Capítulo 7. Ryuu Lion. Segundo contratiempo. Final.
En el capítulo anterior.
-¡FUE VENDAVAL! ¡LA CRIMINAL! ¡ELLA LO HIZO!-Gritó con terror.
Frenaron en seco ante eso y giraron nuevamente hacia el hombre.
-¡ELLA FUE LA QUE ME ATACÓ! ¡ESTÁ ACABANDO CON LOS AVENTUREROS!-Gritó nuevamente el extraño.
Welf, Lili, Haruhime, Mikoto y Aisha dirigieron sus miradas a Bell, el cual no daba crédito a lo que decían.
-Ryuu...-Fue el nombre que salió de sus labios, al saber que la verdadera identidad de "Vendaval" era ni más ni menos que la camarera de "La señora de la abundancia", Ryuu Lion.
Capítulo actual.
-Bell, tranquilízate-Welf puso su brazo delante del pecho del peliblanco.
¿La razón? Estaba apunto de acercarse al herido y preguntarle sobre más detalles, eso sería definitivamente contraproducente por su parte ya que identificarían alguna clase de relación entre "Vendaval" y él, al igual que con el grupo compuesto por su familia y demás.
-Welf, están hablando de Ryuu, es imposible que ella haya hecho eso, sé que no es la persona más paciente ni la más amable, pero... no puede ser la responsable de esto sin una razón de peso-Respondió Bell a lo dicho por su compañero con ganas de hacerlo a un lado.
-El chico tiene razón, veo improbable que esa elfo haga algo como eso, sin embargo, no podemos descartar la posibilidad-Opinó Aisha.
-Mire Bell-Sama, Lili piensa que debemos mantener perfil bajo y oír lo que sucede desde las sombras o nos veremos involucrados activamente, algo que realmente no está dentro de nuestras posibilidades, estamos regresando de la batalla contra esa cosa y usted no se encuentra bien por completo, agréguele que se está guiando por sus sentimientos, nuevamente-Comentó la pequeña soporte, estando de acuerdo con el herrero.
-¡P-Pero Ryuu-Sama siempre nos ha ayudado! Aún cuando ha tenido que arriesgar su propia vida, debemos descubrir lo que sucede-Dijo Haruhime, apoyando la noción del joven conejo y de la amazona.
-Estoy confundida ¿Quién demonios es Ryuu y qué tiene que ver con la criminal "Vendaval" de la lista negra del gremio?-Preguntó Daphne, quien se había mantenido en silencio durante el intercambio de palabras.
-Es difícil de explicarlo, únicamente podemos decirles que ustedes conocen a la chica y que ambos nombres que acabas de decir son la misma persona-Respondió Bell con el rostro serio y sudor frío bajando por su frente.
-Miren, ya hemos tenido suficientes problemas en tan solo un día que llevamos en la expedición, una búsqueda por todo el maldito calabozo para encontrar a alguien que puede ser o no inocente por asesinar aventureros es definitivamente una bandera roja a tomar en cuenta-Argumentó la pelirroja, mientras que, Cassandra parecía tener algo que decir.
-Lo lamento-Se disculpó el peliblanco.
-¿Por qué te disculpas?-Preguntaron.
Rápidamente, tomó una poción de curación y una para recuperar la mente.
-¿Bell-Sama?-Nombró la Hobbit.
-No puedo permitir que lastimen a Ryuu, me niego a creer que ella es la responsable de lo que la acusan, debe haber una confusión-Dijo Bell, corriendo a donde el grupo de aventureros estaban.
-¡Bell-Sama!-Gritó Lili, tratando de detenerlo.
Antes de correr más rápido, su brazo fue tomado, pero, para sorpresa de todos, no fue Lili quien lo hizo.
-¿Cassandra? No hay forma de que me detengan...-Avisó el chico, intentando soltarse del agarre, sin embargo, la joven de la familia Miach habló.
-El conejo blanco protegerá a la delicada flor con su propia vida, con su propio cuerpo, de la calamidad venidera, del dolor de los sucesos pasados, no la dejará sola, no la abandonará y ambos se levantarán de las garras de la oscuridad, logrando así iluminar el mundo-Dijo Cassandra de manera fluida y sin trabas, algo extraño en ella quien al hablar se ponía nerviosa y tartamudeaba.
-Otra vez con tus sueños, no debemos involucrarnos-Daphne la tomó del brazo con el objetivo de regresarla a su lado.
-Bell, salva a la flor-Finalizó ella, sonriéndole.
-Gracias, Cassandra-Agradeció Bell, si bien no comprendió del todo lo que ella le había dicho, algo era seguro... protegería a la delicada flor con su vida.
-Pues, creo que no tenemos opción-Declaró Welf, acercándose a su compañero y apoyándose en su hombro.
-¿Uh?-Soltó el peliblanco.
-Bell-Sama, su constante necedad y terquedad por salvar a una chica nos han metido en millones de problemas-Dijo Lili, acercándose de igual manera que el pelirrojo.
-Sin embargo, desde que decidimos unirnos a la familia Hestia, prometimos cuidar el uno del otro-Agregó Mikoto.
-Es por eso que no lo abandonaremos, Bell-Sama-Finalizó Haruhime.
Todos los miembros de la familia Hestia habían tomado unas decisión unánime.
Ellos ayudarían a buscar a Ryuu.
-Chicos...-Dijo Bell.
-Más te vale salvarla, porque si no, me enojaré por todos los problemas en los que nos meteremos en vano-Aisha golpeó el hombro derecho del joven, ella igual estaba adentro en esta loca aventura.
-¡Ahhhh! Si no vuelven con nosotras no recibiremos dinero, así que, al demonio, estamos dentro-Daphne respondió por ambas, confirmando su participación.
-Muchas gracias, en serio, entonces... ¡Hagámoslo!-Concluyó Bell, dando media vuelta y yendo con el que esparcía la noticia.
Mientras se acercaban, los gritos se hacían más y más fuertes, repitiendo la misma acusación.
-¡AYÚDENME A CAZAR A VENDAVAL! ¡DEBE PAGAR POR LO QUE LE ESTÁ HACIENDO A LOS AVENTUREROS!-
-Te escuchamos 3 pisos abajo, guarda silencio antes de que te corte la lengua-Dijo a Aisha con un tono de voz amenazador, ya se estaba hartando de lo mismo.
Los espectadores voltearon hacia su dirección, donde se encontraron con la familia que tanto estaba dando de hablar dentro de Orario en los últimos meses.
-¡Es el pequeño novato y la familia Hestia!-Un aventurero los reconoció, o al menos a la mayoría de ellos.
-¡Pequeño novato! ¡Por favor ayúdenos a detener a Vendaval!-Rogó quien era el herido.
Bell tragó saliva, guardando la calma para dar su respuesta.
-D-Díganme dónde la vieron y el lugar en el que fueron atacados tú y tu grupo-Ordenó seriamente, una cara poco conocida por los que no convivan con él dentro del calabozo.
-¡Fue unos pisos arriba! ¡Antes de poder llegar a Rivira!-Respondió con temor.
-Ya veo... Iré a investigar, Lili, Haruhime, Aisha, Cassandra, Daphne, quédense aquí e investiguen en el piso 19, si se sienten capaz, bajen al 20, no creo que pueda estar lejos, Welf vendrá conmigo y los que deseen seguirme ¿Está claro?-Ese fue el plan y formación de el peliblanco exigió.
-¡De acuerdo!-Respondió el grupo que lo acompañaba.
-¡Yo iré con el pequeño novato!-Dijeron varios aventureros.
El herido fue llevado a Rivira para ser curado.
-Entonces... comencemos con la búsqueda-Declaró Bell, corriendo hacia pisos arriba, queriendo encontrar alguna pista que confirmara o negara lo dicho por ese hombre, el cual, le daba muy mala espina.
-¡Espera Bell!-Welf, quien no podía seguirle el paso, vio como su amigo se alejaba a gran velocidad, claramente era un nivel 4, aunque, aún sin serlo, ya corría demasiado rápido, tanto así que en verdad podía ser comparado con un conejo o liebre.
-Ese niño en verdad quiere llegar al fondo de todo esto ¿No les parece?-Preguntó alguien.
-Es un héroe, es obvio que intente buscar justicia-Respondió el compañero de este.
"Si supieran que lo hace para salvar a una chica tendrían una impresión diferente, aún más si se enteraran de que la mayoría de sus proezas han sido con ese común denominador" pensó el pelirrojo, riéndose ligeramente de la conversación que sostenían los demás.
Mientras tanto, por el lado de Bell.
"Así que a esto te referías con salvar a Ryuu ¿No es así, Syr?" lanzó esa pregunta en su mente, recordando el pedido que la peliplateada le había hecho un día antes cuando visitó "La señora de la Abundancia".
"Creo que mi mal presentimiento también está relacionado con lo que sucede, debo encontrar a Ryuu, estoy seguro de que está aquí, sin embargo, nada de eso significa que ella sea la responsable de todo esto" pensó, apretando los dientes y aumentando su velocidad.
Los monstruos que pasaban a su lado eran cortados y asesinados en un santiamén.
Bell no deseaba tener ninguna distracción que lo retrasara de su objetivo.
"Tengo que salvarte".
Un destello blanco era lo único que la poco aguda vista de los minotauros veían antes de ser apuñalados en el lugar de su piedra mágica.
El grupo que iba tras él, venían las piedras mágicas tiradas en el suelo.
-Es increíble el pequeño novato-Opinó uno de ellos.
-Maldita sea Bell, debes tranquilizarte-Susurró Welf con disconformidad por la actitud que el chico estaba tomando.
La carrera del joven seguía, mirando a todas partes con la esperanza de no hallar la escena que habían relatado, no obstante, con el paso de unos minutos y la llegada al piso 16, se encontró los heridos.
Frenando en seco, miró fijamente al costado de la pared de aquel piso.
Había sangre por montones y lo que parecían ser muertos.
-No... no puede ser-Susurró Bell, acercándose lentamente.
De pronto, una cara conocida, al igual que una voz, se hicieron presentes.
-¿D-Dormul? ¿Luvis?-Nombró el chico al enano y elfo.
-A-Ayuda...-Pidieron ellos.
Más pronto que tarde, Bell tomó una de las pociones de curación que se había llevado y la vertió en el cuerpo de ambos.
-¡Bell! ¡Al fin te alcanzo!-Gritó Welf, tomando aire.
Abrió los ojos de sobremanera al presenciar la razón por la que había frenado.
-¿R-Ryuu hizo esto?-Preguntó.
-No, no pudo haber sido ella-Respondió el peliblanco, con clara negación.
El enano y el elfo se pusieron de pie con las fuerzas que les quedaban.
Bell y Welf los apoyaron, prestándoles sus hombros para evitar que se cayeran.
-Luvis, dime por favor ¿Quién hizo todo esto?-Interrogó al herido.
-Maldita sea Bell, con trabajo está consciente-Reclamó el herrero por la necedad.
-N-No, no hay problema... p-puedo contestar...-Interrumpió Luvis el regaño.
-Fue... Familia Rudra...-Susurró, antes de caer desmayado.
-¿Familia Rudra? Esa familia dejó de existir hace años-Informó el pelirrojo.
-N-No toda... Vendaval acabó con la mayoría...-Complementó Dormul la información.
-Ese fue el cargo por el cual está en la lista negra...-Se dijo Bell a sí mismo.
-E-Ese hombre... es un mentiroso... no le crean... no lo hagan... no planea nada bueno-Finalizó el enano, teniendo el mismo destino que el otro herido.
-¡Oigan! ¡Dicen que encontraron pistas de Vendaval en los pisos inferiores!-Dieron aviso los hombres que los acompañaban.
-¡Hay sobrevivientes!-Alertó el joven, levantando la mano para que se acercaran a ayudar.
-Bell, si se refería a quien levantó las acusaciones, debemos darnos prisa, Aisha y las demás están allá, pueden encontrarse en una situación muy peligrosa-Comentó Welf.
-Ya sé-Respondió el chico con la respiración agitada.
Los aventureros llegaron y sirvieron de ayuda para cargar al enano y elfo.
-Nosotros nos encargamos pequeño novato, tú ve a atrapar a esa criminal-Dijeron con cierto repudio.
Bell apretó los dientes y sus puños, cosa que fue captada por Welf.
-Lo haremos, ahora apresúrense, las pociones no serán suficiente-Les ordenó, alejándose con el peliblanco.
-No pierdas el control, una distracción y no salvaremos a nadie, tampoco podrás salvarte a ti mismo-Aconsejó.
Él respiró y asintió.
-Corre-Finalizó el herrero, haciendo que su compañero aumentara su velocidad para llegar a donde dicen haber visto a quien buscaba.
Unos minutos después, Zona del gran árbol.
-El calabozo está limpio, no hay ningún monstruo a los alrededores-Comentó Aisha, al cual no percibía ningún peligro cerca.
-Eso es bueno ¿No?-Preguntó Cassandra.
-El calabozo es más peligro cuando no hay ningún ruido-Contestó la amazona y tenía razón, es más aterrador que un nido de monstruos esté en cómo,esto silencio, aún más cerca de llegar a los pisos profundos, denominado el "Infierno".
-Miren eso-Apuntó Mikoto a las paredes del piso 23, las cuales estaban hechas de madera.
-Cenizas...-Susurró Aisha.
-¿Qué tiene de extraño? Los Firebird abundan en este lugar-Se cuestionó Daphne.
-El calabozo no dejaría que esto se mantuviera y, además ¿Por qué solo hay quemaduras en las paredes? Parecen ser recientes, sin embargo, no hubo monstruos en este lugar en al menos 20 minutos-Opinó la amazona al razonamiento de la pelirroja.
-Lili piensa que algo más lo hizo-Dijo la hobbit, como buena observadora.
Sin previo aviso, pisadas y ramas quebrándose eran escuchadas detrás de ellas.
-¡Detrás de mi!-Ordenó Aisha, apuntando su podao.
Tras algunos segundos, vieron de quien se trataba.
-¿Bell? ¿No se supone que estabas en los pisos intermedios?-Preguntó Cassandra.
-Es una trampa, ese hombre nos mintió, trata de inculpar a Ryuu, no tengo tiempo para explicar el resto, debo apresurarme ¿Alguien iba adelante de ustedes?-Preguntó el peliblanco.
-Un grupo de aventureros con al que le faltaba un brazo y un ojo iba unos pisos abajo de nosotras, Bell-Dono-Respondió Mikoto.
Los nervios del joven aumentaron drásticamente.
-Maldita sea, si él fue, es porque Ryuu debe estar allá-Concluyó, chasqueando la lengua.
-No tienes planeado ir solo ¿Cierto? Serás tú contra los aventureros y monstruos que te topes ¿Estás consciente de ello?-Cuestionó Aisha la decisión que el chico estaba apunto de tomar.
-No tengo tiempo para pensar en los peligros, debo rescatarla-Fue lo único que contestó, lleno de determinación.
Haruhime, Mikoto y Lili sabían que cuando Bell ponía ese rostro y esa voz, no había nada ni nadie que pudiera frenarlo.
-Tenga cuidado, Bell-Sama-Pidió Lili, llena de preocupación. Nadie estaría con el capitán de la familia en caso de verse en problemas.
-Rescate a Ryuu-Sama, sea su héroe-Dijo Haruhime, sonriéndole a quien fue antes el suyo.
-Así será, lo prometo-Contestó, asintiendo y fijando su mirada a la boca del diablo.
-Deja de perder tiempo y ve, si no, no obtendré mi recompensa por la información que te prometí-Declaró Aisha, empujándolo.
-¡N-No es momento para eso!-Gritó a Bell, alejándose de allá.
Unos segundos después, llegó Welf con ellos.
-Ya estamos completos, podemos acercarnos a nuestro ritmo, mientras no haya otra cosa como la que nos encontramos el la gran cascada estaremos bien-Comentó Daphne.
-Bandera roja...-Susurró Lili.
Para sorpresa de todos, un hombre delgado con traje negro y con el rostro cubierto, llegó detrás del herrero.
Pisos inferiores, Gran cascada.
-Estamos cerca, estoy seguro de que Vendaval se encuentra por aquí-Declaró Jura con voz tenebrosa.
-Debemos atraparla, si no lo hacemos, muchos aventureros más resultaran heridos-Dijo un hombre a su lado, quien aparentemente no comprendía el significado de esas palabras.
-¡OIGAAAAAAAAN!-Gritó Bell a la distancia, llamando la atención.
-¡Pequeño novato!-Se alegraron todos al verlo, uno que otro fingía, claro está.
-¿Encontraron algo? ¿Saben dónde está?-Preguntó con la voz agitada.
-No, absolutamente nada ¿Y tú?-Preguntó el hombre aún con sangre en su "brazo".
-Algunos heridos, logramos salvarlos pero no pudieron decirnos nada útil-Mintió el chico, aunque ese no era su fuerte.
-En fin, me adelantaré, yo me encargo-Agregó, evitando que descubrieran que no era cierto.
-¡Eso es pequeño novato! ¡Atrápala!-Gritó el grupo con júbilo, aunque uno de ellos permanecía en silencio, analizando.
Bell hizo caso omiso y se adentró a pisos más abajo.
-¿Crees que al encuentre? Varios de nosotros se adelantaron y no han vuelto-Preguntó un aventurero.
-Sí, es el pequeño novato, estoy seguro de que lo logrará-Contestó el otro.
De pronto, varios estallidos azotaron las paredes del piso 25, levantando una gran cantidad de agua y escombros.
*¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM!*
-¡¿QUÉ DEMONIOS ES ESO?!-Gritaron con miedo.
-¡CORRAMOS!-Sugirió la gran mayoría de ellos, adentrándose a donde el peliblanco se dirigió.
Bell, el cual ya se había alejado lo suficiente, no percibió dicho sonido ni vibración en el suelo.
Con el resto de la familia.
-¿Qué fue eso? Es como si el calabozo temblara-Expresó Welf con miedo.
-¿Qué carajo sucede?-Preguntó el extraño desde una distancia considerable.
-¡No se separen! ¡El suelo está inestable y puede quebrarse en cualquier momento!-Alertó Aisha, sosteniendo a Haruhime con fuerza.
-¡NO HAY NINGÚN MONSTRUO A LOS ALREDEDORES! ¡DEBEMOS REGRESAR AHORA QUE PODEMOS!-Sugirió Daphne, con Cassandra jaloneándola.
-¡No podemos dejar solo a Bell-Sama!-Respondió Lili.
-¡SI VAMOS A SALVAR AL NIÑO ES MEJOR CORRER Y BAJAR LO MÁS RÁPIDO QUE PODAMOS!-Contestó Aisha, cargando en su espalda a la renard.
Daphne hizo lo mismo con Cassandra, Mikoto con Lili y Welf fue el único que protegía su vida únicamente por el cargado equipaje que traía.
Mientras avanzaban y se adentraban cada vez más a los pisos profundos, se dieron cuenta de que aquel extraño ya no estaba.
-¡OIGAN! ¡¿DÓNDE ESTÁ EL QUE VENÍA DETRÁS NUESTRO?!-Preguntó Welf sin dejar de correr, el ruido era cada vez más fuerte, lo que impedía que las palabras llegaran correctamente a los oyentes.
-¡ESO NO IMPORTA YA! ¡ES ÉL O ERES TÚ! ¡MUÉVETE!-Ordenó con fiereza la amazona.
Grandes trozos del techo y pared que recubría. al calabozo se derrumbaban, así como árboles se agrietaban y raíces se quebraban.
Parecía como si el gran árbol estuviera apunto de caer.
-¡ESTAMOS CERCA!-Alertó Mikoto, viendo la entrada al piso siguiente.
Un sonido de madera rompiéndose se escuchó a viva voz.
-¡EL ÁRBOL CAE!-Avisó Welf, quien iba atrás.
De golpe, una gran bestia salió de las profundidades.
*¡GRRRRRAHHHHHHHHH!*
Lanzó un chillido.
-¿Q-Qué demonios es esa cosa...?-Se preguntó Welf.
-¡ES UN MALDITO WORM HELL! ¡ESAS MALDITAS COSAS PUEDEN ATRAVESAR LOS PISOS E IR A DONDE SE LES ANTOJE!-Contestó Aisha, jalando al herrero con fuerza antes de que el gran árbol le cayera encima.
*¡PUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUM!*
El árbol tocó suelo, como si hubiera sido talado de raíz.
-Ya no podemos regresar, así que más les vale que encontremos a ese niño y una forma de salir de aquí-Comentó la amazona.
-E-Esa cosa levantó la cara y giró para volver abajo-Avisó Haruhime al ver el ascenso y descenso de la bestia.
-No tenemos tiempo para eso, sigan adelante, a partir de aquí entramos a una zona donde ni siquiera yo estoy segura de poder protegerlos-Dijo la mujer con la podao, harta de las complicaciones.
-Lili ¿Cuántos materiales tenemos?-Preguntó Welf.
Ella sacó algunas pociones medio vacías, un trozo extra de piel de goliath y algunos trozos de Adamantita sin refinar.
-Dame la adamantita, haré algo mientras avanzamos-Ordenó el herrero, preparando sus materiales.
-¿Puedes hacerlo y proteger tu vida al mismo tiempo?-Le preguntó Daphne.
-En peores cosas nos hemos metido y sigo aquí, creo que a la muerte no le agrada la familia Hestia-Declaró el pelirrojo con un tono burlón.
-No creo que debamos hacer bromas en un momento así-Opinó Mikoto.
-Es mi manera de lidiar con esto, si no, me habría rendido pisos atrás-Contestó Welf, con desánimo y una risa que no reflejaba ni un poco de alegría.
-La plática luego-Interrumpió Aisha, tomando a Haruhime de la mano.
-Sí, sigamos-Contestaron al unísono.
Con Bell, piso 27.
Él corría a toda la velocidad que su estado alterado de nivel 4 le permitía, sin concentrarse en otra cosa que no sea la mujer que buscaba con tanta intensidad.
"¿Dónde estás Ryuu? ¿Dónde demonios estás? Quiero encontrarte para que me digas que todo es mentira, que no eres la responsable de todo, si no lo escucho venir de tus labios no puedo tomar un veredicto" pensó el joven, con gran desesperación.
Dirigía sus ojos a cada maldito espacio del piso en el que se hallaba, así fuera pequeño o no.
"Esto es demencialmente grande ¡PERO NO ME VOY A RENDIR!" Gritó internamente, aumentando la fuerza en sus piernas.
El polvo levantado, el agua esparcida por las pisadas en los charcos, era lo único que dejaba tras de su paso.
Pasaban los segundos, los cuales Bell sentía eterno.
"No hay ningún monstruo... ¿Por qué?" Se preguntó, hasta ahora se percataba de ello..
-¡AHHHHHHHHHHH!-Un grito lo sacó de dudas.
Frenó y volteó a todos lados, buscando el origen del mismo.
-¡AHHHHHHHHHHHHH!-Volvió a sonar.
-Es... es por aquí..-Dijo, yendo a un callejón ubicado a su lado izquierdo.
A una muy gran distancia, los aventureros de antes lo perseguían, o mejor dicho, seguían el mismo camino que las pisadas fijadas en el suelo.
-¡Es por aquí! ¡Aquí dobló!-Avisó un seguidor el camino correcto.
Hicieron caso y corrieron allá.
"Es Lambton está listo, ya no hay escapatoria" Pensó el humano.
Nuevamente con Bell.
El grito cesó, sin embargo, ya no era necesario el mismo, Bell... estaba de frente al origen.
-Ryuu...-Nombró el peliblanco al reconocer aquella silueta con una espada de madera empalando el cuerpo de un hombre.
Ella volteó rápidamente al oír la voz de un conocido.
Su aura amenazadora disminuyó.
-¿C-Cranel-San?-Preguntó ella.
-Ryuu... ¿Q-Qué haces?-Lanzó una nueva interrogante.
-Cranel-San, váyase-Ordenó la mujer, con la voz quebradiza.
-No me iré hasta que me digas qué sucede-Insistió el joven, acercándose más.
-Cranel-San, por favor, váyase de aquí-Volvió a pedir la elfo, al borde del llanto.
-¡No me iré hasta que me digas qué sucede!-Nuevamente la tenacidad del chico se hacía presente.
-Ryuu... ¿Tú fuiste quien atacó a esos hombres en los pisos intermedios? ¿Estos hombres están heridos porque los estás cazando?-Interrogó Bell.
-C-Cranel-San, en serio, se lo pido, váyase de aquí...-Un temblor en el cuerpo y agarre de la espada de madera se hizo presente tras la súplica.
-Ryuu, contéstame ¿Tú lo hiciste?-La pregunta se lanzó a la mesa otra vez.
-¡CRANEL-SAN! ¡VÁYASE DE AQUÍ!-Gritó Ryuu.
-¡NO ME IRÉ HASTA QUE ME DIGAS LA VERDAD!-
-¡VETE!-
-¡DIME LA VERDAD!-
-¡QUE TE VAYAS!-
-¡DIME SI FUISTE LA RESPONSABLE! ¡DÍMELO!-
-¡NO FUI YO!-
Tras la constante cantidad de gritos, la respuesta que calmaba el corazón del peliblanco fue pronunciada.
No obstante, fue interrumpido antes de siquiera poder relajarse.
-¡EL PEQUEÑO NOVATO LA ENCONTRÓ!-Gritaron los hombres.
Ryuu sacó la espada del pecho de la víctima a sus pies y adoptó una posición de ataque.
"No... tardé mucho en toparme con ella, ahora debo impedir que le hagan daño" se dijo el joven sí mismo.
Levantó ambos brazos a un ángulo de 90 grados, como si estuviera crucificado. Prácticamente cerrando el paso a quien sea.
En sus manos, la daga de cuerno de unicornio y la daga Hestia eran sostenidas con fuerza.
-¿Pequeño novato?-Preguntaron.
-Ella dijo que no lo hizo... yo le creo-Susurró, girándose y plantándoles cara.
Ryuu abrió sus ojos de sobremanera.
-¡¿Qué demonios haces pequeño novato?! ¡Es una asesina!-Gritaron con enojo, apuntando sus armas hacia los dos.
-Mentí cuando dije que los heridos no nos dijeron nada, por cierto, tú ¿No deberías estar en Rivira recuperándote de tus heridas?-Lanzó Bell aquella pregunta llena malicia hacia el hombre que causó todo esto.
-Al menos que... esa herida haya cerrado hace mucho tiempo ¿Me equivoco?-Continuó, afilando su mirada.
Una ligera risa salió de él hasta convertirse en carcajadas.
-¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! ¡NO ESPERABA MENOS DE TI, PEQUEÑO NOVATO!-Gritó el susodicho, retirándose la capa.
-¡SOY YO! ¡¿ME RECUERDAS, VENDAVAL?!-Preguntó con gran alegría.
-T-Tú eres...-Decía Ryuu sin lograr responder.
-¡SOY EL MISMO HOMBRE DE LA FAMILIA RUDRA! ¡JURA HALMER!-Reveló su identidad.
Un látigo fue tomado de su cintura por su brazo izquierdo.
-¡ESTA SERÁ MI VENGANZA!-Gritó, agitando el látigo.
El suelo comenzó a temblar con fiereza.
-¿Q-Qué demonios...?-Se preguntaron todos en el lugar.
*¡CRRRRRACK!*
Se formaban grietas debajo de sus pies.
Hasta que...
*¡PUUUUUUUUUUUUUUM!*
La roca fue rota y de ella una gran bestia surgió.
-¡LES PRESENTÓ AL "LAMBTON"!-Dijo con una sonrisa de oreja a oreja dibujada en su asqueroso rostro.
Una gran serpiente se posó detrás de él.
Quienes habían seguido el camino a su lado, se posaron al lado de Bell y Ryuu.
-Ahora... es momento de que mueras-Finalizó, con un tono de voz ronco y terrorífico.
La bestia se lanzó hacia ellos, abriendo su boca totalmente y asomando los largos colmillos.
-¡CUIDADO!-Gritó Bell, empujando a Ryuu.
*¡CRASH!*
El rostro de la serpiente se estrelló en la sólida roca.
-¡Debemos trabajar juntos para detenerlo!-Fue lo dicho por el peliblanco a Ryuu y el resto.
Ellos asintieron, excepto la elfo, quien se veía un tanto desubicada.
-Ryuu, reacciona, debemos matar a esa cosa, si no, moriremos, te necesito, por favor-Le dijo Bell, sosteniendo su rostro con ambas manos y plantándose cara a cara.
-¡ATACA DE NUEVO!-Ordenó Jura a su bestia domada.
*¡SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS!*
Fue una respuesta, o a eso se asemejaba.
Volvió a atacar con sus colmillos.
-¡FIREBOLT!-La magia de Bell fue activada, un rayo de fuego se coló hacia dentro de la boca, haciéndolo retroceder.
-Necesito que lo distraiga un minuto, un minuto es suficiente-Avisó.
-Te daremos ese minuto, Cranel-San-Contestó Ryuu, sacando su espada de madera.
-Déjalo en nuestras manos, confiamos en ti-Concordaron los demás.
"Vamos Bell... tenemos que asesinar a esa cosa, si no, el piso 27 será nuestra tumba" se dijo a sí mismo, cerrando los ojos y poniendo en blanco su mente.
Ryuu lanzaba varios tajos cortando incluso el aire pero sus ataques no le entraban las gruesas escamas de la serpiente.
-¡CUIDADO VENDAVAL!-Alertó uno de ellos cuando Ryuu estaba apunto de ser golpeado por el costado de la serpiente.
*¡PUM!*
Un impacto seco llegó a sus oídos, al voltear, el aventurero se puso de pie con sangre correando de su cabeza.
-¡Yo no importo! ¡No te distraigas!-Ordenó el que la había salvado.
Los que habían comenzado una búsqueda para acabar con ella, ahora la ayudaban y peleaban espalda a espalda.
La velocidad de la elfo se vio aumentada exponencialmente.
El lambton lanzaba mordidas y golpes con su hocico, pero ninguno era alcanzado por ella.
Los segundos pasaban y desde atrás, sin que el monstruo se percatara, un fuerte brillo blanco golpeaba en los ojos de su amo.
-¿Qué carajos es eso?-Preguntó, abriendo su ojo.
-¿P-Por qué está de pie ahí sin más?-Se preguntó, no entendiendo su inactividad.
*¡CLANG!*
*¡CLANG!*
*¡CLANG!*
*¡CLANG!*
-¿C-Campanadas...?-Seguía sin comprender hasta que algo vino a su memoria.
"¡ES COMO EN BABEL CONTRA ESE MINOTAURO!" .
-¡LAMBTON! ¡DETÉN AL PEQUEÑO NOVATO! ¡ATÁCALO A ÉL! ¡OLVIDA A VENDAVAL!-Ordenó Jura, agitando su látigo.
La serpiente giró su cabeza a su objetivo.
-¡NO DEJEN QUE DAÑE A CRANEL-SAN!-Dijo Ryuu al resto, metiéndose en el camino del monstruo.
La serpiente golpeó con el costado de su boca a la elfo.
-¡UGHHHHH!-Un quejido de dolor salió de ella.
*¡PUUUUUUM!*
Después se estrelló con la pared más cercana.
Argonauta, 58 segundos.
Un segundo más faltaba, pero la bestia llegaría antes.
-¡NO LO HARÁS!-Uno de ellos enterró su espada en el ojo izquierdo del lambton.
*¡GRRRRRRAHHHHHHHH!*
Un fuerte grito es lo que provocó en ella.
*¡PUUUUUUM!*
Obtuvo el mismo destino que Ryuu, siendo golpeado e impactando en al sólida roca.
-¡PUAAAAAAH!-Sangre salió de su boca al sentir sus huesos perforar sus pulmones.
Argonauta, 59 segundos.
-¡ACABA CON ÉL!-Insistió Jura.
-¡Yo soy el último!-Gritó el aventurero, lanzando una gran cantidad de Kaensekis en su bolsa.
Los cristales, antes de caer al suelo, fueron encendidos.
*¡BOOOOOOOOOOOOOOOOM!*
Explotaron a un costado del Lambton, quemando parte de su cuerpo.
Antes de poder lanzar un quejido de dolor, un aviso llegó en la mente de Bell.
Argonauta, 60 segundos.
-¡AHORA!-Gritó y abrió sus ojos de golpe.
Su daga Hestia se pigmentó de un color blanco, la hoja creció en tamaño.
-¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!-Gritó el chico, corriendo con todas sus fuerzas hacia su objetivo.
La serpiente abrió el único ojo que él quedaba y, entre el denso humo dejado por el fuego anterior, una figura salió para plantarle frente.
-¡MUERE!-Gritó Bell, enterrando su daga.
-¡FIREBOOOOOLT!-Gritó.
*¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM!*
Un fuerte estallido naciente desde dentro del cuerpo del Lambton inundó en llamas el resto de su cuerpo, sacando a volar carne chamuscada.
Bell salió volando por la onda de choque.
*¡PUM!*
Estrellándose a un lado de Ryuu.
-¡PUAHH!-Soltó el quejido.
*¡GRRRRRRRRRRRRRRRR!*
Un gruñido de dolor fue lo último que la gran bestia dejó antes de bajar al subsuelo nuevamente.
-N-No puede ser...-Dijo con incredulidad el domador.
-E-Estás acabado, Jura Halmer-Dijo Ryuu, acercándose a él con intensiones asesinas.
-No Ryuu, no más muertos, no manches tus manos-La detuvo el joven, no deseaba que la elfo recayera en ese error.
-No puede ser, no puede ser, no puede ser ¡NO PUEDE SER!-Gritaba el hombre con desesperación.
La calma y el silencio abundaba, hasta que... fue rota.
*¡IGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGG!*
Un chillido rompe tímpanos resonó en todos lados.
-¡SÍ! ¡SABÍA QUE ERA SUFICIENTE! ¡PENSÉ QUE NO SUCEDERÍA!-Festejó Jura, recuperando la confianza.
-¿Q-Qué fue eso...?-Preguntaron con miedo los sobrevivientes.
-¡YO MEJOR ME VOY!-Gritó un aventurero hasta que...
*¡SLASHHHHHHHH!*
Un charco de sangre y viseras quedaron en donde se hallaba.
El terror inundó el cuerpo de los demás.
-¡LES PRESENTO! ¡A LA CALAMIDAD!-Gritó Jura nuevamente, como lo hizo al presentar al Lambton.
-N-No puede ser...-Dijo Ryuu con la mirada levantada y soltando su espada de madera.
-¡SÍ! ¡LO CONOCES PERFECTAMENTE, VENDAVAL! ¡EL VERDUGO DE LA FAMILIA ASTREA ESTÁ AQUÍ!-
Desde las sombras, una criatura hecha de huesos y con ojos huecos, hizo su aparición.
El ambiente se tornó pesado.
-¡Tenemos que huir!-Gritó uno de los dos aventureros más que quedaban.
-¡NO SE MUEVAN!-Ordenó Bell pero fue demasiado tarde.
*¡SLASHHHHHHH!*
Fue rebanado en pedazos.
El peliblanco temblaba y tragaba saliva.
El último de ellos, aterrado, se quedó de pie, inmóvil, su corazón latía fuertemente, como si estuviera apunto de explotar.
-No, no, no, no, no, no-Negaba Ryuu, con un claro trauma al ver nuevamente a esa maldita cosa.
-¡VEN AQUÍ MALDITA BESTIA!-Ordenó Jura con su látigo.
-¡¿EN SERIO CREÍAS QUE EL LAMBTON ERA MI CARTA FINAL?! ¡SOLO ERA UNA HERRAMIENTA!-Declaró el hombre, sin percibir las intenciones de esa cosa.
-Jura... huye-Le dijo Bell con la voz entrecortada.
Este hizo caso omiso.
-¡EL JUGGERNAUT! ¡ASÍ LO NOMBRAMOS! ¡ES EL MEDIO DE DEFENSA QUE EL CALABOZO MANDA CUANDO LOS PISOS SON DAÑADOS EM CASI SU TOTALIDAD! ¡AHORA IMAGINA LO FUERTE QUE ES SI SE HAN DESTRUIDO LA ZONA DEL GRAN ÁRBOL Y ESTE PISO! ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!-Se burlaba y reía a carcajadas hasta que...
*¡SLAHHHHHHH!*
Fue partido a la mitad.
El domador...
Había fallado...
-¡Ryuu! ¡Reacciona! ¡Por favor reacciona!-Bell agitaba a su compañera, aprovechando que el juggernaut se había distraído.
-No lo entiende Cranel-San... tenemos que huir, tenemos que largarnos o moriremos...-Decía la elfo, temblando como gelatina y haciendo un esfuerzo sobrehumano para completar su oración.
-¡NO ME DEJEN SOLO!-Gritó el último hombre sin contar a Ryuu y Bell.
Grave error.
Su cabeza fue cortada a una velocidad inigualable, ni el joven. que se caracteriza por ser rápido, consiguió ver siquiera de dónde había provenido el ataque o en qué momento la "calamidad" se había movido.
Esa fue la gota que derramó el vaso, esa fue la última cosa que hizo que las piernas de Ryuu cedieran y cayera de espaldas al suelo.
-T-Todos moriremos...-Susurró.
El monstruo apuntó su mirada hacia ambas presas.
-Ryuu... escóndete o huye... yo lo distraeré...-Dijo Bell, parándose entre ella y el juggernaut.
"Ryuu... huye, nosotras lo detendremos" varias voces sonaron en su mente, pertenecientes a la ya extinta familia Astrea.
El joven tranquilizó su respiración, listo para confrontar su destino.
Ambas dagas sostenidas con toda su fuerza.
-¡AHHHHHHHHH!-Gritó, corriendo a gran velocidad.
*¡ZOOOOOOOOOOM!*
Una esquelética cola se dirigió a su torso.
"Es como en al gran cascada..." pensó.
Rápidamente esquivó y con un corte ascendente desvió hacia arriba la trayectoria de la misma.
*¡CLANG!*
Un fuerte sonido como de metal chocando y chispas salieron del impacto.
-¡CRANEL-SAN!-Nombró Ryuu al chico con el objetivo de advertirle.
Bell volteó rápidamente al Juggernaut y unas afiladas garras iban a su cara.
-¡FIREBOLT!-Gritó rápidamente, saliendo disparado cuando, sin poder creerlo, su magia rebotó.
*¡PUM!*
*¡CRASH!*
Derrapó su cuerpo por la tierra y charcos de sangre.
*¡CLANG!*
La cola del monstruo se acercó peligrosamente a él, quien aún seguía tirado, el joven giró a su costado y la punta de la misma se enterró.
"T-Tengo que ayudarlo pero mis piernas no reaccionan, mi cuerpo no reacciona... tengo miedo... tengo miedo..." decía Ryuu, sujetándose la cabeza con desesperación.
"Volverá a suceder... alguien morirá intentando salvarme...".
Bell se puso de pie y levantó su brazo con la intención de pasar su magia por la hoja, sin embargo... el Juggernaut fue más rápido.
*¡SLASH!*
El brazo de Bell... fue cercenado.
Sin salir de su impresión, él no pudo reaccionar al siguiente ataque.
*¡PUM¡*
Un fuerte golpe, hecho con la cola del monstruo, fue dado en su cuello.
*¡CRACK!*
El sonido de algo quebrándose alertó a Ryuu, sacándola de su estado de shock.
-¡CRANEL-SAN!-Gritó ella, corriendo a toda velocidad hacia donde el cuerpo estaba por caer.
*¡SPLASH!*
Una ola de agua se levantó.
Él... había caído en la conexión con la gran cascada, hundiéndose hasta perderse en lo más profundo del agua.
-¡CRANEL-SAN! ¡NO! ¡NO! ¡NO!-Negaba la elfo, con lágrimas en sus ojos.
-Otra vez... otra vez murió alguien importante por mi culpa... por mi indecisión... para salvarme-Se lamentaba, llorando cada vez más y sintiendo al Juggernaut acercándose pero sin la intención de hacer algo.
Ella... aceptaba la muerte.
Hasta que... algo emergió de los más profundo del agua.
Era una Mermaid de cabello turquesa.
-¿Q-Qué...?-Cuestionaba Ryuu la presencia de aquella monstruo.
De pronto, con ambos brazos, ella sacó el cuerpo de Bell.
-¡Cranel-San!-Lo nombró, sacándolo del agua en su totalidad.
-Su cuello... está roto... ¡PERO SIGUE RESPIRANDO!-Celebró ella.
-La bufanda de piel de Goliath... absorbió el impacto-Se dio cuenta del motivo por el que seguía vivo.
-La canción de un bosque ahora distante. La canción nostálgica de la vida. Por favor, trae la misericordia de la sanidad a aquellos que te buscan... ¡NOAH HEAL!-Cantó lo más rápido posible la elfo para activar su magia de curación y recomponer el cuello.
La Mermaid, tomó una de las dagas de Bell.
-¿Qué vas hacer?-Le preguntó Ryuu.
Ella cortó su palma, haciendo un gesto de dolor tras esto, del agua, sacó el brazo que Bell había perdido.
-Sangre de Mermaid...-Ella entendió lo que hacía.
Unió el brazo y vertió su sangre para que se volviera a unir.
El Juggernaut se acercaba cada vez más a ellos.
-¡Ahhhhh!-Grito Bell, abriendo los ojos rápidamente y volviendo a respirar.
-¡Cranel-San!-Lo abrazó Ryuu.
-¡Bell!-Hizo lo mismo la Mermaid.
-Marie... me salvaste... muchas gracias-Agradeció el peliblanco hasta que el sonido de huesos chocando llamaron su atención.
-Bueno... decir que me salvaste no es del todo correcto-Bromeó.
-¡Cranel-San! ¡Huyamos! ¡Por favor huyamos! ¡No podemos ganarle!-Ryuu trató de convencerlo.
-Tampoco podemos huir de él, no somos tan rápidos, moriremos tan pronto le demos la espalda-Declaró el joven, poniéndose de pie.
-¡Ya vio de lo que es capaz! ¡Morirá si lo vuelve a intentar!-Le gritó la elfo.
-Ese fue un error que no volveré a cometer-Dijo Bell, tomando sus dagas nuevamente.
-Gracias Marie, eres mi heroína, yo me encargaré de esto, puedes irte-Le dijo a la Mermaid.
Ella hizo caso y se sumergió en el agua.
-Ryuu... necesitaré tu ayuda...-Susurró a la dirección de su compañera.
-Y-Yo... Cranel-San, no puedo... no puedo luchar...-Respondió ella, acobardándose otra vez.
-¡DEJA DE RENDIRTE!-Le gritó Bell con fuerza.
-¿C-Cranel-San...?-Nombró con miedo, ya que no esperaba que él le gritara.
-¡DA IGUAL CUÁNDO!-
-¡LA LÍNEA DE PARTIDA SE DECIDE CUANDO QUIERES CAMBIAR O HACER ALGO!-
-Nadie puede decirte que no intentes levantar al cabeza y caminar de nuevo-
-¡¿No es así, Ryuu?!-Le preguntó a viva voz, sin apartar su mirada del monstruo.
-¡¿No es así, monstruo?!-Gritó hacia el juggernaut.
Un recuerdo cruzó por la mente de Bell...
Un hombre.
-Sí....-
-¡¿NO ES ASÍ, ABUELO?!-Finalizó.
-¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!-Corrió para atacar al Juggernaut, el cual hizo lo mismo.
*¡CLANG!*
*¡CLING!*
*¡CLING!*
*¡CLASH!*
*¡CLING!*
Metal y hueso golpeando repetidamente sin titubeo alguno por ninguno de los dos.
-¡NO PERDERÉ CONTRA TI-
Alma y corazón puestos en la batalla con toda la intención de salir victorioso.
-¡TENGO UN SUEÑO QUE CUMPLIR-
La batalla... se había igualado en esa fracción de segundo.
Los golpes continuos y cortes con toda la fuerza que ambos poseían.
-¡NO PERMITIRÉ QUE RYUU VUELVA A LLORAR, NUNCA MÁS!-
*¡SLASH!*
El juggernaut lanzó un corte horizontal.
-¡NO LO HARÁS!-Gritó Bell, lanzando toda su espalda hacia atrás, haciendo así que su cabello fuera lo único en ser cortado.
-¡FIREBOLT!-Gritó, avivando las llamas de su daga.
-¡MI TURNO!-Dijo después y...
*¡SLASH!*
Una pata del monstruo había sido cortada.
*¡GRRRRRAHHHHHHHHHHHH!*
Gritó la lagartija de huesos.
-¡NO HE ACABADO!-Le gritó Bell, acortando la distancia entre ambos.
Con la daga prendida fuego, siguió lanzando ataques.
-¡FIREBOLT!-
-¡FIREBOLT!-
-¡FIREBOLT!-
-¡FIREBOLT!-
-¡FIREBOLT!-
Decía y repetía el nombre de su magia con el objetivo de evitar que las llamas se extingan de su arma.
El juggernaut estaba siendo despedazado por partes.
Trozos de hueso salían disparados a todos lados sin poder hacer algo para contraatacar.
Bell... se encontraba abrumándolo.
En un movimiento rápido, lanzó su cola hacia el cuerpo de Bell.
Este la esquivó.
-¡FIREBOOOOOLT!-
Un nuevo grito salió y levantó la daga de su brazo derecho rápidamente.
*¡SLASHHHHHHHHHHHHHH!*
La punta filosa de la cola fue partida.
*¡CLANG!*
*¡CLING!*
*¡CLING!*
*¡CLASH!*
*¡CLING!*
El intercambio de ataques no se detenía, las cortadas en el cuerpo de Bell se hacían presente cada vez más y su velocidad se reducía.
"Está cayendo en Mind Cero..." Ryuu se dio cuenta de ello por el gasto excesivo de mente al invocar su magia tantas veces.
-¿Q-Qué es lo que debo hacer...?-Se dijo a sí misma, sin poder tomar su espada.
"Ryuu... sálvate..." la voz de Kaguya sonó en su cabeza.
"No olvides tu propia justicia..." Dijo Lyra en una imagen subconsciente.
"Vive..." Finalizó Alise, sonriéndole.
Una gran cantidad de recuerdos inundaban su mente.
Sus momentos felices al lado de su familia, con su diosa, todo antes de... "ese"día.
"-¡LA LÍNEA DE PARTIDA SE DECIDE CUANDO QUIERES CAMBIAR O HACER ALGO!-".
La voz de Bell calló todo ruido dentro de su cabeza.
"Ryuu... ¡LUCHA! ¡SIGUE TU PROPIO CAMINO! ¡YA NO ESTÁS SOLA!" Le gritaron unas mujeres.
Eran las chicas de "La señora de la abundancia"...
Su nueva familia...
Volviendo con Bell.
"Estoy... sintiendo mi cuerpo ligero... no me queda fuerza para continuar..." pensó, con los brazos cansados y vibrantes por el constante impacto.
"Ryuu... espero que... hayas huido... no pude darme cuenta si lo hiciste al estar concentrado en este monstruo..." se dijo a sí mismo, cerrando sus ojos y cediendo la victoria.
*¡SLAAAAAAAAAAASH*
Como si una cuchilla que cortara el viento, la pata con garras filosas del juggernaut se acercó a su rostro.
"Este es el fin... lo lamento... no pude ser el héroe de todos... pero al menos fui el de Ryuu..." finalizó, con una sonrisa de satisfacción.
*¡CLANG!*
El ataque fue frenado.
-¡PELEEMOS JUNTOS CRANEL-SAN! ¡NO ME VOLVERÉ A ACOBARDAR!¡NO PODEMOS MORIR AQUÍ!-Gritó Ryuu con una mirada decidida.
-Ryuu...-La mirada casi apagada de Bell recuperó la luz.
Retomó su posición y apretó con fuerza el mango de sus armas.
-Tienes razón... no puedo morir aquí... tengo que salvarte-Respondió, con cansancio.
-Ryuu... comienza tu cántico... tú acabarás con él, yo te daré tiempo-
Al finalizar esas palabras, Bell se lanzó como un rayo a atacar a esa cosa.
Las chispas entre garras y dagas se hacían presentes cuando ambas chocaban para tratar de herir al otro.
-Esta vez... yo acabaré contigo... no me volverás a quitar nada más...-Dijo Ryuu con una gran decisión.
"En el cielo, sobre un bosque lejano".
Ryuu comenzó a recitar su canto concurrente al mismo tiempo que lanzaba cortes con su espada al mismo tiempo que Bell los hacía con sus dagas, aquellos ataques eran bloqueados por el Juggernaut pero ya no con la facilidad de antes, parecía que la fuerza de la elfo había aumentado.
"Una infinidad de estrellas esparcidas en el cielo despejado".
Continuaba con su cántico, esquivando a una gran velocidad los ataques del juggernaut y contraatacaba con la misma intensidad, mientras que Bell lo arrinconaba e impedía que el monstruo lograra tocar a Ryuu.
"Dale a mi imprudente voz la bendición de la estrella de fuego".
Ryuu de un momento a otro pudo notar como el monstruo retrocedía de miedo, no lograba vislumbrar la posición de la elfo y sus movimientos eran entorpecidos por la fuerza de aquel chico.
"Y otórgale la compasión a aquellos que te abandonaron".
"Adelante viento cortante".
"Viajero nómada que cruza los cielos y el desierto".
El cántico estaba finalizando y la desesperación del monstruo se hacía presente al atacar sin patrón alguno, como un niño haciendo una rabieta.
"Lleva contigo el polvo de las estrellas y destruye a mis enemigos".
Ryuu se posó justo enfrente del juggernaut y un gran brillo se desprendía de su cuerpo, el joven peliblanco supo que esa era la señal para retirarse.
-¡Luminous Wind!-Gritó la elfa y aquel brillo desprendido aumentó su intensidad.
Una gran ráfaga de luz cargó en contra del monstruo, siendo abrumado por la misma, esperando únicamente la estocada final de su verdugo.
"Astrea-Sama... Alise... Kaguya... Lyra..., siempre estaré agradecidas con ustedes por haberme dado un lugar al cual pertenecer... pero es momento de que el pasado ya no me detenga más" pensó Ryuu al alzar la hoja de su espada, mientras una imagen de su anterior familia pasaba por su mente, provocando unas pequeñas lágrimas en sus ojos.
En un rápido movimiento, el Juggernaut fue hecho trizas de una vez y para siempre.
"Este será mi renacer..." pensó la elfo, de pie por unos segundos, para después caer poco a poco por el cansancio.
-Te tengo...-Dijo Bell, tomándola en sus brazos.
-Lo logramos... Ryuu-Agregó a sus palabras.
Los dos se hincaron, su cuerpo ya no daba para más...
Sin embargo... el suelo volvió a temblar.
-¿Qué es eso...?-Preguntó Bell pero fue interrumpido.
-¡CRANEL-SAN! ¡CUIDADO!-Grito Ryuu, empujándolo.
De pronto... el lambton se levantó y abrió su gran boca.
Ryuu, al cual estaba cerca de ser devorada... únicamente sonrió ante la asustada mirada de Bell.
Ella movió sus labios en una palabra incomprensible para el chico.
Él, antes de que la boca de la serpiente se cerrara inclinó su cuerpo adelante y extendió su brazo.
*¡CLAP!*
Agarró la mano de Ryuu y la jaló a él.
*¡PUUUUUUUUUM*
El lambton siguió subiendo.
Detrás de él... dejó un gran hueco en la tierra, en el cual Ryuu se hallaba.
-¡UGHHHHHHHH!-Se quejaba Bell del dolor de sostenerla con un solo brazo, para su desgracia, era el mismo que había perdido y recuperado, por lo que, no se encontraba sano al 100%.
-¡SOSTENTE FUERTE RYUU! ¡VOY A SUBIRTE!-Gritó Bell, jalando con ambos brazos.
Sin embargo, el suelo a su alrededor comenzó a quebrantarse.
-Bell...-Lo nombró Ryuu por su primer nombre por primera vez desde que se conocen, mientras seguía colgando a la intemperie.
Él volteó en su dirección.
La elfo, levantó su otra mano, la que no estaba en un nudo con Bell.
Y... soltó uno de los dedos que la sostenían.
-¿Qué haces...?-Le preguntó él, con miedo.
-Si se queda, ambos moriremos-Respondió ella, soltando el segundo dedo.
-No, Ryuu, no lo hagas-El peliblanco trataba de convencerla de frenar lo que hacía.
-Es la única manera-Contestó, haciendo que la fuerza de dos dedos la separaran de una caída al abismo.
-¡TIENE QUE HABER OTRA MANERA! !NO LO HAGAS!-Gritaba el chico, infundiendo toda su fuerza.
-Bell... los momentos que pasé a tu lado los últimos días... fueron los momentos más felices de mi vida-Dijo Ryuu soltando el agarre y... cayendo al vacío.
-¡RYUUUUUUUUUU!-Gritó Bell desde arriba y viendo como el cuerpo de la elfo desaparecía en la oscuridad.
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"Justo cuando por fin superé mi pasado... al menos... pude salvarte, Bell" pensó, cerrando sus ojos con una sonrisa y lágrimas escurriendo por ellos.
En esa posición, aceptando que la muerte tocara a su puerta, una serie de recuerdos de alguien en especial inundaron su ser.
"Así que... eso era lo que sucedía... lo lamento Syr... tal parece que...".
"Me enamoré de Bell...".
"Aunque... me di cuenta muy tarde, así que ya no tiene importancia".
Concluyó sus palabras.
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-¡RYUUUUUUU!-Gritaba Bell a todo pulmón.
-¡NO TE PERDERÉ!-Gritó, ignorando todo peligro y lanzándose al vacío también.
"Debo alcanzarla... debo salvarla..." pensaba desde el fondo de su mente, de su corazón.
"-Bell... ¿Por qué peleas?-" esa pregunta sonó en la mente del chico.
Esa pregunta que su diosa le había hecho esa mañana.
"-Simplemente recuérdalo, recuerda el por qué peleas, el motivo para dar más de ti-".
-Yo quiero dar más de mi...-
-Yo peleo porque...-
Esas frases eran dichas por sí mismo mientras el viento golpeaba en su rostro, pero aún no lograba ver a Ryuu en caída libre.
"El motivo para dar más de mi...".
"Mi motivo para pelear...".
"Yo quiero...".
"Yo quiero...".
"Yo quiero...".
"Yo quiero...".
En su mente, una mujer apareció.
"En Rivira...".
"En el juego de guerra".
"En el atentado contra la familia Ishtar".
"Y hace poco con los Xenos...".
"Ella estuvo ahí...".
"Ryuu nos ayudó sin dudar...".
"Me dio una mano cuando fue necesaria...".
"Nadie más que ella...".
"Desde el principio...".
Un fuerte ardor que quemaba como mil soles se originó en su espalda.
Un brillo blanco envolvía su cuerpo.
Su resolución.
Su respuesta.
Su nuevo motivo para pelear.
"Yo deseo...".
Apretó sus puños.
"Cranel-San".
"¡CRANEL-SAN!".
La voz de la hermosa hada a la que quería alcanzar era oída fuerte y claro en su mente.
"Bell...".
Respiró hondo.
Abrió su boca.
-¡YO DESEO SALVAR A RYUU!-GRITÓ CON TODA LA FUERZA DE SUS PULMONES.
-¡FIREBOOOOOOOOOOOOOOOOLT!-Invocó su magia, apuntando sus manos a los costados.
*¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM!*
Una fuerte explosión se originó de ello y aumentó la velocidad de caída de Bell.
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*¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM!*
Un estallido desde arriba de la elfo hizo que abriera sus ojos de golpe.
Un mar de llamas color escarlata fue lo único que vio.
-¿Qué es eso?-Se preguntó.
-¡RYUUUUUUUUUUUUUUUUUU!-Gritaron su nombre.
-¿Cranel-San...?-
Al ver la silueta de aquel chico, este la envolvió en sus brazos y cubrió su cuerpo con una tela roja.
Pegada al cuerpo de Bell, enrollada en sus brazos.
(Imagen de referencia para que imaginen la escena).
Bell apuntó su mano derecha al suelo que cada vez estaba más cerca.
Sin importarle dónde estaba o lo que era, sabía lo que debía hacer.
-¡YO SERÉ TU HÉROE!-Gritó, preparando su ataque.
-¡FIREBOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOLT!-
Una gran llama color carmesí envuelta en blanco nació de su palma.
Y...
*¡KAAAAAAAAAAAAABOOOOOOOOOOOOOOOOOM!*
El suelo fue destruido, hecho pedazos.
Varios monstruos semejantes a esqueletos habían sido pulverizados.
La estructura con forma de coliseo quedó hecha escombros.
Y ambos continuaron en caída libre hasta que...
*¡SPLASH!*
Cayeron en agua...
-¡AHHHHHHH!-Gritaron los dos, sacando la cabeza para poder respirar.
Nadaron hasta la orilla de lo que parecía ser un lago.
Bell tenía en sus brazos a Ryuu.
Ella poco a poco abrió sus ojos.
-¿Por qué...?-Preguntó.
-¡¿POR QUÉ ME SALVASTE?!-Gritó con lágrimas en sus ojos, jalándolo de la camisa.
Bell rápidamente la abrazó.
-Porque no quería perderte-Contestó el chico con total sinceridad.
-No soportaría perderte-Agregó, llorando y apretándola con más fuerza.
Ryuu abrió sus ojos en su totalidad, su llanto aumentó.
-Me has salvado muchas veces, más de las que puedo contar con los dedos de mis manos, y me has apoyado cuando más lo necesité... ahora era mi turno de hacer lo mismo por ti, Ryuu-Finalizó, sonriendo con tranquilidad, aunque claro, esto no pudo ser visto por la mujer en sus brazos.
-Eres un tonto... un tonto...-Le decía, enterrando su rostro en el hombro del peliblanco, humedeciéndolo con el salir de sus lágrimas.
"Ahora que te atrapé... no te volveré a soltar" pensó Bell.
Y así pasaron unos minutos sin separarse el uno del otro.
Unos momentos después.
-Estamos en una zona segura, o eso es lo que creo-Dijo Ryuu, temblando ligeramente por el frío.
-Alcancé a ver algo semejante a un coliseo arriba de aquí pero... se destruyó tras la explosión-Informó Bell, temblando igual.
-Bell... si no obtenemos calor, moriremos congelados-Dijo la elfo, un tanto avergonzada, ignorando lo anterior dicho.
-Lo sé... nuestra ropa está empapada-Contestó él.
Ella, con sus mejillas totalmente rojas, hizo un pedido un tanto atrevido.
-Q-Quítate la ropa de la parte superior, y-yo haré lo mismo-Dijo, desviando la mirada.
-¿EH?-Salió de la boca de Bell.
-¡E-ES PARA DARNOS CALOR CORPORAL! ¡SÍ NO LO HA-HACEMOS, MORIREMOS!-Le gritó Ryuu totalmente roja.
-D-De acuerdo...-Respondió el chico, de la misma manera que su acompañante.
Bell retiró su pechera y camisa, Ryuu su blusa rasgada, al igual que la capa verde.
Los dos se acostaron pegados.
-Si abres los ojos, te mataré-Dijo Ryuu, ya que estaba de espaldas a Bell, quien la envolvía en sus brazos y tenía su torso pegado a su espalda, como de "cucharita".
-¡N-No lo haré!-Respondió el peliblanco, cerrando sus ojos con más fuerza.
Los latidos de ambos aumentaron drásticamente.
-Tenemos que descansar... no sabemos hasta cuando esto estará sin monstruos y debemos encontrar un camino de regreso-Informó la elfo.
-Sí...-Concordó Bell.
Los dos cerraron sus ojos, durmiendo profundamente, el cansancio por fin había pasado factura.
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-¡LOS ENCONTRAMOS!-Gritó una voz conocida a la distancia.
-¡Vamos allá!-Gritaron varias mientras corrían a su dirección.
Se trataban de Welf, Aisha, Haruhime, Mikoto, Lili, Daphne, Cassandra y algunos de los Xenos(Lyd y Ray).
Al acercarse, vieron a la pareja abrazados y temblando, sin señal de despertar pronto.
-¡Llevémoslos!-Ordenó Aisha sin tiempo de lanzar una broma por la comprometedora escena.
-Lo logramos, solo debemos regresar-Dijo Mikoto, suspirando.
-De no ser por ese extraño que asesinó a la Amphisbaena en el piso 25, hubiéramos muerto-Contestó Daphne, recordando la figura de aquel hombre que derrotó al dragón de dos cabezas a una monstruosa velocidad y fuerza.
-No le permitió hacer nada, lo apaleó, a un maldito jefe de piso y de la nada desapareció, en fin, volvamos con los demás y larguémonos-Opinó Welf, cargando a su compañero.
La amazona cargó a Ryuu.
"El conejo blanco protegerá a la delicada flor con su propia vida, con su propio cuerpo, de la calamidad venidera, del dolor de los sucesos pasados, no la dejará sola, no la abandonará y ambos se levantarán de las garras de la oscuridad, logrando así iluminar el mundo" recordó Cassandra su premonición al verlos juntos.
Y de esa forma, todos se alejaron con la intención de subir nuevamente después de esa accidentada expedición, la cual, al menos, finalizaron.
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¡Y CON SOLO 2 CAPÍTULOS Y CASI 15,000 PALABRAS FINALIZAMOS EL ARCO DE LOS PISOS PROFUNDOS!.
Y bueno, hasta aquí el capítulo de hoy, espero que sea de su agrado y dejen su apoyo como siempre lo hacen, nos vemos a la próxima.
PD: ¿Qué les pareció? ¿Fue un acierto cortar la parte donde se perdieron en el piso 37 y buscaban como regresar? Lo hice así para no alargarnos demasiado y aburrirlos, espero que les haya gustado.
Buzón de sugerencias y/o comentarios.
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Si desean leer más de mis fic, pueden entrar a mi perfil y ahí encontrarán desde...
Un One Shot en el que se nos relata lo que hubiera sucedido si Bell era cuidado por Alfia, Zald y Zeus ¿Será un futuro feliz? ¿Bell se convertirá en el último héroe como se lo prometió a su madre? ¡Averigüémoslo!
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Otro One Shot sobre una bella historia de amor entre una diosa y un mortal, que toma como punto de partida la película de "Danmachi: la flecha de Orión". Veamos la aventura en la que se embarca nuestro carismático protagonista después de haber perdido a esa diosa que tocó su corazón en muy poco tiempo, de la cual, se tuvo que despedir prematuramente.
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La historia de amor entra una hermosa hada y un conejo con discordia en su corazón tras un suceso inesperado.
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Un fic con un cuarteto amoroso muy raro, BellxTionaxFreyaxHelun.
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Una hermosa historia de amor entre una asesora y el aventurero a su cargo, BellxEina.
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¡Una aventura sin Falna nos espera a nosotros y a nuestro protagonista!.
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Y mi primer y ya finalizado Fic, que va de la pareja de BellxSyr o Freya, el cual parte desde el rechazo de esta misma en el volumen 16 de la novela original, aunque claro... en este fic sabremos lo que hubiera pasado si Bell no la rechazaba, como el título indica.
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Sin más que agregar, yo me despido, espero que se echen una pasada a mi perfil y les agraden las demás historias en caso de no haberlas leído, eso es todo, hasta la próxima mis lectores.
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