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En el capítulo anterior.

A la distancia, la pelirroja, Revis es su nombre, se alejó.

-Vendaval...-Recordó el apodo de dicha aventurera.

Una imagen fugaz cruzó en su mente.

Sacudió su cabeza, la cual dolía.

-Tengo trabajo que hacer...-Decidió ignorar lo anterior y se sumergió en los adentros del calabozo.

"Ese "Pequeño novato" estuvo en Rivira... en aquella extraña tumba... debí acabar con su vida cuando lo vi... mi error..." Ella recordó la ultima vez que se lo topó en el piso 18. (Nota del autor: Checar el capítulo 11 para entenderlo).

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En la actualidad.

-¡Vista arriba, Bell!-Gritaba Ryuu mientras blandía su espada con velocidad hacia el peliblanco.

*¡CLANG!*

Las dagas de Bell bloquearon el tajo que rebanaba el viento a su paso, absorbiendo el impacto aunque retrocediendo ligeramente por la fuerza infundida en ese ataque.

*¡CLANG!*

El chico cambió la trayectoria de la espada, sorprendiendo a la elfo en el proceso.

*¡SLASH!*

En un rápido movimiento lanzó un corte hacia Ryuu pero esta lo esquivó antes de que siquiera el aire empujado por el pasar de la daga chocara en su rostro.

"¡Es muy rápida!" Pensó Bell con su postura desequilibrada por el ataque anterior.

La peliverde, como si de una delicada y delgada hoja se tratase, se alejó un par de centímetros, tomando la distancia necesaria para su siguiente movimiento.

Con su contrincante inclinado hacia adelante y únicamente manteniendo un pie en el suelo ya que el otro se levantó por la inercia del corte con su daga, Ryuu dirigió su espada a dicho lugar.

*¡PAM!*

La pierna de Bell fue empujada a un lado.

Su cuerpo se dirigía poco a poco al suelo al no tener ningún miembro que lo mantuviese de pie.

"Bien pensado Ryuu... Pero tengo más trucos de los que crees" Sonrió con una pizca de arrogancia.

-¡FIREBOLT!-Gritó, apuntando al piso.

-¿Eh?-La elfo, quien estaba apunto de dirigir la punta de su espada a la frente del chico, soltó ese quejido.

*¡BOM!*

La explosión creó una onda expansiva que lanzó el cuerpo de Bell hacia atrás. Además, levantó tierra y de ella se originó polvo que impedía ver de forma fácil los alrededores.

El chico cayó de espaldas y sin tiempo para reponerse, pensó en su siguiente estrategia.

Se puso de pie rápidamente.

Ryuu, quien estaba despistada, agudizó su sentido auditivo para saber de qué lado vendría el contraataque.

"No cometeré el mismo error que con Hedin" Pensó, dibujando una pequeña sonrisa en sus finos y delgados labios.

En un breve periodo de tiempo consiguió escuchar el crujir de una rama.

"Aquí viene" Se dijo.

*¡CLANG!*

*¡CLANG!*

*¡CLANG!*

*¡CLANG!*

Chocaban armas a una velocidad mayor a la que el ojo humano puede percibir, aunado a la nube de polvo que cubría a los espectadores, si es que hubiese uno.

*¡CLANG!*

*¡CLANG!*

-Eres muy fuerte, Bell-Dijo Ryuu con su respiración un tanto agitada pero sin permitirse retroceder ante el combate.

-Lo mismo digo, soy nivel 5 y tú 4, y aún así no parece haber mucha diferencia entre nosotros-Declaró el peliblanco, intentando conectar un golpe.

*¡CLANG!*

*¡CLANG!*

*¡CLANG!*

El choque entre dagas y espadas continuaba a un ritmo acelerado, nadie regalaba nada.

-¿Sabes por qué te pedí este combate?-Preguntó la elfo.

*¡PAM!*

Con la fuerza de sus piernas, se impulso hacia atrás, dejando un cráter en donde antes yacía.

Estaban cara a cara, preparados para el siguiente movimiento de su oponente. Un par de metros los separaba.

-Quería ver si soy merecedora de subir a nivel 5-Agregó Ryuu, desprendiendo un brillo verde.

-¡De acuerdo! ¡Corresponderé a tus deseos!-Declaró Bell con una mirada retadora.

*¡ZOM!*

Ryuu desapareció de la vista del muchacho.

"Si la batalla fuera en igualdad de condiciones, hubiese perdido desde el momento en el que decidió tomar la batalla en serio" Se dijo a sí mismo

-En el cielo de un bosque ahora distante-Pronunciaron esas palabras desde la espalda de Bell.

En un borrón esmeralda, un golpe fue dirigido a él.

*¡CLANG!*

Y, tan rápido como llegó, se fue.

"Canto concurrente, qué habilidad más fuere..." Pensó, intentando descifrar el sitio en el que la elfo atacaría nuevamente.

Se quedó quieto con los ojos cerrados, dándole más carga a sus demás sentidos.

Una brisa golpeó en su rostro, moviéndole el cabello.

Abrió de repente sus ojos.

*¡CLANG!*

Al lado contrario del que aquella brisa provino, bloqueó el ataque de Ryuu.

-Estrellas infinitas dispersas en el interminable cielo nocturno-

Desapareció nuevamente cuando su ataque no dio en el blanco.

"Vamos Bell, predice los movimientos, Ryuu quiere que luches con todo lo que tienes, contenerme en este momento la haría pensar que la subestimo" Se echó alientos.

Su mano comenzó a emanar un brillo blanco característico de su habilidad argonauta.

-Responde a mi insensata voz, dame ahora la protección divina de del fuego estelar-

Por el segundo que se tomó en cargar "Argonauta" bajó su guardia.

*¡PUM!*

Un choque de armas nuevamente se presentó.

-Apenas pude defenderme-Dijo, frunciendo el ceño.

*¡PAM!*

Desvío a su costado izquierdo tanto sus dagas como al espada de Ryuu.

Las campanadas dejaron de escucharse y el brillo desapareció.

-Dale la misericordia de la luz a quien te abandonó-

El cántico continuaba, contrario a el caso de Bell.

*¡ZOM!*

Ryuu desapareció nuevamente, corriendo en distintas direcciones.

Un objetivo inmóvil es hombre muerto dentro del calabozo.

Pero a Bell no le importaba, él también buscaba ganar algo en este combate.

-Debo aprender a defenderme, no siempre tendré la velocidad como ventaja-Susurró, sintiendo los brazos vibrando por los constantes bloqueos al haber tajos de la espada de Ryuu.

-Dale la misericordia de la luz a quien te abandonó-

A lo largo de dicha oración, se percibía una confianza aún mayor en las palabras al igual que una entonación mayor.

*¡SLASH!*

Un corte se dirigió a la pierna derecha de Bell pero logró esquivarlo a duras penas.

El pantalón se rasgó aunque la extremidad se mantuvo intacta.

"Eso estuvo cerca".

-No puedo activar Argonauta, a la primera oportunidad que ella tenga, me derribará-Se dijo a sí mismo, presentando atención a su alrededor.

-Ven, viento errante, el viajero errante-

*¡SLASH!*

Otra vez el tajo ascendente fue esquivado a las justas por Bell, quien aprovechó la cercanía de su oponente y se decidió a atacar.

*¡CLANG!*

*¡CLANG!*

*¡CLANG!*

Nadie conseguía dañar al otro, se anulaban tanto en magia como en combate cuerpo a cuerpo.

La diferencia de nivel no lo es todo.

La técnica y experiencia al enfrentar rivales más fuertes también son factores a tener en cuenta cuando una batalla se presenta.

-Cruza el cielo y corre por el desierto, corre más rápido que cualquier otra cosa-

"¡Está por terminar!" Bell se dio cuenta de que el cántico se aproximaba a su final.

*¡CLANG!*

*¡CLANG!*

*¡CLANG!*

*¡SLASH!*

A pesar de que no tenía ni un instante para concentrarse, Ryuu continuó fija en su objetivo.

La magia, al igual que la habilidad "Argonauta", requieren una mente en blanco y concentración de su uso, de no ser así, podría dispararse a cualquier parte o, en el mejor de los casos, simplemente no funcionar.

-¡Imbuye la luz del polvo de estrellas y destruye al enemigo!-La elfo alzó la voz, preparándose para la privación final.

Esas dos sencillas palabras que darían inicio a la ráfaga de rayos a su objetivo.

-¡FIREBOLT!-Gritó Bell.

Varias rayos color escarlata se dirigieron a ella.

-¡LUMINOUS WIND!-Finalizó Ryuu y varios rayos salieron alrededor de ella.

*¡BOM!*

*¡BOM!*

*¡BOM!*

*¡BOM!*

*¡BOM!*

Varias explosiones hicieron temblar el lugar en el que su "Entrenamiento" tenía lugar.

Cada una de ellas representaba el alcance de un objetivo frente a ellos.

La magia firebolt, la ráfaga de Luminous wind. Cada una llegaba a un destino.

-¡FIREBOLT!-

-¡FIREBOLT!-

-¡FIREBOLT!-

-¡FIREBOLT!-

Bell, desesperadamente, intentaba bloquear cada ataque mágico que pudiese golpearlo.

Su propia magia explotaba al contacto con la de Ryuu.

*¡BOM!*

*¡BOM!*

*¡BOM!*

*¡BOM!*

-No creo que esta sea la única estrategia que Ryuu emplearía, debe de...-Antes de completar su hilo de pensamiento, la velocidad de los rayos de Luminous Wind se vio aumentada exponencialmente.

*¡BOM!*

*¡BOM!*

*¡BOM!*

*¡BOM!*

-¡FIREBOLT!-

-¡FIREBOLT!-

-¡FIREBOLT!-

Se sentía acorralado.

De pronto... se detuvo.

Humo y ceniza se elevaba hacia más denso el ambiente.

La respiración de Bell se agitó, su corazón latía en demasía por lo que el retumbar del mismo imposibilitaba prestar atención a sus alrededores ya que, tanto vista, como olfato y audición se veían interrumpidas.

*¡SLASHHHHHHHH!*

Alguien cortó la espesa nube.

Era Ryuu.

Con su capa color verde cubrió su rostro al taparse con su antebrazo izquierdo.

Alf's Lumina era sostenida por su mano derecha.

Bell levantó sus dagas y cubrió su flanco delantero.

De repente, ella extendió ambos brazos, abriendo su capa por completo.

Un par de espadas cortas se dirigieron a Bell.

-¡Demonios!-Dijo, intentando evitar que estas se enterraran en él.

*¡CLANG!*

*¡CLANG!*

Consiguió cambiar su trayectoria, logrando que se clavaran en el césped.

Sin embargo... Perdió de vista a Ryuu.

*¡PAM!*

Una fuerte patada dio en las piernas de Bell desde detrás de las mismas.

Su cuerpo se elevó un par de centímetros.

Y eso no era todo, la mano de Ryuu lo agarró del cuello de la camisa, empujándolo hacia abajo como si de un costal se tratara.

Los ojos de Bell vieron como pasaban de observar la pared delantera a irse poco a poco moviendo hasta el cielo azul.

*¡PUM!*

Su espalda golpeó con el suelo, sacando el aire de su pecho.

-¡Gah!-Ese ligero quejido provino de él.

Ya en el piso y sin ventaja, Ryuu se posó de pie frente a él.

-Gané-Dijo, sonriéndole con una pizca de orgullo.

Bell suspiró.

-Sí, creo que es así...-Al responder, se impulsó con ambas manos a los costados y se acercó a ella.

-¿Qué...?-Los ojos totalmente abiertos de la peliverde reflejaron su impresión a la hora de ver el desplazamiento del muchacho hacia ella.

Bell, como una especie de tijeras, empujó arriba y abajo pero a direcciones contrarias.

*¡PAM!*

Cayó sentada, sus posaderas dolieron tras esto.

Luego de aquello sus muñecas fueron sujetadas con fuerza.

Y el resto de su espalda se estrelló en el césped.

*¡PAM!*

Cerró sus ojos por el dolor.

Al abrirlos de nuevo, sus pestañas se separaban y, con los rayos del sol resplandeciendo y deslumbrándola, vio a Bell encima de ella.

-Creo que es un empate-Dijo el muchacho, soltándole las muñecas y posando sus manos a cada costado de la cabeza de Ryuu.

Sonrió con total tranquilidad, como si no se percatara de la peligrosa posición en la que estaban.

Ella se sonrojó por completo, incluso sus orejas adoptaron ese color rojizo de sus mejillas.

-E-Eto... B-Bell...-Lo nombró con nerviosismo.

-¿Qué pasa Ryuu? De pronto de pusiste roja-Preguntó Bell, ladeando la cabeza.

La elfo no dejaba de mirarlo.

Él volteó a abajo y por fin entendió en al comprometedora disposición en la que se hallaba.

Nota del autor: Algo así, solo tengo esta imagen de referencia con Eina.

-¡P-PERDÓN!-Gritó, intentando levantarse mientras el rubor se extendía por su rostro, sin embargo, al tener entrelazadas sus piernas con las de Ryuu, perdí el equilibrio y se fue adelante.

*Pam*

Sus palmas chocaron otra ocasión con el piso, no obstante, ahora era diferente.

Sus caras...

La distancia entre ambas era muy corta.

Tragaron saliva por lo tenso de la situación.

En sus mentes resonaba una pregunta.

"¿Qué debería hacer?".

Sus respiraciones eran sentidas por el contrario.

Mentirían si dijeran que no querían hacerlo que qué se imaginaban.

Sin embargo... ¿Es idóneo?.

"¡Al demonio! ¡Somos novios!" Los dos dijeron eso al mismo tiempo en el subconsciente.

Exacto ¿Por qué contenerse? Son pareja y los besos son cosas de pareja.

Acercaron sus labios lentamente.

Sus miradas deseosas delataban sus anhelos más profundos.

Mua

Se dieron un tierno beso que duró un par de segundos.

La suavidad de los labios de Ryuu.

La delicadeza con la que se unía a los de Bell.

El temblor en los mismos al sentir el rose entre los del antes mencionado.

Podrá tener 21 años pero sigue siendo una chica sin experiencia en el amor... la igual que su amado.

Gracias a esto se podría decir que son experiencias nuevas tanto para uno como para el otro.

Están descubriendo un nuevo mundo.

Se separaron a tomar aire.

-Se supone que sería un entrenamiento-Dijo Ryuu para posteriormente soltar una risita.

-Y lo fue, solo estamos tomando nuestra merecida recompensa-Contestó el joven, riendo de igual forma.

Se quedaron en silencio un instante, sus expresiones demostraban sus deseos.

Sin necesidad de pedirlo o expresarlo, se volvieron a acercar.

Antes de besarse por segunda ocasión... Los interrumpieron...

-¿Ara~? ¿Al aire libre? Son unos pervertidos-Opinó Astrea, viéndolos desde la puerta que daba al patio donde entrenaban.

La elfo rápidamente tapó la boca de su pareja.

Volteó a donde su diosa yacía de pie observándolos con una sonrisa burlona.

-¡N-NO ES LO QUE PIENSA ASTREA-SAMA!-Ambos se levantaron en un abrir y cerrar de ojos.

-¿Are? No sé de qué hablan, solo vine a avisarles que el desayuno está listo-Contestó la diosa, dándose la vuelta de regreso a los adentros de la mansión.

Frenó antes de cruzar la puerta y giró ligeramente a donde los dos amantes se mantenían sin mediar palabra.

Les echó una mirada antes de hablar.

-Aunque... no creo que comida sea lo que quieran desayunar-

-¡¿EHHHHHHHHHH?!-Humo salió de la cabeza de Bell.

-¡NO DIGA ESAS COSAS ASTREA-SAMA!-Reclamó la peliverde.

-Fufufufufu ¡Adiós!-Y Astrea desapareció.

-¡Ugh!-Se quejó Ryuu con remolinos en sus globos oculares.

Y fue así como el entrenamiento matutino de casi 6 horas entre el conejo y la hada finalizó en un empate técnico.

Aunque claro, esa no fue la conclusión que ellos esperaban.

De pronto, Astrea regresó.

-Por cierto, en unas horas vendrá Finn. Quiere hablar sobre... "Ese" asunto, así que espero que no se vayan de aquí hasta que sepamos la información-Su actitud poco seria cambió drásticamente al darles la noticia.

Bell y Ryuu se vieron mutuamente y asintieron.

-De acuerdo, Astrea-Sama-Respondieron al unísono, entrando a la sede.

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Perspectiva de Aiz, en las calles de Orario.

Cierta chica de cabello dorado caminaba por la ciudad de Orario.

En ella se percibía una aura deprimida y cierto cansancio debido a las ojeras que se asomaban por debajo de sus ojos, las cuales tenían cierto color morado.

La noche anterior fue una de las más difíciles que Aiz Wallenstein había experimentado desde hace mucho tiempo.

Un día atrás, en la tarde.

Retomando los sucesos ocurridos la tarde de ayer, en los cuales podemos resaltar la dolorosa escena que presenció a escasos metros de ella, podemos concluir que su actitud y expresiones reflejaban el daño dentro de su ser debido a esto.

Luego de huir sin mirar atrás, simplemente se dirigió a la "Mansión crepúsculo" para encerrarse en su cuarto.

Con dolor en su pecho y su mente nublándose, solo pudo repetirse varias preguntas en la cabeza mediante una pequeña versión suya que la acompañaba en este tipo de soledad.

-Dejaste ir a nuestro héroe-Dijo la mini Aiz, sentada en el borde de la cama un tanto decaída.

Su versión real asintió mientras se abrazaba las rodillas y hundía el rostro en sus muslos.

-Nos equivocamos... Fuimos guiadas por nuestro odio a los monstruos, echamos combustible a nuestra llama negra y eso nos alejó de alguien importante para nosotras-Repitió la niña, con gotas deslizándose por sus mejillas y cayendo en el delgado vestido con el que contaba.

-Sí...-Respondió la "Princesa de la espada" a su yo del subconsciente.

Ella también lloraba amargamente, solo que las lágrimas se ahogaban al igual que sus casi inaudibles quejidos.

-Pero... Nuestra madre... Padre...-Con dificultad, habló.

-¿Recuerdas lo que nos dijo mamá Riveria? Cuando logremos estar cara a cara contra el dragón negro y este sea derrotado... ¿Qué haremos? Sí, posiblemente recuperemos a nuestra madre pero... ¿Y las demás personas? Quienes nos ayudaron a sobrellevar el dolor o nos extendieron una mano cuando más lo necesitamos... ¿Los dejaremos atrás? ¿Los olvidaremos?-Habló mini Aiz con cierta melancolía en su mirada.

Por primera vez, Aiz, la real, se planteaba aquello.

Su meta terminaba con rescatar a su madre por cualquier medio posible, sin embargo... ¿De verdad está dispuesta a arriesgar lo que sea y a quien sea con tal de volverla a ver? ¿Soportaría el peso de ver morir a personas cercanas a ella por su venganza?. Es una situación en la que no existe una respuesta correcta, únicamente una balanza que se inclina al costado que más añora alcanzar.

-Yo... No lo sé...-Se respondió a sí misma.

La niña se puso de pie, alejándose un poco de la cama y posándose de frente a su yo verdadero.

-Que ahora dudes en dar una respuesta significa que estamos avanzando, me alegra-Dijo, con una sonrisa.

-¿Te alegra...?-Preguntó la pelidorada.

-¡Ujum!-Asintió.

-Eso quiere decir que te haz dado cuenta de la importancia que tus seres queridos tienen dentro de tu vida y corazón. Una vida nunca valdrá más que otra, tiene el valor que tú decides darle. Espero que nunca lleguemos al momento en el que debamos elegir-Su ánimo anterior decayó (El de la mini Aiz).

El ambiente se tornó gris y triste.

-¿Qué planeas que hagamos ahora?-La pregunta fue lanzada al aire.

Aiz guardó silencio un par de segundos, pensando detenidamente cuál sería el siguiente paso a seguir.

Pasó el tiempo antes mencionado y llegó a una débil conclusión aunque al menos alcanzó dicha resolución.

-Quiero ser más fuerte...-Susurró, apretando su puño hasta hacer sangrar su palma.

-¿Por qué?-Le cuestionaron.

-Para salvar a mi madre...-Contestó.

-¿Y?-Mini Aiz quería oír la respuesta completa.

-Matar al dragón negro...-Agregó.

-¿Eso es todo? No noto diferencia respecto a...-La versión dentro del subconsciente fue interrumpida.

-Y proteger los nuevos lazos que he creado...-Fue lo que contestó la "Princesa de la espada".

La Aiz chiquita sonrió de oreja a oreja.

-¡Eso es! ¡Eso es! Todavía es una ambición sin materializar pero ¡Eso es!-Celebró, saltando por la habitación y la cama.

Acostada boca arriba y casi desapareciendo, expresó su última pregunta.

-Y... Con Bell y los Xenos... ¿Qué harás...?-

Esto rompió el ambiente.

El cuerpo de Aiz tembló.

¿Qué hacer con Bell y los "Monstruos"?.

-Yo... No tengo idea...-Respondió.

-Pronto lo sabrás-Contestó la Aiz chiquita, guiñándole el ojo y desvaneciéndose con la entrada de los rayos del sol por las aperturas de la cortina que cubría la ventana de su habitación.

Extendiendo su mano intentando detenerla la vio desaparecer.

En la cabeza de la muchacha se formularon cientos de dudas aunque una en especial...

-¿Pronto lo sabré?-Se preguntó a sí misma.

De regreso a la actualidad.

-He llegado-Dijo la pelidorada, frenando en seco su andar.

Se preguntarán ¿En dónde estaba? Simple... En la entrada de la gran Torre de Babel, hogar de aquella persona que quería ver en esta ocasión.

Ella tomó aire antes de continuar con su recorrido hasta el último piso de la gran edificación.

La gente la veía pasar ¿Cómo no hacerlo? Es la "Princesa de la espada" aquella aventurera de la familia Loki que, antes de ser roto por cierto conejo, poseía el récord de subida de nivel en el menor tiempo posible.

Además, al costado de su cadera llevaba su estoque y tenía puesta su armadura completa. No lucía como si regresara del calabozo por la clara falta de heridas o por lo menos suciedad. Entonces... ¿Qué la trae aquí?.

¿Armas? No, las tiendas de Babel dedicadas a la venta de armas no se comparan con ir directamente a la sede de los dioses, aparte, Aiz la manda directamente con el dios Gobniu.

¿Pociones? Tampoco, esas las obtienen en la sede de la familia Dian Cecht.

Sin apartar la atención del lugar al que avanzaba tan tranquila e inexpresivamente como ya era costumbre verla si eres una persona que solo se la ha topado un par de veces en las calles de Orario.

La "Princesa de la espada" entró al elevador de la Torre.

Este se movió hacia arriba tan pronto presionó el botón del último piso.

Por alguna razón exudaba nerviosismo con el pasar de los pisos.

En su mente se imaginó cientos de escenarios respecto a lo que sucedería.

El ascensor se detuvo de repente, alcanzó su destino.

Las puertas se abrieron al mismo tiempo y... Una joven de cabello plateado, el cual subirá gran parte de su rostro, la recibió.

-¿Qué busca aquí "Princesa de la espada"? Mi diosa no espera visitas y mucho menos de usted-Preguntó Helun con el ceño fruncido ante la presencia de la rubia.

-Yo quisiera hablar con ella... ¿Se encuentra aquí?-Respondió Aiz.

-Espera un momento-La chica dio media vuelta y se dirigió a los adentros de la habitación.

Pasó un corto período antes de que regresara.

-Puedes pasar. Tienes 5 minutos-Comunicó Helun, apuntándole el camino.

Ella cruzó la puerta y en un trono aterciopelado, con una copa de vino en la mano, Freya yacía sentada.

-Estás muy lejos de casa, niña-Dijo la diosa, sonriendo.

Aiz tragó saliva.

-¿Y bien? ¿A qué se debe que me honres con tu presencia? He de admitir que no estaba en mis planes el recibir visitas, mucho menos de ti siendo hija de Loki. Hablando de ella ¿Sabe que estás aquí?-Freya lanzó un par de preguntas.

La rubia negó con la cabeza.

-No... No lo sabe-Contestó.

-Oh... Sería problemático que se enterara. No es como si quisiese meterme a un juego de guerra o crear un malentendido con esa pecho plano. Sería molesto tenerla gritando aquí, creyendo que tengo la intención de tomarte-Comentó la peliplateada.

-Lo lamento...-Respondió Aiz.

-No importa. Lo diré de nuevo... ¿Qué quieres?-Los ojos morados de la diosa se centraron en ella.

-Quisiera... Quisiera entrenar con Ottar... para ser más fuerte-Respondió.

Eso impresionó a Freya.

-Yo... No quiero sentirme débil otra vez-Agregó.

"Vaya... Su alma... Esa mancha negra que la cubría en su mayoría se está disipando, lento pero lo hace..." Pensó la diosa.

"Deseos de ser fuerte... Los mismos que Bell pero tan distintos por la motivación que los genera y la intensidad de los mismos" Agregó a su hilo de pensamiento.

Bajó la mirada y el puño de la pelidorada temblaba.

"Tal parece que por fin decidió hacer algo al respecto. Si su alma se volvía completamente oscura no tendría salvación" Finalizó.

-¡Helun!-La mujer llamó a su asistente.

La antes mencionada entró tan rápido como se le fue nombrada.

-Dígame, Freya-Sama-Dijo después de inclinarse.

-Llama a Ottar, quiero que venga ahora-Ordenó.

La peliplateada asintió y salió corriendo hacia su sede, Folkvangr.

Aiz no daba crédito a lo que transcurría.

Según su punto de vista, las posibilidades de que Freya aceptara su pedido, sin querer algo a cambio, eran nulas.

Aunque... No se equivocó del todo.

-A cambio de este favor, hay unas condiciones-Declaró Freya.

Atenta, la "Princesa de la espada" esperó a oírlas.

-La primera es que le avises a tu diosa, no deseo tener a ese parásito chupa tiempo llamado Loki-

Una condición competente, Aiz no tendría problema en aceptarla aunque la diosa pelirroja sería un dolor de cabeza a la hora de comunicárselo.

-La segunda se centra en que no soy responsable de lo que te ocurra en el entrenamiento. Ottar es un buen maestro pero sus métodos no son ni de cerca sencillos-

La rubia iba con eso en mente, mentiría si dijese que no le preocupaba pero el dolor y la dificultad la ayudaría a mejorar.

-Y por último... No uses la fuerza que obtendrás para meterte en los objetivos de Bell Cranel y Vendaval-

La expresión de la diosa se agravó.

-¿C-Cómo...?-Con complicaciones, intentó confirmar que oyó correctamente.

-Ellos dos son de mi interés y deseo verlos crecer juntos. Si haces algo que interfiera... Que los lastime o siquiera que entorpezca ese avance... Acabaré contigo y ni toda tu familia te salvará...-Declaró Freya, imponiendo su aura.

Aiz retrocedió un paso.

-Freya-Sama... Acepto el trato-Dijo Aiz antes de oír la puerta abrirse.

-He llegado, Freya-Sama-Una voz gruesa y seria intervino en la escena.

-¡Oh! Eso fue muy rápido-Opinó la diosa, poniéndose de pie.

-¿Quería verme, Freya-Sama?-Cuestionó Ottar.

-Sí. Parece que tendrás a alguien con quien entrenar-Freya apuntó hacia la rubia.

-Si son órdenes suyas, no tengo por qué negarme-Contestó.

-Fufufu. Solo hay una cosa extra-Ella se acercó al oído del boaz, quien tuvo que agacharse ligeramente para oír lo que tenía que decir.

Algunos susurros se alcanzaban a oír aunque sin el contexto completo.

Ottar, al finalizar, asintió.

-Ven conmigo-El capitán de la familia Freya le dio una señal a la "Princesa de la espada".

-¿A dónde iremos?-Interrogó la chica desde atrás del hombre.

-Iremos a Folkvangr, el entrenamiento dará inicio ahora mismo...-Finalizó.

La rubia fue detrás de él, decidida a llegar hasta las últimas consecuencias con la decisión tomada.

Mientras tanto, la diosa se sentó nuevamente en su trono y le dio un trago a su copa con vino.

-No me interesa lo que le ocurra pero, quiera o no, esa chica es importante en la vida de Bell. Si se volviera loca o muriera, le afectaría aún teniendo a Ryuu a su lado. Al fin y al cabo, él quiere ser el héroe de todos sin importar la raza-Susurró, cerrando sus ojos y suspirando pesadamente.

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Mansión de la chimenea, al atardecer.

Astrea, Ryuu y cada miembro de la familia Hestia, incluyendo a la diosa de la misma, se reunieron en la sala de la mansión con el capitán de la familia Loki, quien vino para explicar la situación con respecto al plan sobre el "Asalto a Knoss".

-Tenemos la suposición de que, contando a las criaturas y Demi espíritus, 6 contrincantes serán los que podrían complicar la operación. Sin contar a las violas y monstruos que pudiesen encontrarse en el calabozo. Se vea por donde se vea estamos cortos de aventureros. Es por eso que deseo contar con su participación. Sin ustedes y su curiosa integración de miembros en los diferentes sectores de la operación no sería posible tener la ventaja en el conflicto venidero-Declaró Finn, inclinándose ligeramente ante ellos.

-¡Por favor, ayúdenme a salvar Orario de la destrucción!-Pidió.

¿Humillante? No, sería peor permitir que por orgullo su hogar fuese reducido a cenizas. Eso era Orario para el hobbit... su hogar.

-¡E-Espere señor Finn! No tiene por qué pedirlo así. Sí Orario está en juego y los actos anteriores de Evilus tienen como fin aquella meta tan oscura, me sería un honor detenerlos junto con usted y los demás-Bell fue el primero en expresar su opinión respecto a lo planteado con anterioridad. Su potente deber moral y la preocupación por las personas de la ciudad le impedían negarse aunque en sí no tenía la intención de rechazarlo.

-No importa cuánto tiempo transcurra, Evilus siempre buscará hacer el mayor daño posible. Matar inocentes... Herir a la gente... Les debe caer el peso de la justicia por sus acciones-Astrea, contraria a su actitud normal desde su regreso, frunció el ceño.

-Hmmm. No es como si tuviéramos opción, más bien es un ultimátum. Participamos y aumentamos las probabilidades de ganar, o nos hacemos a un lado y la balanza se inclinará a favor de Evilus. Esa pecho plano debe estar desesperada para recurrir a mi. Sin embargo, la entiendo. Como habitantes de este sitio es algo que nos concierne-Externó Hestia, sujetando su barbilla.

-Lamento que sea así, Hestia-Sama. Pero no puedo irme de aquí sin asegurar su participación. El plan los tiene en consideración-Contestó Finn.

-Yo acepto, Braver-Ryuu respondió sin vacilación.

Los presentes voltearon a su posición.

-No permitiré que una nueva edad oscura caiga en Orario. En donde muchas vidas se perdieron... En donde tantos amigos se fueron... Quiero un mundo en el que podamos ser felices-Complementó su respuesta con seriedad.

-Ryuu...-Bell la sujetó de la mano, la cual temblaba.

-Creo que Ryuu ha comunicado el pensar de cada uno-Bell la respaldó.

-Si Orario está en peligro debemos ayudar-Welf concordó.

-Lili nunca obtiene lo que quiere así que no tengo opción, nos uniremos a esta misión suicida... ¡OTRA VEZ!-Declaró la hobbit con una vena saltada en su frente.

-¡Yo también lucharé!-Mikoto infló su pecho.

-Y-Yo igual...-Haruhime levantó la mano.

Astrea y Hestia se voltearon a ver un segundo y miraron a Finn.

-Tanto Familia Hestia como Astrea aceptan-Dijeron al unísono.

Finn sonrió con alivio. Las cosas se dirigían a buen rumbo. No obstante... Recordó algo que pasó por alto.

-Agradezco el apoyo. Pero... Hay una cosa que deben saber-Informó, bajando los humos.

-¿Qué es, Braver?-Preguntó Hestia.

-Últimamente hemos hecho una investigación con el fin de dar con la identidad de "Enyo" quien es el que mueve los hilos de Evilus tras bambalinas. Concluimos que debía ser un Dios que habita en Orario, no como Thanatos que residía dentro del calabozo-Comunicó el Hobbit.

-¿A qué quieres llegar?-Ahora fue Astrea quien buscó la respuesta.

-Hestia-Sama. Tal vez la posibilidad le parezca loca y acepto que no me crea, nosotros también dudamos de la veracidad de esto, no obstante... tiene que saberlo-Agregó.

La atención se centró en la diosa de coletas.

-¿Kami-Sama? ¿Qué tiene que ver ella con "Enyo"?-Bell se preocupó.

-Los caminos y las pistas obtenidas nos guían a... Demeter-Sama...-Reveló Finn.

Un balde de agua fría cayó encima de la pequeña diosa.

Sus piernas temblaron.

Sus ojos se abrieron lo máximo posible.

Tragó saliva.

-¿Demeter...?-Dijo.

Hestia no podía...

No quería...

Creer que su amiga fuera posible de tan maquiavélica estrategia y meta.

-Dennos 5 minutos. Le proporcionaré los detalles-Pidió el capitán de la familia Loki a los presentes.

-Kami-Sama...-El peliblanco quiso saber lo que opinaba su diosa.

-No hay problema Bell. Estaré bien-Respondió Hestia, regalándole una sonrisa que lejos de traerle calma lo preocupó más.

-Vamos Bell... Todo estará bien-Ryuu lo sujetó tiernamente de la mano, posando la libre en la mejilla de su amado y acariciándola con delicadeza con el fin de serenarlo.

-De acuerdo-El joven asintió, haciéndole caso a la elfo y retirándose. Astrea fue tras ellos.

Los demás también dejaron solos al Hobbit y a la diosa.

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Con Bell y Ryuu.

Ambos caminaron hasta sus habitaciones, como es bien sabido, están seguidas en el pasillo principal.

-Gracias Ryuu. Verla así me... Dolió en el pecho-Agradeció el peliblanco.

Ella negó.

-No soy merecedora de agradecimiento. Es lo menos que puedo hacer por ti, por ella-Respondió, sin soltarlo.

-¡Ryuu!-Astrea trotó unos cuantos pasos hasta los dos.

-¿Astrea-Sama? ¿Sucede algo?-Preguntó la elfo ante la desesperación de su diosa.

-Casi se me olvida. Hablé con el gremio sobre las aventuras que me relataron. Me dijeron que reúnes los méritos suficientes para ser subida de nivel, quería hacerlo ahora-Contestó la diosa.

-Subir de nivel... Mmm tiene sentido tomando en cuenta los problemas en los que me metí junto con Bell en las últimas semanas-Opinó Ryuu, mirando al peliblanco.

-Jejeje...-Bell rascó su nuca y rió incómodamente. Era consciente de que la mayoría de esos sucesos fueron provocados por una serie de eventos desafortunados desencadenados por su presencia.

-Hagámoslo-Ryuu aceptó el ser subida de nivel en ese mismo instante.

La elfo abrió la puerta de la habitación, Astrea entró de primero y su hija después.

-¿No entrarás, Bell?-Preguntó la diosa.

-¿Eh? N-No es posible. La habitación de una chica es un templo al que no se puede entrar sin autorización, además, para actualizar su estado debe quitarse la ropa s-superior-El joven lucía apenado, desviando la mirada y sonrojándose.

-Fufufufu-Astrea se rió.

-Y-Yo no tengo problema en que entres. Solo prométeme que no mirarás mientras lo hacen...-Dijo Ryuu, intentando no hacer contacto visual.

-Pues... No hay razón para negarme... Disculpa la intromisión-Dijo el peliblanco, entrando a la habitación y cerrando la puerta.

-Bien, comenzaré. Por favor, mirando a la pared-Le ordenó Astrea a Bell.

-N-No tiene que repetirlo-Fue su respuesta.

-Si volteas me molestaré mucho-La amenaza de Ryuu no concordaba con su expresión.

-¡No lo haré!-

Dejando a un costado el manojo de nervios en forma de conejo, la elfo se quitó camisa.

Su suave, blanca y delicada piel se enseñaba con el levantamiento de la prenda.

En ella apreció el emblema de su familia.

-Estoy lista, Astrea-Sama-Avisó.

-Ya voy...-El dedo de la diosa fue pinchado con un alfiler, en él se formó una gota de sangre

La posó arriba de la espalda de su hija y por la gravedad cayó.

El líquido carmesí abrió el estado de Ryuu.

En él se revelaron sus estadísticas.

-¿Recuerdas cuales eran los valores antes de mi partida?-Preguntó.

-No con exactitud. Pero en el cajón de allá guardé la hoja-La joven apuntó a su mesa de noche pegada a su cama.

Astrea fue hacia ella y la sacó.

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Ryuu Lion
Elfo
Nivel 4

Fuerza:E488
Resistencia:F352
Destreza:A888
Agilidad:A889
Magia:B717
Cazador:G
Resistencia anormal:G
Resistencia mágica:I

Habilidades:
Fairy serenade.
Mind Load.
Aero Maná.

Magia:
Luminous Wind.
Noah Heal.
_________________________________________________

-Es tal como lo recuerdo-Cierta nostalgia provenía de sus palabras.

"Ahora lo actualizaré..." Se dijo a sí misma.

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Ryuu Lion
Elfo
Nivel 4

Fuerza:A850
Resistencia:A897
Destreza:S907
Agilidad:S930
Magia:SS999
Cazador:G
Resistencia anormal:G
Resistencia mágica:I

Habilidades:
Fairy serenade.
Mind Load.
Aero Maná.

Magia:
Luminous Wind.
Noah Heal.
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Astrea quedó asombrada por las estadísticas. Ni cuando su familia aún existiría y Ryuu era aventurera activa vio tantas S en los estados de sus hijas.

-¿Ocurre algo, Astrea-Sama?-Preguntó la elfo por el silencio de su diosa.

-No es nada. Es solo que 3 de tus 5 estadísticas tienen valores superiores a los 900, una inclusa mayor a 1000-Contestó.

La sorpresa fue mayúscula.

-¿1000?-Quiso corroborar lo dicho con anterioridad.

-Sí. Ahora subiré el nivel-Las letras que se iluminaban arriba de su espalda se iluminaron, aquella escritura en idioma de los dioses cambió.

El proceso finalizó.

Por algún motivo Astrea quedó congelada al ver la espalda de su hija.

-No puede ser posible...-Susurró.

Sonrió con lágrimas.

-¿Astrea-Sama? ¿Qué tiene?-Ryuu rápidamente se tapó y giró hacia su diosa.

Bell también dejó de pegar la cara con la pared y fue a donde ambas.

Ella sostenía una hoja en la mano.

-Mi niña...-Susurró, sin embargo... no parecía estarse refiriendo a la peliverde.

La antes mencionada tomó la hoja.

Leyó palabra por palabra, todo aparentemente estaba normal hasta que halló algo nuevo en la sección de habilidades.

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Ryuu Lion
Elfo
Nivel 5

Fuerza:I0
Resistencia:I0
Destreza:I0
Agilidad:I0
Magia:I0
Cazador:F
Resistencia anormal:F
Resistencia mágica:H

Habilidades:
Fairy serenade.
Mind Load.
Aero Maná.
Lubrude Bequia: Incrementa las habilidades del usuario, permitiéndole alcanzar la fuerza de las primeras clase.

Magia:
Luminous Wind.
Noah Heal.
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-Lubrude Bequia...-Dijo Ryuu en voz baja.

-¿Una nueva habilidad...?-Preguntó Bell.

-Es más que eso-Le contestó Astrea.

-Alise...-La imagen de aquella chica cruzó por su mente.

-Es... Es la habilidad de Alise...-Reveló.

-Alise...-El muchacho recordó el nombre por la plática que tuvo con su pareja respecto a lo ocurrido años atrás.

-¿C-Cómo? ¿Por qué...?-Las dudas emergían.

-Ryuu, sé que es inesperado pero, no hay motivo para que te cause conflicto-La diosa no permitió que los sentimientos dentro de su hija se hiciesen dolorosos debido al recuerdo de su amiga.

-Astrea-Sama tiene razón. Posiblemente sea un regalo desde el más allá-Continuó Bell.

-¿D-Desde el más allá?-Con la voz entrecortada, la elfo levantó la cabeza.

-En vez de sentirte triste deberías honrar la habilidad como Alise hubiese querido. Adórala como un recuerdo de que ella existió. Tómala como un vínculo entre amigas, compañeras... Familia, y, sobre todo, empléala para salvar a la gente, como lo hizo en su momento-Dijo el muchacho, envolviendo a Ryuu con su brazo.

-Honrar...-.

-Vínculo...-.

-Tú misma lo dijiste. Ellas querían que vivieras... Así que... Confía en su voluntad-Finalizó Astrea, abrazándola también.

"Vive... Lion... No... Ryuu..." Las ultimas palabras de la pelirroja resonaron en su cabeza.

No pudo evitar llorar.

-Haré que te sientas orgullosa... Alise-Concluyó, siendo consolada por las dos personas más importantes en su nueva vida.

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Bueno, hasta aquí el capítulo de hoy, espero que sea de su agrado y dejen su apoyo como ya es costumbre.

En fin, déjenme sus opiniones.

¿Cómo estuvo el capítulo ? ¿Sí les gustó?

Buzón de sugerencias/opiniones/comentarios.

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"Objetivo frustrado por un amor inesperado"

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Un One Shot en el que se nos relata lo que hubiera sucedido si Bell era cuidado por Alfia, Zald y Zeus ¿Será un futuro feliz? ¿Bell se convertirá en el último héroe como se lo prometió a su madre? ¡Averigüémoslo!
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Otro One Shot sobre una bella historia de amor entre una diosa y un mortal, que toma como punto de partida la película de "Danmachi: la flecha de Orión". Veamos la aventura en la que se embarca nuestro carismático protagonista después de haber perdido a esa diosa que tocó su corazón en muy poco tiempo, de la cual, se tuvo que despedir prematuramente.
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La hermosa Lefiya nos acompañará en este One Shot junto al conejo en una aventura que tendrá de todo. Amor, drama, todo lo que engloba a esta pareja tan dispareja.
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La historia de amor entra una hermosa hada y un conejo con dudas nacientes en su corazón tras un suceso inesperado.
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Un fic con un cuarteto amoroso muy raro, BellxTionaxFreyaxHelun.
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Una hermosa historia de amor entre una asesora y el aventurero a su cargo, BellxEina.
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¡Una aventura sin Falna nos espera a nosotros y a nuestro protagonista!.
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Y mi primer y ya finalizado Fic, que va de la pareja de BellxSyr o Freya, el cual parte desde el rechazo de esta misma en el volumen 16 de la novela original, aunque claro... en este fic sabremos lo que hubiera pasado si Bell no la rechazaba, como el título indica.
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Sin más que agregar, yo me despido, espero que se echen una pasada a mi perfil y les agraden las demás historias en caso de no haberlas leído, eso es todo, hasta la próxima mis lectores.