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Capítulo 5. Preparativos para la expedición.

El momento de retirarse de "La señora de la abundancia" había llegado. La familia Hestia, con excepción de Bell, se fueron hace unos minutos, ya que tenían cosas que hacer en la mansión de la chimenea, su hogar.

Bell se quedó con Ryuu lavando los trastes, ambos parecían un tanto incómodos pero ocultaban dicha incomodidad con un silencio que se rompía ocasionalmente para preguntar algunas cosas banales sobre como pasaron sus días y lo que habían hecho. Tras lavar el último plato restante, llegó la hora de despedirse.

Los dos salieron del lugar, ella deseaba despedirse de él aunque, desde el fondo, quería que el momento juntos continuara por un poco más.

-Paso a retirarme Ryuu, espero que te encuentres mejor, me preocupa saber que tuvieras fiebre-Dijo Bell, metiendo sus manos en sus bolsillos.

-No tiene de qué preocuparse Cranel-San, s-solo fue una fiebre momentánea-Respondió ella, desviando ligeramente la mirada con sus mejillas impregnadas de un color rojo carmesí, el mismo color que los ojos del chico enfrente suyo.

"No puede saber que en realidad no fue una simple fiebre lo que causó mi baja del trabajo toda la tarde, sería muy vergonzoso que se enterara de que fue por culpa suya que estuviera así" pensó un tanto apenada por tener que mentirle a Bell sobre su propia salud, a pesar de saber que era innecesario hacerlo, quería evitar que se enterara de la verdad.

-Ryuu ¿Te encuentras bien? Llevas un buen rato mirando el callejón-Preguntó el peliblanco, posándose enfrente de ella.

-¿Ah? ¡M-Me encuentro bien!-Contestó Ryuu con cierta rapidez al tener muy cerca el rostro de Bell.

-Me alegro, si por algún motivo llegas a necesitar ayuda, no dudes en pedírmela ¿De acuerdo?, haría hasta lo imposible para ayudarte, así como tú lo haz hecho por mí-Le dijo el chico, sonriéndole tiernamente, como ya era característico en él.

Ryuu sintió como su corazón saltaba ante esas palabras tan puras y llenas de sinceridad, ese joven que llegó hace apenas unos meses y del cual llevaba poco tiempo de conocer, no dejaba de sorprenderla.

-Cranel-San...-Lo nombró, mirándolo fijamente y teniendo un cálido sentimiento dentro suyo.

-Veo que se están divirtiendo juntos...-Comentó una voz detrás de ambos, rompiendo de golpe el ambiente creado entre los dos.

-¡¿SYR?!-Preguntaron ambos con impresión al ver de quien era la voz de la persona que los Interrumpió.

Ambos se separaron y se pusieron cara a cara con la chica de cabello plateado, la cual tenía una sonrisa en su rostro que reflejaba todo menos alegría.

-¿Q-Qué haces aquí Syr?-Preguntó Ryuu con nerviosismo, ya que rara vez mostraba una cara así.

-Veo que se están divirtiendo juntos-Repitió ella, ignorando lo dicho por la elfo.

"¡Volvió a decirlo! ¡¿Por qué parece enojada?!" Se preguntaron al mismo tiempo tanto Ryuu como Bell cuando oyeron nuevamente la declaración de su amiga.

-N-No sucede nada de eso Syr, solamente nos despedimos y hablamos sobre mi salud el día de hoy, nada más-Respondió la chica con la mayor tranquilidad que le fue posible en ese momento.

-E-Es cierto Syr, me preocupaba que Ryuu tuviera algún problema, por lo que le dije que si necesitaba ayuda en algo, no dudara en pedírmela-Concordó Bell con la historia de quien estaba a su lado.

-Oh... ya veo... todavía así, tengo una duda... ¿Por qué se justifican como si hubieran hecho alguna cosa cuestionable?-Preguntó de manera burlona, tal parece que la escena anterior fue solo una simple broma para descubrir la reacción que los interrogados tomarían.

*puf*

Bell y Ryuu se sonrojaron ante esto, tratando de contradecirla pero las palabras simplemente no conseguían salir ni ser expresadas.

-Estoy jugando con ustedes, no tiene por qué ponerse así-Agregó la peliplateada, riéndose ligeramente.

Quienes fueron víctimas del humor pesado de la camarera de "La señora de la abundancia" únicamente suspiraron al sentir la atmósfera pesada desaparecer.

-Lo que sucede es que Mama Mia me pidió que te avisara sobre algo, creo que hay una cosa que quiere contarte y desea hacerlo en este instante, no los interrumpí simplemente porque quisiera-Informó la chica, caminando hacia la puerta del local, volviendo a entrar y dejando solos a los tortolitos.

-C-Cranel-San, tengo que volver, me gustaría quedarme pero...-Se excusaba Ryuu aún cuando era innecesario.

-No hay problema, lo entiendo, al fin y al cabo yo también tengo que regresar a mi sede, debo informarles sobre una visita que me dio el gremio en la mañana, no obstante... me gustaría quedarme un momento más contigo...-Dijo Bell, con el detalle de que esta última parte lo dijo en notó más bajo.

-Cranel-San, ¿Dijo algo más?, no logré escuchar completamente la última parte-Le preguntó al elfo al joven, ladeando su cabeza con confusión.

-¡N-No es nada! Nos vemos mañana, Ryuu, cuídate-Se despidió Bell, evitando así que entren en detalles sobre lo que dijo.

-D-De acuerdo, usted también cuídese, tiene la mala costumbre de meterse en problemas aún cuando no está bien por completo-Se mofó la chica, con una pequeña risita.

-Me gustaría decir que es mentira pero tienes la razón, pareciera que los problemas me persiguen, sin embargo, aún si es así, no dejaré que me detenga de cumplir mis objetivos-Respondió el peliblanco con un tono decidido al igual que una mirada llena de determinación, sin una pizca de duda dentro de su ser.

Ryuu lo miraba atentamente, sintiendo que su ritmo cardiaco aumentaba nuevamente.

Cerró sus ojos y dijo un único comentario.

-Realmente es alguien increíble, Cranel-San...-

-¿Uh? ¿Qué dijiste Ryuu?-Preguntó el chico.

Ella simplemente se dio la vuelta, dándole la espalda.

-No dije nada...-Contestó, con un tono de voz un tanto tranquilo.

Después de esas palabras, caminó unos cuantos centímetros y entró al bar, dejando así sólo al joven.

Él dio un suspiro largo y posó su mano en su pecho, específicamente donde su corazón se ubica.

-¿Q-Qué fue lo que sucedió...?-Se preguntó con un fuerte sonrojo en sus mejillas, consecuencia de escuchar la voz de la hermosa camarera del bar a su costado.

-Desde ese día no puedo dejar de ponerme nervioso cuando estoy con ella ¿Qué es lo que pasa?-Volvió a preguntarse.

-Mejor me voy, debo ignorar esto por el momento-Agregó, sacando la carta del gremio de su bolsillo para verla detenidamente.
-Así que... una expedición...-Finalizó para después irse corriendo a "La mansión de la chimenea".

Dentro de "La señora de la abundancia".

Ryuu entró al lugar y al hacerlo, notó al resto de las camareras, que dicho sea de paso son sus amigas, en silencio y a un lado de la enana Mama Mia.

-¿Qué sucede chicas, Mama Mia? ¿Por qué están tan serias?-Preguntó la elfo con un tanto de nerviosismo.

-Ryuu... algo pasó esta tarde... o mejor dicho, uno de los clientes, mientras bebía, dijo una cosa que puede ser de tu interés, aunque... no te va gustar-Respondió Syr, con gran seriedad en su rostro, gesto extraño viniendo de ella.

El interés y la curiosidad no se hicieron esperar tras esa declaración por parte de la peliplateada.

-Mama Mia... ¿Qué es lo que escucharon mientras dormía?-Esa pregunta se dirigió a la enana, dueña del lugar.

Ella cerró sus ojos y comenzó a relatar lo sucedido.

-Un aventurero llegó con algunos de sus compañeros, tomaron varias cervezas, ordenaron comida y se pusieron a platicar entre ellos. Al parecer acababan de volver del calabozo, específicamente de la zona segura del piso 18 y ahí escucharon a un grupo de aventureros diciendo que cierta persona los había atacado unos pisos más abajo, uno de los integrantes insistía en que una persona en particular lo hizo, incluso dio un nombre, o mejor dicho, un apodo-Contó Mama Mia.

-¿Un apodo...?-Cuestionó Ryuu.

-El apodo que dijeron fue... "Vendaval", agregando que ella se encuentra en la lista negra del gremio-Continuó, con una mirada seria dirigida a su camarera, ella deseaba ver la postura o reacción que tomaría ante la noticia, la cual... no fue nada linda.

El ceño de la elfo se tensó en su totalidad, demostrando un enojo exponencial que únicamente aumentaba con el pasar de los segundos ya que comenzaba a hacerse ideas más y más oscuras.

-Ryuu-nya, están manchando tu nombre-nya-Comentó Anya, acercándose a ella.

Ryuu intentaba calmarse y formularse una idea de lo que sucedía, sobre quién podría ser el responsable de ello y el motivo por el cual esa persona le estaba echando la culpa.

-Yo no tengo el valor moral como para criticar lo que una persona haga...-Dijo con una mirada sombría.

-Ryuu...-Susurró Syr ante eso.

-Pero... no puedo permitir que difamen aún más mi mala reputación... y manchen con mentiras el nombre de mi diosa...-Agregó, con lágrimas bajando por su rostro, lágrimas de impotencia, enojo y una mezcla de sentimientos más.

-Entiendo...-Comentó Mama Mia.

-Sé que he estado inactiva en el trabajo últimamente y no soy quien para pedir un favor, sin embargo...-Esas palabras eran dirigidas hacia la enana por parte de Ryuu.

-No te habría dicho nada en un principio si no tenía pensado permitirte ir a descubrir al responsable de todo-Interrumpió la jefa.

Se acercó a la elfo y posó su gran mano en el hombro de esta.

-Haz lo que tengas que hacer, tómate el tiempo que sea necesario para llegar al fondo de este asunto, solo te tengo dos condiciones...-Dijo Mama Mia.

Expectante a lo que diría, Ryuu la miró con atención.

-La primera condición es que regreses con vida y la segunda que, si necesitas ayuda, la pidas, recuerda que no estás sola, todas aquí te apreciamos y no queremos que te hagas daño ¿Está bien? ¿Puedes prometérmelo?-Finalizó la enana con esas últimas preguntas, dándole una cálida sonrisa.

-Sí-nya, cuídate mucho Ryuu-nya, somos tus amigas y nos preocupas-nya-Dijo Anya, abrazando a la chica en cuestión.

-Si necesitas ayuda para romperle cada uno de sus huesos a quien esté difamando tu nombre, pídeme ayuda y entre ambas haremos que desee no haber nacido-Agregó Lunoire, mostrando su bíceps.

-Lo mismo digo-nya-Chloe estuvo de acuerdo con la declaración anterior e hizo lo mismo que Lunoire.

-Chicas...-Dijo Ryuu, dejando salir más lágrimas que se deslizaban por su fino y bello rostro.

-No estás sola, somos tus amigas al fin y al cabo ¿Verdad?-Dijo Syr, abrazando a la elfo con fuerza.

-Bien, bien, habiendo hablado de esto, creo que es hora de que todas duerman, supongo que querrás partir a primera hora ¿Cierto niña?-Le preguntó Mama Mia a su trabajadora.

-Sí, en serio, muchas gracias a todas, en serio son como mi familia-Respondió la bella elfo con una sonrisa pura, una sonrisa que Syr, Anya y Mama Mia creyeron perdida cuando ella había llegado al bar.

Mansión de la chimenea.

En la entrada de la sede de la familia Hestia, un pensativo chico se encontraba de pie, inmóvil enfrente de la puerta, como si se le hubiese olvidado como abrirla aunque esa teoría era incorrecta por obvias razones.

"Me siento intranquilo todavía... dentro de mi hay un mal presentimiento y sinceramente no tengo idea de a qué se deba" se dijo Bell a sí mismo.

Mientras el chico regresaba a su sede, de la nada, tuvo la sensación de que algo oprimía su pecho, no sabía a qué se debía y eso lo preocupaba de sobremanera.

-Debe ser mi imaginación-Se excusó, dejándolo de lado.

*Toc* *Toc* *Toc*

Tocó a la puerta para que uno de los miembros de su familia le abriera, aún era demasiado temprano como para que todos estuvieran en cama.

Se escucharon algunos pasos acercándose a la entrada para abrir y dejarlo pasar.

-Bienvenido de nuevo, Bell-Sama-Saludó Haruhime, con su traje de sirvienta, el cual usaba siempre que se encontraba dentro de la mansión.

-Buenas noches Haruhime, lamento la tardanza-El chico devolvió el saludo educadamente y se abrió paso.

Ahí fue donde observó a toda su familia, con excepción de Welf, en la sala del lugar, algunos acostados en los sillones, caso de Hestia, la cual había regresado de su trabajo en el puesto de Jagamarukun, Lili, quien leía el periódico con calma y no se había percatado de la presencia del capitán de la familia, y Mikoto, la cual limpiaba su espada.

-He vuelto, lamento haber llegado tan tarde a pesar de que fuimos juntos a "La señora de la abundancia"-Expresó Bell, haciendo que las chicas de su familia se dieran cuenta de su presencia.

Como si a la velocidad de la luz se movieran las dos chicas con menor estatura de la familia, se posicionaron exactamente frente al muchacho.

-¡¿QUÉ HIZO CON ESA CHICA ELFO BELL-SAMA?!/¡¿QUÉ HICISTE CON ESA CAMARERA?!-Le preguntaron al unísono con una voz y una expresión facial amenazante, que infundía miedo en quien siquiera las viera de reojo o las escuchara desde lejos.

-¡¿Q-QUÉ QUIEREN DECIR CON ESO?! ¡SOLO LA AYUDÉ A FREGAR LOS PLATOS!-Respondió Bell con terror y pena, terror por lo amenazantes que su diosa y Lili se veían en ese preciso momento y con pena por recordar lo que habló con Ryuu hace poco tiempo.

-Ya déjenlo en paz, están haciendo una escena-Dijo una voz a la distancia, se trataba de Welf, quien estaba volviendo de su taller.

-Mmmm...-Voltearon a ver al herrero con ojos que tenían escrita la palabra "Muérete" en ellos.

El pelirrojo simplemente tragó saliva.

-No hice nada de lo que se imaginan, Kami-Sama, Lili, en serio no pasó nada fuera de lugar, únicamente lavamos platos, hablamos un poco sobre nuestro día, ella me contó que tuvo fiebre en la mañana y descansó casi toda la tarde, es todo-Informo el joven conejo, sentándose en el sillón.

-Welf, Lili, Mikoto, Haruhime, Kami-Sama, hay algo que debo decirles, es sobre el gremio-Agregó, haciendo que el ambiente de celos que había gracias a la Hobbit y a la diosa.

-¿El gremio? ¿Qué sucede?-Preguntó Mikoto, saliendo de la cocina y posicionándose con el resto de la familia.

-Es sobre esto-Comentó Bell, mostrando la carta que le había sido entregada cuando fue con Eina en la mañana.

-Oh... esto no me huele bien-Opinó Hestia, sobando sus ojos con las yemas de sus dedos.

-¿Uh? Hestia-Sama ¿Tiene idea de qué se trata?-Preguntó Lili a su diosa.

-Verás, tras el aumento de nivel de Bell, ahora nuestra familia subió de rango, tengo entendido, por lo que me ha dicho Hefesto, que cuando una familia sube de rango, normalmente le encargan tareas obligatorias por parte del Gremio acorde a ellas, a ver qué es lo que nos habrá pedido-Dijo un tanto cansada la pequeña diosa, tomando la carta de las manos de su hijo para leerla.

-Eina me dijo que se trata de una expedición, los detalles están en la carta, espero que no pidan cosas muy complicadas de conseguir-Informó el peliblanco antes de que su diosa abriera el sobre de la misma.

-¿Una expedición? C-Creo que Aisha me llegó a contar en algunas ocasiones que son tareas de recolección y estudio de pisos, normalmente lo hacen familias numerosas ya que se hacen al menos en los pisos intermedios-Agregó Haruhime como información extra.

-Al menos pisos intermedios... esto no pinta para nada bien-Expresó Lili arrebatándole la carta a Hestia.

-¡HEY!-Iba a reclamar la diosa hasta que la Hobbit comenzó a leerla y su mirada se tensó de sobremanera.

-Bell-Sama, la expedición es hasta la "Ciudad del agua" en los pisos 25 y 27, nunca hemos llegado hasta allá-Dijo la pequeña soporte, jalando la camisa del capitán de la familia.

-¡¿Piso 27?! P-Pero ¿No es demasiado para una familia recién ascendida?-Opinó con sorpresa el joven aventurero, tomando la carta como Lili lo hizo con Hestia, para comprobar la información.

-Es cierto...-Susurró, confirmando aquello.

-Que Bell subiera a nivel 4 tan rápido hizo que se nos considerara una familia con potencial y pensaran que podríamos llegar hasta allá sin problemas-Comunicó Hestia.

-Esperen un momento, no todo está perdido ¿Recuerdan cuando sucedió lo del Goliath negro hace unos meses?-Dijo con ánimo el herrero de la familia Hestia.

-Sí, aunque no entiendo como se relaciona eso con nuestro caso, Welf-Dono-Contestó la oriental.

-La familia Loki estaba en Rivira por una expedición, sin embargo, también habían miembros de la familia Hefesto con ellos-Les recordó Welf.

-Es cierto, ellos hacían una expedición en conjunto...-Se dijo Bell a sí mismo, retomando la lectura de la carta.

-Aquí dice que podemos invitar a miembros de otras familias para la expedición, el problema es que no deben ser más que los que están en la nuestra, o sea, podemos incluir a un máximo de 4 personas más-Anunció el peliblanco, haciendo que la preocupación disminuyese.

-Esperen, esta es una misión obligatoria, no obtendremos ganancias directas del gremio ¿Quién aceptaría acompañarnos?-Preguntó Mikoto con gran duda.

-Oye, que el gremio no nos pague no significa que no obtendremos ganancias, ellos únicamente piden lo que hay en la lista, sin embargo, no dice nada sobre recolectar más cosas de los pisos inferiores y créeme, con la suerte de Bell ahora conseguir ítems, tanto de monstruos como en el mismo calabozo, sacaremos muchos valis-Respondió Welf, sonriendo y levantando su pulgar, se veía realmente confiado en esa posibilidad ¿Y cómo no estarlo? Ellos conseguían ganancias muy altas tan solo en los pisos intermedios y eso era gracias a la habilidad suerte de Bell.

-Lili piensa que Welf-Sama tiene razón, si en los pisos intermedios las ganancias son altas, en los pisos inferiores serán aún mayores por la zona del gran árbol y la ciudad del agua, ahora hay que pensar en quienes podrían ser necesarios a la hora de luchar, debemos invitar a personas de confianza y que ayuden a complementar al equipo en las zonas que flaqueamos-Expresó Lili, tomando su barbilla y considerando qué opciones hay entre sus conocidos.

-Creo que lo primero sería alguien con magia de curación, no podemos depender al 100% de las pociones dentro del calabozo, menos si no sabemos cuánto tiempo nos tomará recolectar todos los materiales-Opinó Bell.

-También alguien que luche en la parte delantera y otra persona que nos ayude desde la parte trasera para proteger a Lili-Dono y Haruhime-Dono-Sugirió Mikoto.

-Podrías decirle a Ryuu, ella cumple en ambos perfiles ¿No lo crees?-Le susurró Welf a su compañero en el oído.

Este se sonrojó recordando a su amiga.

-N-No estoy muy seguro de que sea buena idea, Mama Mia ya le ha dado demasiados permisos últimamente y nosotros hemos estado aprovechándonos de su ayuda más de lo que deberíamos-Replicó el muchacho, rascando repetidamente su nuca, como si el nombrar a la elfo hubiese tenido cierto efecto en él.

De un momento a otro, cambio su actitud, como si hubiera recordado algo.

-Oigan, Cassandra, de la familia Miach, antes de la familia Apolo, ella es una excelente sanadora-Comunicó Bell al resto de la familia.

-¡Es cierto! ¡También Daphne podría ayudarnos en las líneas traseras!-Expresó Mikoto con alegria, al acordarse de las chicas pertenecientes a la familia del Dios Miach.

-Disculpen... pero creo que Aisha sería una buena opción igual...-Sugirió Haruhime, un tanto bajo, ya que no deseaba interrumpirlos.

-¡Haruhime eres una genio! Aisha podría ayudar a Bell en las líneas delanteras y así Mikoto encargarse de la línea trasera junto con Daphne-Dijo el herrero ante la opción que la renard puso en la mesa.

-Entonces ¿Serán ellas tres? ¿Se les ocurre alguien más?-Preguntó Lili para confirmar a las candidatas.

-Pienso que seríamos suficientes con ellas tres solamente, además, no se me ocurre nadie más que pueda ayudarnos-Comentó Bell riéndose ligeramente.

-De acuerdo, en ese caso, debemos avisarles mañana a primera hora para que nos den sus respuestas lo más pronto posible-Avisó la soporte a todos en la sala.

-Haruhime-Donó y yo podemos ir con la familia Hermes para preguntarle a Aisha-Dono-Se ofrecieron la oriental y la renard a hacer esa tarea.

-Yo me encargaré de tener listo el armamento y las armaduras necesarias para la expedición lo más pronto posible-Dijo Welf, dando a conocer su papel.

-Bell-Sama y yo iremos con la familia Miach y les comentaremos lo de la expedición a ellas dos, también servirá para encargar algunas pociones de curación, de mente y algunas otras en la farmacia azul-Finalizó Lili, completando así los roles que cada uno tendría el día de mañana.

-Creo que es hora de dormir, tal parece que mañana y los días siguientes serán muy ocupados-Opinó Hestia, quien no había hablado durante toda la discusión, lo cual tenía sentido, no es como si ella conociera a muchos aventureros.

-Ustedes descansen, yo iré a la fragua y empezaré a construir las armas-Dijo Welf, retirándose hacia su taller.

-Bueno, quien no esté enferma ente obsesionado con su trabajo, vaya a dormir, ¡Es una orden divina!-Ordenó la pequeña diosa.

-¡Sí Kami-Sama!-Dijo Bell seguido de Lili, Haruhime y Mikoto.

Y de esa forma, todos se fueron a sus habitaciones a descansar y renovar energías.

En la habitación de Bell.

Había pasado un tiempo desde que su diosa los mandó a dormir, él se había retirado su armadura y tomado un baño, ahora estaba recostado en su cama mirando al techo de su cuarto.

"Ah... mañana será un día muy cansado, probablemente también sean de esa forma los siguientes" pensó Bell, suspirando con cansancio por hacerse una idea de lo que se avecinaba.

-Ryuu tiene razón, sí me esfuerzo demasiado, tanto así que no he tenido un descanso como tal desde que llegué a Orario-Se dijo a sí mismo, riéndose ligeramente ante esa innegable verdad.

-Ryuu...-Nombró Bell cuando la imagen de esa hermosa mujer volvió a hacerse presente en su mente.

"-Usted es un humano al que yo respeto, Cranel-San-"

El peliblanco recordó las palabras que la "Hermosa hada" le había dicho después de que se despertara tras la batalla contra Asterius.

Volviendo nuevamente a la realidad, él levantó su mano izquierda, posándola a algunos centímetros delante de su rostro, se preguntarán "¿Por qué la mano izquierda?", simple, fue la que Ryuu tomó en esa ocasión.

-¿Por qué no dejo de pensar en ella?-Se preguntó, sin darse cuenta de que en su rostro se había dibujado una pequeña sonrisa.

A la mañana siguiente.

Mikoto y Haruhime se habían ido a la sede de la familia Hermes para buscar a Aisha desde temprano, justo después de la hora del desayuno, Hestia se fue a trabajar a primera hora como ya era costumbre y, por parte de Welf, él se encontraba durmiendo plácidamente en su taller, encima de varios pedazos de acero y herramientas, cuando Lili y Bell, quienes iban de salida, fueron a verlo y se percataron de ello, decidieron que lo mejor era dejarlo descansar, se notaba que nuevamente se había desvelado por el trabajo.

Mientras Lili y Bell se dirigían a la farmacia Azul con sus objetivos claros, este último pidió un favor a la Hobbit.

-Lili ¿Será posible desviarnos un poco por un momento? Es que quiero ir a "La señora de la abundancia a saludar a las chicas y a decirle a Syr que hoy no podré tomar el bento que muy seguramente me hizo-Preguntó el peliblanco, agachando su mirada a la pequeña soporte a su lado, la cual se veía un tanto feliz, muy probablemente esto se debía a que caminaba junto a él.

La mirada de la chica se tensó ante aquel pedido, queriendo negarse, sin embargo, no tenía forma de hacerlo.

-De acuerdo Bell-Sama ¡Pero no tarde demasiado!-Respondió a secas y con un grito de enojo ante ello, rechistando después.

Tal parece que Lili estaba celosa por lo seguido que Bell iba últimamente a ese bar.

-E-Está bien, no me tardo, ya estamos cerca, además, no nos desviamos mucho del camino-Comentó el peliblanco, intentando calmar a su acompañante.

Tras caminar varios minutos más, llegaron al susodicho lugar.

Pero había un problema... "La señora de la abundancia" se hallaba cerrado.

-Espérame aquí-Avisó el chico, para después golpear ligeramente la puerta del local.

*Toc* *Toc* *Toc*

Tres golpeteos simultáneos y no parecía que recibiría respuesta alguna, hasta que escuchó unos pasos acercándose.

Se abrió la entrada y quien lo había hecho fue ni más ni menos que la misma Syr Flova.

-Oh... Bell, buenos días ¿Estás aquí por tu bento?-Preguntó la peliplateada al darse cuenta de quien era el visitante.

-¿Syr? ¿Sucede algo?-Preguntó él un tanto preocupado.

-N-No es nada, iré por el bento, ya vuelvo...-La chica quiso ignorar el tema pero fue frenada por Bell.

-E-Espera, no vine por la comida, es más, no será necesaria, ya que no iré hoy al calabozo, lo lamento-Le dijo el joven, haciendo que ella frenara su avance.

-¿Quién está aquí? Hoy es día de descanso para mis camareras-Interrogó una voz que ambos conocían bien, claramente era perteneciente a la dueña de ahí.

-B-Buenos días Mama Mia, lamento molestar, no sabía que hoy no laborarían, sólo quise venir a saludar-Respondió Bell un tanto apenado, sin embargo, una pregunta resonaba en su mente con gran intensidad.

"¿Día libre? ¿Entre semana? Eso es realmente extraño..." pensó, sin obtener una respuesta clara.

-Ya veo, eres tú, si vienes a ver a Ryuu lamento informarte que no se encuentra aquí-Comunicó la enana.

-N-No vine solamente a ver a Ryuu, aunque... debo decir que es una sorpresa que no esté, mi intención no es meterme donde no soy llamado, no obstante, me es imposible preguntarme el motivo por el cual ella está fuera ¿A qué se debe?-Lanzó otra pregunta el joven peliblanco, tratando de ser lo más cortés posible y así evitar la furia de la mujer.

-Mira niño, me es grato ver qué hay más gente aparte de nosotras que se preocupan por ella, aún si es así, hay cosas que simplemente no puedo divulgar, solo te diré que ella tuvo un asunto de suma importancia que debía atender lo más rápido posible, no tuve mas opciones que aceptar su partida momentánea-Contestó Mama Mia de manera amable, con el detalle de que en su rostro se notaba la inquietud respecto a ese tema.

-Ya veo... entonces a eso se debe, entiendo, no insistiré, espero que todo salga bien, cuando vuelva regresaré a verla al igual que ustedes, en fin, me retiro, muy pronto mi familia tendrá que embarcarse en una expedición obligatoria por parte del gremio y debemos prepararnos para ella-Informó Bell, no había razón para ocultarlo, si habían personas en las que podía confiar, esas eran las trabajadoras de "La señora de la abundancia".

-Ya veo, así que su familia ha subido de rango, pues felicidades y mucha suerte chico, la necesitarás, ese tipo de misiones nunca son fáciles y el calabozo es impredecible, cuídate mucho, más te vale volver, porque si no, me enojaré por perder a uno de mis mejores clientes-Le dijo la enana de forma un tanto burlona pero era claro que hablaba en serio.

-Tendré cuidado, volveré para probar su deliciosa comida, Mama Mia-Contestó el peliblanco, sonriendo dulcemente, algo típico en él.

Después de esa pequeña plática informativa para ambas partes, el joven procedió a retirar, aunque antes de salir, Syr tomó su brazo.

-¿S-Syr? ¿Sucede algo?-Preguntó con un poco apenado.

Ella mantenía la mirada hacia abajo.

-Bell... si en el calabozo te encuentras con Ryuu... por favor confía en ella, si ves que está en peligro, sálvala... te lo ruego-Pidió la peliplateada, con la voz un tanto quebradiza.

Esto despertó una gran sorpresa en la persona a la que esas palabras iban dirigidas.

-¿Salvarla?...-Lanzó otra pregunta, sin entender a qué se refería.

-Promételo, por favor-Insistió.

Sin saber el contexto de la situación, sin tener mínimamente una idea vaga del significado de esas palabras, él sabía la respuesta que debía dar.

-Prometo que la salvaré si ella está en problemas, así que, no tienes por qué preocuparte-Contestó, sellando así el trato entre ambos.

-Confiaré en ti, así que más te vale cumplirlo-Levantó la mirada, con un gesto de felicidad.

Finalizada su pequeña estancia ahí, Bell salió de ahí, agitando su mano ante las únicas dos personas.

-Bell-Sama ¿Sucede algo? Lili piensa que se ve intranquilo-Opinó Lili al notar la actitud adoptada por el capitán de la familia.

-Es extraño... mi corazón me dice que algo está mal... que alguien está mal...-Susurró, tocando su pecho con la palma de su mano.

-¿Bell-Sama?-Insistió.

-¿Uh? D-Discúlpame Lili, me perdí en mis pensamientos, todo está bien, vayamos a la farmacia azul-Fue la respuesta del peliblanco, ignorando el presentimiento anterior.

Y de esa forma, se dirigieron a cumplir sus tareas.

Unas horas después.

Ya todos habían regresado a la "Mansión de la chimenea", conversaban en la sala de esta misma sobre las respuestas que habían obtenido por parte de Aisha, Daphne y Casandra.

-Aisha-Dono respondió que le encantaría acompañarnos, con el detalle de que ella no pagaría por pociones o cosas de ese estilo, pienso que es una condición justa ¿Qué opinan?-Informó Mikoto mientras Haruhime asentía, confirmando todo.

-Para lo mucho que nos ayudará, está bien, así que una de las candidatas aceptó ¿Cuál fue la respuesta de Daphne y Cassandra?-Preguntó Welf, bostezando tras decirlo, era notorio que acababa de despertarse.

-Cassandra y Daphne igual aceptaron, con la condición de dividir las ganancias a 60 y 40, ya que necesitan el dinero, la familia Miach igual tiene una fuerte deuda, le encuentro sentido a su pedido-Comentó Bell, avisando sobre la propuesta impuesta por ambas.

-Lili cree que es un tanto excesivo, no obstante, es imposible negar lo imprescindible que ellas serían, razón por la cual acepté dicho trato-Agregó la pequeña Hobbit, quien se encarga de las finanzas de la familia, era muy difícil contradecirle en ese aspecto, siendo su fuerte.

-¡Perfecto! Podemos salir mañana mismo, tengo todo el armamento y armaduras listas-Expresó Welf con gran ánimo, algo que contrastaba demasiado con las ojeras debajo de sus ojos, las cuales demostraban mucho cansancio.

-Lili puede ir a avisarles si pueden mañana mismo, de paso puedo encargarme de algunos asuntos pendientes-Se ofreció Lili a comunicarle a sus socios en esta aventura.

-Si estás segura de hacerlo, no veo por qué negarnos, Lili-Dono, te cuento unidad o afuera-Respondió Mikoto amablemente.

Y así fue como la soporte de la familia Hestia se fue, dejando solos a los demás dentro de la mansión.

-Creo que prepararé la cena, así cuando Lili-Sama vuelva podrá comer-Comentó Haruhime, dirigiéndose a la cocina.

-Yo tomaré un baño-Continuó la oriental, con cierta emoción.

-Bell, acompáñame, quiero mostrarte tu nueva armadura, por favor, no la destroces tan rápido como la anterior-Le dijo Welf a su compañero.

-Nunca ha sido es amo intención-Respondió el peliblanco, apenado por siempre destruir lo que el pelirrojo construye.

Taller de Welf.

-Y... ¡Tarán!, aquí la tienes-Dijo el herrero lleno de orgullo al presumir su última obra.

Se trataba de una armadura ligera hecha de Adamantita Dir, o al menos las zonas del centro del pecho y la zona protectora de los hombros de la misma, debajo de ella había una camisa blanca de un material semejante al cuero, al parecer era resistente y evitaba quemaduras aunque ni absorbía de buena manera los golpes, igual un aporte color blanco con acabados en dorado que protegía la zona de su muñeca y parte de su brazo derecho(Siendo esta su mano dominante) y en su cintura, una tela larga, se trataba de piel de salamandra y, una bufanda del mismo color que la piel de salamandra, con el detalle de que esta no solo resistía impactos de magia basada en fuego, igual absorbía golpes.

-¡SE VE INCREÍBLE!-Opinó Bell con lo que parecían ser brillos en sus ojos, era obvio que le había gustado.

-Ven, pruébatela-Le pidió el herrero, acechando al peliblanco.

-¡Si!-Contestó él, tomándola y yendo a cambiarse.

Pasaron algunos minutos y volvió al taller.

-Debo admitir que te ves muy genial, aunque esa espada no te sienta, lo tuyo son las dagas, por eso puse el soporte-Comentó Welf, con una sonrisa que demostraba lo orgulloso que estaba de su trabajo.

-Tienes razón, yo siempre he querido tener una espada, mayormente los héroes tienen esa arma pero ¡Hey! Como dijiste, las dagas son lo mío-Respondió Bell, riéndose y rascando su nuca.

Después de esa prueba, ambos regresaron hacia adentro de la mansión para cenar.

En la habitación de Bell.

La hora de dormir había llegado, el día pasó demasiado rápido, mucho más rápido de lo que podría imaginarse, es increíble lo poco que dura el tiempo cuando estás ocupado.

Retomando los sucesos anteriores, Lili regresó y dijo que ninguna de las chicas tenía problema en iniciar la expidió mañana a primera hora, por lo que, al tener todo preparado, era cuestión de esperar a que la hora llegara.

Bell, nuevamente, no lograba conciliar el sueño, miraba a su techo como la noche anterior, tenía mucho en qué pensar.

El salvar a Ryuu del peligro en el que pueda o no haberse metido.

Su mal presentimiento.

La presión en su pecho.

La confusión en sus sentimientos en los últimos días...

El recuerdo de cierta rubia que poco a poco parecía perder importancia en sus pensamientos por el gran manojo de situaciones que estaba viviendo.

-No importa lo que suceda... si estás en problemas, te salvaré... Ryuu-Susurró, cerrando sus ojos e intentando dormir.

Con Hestia.

La pequeña diosa miraba preocupada la hoja de estado de su hijo, ella lo había actualizado cuando este subió a nivel 4, claramente había ocultado la habilidad especial que Bell tenía por obvias razones.

-Así que... ese encuentro tuvo aún más consecuencias de las que esperaba...-Comentó Hestia.

Bell Cranel
Humano
Nivel 4

Fuerza:I0
Resistencia:I0
Destreza:I0
Agilidad:I0
Magia:I0
Suerte:F
Resistencia anormal:G
Escape:I

Habilidades:
Liaris Freese(Desactivada).
Ox slayer
Argonauta

Magia:
Firebolt: Es una magia sin canto, lo que le permite usarla sin recitar un conjuro

-Espero que nada malo suceda por culpa de esto...-Finalizó con inquietud la pequeña diosa, asentando la hoja original en la mesa de su habitación.

En el calabozo.

Una figura se hallaba de pie al lado de varios heridos, una espada de madera incrustada en uno de ellos y un aura amenazadora desprendiéndose de su cuerpo.


Bueno amigos, de esta forma comienza el prólogo del arco de los pisos profundos que relataré en este fic, muy probablemente dure varios capítulos ya que quiero abarcar bien los detalles, no de manera general como lo hice en los One Shot y como siempre, espero que sea de su agrado el capítulo de hoy y dejen su apoyo, nos vemos en el siguiente capítulo.

Buzón de sugerencias y/o comentarios.

PD: Quiero darle los créditos a XGREENX por los coloreos de algunas de las imágenes, vayan a sus Twitter y encontrarán varios como los usados en esta ocasión. Usaré muchos de esos coloreos y quiero darle sus respectivos créditos por el gran trabajo que hace. También créditos a White Moon Translations, si no conocen la página, vayan a Facebook y la encontrarán.

Twitter de XGREENX:
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Si desean leer más de mis fic, pueden entrar a mi perfil y ahí encontrarán desde...

Un One Shot en el que se nos relata lo que hubiera sucedido si Bell era cuidado por Alfia, Zald y Zeus ¿Será un futuro feliz? ¿Bell se convertirá en el último héroe como se lo prometió a su madre? ¡Averigüémoslo!
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Otro One Shot sobre una bella historia de amor entre una diosa y un mortal, que toma como punto de partida la película de "Danmachi: la flecha de Orión". Veamos la aventura en la que se embarca nuestro carismático protagonista después de haber perdido a esa diosa que tocó su corazón en muy poco tiempo, de la cual, se tuvo que despedir prematuramente.
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La historia de amor entra una hermosa hada y un conejo con discordia en su corazón tras un suceso inesperado.
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Un fic con un trío amoroso muy raro, BellxTionaxFreyaxHelun.
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Una hermosa historia de amor entre una asesora y el aventurero a su cargo, BellxEina.
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¡Una aventura sin Falna nos espera a nosotros y a nuestro protagonista!.
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Y mi primer y ya finalizado Fic, que va de la pareja de BellxSyr o Freya, el cual parte desde el rechazo de esta misma en el volumen 16 de la novela original, aunque claro... en este fic sabremos lo que hubiera pasado si Bell no la rechazaba, como el título indica.
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Sin más que agregar, yo me despido, espero que se echen una pasada a mi perfil y les agraden las demás historias en caso de no haberlas leído, eso es todo, hasta la próxima mis lectores.

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