es cierto, lo lamento, me debo retirar, nos vemos después-Se despidió Ryuu, tomando lo antes mencionado y saliendo a toda prisa.
-¿Nya? ¿Por qué se va-nya? Y con ropa para salir-nya... yo pensé que únicamente tenía-nya su uniforme de trabajo-nya y de aventurero-nya-Varias interrogantes inundaban la cabeza de Anya.
-¡Yo también quiero muchos días libres-nya como Ryuu-nya!-Declaró Chloe con enojo.
-Gánatelos entonces, mientras tanto, a limpiar que ya casi es tiempo de abrir-Dijo la enana con una mirada amenazante, haciendo que las tres chicas tragaran saliva y evitaran seguir hostigando con preguntas a su jefa.
-Oigan, Ryuu se veía muy feliz ¿A dónde irá?-Les susurró la humana a sus compañeras.
-¿No tendrá una cita-nya...?-Lanzó como opción la chica gato de cabello oscuro.
Las tres se quedaron pensando.
-Naaaaaaaaaaa lo dudo/Naaaaaaaaaaa lo dudo-nya-Opinaron para dejar por la paz el tema.
-¡NO LAS VEO TRABAJANDO!-Recibieron un regaño de Mama Mia.
-¡YA VAMOS!/¡YA VAMOS-NYA!-Finalizaron, limpiando las mesas y el piso.
Sede de la familia Dian Cecht.
Ryuu caminaba un tanto intranquila ya que sentía como varias miradas se dirigían a su persona, no era porque supieran su identidad como criminal o algo parecido, si no más bien, por el simple hecho de llevar una ropa diferente.
"No pensé que llegaría a usar esta ropa que me regaló Syr hace un tiempo, nunca fue de mi agrado, además, salir del trabajo por situaciones que no tuvieran que ver con pelear no era algo que hiciera desde que trabajo en "La señora de la abundancia"" pensó, intentando ignorar a los demás.
Entró a la gran sede donde Bell se estaba recuperando y se dirigió hacia la zona en la cual cierta chica de cabello plateado se hallaba atendiendo.
-Disculpa...-La elfo llamó la atención de la sanadora.
-¿Uh? ¿Ryuu? Casi no te reconozco-Dijo Airmid, perpleja por la apariencia de la chica que hace un día había estado en ese mismo lugar.
¿Por qué no la reconocería? Simple, ella vestía con lo que parecía un vestido color blanco pegado en la zona de la cintura pero no ajustado en la parte de arriba y abajo del mismo, por lo que daba cierta sensación de libertad. Este estaba decorado por un pequeño listón de color morado en la parte del cuello y al costado izquierdo de la cadera.
-S-Sí, me lo imagino, yo con esta clase de ropa, no es mi estilo-Respondió un tanto apenada.
-Al contrario, te queda muy bien, solo que es raro verte así. Dejando eso de lado ¿Vienes a verlo? Ahora debería estar durmiendo pero puedo permitirte entrar a ver si de casualidad despierta ¿Está bien?-Informó Airmid, saliendo del escritorio y guiándola.
Ryuu, quien estaba detrás de ella, agradeció y caminó.
-¿Ya comió?-Preguntó la chica de cabello color verde, directo a lo que le importaba, o lo segundo ya que el joven peliblanco era más importante que su comida en ese momento.
-Veo que hiciste comida para él, tienes suerte, no ha comido porque no ha despertado, así que todo tuyo-Respondió la peliplateada, guiñándole el ojo.
"Espero que te guste, Bell" pensó, tomando con fuerza el termo.
En la habitación de Bell.
El susodicho yacía acostado, aún con el artefacto en su brazo derecho para impedir que un movimiento brusco lo dañara aún más.
-No hagas mucho ruido, su familia no ha podido venir porque deben resolver unos asuntos de su expedición, o eso me informaron , así que creo que tienes mucho tiempo a solas con él-Comunicó Airmid, dejando entrar a Ryuu.
-Muchas gracias, yo me encargo-Respondió la elfo, tranquila al ver a su héroe durmiendo plácidamente.
La médico asintió y salió del cuarto, cerrando la puerta tras de sí.
Ryuu se acercó a la cama, no sin antes asentar el termo de sopa, el plato y la cucheta en la pequeña mesa al costado de la misma.
"No lo serviré ahora, se enfriará, esperaré a que despierte" se dijo a sí misma en su mente.
Tomó la silla que había en la habitación, la puso a un costado de donde Bell dormía y se sentó, mirándolo con una tranquilidad y felicidad impropias de la elfo.
"Es como hace unos días, tú acostado, descansando después de hacer hasta lo imposible para cumplir tus objetivos y salvar a todos" fue la opinión que tuvo.
"Siempre luchando por ser un héroe, a pesar de que en ocasiones hay quienes no lo merezcan... como yo" agregó, decayendo un poco.
"He asesinado y dañado a muchas personas, pero aún así tú... me salvaste" continuaba, soltando lágrimas de felicidad.
"Justo cuando había perdido la esperanza de vivir, iluminaste mi mundo" acercó su mano y tocó los cabellos blancos y finos de Bell.
-En serio... muchas gracias, Bell-Agradeció, con su llanto agravándose.
De pronto... el peliblanco frunció el ceño.
-Mmm...-Salió de su boca.
El sudor de su frente iba en aumento y su rostro de incomodidad crecía.
-¿Bell?-Lo nombró Ryuu.
Su respiración se hizo cada vez más pesada, tanto así que se podía escuchar el sonido del aire siendo inhalado y exhalado.
-Bell ¿Qué ocurre?-Preguntó, sacudiéndolo un poco.
-Tengo... tengo que ganar...-Susurró el chico, con la voz casi entrecortada.
-Bell, despierta, despierta-Ella intentaba hacer que abriera los ojos, era como esa vez... él estaba teniendo pesadillas.
-Ryuu... no... no te vayas...-Dijo Bell, con lágrimas cayendo de sus ojos y recorriendo sus pómulos.
-Por favor... no... no quiero perderte...-Agregó de igual manera que antes.
Ryuu abrió los ojos de sobremanera por la impresión de ser nombrada en los sueños.
-Por favor... quédate conmigo... te... te salvaré... tengo que salvarte...-La pesadilla seguía, no se tenía que ser un genio para saber con lo que soñaba.
Los recuerdos de los pisos profundos.
Del Juggernaut.
Del Lambton.
Del oscuro vacío donde Ryuu planeaba dar fin a su vida con la intención de lograr que Bell sobreviviera.
-Tranquilo Bell, estoy aquí, me salvaste, fuiste mi héroe-Dijo Ryuu, tratando nuevamente de calmarlo.
"¿Qué hago? Está sudando cada vez más y comienza a moverse a todos lados, si en un movimiento brusco se lastima el brazo, será mi culpa, debo detenerlo" ese miedo se hizo presente en ella.
-¿Qué hago...? ¡Espera!-Algo recordó.
Más pronto que tarde, tomó la mano libre del chico con las dos suyas, una abajo y otra arriba.
La respiración de Bell disminuyó.
Su ritmo cardíaco bajó.
Sus palabras cesaron.
Tras un par de segundos, en los cuales el joven tomó con más fuerza las manos de la elfo, por fin volvió a la normalidad.
Ryuu suspiró con alivio.
Soltó una de sus manos y la dirigió a la cabeza de Bell.
-Todo está bien-Dijo, acariciando su cabello sin soltar el agarre con su otra mano.
Una sonrisa se dibujó en el blanco rostro de Bell.
Ante esto, sucedió lo mismo con la chica quien se hallaba cuidándolo en esta ocasión.
-Tu sonrisa... tranquiliza mi alma...-Susurró.
Los minutos pasaban y poco a poco Ryuu fue siendo víctima del cansancio de no haber dormido bien al estar cocinando.
Sin soltar a Bell, su cabeza se inclinó ligeramente hasta tocar con el costado de la cama, justo a un lado del torso del chico, cayendo dormida en el acto.
Un par de horas después.
-¿Mmm?-Ese sonido salió de Bell, el cual despertaba.
-D-Dormí demasiado tiempo... me muero de hambre...-Fue lo primero que dijo al sentir su estómago gruñir.
-¿Uh? ¿Por qué siento algo cálido en mi mano izquierda?-Se preguntó, al percibir calor humano en esa zona.
Bajó su mirada lentamente y fue ahí donde la vio.
-¿R-Ryuu?-
La antes mencionada no lo soltó en ningún momento, dormía con una sonrisa en su rostro, recostada lateralmente y con la cara apuntando al lado distal de la cabecera de la cama.
-¿Q-Qué hace ella aquí...?-Se preguntó.
Él no quería moverse de más, porque podría despertarla.
"Debo de admitir que es vergonzoso estar consciente sujetando la mano de una hermosa chica... la vez pasada al menos tenía la excusa de que me hallaba dormido" pensó, ruborizándose al sentir el contacto de piel con piel.
"No debe tener nada de malo... e-ella dijo que no le molestaba que la tocara... aunque prácticamente es ella quien me agarró a mi... ¿verdad?" se cuestionó al no tener la seguridad de que así fueran las cosas.
Cuando sus nervios por fin se tranquilizaron, se fijo en detalle de la chica a su costado.
"¿Un vestido...? L-Luce realmente hermosa... radiante..." pensó con el corazón latiendo a mil por hora de nueva manera.
"Como una flor en primavera... No... como una hermosa hada..." agregó, haciendo énfasis en aquella forma de nombrarla que se mantenía presente.
Giró su cabeza a su lado derecho.
"Plato... termo... cuchara... me trajo comida..." los puntos se unían.
-¿Mmm? ¿Bell?-Lo nombró, levantando su cabeza.
-H-Hola, Ryuu...-Saludó, riendo nerviosamente.
Ella sobó su ojo derecho con su puño de ese mismo lado.
El reintegrarse al mundo real, ya no al de los sueños, se percató de que seguían agarrados, se apenó y lo soltó instintivamente.
-¡L-Lo siento Bell!-Gritó con las orejas completamente rojas.
-N-No hay problema... yo tuve otra pesadilla ¿Cierto? Debería agradecerte por intentar mantenerme bajo control, así que... ¡Muchas gracias!-Respondió, sonriéndole como solo él sabe hacerlo.
-N-No es nada, si puedo ayudarte, lo haré gustosamente-Dijo en respuesta a lo anterior.
*Grrrrr*
El gruñido del estómago hizo su inoportuna aparición.
-Perdón... no he comido nada desde anoche y me estoy muriendo de hambre-Avisó Bell, agachando la mirada y tapando su abdomen con sus brazos.
-¡P-Por eso vine! Traje sopa de miso...-Comentó Ryuu, poniéndose de pie y dirigiéndose a la mesa donde asentó lo que trajo consigo.
-¿Sopa de miso?-El peliblanco ladeó la cabeza.
-Sí, Mama Mia dice que es buena para los heridos y enfermos, y yo le creo-Respondió, mientras servía el contenido del envase en el plato de cerámica.
El joven se sentó en la cama, esperando la comida.
-Aquí tienes, d-di "Ahhh~"-Pidió Ryuu, estirando la cuchara con sopa a la boca de Bell.
-¿Eh? ¡¿M-Me darás de comer?!-Gritó, no se esperaba eso.
-¡No es fácil para mi! ¡Es muy vergonzoso! S-Sin embargo, no creo que puedas comer con tu otro brazo así, te sería difícil, eso pienso-Contestó la elfo.
Tras el "regaño", Bell comprendió que no tenía opción, aunque tampoco le desagradaba este desenlace de los eventos.
-Está bien, tienes razón-Opinó.
-D-De acuerdo, así que otra vez, di "Ahhh~"-Repitió.
-A-Ahhh~-Bell abrió su boca.
Y... la comida entró.
La masticó y una especie de brillos brotaron de sus cuerpo.
-¿Q-Qué tal está?-Preguntó la chica. Quería saber si todo su esfuerzo de anoche había valido la pena.
-¿Qué tal está? ¡ES DELICIOSA! ¡ES LA MEJOR SOPA QUE HE PROBADO EN MI VIDA!-Respondió con gran emoción, no había ni una pizca de mentira.
Los ánimos de la elfo se fueron por los aires ante ello.
-Me alegra que te gustara-Respondió, increíblemente contenta.
(Nota del autor: Imagínenla así).
(PD: ¿Te arde?).
Cuando Bell la vio así de feliz, él podía jurar que varias luces eran provenientes del cuerpo de la chica.
Luces blancas.
-Entonces, di "Ahhh~" otra vez-Pidió Ryuu con emoción, casi parecía una inocente niña.
-Ahhhh~-Bell abrió su boca nuevamente y la comida ingresó.
-¡Una más!-
-Ahhhh~-
-¡Otra!-
-Ahhhh~-
Mientras esto se repetía continuamente hasta que el contenido del plato se terminara, Ryuu lucía completa y puramente feliz.
Una felicidad que hace años no sentía.
Una que, sin saberlo, tanto anhelaba recuperar.
Y lo había logrado.
Detalles pequeños.
Cocinar para alguien que quieres.
Darle de comer a dicha persona.
Pasar tiempo con él.
Son cosas pequeñas que le dan sabor a la vida.
Que purifican tu corazón.
Y era exactamente eso lo que pasaba en este preciso instante.
Este instante... era solo de ellos.
Y nadie se los quitaría...
Un litro de sopa después...
-Siento que voy a reventar-Declaró Bell, con su estómago lleno.
-Perdón, me emocioné-Pidió disculpas Ryuu.
-No hay problema, la comida era tan rica que es imposible vomitarla aún si estoy lleno-Respondió el peliblanco.
-P-Puedo venir a verte hasta que te recuperes y hacerte comida... si quieres, claro-Sugirió en voz baja la elfo.
Bell abrió sus ojos en casi toda su circunferencia.
"¿Q-Q-Qué demonios estoy diciendo? ¡E-Eso fue muy vergonzoso!" Gritó internamente.
-Ryuu...-La nombró Bell.
Ella volteó a él.
-Esperaré con ansias el verte aquí nuevamente, para estar contigo y comer tu comida-Declaró, riendo con felicidad.
El corazón de Ryuu saltó.
-Sí, así será, Bell-Finalizó.
"Definitivamente... estoy enamorada de ti".
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En la Torre de Babel.
-Freya-Sama ¿Está segura de esto?-Preguntó Allen, el miembro de la familia de la diosa antes mencionada.
-Sí, así que deja de cuestionarme y avísale a los demás, apenas vuelva Ottar, pondré en marcha mi plan-Respondió la diosa desde su trono, agitando su copa de vino.
-Como ordene, Freya-Sama-Allen pasó a retirarse para cumplir la tarea encomendada por su diosa.
Tan pronto se fue, cierta chica de cabello largo y plateado se acercó.
-Freya-Sama-Nombró.
-¿Qué sucede, Helun?-Preguntó la diosa.
-¿En verdad está segura de hacerlo?-Cuestionó Helun.
-Sí, lo estoy-Respondió sin una pizca de duda en sus palabras
Mirando a la nada, perdida en sus pensamientos, concluyó.
"Lo sabía... en verdad no hay forma alguna de que permita que eso pase" Fue su última opinión tras pensar desde hace varios días.
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Bueno amigos, hasta aquí el capítulo de hoy, espero que sea de su agrado y dejen su apoyo como siempre.
Buzón de sugerencias, opiniones y/o comentarios.
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Si desean leer más de mis fic, pueden entrar a mi perfil y ahí encontrarán desde...
Un One Shot en el que se nos relata lo que hubiera sucedido si Bell era cuidado por Alfia, Zald y Zeus ¿Será un futuro feliz? ¿Bell se convertirá en el último héroe como se lo prometió a su madre? ¡Averigüémoslo!
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Otro One Shot sobre una bella historia de amor entre una diosa y un mortal, que toma como punto de partida la película de "Danmachi: la flecha de Orión". Veamos la aventura en la que se embarca nuestro carismático protagonista después de haber perdido a esa diosa que tocó su corazón en muy poco tiempo, de la cual, se tuvo que despedir prematuramente.
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La historia de amor entra una hermosa hada y un conejo con discordia en su corazón tras un suceso inesperado.
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Un fic con un cuarteto amoroso muy raro, BellxTionaxFreyaxHelun.
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Una hermosa historia de amor entre una asesora y el aventurero a su cargo, BellxEina.
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¡Una aventura sin Falna nos espera a nosotros y a nuestro protagonista!.
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Y mi primer y ya finalizado Fic, que va de la pareja de BellxSyr o Freya, el cual parte desde el rechazo de esta misma en el volumen 16 de la novela original, aunque claro... en este fic sabremos lo que hubiera pasado si Bell no la rechazaba, como el título indica.
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Sin más que agregar, yo me despido, espero que se echen una pasada a mi perfil y les agraden las demás historias en caso de no haberlas leído, eso es todo, hasta la próxima mis lectores.
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