Capítulo 2. Un nuevo día un tanto extraño.
Sede de la familia Hestia, a la mañana siguiente.
-Sí que le dieron una buena golpiza a Bell, no es para menos viendo el rival al que enfrentó, es un milagro que siga vivo-Opinó Welf, con cierta frustración al no poder ayudar a su compañero.
-Ni que lo digas, si no fuera por la batalla contra Wallen-lo-que-sea habría tenido más oportunidad, o al menos eso pienso, en fin, ahora debe estar descansando-Respondió Hestia, con cierto enojo hacia la hija de Loki.
-No podemos echarle toda la culpa a la princesa de la espada, era obvio que esto iba a suceder, debemos agradecer que las cosas hayan salido como lo hicieron-Contestó el herrero hacia su diosa, tratando de bajar los humos de la misma.
-Welf-Dono tiene razón, para lo difícil que fue la situación, las cosas salieron muy bien, los Xenos volvieron a la zona segura dentro del calabozo, ya no estamos en el ojo del huracán con el gremio y con la ciudad, además de que la familia Loki aceptó apoyar a los Xenos si los ayudaban a la eliminación de Evilus, o mejor dicho, sí demostraban ser una fuerza de ayuda para la protección de Orario-Comentó Mikoto, realmente feliz por los buenos resultados de esta aventura llena de sentimientos encontrados y problemas.
-De acuerdo, tiene razón, en fin. Oigan ¿Esa chica elfo sigue cuidando de Bell? No quiero tener problemas con Mama Mía por estar acaparando a su camarera-Dijo Hestia, sintiendo un ligero escalofrío al recordar a quien es dueña de "La señora de la abundancia".
-Sí, aún si le dimos pociones a Bell para curarlo, no ha sido suficientemente y Ryuu se ha encargado de él-Le respondió Haruhime a la pequeña diosa.
-A Lili le preocupa su estado físico, pero le preocupa aún más su estado sentimental después de ese enfrentamiento con quien Bell-Sama dice amar-Expresó la pequeña hobbit. Al parecer ellos habían querido ignorar ese tema por obvias razones.
-Bell es alguien muy sensible y emocional, de seguro no la estará pasando bien ahora o por un tiempo más, así que no toquen el tema al menos que él desee hablar de ello ¿De acuerdo?-Ordenó Hestia, tratando de ser lo más empatía posible con la situación de su hijo.
-No tiene que decirlo dos veces Hestia-Sama. En realidad ni siquiera tiene que decirlo-Respondió Welf, susurrando la última parte.
-¡Bien! Sabiendo esto, tomemos un merecido descanso después de tantas emociones-Dijo con tranquilidad la pequeña diosa, estirándose como si estuviera recién levantada de su cama.
-Yo tengo que hacerle una mejor armadura a Bell, siento que se pudo evitar más daño a su cuerpo si la armadura hubiese sido mejor, no permitiré que eso vuelva a pasar, es lo menos que puedo hacer por mi amigo, iré a la fragua, nos vemos para la cena-Respondió el pelirrojo, dirigiéndose a su centro de trabajo.
-Yo visitaré a Takemikazuchi-Sama y a mis amigos ¿Vienes conmigo Haruhime?-Expresó Mikoto, dirigiendo la última pregunta a la renard.
Ella solo asintió aunque parecía tener duda en sí, ya que volteó a ver por un momento la puerta de la habitación de Bell con un rostro que demostraba cierta preocupación.
Dejando solas a Lili y a Hestia, ambas dijeron con cansancio.
-Vamos a tener un problema muy grande con esa pecho plano/Loki-Sama..-
Ellas parecían ser las únicas conscientes de los problemas que desencadenarían los actos de la noche anterior, sabiendo de sobra que Aiz es la favorita de esa diosa pelirroja.
Mansión crepúsculo.
Había pasado toda una noche completa desde el incidente con los monstruos inteligentes y la batalla del chico peliblanco contra aquel minotauro que le causó tantos problemas a la familia Loki hace tan solo unos días.
En el despacho de Finn se encontraban los ejecutivos de la familia Loki además de la Diosa misma, todos con un rostro preocupado por varias razones.
-Esa niña aún no vuelve... toda la maldita noche sin rastros de ella-Dijo Riveria, con el ceño fruncido.
-Tal vez fue al calabozo, conociendo como era hasta hace un tiempo, no me sorprendería-Opinó Gareth, el enano, rascando su barba.
-Espero que no, en ese estado mental, tras ver a Bell defendiendo a esa vouivre hace unos días, sería peligroso para ella-Comentó Finn.
-¡Ese maldito niño de la camarona! ¡Si por su culpa mi Aiz está así lo voy a matar!-Gritó Loki con sus pequeños ojos inyectados en furia.
-Ya Loki, silencio, tenemos más cosas de las cuales hablar además del berrinche de Aiz-Dijo Riveria, dándole un golpe en al cabeza a su diosa y rompiendo así todo el ambiente.
-¡Auch! ¡No tienes por qué pegarme mamá!-Le recriminó Loki, sobándose la cabeza tras el golpe.
-Entonces deja de decir tonterías, además ¿A quién le dices mamá?-Contestó la elfo de cabellos color jade, frunciendo el ceño mientras hacía esa pregunta.
-Como les iba diciendo, al parecer aquellos monstruos, los Xenos, están dispuestos a ayudarnos con el asunto de Evilus. La familia Hermes y la familia de Dionysus nos prestarán su apoyo cuando nos movamos para llevar a cabo el plan-Informó el hobbit.
-Ese asalto a Knoss suena demasiado arriesgado, no sabemos lo que nos puede esperar, ese maldito dios debe tener un plan muy bueno si ni siquiera tú haz podido descifrarlo-Comentó Gareth, chasqueando la lengua con enojo.
-Hablé con Urano y parece ser que los Xenos podrían recolectar información sobre lo que sucede, así que tenemos una gama más amplia de opciones con ellos estando todo el tiempo dentro del calabozo-Dijo Loki, con un rostro sorpresivamente serio para la Diosa embaucadora.
Finn tomó su barbilla, estaba sonriendo ligeramente ante ello.
-Me alegra ver que llegar a ese acuerdo con ellos fue beneficioso-Expresó el capitán de la familia.
-Sí, sin embargo, aún debemos pensar como se lo diremos a Aiz-Dijo Riveria, cambiando el estado de ánimo de un solo golpe.
-Ya sé, ya sé, esa es la parte más difícil, aunque...-Decía Loki hasta que varios pasos se dirigían hacia el despacho de Finn.
*¡PAM!*
La puerta fue abierta de golpe.
Esto tomó por sorpresa a las 4 personas dentro de la habitación.
-¡Loki-Sama! ¡Riveria-Sama!-Dijo con apuro cierta elfo de cabellos color naranja.
-¿Lefiya? ¿Qué sucede? ¿Por qué entras así?-Preguntó la alta elfo a su estudiante.
-¡Aiz! ¡Aiz regresó!-Informó Lefiya, tratando de tomar aire.
Esto pareció ser motivo suficiente para que ellos abandonaran la platica que estaban teniendo y así posponerla para otro momento.
Mientras se acercaban a donde Tiona, Tione, Raúl, Aki y Aiz se hallaba, notaron algo que los sorprendió de sobremanera.
-A-Aiz... ¿Qué sucedió con "Desperate"? ¿Por qué está partida en dos? Se supone que es indestructible-Le preguntó Finn, incrédulo ante lo que sus ojos veían.
Según la familia Goibniu, "Desperate" es un arma que no se puede romper por su propiedad "Durandal".
Aiz, ante la pregunta, frunció el ceño, tal parece que el motivo de ello no era algo de lo que ella deseara hablar porque le causaba cierto malestar.
-Aiz, contesta ¿Dónde estuviste toda la noche? ¿Qué sucedió?-Preguntó Riveria con seriedad en sus palabras.
-En el calabozo... estaba en el calabozo-Contestó sin emoción alguna.
-Aiz ¿Qué fue lo que pasó con Bell Cranel?-Cuestionó Gareth, suponiendo que su estado de ánimo actual se debía a algún roce con aquel chico.
-¡¿Qué te hizo ese sucio humano?!-Interrogó Lefiya con una furia desenfrenada al imaginar que Bell le había hecho algo a la pelidorada.
-No les incumbe...-Respondió, con una mirada afilada y apartando a quienes la rodeaban.
-¡Aiz! ¡Cuéntanos lo que sucedió! ¡Es una orden divina!-Gritó Loki, haciendo que ella frenara en seco.
-¿Q-Quieren saberlo?-Preguntó Aiz con cierto temblor en su voz y lágrimas en sus ojos, además de que apretaba con fuerza sus puños.
-Aiz...-Susurró Lefiya.
-Yo... yo no lo puedo perdonar... él puso primero a un monstruo en vez de a mi, prefirió salvar a esa maldita vouivre a pesar de que fuera muy difícil para mi estar luchando con él... no lo puedo perdonar ¡EN SERIO NO LO PUEDO PERDONAR!-Gritó la pelidorada con cólera, mirando al suelo mientras pequeñas lágrimas salían recorrían sus mejillas y caían hacia el suelo.
Esto dejó pasmados a los presentes, no daban crédito a la forma de actuar de la princesa de la espada, aquella imperturbable máscara de muñeca se había quebrado.
-Pensé que él era diferente... en serio lo creí...-Agregó.
-Estás equivocada, de muchas maneras estás equivocada-Le dijo Tiona, mientras se acercaba a ella.
-¿Uh?-Preguntaron todos ante esa declaración.
-Él trató desesperadamente de convencerte sin tener que recurrir a un combate ¿No es verdad?-Interrogó al amazona.
-¿T-Tiona?-Preguntó la hermana de dicha amazona.
-Tal vez no me creas, pero vi con mis propios ojos como esa "Maldita Vouivre" salvó a una pequeña niña que estuvo apunto de ser aplastada por varios escombros-Informó la menor de las hermanas.
Aiz abrió sus ojos de sobremanera.
-Fue en ese momento donde comprendí lo que Argonauta-Kun intentaba hacer, por ese pequeño instante, enfrente de mi, no vi a un monstruo, solo a una pequeña con miedo a ser dañada-Agregó Tiona, recordando aquel encuentro con Wiene.
-Tiona, ya basta...-Decía Finn, tratando de frenar el habla de la miembro de su familia.
-Es por eso que, él no tiene la culpa de nada, aún si nos cuesta aceptarlo, debemos comprender que, así como existen personas malas y personas buenas, existen monstruos buenos y monstruos malos-
-Lo único que Argonauta-Kun quiso hacer fue mostrárnoslo, sin embargo... las cosas no salieron como debían ¿No es así, capitán?-Preguntó.
Finn suspiró.
-El Dios Ikelos... él tenía capturados a los denominados Xenos, los usó para causar estragos en la ciudad, Ikelos era parte de Evilus...-Informó Finn, revelando esa verdad.
-Esa vouivre no tuvo la culpa, simplemente fue una víctima-Agregó Gareth.
-No puede ser...-Susurró ella.
-No puedo creerlo...-Agregó.
-Me niego a creerlo...-Continuó.
-Un monstruo me arrebató lo que más amaba, no permitiré que eso vuelva a suceder-Dijo, apretando sus dientes.
-Y cuando eso suceda, cuando por fin cumplas tu venganza y cumplas tu objetivo ¿Qué harás?-Preguntó Riveria, tratando de hacer entrar en razón a su "hija".
-¿Qué haré...?-Se cuestionó.
-Si al llegar a ese punto, tras rechazar el apoyo de los demás por tú forma necia de pensar y no logras tu objetivo ¿Qué harás?-Volvió a decir la alta elfo.
-Espero equivocarme, ya que sería poner en juego la vida de un joven que tiene mucho por vivir, sin embargo ¿Estás consciente que Bell será alguien importante a la hora de la batalla final contra el dragón negro? Si no muere antes, claro está, nunca sabes cuando la muerte puede tocar a tu puerta-Comentó Gareth.
-Bell... importante contra el dragón negro...-Se dijo a sí misma, imaginando tal escena.
Tragando saliva, dijo esa palabra que no lograba salir de sus labios.
-¿M-Morir?-
-Sí, es una posibilidad, aunque, como Gareth te iba diciendo, él será alguien importante en esa batalla, también esos monstruos con los cuales quieres acabar, si antes claro, reciben la aprobación de las personas, Urano no desea arriesgarlos-Agregó Loki a lo dicho por el enano.
-Personalmente, no me agrada la idea de Urano, no obstante, he de admitir que son importantes para derrotar a Evilus y problemas futuros-Continuó la Diosa.
La princesa de la espada se había tranquilizado al ver el panorama completo de las cosas.
-Evilus planea hacer un ataque a gran escala y será pronto, requerimos su ayuda-Comentó Finn.
Tras algunos segundos sin obtener respuesta, ella habló.
-De acuerdo... si es de ese modo... puedo tolerarlo-Respondió aunque no mostraba emoción alguna por la idea.
-De acuerdo, me alegra saber que contamos contigo-Opinó el Hobbit en respuesta a lo dicho por la princesa de la espada.
-Sí, si me permiten, quiero estar sola-Dijo Aiz, alejándose de ellos.
-Aiz...-Lefiya trató de ir detrás de ella.
-Espera, déjala sola, necesita espacio-Dijo Riveria, tomando del brazo a su aprendiz.
Después de este pequeño momento de tensión, todos se separaron y regresaron a sus rutinas.
Riveria, quien estaba en silencio y mirando hacia abajo de manera pensativa, susurró.
-Debes apagar esa llama oscura, Aiz, si no, consumirá a todo lo que quieres hasta que no te quede nada-
Tras ello, caminó nuevamente la despacho de Finn para así continuar con el plan del capitán de su familia sobre como frenar a Evilus.
Mansión de la chimenea, caída la tarde.
Nos encontramos en la habitación de Bell, en donde este último se encontraba, al lado de él, estaba cierta elfo que trabaja en "La señora de la abundancia", quien se encargaba de esperar a que despertara.
Ella parecía preocupada en sobremanera por el estado del chico, tanto así que pidió a la diosa de su familia que ella misma se encargara del tratamiento, a pesar de no ser alguien que esté 100% conectada con la magia de curación.
Cada cierto tiempo usaba su magia "Noah Heal" para sanar el cuerpo del joven peliblanco, hasta llegar al punto en el cual estaba perfecto.
El único motivo por el que no se había ido aún era porque... Bell estaba teniendo pesadillas.
Sí, Bell estaba susurrando varias palabras mientras permanecía dormido.
Se disculpaba en su mayoría.
Lleno de sudor y agitado decía "Lo lamento" o "Perdón" en reiteradas ocasiones.
Ryuu, al ver esto, trató de calmarlo pero estaba siendo inútil cualquier intento de ello, hasta que no le quedó más remedio que hacer algo más.
Tomar su mano.
Cuando lo hizo, ella sintió un fuerte apretón, sin embargo, este fue reduciendo en fuerza con el pasar de los segundos hasta que simplemente la sujetaba de manera tranquila.
Y fue en ese instante donde por fin se calmó, después de varias horas.
Cuando Ryuu trató de soltarse para regresar a "La señora de la abundancia" antes de que Mama Mía la asesinara por faltar al trabajo sin avisar, Bell volvió a apretar su mano.
Esto sorprendió a la elfo, quien entendió el mensaje tras unos segundos.
Él no quería estar solo.
Y de esa forma, pasaron unas cuantas horas más hasta que por fin Bell daba indicios de despertarse.
Abriendo los ojos lentamente, sintiendo como los rayos del sol, que estaba apunto de ocultarse, golpeaban en su rostro.
Al tenerlos entrecerrados, provocando así una visión un tanto borrosa, se topó con una figura a su lado y sosteniendo su mano.
-¿U-Un hada?-Preguntó, antes de que sus ojos lograran enfocar a la persona a su costado.
-N-No soy un hada, Cranel-San-Dijo con cierto nerviosismo la elfo, desviando ligeramente su mirada con cierto sonrojo en sus mejillas.
Bell, al reconocer la voz que había dicho aquello, bajó su mirada hacia su mano izquierda.
Sus mejillas comenzaron a sonrojarse y volteó en la dirección de la elfo.
-¡L-Lo lamento!-Gritó mientras la soltaba de repente.
-No tiene por qué disculparse Cranel-San, no es culpa suya, yo fui con lo tomó de la mano-Dijo ella, tratando de calmar al chico tras su actitud.
-¿T-Tú fuiste?-Preguntó mientras se ponía de pie.
-Sí, lo lamento, parecía estar teniendo pesadillas y solo eso funcionó-Contestó ella poniéndose de pie de igual manera que el joven.
-Ya veo...-Respondió Bell ante ello, recordando unos breves momentos de lo que soñaba.
Esa escena que se repetía en su mente, su batalla con Aiz y todo el manojo de nervios y sentimientos que hubo en él durante eso.
-Perdón por haberte orillado hasta eso, Ryuu, sé que a ustedes los elfo no les gusta que toquen su piel-Se volvió a disculpar.
-No hay problema... usted es...-Dijo Ryuu al mismo tiempo que volvía a tomar la mano de Bell.
Esto sorprendió al chico, sin embargo, no se resistió.
-Usted es un humano al que yo respeto, Cranel-San-Agregó la elfo, regalándole una hermosa sonrisa al joven.
Bell estaba realmente sonrojado por ello, no sabía que decir o como reaccionar ante ello.
-A-A-A, E-Esto...-Trataba de hablar el chico pero las palabras simplemente no salían.
Ryuu no comprendía la reacción de Bell hasta que cayó en cuenta del ambiente que había en el cuarto.
Sus orejas se tintaron de rojo al igual que sus mejillas.
-L-Lo lamento Cranel-San, dije cosas muy extrañas-Se disculpó la chica, soltando instintivamente la mano de Bell.
-N-No hay problema... m-me es grato saber que tengo el respeto de alguien como tú, Ryuu-Contestó Bell, sonriendo dulcemente hacia ella.
Tras esto, ambos recuperaron la calma.
-Creo que es momento de que me retire, Mama Mía me debe estar esperando-Comentó Ryuu.
-Sí, tienes razón, no deseo imaginarme lo que sucederá con Mama Mía, si lo deseas, puedo ir a decirle lo que sucedió, así el castigo no será tan severo... o al menos eso creo-Dijo Bell como sugerencia, estando preocupado por su amiga ya que la dueña de dicho lugar no era alguien muy tolerante que digamos.
-No se preocupe Cranel-San, yo me encargo, usted debería comer, ha dormido por todo el día, me imagino que tiene hambre-Respondió la elfo y, curiosamente, al finalizar, un sonido provino del estómago del chico.
*Grrrrr*
Eran correctas las suposiciones de la chica.
-C-Creo que tienes razón, Ryuu jeje-Expresó Bell, riéndose con vergüenza por aquello.
-Eso noto-Dijo Ryuu con una pequeña risita, cosa muy rara en ella.
-Nos vemos luego, Cranel-San-Agregó.
-Nos vemos luego, Ryuu-Dijo el joven peliblanco de igual manera.
Y tras esa pequeña despedida, Bell por fin quedó solo en su habitación. (Todo se nubla a su alrededor).
Tras unos segundos pensando en lo que acababa de suceder, por fin salió de su habitación, donde fue recibido por su familia, quienes habían regresado de cumplir sus asuntos. Todos menos Welf, quien aún no salía de su taller.
Bell, quien se moría de hambre, comió como nunca antes, tanto así que fácilmente se podría decir que subió unos kilos en una sola comida.
Caída la noche.
Welf seguía en su taller, sin sentir el paso del tiempo, se encontraba realmente concentrado en su trabajo hasta que un pequeño golpe en la puerta del mismo lo sacó de su mundo.
-¿Uh? ¿Ya es de noche?-Se preguntó.
*Toc* *Toc* *Toc*(Penny)(A ver quien entiende la referencia).
Se volvió a escuchar el golpeteo en la puerta
-¡Pase!-Gritó el herrero.
Tras la permisiva, la puerta se abrió.
Se trataba de Bell.
-¿Bell? ¿Qué sucede?-Le preguntó su amigo.
-Welf... hay algo que quisiera preguntarte-Dijo el peliblanco.
-¿Uh? Claro, dime ¿Cuál es tu pregunta?-Respondió el pelirrojo.
Después de tomar una pequeña pausa, al parecer trataba de estructurar bien su pregunta, habló.
-Welf...-
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-¿Qué sucede cuando a quien creías amar no resulta ser la persona que pensabas?-
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Bueno amigos, hasta aquí el capítulo de hoy, espero que sea de agrado suyo.
Se viene la plática de hombres con el "Siempre ardiente".
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Si desean leer más de mis fic, pueden entrar a mi perfil, ahí encontrarán desde...
Un One Shot en el que se nos relata lo que hubiera sucedido si Bell era cuidado por Alfia, Zald y Zeus ¿Será un futuro feliz? ¿Bell se convertirá en el último héroe como se lo prometió a su madre? ¡Averigüémoslo!
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Un fic con un trío amoroso muy raro, BellxTionaxFreya
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Una hermosa historia de amor entre una asesora y el aventurero a su cargo, BellxEina.
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¡Una aventura sin Falna nos espera a nosotros y a nuestro protagonista!.
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Y mi primer y ya finalizado Fic, que va de la pareja de BellxSyr o Freya, el cual parte desde el rechazo de esta misma en el volumen 16 de la novela original, aunque claro... en este fic sabremos lo que hubiera pasado si Bell no la rechazaba, como el título indica.
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Sin más que agregar, yo me despido, espero que se echen una pasada a mi perfil y les agraden las demás historias en caso de no haberlas leído, eso es todo, hasta la próxima mis lectores.
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