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Capítulo 13. ¿Qué tan fuerte es tu amor?.

En el capítulo anterior.

-Sería un honor bailar contigo, Bell-Le regaló una hermosa sonrisa. (Imagen de referencia).

Y por último... la piel de ambas extremidades entraron en contacto.

Él la miró a un instante de iniciar y dijo...

-Mi abuelo no mentía cuando dijo que las mujeres más hermosas del mundo están en Orario-

Ryuu sintió que el agarre se hizo más fuerte.

-Aunque... la más hermosa de todas está ahora mismo tomando mi mano-


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Capítulo actual.

-¡Tranquila Hestia-Sama! ¡Deje de moverse como babosa a la que le echaron sal!-Pidió Welf, sosteniendo a la pequeña diosa e impidiendo a su vez que ésta interrumpiera la escena claramente romántica que su amigo estaba teniendo con aquella hermosa elfo.

-¡¿Cómo quieres que me tranquilice?! ¡Mi Bell está yendo a bailar con una mujer enfrente mío! ¡Otra vez!-Gritó Hestia, retorciéndose e intentando soltarse mientras que recordaba esa misma situación en al fiesta de la familia Apolo, con la ligera diferencia de que la acompañante en esta ocasión no era Wallen-lo-que-sea.

Por su parte, Lili y Haruhime permanecieron calladas y un tanto decaídas. Mikoto intentó tranquilizarlas y animarlas pero quedó en pobres intentos.

"Bell, disfruta tu tiempo, porque cuando vuelvas tal vez no salgas vivo" pensó el pelirrojo viendo a la distancia al peliblanco con una sonrisa pura y llena de felicidad al igual que la de Ryuu que brillaba de lo feliz que se encontraba.

Mientras tanto, con Bell y Ryuu.

Los dos aún sostenían la mano del otro, en ningún momento se separaron hasta que por fin, después de caminar unos segundos, llegaron al centro de la pista donde los demás estaban bailando.

Algunos rostros conocidos se hicieron presentes, caso del de Miach con Naaza, a los cuales Bell saludó ni corto ni perezoso aunque fue un fugaz saludo.

También bailaban Hermes y Asfi, algo sorprendente viendo que a esta última parecía desesperarle su Dios de sobremanera. Por alguna extraña razón, Hermes sonrió con una mirada que se asemejaba mucho a la del abuelo de Bell, una que combinaba orgullo y perversión. Cuando Asfi se dio cuenta de esto lo pateó en la espinilla, sacándolo de sus pensamientos.

Ambos se posaron frente a frente, mirándose fijamente, sin perderse ningún detalle del rostro de quien se hallaba delante suyo.

Mejillas sonrojadas.

Un tanto inquietos.

Temblor en los labios.

Había una continua serie de aspectos que daban a relucir sus más sinceros sentimientos y aún así estaba ahí.

Ignorando la pena.

La vergüenza.

Todo por pasar un simple y sencillo momento con la persona que amaban.

-Y-Yo nunca he bailado, Bell... así qué tal vez cometa muchos errores...-Advirtió Ryuu. Sus orejas decayeron un poco a la par que su ánimo.

Tenía miedo de arruinar el baile.

Bell lo notó y posó su mano en el costado del rostro de su acompañante.

Ella se sorprendió y levantó la cabeza con ojos llenos de ilusión.

-No me interesa tener un baile perfecto, tampoco me importa que cometamos millones de errores mientras lo hacemos, este instante es especial porque lo estoy compartiendo contigo, Ryuu... así que...-Las palabras del chico llenaban de alegría el corazón de la elfo, quien sintió como este mismo aumentaba la frecuencia con la que sus latidos se presentaban.

Poco a poco retiró su palma derecha de la mejilla de Ryuu y la posó delicadamente en su cintura.

Ninguna elfo permitiría que alguien llegara tan lejos.

Sin embargo, ahí se presenta la diferencia con otros elfos.

Ella...

La bella hada de bosque encantado lo permitía porque...

Lo hacía el hombre al que le entregó sus más puros y sinceros sentimientos.

A quien le confiaba su vida...

Ambos levantaron la mano con la que sujetaban la del otro a una distancia un tanto considerable.

Ryuu dejó atrás aquellos pensamientos sobre arruinarlo y sus energías se vieron renovadas.

Posó su palma izquierda en el hombro derecho de Bell, sujetándolo con ligera fuerza.

-Así que, Ryuu... hagámoslo-Concluyó el joven. Finalizando la frase que dejó sin completar por comenzar a tomar la postura de baile.

La música era calmada, una especie de sonidos de piano combinados con el bello sonar de las cuerdas de un violín daban una atmósfera llena de calma y de romanticismo a los que se animaron a ponerse de pie.

La danza dio inicio y con ella los movimientos de nuestra pareja.

Ryuu daba pequeños pasos adelante, los cuales eran correspondidos por Bell, quien los daba detrás, avanzando poco a poco e impidiendo que llegaran a pisarlo.

Bailando lentamente.

Sin apartar la vista de la belleza que ambos tenían delante de sus rostros.

Pasos a los costados, evitando chocar con el resto de la gente.

Sincronizados con la glamorosa y delicada música.

Sujetando con fuerza a su pareja y acercando sus cuerpos cada vez más sin siquiera notarlo al estar completamente sumergidos en su propio mundo.

De pronto... la música cambió de golpe...

Una tonada más rápida e intensa se presentó en la sala.

Ellos se aturdieron un poco por tan repentina alteración al ambiente que los rodeaba.

Todas las parejas comenzaron a moverse al son de la nueva canción.

Movimientos rápidos.

Envolviendo a su pareja en sus brazos.

Dándole vueltas mientras esta se mantenía unida a ellos con la mano que utilizaban para sujetarla.

-C-Creo que no estamos al nivel de ellos... podremos causar un accidente-Comentó Ryuu.

Repentinamente, Bell la agarró, impidiendo que se separaran.

-No lo sabremos si no lo intentamos... sigamos nuestros instintos y veamos qué tal lo hacemos-Respondió, dibujando una sonrisa llena de confianza en su rostro.

Ella se quedó pasmada unos segundos y sonrió de igual forma mientras cerraba sus ojos.

-De verdad no tienes remedio, Bell-Dijo, dejándose llevar.

Tan rápido como se pusieron de acuerdo, empezaron a replicar los pasos de baile que los demás hacían.

Movimientos rápidos.

Giros a gran velocidad.

El vestido de Ryuu se ondeaba por la combinación de pasos y vueltas que daban.

El cabello blanco de Bell se movía con la circulación del viento tras cortarlo con sus cuerpos en constante estado de actividad.

Había algo de lo que no se percataron.

Quienes antes bailaban, dejaron de hacerlo y despejaron el centro de la pista.

¿A qué se debía esto?.

Simple...

Estaban viendo como ambos enamorados bailaban con tal delicadeza y perfección, como si se tratara de profesionales.

La bella mujer se movía de la forma en la que sus agudos sentidos de aventurera le decían, provocando que se viera como una delicada flor que se movía con el pasar del viento.

Como un diente de león que volaba por los aires y estos causaban movimientos irregulares en la caída del mismo.

Si no fuera suficiente, el largo vestido color rosa daba una imagen perfecta de dicho escenario imaginario.

Una flor moviéndose con gracia en la pista de baile.

No obstante, el acompañante de tan bella mujer no se quedaba atrás.

"Pies de conejo", como se le apodó a Bell Cranel, la sujetaba y la acercaba cada vez más.

Él era el encargado de seguir los pasos de Ryuu, haciendo que estos se vieran en sincronía con la música y con su propia forma de bailar.

Actuaba más como un complemento de la libertad artística que la elfo demostraba en la pista.

La música llegaba a un clímax, las cuerdas del violín aumentaban su resonar y con esto el ritmo del resto de los instrumentos.

Eso significaba una cosa... ya casi era tiempo de que la canción finalizara.

Una mirada y un asentimiento bastó para que ambos se pusieran de acuerdo en planear el cierre de su baile.

Bell la sujetó de la cadera y luego la soltó, permitiendo que ella girara en el mismo eje sin separarse de la mano izquierda de su amado

-Es como si una rosa abriera sus pétalos...-Susurró Lunoire, admirando la belleza de su amiga.

-Nunca esperé que Ryuu-nya sea tan buena bailando-nya...-Continuó Chloe, anonadada.

-¡Así que Ryuu-nya ama a Bell-nya!-Gritó Anya con emoción, le alegraba ver tan feliz a su compañera y amiga de "La señora de la abundancia".

Mama Mia observaba con tranquilidad, mientras una sonrisa se hacía presente en su normalmente seria cara.

Bell y Ryuu continuaban bailando sin hacerle caso a los demás.

"¡Ese es mi pequeño Bell! ¡Míralo Zeus! ¡Te hizo caso! ¡Se consiguió a una elfo! Aunque... dudo que alguien como ella permita lo del Harem..." pensó Hermes, lleno de éxtasis aunque el ánimo se fue apagando por esto último ya que conocía el carácter de la delicada flor llamada Ryuu Lion.

Del otro lado del gran cuarto, un elfo rubio tenía ira inyectada en sus ojos.

"Muy lindo y todo pero... ¡ELLA NO ES FREYA-SAMA!" Gritó internamente, apretando su puño.

-El reino de la oscuridad ha corrompido a tan débil mente...-Dijo Hogni al identificar el desagrado de su compañero.

El resto de la familia Freya ignoraba al peliblanco y a la elfo.

Pero... de lado de la familia Hestia.

-Debo de admitir que entre la fiesta de Apolo y ahora hay un cambio radical-Comentó Mikoto.

-Que linda se ve Ryuu con Bell-Sama...-Opinó Haruhime, olvidándose de la tristeza anterior.

-Hestia-Sama, al fin dejó de patalear, la soltaré pero no los interrumpa... debe comprender que... no se manda en el corazón-Dijo Welf, bajando a la pequeña Diosa.

Esa última frase cayó como balde de agua fría en Lili y Hestia.

-Él merece ser feliz y creo que Ryuu puede lograr que lo sea, es más, estoy tan seguro de que ambos lo serán-Finalizó el herrero, sonriendo y levantando su pulgar.

La pequeña Diosa lo miró fijamente y agachó la cabeza unos segundos después.

-Si Bell-Dono siente amor por otra chica, nuestro deber es apoyarlo, sé que es difícil pero... él merece ser feliz con quien desee ¿No piensan lo mismo?-Expresó Mikoto, tratando de convencer a las chicas que sienten algo por el peliblanco.

-¡Bell-Sama me rescató!... Yo le debo mi vida... así que, si él es feliz, yo con más razón lo seré-Haruhime fue la primera en dar su opinión.

-Ugh... es el mismo caso para mi... no puedo seguir siendo egoísta y mentirme, Bell-Sama nunca me verá de esa manera...-Opinó Lili, llorando por la cruda verdad.

Solo faltaba Hestia, quien continuaba viendo al suelo.

Hasta que por fin... comenzó a hablar.

-Bell desde el principio me dejó claro que no me veía de esa manera... y-yo... yo tengo que respetar su decisión... al fin y al cabo, nunca dejaré de ser su diosa, tampoco dejaré de quererlo, así sea como una madre, prefiero eso a impedirle su felicidad por mi egoísmo...-Fue el pensar y sentir de Hestia. Lágrimas brotaban de sus ojos, sin embargo, debía aceptar que Bell nunca la amaría como ella quería.

Por fin lo comprendieron.

No importaba lo que hicieran.

El corazón de Bell es quien elegía según su sentir, no por los méritos.

Ya que el amor se siente... no se gana.

La música se acercaba a su final y Ryuu envolvió ambos brazos detrás del cuello de Bell.

Él la sujetó con ambas manos de la cadera.

Giraron un par de veces y se soltaron, tomando distancia.

Luego se acercaron nuevamente y volvieron a la posición de manos que tenían con anterioridad.

Y cuando la última tocada se acercó.

Bell lanzó su peso hacia adelante, provocando por inercia que Ryuu se inclinara de espaldas hacia atrás.

Y de golpe.. la música cesó.

El peliblanco y la elfo quedaron uno cerca del otro.

Con Bell inclinado adelante, sujetando con una mano la espalda de Ryuu e impidiendo que ella cayera atrás.

Con Ryuu envolviendo ambos brazos en la espalda de Bell, agarrándose de él.

Sus rostros se encontraban a una distancia peligrosa.

Era tan corta que podían jurar sentir la respiración agitada del otro.

Sus rostros completamente rojos, tanto por el cansancio como por la pena que les causaba la proximidad del contrario.

-R-Ryuu...-Él la nombró con su voz ligeramente entrecortada.

-Bell...-Ella hizo lo mismo.

Relajó su cuerpo y cerró sus ojos... dándole entrada libre a lo que ambos creían que debía suceder.

El chico abrió sus ojos en su totalidad...

Millones de preguntas se formaron en su cabeza, sin embargo, no había espacio para dudas.

Se acercó más y más a los labios de la elfo al mismo tiempo que ella hacía lo mismo con los suyos.

-Oigan, no deberíamos estar viendo esto ¿Verdad?-Dijo Miach a la familia Hestia y Takemikazuchi.

-Es su culpa por no hacerlo en un lugar más privado-Respondió Naaza, riéndose de forma burlona.

Mikoto, Lili, Chigusa, Haruhime y Hestia se sonrojaron por tal escena, no conocían a un Bell tan exhibicionista y que expresara tales actos de amor enfrente de todos. El Bell que ellas conocían huiría con tan solo un abrazo.

Hedin, quien seguía observando con una vena marcada en su frente, intentó levantar su bastón, no obstante, alguien lo sujetó, impidiendo que lo consiguiera.

Se trataba de Ottar, quien lo miró desde arriba con total seriedad, dándole a entender que no interrumpiera.

-Míralo... no pensé que ese niño fuera tan atrevido-Susurró Tione.

Sí, Tione, la familia Loki también estaba ahí, o al menos algunos de sus integrantes.

-Una hermana elfo... ¡¿NO SÉ SUPONE QUE...?! ¡¿MMMMM?!-Gritó Lefiya pero alguien posó su palma en la boca de la elfo pelinaranja, impidiendo que hablara más fuerte.

-Shhhhh-La silenció Riveria.

-Era obvio que surgiría alguna clase de cambio en él, no podemos culparlo-Agregó.

-Argonauta-Kun...-Dijo Tiona.

-Es un alivio que Aiz no viniera, aún si dice odiarlo todos sabemos que no es ese el caso-Opinó Finn.

-Tch-Chasqueó la lengua Bete.

Mientras tanto, Bell y Ryuu se acercaron lo suficiente pero...

*¡PAM!*

Un fuerte golpe rompió todo el estado de ánimo.

-¿Eh?-Dijeron ambos, girando a donde aquel sonido provino.

-¡Espero que estén disfrutando la fiesta, invitados míos!-Dijo la diosa Freya, quien abrió de golpe las grandes puertas del palacio.

Un silencio incómodo se hizo presente.

-¿Uh? ¿Qué sucede? ¿Interrumpo algo?-Preguntó al notar dicha atmósfera.

Plantó sus ojos color morado en el centro del salón.

-Ara~-Dijo cuando vio a Ryuu y a Bell.

Esto fue percibido por ambos y rápidamente se pusieron rectos y se pararon de forma correcta.

Su momento... fue interrumpido.

Cuando se dieron cuenta de que todos los miraban y se hallaban alrededor de ambos, humo comenzó a salir de sus cabezas.

"¿Q-Qué estuve apunto de hacer enfrente de tanta gente...?" Se preguntaron al mismo tiempo en sus mentes, volteando a un lado con vergüenza.

-Fufufu... tal vez entré en mal momento-Dijo Freya, con unos ojos vacíos y una sonrisa que reflejaba todo menos felicidad.

Se subió a un escenario para llamar la atención de todos los invitados.

Mientras eso sucedía, Bell y Ryuu no sabían que decirse el uno al otro.

Las palabras simplemente no salían.

-A-Ah e-esto... y-yo-El peliblanco intentó excusarse.

-N-No... e-es...-La peliverde obtuvo el mismo resultado.

-¡Atención todos!-Freya alzó la voz.

Los dos tórtolos dejaron su escénica y prestaron atención.

-Se preguntarán el motivo por el cual organicé esta fiesta ¿No es verdad?-Habló la diosa peliplateada.

La familia Hestia se acercó a Bell, sin importarle empujar a la multitud.

-Esto es malo... m-me estaba viendo a mi cuando dijo eso...-Susurró Bell, con un leve temblor en su mano.

Ryuu lo notó, sin entender a qué se debía.

-Bell, tranquilízate-Le dijo Welf a su amigo.

-¿Hestia-Sama? ¿Qué sucede?-Preguntó la elfo cuando vio que la pequeña diosa adoptó la misma actitud que su hijo.

-Ryuu es tu nombre ¿Cierto? Quisiera hablar contigo de varias cosas pero eso se deberá posponer... estamos dentro de un embrollo-Dijo Hestia con total seriedad, algo raro en ella.

-Bien, la verdad es que hace un tiempo mi familia y yo misma nos dedicamos a atender un asunto que podría catalogarse como personal-Continuó Freya.

-El cuál podría decirse que a la mayoría de ustedes no les concierne pero que es de utilidad que estén enterados-Una pequeña risita se escapó de la diosa al finalizar esa oración.

La voz de las masas no se hicieron esperar y entre ellas discutían/teorizaban sobre lo que Freya quería decir.

-Esta noche, hay un invitado especial en la sala, agradecería que subiera aquí...-Ella hizo una pausa.

"Seré yo..." pensó el peliblanco cuando apuntó a su dirección.

Bell cerró los ojos y apretó sus puños, aceptando su inevitable destino.

-Ryuu Lion... o como los aventureros al conocen... "Vendaval"-Completó Freya su oración.

Un silencio sepulcral golpeó en la sala.

-¿Q-Qué...?-Preguntó Ryuu, con la voz temblorosa.

Todos dirigieron su atención a ella.

-Vendaval...-Susurraron las masas.

-Quien acabó con la familia Rudra...-Dijeron algunos.

-La criminal-Mencionaron algunos otros.

-¿R-Ryuu?-Preguntó Bell, abriendo sus ojos de golpe y viéndola.

-Ryuu Lion, por favor ¿Serías tan amable de subir? Porque si no lo haces tú... te obligaré-Dijo Freya con un tono de voz amenazante que erizó la piel de los presentes.

Los miembros de la familia Freya dieron un paso adelante, golpeando sus armas contra suelo.

Anya sintió el terror abordar su cuerpo.

-M-Mama Mia-nya...-Nombró a la enana.

Para su sorpresa, ella no hizo expresión alguna, ni un movimiento.

-¿Q-Qué querrá Freya-Sama con Ryuu?-Se preguntó Lunoire.

-No puede ser nada bueno-nya-Comentó Chloe.

-B-Bell...-Ryuu nombró al peliblanco, el cual no sabía qué hacer.

Así que... su cuerpo actuó.

Caminó unos centímetros y se plantó enfrente de ella.

-N-No... no puedo permitir que le haga nada... Freya-Sama-Dijo Bell con la voz entrecortada, como si le costara hablar, al mismo tiempo que agachaba la cabeza, evitando hacer contacto visual con Freya.

Los invitados se sorprendieron por lo que "Pies de conejo" dijo.

Impedirle algo a la diosa con la familia más poderosa de Orario no era algo muy listo.

-Hmmm... ¿Así serán las cosas? Esto no tiene nada que ver contigo. Bell Cranel ¿Estás dispuesto a meterte en problemas por una sucia criminal?-Preguntó Freya con un tono despectivo en sus palabras.

-Ella no es eso...-Dijo Bell en un tono bajo.

-¿Disculpa? Creo que no alcancé a oír lo que dijiste-Contestó la diosa.

-Bell... no... no te metas en problemas por mi otra vez...-Ryuu intentó frenarlo pero él tomó su mano.

-Tú haz hecho lo mismo por mi... no... no lo hago por eso... lo hago porque quiero...-Respondió el peliblanco.

-¡Ryuu Lion no es una sucia criminal! ¡Eso fue lo que dije!-Gritó Bell a todo pulmón. Su confianza crecía.

-¡Ustedes no saben nada! ¡Juzgan como si sus vidas estuvieran libres de crímenes! ¡Libres de algún pecado! ¡Pero no es así!-Continuó.

-¿Q-Qué...?-Freya se sorprendió por ello.

-Ella es alguien amable-

-Alguien linda-

-Dulce-

-No dañaría a nadie sin razón alguna-

-La familia Rudra es al culpable de todo lo que sucedió esa noche-

-¡No ella!-

Las mejillas de la elfo se sonrojaron completamente.

Cada palabra golpeaba con fuerza dentro de su corazón.

Dentro de su alma.

Dentro de su ser.

-S-Sí quieren hacerle daño a Ryuu...-

-¡PRIMERO TENDRÁN QUE PASAR SOBRE MI!-Gritó Bell al juntar cada pizca de aire de sus pulmones y expulsarlo de repente.

Lleno de decisión, se plantó sin miedo a la adversidad.

-Ya veo... tendrá que ser de esa forma entonces...-Dijo Freya, chasqueando sus dedos.

*¡PUM!*

Un fuerte y veloz golpe impactó con el rostro de Bell.

*¡CRASH!*

-¡BELL!-Gritó Ryuu quien no pudo reaccionar a tiempo.

Ella corrió a su dirección pero fue sujetada por Hogni y la jaló a donde Freya se encontraba.

Bell intentó ponerse de pie al salir de los escombros de la pared que destruyó al impactar con ella.

-Estás encubriendo a una criminal, tú y tu familia, no creo que piensen que seré amable con ustedes ¿Verdad?-Mencionó la peliplateada.

-N-No permitiré que le hagan daño-Bell continuó con la decisión que tomó.

-Bell...-Ryuu nombró al peliblanco.

-No quiero que mueras por mi... por favor... no lo hagas...-La elfo, con lágrimas en sus ojos, lanzó su pedido.

-¡No puedo dejarte! ¡No puedo!-Gritó Bell con fiereza.

-Y-Yo... yo prometí no volver a soltarte...-Las lágrimas brotaban de igual forma que con Ryuu.

-No permitir que vuelvas a sufrir...-Agregó.

-Si te pasa algo por mi culpa... sufriré...-Contestó ella.

-Niño, deja de actuar de forma impulsiva y aprende tu lugar-Le dijo Allen, apuntándolo con su lanza.

-No eres más que basura encubriendo a una criminal, sean los motivos que sean, lo hizo y eso nadie lo cambiará-Continuó Alfrigg de los hermanos Gulliver.

-Ryuu Lion, antes de llevarte con la familia Ganesha, hay algo de lo que quiero hablar contigo...-Dijo Freya tan pronto cuando Hogni trajo a la elfo consigo.

-Haré lo que sea, pero deje fuera de todo esto a Bell-Pidió con seguridad, temiendo por la vida del joven.

-Ryuu, no...-Bell intentaba detenerla pero Allen y Alfrigg le impedían el paso.

-¡Mama Mia-nya! ¡Tenemos que hacer algo-nya!-Dijo la chica gato de cabello castaño con desesperación. Ella mejor que nadie sabía lo que le sucedía a alguien que despertaba el interés de la diosa Freya, no por nada forma parte de su familia al igual que la enana.

-Ottar...-Freya nombró al capitán de su familia.

-Que se larguen todos, la fiesta terminó-Finalizó, ordenando al boaz que saque a todos de Folkvangr.

Ottar asintió y apuntó a la salida.

Freya agarró a Ryuu y se dieron la vuelta.

Antes de hacerlo, Bell y ella se vieron una última vez antes de que la puerta de la habitación en la que ambas entraron se cerrara.

Una expresión que reflejaba dolor y tristeza se presentó en Ryuu

A pesar de tener una sonrisa... esta no reflejaba ninguna clase de alegría y una lágrima bajó por su mejilla.

El muchacho tenía la misma expresión aún si no se daba cuenta.

Entre ella y él, Hedin se interpuso.

-¡Freya-Sama dijo que se larguen!-Gritó el elfo, pateándolo hacia afuera.

*¡PAM!*

El Fuerte golpe lo hizo salir volando a la salida de la sede.

-¡Bell!-Gritó la familia Hestia corriendo en su auxilio.

El joven derrapó con el suelo y se estampó con algunos arbustos que frenaron su avance.

*¡COF¡* *¡COF¡* *¡COF¡*

Bell tosió con fuerza mientras sangre salía de su boca por la fuerza del impacto en su estómago.

-¿Estás bien? ¿No tienes nada? ¡Hay que curarlo!-Pidió Hestia con inquietud cuando por fin tuvo al lado suyo a su hijo.

-E-Estoy bien Kami-Sama-Respondió, levantándose.

*¡PUM!*

Las puertas de la sede de la familia Freya fueron cerradas tan pronto el último invitado abandonó sus adentros.

Bell, ni corto ni perezoso, caminó a la puerta.

-¡Espera Bell! ¡¿Qué demonios harás?!-Le preguntaron los miembros de su familia.

-No la abandonaré... se lo prometí... me lo prometí...-Contestó.

-Pero no puedes contra ellos, no son una familia cualquier, uno solo fue suficiente para mandarte a volar, no quiero que cometas ninguna tontería-Hestia intentó razonar con él.

-Hestia-Sama tiene razón, es muy peligroso, sé que en ocasiones es impulsivo Bell-Sama pero incluso usted debe saber cuándo rendirse-Lili continuó intentando evitar que el capitán de su familia hiciera algo que comprometiera su vida y la de los demás.

El joven frenó en seco.

Su cabello cubría sus ojos.

-Después de derrotar al Juggernaut en la gran cascada... sucedió algo...-Informó, recordando el instante en concreto.

-¿Qué...?-Preguntaron.

-Casi la pierdo...-Agregó.

Recuerdo.

-¡SOSTENTE FUERTE RYUU! ¡VOY A SUBIRTE!-Gritó Bell, jalando con ambos brazos.

Sin embargo, el suelo a su alrededor comenzó a quebrantarse.

-Bell...-Lo nombró Ryuu por su primer nombre por primera vez desde que se conocen, mientras seguía colgando a la intemperie.

Él volteó en su dirección.

La elfo, levantó su otra mano, la que no estaba en un nudo con Bell.

Y... soltó uno de los dedos que la sostenían.

-¿Qué haces...?-Le preguntó él, con miedo.

-Si se queda, ambos moriremos-Respondió ella, soltando el segundo dedo.

-No, Ryuu, no lo hagas-El peliblanco trataba de convencerla de frenar lo que hacía.

-Es la única manera-Contestó, haciendo que la fuerza de dos dedos la separaran de una caída al abismo.

-¡TIENE QUE HABER OTRA MANERA! !NO LO HAGAS!-Gritaba el chico, infundiendo toda su fuerza.

-Bell... los momentos que pasé a tu lado los últimos días... fueron los momentos más felices de mi vida-Dijo Ryuu soltando el agarre y... cayendo al vacío.

-¡RYUUUUUUUUUU!-Gritó Bell desde arriba y viendo como el cuerpo de la elfo desaparecía en la oscuridad.

Fin del recuerdo.

-Yo... le prometí salvarla... prometí ante su familia que le traería felicidad... no puedo quedar como un mentiroso... no puedo fallarle... así deba afrontar a la familia Freya o al mismísimo dragón negro... cumpliré con mi palabra-Continuó, apretando su puño, tanto que sus uñas se enterraron con su palma, provocando sangrado.

-Lo haré con o sin su ayuda...-Prosiguió, volviendo a caminar.

Tanto Hestia como los demás, incluso quienes no son parte de su familia, quedaron impresionados por lo dicho.

-Veo que te meterás en un embrollo por una chica otra vez, pequeño Bell-Dijo Hermes a la distancia.

-Parece un común denominador pero ahora es diferente...-Respondió Bell.

-Entonces necesitarás esto-El Dios le lanzó la daga negra que él bien conocía.

-¿C-Cómo...?-Se preguntaron.

-Desde que Freya hizo acto de presencia sabía que algo malo pasaría y que Bell reaccionaría, así que mandé a Asfi por ella, no puedes luchar sin un arma, mucho menos contra esos monstruos. Siento que te estoy dando el permiso de meterte a un matadero, sin embargo, es tu decisión, se un héroe, se su héroe-Contestó Hermes, dirigiendo el último mensaje al muchacho.

-Hermes-Sama...-Bell lo nombró, con brillo en sus ojos.

-Veo que no te haré cambiar de opinión ¿Verdad? Ven aquí, actualizaré tu estado, al menos eso puedo hacer-Dijo Hestia, llamando a su hijo.

Él corrió a ella y descubrió su espalda.

De otro lado, la familia Loki discutía.

-Riveria-Sama...-Lefiya nombró a su maestra.

-Esto es muy extraño ¿Qué gana Freya-Sama revelando públicamente la identidad de "Vendaval"? no creo que le interese la recompensa-Dijo la alta elfo, tomando su barbilla.

-Es claro que quiere algo más... o a alguien...-Dijo Finn, viendo a Bell.

Bete se mantuvo en silencio.

-Lo importante es... ¿Por qué hasta ahora? Ella trabajaba con dos miembros de su familia, sí, inactivos, sin embargo, debería saberlo desde antes-Tione aportó la información que poseía al igual que sus dudas.

-Argonauta-Kun... m-miren...-Tiona llamó la atención de los miembros de su familia, apuntando a aquel chico.

-¿Qué hace...? ¿No le bastó con la pateada de culo que le dieron?-Cuestionó Bete al notar que actualizaban el estado del peliblanco.

-Planea luchar por ella... aún con todo en contra...-Mencionó el hobbit, capitán de la familia Loki.

-Como un héroe...-Dijo Tiona, siguiendo el hilo de la oración.

Volviendo con Bell.

Hestia dejó caer una gota de sangre de su dedo en la espalda de su hijo tras cortarse con la daga del mismo nombre.

Las letras en el idioma de los dioses se presentaron.

-Te subiré de nivel, tal vez no tengas las mismas estadísticas que en ocasiones anteriores pero aún así son suficientemente altas, además, la proeza ya la has conseguido-Informó Hestia, viendo el estado de su hijo.

-Haga lo que sea necesario Kami-Sama, así sea poca o mucha la diferencia, lucharé-Respondió él.

A sus ojos, se presentó el estado.

Bell Cranel
Humano
Nivel 4

Fuerza:F387
Resistencia:E405
Destreza:D500
Agilidad:D599
Magia:E488
Suerte:E
Resistencia anormal:F
Escape:H

Habilidades:
Liaris Freese
Ox slayer
Argonauta

Magia:
Firebolt: Es una magia sin canto, lo que le permite usarla sin recitar un conjuro.

-Bien, ahora lo actualizaré-Se dijo a sí misma.

Bell Cranel
Humano
Nivel 4

Fuerza:S905
Resistencia:SS1100
Destreza:SS1125
Agilidad:SS1150
Magia:A805
Suerte:D
Resistencia anormal:F
Escape:H

Habilidades:
Liaris Freese
Ox slayer
Argonauta

Magia:
Firebolt: Es una magia sin canto, lo que le permite usarla sin recitar un conjuro

Hestia quedó sin habla al ver lo mucho que creció en tan solo un par de días, incluso para Bell era anormal.

"Liaris Freese funciona a la perfección, supongo" pensó, riéndose internamente mientras sudor bajaba por su frente.

Tras eso... lo subió de nivel.

Las estadísticas cambiaban rápidamente, las letras se revolvían en la espalda del chico hasta que por fin el brillo se extinguió y permitió que Hestia lo leyera.

Los ojos de la diosa se abrieron en su totalidad como si no creyera lo que veía.

-¿Ya es todo, Kami-Sama?-Preguntó Bell, un tanto desesperado por la tardanza.

-S-Sí, p-pero debes saber...-Ella intentó comunicar lo que el estado reveló aunque el peliblanco hizo caso omiso y se bajó la camisa.

-Si es todo, no tengo tiempo que perder, rescataré a Ryuu-Dijo, caminando nuevamente.

-¡E-Espera Bell! ¡Hay algo que debes saber!-Nuevamente Hestia quiso hablar y obtuvo el mismo resultado.

Finn se acercó a él.

-¿Qué tienes planeado hacer?-Preguntó el hobbit.

-¿Finn?-Lo nombró.

-Dime, vas a enfrentar tú solo a la familia Freya por esa elfo ¿Estás consciente?-Preguntó nuevamente el capitán de la familia Loki.

-No sería la primera vez que me enfrento a una familia-Bell bromeó con eso.

-Ya veo... buena suerte, la necesitarás-Dijo Finn, contestando sus dudas.

"Nuevamente metiéndome en problemas con gente peligrosa por salvar a una chica aunque... ¡TENGO QUE HACERLO! ¡POR ELLA! ¡PORQUE LA AMO!" Gritó internamente como apoyo.

Extendió su mano con su nuevo estado, con su nueva fuerza.

Apuntó a las grandes puertas de Folkvangr.

No tocaría, era obvio que no le abrirían.

Entraría a la fuerza.

Inhalando aire.

Cerrando sus ojos.

Calmando su corazón.

Haciendo una imagen mental de la mujer a la que quería salvar...

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-Bell... muchas gracias...-Agradeció ella.

-Muchas gracias... por ser mi héroe...-Agregó.

El peliblanco sintió como pequeñas gotas mojaban su hombro.

Eran lágrimas.

Lágrimas de felicidad.

Ryuu en verdad estaba agradecida con él por lo que hizo.

"Ser su héroe..." pensó, era lo único dicho por la elfo que resonaba en su mente.

"Fui... fui su héroe..." agregó, para después percibir como una explosión de sentimientos brotaba desde dentro de su ser.
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"Te salvaré las veces que sean necesarias".

Abrió sus ojos de golpe y dijo una palabra muy usada por parte suya.

-¡FIREBOOOOOLT!-

*¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM!*

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Del lado de Freya y Ryuu.

-Te preguntarás la razón por la que hago todo esto ¿No es así?-Preguntó la Diosa, sentándose en una silla justo enfrente de su "Invitada".

Ryuu se quedó callada, aún estando triste.

-Hmmm, veo que no hablarás-Expresó Freya.

-Te daré la respuesta, es más simple de lo que piensas-Dijo Freya, tomando un sorbo del vino de su copa.

-No me interesa en lo más mínimo lo que hayas hecho con esa familia, es más, debo de admitir que lo respeto, acabar con esos miembros de Evilus debería ser reconocido como una proeza más que como un delito-Inició su explicación.

-Sin embargo... hay algo que quiero y que tú tienes...-Agregó.

-¿Algo que yo tengo...?-Cuestionó Ryuu.

-Te tengo una propuesta...-Contestó Freya.

-Estoy dispuesta a pagar la multa por tu cabeza...-Reveló.

-¿Uh? ¿P-Por qué usted haría algo como eso...?-Le cuestionó la elfo.

-Sé lo difícil que es tener que salir a las calles sin poder ser libre, no se lo deseo a nadie-

-También entiendo los motivos que impulsaron a tus actos, por lo que no te juzgo-

-Así que pagaré la multa-

-E-Entonces...-Interrumpió Ryuu.

-¡En cambio! Te pediré algo simple...-Demostró sus verdaderas intenciones.

Ryuu tragó saliva, preparándose para lo que vendría.

-Sal de la vida de Bell Cranel...-Una expresión totalmente seria y sin una pizca de amabilidad fue usada al decir aquello.

-¿Q-Qué...? ¿S-Salir de la vida de Bell...?-Preguntó, intentando confirmar lo que escuchó.

-Sí... cuando dije que tienes algo que me interesa, me refería a ese niño...-Una sonrisa tétrica se presentó en el fino rostro de la diosa.

-P-Pero...-Ryuu intentó pedir una razón.

-Tienes dos opciones-

-Aceptar y ser libre-

-Negarte y pasar tus días en una prisión o ser ejecutada-

-Yo elegiría la primera-Freya guiñó el ojo.

-Así que me pregunto... ¿Qué tan fuerte es tu amor?-Lanzó al aire la interrogante.

Una gran combinación de sentimientos inundaron todo el ser de Ryuu.

Ser libre pero no volver acercarse a Bell.

Negarse y tener que vivir una vida de fugitivo en la cual tarde o temprano la atraparán.

Amor...

Libertad...

"Desde un principio yo... yo no podía ser merecedora del amor de Bell..." pensó, convenciéndose de la decisión que tomaría mientras Freya sonreía.

-Y-Yo...-Antes de dar una respuesta, un ruido seguido de un fuerte temblor retumbó.

*¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM!*

-¿Q-Qué fue eso...?-Se preguntaron ambas.

-Es Bell Cranel Freya-Sama, destruyó las puertas-Dijo Helun, la asistente de Freya, desde la puerta de la habitación en la que encontraban.

-¿Bell?-Ryuu se sorprendió al saber quien fue el responsable de dicha explosión.

-¡NO DEJARÉ QUE ME ARREBATEN A RYUU!-El grito de Bell llegó a ellas incluso estando a un cuarto de distancia.

Brotaron lágrimas de la elfo al oír aquella declaración.

-Me niego...-Susurró.

-¿Cómo...?-Preguntó Freya.

-¡ME NIEGO! ¡YO AMO A BELL Y NO HUIRÉ DE ÉL! ¡ASÍ TENGA QUE MORIR!-

-¡ÉL CAMBIÓ MI VIDA!-

-¡ÉL Y SOLO ÉL!-

-¡POR ESO RECHAZO EL TRATO!-

-¡BELL NO ELEGIRÍA ABANDONARME! ¡NO LO HIZO ANTES Y YO NO LO HARÉ AHORA!-

Cada grito era una pesada losa que Ryuu quitaba de su espalda.

-¡YO ME QUEDARÉ CON ÉL!-

Con ese último grito, corrió afuera de la habitación.

Freya tenía una expresión complicada aunque no impidió que ella huyera.

-Freya-Sama...-Helun nombró a su diosa.

-Déjala ir...-Ordenó.

-Ya tomó su decisión...-Comentó.

Del lado de Bell.

Los miembros de la familia Freya fueron sorprendidos por el repentino ataque tan destructivo que fue causado por una magia sin cántico que pertenecía a cierto molesto Niño.

-En verdad eres un imbécil...-Dijo Allen, alistándose para acabar con él.

-No-Hedin le negó el paso.

-¿Qué haces maldito elfo?-Le preguntó el hombre gato.

-Yo me encargaré de él, tengo unas cuentas pendientes que saldar-Dijo Hedin, retirando la punta filosa de su bastón de la garganta de Allen.

Allen estuvo apunto de decirle algo pero Ottar lo interrumpió.

-Deja que lo haga-Ordenó.

Al obtener el permiso, el elfo fue a encarar a quien sería su rival y en esa misma mañana su alumno.

-Hedin-Sensei-Lo nombró Bell.

-Veo que aprendes rápido, solo faltó enseñarte a tener cerebro-Respondió.

-Mi corazón está donde debe estar, yo no puedo corresponder a las expectativas que tienes sobre mí porque hay una mujer a la cual amo-Contestó Bell, apretando su daga Hestia.

-Sabes que es una batalla que no puedes ganar ¿Cierto?-Dijo Hedin.

-Las posibilidades de ganar son más altas si lo intento que no haciendo nada-Expresó Bell, tensando cada fibra muscular de su cuerpo y agudizando todos sus sentidos.

-¡Bell!-Gritó Ryuu, corriendo hacia él.

-¿Qué...?-Hedin se sorprendió.

-Ryuu...-Bell se relajó por un momento al verla.

*¡SLASH!*

Un corte se dirigió a su pecho.

-Demonios... me distraje por verla a salvo...-Susurró Bell, viendo como a duras penas logró esquivar el ataque del elfo.

-¿Uh? Es sorprendente que reaccionaras, creo que no debo subestimarte-Expresó Hedin, acomodando sus gafas.

-Ya lo dije... rescataré a Ryuu-Volvió a decir lo mismo.

-No lo harás solo, Bell-Dijo Ryuu, rasgando el largo de su vestido que le impedía moverse libremente.

Corrió a donde él estaba y se puso a su lado.

-No permitiré que luches por mi sin mi ayuda, hagámoslo juntos, como en los pisos inferiores-Ryuu le sonrió.

-Te cubro la espalda-Dijo Bell lleno de confianza.

-Lo sé, cubriré la tuya-Respondió la elfo.

Y así, ambos lucharían por el otro...

Por su amor...

-No deja de ser obvio el resultado aunque ustedes dos luchen juntos-Avisó Hedin, apuntando su bastón.

Antes de que alguno de ellos atacara para dar inicio a la batalla, fueron interrumpidos.

-Nadie luchará aquí, no es necesario...-Dijo una voz que ambos retadores conocían perfectamente.

-¿Syr...?-Al identificarla dijeron su nombre con impresión al verla ahí.

No, la impresión no fue únicamente por verla ahí.

Ese sentimiento provino porque ella estaba a un costado de Freya.

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Bueno amigos, hasta aquí el capítulo de hoy, espero que sea de su agrado y dejen su apoyo como siempre.

¿Qué les pareció el capítulo? ¿Sí les gustó?.

Buzón de sugerencias/opiniones/comentarios.

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¡Si gustan leer una novela original escrita por mi, pueden leer la que recién acabo de publicar!

"Objetivo frustrado por un amor inesperado"

Acompáñanos en al historia de Akiro Itō para cumplir su tan anhelado deseo... ¡Vengarse de quien rompió su corazón!.

Aquí les dejo el link para que vayan a leerla o pueden encontrarla en mi perfil. Hasta ahora llevo el prólogo y el primer capítulo del primer volumen.

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Un One Shot en el que se nos relata lo que hubiera sucedido si Bell era cuidado por Alfia, Zald y Zeus ¿Será un futuro feliz? ¿Bell se convertirá en el último héroe como se lo prometió a su madre? ¡Averigüémoslo!
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Otro One Shot sobre una bella historia de amor entre una diosa y un mortal, que toma como punto de partida la película de "Danmachi: la flecha de Orión". Veamos la aventura en la que se embarca nuestro carismático protagonista después de haber perdido a esa diosa que tocó su corazón en muy poco tiempo, de la cual, se tuvo que despedir prematuramente.
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La historia de amor entra una hermosa hada y un conejo con dudas nacientes en su corazón tras un suceso inesperado.
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Un fic con un cuarteto amoroso muy raro, BellxTionaxFreyaxHelun.
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Una hermosa historia de amor entre una asesora y el aventurero a su cargo, BellxEina.
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¡Una aventura sin Falna nos espera a nosotros y a nuestro protagonista!.
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Y mi primer y ya finalizado Fic, que va de la pareja de BellxSyr o Freya, el cual parte desde el rechazo de esta misma en el volumen 16 de la novela original, aunque claro... en este fic sabremos lo que hubiera pasado si Bell no la rechazaba, como el título indica.
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Sin más que agregar, yo me despido, espero que se echen una pasada a mi perfil y les agraden las demás historias en caso de no haberlas leído, eso es todo, hasta la próxima mis lectores.

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