Capítulo 12. Preludio de una fiesta. Un maestro aterrador.
En el capítulo anterior.
-¿Una fiesta hecha por la familia Freya?-Se cuestionaron al unísono y boquiabiertos.
"Esto significa peligro..." pensó Hestia, mordiendo su dedo pulgar y echándole un vistazo a su hijo.
"Que no sea lo que estoy pensando, por favor" rogó Hestia, apretando la invitación con fuerza.
En la actualidad.
-Esperen, esperen ¿Por qué diablos la familia Freya haría una reunión con nosotros como invitados?-Preguntó Welf, con un poco de nerviosismo.
-Lili piensa que no debemos ir, es muy peligroso meternos en la boca del león sin tener una remota idea del objetivo que tengan-Comentó la hobbit, apoyando ambas manos en la mesa.
-No, no podemos faltar, si nos mandaron una invitación es por algo, negarle o rechazarle algo a Freya es tan peligroso como hacerle caso-Respondió Hestia, negando con la cabeza.
-Entonces estamos con la espalda en la pared-Opinó Mikoto ya que a ella igual le había caído como un balde de agua fría la revelación.
-Oigan... ¿Qué anuncio dará? Tenemos que ir, no hay de otra, sin embargo... algo no me huele bien...-Expresó Bell, sujetando su barbilla y agudizando su mirada.
Sospecha.
Misterio.
Duda.
Todos esos factores y características podían están englobadas cuando un simple mortal o Dios se ponía a pensar sobre las intenciones que una diosa como Freya podría tener.
-No piensan que será como en la fiesta de Apolo... ¿Verdad?-Preguntó el herrero, intentando contradecir dicha teoría.
La sala se mantuvo en silencio.
-Con Freya nunca podemos estar seguros de nada... es una mujer peligrosa y problemática cuando se le mete algo en la cabeza-Contestó Hestia, mientras un sudor frío bajaba por su frente.
-Y Bell-Sama agarró aún más fama por su batalla contra Asterius ante todo el mundo...-Dijo Haruhime, contagiándose del nerviosismo abundante en el sitio.
Las miradas de los miembros de la familia Hestia no pudieron evitar dirigirse al objeto de deseo de muchos dioses... Bell Cranel.
-Apolo es una cosa, Freya es alguien contra quien no tendremos ni una sola oportunidad-Dijo Lili, temblando de miedo.
-¡Ya! Tenemos menos de un día para prepararnos, sea lo que sea debemos ir y afrontarlo, no nos servirá huir-Gritó Bell, adoptando una actitud seria y decidida.
Consiguió que sus compañeros salieran del transe.
-T-Tienes razón... lo único que podemos hacer en este momento es prepararnos...-Dijo la pequeña diosa, poniéndose de pie.
-Haruhime, Lili, Mikoto, acompáñenme-Ordenó Hestia.
-¿Eh? ¿Para qué, Hestia-Sama?-Preguntaron las tres chicas.
-¿No es obvio? Iremos a una fiesta de gala, por lo que eso significa una sola cosa... ¡COMPRAS!-Festejó la diosa, levantando su puño al aire y provocando una disminución en la presión del ambiente y el aura del cada uno de ellos.
-¡Hey Hestia-Sama! ¡No podemos estar despilfarrando el dinero!-Reclamó la hobbit.
-Lili-Dono, con las ganancias obtenidas por la expedición pienso que estamos en posición de poder gastar de más-Informó la oriental, recordando la gran suma de valis obtenidas de los botines y las piedras mágicas que consiguieron hace unos días en al expedición donde casi pierden la vida en múltiples ocasiones.
-Grrrrrr ¡Está bien! ¡Pero no gasten demasiado!-Lili se rindió muy pronto.
En la mente de Hestia, Lili y Haruhime resonó un pensamiento.
"¡Conseguiré algo que deje encantado a Bell/Bell-Sama!".
Mientras que en la de Mikoto hizo acto de presencia una idea similar aunque el objetivo de ella era alguien diferente.
"N-No sé si Takemikazuchi-Sama irá p-pero en caso de que sí sería bueno ir vestida de forma que le guste... creo" sus mejillas se sonrojaron y desvió la mirada a la izquierda y a la derecha.
-¡Nos vamos Bell!-Gritaron la diosa, la Hobbit y la renard, despidiéndose del chico peliblanco al mismo tiempo que salían de la mansión a toda velocidad.
-¿Uh? ¿A-Adiós?-Bell ladeó la cabeza al notar que ya no había nadie a quien devolverle el aviso.
-Esas chicas en serio son un caso-Welf negó con la cabeza y cruzó sus brazos.
-¿Y tú qué llevarás? Supongo que el mismo traje que usaste en la fiesta de Apolo ¿O me equivoco?-Preguntó el herrero.
-Creo que sí, está limpio y lo usé nada más una vez-Contestó el chico.
-Me pregunto por qué todas quisieron comprar un vestido, Kami-Sama y Mikoto tienen ropa para ocasiones como esa y Haruhime se ve muy hermosa con sus kimonos, Lili casi nunca varía su vestimenta así que en parte la entiendo-Se cuestionó Bell.
-Eres muy idiota, tu tacto con las mujeres así como tu comprensión de las mismas es muy pobre, en fin, no te quito más tiempo-Welf lo insultó y se reía ligeramente antes de retirarse e irse a su taller.
-E-El insulto no era necesario... no obstante... ¿Mi tacto y comprensión? Según yo lo hago bien, no por nada tuve a mi abuelo enseñándome sobre ellas... aunque ahora que los recuerdos vienen a mi memoria comienzo a cuestionarme si lo que me explicó era algo que puedas decirle a un niño menor-Se dijo a sí mismo, casi a manera de susurro después de que su compañero lo dejó en la soledad de la habitación.
"Estoy olvidando algo... ¿Qué tal si Ryuu y las chicas de "La señora de la abundancia" fueron invitadas igual? La carta dice que darán un anuncio a todo Orario, además, Anya y Mama Mía pertenecían a la misma, así que no es descabellado que recibieran el ofrecimiento al igual que nosotros..." sus ideas divagaban a raíz de la problemática y unas cuantas oraciones escritas en el papel.
-De ser ese el caso, podré ver a... Ryuu...-Concluyó, sintiendo que el calor de su cuerpo iba en aumento al igual que el color carmesí de sus mejillas y orejas.
Agitó su cabeza y palmeó sus cachetes cuando la imagen de la hermosa hada cruzó en su memoria.
-V-Ver a Ryuu con un vestido de gala... me gustaría mucho...-Opinó un tanto emocionado y olvidando el peligro que representaba ir a Folkvangr.
La calentura le ganó al raciocinio.
Caminó directo a su habitación dejando volar su imaginación con ese concepto.
Habitación de Bell.
El joven entró a su cuarto, se quitó su armadura y dejó sus armas asentadas a un costado de la puerta.
-Que día más cansado-Se quejó, moviendo lentamente su brazo derecho, intentando estirarlo sin dañarlo.
"Sí limita mucho mis movimientos esta cosa pero todo sea con tal de no quedarme sin brazo" pensó, viendo el artefacto que funcionaba como soporte.
Buscó entre su ropero el traje que usó hace tan solo unos meses y lo sacó de ahí.
-Una fiesta... no he ido a una desde...-Susurró y sin quererlo una imagen regresó desde lo profundo de su ser.
Se trataba de él y Aiz bailando en esta misma mansión.
Un escalofrío recorrió su espalda y su respiración se agitó.
-No de nuevo...-Dijo con la voz temblorosa.
Los terrores nocturnos producidos por el enfrentamiento que tuvieron hace unos días volvían en forma de secuelas.
Si no fuera poco, la actitud que ella adoptó al verlo ese mismo día le dolió.
Sin embargo, había algo diferente, no fue un dolor punzante en el pecho como en ocasiones anteriores.
No.
Era algo que se asemejaba más a un dolor incómodo, algo que no mata pero molesta.
-Lefiya dijo que le diera espacio, quisiera disculparme con ella por lo sucedido aunque me sentiría como un hipócrita ya que no lamento lo que hice-La calma regresaba a su ser y su agitado ritmo cardiaco se normalizó.
-Un héroe hipócrita... creo que el nombre me queda perfecto a pesar de haber arreglado mi reputación-Finalizó, frotando sus ojos.
Al voltear al balcón de su cuarto una sombra llamó su atención.
Más pronto que tarde tomó estiró su brazo izquierdo e intentó tomar su daga.
*Plaf*
Fue detenido por una mano que lo agarró a unos escasos centímetros de la misma.
De pronto, la otra mano de aquel sujeto le tapó la boca.
-¡¿HMMMMM?!-Intentó gritar pero todo sonido proveniente de él se ahogaba y quedaba en un pobre esfuerzo sin resultado.
-Cierra la boca maldito niño-Una voz casi imperceptible salió de sus labios.
Los rayos de luz emergentes de la luna ayudaron a ver el rostro de aquel extraño.
Se trataba de un elfo rubio encapuchado, con el rostro fruncido y unos lentes que reposaban en su nariz.
Bell se quedó estático, aún si se sorprendió por la apariencia del sujeto, el miedo lo sumergía más y más en la desesperación.
"No puedo moverme... no puedo respirar..." sus pulmones se esforzaban mucho por el poco flujo de aire que entraba a ellos.
-Esto es lo que pasará. Vendrás conmigo en silencio o tú y cada miembro de tu familia tendrán una muerte lenta y dolorosa ¿Entendido?-Dijo el elfo, ejerciendo más presión en el brazo izquierdo del peliblanco, contrario a lo que hacía con su agarre en la boca.
Bell asintió, resignándose.
Lo soltaron, cayó al suelo y tosió.
-¿Q-Qué es lo que quieres de mi...? ¿Quien eres?-Le preguntó, jalando grandes bocanadas de aire.
-Sin preguntas-Apuntó con su bastón/espada, dejando el filo de la misma a escasos centímetros de la nariz de Bell.
El chico tragó saliva.
-Ven, agarra tus armas y ponte tu armadura, en silencio-Ordenó el elfo.
Bell hizo caso y se preparó para salir.
-¿A dónde iremos?-Preguntó el peliblanco, ignorando al advertencia anterior.
-Al calabozo, tengo poco tiempo y debo aprovecharlo-Respondió.
-¿Aprovecharlo?-Se preguntó el joven.
-Dije que sin preguntas, andando-Con un tono amenazador y un ceño fruncido que provocaba miedo a quien lo viera, lanzó esa orden.
-¡Sí!-Contestó Bell, corriendo a un costado de él.
Y así como si de la brisa de la noche se tratara, se fueron de ahí sin dejar rastro.
-Oye Bell, ya llegaron todas las chicas y te están buscando, quieren que les des tu opinión sobre sus vestidos, prácticamente armaron un desfile de modas en medio de la sala... ¿Bell?-Welf abrió la puerta de su amigo y no encontró a nadie dentro de la habitación.
Inspeccionó en cada parte y estaba completamente vacío.
-¿En qué momento salió? ¿Y por qué se llevó su equipo?-Se cuestionó.
En el calabozo.
-Disculpe por la insistencia p-pero... ¿Al menos podría saber quién es usted?-Volvió a preguntar el chico, mientras corría a gran velocidad al lado del extraño que lo secuestró.
-Hedin Selland, miembro de la familia Freya, nivel 6-Respondió el elfo, sin siquiera molestarse en mirarlo.
"F-Familia Freya... y no solo eso... es un primera clase... ¡ESTO ES MALO! ¡MUY MALO!" Gritó internamente y unas fuertes ganas de llorar inundaron su ser.
-P-Por pura curiosidad... ¿Todo esto tiene que ver con la fiesta de mañana en la noche que organizó tu familia?-Cuestionó Bell, temiendo a que fueran verdaderas sus sospechas.
Hedin hizo contacto visual con él por primera vez desde que salieron.
Lo agarró de la mandíbula con una sola mano y lo levantó del suelo.
-¡UGHHHHHH!-Bell sintió como sus huesos chocaban y sus dientes hacían fricción los unos con los otros.
-Seré breve niño, odio a quienes hacen muchas preguntas y en especial te odio a ti, no obstante, esto lo hago por mi diosa a pesar de que ella no lo sabe-Contestó, bajándolo tan pronto terminó de hablar.
-Llegamos-Alertó, dándole la espalda.
Al ver en donde se encontraban, sus preguntas aumentaron exponencialmente.
-¿R-Rivira? ¿Qué hacemos aquí?-Se preguntó a sí mismo obviamente, ya dijo el elfo que odia las preguntas y tendrías que ser muy estúpido para seguir cometiendo el mismo error.
-Aquí será donde entrenaremos-Contestó.
"¡Me escuchó!" Se lamentó Bell.
"Espera... ¿Entrenar?" La palabra hizo eco en su cabeza.
-Es imposible que permita que un ser tan mundano e idiota como tú se acerque siquiera a 20 metros de Folkvangr, así que tenemos mucho que arreglar de ti si quieres ser digno del interés que mi diosa te tiene-Explicó Hedin, acomodando sus gafas en el proceso.
-¿Interés? Espera, espera, espera, ¿Entonces la fiesta tiene que ver conmigo o algo así?-El sentimiento de un vació en el estómago de Bell se hacía cada vez más grande.
-No vi los detalles de la fiesta ni me interesaban, aún así, mi diosa ha tenido interés por ti y si te invitó es por algo, más te vale no hacer ninguna estupidez-Amenazó el elfo.
"Esto cada vez se pone peor..." Pensó el peliblanco.
-Bien, comencemos ¡Vas a ser un Dios y te gustará!-Gritó el miembro de la familia Freya, apuntándolo con su dedo índice.
-¿Eh? ¿Un Dios?-Esto confundió a Bell.
-¡Nada! ¡Olvídalo!-Contestó Hedin.
-¡Sí Hedin-Sensei!-Respondió nuestro joven aventurero al mismo tiempo que se ponía de pie.
"¿Por qué tanto las elfos como los elfos son aterradores? ¡No logro entenderlo! Aunque... Tal vez todos sean así al principio... Eina, Lefiya... Ryuu" Opinó en su subconsciente caminando hacia quien sería su instructor.
-Si no es mucha molestia... ¿Qué es lo que me enseñará?-Preguntó.
-A ser un caballero, o menos... "Tú"-Fue la respuesta del elfo, mostrando cierto disgusto y observándolo de pies a cabeza con clara superioridad.
-Un caballero...-Susurró Bell con una tonta sonrisa dibujándose en él.
-No seas idiota, hablo en el sentido de ser alguien que pueda conquistar a las chicas y complacerlas-Al ver que su pupilo se estaba formulando una idea equivocada, lo corrigió.
-¡¿COMPLACERLAS?!-Gritó el muchacho con claro sonrojo en cada parte de su rostro y orejas.
Y fue así como muchas preguntas se hicieron presentes en el conejo, preguntas que no podrían ser expresadas ya que sería electrocutado por su maestro y porque algunas de ellas se relacionaban con cosas que su abuelo le había contado cuando era tan solo un niño pequeño.
En un bar dentro de Rivira.
Bell y Hedin se encontraban cara a cara sentados en la misma mesa.
El primero de ellos evitaba que las miradas chocaran y aún seguía inquieto por lo de "Complacer a las mujeres".
Mientras tanto, Hedin, lo analizaba completamente como si juzgara cada aspecto suyo.
-De acuerdo, primero debemos arreglar ese aire de mocoso infantil que desprendes-Habló el elfo.
"E-En todo lo que me dice siempre hay un insulto..." pensó Bell.
-Tenemos máximo 20 horas para lograrlo, así que no dormirás ni comerás al menos que yo piense que sea necesario-Informó Hedin.
El peliblanco asintió.
-Antes de todo debo hacerte varias preguntas, a simple vista ya sé que responderás pero puede que me sorprendas-Comentó, acomodando sus gafas.
-D-De acuerdo-El muchacho dio su consentimiento.
-¿Sabes cómo hablarle a una chica y cómo comportarte cuando estás al lado de una?-Preguntó.
-¿S-Saber cómo hablarle? ¿No se supone que debes actuar natural y ser tu mismo?-Respondió Bell.
-¡ERROR!-Le gritó Hedin, dándole un golpe en la cabeza con la parte no filosa de su arma.
*¡PAM!*
-¡DEBES CONVERSAR CON LAS CHICAS DE FORMA TRANQUILA Y LIMITADA! ¡TUS ACTOS SON LOS QUE DETERMINARÁN EL CAMINO QUE LLEVARÁS AL IGUAL QUE LA ACTITUD QUE ELLA TOME! ¡UN CABALLERO DE VERDAD TOMA LA INICIATIVA LEYENDO LO QUE LA MUJER QUIERE!-El regaño provocó que todos en el bar se asustaran.
-¡PERDÓN! ¡PERDÓN! ¡PERDÓN!-Bell se disculpó tantas veces que perdió la cuenta.
Los demás en el Bar sabían que lo mejor en esta situación era evitar cualquier clase de relación con ellos, una sola palabra o vistazo a su dirección causaría dolor y sufrimiento a aquel desafortunado.
"¡ESTO INICIÓ TERRIBLEMENTE MAL!" se lamentó el peliblanco.
-No cabe duda de que únicamente eres un mocoso, ponte de pie, entrenaremos toda la noche y el día de mañana, si tenemos suerte, será suficiente-Hedin se levantó de su asiento.
-¿Eh? ¿N-No se supone que me haría más preguntas?-Se cuestionó el joven.
-Al menos que quieras otro golpe no le veo el caso a continuar, me dejaste muy en claro la forma en la que opera tu cabeza-Contestó el elfo.
Bell fue tras su "Maestro", dejando un incómodo ambiente en el lugar luego de su partida.
A la mañana siguiente.
Muchas voces escuchaban en las calles de Orario, en su mayoría de aventureras que salían del calabozo totalmente sonrojadas y avergonzadas.
Si bien eran de diferentes familias y desempeñaban diferentes funciones como aventureras en sus grupos, todas coincidieron en algo...
¡FUERON SALVADAS POR EL "PEQUEÑO NOVATO"!.
Y eso no es todo...
Tan pronto las salvó...
¡LAS HALAGÓ Y COQUETEÓ CON ELLAS!.
-¿T-También lo hizo contigo? É-Él me salvó en el piso 16 de un minotauro y luego me cargó en sus brazos como a una princesa cuando notó una herida en mi pierna de la cual ni yo me percaté-Dijo una elfo de cabello rubio perteneciente a la familia Hermes. De nombre Laurier (Es ella).
-A mi me ayudó a derrotar a algunos Hellhound en los pisos intermedios y me curó con una poción que tenía guardada, además... d-dijo que le parecía linda con mi cabello castaño y c-corto...-Dijo una aventurera igusl perteneciente a la familia Hermes. Su nombre es Nelly (Imagen de ella).
-¡¿También coqueteó contigo Nelly?!-Le preguntó con impresión Laurier a su compañera de familia.
-¡Sí! ¡Alborotó mi pobre corazón con sus palabras!-Contestó la castaña, posando ambas manos en su pecho.
-¿Qué es lo que ocurre...? según Hermes-Sama, él es un niño inocente, contrario a nuestro pervertido Dios-Laurier cubrió su rostro que se ruborizaba al rememorar el calor que sintió al estar en brazos de Bell.
-Pero hubo algo extraño, por alguna razón oía sus gritos al alejarse de mí y de pronto un olor como a quemado llegó a mi nariz-Comunicó Nelly com extrañeza.
-Ahora que lo mencionas... es cierto... ¿A qué se deberá?-Se preguntó la elfo.
Mientras tanto, en alguna parte del calabozo.
-¡NO! ¡MALDITA SEA! ¡¿POR QUÉ DEMONIOS HABLAS DE MÁS IDIOTA?! ¡NO PUEDES COQUETEAR CON OTRAS CHICAS COMO SI FREYA-SAMA NO EXISTIERA! ¡¿ES TAN DIFÍCIL QUE TU MALDITO CEREBRO LO COMPRENDA?!-Le gritó Hedin a Bell, quien yacía en posiciónense dogeza.
-¡NO VOLVERÁ A OCURRIR HEDIN-SENSEI! ¿Eh? ¿Freya-Sama?-Mientras daba su disculpa, le pareció raro que mencionara a la diosa.
-Hazlo otra vez con esa chica de allá y más te vale hacerlo bien, porque si no...-Al decirlo, sin dejar de verlo con unos ojos muertos, apretó una piedra mágica y la despedazó.
-¡SÍ!-Respondió el peliblanco y después salió corriendo con dirección a la siguiente chica.
"Un momento... ¡ES CASSANDRA! ¡HACERLO CON CHICAS QUE NO CONOZCO ES UNA COSA PERO AHORA ES DIFERENTE!" Gritos y lloriqueo interno se presentaron en el conejo.
Volteó lentamente a su maestro y este lo observaba atentamente.
"¡NO TENGO OPCIÓN!" Se dio cuenta de que la cantidad de caminos a tomar eran limitados así que se acercó a ella.
-¿Uh? ¿B-Bell?-Lo nombró Cassandra, poniéndose un tanto inquieta.
No era necesario ser muy perceptivo para darse cuenta de que ella guardaba sentimientos por él, los cuales intentaba ocultar.
El joven devolvió el saludo amablemente lleno de confianza, como su maestro le enseñó.
-Es un gusto verte en tan hermoso día, aunque incomparable a tu belleza-Dijo Bell, sonriéndole.
-¿EHHHH? ¿B-Bell? ¿Te sientes bien?-Le preguntó la nerviosa chica con su corazón latiendo a mil por hora.
-Perfectamente. Lamento si piensa que es repentino, no obstante, quisiera saber si me concedería el honor de acompañarme un momento al establecimiento cercano a nuestra ubicación-Sugirió, extendiendo su mano, casi ofreciendo que se tomaran de las mismas.
"Demonios... por algún motivo siento que Ryuu me matará si llega a enterarse de lo que estoy haciendo... ¡NO TUVE ELECCIÓN! ¡PROMETO COMPENSARTE TAN PRONTO TE VEA! En serio espero verte esta noche..." pensó, recordando a la bella hada que trabaja en "La señora de la abundancia", a la cual, aún le debía la cita a la que él la invitó.
-¡¿M-Me estás proponiendo una cita?!-Gritó Cassandra tapando su rostro.
Antes de poder responder, fue interrumpido.
-¡Mi corazón no se siente listo, perdón!-Se excusó la chica de la familia Miach, arrancando a correr lo más lejos posible sin siquiera voltear a ver ni fijarse con quien chocaba.
Bell permaneció de pie sin decir nada, el miedo se apoderó de su cuerpo.
"H-Hedin-Sensei me electrocutará de nuevo..." Era consciente del destino que le esperaba al fallar en su misión de forma estrepitosa.
Y sin previo aviso...
*¡BOOOOOOOOOM!*
En la "Mansión de la chimenea".
-¡¿Dónde demonios está Bell?!-Preguntó Hestia a los miembros de su familia, quienes se hallaban en la sala de la mansión.
-¿Bell-Sama no ha regresado? En la mañana fui a su habitación, como no obtuve respuesta entré y no vi a nadie, supuse que salió desde temprano al calabozo o algo por ese estilo-Informó Haruhime con preocupación.
-Esperen, yo entré a su habitación anoche y tampoco estaba ahí...-Avisó Welf.
De pronto, se levantaron de donde se sentaron y buscaron en toda la mansión.
Pasaron los minutos y se desesperaban cada vez más con el paso del tiempo.
-¡NO ESTÁ EN NINGÚN LADO!-Gritó Hestia.
-Ya nos dimos cuenta Hestia-Sama-Le respondió Lili con cara de póker.
-No tiene sentido, Bell-Dono no saldría sin avisarle a la familia a donde va, mucho menos lo haría solo con su brazo estando así-Opinó Mikoto.
-Debemos revisar en el calabozo, no queda de otra. Hestia-Sama, busque en "La señora de la abundancia", tal vez sepan algo o estén allá, también revise el gremio, nosotros iremos al calabozo y recolectaremos información, con suerte tal vez esté ahí-Ordenó Welf, tomando sus armas y equipo.
-¡De acuerdo Welf-Dono/Welf/Welf-Sama!-Respondieron rápidamente las chicas y tomaron sus posiciones.
En un parpadeo, la mansión quedó completamente vacía.
La misión era encontrar al conejo y obligarlo a salir de su madriguera.
El tiempo disminuía y se acercaba el momento de la fiesta de la familia Freya, entre más rápido hallarán a Bell, más pronto podrían prepararse para lo que sea que suceda en esa reunión llena de segundas, y peligrosas, intenciones.
En Babel.
-Ya saben, estaremos en grupo y revisaremos hasta el piso 18, ir más abajo sin Bell es peligroso. También hay que preguntarles a los aventureros que estén en esos pisos si lo han visto, tal vez sepan algo-Explicó el herrero hasta que fue interrumpido.
-¡¿Qué ese niño hizo qué?!-Gritó cierta voz conocida.
-¿Uh? ¡Son Daphne y Cassandra!-Alertó Haruhime al verlas a unos metros alejadas de ellos.
-¡Son ustedes! ¡Deben tranquilizar las hormonas de su capitán!-Les reclamó la pelirroja con claro enojo.
-¿Hormonas?-Se preguntaron.
-¡Sí! ¡Nos enteramos que está coqueteando con cualquier cosa con género femenino dentro del calabozo desde la noche de ayer y no tuvo reparos en hacer lo mismo con Cassandra!-Les gritó apuntando a su amiga quien miraba sus pies muy avergonzada.
La familia Hestia permaneció en silencio, analizando la información que acababan de recibir.
-Hablamos del mismo Bell ¿Cierto? Cabello blanco, ojos rojos y que mide como hasta aquí ¿No?-Preguntó Welf, calculando la estatura del conejo respecto a la suya.
-Bell-Sama conquistando chicas en el calabozo... normalmente lo hace sin tenerlo en consideración... de seguro se confunden-Lili ignoró lo dicho por Daphne, desechando la idea por lo absurdo que sonaba.
-¡Dejen de actuar como si fuera cualquier cosa! Además ¡No hay otro humano en Orario con los rasgos semejantes a un conejo! ¡Solo él!-La furia de la pelirroja no hacía otra cosa más que aumentar.
-Perdone Daphne-Sama, pero en serio no podemos creer que hable del mismo Bell que nosotros conocemos-Habló Haruhime.
Mikoto asintió.
-Me están irritando... si no me creen, pregúntenle a la primera chica que salga del calabozo en este instante-Daphne apuntó a la entrada del mismo y de él caminaban 3 chicas discutiendo.
-T-Tranquilas, no es para tanto. Él me salvó que es lo importante-Dijo la primera de ellas.
-¡Eso no es lo importante Elfy! ¡Coqueteó contigo! ¡¿Qué se cree ese humano?!-Expresó su descontento una elfo con un arco.
-¡Eso es verdad!-Concordó una chica gato de cabello negro.
-S-Siento que exageran Alicia y Aki-Dijo Elfy, aún sonrojada.
La sensación de ser salvada por un caballero blanco no le desagradó en lo más mínimo (Imagen de Elfy, Aki y Alicia).
-¡Ya caíste en su encanto como Tiona y Lefiya!-Gritaron ambas.
-Aunque Lefiya no lo acepta...-Susurraron seguido de su oración.
-¡N-No es así!-Les reclamó Elfy.
Mientras todo esto sucedía, la familia Hestia y ambas chicas de la familia Miach miraban como el grupo de las tres chicas de la familia Loki se alejaban sin dejar de hablar de aquella experiencia.
-Les dije-Daphne fue la primera en hablar.
Haruhime y Lili sentían celos.
Mikoto y Welf confusión.
Cassandra una mezcla de ambos.
-Este tonto ha estado todo el día conquistando chicas a pesar de la situación en la que nos encontramos con la familia Freya...-Retroalimentó el herrero, frotando sus ojos.
-A unas horas de la fiesta...-Dijo la oriental.
-¿Uh? ¿Ustedes también fueron invitados a la fiesta?-Preguntó la pelirroja.
-Sí, tal parece que todo Orario lo está-Comentó Lili.
-Ya está oscureciendo, pueden ir a buscarlo si así lo desean, nosotras nos vamos-Finalizó Daphne, tomando de la mano a su amiga y yéndose.
-Entremos y pidámosle una explicación a Bell-Dijo Welf, abriéndose paso entre las estáticas chicas de su familia.
Al mismo tiempo, la voz del susodicho se escuchó.
-¡Lo logré! ¡Sobreviví!-Festejó, saliendo del calabozo con el pecho inflado y lleno de lo que parece ser orgullo de sí mismo.
-¿Quién imaginaría que lo lograría con Elfy? Aunque Alicia y Aki tenían unos ojos asesinos cuando lo hice, espero que eso no me traiga problemas en un futuro cercano-Se dijo a sí mismo, suspirando con pesadez.
Tras un intenso entrenamiento, Hedin por fin le dio el visto bueno o, como él lo calificó, fue "Menos mediocre" y lo dejó ir.
"Quedan unas horas antes de la fiesta... debería tomar un baño" pensó el peliblanco, sintiendo como si sus músculos se desgarraran a cada paso que daba.
No era para menos, su "Maestro" rivalizaba con Eina cuanto a intensidad de estudio se trataba.
Al levantar la cara, se topó con quienes lo buscaban.
-¿W-Welf? ¿Mikoto? ¿Haruhime? ¿Lili? ¿Q-Qué hacen aquí?-Les cuestionó.
En un rápido movimiento, la Hobbit lo tacleó.
*¡PAS!*
Sonó un golpe seco en el suelo.
-Primera y abajo-Dijo Welf, riéndose.
-¡NO NOS VENGA CON TONTERÍAS DE "¿Qué hacen aquí?" BELL-SAMA Y MEJOR RESPONDA POR QUÉ ESTÁ COQUETEANDO CON TODAS LAS CHICAS DE ORARIO!-Exigió Lili, jaloneando al peliblanco.
-¡E-Espera Lili! ¡M-Me duele todo el cuerpo!-Pidio Bell con lágrimas en sus ojos por el dolor y las punzadas en cada fibra de su cuerpo.
-¡¿LE DUELE SU CUERPO?! ¡¿QUÉ MÁS HIZO CON LAS CHICAS, BELL-SAMA?!-La pequeña soporte malentendió por completo.
-Ya Lilicuajo, está apunto de desmayarse y estás llamando demasiado la atención, que nos explique en la mansión-Dijo Welf, apartándola de su amigo.
-Gracias Welf...-Agradeció Bell con el poco aire que quedaba en sus pulmones.
-No me agradezcas todavía, aún falta el regaño de Hestia-Sama-Respondió el pelirrojo.
"Mátenme...".
Unas horas después, en la "Mansión de la chimenea".
-Eso es todo...-Finalizó Bell con su explicación mientras yacía hincado con la frente abajo.
Hestia agudizó su mirada como si no le creyera, sin embargo, decía la verdad.
-Entonces, un miembro de la familia Freya te secuestró para conquistar chicas en el calabozo...-Recapituló Welf, sujetando su barbilla.
-Sí... ahora que lo dices suena ridículo y menos terrorífico de lo que en verdad fue-El joven confirmó lo dicho por el herrero.
-Dejando de lado lo de conquistar chicas, esto confirma nuestras sospechas. Freya va por ti-Expresó Hestia, sintiendo que su vista se nublaba.
-No tenemos de otra Kami-Sama, debemos ir y ver qué es lo que quiere de mi-Bell se puso de pie y dijo su opinión.
-Es obvio lo que quiere... en fin, tienes razón, ir o no ir no cambiará nada-La pequeña diosa se sintió acorralada.
-Hay que prepáranos entonces, la fiesta empezará pronto-Comentó Welf.
Todos estuvieron de acuerdo, fueron a tomar un baño y después se dirigieron a sus habitaciones a vestirse para la ocasión.
Por suerte, ninguno de ellos tuvo problemas con su vestimenta, mucho menos las chicas que salieron de compras el día de ayer.
En Folkvangr.
La familia Hestia había llegado a enfrentar su destino.
-Lo dije antes y lo digo ahora. Qué incómodo es usar traje-Fue el primer comentario de Bell.
-Se ve bien, Bell-Sama-Lo halagó Haruhime con una bella sonrisa.
-Gracias Haruhime, tú también luces muy hermosa-Agradeció Bell, devolviendo el gesto y el cumplido.
La renard se sonrojó por aquello.
-¡Dime Bell¡ ¿Cómo me veo?-Preguntó Hestia, ondeando su vestido.
-Le queda muy bien, Kami-Sama-Fue la respuesta del chico.
-He he-Adoptó una risita infantil la pequeña diosa.
-¡Bell-Sama! ¡Bell-Sama! ¿Me veo bien?-Preguntó Lili al igual que las dos chicas.
-Muy bien, Lili-Contestó Bell, con una pequeña sonrisa que daba calma a quien la viera.
Entraron al gran salón y quedaron maravillados por lo hermoso y reluciente que se veía el lugar. (Nadie pensaría que hay matanzas 24/7 ahí).
Mikoto y Haruhime se reunieron con Takemikazuchi, al igual que con Ouka y Chigusa.
Hestia y Lili fueron por comida tan pronto se percataron del gran buffet que se preparó.
Bell, por su parte, se quedó en el mismo lugar.
-¿Estás bien amigo?-Le preguntó Welf al peliblanco tras notarlo inquieto y mirando a todas partes.
-S-Sí, es que...-Intentó contestar pero fue interrumpido.
-Quieres ver a Ryuu ¿Verdad?-Dijo el pelirrojo.
Bell se ruborizó y asintió.
-La invité a una cita ayer antes de irme al calabozo, al llegar esa misma noche "La señora de la abundancia" estaba cerrada y no pude verla-Bell se deprimió al recordarlo.
Welf le dio unas palmadas en la espalda.
-Tranquilo viejo, algo me dice que la verás hoy. Por cierto, muy buen, lograste invitarla y aceptó, eso es un avance-Lo consoló Welf y lo felicitó por su valentía.
-¿Eso piensas? Tuve que agarrar mucho valor para hacerlo, tanto que se lo propuse a pesar de que todas las chicas del bar, incluida Syr, nos vieron cuando lo dije, por lo que tuve que huir tan pronto me dio su respuesta-Relató los hechos al mismo tiempo que rascaba su nuca.
-Eso ya no sé si es valor o estupidez...-Susurró Welf ya que sabía lo aterradora que la chica peliplateada podía ser, además de ser consciente de que ella gusta de su ojirojo amigo.
-No permitiré que Ryuu-nya se quede con este trasero-nya-Dijo una voz al oído de Bell.
*¡AUCH!*
Una pellizcada en la nalga derecha fue sentida por él.
-¡¿CHLOE?!-Se sorprendió al darse cuenta de que se trataba de la chica gato que tanto lo acosaba.
-Perdón-nya, no puedo resistirme al trasero de Orario-nya-Contestó ella, relamiéndose los labios.
Bell tragó saliva y se sobó donde lo pellizcaron.
Hasta que se le encendió el foco.
-Espera... oye Chloe-Volteó hacia ella sumamente rápido.
-¿Nya? ¿Sucede algo-nya?-Le preguntó la pelinegra.
-Si tú estás aquí, eso significa que...-Sin finalizar su oración, un llamado lo detuvo.
-¿Bell?-Alguien lo nombró y era consciente de quién se trataba al reconocer la voz.
-¿Ryuu?-Él giró a donde la dulce voz y el llamado provinieron.
Cuando lo hizo... se topó con algo completamente bello.
Se trataba de Ryuu.
Esa misma elfo.
Con un hermoso vestido color rosa con un arreglo floral en su cabello verde y corto.
Sus mejillas enrojecidas.
Y sus ojos abiertos en su totalidad.
Bell quedó sin habla y su ritmo cardiaco aumentó de forma radical, tanto que creyó que se le saldría en cualquier momento.
-R-Ryuu...-Volvió a decir su nombre. Al hacerlo, un brillo en sus ojos se presentó.
Se perdió en su propio mundo, donde no se encontraba nadie más que él y ella.
Pero... Bell no era el único maravillado por la belleza de quien tenía enfrente.
La bella hada también fue encantada gracias a lo radiante que se veía el joven con el traje, compartiendo los mismos síntomas de su contraparte.
Welf se apartó y les dio su espacio.
Chloe iba a interrumpir, no obstante, llegó Lunoire al rescate.
-E-Es un gusto verte aquí, Bell-Ryuu rompió el hielo.
-¿Ah? S-Sí... e-es un gusto...-El peliblanco salió de su transe aunque no le quitó la mirada de encima.
-Y-Yo lamento no haberte avisado sobre la cancelación de nuestra cita, lle-llegó la invitación a este evento y como Mama Mia fue capitana de la familia Freya...-Intentó excusarse la camarera.
-No hay nada que decir, Ryuu. No estoy enojado, fuimos arrastrados por el flujo de las cosas, p-podemos pasarlo a otro día-Contestó Bell, tranquilizándola a pesar de estar igual o más nervioso que ella.
-Y-Ya veo... m-me gustaría mucho-Sonrió de alegría.
-P-Por cierto... ¿C-Cómo me veo? L-Las chicas me ayudaron a escoger el vestido ya que no tenía ninguno...-Preguntó la elfo, interesada por la opinión que tenía el dueño de su corazón.
-A-Ah e-esto...-El manojo de nervios, antes conocido como Bell Cranel, tartamudeó y humo salía de su cabeza.
"Lo siento Hedin-Sensei, pero ahora quiero que también mis palabras me definan al igual que mis actos" pensó cuando Ryuu agachó la vista.
-Luces espectacular...-Respondió después de suspirar.
Ella lo encaró nuevamente.
-No... no solo eso-Continuó.
-Te ves como una bella flor que abre sus pétalos y saca a relucir toda su belleza...-
-Resaltas sobre todas las demás...-
-T-Tu... incomparable belleza... me deja sin palabras...-
Bell no podía detenerse.
No podía dejar de halagarla.
Tanto así que incluso quienes los rodeaban les prestaron atención.
-Si tuviera que resumir lo que pienso de tu apariencia lo expresaría en 4 palabras-Prosiguió, viéndola fijamente y apretando su pecho.
-Eres... una hermosa hada...-Finalizó.
Cuando dijo su última oración... la elfo se convirtió en un tomate viviente.
Cada parte de su delicada, fina y blanca piel adoptó un color rojo semejante a dicho fruto.
A lo lejos, Welf levantaba el pulgar en señal de aprobación.
-¿E-Eso es lo que piensas de mi?-Le preguntó Ryuu.
-Es lo que siempre he pensado de ti, Ryuu-Le contestó el joven sin una pizca de duda.
En ese instante, Bell recordó algo más.
Se inclinó ligeramente y extendió su mano derecha.
-R-Ryuu... ¿Me harías el honor de bailar conmigo?-Su propuesta fue lanzada, como aprendió de Hermes y Miach hace unos ayeres.
Ella acercó su mano izquierda a la de él luego de dudar un momento.
"Lo siento Syr... yo... yo lo amo..." Se disculpó con su amiga antes de hacerlo.
-Sería un honor bailar contigo, Bell-Le regaló una hermosa sonrisa. (Imagen de referencia).
Y por último... la piel de ambas extremidades entraron en contacto.
Él la miró a un instante de iniciar y dijo...
-Mi abuelo no mentía cuando dijo que las mujeres más hermosas del mundo están en Orario-
Ryuu sintió que el agarre se hizo más fuerte.
-Aunque... la más hermosa de todas está ahora mismo tomando mi mano-
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Bueno amigos, hasta aquí el capítulo de hoy, espero que sea de su agrado y dejen su apoyo como siempre.
¿Qué les pareció el capítulo? ¿Sí les gustó?.
Buzón de sugerencias/opiniones/comentarios.
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"Objetivo frustrado por un amor inesperado"
Acompáñanos en al historia de Akiro Itō para cumplir su tan anhelado deseo... ¡Vengarse de quien rompió su corazón!.
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Un One Shot en el que se nos relata lo que hubiera sucedido si Bell era cuidado por Alfia, Zald y Zeus ¿Será un futuro feliz? ¿Bell se convertirá en el último héroe como se lo prometió a su madre? ¡Averigüémoslo!
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Otro One Shot sobre una bella historia de amor entre una diosa y un mortal, que toma como punto de partida la película de "Danmachi: la flecha de Orión". Veamos la aventura en la que se embarca nuestro carismático protagonista después de haber perdido a esa diosa que tocó su corazón en muy poco tiempo, de la cual, se tuvo que despedir prematuramente.
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La historia de amor entra una hermosa hada y un conejo con dudas nacientes en su corazón tras un suceso inesperado.
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Un fic con un cuarteto amoroso muy raro, BellxTionaxFreyaxHelun.
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Una hermosa historia de amor entre una asesora y el aventurero a su cargo, BellxEina.
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¡Una aventura sin Falna nos espera a nosotros y a nuestro protagonista!.
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Y mi primer y ya finalizado Fic, que va de la pareja de BellxSyr o Freya, el cual parte desde el rechazo de esta misma en el volumen 16 de la novela original, aunque claro... en este fic sabremos lo que hubiera pasado si Bell no la rechazaba, como el título indica.
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Sin más que agregar, yo me despido, espero que se echen una pasada a mi perfil y les agraden las demás historias en caso de no haberlas leído, eso es todo, hasta la próxima mis lectores.
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