Capítulo 6. Conociendo a una soporte
Después de aquel encuentro en uno de los callejones de la ciudad, Bell se dirigió hacia la iglesia abandonada, su hogar en la familia Hestia, aún cargaba con la caja en la que su armadura recién comprada estaba, al igual que la bufanda de piel de goliath, la cual le había sido regalada por su asesora.
Mientras caminaba podía observar que la gente seguía mirándolo, eran claros los motivos del por qué lo hacían, no es como que existieran muchos aventureros novatos con ojos rojos y cabello blanco, al parecer un rumor comenzó a sonar en las calles por una platica entre dos integrantes de la familia Loki que fue escuchada por unos aventureros, el cual decía que, un aventurero de nivel 1 que no lleva ni una semana en orario, había llegado hasta el piso 5 y tuvo un combate mano a mano con 3 war shadow, pero más grande fue su sorpresa cuando se enteraron que ese mismo aventurero fue el que derrotó a un minotauro hace tan solo unos pocos días.
"En serio, en serio, en serio, es incómodo ser observado, a mi izquierda, a mi derecha, las personas detrás de mi, algunas que están frente mío y pero hay una en específico que hace que un escalofrío recorra toda mi espalda y viene de alguna parte de la Torre de Babel" pensó Bell mientras trataba de ignorar lo que sucedía a su alrededor, lo cual le era imposible, cada susurro lo oía claramente.
Después de un debate interno en el cual Bell estaba decidiendo si decir algo o no a aquellas personas, llegó a la iglesia abandonada que estaba alejada de las zonas más pobladas de Orario.
-Buenas noches Kami-Sama, volví-Saludó el joven peliblanco al entrar al lugar, dando aviso de su llegada.
-Ohhhh Bell, que bueno que volviste, si no volvías me comía toda esta comida que conseguí-Respondió Hestia con un trozo de pan en su boca.
-Cierto, no he comido nada desde el desayuno, me estoy muriendo de hambre-Expresó Bell mientras posaba la palma de una de sus manos en su estómago.
-¡Pues ven y come! Siéntate aquí a mi lado-Dijo la pequeña diosa mientras le ofrecía un lugar en aquel sillón viejo donde estaba sentada.
Ambos sentados, cada uno en un extremo del sillón, comenzado a comer, no sin antes dar gracias por la comida.
-Y dime Bell ¿Cómo estuvo tu cita con la asesora?-Dijo Hestia sin rodeos, también sin dejar de comer.
-¿Uh? *Cof* *Cof* *Cof*-Bell se había atragantado al oír la pregunta de su Diosa, por lo que rápidamente bajó su comida, tomó un poco de agua y tragó.
-¿C-Cómo lo supo Kami-Sama?-Preguntó el joven con un sonrojo tan grande en sus mejillas, el color se asemejaba demasiado al color de sus ojos.
-¡Soy una Diosa, puedo verlo todo!-Gritó a Hestia con orgullo.
-¡¿AHHHHH?! ¡¿EN SERIO?!-Preguntó Bell con incredulidad mientras su Diosa yacía parada con un Aura imponente.
-No, solo estoy jugando, te vi con ella en Babel por casualidad, ¡¿En serio creíste eso?! JAJAJAJA-Respondió la Diosa mientras se reía a carcajadas de la inocencia de Bell.
-¿Ah? A-Admito que por un momento me lo creí-Respondió Bell con la cabeza abajo, había caído en la broma de su Diosa.
-Y bien Bell ¿Cómo estuvo tu cita? Subiste algún escalón en el camino de la adultez?-Preguntó nuevamente Hestia con una mirada insinuante, mientras le pegaba una mordida a un pedazo de carne.
-N-No juegue con eso Kami-Sama, no podría hacer eso, creo que fue... agradable, si, eso, agradable, me sentí bien al estar en compañía de ella por unas horas, mi corazón latía mucho al tenerla cerca de mí pero aún no sé cuales sean sus sentimientos hacia mi, además de que nos conocemos muy poco, solo un par de días he logrado convivir con ella, no deseo apresurarme a los hechos, quisiera llevar todo a mi ritmo-Respondió Bell con clara calma aunque no dejaba de pensar en Eina al pasar de sus palabras, parecía realmente encantado con la hermosa semi-elfo.
"Ay Bell... eres un chico grandioso y muy fuerte pero eres realmente pésimo para notar los sentimientos de las mujeres ¿Cómo puedes ser tan listo y tan idiota al mismo tiempo?, pero creo que es algo que él debería afrontar solo, no es como si una Diosa Virgen como yo pueda darle consejos de amor a alguien, aunque se nota que Bell es más Virgen que el aceite" pensó Hestia mientras se reía ligeramente por su comentario anterior.
"¿Por qué siento que acabo de ser insultado?" Preguntó internamente el joven peliblanco mientras suspiraba.
-Tienes razón, no es bueno apresurar las cosas, ve a tu ritmo, mientras seas honesto con tus sentimientos, estoy segura de que ella nunca se irá de tu lado ¿Quién lo haría? No todos los días encuentras a alguien tan bueno como tú, atento, educado, trabajador, eres el hombre ideal para cualquier chica, no me sorprendería si en unos meses formarás un club de fans-Respondió Hestia mientras acariciaba el cabello de su hijo.
-E-Eso suena muy alocado pero haré mi mayor esfuerzo Kami-Sama, quiero poder ser digno de Eina, ella es una persona muy especial, quiero poder protegerla, al igual que deseo protegerla a usted Kami-Sama-Expresó Bell, regalando una sonrisa a su diosa, una sonrisa amable, que dejaba ver los sentimientos más puros que nacían de aquel chico.
-Lo lograrás, solo es cuestión de tiempo, no caminarás solo, tú carisma traerá cada vez más amigos hacia ti, además, siempre te apoyaré ¿Qué clase de Diosa sería si no lo hiciera?-Contestó Hestia de manera tierna, aunque fuera su primer hijo, ella haría todo lo posible para que él fuera feliz.
-Muchas gracias Kami-Sama, tuve suerte de que me encontrara, no sé qué haría sin usted-Respondió el joven.
-Lo mismo pasa conmigo, no sé qué haría si no te hubiera encontrado... pero... ¡Ya basta de sentimentalismo! Mañana tienes que ir al calabozo, necesitas descansar bien, si no, la asesora te matará por ir en malas condiciones y luego me matará por permitirte ir así-Expresó Hestia mientras se levantaba del sillón para ir a dormir a la única cama que había en el lugar.
-Tiene razón Kami-Sama, pero antes de eso, quisiera entregarle algo-Dijo Bell al mismo tiempo que buscaba una bolsa pequeña que había traído junto consigo.
-¿Uh? ¿Entregarme algo?-Preguntó la Diosa, ladeando su cabeza en señal de confusión.
-¡Aquí está!-Dijo Bell, emocionado.
-Son.. cintas para el cabello..-Comentó Hestia con sorpresa al ver el regalo.
-¡Me encantan!-Expresó la Diosa con una gran sonrisa, sosteniendo las cintas con fuerza y emoción.
-Me alegra oír eso, las compré poco antes de comprar mi armadura el día de hoy, pero no pude regalárselas ayer Kami-Sama, lo lamento-Respondió Bell, disculpándose por cada pequeño detalle, como ya era costumbre en él.
-Eres demasiado amable Bell, quien se case contigo se sacará la lotería, las atesoraré mucho ¡Mañana mismo las usaré!-Dijo Hestia con alegría.
-T-Tomaré eso como un cumplido, ammm ¿Gracias?-Dijo Bell algo nervioso por oír la palabra "Casar".
-Pero ahora si, a dormir, sin excusas, ambos tendremos cosas qué hacer mañana, buenas noches Bell-Agregó Hestia, despidiéndose de su hijo.
-Bueno noches, Kami-Sama-Concluyó el peliblanco, viendo como su diosa iba a su habitación.
Al día siguiente.
-¡Beeeeeeell! ¡Te ves increíble con la armadura y la bufanda! ¡Pareces un aventurero de primera clase!-Gritó con impresión la pequeña diosa al joven aventurero que acababa de ponerse su armadura blanca y que en su cuello llevaba la bufanda roja que le había sido regalada por su asesora.
-¡¿En serio?! Yo pensaba que me veía genial pero saber que alguien más lo piensa me hace sentir mejor-Respondió el con emoción al mismo tiempo que rascaba su cabeza con nerviosismo.
-En serio Bell, pero bueno, no creo que logres hacerte fuerte si desperdicias el tiempo hablando conmigo, así que ve al calabozo, en la noche actualizaré tu estado para ver cuanto avanzas-Comentó Hestia al mismo tiempo que empujaba hacia afuera a Bell.
-Y-Ya voy Kami-Sama ¡Nos vemos al anochecer!-Contestó el joven peliblanco mientras agitaba la mano en dirección a su diosa.
Ya habiendo tomado distancia entre ambos, Hestia solo pudo observar a lo lejos como su hijo se embarcaba a una nueva aventura.
-No vuelvas herido de nuevo, protégete, Bell-Expresó la diosa sin quitar su vista al lugar donde el joven se había ido.
Las calles en Orario comenzaban a poblarse, aunque Bell siempre salía hacia al calabozo a una hora muy temprana, nunca faltaban las personas que lo veían pasar, era algo a lo que, en tan solo algunos días, ya se había acostumbrado, le agradaba ver la paz que había en la ciudad, las personas conviviendo, sonriendo, haciendo preparativos para que comiencen sus jornadas laborales para los que tuvieran sus negocios.
"Cuando no está la presión de las miradas hacia mi, es agradable caminar por las calles" pensó Bell mientras veía de reojo a la gente.
Después de algunos minutos trotando, una persona llamó su atención.
-¡Bell!-Una persona lo había nombrado.
El joven peliblanco frenó en seco al oír su nombre.
-¿Uh? ¿Syr? ¿Sucede algo?-Preguntó Bell al ver de quien había surgido aquel llamad, se trataba de Syr Flova, camarera en el bar "La Señora de la Abundancia".
-Te olvidaste de pasar por tu bento, yo que lo hice especialmente para ti-Dijo Syr mientras inflaba sus mejillas, demostrando enojo, aunque era claro que lo hacía como una broma, pero el detalle es que Bell no notó eso.
-¿Bento? P-Pero no podría tomar tu comida nuevamente, con una ocasión es suficiente-Contestó Bell con nerviosismo.
-No hay problema, en serio, mientras vengas a comer en la noche, me es suficiente, además, lo hago porque lo deseo-Respondió la bella camarera de cabello grisáceo.
-E-Entonces lo aceptaré, aunque siento que tú sales más favorecida que yo al hacer esto-Dijo Bell mientras tomaba la pequeña caja con comida en sus manos.
-Entonces Bell, nos vemos, mucha suerte en el calabozo-Expresó Syr con una sonrisa dulce al finalizar su despedida.
-M-Muchas gracias Syr, por los buenos deseos y la comida-Contestó el chico mientras retomaba su camino nuevamente hacia el gremio para después ir al calabozo.
"Es realmente fascinante..." pensó aquella chica mientras veía como Bell se alejaba.
En el gremio.
Tanto Eina como todas las asesoras del lugar se encontraban trabajando en sus sitios, al parecer había mucho papeleo que hacer, la Monsterphilia se aproximaba y debían firmar varios permisos, tanto a la familia Ganesha como a los aventureros que iban a participar en el mismo, en resumen, todos estaban extremadamente ocupados, Eina parecía la más centrada en su trabajo, no había rastro de cansancio en su rostro, siempre ha sido muy diligente en su trabajo, por eso mismo está acostumbrada a encontrarse llena de trabajo en varias ocasiones.
-¡Einaaaaaaaa!-Dijo Bell entrando al gremio, desconcentrando a Eina y haciendo que ella por error rayara uno de los papeles.
Esto hizo enojar ligeramente a la semi-elfo, pero era difícil mantenerse así con aquel joven peliblanco.
-Hola Bell-Respondió la asesora amablemente.
-¿Qué pasa Eina? Te ves extraña-Preguntó Bell, ladeando la cabeza al notar la actitud de la chica.
-Bell... ¿Cuántas veces te he dicho que no entres gritando mi nombre?-Dijo de manera amenazante la peli castaña.
-T-Tienes razón, lo lamento Eina-Contestó Bell al notar aquel papel que había sido tirado a la basura.
-Misha, trae una copia del permiso 5 por favor-Expresó su pedido la asesora.
-Voy...-Respondió Misha sin quejarse, ella sabía que llevarle la contraria a su amiga cuando estaba enojada era firmar su sentencia de muerte.
"Chico ¿De verdad te fijaste en una chica como ella? Debes de ser masoquista..." pensó la asesora de cabello rosado mientras se alejaba.
"Acabo de sentir que fui insultado" dijo en su mente el peliblanco, desviando la mirada hacia donde Misha se iba.
-Y dime Bell... ¿Qué es tan importante como para que me interrumpas?-Lanzó esas palabras la semi-elfo, aún con su aura asesina.
"Tranquilo Bell, piensa, no digas nada que arruine aún más este estado de ánimo" pensó Bell, tratando de calmarse.
-Solo quería agradecerte nuevamente por el regalo, iré al calabozo, prometo no regresar herido como en ocasiones anteriores...-Respondió Bell.
-¿Eso es todo?-Contestó Eina, el estrés del trabajo la hacia actuar algo cruel pero eso era pasajero.
-No... también quería verte antes de partir, así sabré qué hay personas que me esperan y se preocupan por mi cuando estoy en el calabozo-Agregó el joven a sus palabras anteriores, dando una sonrisa alegre.
"Abuelo... por favor... si esto no funciona... guárdame un lugar allá arriba" pensó Bell mientras lloraba internamente, si bien sus palabras estaban llenas de verdad, la razón para decirlas era para calmar a Eina aunque sea un poco.
-¡¿Ah?! Emmm éste yo...-Dijo Eina al oír aquellas palabras, un color ojo muy intenso había tomado gran parte de su rostro.
"¡¿Qué le sucede?! Está más sincero que de costumbre... p-pero no negaré que sus palabras hicieron latir mi corazón...." Pensó Eina aún con pena por lo que le había dicho Bell.
-B-Bien... c-creo que ese es un bueno motivo para venir... tal vez-Agregó la semi-elfo, desviando su mirada y juntando sus manos, parecía una doncella enamorada al hacer esos gestos.
"¡GENIAAAAAL! ¡FUNCIONÓ!" Celebró Bell con euforia en sus subconsciente.
-Entonces Eina, nos vemos luego, tú serás la primera en saber qué me encuentro bien-Contestó el joven muchacho mientras comenzaba a alejarse.
-Tonto...-Expresó Eina, suspirando con una sonrisa en su rostro.
-¡ESE NIÑO DESCUBRIÓ SU INTERRUPTOR PARA APAGAR SU IRA!-Gritaron sorprendidas Rose y Misha.
Esto hizo enojar a Eina.
-¡MISHA! ¡ESA COPIA!-Gritó la peli castaña a su amiga.
-Y volvió...-Dijeron ambas.
En dirección al calabozo.
-Estoy listo, aunque me hubiera gustado quedarme un poco más para ver el rostro de Eina, siempre es linda pero sonrojada se ve más hermosa-Dijo Bell para sí mismo.
-Ammm, señor aventurero-Comentó una chica al lado del peliblanco.
-¿Uh? ¿Qué sucede?-Preguntó el aventurero hacia aquella persona.
-Lili lleva algunos segundos preguntándole si no le gustaría contratar a una soporte-Dijo aquella chica hacia Bell, al parecer su nombre es Lili, aunque es extraño que se nombre a sí misma en tercera persona.
"¡NO LO NOTÉ!" Pensó Bell al oír que era llamado desde hace un tiempo.
-Lo lamento, me perdí en mis pensamientos, respondiendo a tu pregunta... ¿Qué es una soporte?-Preguntó el joven de de ojos color rojos, ladeando la cabeza en clara confusión, no era extraño que él no supiera la función que desempeñaba una soporte, aún es un novato.
-Lili le explicará, una soporte como Lili lo es, lo ayudará a recolectar las piedras mágicas que usted deje tras de sí al derrotar a los monstruos, así solo tiene que concentrarse en combatir y de esa manera podría obtener más ganancias-Respondió lili amablemente hacia Bell.
-Entiendo, entiendo... ¿Uh? Oye... ¿No eres la Hobbit de ayer?-Preguntó Bell al reconocer a la chica.
-Creo que se confunde señor, no soy una Hobbit, soy una beastman, una chientrophe-Respondió Lili quitándose su capucha y dejando ver sus pequeñas orejas.
-Ohhh, tienes razón, no eres una Hobbit...-Expresó el peliblanco mientras acariciaba las pequeñas orejas de Lili.
-Ammmm señooor, mis orejas son sensibles...-Dijo la chientrophe mientras se sonrojaba.
-¡Oh! ¡Lo lamento! Fue error mío, p-pero respondiendo a tu pregunta, si me gustaría contratarte como soporte, señorita Lili, me llamo Bell Cranel, será un placer trabajar junto a ti-Dijo Bell hacia la pequeña chica frente a él.
-¡Verá que Lili no lo decepcionará!-Respondió Lili con alegría.
Dentro del calabozo.
Aventurero y soporte se encontraban bajando entre pisos, Bell se encargaba de acabar con los Kobolds y Goblins que habían en los primeros pisos, gracias a su estado de nivel 1 irregular, era relativamente sencillo hacerlo, a eso hay que agregarle el entrenamiento corto que tuvo con su tía Alfia y Zald, el cual, aunque sólo pudieron tener algunas sesiones, fue fructífero para su crecimiento, tanto así que, aún sin estado, él podría llegar sin problemas al piso 3 o 4 del calabozo según sus cálculos.
"Aún no es suficiente, puedo ser más fuerte, puedo moverme más rápido, puedo mejorar mis reflejos, tengo margen de crecimiento, prometí cuidar de las personas a las que quiero, no quiero... no quiero perder a nadie cercano a mi, no de nuevo, no como a mi abuelo, no como a mi tía Alfia, no como a mi tío Zald, ests vez... yo seré quien protege a los demás" pensó Bell mientras seguía blandiendo su espada hacia los mordidos a un ritmo realmente alto, lo único que dejaban detrás eran unas piedras mágicas que Lili rápidamente recogía y guardaba.
-Señor aventurero, usted es realmente increíble, estamos en el piso 5 en menos de 20 minutos...-Dijo Lili al notar la velocidad con la que Bell acababa con sus rivales, a sus ojos, era un aventurero impresionante.
-¿Uh? Es cierto, no me había dado cuenta, me sumergí tanto en mis pensamientos que no lo noté, jejeje-Respondió el joven peliblanco con clara sorpresa al notar donde se encontraban.
-Por cierto, Lili, puedes llamarme Bell, no tengo problema con que lo hagas, es más, por favor, llámame Bell-Agregó el chico hacia la pequeña muchacha.
-¿Está seguro señor aventurero? ¿No sería muy irrespetuoso?-Preguntó la soporte con algo de pena.
-En lo absoluto, estamos trabajando juntos en este momento, así que me gustaría que nos lleváramos bien, deja las formalidades de lado, Lili-Contestó Bell a las preguntas de la chientrophe.
Esto hizo que Lili viera incrédula a aquel joven, ella, al pertenecer a una familia como lo es la familia Soma, siempre recibía malos tratos de parte de ellos, así que era nuevo para ella encontrar a alguien tan amable como Bell.
-Entonces Lili espera que trabajemos bien juntos, Bell-Respondió Lili, regalándole una mirada feliz al joven.
-¡De acuerdo! Debemos seguir, no es bueno quedarnos parados mucho tiempo en el calabozo-Expresó el peliblanco mientras miraba hacia adelante, listo para continuar acabando con monstruos.
Mientras tanto en otra parte del calabozo, algunos pisos abajo de donde actualmente se encontraban Lili y Bell, unas personas problemáticas estaban planeando algo.
-Tienes a las Killer Ant ¿Cierto? Esa pequeña Hobbit está con alguien problemático, al parecer es el aventurero del momento, hay que darle una lección-Dijo una de las personas hacia su compañero.
-Así es, si ese niño está junto a ella, no podremos robarle todo su dinero que tiene guardado, respondiendo a lo anterior, no, aún no están listas las Killer Ant, debemos esperar un poco más-Respondió la persona al lado de la anterior.
-Demonios, debemos esperar hasta que haya una oportunidad, te salvaste por ahora, maldita ladrona...-Concluyó con cólera el primer aventurero.
De vuelta con Lili y Bell.
-¡Bell, ten cuidado, algunos Killer rabbit lo rodean!-Advirtió Lili al joven peliblanco.
En un movimiento rápido, Bell se encargó de los monstruos, a uno de ellos lo cortó en dos partes, al segundo le asestó un golpe seco en el rostro para después rebanarlo como al anterior, al último simplemente lo aplastó con pura fuerza bruta, aplastándolo contra el piso de una patada.
-Bell... ¿En serio usted es nivel 1? Estamos en el piso 7 y usted fácilmente podría acabar con los monstruos de pisos más abajo, nunca había conocido a un aventurero como usted-Expresó Lili al notar la fuerza de Bell, no era común, aún para un aventurero de nivel 2, matar a los monstruos del piso 1 hasta el piso 7 debería costarles un poco más de esfuerzo del que Bell demostraba en ese instante.
-¿Uh? Si, soy nivel 1, empecé hace unos pocos días ¿Por qué?-Preguntó Bell con duda, para alguien recién llegado a Orario, era normal que no conociera los niveles de fuerza necesarios para escalar entre pisos así como las diferencias qué hay entre las personas con niveles superiores al 1.
-¿Días? ¿Lleva días? Es impresionante... ¿Cómo es tan fuerte?-Preguntaba Lili mientras continuaba recogiendo las piedras mágicas.
-Creo que... es porque deseo proteger a todas las personas que son importantes para mi, dicen que las personas que no tienen nada que perder son las más peligrosas, pero yo pienso que... las personas que tiene algo que proteger, lo son aún más-Respondió el chico peliblanco con una mirada melancólica, mirando hacia abajo, lo que pasaba en su mente en ese momento no era algo realmente agradable, el saber que no hizo nada para ayudar a su familia siempre lo perseguiría, pero no lo detendría.
Lili solo pudo observarlo por unos segundos, una mirada pura, una mirada que no correspondía a los aventureros típicos de Orario.
"¿Lili puede confiar en alguien así? ¿Lili puede por fin confiar en un aventurero? ¿Lili por fin encontró a alguien bueno?" Pensó la pequeña chica, con esperanza de que las respuestas a sus dudas sean respondidas afirmativamente.
-Bien Lili ¿Seguimos?-Preguntó Bell cambiando su mirada a una decidida a continuar con su travesía.
-¡Si, Bell!-Respondió la Hobbit con alegría, corriendo felizmente hacia aquel aventurero .
"Decidiré confiar en él por ahora..." se dijo para sí mismo la soporte.
Y de esa manera las horas pasaban, seguían bajando entre pisos, hasta llegar al piso 10, según Lili, con el potencial y fuerza que Bell poseía, era posible llegar a aquel piso sin riesgo alguno.
-Bell, un Orc, tenga cuidado-Advirtió la chica al aventurero cuando notó a presencia de aquel monstruo frente a ellos.
-Lo tendré, yo me encargo, tu protégete ¿Si?-Dijo Bell hacia Lili, caminando lentamente por la espesa niebla que caracterizaba al principio de los pisos intermedios.
"Okey... ¡Máximo esfuerzo!" Se dijo en manera de apoyo el joven peliblanco.
En un momento y de la nada, el Orc pudo sentir como una presencia se aproximaba rápidamente hacia él, esto provocó que se pusiera alerta ante cualquier ataque, cosa que no funcionó tan bien como pensaba, en un movimiento rápido, una hoja plateada entró en su campo de visión, logrando moverse ligeramente para evitar el golpe, aunque no tuvo la suerte de evitar completamente el corte, una línea roja de sangre se había dibujado en una de las mejillas del monstruo.
Él buscaba de donde provenía aquel ataque, pero no lograba visualizar nada, no lograba sentir la presencia del aventurero, solo oía leves pasos que se movían rápidamente alrededor de él, como un lobo esperando para atacar a su presa.
*SLAAAAAAASH*
La hoja de la espada de Bell había alcanzado a uno de los brazos del Orc, cayendo en el proceso, de aquella herida comenzó a brotar una gran cantidad de sangre proveniente del monstruo.
Un sonido de dolor fue lo único que provino del Orc, no encontraba cómo defenderse y mucho menos encontraba cómo devolver los ataques.
"Si lo comparamos con el minotauro, es más lento, también más grande pero el tamaño nunca fue problema a la hora de luchar, de nada sirve ganar en tamaño si tú fluidez se ve reducida" pensó Bell mientras seguía buscando una apertura en la defensa del monstruo, lo recomendable sería atacar a la zona donde aquel brazo había sido cortado, ya que para cubrirse necesitaría mover la parte contraria de su cuerpo.
"Eso haré" agregó a sus pensamientos.
En un resplandor blanco, llegó a posicionarse frente al monstruo, por primera vez el Orc pudo vislumbrar al aventurero, pensaba arremeter pero así como apareció, desapareció, su presencia fue borrada en un microsegundo, hasta que con el rabillo del ojo pudo notarlo nuevamente, pero ya era tarde, una larga espada estaba cerca de su cuello.
Lo último que el Orc vió fue la niebla y un par de piernas acercándose a él hasta que... todo se volvió negro.
-¡Lo logró Señor Bell! ¡Es usted increíble!-Celebró la Hobbit mientras corría hacia el aventurero.
-No fue tan sencillo jaja, pero creo que fue un buen trabajo, creo que con un poco de entrenamiento mas, podría quedarme más tiempo aquí, por el momento ¿Qué te parece volver a la superficie?-Sugirió Bell hacia su compañera, no es que él estuviera cansado, pero le había prometido a Eina tener cuidado, seguid bajando sería romper su promesa, no deseaba volver a hacer eso.
-¡Si! Solo recogeré la piedra mágica y nos vamos... ¿ah? ¡Bell! ¡Lograste obtener un botín! ¡Es piel de Orc!-Dijo Lili con sorpresa al ver lo que el monstruo había droppeado junto a su piedra mágica.
-¿Uh? Es verdad... así conseguiremos más dinero, vamos-Expresó el muchacho mientras esperaba a la soporte.
Y de esa manera su pequeña travesía en el calabozo había terminado, decidieron volver a subir y abandonar el piso 10.
-Así que su nombre es Bell... está en el piso 10... ¿No era un novato? ¿Cómo se hace tan fuerte?-Dijo una bella chica de cabello dorado con una espada plateada mientras regresaba de un pequeño paseo por los pisos intermedios como entrenamiento.
-Debo saber su secreto...-Expresó nuevamente la chica.
En la superficie.
-Lili ¿Podrías ir a cambiar las piedras mágicas? Yo visitaré a mi asesora por algunas cosas ¿De acuerdo?, nos vemos en la fuente en unos minutos-Dijo Bell hacia su compañera.
-De acuerdo Bell, no hay problema, nos vemos en unos minutos-Respondió Lili.
En ese momento, ambos se separaron en la entrada del gremio.
-Mira Eina, es el chico conejo, viene a verte-Dijo Misha a Eina cuando notó la presencia de Bell.
-¿Uh? Bell, que extraño, éste vez no entró gritando-Expresó la bella semi-elfo al notar la presencia de Bell, quien entraba agitando la mano como saludo hacia ella, en reemplazo de su clásico grito.
-Hola Bell ¿Cómo te fue? ¿Estas bien? ¿No te lastimaste? Y más importante ¿Hasta que piso llegaste?-Eina había comenzado a bombardear a Bell con muchas preguntas, demostrando la preocupación que tenía aunque la última de ellas fue soca ckn un tono amenazante y serio.
-H-Hola Eina jeje... estoy bien, me fue bien, no me lastimé y.. Llegué hasta el piso 10... ¡Pero antes de que te molestes Eina, tengo que decirte que conseguí a una acompañante! Su nombre es Lili, ella trabajó junto conmigo como mi soporte y me ayudó mucho-Respondió Bell calladamente aunque después de haber dicho que llegó al piso 10, decidió excusarse rápidamente antes de que Eina tuviera alguna reacción.
-Y-Ya veo, entonces creo que eso podría estar bien, aunque sigue siendo peligroso para solo 2 aventureros de nivel 1, de todas maneras, me alegra que estés bien-Contestó Eina ante ella ante el aventurero frente a ella.
-Te dije que estaría bien y que serías la primera en saber de mi, así que, cumplí mi palabra-Expresó Bell, regalándole una sonrisa a Eina, provocando que ella se sonrojara.
-A-Al menos esta vez lo cumpliste, espero que siga siendo de esa manera ¿De acuerdo?-Respondió de manera calmada Eina.
-Yo igual lo espero, no deseo volver a hacerte llorar-Contestó el joven peliblanco, aún con arrepentimiento por ello, tras su primer día y su pelea contra el minotauro, Eina había llorado por culpa suya, no deseaba que eso se repitiera.
-Bueno, entonces, creo que nos vemos luego Eina, me retiro-Agregó Bell a su diálogo anterior mientras se alejaba, sin notar el rostro sorprendido de Eina tras oír sus palabras.
-Espero que cumplas tu palabra... tonto-Comentó Eina cuando Bell ya se había alejado, tomando ambas manos y juntándolas en su pecho.
En la fuente.
Lili estaba esperando sentada en el borde de la Fuente, esperando a que llegara Bell para dividir las ganancias, hasta que dos personas se acercaron a ella y se la llevaron atrás de unos arbustos.
-Hey niña, no te hagas idiota, si no nos das tus ganancias te irá muy mal, a ti y a ese chico-Dijo el primero de ellos.
-Aunque aquel muchacho puede que lo visite junto a otros aventureros, aún me debe un golpe, no fue agradable despertar tirado en la calle, pero puede salvarse si lo que ganaste mi contenta-Dijo el otro de los aventureros, al parecer se trataba del que Bell había enfrentado el día anterior.
-¡No! No les daré nada, Bell y yo fuimos los que nos esforzamos para conseguir esto-Respondió Lili con miedo, sosteniendo fuertemente la bolsa con Valis.
-No seas idiota ¿Realmente arriesgarás tu vida por ese Niño? ¿Tienes aire en la cabeza? Todos sabemos que tarde o temprano lo traicionarás, así que ¡DANOS ESO!-Gritó un beastman, al parecer era miembro de la misma familia que Lili.
Antes de poder acercar su mano al rostro de Lili, la cual tenía los ojos cerrados, un golpe fue dado en su rostro.
*PUAAAAAAA*
Ese fue el sonido que salió en beastman al recibir el golpe.
-Oigan... soy una persona calmada y muy amable pero... si se meten con las personas que me importan, no saldrán bien librados-Dijo la persona que había lanzado el ataque.
-¡HEY IMBECIL! ¡¿QUIÉN TE CREES?!-Dijo la otra persona que estaba amenazado a Lili.
*PUUUUUUM*
El golpe de una rodilla contactando con el estómago de aquel aventurero resonó en el sitio, despertando las miradas de todos.
-¿Estás Bien Lili? ¿No te hicieron daño?-Preguntó Bell a la pequeña soporte.
-Bell...-Alcanzó a decir la pequeña niña.
-Ya está todo bien, estoy aquí, no dejaré que nadie te haga daño-Expresó Bell sin quitar la mirada de sus rivales.
-¡¿Por qué mierda defiendes a esa sucia ladrona?! ¡Tarde o temprano te traicionará y te robará! ¡Ella no es más que Basu...!-Gritaba el Beastman hasta que fue interrumpido por Bell, el cual lo había golpeado en la mandíbula.
-Ella no haría eso, el simple hecho de no ceder a su intimación desde un principio me basta y me sobra para confiar en ella, por eso mismo, si veo que vuelven a ponerle una mano encima... no seré tan amable-Dijo el peliblanco con una mirada fría y un tono amenazante, que hizo temblar a ambos aventureros.
-Bell, detente por favor, no quiero que se meta en problemas por mi, todo lo que ellos dicen es verdad, soy una ladrona, no merezco que me protejan ¡No merezco su amabilidad!-Gritó Lili con lágrimas en sus ojos, era la primera vez que alguien intervenía para protegerla.
-No te ayudo porque lo merezcas, no soy amable contigo por eso, lo hago porque quiero, lo hago porque eres tú-Respondió Bell a la súplica de Lili.
Esto tomó por sorpresa a la hobbit.
-Váyanse, tomen esto como una advertencia-Agregó el joven conejo, dirigiéndose a los 2 aventureros golpeados en el piso.
-¡Esto no se quedará así!-Gritaron ambos mientras se iban.
Pero tras todo el escándalo hecho, algunos miembros de la familia Ganesha habían llegado.
-Vimos suficiente como para dejarlos libres... ustedes vienen con nosotros-Dijo Shakti, la capitana de la familia Ganesha.
Ambos fueron sorprendidos por aquellas palabras, sabían que no podían argumentar nada, estaban con la espalda en la pared.
-Bell... ¿en serio quiere a Lili? ¿En serio me protegerá?-Preguntó Lili hacia el chico peliblanco, quien ya había suavizado su rostro al ver como se llevaban a esas dos personas.
-Lo prometo, al fin y al cabo, somos amigos ¿No es así?-Preguntó Bell con una sonrisa a la pequeña chica.
-¡Si!, muchas gracias Bell-Respondió la pequeña chica mientras abraza a Bell, ella ya no estaba sola, tenía un amigo.
"Abuelo ¿lo hice bien? Defendí a una chica, como tú siempre me decías, aunque... más que por ser una chica, lo hice porque era ella" pensó Bell con una sonrisa mientras acariciaba el cabello de Lili.
En la Torre de Babel.
-¡Ahhh~! ¡Eres realmente maravilloso! Como brilla tu alma, su color tan blanco y puro, quiero verte crecer, quiero ver qué tan lejos puedes llegar, por eso... te daré una pequeña ayuda, tal vez si me apresuro pueda llegar a tiempo...-Dijo la hermosa diosa Freya desde su silla, viendo desde su mirador toda la ciudad de Orario, aunque específicamente se fijaba en aquel pequeño novato recién llegado.
-Me pregunto quién será tu diosa, pequeño, para arrebatarte, por el momento, dándole esto puedo ayudar-Expresó la misma diosa mientras tomaba en sus manos un libro.
-Ottar...-Llamó Freya al capitán de su familia, "El Rey" Ottar, aventurero de nivel 7, el único aventurero en Orario con ese nivel.
-¿Qué desea Freya-Sama?-Respondió el Boaz ante el pedido de su diosa.
-Asegúrate de dejar esto en aquel lugar, que parezca un accidente, convence a alguien para que lo haga, pero que sea ahora, siento que podré ver a mi pequeño conejito en esta noche-Dijo Freya a Ottar.
-Como desee, Freya-Sama-Respondió el aventurero, tomando aquel libro en sus manos para irse a cumplir el pedido de su diosa.
De nuevo con Bell.
-Creo que con esta cantidad de dinero me basta y sobra para ir a comer a la señora de la abundancia en unas horas, al fin y al cabo le dije a Syr que lo haría, por lo pronto iré a la iglesia para cambiarme de ropa-Dijo Bell para sí mismo mientras se dirigía a su sede con casi 25,000 valis de ganancia tras haber dividido equitativamente el dinero con Lili.
-¿Uh? Disculpe... ¿Por qué hay muchas personas haciendo preparativos?-Preguntó Bell cuando algo llamó su atención, una gran cantidad de gente estaba llevando grandes cantidades de madera hacia un lugar que él no ubicaba.
-Ohh niño ¿Eres nuevo aquí? Mañana es la Monsterphilia, es un evento que la familia Ganesha organiza, lamento no poder contarte más detalles, tengo prisa, hasta luego-Dijo un señor un tanto mayor hacia el joven aventurero mientras continuaba caminando con sus vigas de madera.
-Monsterphilia... suena interesante-Comentó Bell antes de continuar con su camino.
Bueno amigos este sería el capítulo de hoy, como les había comentado, cambié el orden de los sucesos al principio, así que es por eso que fue antes lo de Lili.
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