En el capítulo anterior.

Un par de grandes puertas se abrieron de par en par.

Hestia y Hermes quedaron sin habla ante la presencia de aquel rostro familiar o al menos conocido.

-¿Astrea...?-Nombraron a la diosa de la justicia.

-¿Hermes? ¿Hestia?-

Tal parece que ese día no deja de regalarles sorpresas.

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En la actualidad.

-Esto es una sorpresa... No, espera ¿Qué significa? ¿Por qué está Astrea aquí? Por primera vez desde hace muchos años no tengo el control de las cosas o siquiera una idea de lo que pasa-Expresó Hermes, sujetando su barbilla con una expresión llena de confusión.

-No se supone que...-Hestia iba a hablar pero fue interrumpida.

-Dirás que se fue cuando "Eso" sucedió ¿No?-Dijo Freya mientras se acercaba a la diosa antes mencionada.

-¿Eso? ¿De qué hablan?-Preguntó la propia Astrea.

-No lo sabes... no me sorprende, Ryuu solamente dijo que huyeras sin darte una explicación-Ahora era Freya quien analizaba la situación.

-¿Decirme qué?-Astrea insistió.

-No me corresponde contarlo, esperemos a que ella te lo diga-Contesto la diosa de cabellos plateados.

La mujer castaña asintió.

-Freya, dinos ¿Qué es lo que planeabas con todo esto?-Exigió la pequeña diosa, con rabia contenida.

Claramente a ella no le agradó ver cómo golpeaban a su hijo y amenazaban a la persona que, muy a su pesar, se hizo de un lugar en su corazón.

-Ya sé, ya sé. Entiendo que te sientas de esa forma, así que hablaré. Tomen asiento si así lo desean-Dijo la peliplateada, acercándose a una gran silla donde se sentó.

-Verán... todo empezó después de que Bell luchara con ese minotauro en Babel... No... sería incorrecto decir que ese fue el origen de todo...-Comentó Freya aunque tal parece que intentaba conectar los hilos de su relato.

-Da igual, el punto es que yo tengo la habilidad de ver las almas de los mortales. Cada color representa sus deseos más profundos y la personalidad de cada uno de ellos-Explicó.

A Hermes no se le notaba sorprendido en lo absoluto, caso contrario al de Astrea y Hestia.

-¿Y eso que tiene que ver con Bell y Ryuu?-Preguntó Hestia.

-Todo-Contestó la diosa con un rostro serio.

Los presentes guardaron silencio.

-No tienes ni idea de lo especial que es tu hijo, Hestia... Lo único...-Un sonrojo se presentó en ella.

-Esperen... ¿Quién es Bell? ¿Qué tiene que ver él con mi Ryuu?-Cuestionó Astrea.

-A eso voy, si no les molesta, quisiera que dejaran de interrumpir por cada pequeña cosa-Contestó Freya con una vena marcándosele en la frente.

Después de eso, suspiró pesadamente.

-He visto, a lo largo de miles y miles de años, muchas almas de todos colores en busca de alguien que fuera único, alguien del cual enamorarme y tomarlo solo para mi y... ese alguien... fue Bell-Confesó con una mirada que no le daba buena espina a Hestia.

-¡Oye...! ¡¿MMMMM?!-Hestia iba a reclamar pero Hermes le tapó la boca.

-Entiendo, continúa-El dios viajero dio esa señal sin importarle el enojo de la pequeña a su lado.

-Pero surgió un problema... no deseaba usar mi encanto con él, en verdad quería que se enamorara por su cuenta, aunque... parece que llegué tarde. Esa niña de Loki lo hizo primero-Su ceño se frunció, demostrando enojo.

-Sí...-Hestia también se lamentó.

-Sin embargo, el alma de Bell no era la única que despertó mi atención en Orario-Agregó Freya.

-La otra es la de Ryuu ¿Verdad?-Dijo Astrea.

-Exactamente, con el detalle de que no con las mismas intenciones que tenía hacia Bell-Comentó la peliplateada.

-Yo... yo la considero una amiga muy cercana... tal vez mi única amiga verdadera...-Una sonrisa llena de melancolía se dibujó en sus labios.

Tomó un respiro con las miradas atentas de los oyentes en la sala.

-No tienes ni idea de la serie de acontecimientos que transcurrieron incluso horas antes de tu partida y mucho menos el dolor que ella sufrió en todos estos años...-Continuó.

Astrea permaneció callada.

-Después de hacer lo que hizo, la encontré tirada en un callejón con todo su cuerpo manchado de sangre. Claro que no en mi forma de diosa, si no como la camarera de "La señora de la abundancia"-Relató.

-Su alma estaba manchada por la venganza, con partes negras que la iban consumiendo poco a poco. Su dolor iba en aumento y parecía que en cualquier momento se quebraría, es por eso que yo no pude dejarla sola-Agregó, recordando aquella tarde/noche lluviosa en Orario.

-Antes de siquiera decirme su nombre, se desmayó, por lo que tuve que llevarla cargando-Una pequeña risa provino de Freya, quien se divirtió por el paso de dicho recuerdo en el cual ella batallaba para poder cargarla y evitar que los demás la vieran con Ryuu.

-Cuidé de ella hasta que por fin despertó. Para no hacer el cuento largo, Mama Mía y yo le tendimos una trampa para que no se fuera ya que esa era su intención-Comentó la diosa golpeando su cabeza ligeramente y sacando la lengua.

-¿Una trampa?-Se preguntaron los 3 dioses al unísono.

-Sí. Si dejaba que se fuera muy probablemente haría otra tontería o... se quitara la vida. Ella perdió todo motivo por el cual seguir en este mundo. Lo único que se me ocurrió en ese momento fue usar su orgullo en su contra y atarla al bar-Contestó Freya, volviendo a su actitud sería, la cual se iba quebrando poco a poco.

-¿Quitarse la vida...? Ryuu...-Un lamento provino de Astrea quien no daba crédito a lo que llegaba a sus oídos.

-Como mencioné, le corresponde a Ryuu contarte esa parte, perdón-Expresó la diosa peliplateada.

Ya con las dudas resueltas, pudo continuar.

-Pasaron los años y poco a poco lo negro de su alma iba desapareciendo. Quiero creer que en ese tiempo se fue acercando más y más a nosotras, tanto así que ya nos consideraba una... una familia...-

-Y... llegó Bell...-

-Él, sin darse cuenta, le hizo un bien enorme a mi amiga-Comentó.

-¿A qué te refieres?-Le preguntó Hestia.

-Creo que es simple, una elfo no es alguien que hable con cualquier hombre, saben identificar las intenciones de estos, más Ryuu que es muy seria en ese tema-Le respondió Hermes, recordando esa ocasión en al que ella, junto a las demás camareras, casi lo matan de un susto.

Una gota de sudor bajó por frente.

-Y aún así... Bell consiguió que ese duro cascarón se agrietara con ni más ni menos que su absurda amabilidad y sinceridad-Una pequeña carcajada salió de Freya.

-Sí, así es mi Bell-Hestia estuvo de acuerdo con ello.

-Entonces ella...-Astrea unía los puntos.

-Sí, se enamoró de él aunque no fue inmediato-Resaltó al peliplateada.

-Eso fue un problema ¿Saben? Ver cómo poco a poco mis dos almas favoritas en el mundo se acercaban cada vez más. Sin embargo, aún existía alguien en el corazón de Bell... La princesa de la espada-Relató Freya.

-Sí, a pesar de tener muchas chicas babeando por él, Bell nunca dudó de su amor por Wallen-lo-que-sea, hasta esa noche...-Interrumpió la pequeña Diosa.

-Sí... Los Xenos-Hermes confirmó.

La diosa de la justicia no sabía que eran los "Xenos" por lo que se mantuvo con dudas. No obstante, no había tiempo para contestarlas.

-Como les decía. El cascarón, el dolor, el odio... la venganza. Todos esos sentimientos que envenenaban el alma de Ryuu se disiparon a una velocidad monstruosa al lado de Bell. Él hizo en unos meses lo que Mama Mía, sus compañeras y yo no pudimos hacer en años-Dijo la diosa, realmente emocionada.

-Sin que se diera cuenta... ella comenzó a interesarse mucha más por él con la excusa de que lo hacía por mi-Adicionó a su oración anterior.

-Mi Ryuu enamorada... Tan necia y tonta que era con respecto al amor-Astrea se sintió feliz al oír que alguien logró atrapar el corazón de su hija.

-Sí, sin temor a equivocarme puedo decir que incluso antes de lo sucedido contra ese minotauro, ella ya se encontraba enamorada perdidamente, lo podía ver en su alma, la cual fue teniendo manchas transparentes, el mismo color que la de Bell... un alma pura-Explicó Freya.

-No me sorprende que ese color tenga su alma-Confesaron Hermes y Hestia al mismo tiempo mientras desviaban la mirada.

Se rieron los tres Dioses que conocían a Bell al estar de acuerdo.

-Cuando la batalla contra ese monstruo terminó y ví duda en el alma de Bell... me sorprendió lo rápido que esta desapareció-Confesó Freya.

-Y es porque solo fueron necesarios unos cuantos días para que regresara a su color blanco habitual-Continuó.

-Esos días en los que Bell pasó mucho tiempo con ella, me lo imaginaba-Agregó Hestia como complemento.

-Exactamente. Y el efecto no fue unilateral, el alma de Ryuu se fue tornando cada vez más incolora, más blanca-Respondió la peliplateada.

-No obstante... yo aún tenía mis dudas... quería asegurarme de que el amor fuera mutuo... yo... yo no podía permitir que mi amiga volviera a sufrir... su alma... sus almas... brillan mucho más juntos que lo que podrían brillar separados-

-Pero como mencioné, quería estar segura de ello, razón por la cual comencé a "Acosarlos" un poco para saber qué tanto se iban acercando con el pasar de los días, solo que hubo un imprevisto...-

En "La señora de la abundancia" hace unas semanas.

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-¿Qué sucede chicas, Mama Mia? ¿Por qué están tan serias?-Preguntó la elfo con un tanto de nerviosismo.

-Ryuu... algo pasó esta tarde... o mejor dicho, uno de los clientes, mientras bebía, dijo una cosa que puede ser de tu interés, aunque... no te va gustar-Respondió Syr, con gran seriedad en su rostro, gesto extraño viniendo de ella.

El interés y la curiosidad no se hicieron esperar tras esa declaración por parte de la peliplateada.

-Mama Mia... ¿Qué es lo que escucharon mientras dormía?-Esa pregunta se dirigió a la enana, dueña del lugar.

Ella cerró sus ojos y comenzó a relatar lo sucedido.

-Un aventurero llegó con algunos de sus compañeros, tomaron varias cervezas, ordenaron comida y se pusieron a platicar entre ellos. Al parecer acababan de volver del calabozo, específicamente de la zona segura del piso 18 y ahí escucharon a un grupo de aventureros diciendo que cierta persona los había atacado unos pisos más abajo, uno de los integrantes insistía en que una persona en particular lo hizo, incluso dio un nombre, o mejor dicho, un apodo-Contó Mama Mia.

-¿Un apodo...?-Cuestionó Ryuu.

-El apodo que dijeron fue... "Vendaval", agregando que ella se encuentra en la lista negra del gremio-Continuó, con una mirada seria dirigida a su camarera, ella deseaba ver la postura o reacción que tomaría ante la noticia, la cual... no fue nada linda.

El ceño de la elfo se tensó en su totalidad, demostrando un enojo exponencial que únicamente aumentaba con el pasar de los segundos ya que comenzaba a hacerse ideas más y más oscuras.

-Ryuu-nya, están manchando tu nombre-nya-Comentó Anya, acercándose a ella.

Ryuu intentaba calmarse y formularse una idea de lo que sucedía, sobre quién podría ser el responsable de ello y el motivo por el cual esa persona le estaba echando la culpa.

-Yo no tengo el valor moral como para criticar lo que una persona haga...-Dijo con una mirada sombría.

-Ryuu...-Susurró Syr ante eso.

-Pero... no puedo permitir que difamen aún más mi mala reputación... y manchen con mentiras el nombre de mi diosa...-Agregó, con lágrimas bajando por su rostro, lágrimas de impotencia, enojo y una mezcla de sentimientos más.

-Entiendo...-Comentó Mama Mia.

-Sé que he estado inactiva en el trabajo últimamente y no soy quien para pedir un favor, sin embargo...-Esas palabras eran dirigidas hacia la enana por parte de Ryuu.

-No te habría dicho nada en un principio si no tenía pensado permitirte ir a descubrir al responsable de todo-Interrumpió la jefa.

Se acercó a la elfo y posó su gran mano en el hombro de esta.

-Haz lo que tengas que hacer, tómate el tiempo que sea necesario para llegar al fondo de este asunto, solo te tengo dos condiciones...-Dijo Mama Mia.

Expectante a lo que diría, Ryuu la miró con atención.

-La primera condición es que regreses con vida y la segunda que, si necesitas ayuda, la pidas, recuerda que no estás sola, todas aquí te apreciamos y no queremos que te hagas daño ¿Está bien? ¿Puedes prometérmelo?-Finalizó la enana con esas últimas preguntas, dándole una cálida sonrisa.

-Sí-nya, cuídate mucho Ryuu-nya, somos tus amigas y nos preocupas-nya-Dijo Anya, abrazando a la chica en cuestión.

-Si necesitas ayuda para romperle cada uno de sus huesos a quien esté difamando tu nombre, pídeme ayuda y entre ambas haremos que desee no haber nacido-Agregó Lunoire, mostrando su bíceps.

-Lo mismo digo-nya-Chloe estuvo de acuerdo con la declaración anterior e hizo lo mismo que Lunoire.

-Chicas...-Dijo Ryuu, dejando salir más lágrimas que se deslizaban por su fino y bello rostro.

-No estás sola, somos tus amigas al fin y al cabo ¿Verdad?-Dijo Syr, abrazando a la elfo con fuerza.

-Bien, bien, habiendo hablado de esto, creo que es hora de que todas duerman, supongo que querrás partir a primera hora ¿Cierto niña?-Le preguntó Mama Mia a su trabajadora.

-Sí, en serio, muchas gracias a todas, en serio son como mi familia-Respondió la bella elfo con una sonrisa pura, una sonrisa que Syr, Anya y Mama Mia creyeron perdida cuando ella había llegado al bar.

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Mientras tanto... unas horas después...

La linda camarera de cabellos plateados caminaba sola, dirigiéndose a una ubicación desconocida sin que nadie la siguiera.

De pronto dobló y se adentró a un callejón.

-Ya puedes salir... Allen-Dijo con total naturalidad sin mirar a un lugar en específico.

Sin previo aviso, del techo de una de las casas, saltó un hombre vestido completamente de negro con una lanza en su mano derecha y un casco cubriendo su rostro.

-A sus órdenes, Freya-Sama-Dijo aquel Catman mientras se inclinaba a los pies de la camarera.

-Tengo un favor que pedirte, es algo de suma importancia, es por eso que te lo encargo a ti-Dijo Syr con un tono de voz serio.

-Dígame lo que necesita, Freya-Sama-Dijo Allen sin moverse ni un centímetro.

-Quiero... quiero que protejas a Ryuu... no tengo ni idea de lo que pasará el día de mañana en el calabozo o cuándo vaya a volver. Mi deseo es que evites que mi amiga muera, protégela-Ordenó "Freya".

-De acuerdo-Respondió Allen.

Él estaba apunto de retirarse hasta que...

-¡Ah! ¡Una par de cosas más!-Su Diosa impidió que se fuera.

Él volteó a su dirección.

-Mi conejito muy probablemente se meta en problemas también así que agradecería que lo cuides también. A él y a su familia-Adicionó a su pedido.

Allen únicamente asintió pero por dentro se sentía enojado por tener que proteger a aquel chico que acapara toda la atención de su diosa.

El Catman no sabía en la serie de eventos en los que se vería involucrado tras esa simple orden...

En el calabozo, Zona del "Gran Árbol".

"¡¿Dónde demonios están esa maldita elfo y ese estúpido conejo?! ¡Todo se está cayendo a pedazos!" Pensó Allen con cólera mientras miraba a todos lados en busca de una señal que lo llevara a ambos.

*¡BOOOOOOOOOOOOM!*

Una explosión hizo temblar todo el suelo en el que se encontraban él y los demás miembros de la familia de aquel tonto que debía cuidar de no hacer alguna estupidez.

-¿Qué carajos...?-Alcanzó a decir Allen.

-¡OIGAN! ¡¿DÓNDE ESTÁ EL QUE VENÍA DETRÁS NUESTRO?!-Preguntó Welf sin dejar de correr, el ruido era cada vez más fuerte, lo que impedía que las palabras llegaran correctamente a los oyentes.

-¡ESO NO IMPORTA YA! ¡ES ÉL O ERES TÚ! ¡MUÉVETE!-Ordenó con fiereza la amazona.

Grandes trozos del techo y pared que recubría. al calabozo se derrumbaban, así como árboles se agrietaban y raíces se quebraban.

Parecía como si el gran árbol estuviera apunto de caer.

-¡ESTAMOS CERCA!-Alertó Mikoto, viendo la entrada al piso siguiente.

Un sonido de madera rompiéndose se escuchó a viva voz.

-¡EL ÁRBOL CAE!-Avisó Welf, quien iba atrás.

De golpe, una gran bestia salió de las profundidades.

*¡GRRRRRAHHHHHHHHH!*

Lanzó un chillido.

-¿Q-Qué demonios es esa cosa...?-Se preguntó Welf.

-¡ES UN MALDITO WORM HELL! ¡ESAS MALDITAS COSAS PUEDEN ATRAVESAR LOS PISOS E IR A DONDE SE LES ANTOJE!-Contestó Aisha, jalando al herrero con fuerza antes de que el gran árbol le cayera encima.

*¡PUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUM!*

El árbol tocó suelo, como si hubiera sido talado de raíz.

A la distancia el Catman observaba como todos huían al mismo tiempo que se quedaba atrapado entre el gran cúmulo de escombros.

"Algo muy malo debe estar pasando allá abajo y tengo el presentimiento de que esos dos están involucrados..." Pensó mientras se abría paso al destruir cualquier cosa que se interpusiera en su camino con una facilidad tremenda.

Su cuerpo emanó un brillo color violeta y a una vertiginosa velocidad hizo trizas todo a su paso, llegando a la gran cascada antes que los miembros de la familia Hestia y compañía.

Sin embargo... ese no era el último de sus contratiempos.

*¡GRRRRRRRRRRRR!*

Un gruñido provino desde el agua, haciendo que dicha sustancia sufriera un movimiento irregular y el piso temblara.

De las profundidades del mismo comenzó a emerger una bestia de gran tamaño que poseía dos cabezas.

Allen observaba atónito por lo que ha presenciado en un mísero día.

Mientras se quedaba de pie, el resto de los aventureros llegaron a su posición y pudieron ver juntos como el jefe del piso se presentaba ante sus rivales, listo para ser una piedra en sus zapatos.

-La Amphisbaena...-Susurró Welf con miedo.

-Esto debe ser una maldita broma...-Aisha agregó con el ceño fruncido.

-Oigan basuras-Dijo alguien, llamando la atención del grupo que se formó para la expedición.

-No p-puede ser... vi cómo...-El herrero intentó demostrar su sorpresa por la presencia de aquel hombre pero fue interrumpido abruptamente.

-Ustedes vayan a salvar a sus amigos, yo acabaré con esta cosa-Dijo Allen, apuntando su lanza y preparándose para atacar.

-No podemos dejarte solo contra ese monstruo...-Haruhime intentó razonar.

-¡LARGUENSE AHORA!-Les gritó con rabia y...

*¡PUUUUUUUUUUUUUUUUUM!*

El suelo en el que reposaba hace tan solo una milésima de segundo se destruyó.

*¡SLASHHHHHHHHHHHHHHH!*

Al voltear de nuevo en donde la Amphisbaena se hallaba, vieron como una de las cabezas caía y se hundía en el agua.

-¡Yo creo que sí puede acabar con esa cosa! ¡Vámonos!-Dijo Daphne jalando a Cassandra.

-Lili piensa lo mismo-La hobbit estuvo de acuerdo y se dio la vuelta.

Ellos tomaron otro camino que los ayudara a bajar hasta donde Bell, junto con Ryuu, desarrollaban su combate contra "La calamidad".

"Tch... ese maldito conejo únicamente causa problemas..." Se quejó Allen y en un rápido movimiento cercenó la segunda cabeza de la gran bestia como si de un pedazo de mantequilla se tratara.

En la actualidad.

-Entonces el hombre misterioso era...-Hestia, apunto de decir lo obvio, habló.

-Es tal como piensas. Se trataba de Allen. Lo mandé para que nadie de tu familia o Ryuu murieran-Contestó Freya.

-Fufufu, funcionas de modos misteriosos, Freya-Hermes se reía levemente.

-No quiero oír eso de alguien como tú, Hermes-Le reclamó la peliplateada.

Al dios viajero le importó poco o nada la crítica.

-Como ya sabrás, gracias a mi hijo es que Ryuu y Bell llegaron vivos a la superficie ya que prácticamente limpió todo obstáculo que se interpusiera en el camino-Dijo la diosa dándole un trago a su botella de vino.

-Entiendo que tomarás esa decisión pero aún tengo una duda... ¿Por qué provocaste la lucha entre Bell y Ryuu vs el elfo de tu familia? Y... ¿Qué hace Astrea aquí?-Preguntó la pequeña Diosa.

-Es simple...-Contestó.

Recuerdo.

Freya, o Syr, reposaban a un costado de su amiga. Ella yacía con muchas heridas en su cuerpo y varios vendajes en el mismo aunque tranquila y acostada en una cama blanca, descansando después de aquella loca y dolorosa experiencia.

"Eres un tonto Allen, debí ser más específica con mi orden, tal vez algo como "Protégelos y tráelos sin heridas mortales" ya me las pagará" Esa plática interna transcurrió en la mente de la diosa con disfraz de humana.

-Mmm...-Una queja nació de la chica en la cama.

-¿Ryuu?-Ella la nombró.

Se acercó a su amiga hasta que esta despertó de golpe.

-¿Q-Qué?-Dijo la elfo abriendo sus ojos.

Syr se lanzó y la abrazó, llorando de alegría por verla reincorporándose.

Pasaron los minutos hasta que algo vino a la mente de Ryuu...

-¡S-S-Syr! ¡¿D-Dónde está Bell?!-Preguntó con gran preocupación, reaccionando casi igual como cuando rompió los vasos del bar en aquella ocasión no muy lejana.

-¿B-Bell?-Preguntó la peligris al oír la forma en la que Ryuu nombró a aquel chico.

-¡Sí! ¡¿Está bien?! ¡¿Dónde está?! ¡¿No le pasó nada?!-El gran ataque de preguntas no hacía nada más que aumentar con el tardar de Syr en dar la respuesta.

-¡T-Tranquilízate! ¡É-Él está bien! Se encuentra en la otra habitación, recuperándose de sus heridas, aún no despierta, Airmid dijo que vendría a decirnos cuando abriera los ojos-Respondió Syr, calmando el miedo desenfrenado de su amiga.

Ryuu se tiró de espaldas a su cama.

La intensa preocupación se disipó al oír lo que deseaba oír.

Dio un largo suspiro.

-Está bien... él está bien...-Susurró. La noticia la llenaba de felicidad, tanta así que en su boca no pudo evitarse formar una hermosa y dulce sonrisa.

Syr, por su parte, tomó su mano y la vio con una mirada complicada.

"El color de tu alma... ha cambiado..." pensó.

-¡¿CÓMO QUE HAN PASADO 5 AÑOS?!-

Un grito rompió todo el ambiente.

Ryuu se levantó.

-Ese era Bell...-Susurró.

-S-Sí, tal parece que ya ha despertado...-Respondió Syr pero frenó sus palabras al ver como la elfo se ponía de pie.

-Tengo que ir a verlo-Declaró.

-¡E-Espera Ryuu! ¡N-No puedes dejar la cama!-La mujer de cabello gris intentó detenerla sin éxito alguno.

-¡Debo ir a verlo! Quiero comprobar por mi misma que está bien-Declaró Ryuu.

Ante esto, Syr dejó su pobre intento de frenarla.

-De acuerdo-Contestó.

Tras la respuesta, Ryuu abandonó la habitación a toda velocidad.

Estando en total soledad, la camarera de "La señora de la abundancia" tuvo tiempo para pensar.

"Sí... definitivamente no puedo permitir que eso pase" dijo en su mente, llena de determinación,

Un ceño totalmente serio e intimidante se dibujó en el fino rostro de la chica, al igual que un brillo morado se desprendió de sus ojos color gris.

"No puedo permitir... que vuelva a ser infeliz...".

De regreso a la actualidad.

-Fue en ese preciso momento que dejé de lado lo que tanto buscaba para lograr regalarle a Ryuu la felicidad que tanto merece-Informó Freya.

-Tras eso le ordené a Ottar que vaya a buscarte, Astrea-Reveló sin chistar.

-Y solo fue el principio de mi plan-Agregó.

-¿Tu plan consistía en un duelo a muerte?-Preguntó Hestia.

-No exactamente. Si se salía de control Ottar intervendría. Él era el único, junto con Helun, que sabía sobre el plan-Respondió la diosa de cabello plateado.

-¿Con qué propósito...?-Astrea se cuestionó.

-Romper las barreras que les pudieran impedir expresar su amor y de paso acelerar las cosas. Ellos son muy tontos en el amor y muy probablemente la historia de romance entre ellos dos se alargaría innecesariamente si no les daba un empujón. También servía para comprobar si en verdad se aman el uno al otro, sobra decir que salió de maravilla-Declaró Freya con una sonrisa llena de satisfacción.

-El fin no justifica los medios, Freya-Le reclamó la enana de su familia.

-Ya sé pero parecías de acuerdo con esto cuando te lo sugerí-Reveló.

En "La señora de la abundancia", hace un par de días.

Mama Mia acababa de terminar su clase de cocina con Ryuu, la cual lucía muy satisfecha con el resultado de sus esfuerzos.

La enana se sentó en una de las bancas y habló.

-Ya puedes salir-

Unos pasos se oyeron tras de sí.

-Veo que ella cada vez es más feliz-Comentó la susodicha.

-Sí... Syr-La nombró, volteando a su dirección.

-Me alegra verla así ¿Sabes?-Dijo, con tranquilidad.

-Déjate de rodeos y habla... Freya-Ordenó la enana, con el ceño fruncido.

-Verás...-

Fue ahí donde su Diosa sugirió su plan y reveló sus intenciones tras de ello.

-Me sorprende que tomes esta postura. Tú sobre todas las personas eres alguien que nunca imaginé que haría algo así-Opinó Mia.

-¿Qué cosa? ¿Abandonar a mi Odr? No lo estoy abandonando... me causa más placer ver a mis dos mortales favoritos siendo felices, aunque si Ryuu aceptara podríamos ser las dos y Bell...-Freya se sonrojó y tomó sus mejillas.

*¡Pum!*

Un golpe fue dado en su cabeza.

-¡¿Por qué hiciste eso?!-Le reclamó la diosa.

-Tonta, dudo que esa niña acepte algo como eso...-Le respondió la enana mientras se reía.

-Solo bromeaba...-Se quejó la diosa.

-De acuerdo, estoy dentro. Hagamos que ese niño y esa elfo tonta se junten-Mia extendió su mano para sellar el trato.

-Hecho-Freya hizo lo mismo.

Y fue ahí donde el pacto se formó.

De regreso (Otra vez) a la explicación de Freya.

-Todo un plan tan elaborado para apresurar el romance de estos dos... no eres diferente a Zeus-Hermes volvió a burlarse.

-Ottar...-Freya llamó al capitán de su familia.

-¡HIIIIIIII! ¡PERDÓN!-El dios se agachó haciendo un Dogeza.

-Tonto...-Opinaron las diosas.

-Mi última pregunta es... ¿Por qué revelar su identidad? Entiendo que Astrea está aquí para completar la felicidad de esa elfo-La pequeña diosa insistió con sus inagotables dudas.

-Simple... yo pagaré el precio por su cabeza y así podrá ser libre de nuevo-Dijo Freya como si no fuera nada.

-¿Precio por su cabeza...?-Astrea se asustó.

*¡PAM!*

Las puertas de la habitación fueron abiertas de golpe.

-Freya-Sama, ambos ya despertaron-Informó Heith, la curandera de la familia de dicha Diosa.

-Veo que llegó el momento de que tus dudas sean resueltas, Astrea-Dijo la peliplateada a la diosa de la justicia.

-Mi Ryuu... volveré a ver a mi pequeña Ryuu...-No pudo contener su emoción.

-¡Suéltenme! ¡Ganamos así que deben dejarnos ir!-Gritaba Bell con desesperación.

-¡Bell! ¡No sueltes mi mano!-Pedía la elfo.

-Fufufu ¿Qué estará ocurriendo?-Se burló Freya.

Las puertas se abrieron en su totalidad.

-¡SUÉLTENOS!-Gritaron los dos mientras forcejeaban con Allen y Hogni, quienes los tenían agarrados para evitar que huyeran.

-¿Ryuu...?-Una voz conocida para dicha chica la nombró.

Ella dejó de pelear y volteó hacia donde provino el llamado.

Bell hizo lo mismo.

-¿Kami-Sama? ¿Hermes-Sama?-Bell fue el primero en sorprenderse por la presencia de su diosa y Hermes.

Sin embargo... la única que se mantuvo en silencio fue la mujer que sujetaba su mano, la cual aligeraba su agarre.

-Astrea-Sama...-Por fin Ryuu habló.

El peliblanco notó la presencia de otra mujer al lado de Freya, Hermes y su Diosa.

Era una mujer de cabello castaño con un atuendo refinado.

-¿Astrea-Sama...? Eso significa que...-Bell abrió sus ojos en su totalidad pero...

-Ryuu...-Dijo la diosa al reconocer a la joven enfrente suyo.

Hogni y Allen los soltaron.

-Astrea-Sama...-Repitió la chica mientras se acercaba lentamente.

-¡RYUU!-Gritó la susodicha con lágrimas mientras corría en dirección a su hija.

-¡ASTREA-SAMA!-Gritó de igual manera la elfo, acelerando el ritmo de sus pasos.

Llegaron a estar juntas y apenas estuvieron cerca, ambas se abrazaron fuertemente, con un llanto desbordante.

-¡Astrea-Sama!-Volvió a decir Ryuu ahogada en un mar de lágrimas al igual que su Diosa.

Por fin... después de tanto tiempo... se reencontraban.

La elfo enterró su cara en el pecho de su diosa mientras ella acariciaba delicadamente su cabello.

-Estoy aquí... estoy aquí... mi pequeña...-Dijo Astrea, limpiando sus lágrimas con el costado de su manga y esbozando una sonrisa.

Ryuu levantó ligeramente su cabeza y la vio directamente.

-P-Pero... ¿C-Cómo...?-Se preguntó.

-Es mi regalo, Ryuu. Quiero que seas feliz-Dijo Freya a la distancia.

-¿P-Por qué usted quiere que sea feliz...?-Las dudas seguían surgiendo.

-Simple... eres mi mejor amiga... Ryuu-Freya se transformó, enfrente de todos, en Syr.

-Syr...-Ambos, Bell y Ryuu, quedaron atónitos.

La peliplateada solo sonrió.

-Por favor, manténganlo en secreto-Pidió mientras posaba su dedo índice en sus labios y guiñaba su ojo izquierdo.

-Freya fue la que me trajo... y ahora que estoy aquí... no me volveré a ir-Le dijo Astrea a su hija, abrazándola con más fuerza.

-Gracias... Gracias... Muchas gracias...-Todo eran agradecimientos por parte de la elfo, quien se aferraba más y más a su diosa.

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Unas horas después.

El reencuentro sucedió y diosa e hija se sentaron juntas para hablar de lo que sucedió en todo ese tiempo.

La plática transcurrió y las lágrimas surgían por parte de ambas, Astrea por enterarse del cruel destino que vivieron sus hijas y del dolor que sufrió su última muchacha mientras que Ryuu se entristecía al recordar esos momentos, sin embargo... ya no la ataban... ya no la atormentaban...

-Tú eres Bell Cranel ¿Verdad?-Preguntó Astrea al acercarse al chico.

-¡Sí, soy Bell!-Respondió al instante.

-Jummm, eres apuesto y también pareces alguien amable y decente-Opinó Astrea.

-Jejeje-Bell se sonrojó por el cumplido y rascó su nuca.

La diosa lo analizó por unos segundos y sonrió con satisfacción.

-¿Qué es lo que hace, Astrea-Sama?-Ryuu le cuestionó.

-¡Bien! Eres Perfecto-Declaró.

-¿Perfecto? ¿Para qué?-Bell ladeó la cabeza con confusión.

-¿No es obvio? Apruebo que te cases con mi Ryuu-Respondió Astrea al mismo tiempo que le guiñaba el ojo y levantaba su pulgar en aprobación.

La sala se quedó en silencio por algunos segundos hasta que...

-¡¿CASARME CON RYUU?!/¡¿CASARME CON BELL?!-Los dos tontos enamorados gritaron con sorpresa y vergüenza esa pregunta con la intención de asegurarse de haber escuchado correctamente lo dicho por la diosa.

-Son tal para cual-Dijeron los presentes al unísono.

-Ara~Ara ¿Acaso dije algo extraño?-

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Bueno amigos, hasta aquí el capítulo de hoy, espero que sea de su agrado y dejen su apoyo como ya es costumbre.

Creo que ya vieron que prácticamente actualicé 3 historias en una semana pues resulta que tuve toda la semana libre de la universidad y gracias a eso conseguí actualizar casi seguido pero no creo que se repita, lo lamento.

En fin, déjenme sus opiniones amigos.

¿Cómo estuvo el capítulo? ¿Les gustó?

Buzón de sugerencias/opiniones/comentarios.

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¡Si gustan leer una novela original escrita por mi, pueden leer la que recién acabo de publicar!

"Objetivo frustrado por un amor inesperado"

Acompáñanos en al historia de Akiro Itō para cumplir su tan anhelado deseo... ¡Vengarse de quien rompió su corazón!.

Aquí les dejo el link para que vayan a leerla o pueden encontrarla en mi perfil. Hasta ahora llevo el prólogo y el primer capítulo del primer volumen.

https://www.wattpad.com/story/295436264?utm_source=ios&utm_medium=link&utm_content=share_writing&wp_page=create_story_details&wp_uname=Aetd556&wp_originator=Updq6%2FIi6BWjWjl9fWmdgFplAGHQxmBh9KtLNUzCXq8Z1hhr2ZdP3Q0Mc6DsZaDAgH2X2xNZeBY6nbXJbf8D2cMC4S4qhJJgbh4mVRLtfVTiVXNZCVonFivgF0HRk7Om

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Si desean leer más de mis fic pueden entrar a mi perfil y ahí encontrarán desde...

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Un One Shot en el que se nos relata lo que hubiera sucedido si Bell era cuidado por Alfia, Zald y Zeus ¿Será un futuro feliz? ¿Bell se convertirá en el último héroe como se lo prometió a su madre? ¡Averigüémoslo!
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Otro One Shot sobre una bella historia de amor entre una diosa y un mortal, que toma como punto de partida la película de "Danmachi: la flecha de Orión". Veamos la aventura en la que se embarca nuestro carismático protagonista después de haber perdido a esa diosa que tocó su corazón en muy poco tiempo, de la cual, se tuvo que despedir prematuramente.
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La historia de amor entra una hermosa hada y un conejo con dudas nacientes en su corazón tras un suceso inesperado.
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Un fic con un cuarteto amoroso muy raro, BellxTionaxFreyaxHelun.
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Una hermosa historia de amor entre una asesora y el aventurero a su cargo, BellxEina.
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¡Una aventura sin Falna nos espera a nosotros y a nuestro protagonista!.
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Y mi primer y ya finalizado Fic, que va de la pareja de BellxSyr o Freya, el cual parte desde el rechazo de esta misma en el volumen 16 de la novela original, aunque claro... en este fic sabremos lo que hubiera pasado si Bell no la rechazaba, como el título indica.
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Sin más que agregar, yo me despido, espero que se echen una pasada a mi perfil y les agraden las demás historias en caso de no haberlas leído, eso es todo, hasta la próxima mis lectores.