Capítulo 32. No puedo esperar...
La oscura noche había llegado a la ciudad de Orario. El viento soplaba con delicadeza, un aire gélido que movía las cortinas tras su paso. La habitación en la que este circulaba se llenaba de frío tras la depresión en la temperatura que representaba.
Sí, sin dudas el invierno acecha la ciudad de Orario. El festival de la Diosa que fue realizado semanas antes fue como el preámbulo de esta nueva temporada o época que recibiría el centro del mundo. No faltaba mucho para que la nieve comience a caer y las calles se pinten de blanco.
Pero seguramente esto no es lo que le interesa a los lectores...
Al interior del cuarto antes mencionado, que se ubicaba en la segunda planta de la sede de la familia Dian Cecht, que funge como hospital para aventureros, un par de jóvenes yacían acostados en la blanca cama. Ambos estaban acurrucados el uno sobre el otro. Sus manos se sostenías sin la intención de soltarse ni un segundo.
A pesar de lo que muchos pensarían al estar en esa posición a tan alta hora de la noche, ellos no estaban durmiendo. Todo lo contrario, estaban completamente despiertos sin pizca de cansancio aun cuando tiempo antes se exigieron físicamente, lo cual resultó en heridas muy graves que no escalaron a consecuencias de mayor envergadura.
¿Y cómo no estarían de ese modo? Hace pocas horas recibieron una noticia que los impactó a tal punto que todavía están procesándolo. La noticia de que... serán padres.
Por si no lo recuerdan, el primer segundo en el que Bell despertó tras ese largo sueño, fue a las prisas, auxiliado por Welf y Airmid, hacia la habitación de la bella elfo quien lo esperaba acompañada de sus amigas de "La señora de la abundancia".
Cuando él llegó y la explosión de sentimientos detonó, se abrazaron y lloraron de felicidad al reunirse.
Los minutos pasaron y la calma se presentó en ellos como en el resto de quienes presenciaban la escena del reencuentro entre amantes.
Siendo esa la oportunidad ideal, a Dea saint no se le ocurrió mejor idea que revelar el embarazo de Ryuu, suponiendo que la pareja lo sabía. Esa suposición estuvo lejos en demasía de la realidad.
El bullicio no se hizo esperar y los gritos de confusión, emoción y alegría por parte de los futuros padres y sus allegados resonaron en la sede, haciendo eco en cada esquina.
Por alguna razón, Syr Flova, quien se autodenomina la mejor amiga de Ryuu, era a quien se le notaba más feliz y en parte no tan sorprendida del embarazo, lo cual levantó sospechas en la peliplateada, pero ¿Quién era ella para juzgar?
El resto de las camareras quiso interferir en la conversación, pero fueron rápidamente sacadas por la rubia, quien quería un momento a solas con el albino. Ellas aceptaron y, junto a la sanadora y el herrero, partieron... o eso era lo que hicieron creerles, dado que observaron toda la escena de la resolución entre la pareja respecto a esta noticia que les cambiaría la vida desde una pequeña apertura en la puerta que no fue cerrada en su totalidad.
-Hay que permitir que entren-Declaró Ryuu, separándose del cálido abrazo que su amado le daba.
-Sí. Han de estar igual de felices que nosotros, sería injusto impedirles expresarnos sus buenos deseos-Respondió el conejo, aceptando la sugerencia de su acompañante.
Los ruidos de madera crujiendo y pasos en círculo del otro lado de la puerta se presentaron cuando esta decisión compartida fue oída. Rápidamente las camareras y el herrero despegaron la cara de ahí, poniéndose de pie y alejándose unos cuantos metros para que no creyeran que estaban espiándolos, cosa que en verdad sí hicieron.
Ryuu se acercó a dicho sitio y posó la mano en la perilla, por un breve instante ladeó la cabeza.
"¿Uh? Está abierta..." Pensó extrañada, aunque sin prestarle la debida atención.
Cuando la pieza de madera se apartó de en medio, los cincos individuos se hallaban ahí, recargando sus espaldas en las paredes y silbando mientras desviaban la mirada, en un pobre intento de fingir que todo estaba bien y que les dieron el espacio que pidieron.
-¡R-Ryuu! ¿Cómo va todo...?-Syr fue la primera aún hablar.
-Eres mala mintiendo...-Lunoire puso cara de póker por la reacción exagerada de la peligris.
-Chicas...-La elfo habló.
-Adelante-Agregó, dando un paso al lado para que de ese modo el camino sea despejado y así entren.
En sus mejillas sonrojadas se asomaban las comisuras de sus labios cuando ella sonrió ligeramente al concluir su ofrecimiento.
Las dos chicas gatos, la humana y la Diosa disfrazada de humana aceptaron, caminando hacia ahí.
-Welf, también entra-Bell tomó la palabra e hizo la misma solicitud que su amada, pero dirigida quien considera como su mejor amigo.
-De acuerdo, de acuerdo-Expresó el herrero, sonriendo y dirigiéndose a dicho sitio.
Cuando todos estuvieron listos, nuevamente cerraron la puerta, estando en completa privacidad.
Bell y Ryuu permanecieron de espaldas a esta, quedando de frente al resto.
La antes mencionada los miró fijamente y, luego de suspirar largo y tendido, como se tratara de darse los ánimos para proseguir, habló.
-Antes que nada, como habrán escuchado...-La elfo se posó junto al chico, sosteniéndolo de la mano y jalándola para posarla encima de su vientre.
-Tendremos a dos hijos-Dijeron al unísono.
Las felicitaciones no tardarán en aparecer.
-Amigo, todavía eres muy joven y probablemente Hestia te mate al enterarse, pero sin dudas me alegro de que tu relación haya avanzado tanto. Sin dudas, ambos son tal para cual y no hay nada que me haga más feliz que verlos alcanzando su propia felicidad-Welf fue el primero. Una gota de sudor le bajaba de la frente al comenzar acompañada de nerviosismo y cierto miedo por la reacción que tendría la pequeña Diosa, pero a medida que avanzaba, esto se reemplazaba por alegría pura.
-Welf...-Bell lo nombró.
-Muchas gracias-Ryuu se inclinó ligeramente ante él, agradeciéndole.
-No hay problema. Abandona las formalidades, somos familia ahora. Así que, si necesitan a alguien que lo cuide o construya la cuna de esos niños, cuenten conmigo-El herrero, despreocupado, se ofreció para apoyar en lo que se requiera.
-Significa mucho para nosotros-El albino, orgulloso de considerarlo su mejor amigo, respondió.
El pelirrojo asintió y le cedió el turno a la siguiente persona.
-Chloe...-La nombró la rubia.
-¡No digas nada-nya! ¡Claramente te comiste ese trasero lindo-nya! ¡Mi olfato no se equivocó-nya! ¡Ni siquiera fuiste a invitarme un trozo-nya!-Reclamó la pelinegra.
-¡Chloe!-Le llamó la atención la elfo mientras su pareja se sonrojaba y aclaraba la garganta, evitando cualquier contacto visual.
-¡Ujum! P-Pero no puedo negar-nya... que hay amor entre ambos-nya. Desde que nací no tuve un lugar al cual considerar mi hogar-nya, hasta que las conocí en el bar-nya. Es por eso que... haré mi mejor esfuerzo para que esos niños no pasen lo que yo-nya. Estoy muy feliz de que tú, tonta hada, por fin tengas buena fortuna-nya...-Luego de gritar airadamente su inconformidad y resoplar repleta de enojo, retomo la calma y ahora si le externó sus más puras intenciones a la capitana de la familia Astrea, quien lucía claramente impresionada.
Pequeñas lágrimas se formaron en sus ojos.
-Chloe...-La volvió a llamar y... la abrazó.
-Gracias... gracias...-Dijo, aferrándose a la chica gato.
-No hay de qué-nya...-La susodicha correspondió, frotándole la espalda.
-Ademas, si tienes niños... ¡Podré ver sus traseros desarrollarse-nya! ¡Puah!-Cuando reveló sus negras intenciones, casi al instante, recibió un fuerte golpe en el costado que le sacó el aire.
-¡Guh!-Cayó de rodillas, tomando el sitio del impacto.
-¡No arruines de esa forma el momento!-Recriminó la futura madre, levando el puño que emanaba vapor.
-¡Ugh! ¡Perdón-nya! ¡Es un fetiche-nya que se ha retorcido mucho-nya!-Se disculpó Chloe, pidiendo clemencia.
-A-Amor, solo déjala...-Bell, siendo la voz de la razón y evitando que haya una masacre ahí mismo, la rodeó con su brazo libre y la alejó.
-Te lo ganaste-nya-Dijo Anya mientras cruzaba al costado de su compañera caída. Era su turno de darle las felicitaciones a su amiga.
Avanzaba con el corazón latiéndole a mil por hora. La bella castaña no se caracteriza por ser buena comunicando sus pensamientos mediante palabras, ese don no le fue dado al nacer, lo cual complica en demasía expresarle al resto lo que en verdad quiere decir. Pero... haría su mejor intento.
Se puso de frente a la pareja, juntó sus manos sobre su pecho y agachó la cabeza.
-Y-Yo estoy muy feliz de que Ryuu-nya pueda formar una familia-nya...-Murmuró.
-C-Cuando llegaste al bar-nya... vi en ti lo que yo fui-nya...-Agregó.
-A alguien sumida en el dolor-nya... quien no tenía esperanza ni nyada por qué vivir-nya-Adicionó.
-Es por eso... ¡Que quise ser tu amiga-nya!-Reveló.
-¿E-Eh?-Esto causó confusión en la elfo.
-Yo no tuve quien me apoyara cuando-nya fui abandonada por mi hermano-nya... estuve vagando sola-nya hasta que Syr y Mama Mía-nya me recibieron. Es por eso que... No quise que sufrieras sola-nya. Y ahora que te veo continuando con tu vida-nya... ¡Estoy realmente feliz por ti-nya!-Las lágrimas de la chica gato se derramaban una a una. Ella las secaba con la manga de su uniforme mientras ronroneaba con dificultad por el sentimiento que le provocaba revelar todo eso.
-A-Anya...-La nombró Ryuu, con la voz entrecortada.
-Gracias por ser mi amiga-nya... en serio te lo agradezco-nya...-Proseguía la castaña de la misma manera que antes.
Y, al igual como con Chloe, la rubia no pudo contenerse y la abrazó.
-No... gracias a ti... por estar a mi lado a pesar de la actitud que adopté hacia ti al conocernos. Tú no dudaste ni un segundo en ofrecerme tu apoyo y amistad al conocernos, yo sí. Eres la persona más pura y dulce que he conocido. Sin dudas yo fui quien tuvo suerte de conocerte...-Los delgados brazos de la elfo temblaban mientras el rostro de la chica gato empapaba su pecho al presionarse contra este.
-Ryuu-nya... ¡Prometo que seré la mejor tía del mundo-nya!-La antes mencionada se aferró a su amiga y declaró aquello.
Para alguien que sabe lo que es perder a quienes ama, sin dudas...
-¡Sin dudas los protegeré con mi vida-nya!-.
Conoce el valor que esas palabras representan.
A pesar de todo el dolor que Anya ha sufrido, ella siempre velará por la protección de las personas a las que su corazón alberga.
Y, como esos niños serán retoños de una de sus mejores amigas, sin dudas cumplirá esa promesa.
Luego de la muestra de afecto y amor entre ambas amigas, llegó el turno de Lunoire, quien era la que lucía más relajada de las cuatro.
-Y pensar que tendrías tal impacto en mí que me alegraría tu felicidad, tonta. No hace mucho traté de capturarte por una recompensa y ahora daría mi vida con tal de asegurar tu bienestar, tal como hice al ir por ti y el resto de la familia de este conejo al calabozo. Sinceramente es extraño que me sienta así, fuera de Demeter-Sama, jamás tuve a alguien que me hiciese sentir parte de una familia. Pero cuando Mama Mia nos amenazó por destruir parte de la fachada del bar y nos obligó a trabajar en él... poco a poco lo comprendí. Y hoy en día, se me dificulta imaginarme en otro lugar que no sea "La señora de la abundancia". Si bien ya no trabajas ahí, nunca olvidaré los momentos que compartimos. Felicidades, amiga-Lunoire posó la mano encima del hombro de la rubia y le comunicó su sentir.
-Nuestra relación no tuvo el mejor de los inicios. Pero el desarrollo que ha tenido es inmejorable. Gracias por ser mi amiga, Lunoire-Respondió Ryuu.
La humana sonrió y volteó hacia el conejo.
-Cuídala. Si me entero que llora o sufre, volveré a la labor de asesina y daré inicio la temporada de caza para los conejos-Amenazó, perdiendo brillo en los ojos.
Bell tragó saliva.
-H-Hai...-Contestó.
La castaña asintió y dio la vuelta, retornando a su lugar junto al resto. La siguiente y última era... Syr.
Cuando la peligrosa y la rubia estuvieron de frente la una de la otra, sonrieron. Eran perfectamente conscientes de que las palabras sobraban.
¿Qué podrían decirse que no se hayan dicho ya? ¿Qué sentimiento escondido queda que la otra no sepa ya?
-Ryuu. Esto es lo que quería para ti. Verte con una sonrisa sincera. Que disfrutes la vida que te fue dada y compartas tu existencia con quien tu corazón decidiera amar. Esa noche lluviosa en el callejón, no solo tú fuiste salvada... tú también me salvaste. Sin ti, estoy segura que mi existencia no sería ni cerca lo maravillosa que es ahora contigo en ella. Así que, recorre esta travesía, cumple tus sueños, disfruta el regalo que te fue dado. Tomes las decisiones que tomes, vayas por el sendero que elijas, siempre cintaras con mi apoyo. Eres mi mejor amiga, mi persona favorita y eso jamás cambiará. Has grabado tu nombre en mi corazón y, sin importar los años que pasen, jamás te olvidaré-Vociferó la bella camarera de "La señora de la abundancia" posando la mano en la suave mejilla de la elfo, la cual le sonrió de forma pura. En cada gesto de la futura madre se hallaba un "Gracias". Si esa noche no la hubiesen salvado, su vida habría terminado. Si en ese momento de debilidad no se conocían... posiblemente no estaría aquí y ahora, tan agradecida de que su existencia no haya llegado a su fin.
-Y Bell... cuando Ryuu no pueda complacerte por su embarazo, siempre estaré aquí para ti. Espero aceptes mi ofer...-Syr le guiñaba el ojo al novio de su amiga al mismo tiempo que le daba una propuesta sumamente desvergonzada, al cual provocaba un sonrojo en extremo alto en el conejo. Hasta que un fuerte coscorrón en la cabeza le fue dado.
-¡¿P-Por qué rompes tan emotivo momento?! ¡Tú también quieres robarme a mi hombre como Aisha!-Reclamó la elfo, temblando de furia.
-¡Te~Hee~!-La peligris sacó su lengua y guiñó nuevamente el ojo, adoptando una actitud tonta.
-¡Nada de "Te Hee~"!-Replicó Ryuu.
-Exageras Ryuu. Imagina que Bell tenga ganas de gastar sus energías y tú no puedas ayudarlo en eso. Yo estoy dispuesta a tomar ese papel de ser necesario ¿O acaso prefieres que alguien más lo haga o vaya al distrito del placer?-Puso ese escenario en la mesa la camarera.
-¡Y-Yo no haría algo como eso!-Expresó el albino.
-¡SOBRE MI CADÁVER PISARÁ DE NUEVO EL DISTRITO DEL PLACER! ¡Y TAMPOCO PERMITIRÉ QUE LO HAGA CON ALGUIEN MÁS!-Vociferó vehementemente la bella hada irradiando enojo.
A la distancia, el resto de camareras y el herrero observaban.
-Y yo creí que la más peligrosa serías tú-Murmuró Lunoire, señalando a Chloe.
-Siendo justos-nya, Syr le trae ganas desde que lo conoció-nya. Me sorprende que aceptara si de fácil que Ryuu se lo quedara-nya-La pelinegra opinó.
-¿Qué creías que haría-nya? ¿Secuestrarlo y borrarle la memoria a todos para que se queden juntos-nya?-Anya cuestionó.
-Sí... sin dudas estoy preocupado por esos dos niños. Un tonto sin experiencia en la paternidad. Una madre primeriza que ante la primera señal de celos explota y dos tías con una rara forma de pensar. Eso sin contar al resto de la familia Hestia. Pero... de alguna forma, estoy seguro de que lo sobrellevarán-Comentó Welf, cruzado de brazos.
"Suerte mi amigo, la necesitarás" Concluyó.
En la actualidad. Horas después de lo anterior.
-Seremos padres...-Dijeron al unísono, aún acostados.
-Sí... no importa cuantas veces lo diga, sigo sin creérmelo-Comentó Bell.
-Me llena de emoción y ansiedad ese hecho. Tan solo en pensar que dis vidas se están gestando en mi vientre me... asusta, sin embargo, es mayor mi alegría-Expresó Ryuu, bajando la cabeza por un breve instante para mirarse dicha zona del cuerpo.
Nuevamente regresó la mirada a su novio.
-Sí, es por eso que no quiero alejarme de ti ni un segundo. Estaré a tu lado durante todo el proceso. Es por eso que le pedí a Airmid que durmiéramos juntos. Aunque se haya negado al principio...-Comunicó el joven, acariciándole la mejilla delicadamente.
La elfo comenzó a frotarse con la mano de su amado, como un gato.
-Cuando le dijiste que no deseabas dejarme desprotegida porque sería la madre de tus hijos, mi corazón saltó. Estoy segura de que eso hizo que Airmid aceptara a regañadientes-Dijo Ryuu, recordando el pedido de su amado a la sanadora posterior a que las camareras y el herrero abandonaran el hospital.
Bell rió de forma breve, el pecho todavía le dolía y sus heridas aún no cerraban por completo. El dolor no se disipaba, pero no podía importarle menos ahora que estaba junto al amor de su vida.
El muchacho la abrazaba y mantenía pegada a su cuerpo. Podía sentir su calor al contactar piel con piel. Veía como su pecho se inflaba al respirar y oía el sonido del aire saliendo y entrando por su nariz. Cada pequeña parte de esta hermosa hada le parecía sumamente fascinante. Amaba todo lo que ella era y representaba.
Un minuto de silencio en el que se admiraban el uno al otro reemplazó las ligeras risitas que compartían, dejando en completa quietud la habitación.
-Fue buena idea decirles que no contaran nada ¿Cierto?-Murmuró Ryuu.
-Sí, creo que fue lo mejor. Deben enterarse de tu embarazo por nuestra parte. Aunque no negaré que tengo muchas ganas de gritarle al mundo que la mujer más maravillosa del mundo y yo seremos padres de dos hermosos hijos. Pero me contendré lo mejor que pueda-Respondió el conejo, rascándose el costado de la cabeza y riendo nerviosamente mientras una gira de sudor le bajaba de la frente.
Las mejillas de la elfo se sonrojaron al igual que la punta de sus orejas al oír el modo en que su novio la describía.
"La mujer más maravillosa del mundo..." Repitió mentalmente. Los labios le temblaron y el corazón se le aceleró.
-Sin embargo... me preocupa Anya ¿Es capaz de guardar secretos? No dudo de que se esforzará en lograrlo, pero...-Duda se reflejaba en la expresión el albino cuando pensaba en la chica gato castaña quien no se caracteriza por ser muy inteligente, no obstante, jamás la insultaría debido a ello.
Un escalofrío recorrió desde la base de la espalda hasta la nuca de la bella hada, quien lucía visiblemente preocupada a raíz de esta declaración. Como compañera de Anya por muchos años, no era descabellado que conociera el modus operandi de la misma.
-S-Sé que no es muy buena en ocultar cosas y sus reacciones tienden a delatarla cuando trata de esconder secretos... aunque prefiero darle el beneficio de la duda solo por ser mi amiga y porque me inspiraron confianza las palabras que me dijo respecto a mi embarazo...-Expresó Ryuu, sin disimular la inquietud naciente en su interior y trabándose a medida que hablaba.
-De acuerdo. Si tú lo haces, yo también-Contestó el conejo, entrelazando sus dedos a los de ella.
Las comisuras en los labios de la rubia se curvearon en un gesto dulce y amable, sin quitarle la mirada al objeto de tal emoción agradable que le brotaba del pecho.
Acarició delicadamente el brazo del joven, sus dedos simulaban pasos en aquel sitio mientras se le notaba apenada por alguna razón. Trataba de recolectar valor para dar inicio a una nueva conversación.
-A-Amor... ¿Recuerdas lo que conversamos en Rivira hace u-unos días?-Preguntó.
El albino puso a funcionar ese cerebro empolvado resguardado en su cabeza.
"¿Lo que conversamos en Rivira? Lo que conversamos en Rivira..." Se repitió en busca de la respuesta.
De repente... se ruborizó en demasía.
Tragó saliva y, en un esfuerzo sobrehumano, dijo lo siguiente...
-¿T-Te refieres a hacerlo mientras te...?-Interrogó, siendo interrumpido abruptamente cuando la rubia se percató de a qué se dirigía tan inmoral y cuestionable declaración.
-¡N-No estoy hablando de eso! ¡¿Por qué es lo que recuerdas de ese día?!-Gritó vehementemente, completamente roja, tanto que si se le comparara con una manzana, ella ganaría por paliza.
-¡P-Perdón! ¡Esa noche fue demasiada para mí y es difícil sólo enfocarme en un único suceso!-Expresó Bell, de igual manera que ella.
Ambos agacharon la cabeza. Vapor era emanado desde sus cabezas y el calor en sus rostros aumentaba exponencialmente.
-L-Lo que quise decir es que si recordabas la conversación que tuvimos a la mañana siguiente de que hiciésemos e-eso... lo que platicamos al despertar...-Aclaró Ryuu, retomando la charla y deshaciéndose de la vergüenza pasajera de aquel comentario fuera de lugar proveniente de su amado.
Un foco se encendió encima del conejo. No literalmente, claro está.
-M-Me disculpo por la memoria selectiva que poseo...-Dijo, pidiéndole perdón.
-No te preocupes, por suerte estamos solos y nadie lo escuchó...-Suspiró la bella novia, restándole importancia.
Retomando la calma y aclarando la garganta, la elfo prosiguió con aquello a lo que quería llegar tras su primer cuestionamiento.
-Como iba diciendo... ya que no haz olvidado la conversación que tuvimos, he de mencionar que me sorprende lo mucho que hemos avanzado desde que planteamos la posibilidad de tener hijo hasta, bueno, enterarnos que pronto los tendremos. Lucía tan remonta esa posibilidad hace una semana y ahora es un hecho...-Reveló, juntando sus manos y sonriendo. Estaba repleta de ilusión y ansia del futuro venidero.
-El deseo que compartimos esa mañana... se está volviendo realidad...-Adicionó.
Su suave voz que emitía alegría alteró el corazón del albino, quien se contagió del sentir.
-Es como si hubiésemos sido escuchados...-Agregó la rubia.
-Como si... el destino nos diera lo que pedimos... como si por fin la buena suerte jugara a nuestro favor y el universo quisiese que alcanzáramos esa felicidad que... creía lejana en mis tiempos más oscuros... esa felicidad que tanto tiempo se me denegó... y ahora... contigo a mi lado... puedo saber lo que es disfrutar estar con vida-Finalizó su diálogo la bella hada, quien pausaba repetidamente para tomar aire. Las lágrimas se desbordaban. No eran de tristeza y dolor como en tiempos anteriores.
De repente su cuerpo fue envuelto por los largos brazos de su amado, aquel humano que pintó su vida de colores, reemplazando esa escala de grises deprimentes que pensó que jamás la dejarían en paz.
Su rostro fue enterrado en el pecho del joven, empapándolo de lágrimas.
-A pesar de lo malo que viví... aunque no haya sido fácil... todo me guió hacia ti... y eso ha hecho que valga la pena el sufrir... siento que... estoy recibiendo lo que tanto anhelé... una familia...-Los brazos que rodeaban la ancha espalda de su amado temblaron al concluir.
El impacto que eso tuvo en el conejo protagonista fue tal que era difícil de describir. Ponerlo en palabras sería un insulto para lo mucho que le significaba reafirmar el amor que su hermosa novia le tenía.
-Te prometí que te traería felicidad. También que la compartiría contigo. No eres la única que se siente bendecida porque tu sola existencia provoca esa emoción en mi. Ryuu... gracias por existir y resistiría hasta nuestro encuentro. Sin ti en mi vida... no sé lo que haría-Expresó, posando la mano en la nuca de su chica y acariciándola delicadamente mientras los latidos de su corazón fungían como una dulce armonía para ella, quien pegaba su oreja en el pecho de quien le dio un mañana.
El cuerpo de la elfo se relajó. La paz que le traía estar junto a él lo ameritaba.
Despegó la cara del pecho de éste y lo miró fijamente, inclinando la cabeza.
-Querido... mantengamos esta felicidad por el reto de nuestros días. No... ¡Por toda la eternidad! Formemos esa familia que tanto añoramos-Pidió.
Bello limpió la humedad en las mejillas de la hada.
-Así será. Esa ha sido mi intención desde que decidí unir mi existencia a la tuya-Respondió.
Sus frentes se acercaron y chocaron. Ambos sonrieron repletos de deleite, cerrando los ojos y dejándose llevar.
Tras esto se separaron unos centímetros e hicieron contacto visual.
-Te amo-Dijeron al unísono, para después sellar sus labios con un dulce y tierno beso.
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Minutos después.
Acurrucados junto al otro, con Ryuu siendo abrazada desde la espalda, la conversación nocturna a altas horas de la noche no cesó.
-Amor ¿Crees que sean dos niños, dos niñas, o uno de cada uno?-Interrogó la elfo, posando ambas manos en su vientre y mirando dicha zona.
Las manos del conejo estaban sobre las de ella, acompañándola en esto.
-Humm-Bell vio fijamente al delgado y plano abdomen de su amada que en unos meses comenzara a crecer, pensando en una respuesta.
Como un padre primerizo, no conoce qué factores físicos en su pareja determinan el sexo de los niños, por lo que no podía dar un veredicto 100% acertado.
-¿Creer? Es difícil de determinar, quizás Airmid pueda decírnoslo al cabo de unos meses. Sin embargo, si tuviera que elegir...-.
-¿Tal vez niños?-Guiándose meramente por su opinión personal, contestó.
La espalda de la rubia se enderezó.
-¿Uh?-Eso extrañó al chico.
-N-Niños, dices...-Musitó la joven.
-Sí ¿Por qué?-Cuestionó la pareja.
-Es que... tienen que ser primero un niño y una niña...-Murmuró Ryuu de manera frívola, espantando al futuro padre.
-¿P-Por qué específicamente en ese orden?-Preguntó, curioso por la imperturbable decisión de su chica.
Ella rápidamente lo encaró, frunciendo el ceño.
"¡¿Qué fue lo que dije?!" Gritó internamente.
-Esto habíamos acordado, tonto-Ella infló su mejilla y regresó a su posición.
"-Quisiera tres hijos... Dos niñas y un niño...-".
Recordó la conversación en Rivira posterior a la consumación del acto.
-Entonces... ¿Niño y niña? No niego que sería ideal, pero, de no ser así ¿Qué te gustaría que fuesen?-Interrogó el conejo.
-Si no son niño y niña primero. Entonces me gustaría que fuesen dos niñas-Contestó la elfo.
Ryuu giró en la cama para estar frente a frente con él.
-Si son dos niñas, las nombraré Alise y Ardee. Después nos esforzaremos mucho para así tener más hijas y las nombraremos Kaguya y Lyra. Y así continuaremos hasta bautizarlas con todos los nombres de mis amigas. Por lo que tendremos que dar todo de nosotros-Lucía decidida y sin pizca de vergüenza al declarar ese deseo.
-¿T-Todos? P-Pero Ryuu, en tu familia eran más diez y si contamos a Ardee y al niño que también planeamos, eso daría un total de doce hijos-Bell palideció, mientras contaba con sus dedos la cantidad de hijos que su pareja preveía para el futuro.
Ryuu se ruborizó al percatarse de ese pequeño gran detalle. Tanto que el ánimo por las nubes que poseía al relatar su intención de tener múltiples hijos se apaciguó.
-T-Tienes razón, estoy exagerando...-Dijo.
-Jeje... supongo que para cumplirlo deberé esforzarme mucho-Habló Bell, rascándose la nuca y riendo nerviosamente. No le arrebataría el sueño a su amada por algo tan cutre como "El cansancio". De ser necesario, hará honor a su apariencia de conejo.
No había sección de piel en la elfo que no se sonrojara ante eso.
-L-Lo estaré esperando...-Respondió.
Hubo una breve pausa hasta que Bell rompió el hielo.
-Alise y Ardee son nombres lindos, no me desagrada la idea de ponérselos a nuestras hijas-Opinó.
-Sí. Aunque Kaguya y Lyra se enojarían si supiesen que pensé primero en esos dos antes que los de ellas-Comentó la rubia. La imagen de la oriental y la Hobbit discutiéndole airadamente y muy malhumoradas por la decisión apareció en su cabeza.
"Les prometo que tendré hijas, muchas" Pensó.
-Lo bueno es que, de ser niñas, o una niña solamente, ya tenemos una idea de qué nombres ponerles. Ahora, sí es un niño o en su defecto gemelos ¿Cómo los llamaremos?-Bell sostuvo su barbilla, interrumpiendo el hilo de pensamiento de su amada.
-Sí, como la posibilidad es latente, sería descabellado no tener un plan de ser esa la situación-Concordó Ryuu.
-Ryuu, si fueran gemelos varones ¿También te emocionaría?-Esa duda en el conejo fue comunicada.
-¿Eh? ¡Claro que sí! Sé que dije que preferiría un niño y una niña o gemelas, pero así sean varones, los amaré tanto como te amo a ti. ¿Qué madre no amaría a sus hijos?-A la bella hada le ofendió ese cuestionamiento.
-Comprendo. Fue una pregunta tonta-Comentó Bell. El sudor le bajaba de la frente.
Tras esa breve "discusión" prosiguieron.
-Respecto a nombres de niños, no se me ocurre ninguno. No ha habido otro hombre tan importante en mi vida que no seas tú-Declaró la rubia.
-D-De hecho... yo he tenido dos en mente desde que hablamos sobre tener hijos en Rivira-Reveló el albino.
-Aunque, jeje... es vergonzoso debido a que son de héroes de cuentos-Agregó.
-No tienes por qué avergonzarte, amor. Los cuentos que leíste y lees son los que te inspiraron a convertirte en lo que eres ahora. Son merecedores de tal señal de respeto y cariño, por lo que sin dudas aceptaría cual quiera que te pareciese idóneo-Sin burlarse ni ningunearlo, al contrario, reconfortándolo, Ryuu le dijo.
Al ver el apoyo recibido por parte de su amada, Bell decidió hablar.
-Si bien mi héroe favorito es Epimetheus... Argonauta fue el que más ha marcado mi camino como aventureros. Así que... "Argo" sería perfecto... También pensé en "Sieg" porque su travesía al matar al dragón fue de lo más emocionante que mi abuelo me leyó-Confesó.
De repente el relato comenzó. Bell se explayó al hablar de los cuentos de donde los dos nombres provenían. Si bien Ryuu ha oído mil y una vez las historias, no le cansaba escucharlo nuevamente. Mientras él tuviese esa elocuencia, alegría y brillo en los ojos al contarlo, podría estar ahí horas y horas.
Pasaron varios minutos hasta que cesó.
-Son perfectos. El pequeño Argo o Sieg suena muy lindo-Ryuu posó las manos nuevamente en su vientre.
Bell hizo lo mismo.
-Sí... sin importar nada, amaremos a estos niños que vendrán a bendecirnos-Expresó.
-Saber que dos visas están formándose dentro de mi es... un sentimiento indescriptible. Aún no los conozco y ya los amo...-Dijo la rubia, acariciándose el abdomen cuidadosamente.
Bell, como antes, la abrazaba desde atrás.
Sus manos se posaban encima de las de su amada, que todavía se hallaban en aquel sitio donde esos nuevos seres nacerían a su debido tiempo.
Pasaron las horas y el cansancio les pasaba factura. Las actividades en la sede de la familia Dian Cecht cesaban, dejando un silencio abrumador en los alrededores.
Mientras los ojos se cerraban para adentrarse al mundo de los sueños, ambos tuvieron el mismo pensamiento.
"No puedo esperar... para que estén con nosotros, mis amados niños...".
Finalizaron, durmiéndose.
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Bueno, hasta aquí el capítulo de hoy, espero que sea de su agrado y dejen su apoyo como ya es costumbre.
En fin, déjenme sus opiniones.
¿Cómo estuvo el capítulo? ¿Sí les gustó?
Buzón de sugerencias/opiniones/comentarios.
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Un One Shot en el que se nos relata lo que hubiera sucedido si Bell era cuidado por Alfia, Zald y Zeus ¿Será un futuro feliz? ¿Bell se convertirá en el último héroe como se lo prometió a su madre? ¡Averigüémoslo!
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Otro One Shot sobre una bella historia de amor entre una diosa y un mortal, que toma como punto de partida la película de "Danmachi: la flecha de Orión". Veamos la aventura en la que se embarca nuestro carismático protagonista después de haber perdido a esa diosa que tocó su corazón en muy poco tiempo, de la cual, se tuvo que despedir prematuramente.
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La hermosa Lefiya nos acompañará en este One Shot junto al conejo en una aventura que tendrá de todo. Amor, drama, todo lo que engloba a esta pareja tan dispareja.
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La historia de amor entra una hermosa hada y un conejo con dudas nacientes en su corazón tras un suceso inesperado.
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Un fic con un cuarteto amoroso muy raro, BellxTionaxFreyaxHelun.
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Una hermosa historia de amor entre una asesora y el aventurero a su cargo, BellxEina. ¿Su amor podrá superar el consejo que le dan a las asesoras sobre no enamorarse de los aventureros a su cargo? ¡Averigüémoslo!
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¡Una aventura de un héroe sin Falna le espera a nuestro protagonista! ¿Qué pruebas y dificultades habrán en su camino sin la bendición de un dios? ¡Descubrámoslo!
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Y mi primer y ya finalizado Fic, que va de la pareja de BellxSyr o Freya, el cual parte desde el rechazo de esta misma en el volumen 16 de la novela original, aunque claro... en este fic sabremos lo que hubiera pasado si Bell no la rechazaba, como el título indica.
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Sin más que agregar, yo me despido, espero que se echen una pasada a mi perfil y les agraden las demás historias en caso de no haberlas leído, eso es todo, hasta la próxima mis lectores.
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