Capítulo 39. Time Skip. Parte 3.
-Así que por fin llegamos a la única parte de tu historia de la cual estoy al tanto. Aunque no al 100%-Comentó Airmid hacia la semi elfo, acercándose más a ella y recorriendo su silla para reducir la distancia entre ambas, permitiéndole escuchar con mayor claridad lo que vendría a continuación.
-Traté las heridas de ambos. Supe que todo sucedió en los pisos profundos, pero ¿Qué demonios hacían en los pisos profundos en primer lugar? ¿Qué hizo que acabaran en esas condiciones?-Adicionó, interrogando aquello.
Eina acomodó sus gafas y suspiró. Lo que vendría a continuación no era fácil de explicar aunque llegadas a ese punto cree que no habría ningún problema en sincerarse con la médico.
-Trataré de ser lo más breve posible dado que fueron muchos sucesos los que ocurrieron después de la batalla en Babel-Dijo, cruzándose de brazos y con una gota de sudor bajándole de la frente.
Miró fijamente a la peliplateada.
-Todo comenzó por culpa de ese espectáculo para el público general de Orario. Tras haber sido derrotado por el minotauro negro en presencia de tanta expectación, nadie se hubiese tragado el cuento de que Bell no hubiese subido tanto sus estadísticas como para ser promovido a nivel cuatro. Pudimos mantener en secreto la victoria de Bell sobre Frine ya que la familia Freya se adjudicó la victoria de ese conflicto, pero en este no había ninguna excusa-Declaró, dando inicio a la respuesta con clara frustración.
-Demostró su valía en contra de el minotauro aún cuando este ya no poseía un brazo, no obstante, al ser catalogado como nivel siete, con o sin brazo, era una proeza mantenerle el ritmo y casi derrotarlo, por lo que el acto que impresionó a los dioses fue visto por ellos en primera fila. Ya que el gremio no tenía conocimiento de la reactivación de su habilidad que lo potenciaba hasta igualar y superar la fuerza de un nivel 4, supusieron que lo hizo en su estado base-Agregó.
Airmid comprendía poco a poco a lo que quería llegar. Era algo que sucedía cuando una familia tenía los suficientes miembros con niveles altos.
-Y por la adición de Aisha Belka a la familia Hestia aunado a la subida de nivel de tu novio, subieron de rango a la familia y esto trajo consigo varias responsabilidades extras a la misma ¿Me equivoco?-Trató de confirmar la peliplateada.
Eina asintió con calma, aceptando la razón de la médico en su cuestionamiento.
-Quise impedirlo, pedirle al señor Royman que no lo hiciese público dado que Hestia-Sama no quería subirlo a nivel 4 aún, pero él no me hizo caso, justificándose con que una familia con dos niveles cuatro en sus filas no podían permanecer en el rango más bajo de familia y que nadie creería que Bell no subió de nivel después de lo sucedido en Babel. No lo culpo, tiene mucha razón-La castaña se veía agotada y rendida. No era de su agrado hablar sobre su jefe y mucho menos cederle la razón gracias a la relación tan tensa que ambos sostienen desde que se conocen.
-Es por eso que menciono que de no haber sido vistos por cada habitante de Orario nos habríamos evitado esto. Era tan sencillo como falsificar el estado de Bell o decir que no han habido actualizaciones en el mismo. Muchas familias hacen eso para ocultar a sus miembros más fuertes y no recibir más responsabilidades de las que pueden o quieren manejar. Pero esa oportunidad se fue al caño por lo que te dije-Hizo énfasis en eso, explicando el por qué de sus primeros comentarios respecto a la situación.
"Una empleada del gremio considerando hacer algo ilegal al engañar al gremio. ¿Dónde quedó la ética laboral" Pensó Airmid, ladeando la cabeza mientras varios signos de interrogación imaginarios se dibujaban encima de su cabeza.
-En fin, retomando lo que decía. Rose fue quien me entregó el sobre con la carta donde describían las pautas de este ascenso. Yo no lo leí hasta que llegué a la mansión y se la entregué a Hestia-Sama, quien no espero a que los miembros de su familia llegaran, leyéndola en voz alta siendo yo la única espectadora-Una vena se inflaba en su frente y el tono de su voz se agravaba conforme relataba aquello. Le enojaba tan solo recordarlo, mucho más decirlo.
-Era una maldita expedición. Los mandó a su primera maldita expedición a los pisos inferiores cuando ellos no tienen ninguna clase de experiencia como familia en zonas tan riesgosas como esas. Tan pronto me enteré y procesé esa información fui corriendo a reclamarle a Royman pero Hestia-Sama me detuvo antes de comentar un crimen de odio. Me hizo entrar en razón, dijo que tarde o temprano este momento llegaría. Yo esperaba que tarde, no tan rápido. Me calmé y dejamos de forcejear-Expresó la explosiva semi elfo aún roja del enojo.
Airmid blanqueó los ojos y se cruzó de brazos, reprochándole esa actitud.
-No ibas a conseguir nada yendo a reclamarle, lo sabes ¿Verdad? La familia Hestia sin contar a Aisha y a Bell, tiene a cuatro niveles dos y dos niveles 1. Es más, se me hace extraño que aún teniendo en cuenta eso no los ascendieran antes. Mantenerse en el rango más bajo no era viable. Incluso la familia Dian Cecht cumple con pedidos del gremio sin estar enfocada en la exploración del calabozo-La peliplateada dio su opinión, punto de vista y ejemplificó con su propia situación. El actuar del gremio es conforme a sus intereses, seas una familia de sanadores, herreros, comerciantes o aventureros. Es algo que se le ha inculcado a los dioses desde que descendieron a la tierra y formaron sus propias familias.
-Estoy al tanto de ello. Créeme que de ser otro caso no hubiese insistido tanto en impedirlo, pero... conozco lo riesgoso que puede ser ir a los pisos profundos sin experiencia-El delicado cuerpo de la castaña tembló. Si bien los recuerdos que la abordaban no se relacionaba con personas cercanas a ella, no podía ignorar los múltiples casos de muertes de aventureros en esos lugares.
No fue la única que tuvo una reacción ante esto. La humana también sintió un escalofrío recorriéndole la espalda.
¿Quién mejor que una sanadora, una médico, para comprender los peligro que era? Tantos cuerpos a medio morir que solo llegaban a su hospital para perder la vida sin ser capaz de salvarlos.
El par suspiró al mismo tiempo con pesadez e incomodidad. Ser trabajadoras del gremio y un hospital no era color de rosas.
-Cuando Bell y el resto de su familia regresaron del calabozo, nos reunimos para darles la notica. Digamos que algunos no lo tomaron de buena manera-Continuó Eina, riendo con cierta inquietud.
Flashback.
-¡¿SON IDIOTAS?! ¡HAY DOS NIVELES UNO EN NUESTRAS FILAS! ¡ES MUY PELIGROSO!-Aisha abrazó a Haruhime, pegando su mejilla a la suya y preocupándose por ella como si de una hermana mayor sobreprotectora se tratara.
-A-Aisha-Shama...-La renard no era capaz de hablar con claridad por la presión en la parte lateral de su rostro que era presionada con fuerza y fiereza, lo normal en una amazona que no conoce el tacto y la calma.
-¡T-Tranquila Aisha! Sé que estás enojada, pero hay compromisos que cumplir. Ya son una familia rango G y...-Eina quiso bajarle los humos a la morena quien no le permitía el libre movimiento a la chica zorro, pero un grito repleto de cólera la interrumpió, asustando a los presentes.
-¡ES UNA PÉRDIDA DE DINERO! ¡LILI SE NIEGA A IR A UNA MISIÓN PELIGROSA A PERDER DINERO! ¡LOS ZOPILOTES DEL GREMIO LE ROBARÁN LA MAYORÍA DE LAS GANANCIAS A LA FAMILIA DE LILI! ¡SIEMPRE SE QUEDAN CON LOS MEJORES BOTINES!-La Hobbit ahorradora y apreciadora del dinero replicó, poniéndose roja del enojo y sacando todo el aire de sus pulmones a punta de gritos incesantes.
-¿A todo eshto...? ¿Qué esh una expedishión?-Preguntó Haruhime, soltándose del agarre de Aisha y frotándose las mejillas.
-¿Está bien, Haruhime-Dono?-Preguntó Mikoto a la renard.
-Una expedición es una misión especial que se le da a las familias con cierto nivel de aventurero en sus filas. Tienden a ser una o dos al mes dependiendo de qué tan capaces resulten ser. En las familias de aventureros se trata de recolección de elementos, botines u objetos específicos en el calabozo que deben recolectarse y entregárseles sin ninguna clase de recompensa. Entre mayor sea el rango de la familia, de mayor rareza serán los objetos y esto trae como consecuencia que se encuentren en pisos aún más profundos. ¡Ah! Y si por alguna razón no se cumple, nos darán una enorme demanda. Estamos en números buenos, por favor dime que no hay que ir muy lejos-Respondió Welf a la duda de la rubia con calma, hablando desde su experiencia.
El resto de los miembros lo miraron con sorpresa.
-¿Qué? Hefesto-Sama siempre batallaba con eso. Su familia tiene herreros en sus filas, no aventureros. Es convocada varías veces para esas expediciones, la mayoría en conjunto con la familia Loki o Ganesha. Normalmente quien va es Tsubaki al ser nivel 5, por eso se queja mucho y consigue vacaciones cada que quiere-Explicó el herrero, mencionando a su ex compañera de familia y capitana de la misma.
Entre el bullicio de la avivada inconformidad de los presentes, Bell, el capitán de la familia, se hallaba extrañamente en silencio sin dar ningún comentario.
Él se escabulló entre el resto de los miembros hasta llegar a la semi elfo, su novia.
-Oye Eina ¿Hasta qué piso se supone que debemos de llegar en esta expedición?-Interrogó en voz baja, casi su susurrándoselo al oído.
-A los pisos inferiores. Específicamente hasta la zona de la gran cascada, a cercanías de los pisos profundos. Es el lugar más profundo al que tendrían que ir por uno de los botines. Tengo entendido que la Amphisbaena fue eliminada hace unas semanas por lo que no debería ser una preocupación-Informó la castaña, indicándole el sitio más peligroso al cual adentrarse en esa impuesta travesía.
El albino sostuvo su barbilla.
-¿Eh? ¿En serio? No es tan profundo-Daphne, quien escuchó la conversación de la pareja, dio su opinión.
Esto despertó la atención del resto.
-¿Han ido a expediciones?-Interrogó la semi elfo.
Cassandra, al costado de su amiga, asintió, confirmándolo.
-Sí. Cuando éramos parte de la familia Apolo, Jacinto nos obligaba a acompañarlo aún siendo niveles dos. Debido a la cantidad de miembros que tenía subimos de rango, no tanto por el nivel. Aunque claro, no había mucho que pudiésemos hacer en esas expediciones dado que aún éramos inexpertas-Informó la peliazul, dándoles más detalles sobre cómo se manejaban estos asuntos en su anterior familia.
-Sí, también fuese el caso con la familia Ishtar. Si se trata de la gran cascada entonces no ha de haber problema. A nosotras nos mandaban a los pisos profundo-Adicionó con su experiencia la amazona.
Las opiniones se intercambiaban, el diálogo continuaba entre el resto de los miembros de la familia Hestia, quienes lograron tranquilizarse al conocer el destino al que irían. Algunos alzaban la voz más de lo debido, siendo el caso de Lili, quien todavía estaba inconforme. Mientras esto sucedía, la pareja volvió a reunirse.
-¿Qué opinas de esto?-Preguntó Bell a la asesora entre murmullos.
Ella mordió su labio inferior con dudas.
-De ser una expedición normal sin dudas lo solventarían de forma sencilla. Tienen tres miembros con experiencia en esta clase de aventuras y te tienen a ti que has estado a cercanías de ahí gracias a tu entrenamiento con Hedin. No obstante, conociéndolos, muy seguramente las cosas se torcerán y complicarán más de lo debido, resultando en un problema aún mayor del cual no logro estimar el tamaño-Respondió con sinceridad.
-Sí, tienes razón. No importa cuánto me gustaría negarlo pero somos una clase de imán de problemas en el interior del calabozo. Es como si lo que mejor probabilidad tiene de suceder ocurre en nuestra presencia-Concordó el joven.
Aunque en su rostro se notaba que había otro tema que deseaba abordar.
-Y... si tenemos en cuenta los sucesos extraños que se han presentado en los últimos días dan la combinación perfecta para ser así-Adicionó.
La expresión en la castaña cambió. Levantó su ceja en señal de confusión.
-¿A qué te refieres?-La curiosidad de la susodicha fue picada.
Él tragó saliva antes de responder.
-Se han reportado avistamientos de una aventurera en los pisos intermedios e inferiores atacando a aventureros-Reveló.
La mente de la semi elfo asoció esa información a un reporte entregado por un extraño hombre días atrás en el que responsabilizaba de esos actos a una persona en concreto. Un fantasma a lo que el gremio respecta.
-No me digas que se trata de "Vendaval"...-Dijo Eina.
Bell sudó frío.
-Hedin-Sensei dijo que su diosa le pidió asegurarse de que, de ser la responsable, asegurarse que nada le suceda. Le ordenó investigar cada minúsculo espacio en el que se hablara de su presencia-Informó el albino.
-Yo... me niego a creer que esté haciendo eso. Lion, digo, "Vendaval", no actuaría de ese modo sin una razón de gran peso-Expresó la asesora, restándole credibilidad a esos rumores.
-Estoy contigo. Ryuu jamás haría eso. Es por eso que quiero investigar a fondo este asunto. De no ser por la expedición lo haría sin ninguna clase de compromiso encima, por eso ha sido inoportuna esta noticia. Pero como s obligatorio no tengo de otra. He indagado un poco con Hedin-Sensei en el calabozo, buscando pistas o alguna información que aventureros poseyeran. Incluso hemos descendido hasta la gran cascada por lo mismo-Agregó el albino, confesando que se ha adentrado aún más abajo en el calabozo junto al elfo de la familia Freya.
-No hay ningún indicio. Por las constantes visitas conozco los riesgos ahí. No obstante, no me tranquiliza la ausencia de Ryuu porque tampoco me la he encontrado en "La señora de la abundancia"-Comentó.
Eina sostuvo su barbilla y frunció el ceño. Todo esto le parecía extraño. Estaba tan sumergida en sus pensamientos que se olvidó de reprender a su novio por no haberle contado hasta donde llegaba con Hildrsleif.
-He convivió con ella. Me ha apoyado en varios momentos difíciles y te he contado sobre la alta estima que le tengo. Nada de esto luce como algo que haría plenamente consciente de sus actos-Declaró el muchacho.
-Sí. Yo conozco por lo que ha pasado y no tiene sentido. A menos que esté en busca de alguien en específico...-La semi elfo dejó a la incertidumbre ese comentario.
Tragó saliva.
-Porque, al fin y al cabo, los registros no mienten. Mucho menos Hermes-Sama. Podrá ser un idiota en cientos de aspectos, pero como informante no hay nadie que se le compare. ¿Qué es lo que planeas, última hija de la familia Astrea?-Cuestionó.
Fin del flashback.
-Así que tú también lo sabes. A este punto me sorprende que sigan diciendo que su identidad es un secreto-Se mofó Airmid al enterarse del conocimiento de la semi elfo respecto a la identidad de quien fue su paciente semanas atrás.
-¿Cómo fue que te enteraste?-Cuestionó la antes mencionada a la médico.
-Jamas olvido un rostro. Su familia, esas chicas, fueron visitantes muy apreciados en esta sede-Explicó la peliplateada con cierta melancolía.
-Dime ¿Tú como lo supiste?-Interrogó.
-Fue gracias a Hermes-Sama. Cuando vi que en el juego de guerra se unió una chica elfo que no conocía le pregunté sobre su identidad y él dijo que se trataba de una vieja amiga de Asfi. Memoricé sus rasgos que poseía y al consultar los registros de aventureros de diferentes épocas guiándome de la edad que aparentaba di con su identidad. Coincidía en demasía con cierta chica en la lista negra, una aventurera de la familia Astrea que asesinó a la familia Rudra. No fue difícil concluirlo, solo cambiaba la longitud de su cabello y el color del mismo-Eina relató el razonamiento que la llevó a dar con la respuesta de este misterio no tan misterioso.
Airmid soltó una pequeña risa. No dejaba de impresionarle lo increíblemente lista que era la asesora.
-Supongo que si estás poniendo demasiado énfasis en esto es porque tus temores se volvieron realidad ¿No es así? La expedición aparentemente tranquila se convirtió n una misión extremadamente peligrosa en la que también se vio involucrada "Vendaval" ¿Me equivoco?-Preguntó.
La castaña inhaló y exhaló aire de forma larga y tendida. Acomodó sus gafas antes de hablar.
-¿Por dónde empezar? ¿El musgo inteligente que los atacó en la gran cascada? ¿La Amphisbaena que enfrentaron los demás cuando se supone que fue derrotada hace poco? ¿El monstruo que solo aparece cuando hay Destrucción parcial o total de un piso del calabozo? Supe cada detalle de esa aventura. Eran demasiados escenarios que procesar e información que almacenar. De no ser por este objeto que me entregó Bell antes de partir no podría creer lo que vivieron-Ella comenzó a sacar una esfera de no gran tamaño y color jade de su bolsillo. Un artefacto interesante y útil que fue hecho por cierto ayudante de un dios en demasía importante para la ciudad de Orario. Oculus era el nombre del objeto.
La sanadora extendió la mano para recibirlo y observarlo.
Lo analizaba mientras su contraparte continuaba su historia.
-Me mantenía al tanto de cada avance en la aventura. Los primeros días antes de llegar a la gran cascada fueron calmos, no había mucha información que compartir. Fue hasta que se toparon con el musgo inteligente que todo se torció-Comentó, rascando el costado de su cabeza.
-Sigo sin entender a qué te refieres con "Musgo inteligente"-Replicó Airmid.
-Se trataba de un musgo irregular que consumía piedras mágicas y otros monstruos para cambiar su cuerpo, mejorarlo. Luego de que Bell lo derrotó gracias a una nueva técnica que perfeccionó durante su entrenamiento con Hedin, reunieron los materiales que faltaban para concluir con la expedición y se alojaron en Rivira para que a primera hora del día siguiente retornaran a la superficie. Previo a eso no habíamos recibido ni una sola pizca de información sobre "Vendaval". Cuando llegó al piso 18 y armaron su campamento en un bosque junto a un lago que por alguna razón Bell conocía, conversamos unos cuantos minutos. Fue entonces que sucedió eso...-Habló largo y tendido, aunque obviaba las partes del combate contra aquel monstruo dado que su amado no le proporcionó demasiados detalles de ese enfrentamiento aunado a que no fue capaz de coincidir su llamada con lo antes mencionado.
Flashback.
-¿Es en serio? ¿Un irregular? ¿Qué sentido tiene eso?-Cuestionó la semi elfo mientras una ceja le temblaba con incredulidad por lo que escuchaba de su novio. Su imagen se observaba desde la pequeña esfera color jade antes descrita.
-He dejado de cuestionarme eso desde hace mucho, Eina-Respondió el albino con una gota de sudor bajándole de la frente.
-Háblame sobre eso cuando regreses. ¿Crees estar aquí en la noche de mañana?-Preguntó la fémina.
El joven negó con la cabeza.
-Difícilmente. Dado que ahora cargamos con peso extra deberemos ir más lento. También debemos encargarnos de las heridas de Cassandra y Aisha-Mencionó.
-Hmmm-Eina infló sus mejillas y se cruzó de brazos.
-¿S-Sucede algo?-Preguntó el muchacho.
-Nada, nada. Seguramente la estás pasando muy bien rodeado de chicas...-Insinuó la semi elfo en una escena de celos.
-Ese no es el caso. Ninguna de ellas ha intentado algo y de ser así las rechazaría al momento-Bell negó rápidamente que eso sucediera.
-¿Y no ha habido alguna fuera de las de tu familia?-Cuestionó la asesora.
-¡!-Esto alertó al conejo, quien tuvo por su mente la imagen de una sirena detrás de la gran cascada que le gritó "Te amo" antes de que él matara al musgo
La asesora acero aún más su rostro al Oculus.
-Bell...-Lo presionó con la mirada.
-¡No es el caso! De hecho la misión ha sido cumplida con éxito y no hemos tenido tiempo de descansar hasta ahora. ¡Ah qué maravilla poder relajarse!-El joven cambió de tema abruptamente y se estiró.
La chica le siguió el juego. Prefiere reprenderlo en persona.
-Todavía no hay señales de ella. La he buscado y he preguntado a quien sea que me tope. Es como si fuese un fantasma-El aura de calma en la plática cambió y se tornó serio.
-No están al tanto de lo qué haces ¿Cierto? No les contaste-Comentó la chica.
El chico asintió.
-No pueden enterarse. Eso los prepararía para detenerme en caso de que cometa una estupidez-Dijo la razón por la cual no es de conocimiento del resto de su familia su misión secundaria en esta expedición.
La semi elfo sostuvo su barbilla, cerrando sus ojos. Si bien le incomodaba que ese fuese el caso, no había mucho que pudiese hacer desde fuera del calabozo.
Se mantuvieron en silencio un par de segundos antes de proseguir.
-Pero dime ¿Cómo has estado? Antes de que me fuese sufriste de náuseas y lucías un poco enferma-Preguntó el albino, retirando a su persona y a la elfo peliverde del centro de atención para centrarse en la asesora.
-No era nada grave, no te preocupes. Quizás fue por algo que comí o... lo hiciste muy fuerte la noche antes de irte-Las mejillas y orejas de la chica se sonrojaron al contestar.
El joven ladeó la cabeza, confundido.
-¿Muy fuerte? ¿Qué cosa?-Preguntó.
Eina le lanzó una mirada severa ante su falta de capacidad a la hora de captar el doble sentido.
-Oh... t-te refieres a eso...-Ahora sí captó el mensaje, ruborizándose.
Recordó esa despedida en la noche que tuvieron en la misma cama. La semi elfo insistió en que quería hacerlo antes de que se fuese a esa misión peligrosa. Fue tanto lo que hicieron que Aisha y Haruhime lo escucharon. La primera de ellas se le insinuaba a Bell cada que podía, cosa que el joven no informó en su relato. La segunda en cambio lo miraba de reojo y sus ojos se volvían remolinos.
-Es que recién subí a nivel 4 y no controlo mi fuerza-Agachó la cabeza y se justificó.
Antes de que la conversación se pusiese más incómoda, un grito agudo despertó su atención.
-¡FUE VENDAVAL! ¡LA CRIMINAL! ¡ELLA LO HIZO!-Gritó un hombre con terror. El volumen fue tal que incluso al no estar en la ciudad pudieron escucharlo.
Ambos intercambiaron miradas y rápidamente corrieron hacia el origen de ese grito.
El apoyo de Ryuu se repetía constantemente, con un mensaje de culpabilidad de algo.
Entre más se reducía la distancia, el grito se oía con mayor claridad.
-¡¿QUÉ SUCEDE BELL?!-Preguntó la semi elfo desde el Oculus con desesperación al ver lo alterado que estaba el muchacho.
-No lo sé. Pero esto me da muy mala espina-Respondió el susodicho, faltándole el aire y apresurando el paso.
Cuando llegó a la escena pudo ver a un mar de gente rodeando al sujeto que no paraba de gritar.
Él se abrió paso entre la multitud, vislumbrando al antes mencionado.
Se retaba de un demi humano. Este yacía en el suelo repleto de sangre sin una oreja y un brazo. Lloraba desesperadamente como si hubiese visto a un demonio.
-¡ELLA FUE LA QUE ME ATACÓ! ¡ESTÁ ACABANDO CON LOS AVENTUREROS!-Gritó nuevamente el extraño.
-¡FUE VENDAVAL!-Adicionó tras una pausa para tomar aire.
Un escalofrío le subió al albino en la espalda.
-La hemos encontrado...-Susurró el par.
La semi elfo miró más a detalle al extraño y tragó saliva. Estaba atemorizada.
-Bell... no creas nada de lo que dice-Se limitó a darle ese breve mensaje con volumen bajo para que el resto de la gente no la escucharan.
Ella lo reconocía.
No tardaron mucho en reunirse los demás miembros de la familia Hestia que estaban por Rivira en busca de víveres o cosas para armar su campamento.
Ni tampoco demoraron demasiado para que el albino les explicase lo que haría a continuación y el motivo por el que lo haría.
Fin del Flashback.
-Un momento. Aguarda un segundo ¿Por qué le sugeriste eso?-Airmid interrumpió abruptamente la historia.
La expresión en la semi elfo se torció ligeramente. Sus cejas se arrugaron y su ceño se frunció en una clara señal de desagrado comparable a comer la comida de la "Princesa de la espada"ñ
-Este sujeto...-Cerró los puños y presionó sus dientes.
Miró directamente a la médico.
-Su nombre era Jura Halmer. Lo reconocí al instante. Difícilmente olvidas el rostro de alguien como él. El sobreviviente de la masacre de la familia Rudra a manos de "Vendaval"-Reveló.
Los ojos de la peliplateada de abrieron en demasía.
-Familia Rudra...-Susurró.
-Al leer los registros del incidente algo no me cuadraba e investigué a profundidad. Fue en ese instante que se registró su supervivencia y la labor que desempeñaba en su familia. Él era un domador de monstruos y por lo que se informó, la familia Astrea fue masacrada por una bestia sin igual. Si Lion contenía ese odio en su interior obviamente era porque él tuvo algo que ver. Al revelarse que él estaba ahí y lanzaba esas acusaciones, los puntos se unieron y lo comprendí... todo era falso, a excepción de la parte en la que situaban a "Vendaval" en el calabozo. Jura debió atraerla con esas mentiras-Habló largo y tendido sobre el razonamiento que lo llevó a esa conclusión.
Mordió su labio.
-Buscaba venganza-Adicionó.
Airmid sostuvo su barbilla.
-Y por lo que veo no vivió para contarlo ni para ver realizada su venganza. Se notificó de su fallecimiento pocos días después de que salieron del calabozo-Comentó para complementar la historia.
Eina asintió.
-No tengo que decir que Bell salió corriendo a su rescate antes de que los demás aventureros de Rivira se organizaran para cazarla. No le dio tiempo para explicarle de buena manera al resto de la familia, quienes corrieron detrás de él. Yo, comprendiendo que en este punto podrían complicarse las cosas, fui junto a Hestia-Sama a "La señora de la abundancia para informarles sobre lo que sucedía y la pelea que se desataría en los pisos inferiores. Me despegué del Oculus por unos cinco minutos mientras lo hacía sin imaginarme el desastre que se desenvolvería en mi ausencia. Sobre decir que las camareras del bar aceptaron ir a ayudar a su amiga, a excepción de Syr Flova y Mama Mia, la dueña del bar-Declaró aunque en su expresión había cierta incomodad.
Un recuerdo la abordó y este trajo consigo sospechas por los intentos de la pequeña Diosa de coletas a la hora de que Syr intentaba hablar con la semi elfo.
"No estés a solas con ella. Yo... temo por ti si eso llegará a suceder" Fue la recomendación que su amado le dio. Le pedía encarecidamente evitar el mayor contacto posible con la aparentemente amable e inofensiva camarera.
Muchas preguntas surgían en su cabeza, aunque las desechó al sacudir la cabeza, centrándose en el ahora.
-Cuando me puse en contacto con Bell nuevamente las cosas dieron un giro. Los aventureros que fueron a cazarla llegaron y él la protegió, revelando que Jura Halmer fue el causante de todo y que sus heridas son viejas. Seguido de esto una enorme serpiente llamada Lambton los atacó y la derrotaron. Pero... cuando creían que ganaron... eso... apareció...-Un temblor en voz y piernas se presentó en la castaña. Sudaba frío y parecía aferrarle tan solo reproducir esa escena en su cabeza.
-Una... calamidad...-.
Flashback.
Después de que la enorme serpiente convocada por aquel domador fue derrotada, esta descendió de piso para escapar. No había muerto pero estaba lo suficientemente herida como para no desear pelear por un tiempo.
Cuando la calma azotó y estaban a punto de ir a enfrentar al responsable de toda la destrucción y el daño causado a la familia Astrea, algo sucedió...
*¡IGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGG!*
Un chillido rompe tímpanos resonó en todos lados.
-¡SÍ! ¡SABÍA QUE ERA SUFICIENTE! ¡PENSÉ QUE NO SUCEDERÍA!-Festejó Jura, recuperando la confianza.
-¡¿QUÉ ES LO QUE SUCEDE?!-Gritaba un par de miembros del grupo que se unió a Jura para cazar a "Vendaval" cuando ese sonido los sumergió en un fuerte terror.
-¿Q-Qué fue eso...?-Preguntaron con miedo los sobrevivientes.
-¡YO MEJOR ME VOY!-Gritó un aventurero hasta que...
*¡SLASHHHHHHHH!*
Un charco de sangre y viseras quedaron en donde se hallaba.
El terror inundó el cuerpo de los demás.
-¡LES PRESENTO! ¡A LA CALAMIDAD!-Gritó Jura nuevamente, como lo hizo al presentar al Lambton.
-¡BELL! ¡BELL! ¡¿QUÉ ES LO QUE ESTÁN VIENDO?!-El Oculus en el bolsillo del albino se encendió y brilló, dando ese desesperado comunicado. No obstante, el joven no respondía. Estaba pasmado al presenciar lo que se desenvolvía enfrente suyo.
Pero... ni siquiera estaba cerca de igualar la condición de la elfo a su lado.
-N-No puede ser...-Dijo Ryuu con la mirada levantada y soltando su espada de madera.
-¡SÍ! ¡LO CONOCES PERFECTAMENTE, VENDAVAL! ¡EL VERDUGO DE LA FAMILIA ASTREA ESTÁ AQUÍ!-
Desde las sombras, una criatura hecha de huesos y con ojos huecos, hizo su aparición.
Terror. Esa era la palabra que definía el estado de la peliverde. Un terror inmenso que provocaba un sentimiento de vacío en el interior del estómago.
Su respiración se alteró y las piernas le temblaban. Su corazón, inquieto, golpeaba a gran velocidad, incluso causando cierto dolor en el pecho de la fémina.
El chico a su costado metió lentamente la mano en su bolsillo.
-E-Eina... ¿Alguna ves lo viste?-Preguntó a la castaña, enfocando la esfera al frente para que ella pudiese observar lo que se hallaba delante del par.
-¿Q-Qué es esa cosa...?-Todo pintaba mal cuando la mayor enciclopedia viviente de monstruos y el calabozo en general desconocía a aquel ser.
El chico suspiró.
Miró de reojo a su acompañante.
Ella estaba pasmada. No reaccionaba.
-Ryuu...-La nombró. Pero esto fue interrumpido cuando... el ambiente se tornó pesado.
-¡Tenemos que huir!-Gritó uno de los dos aventureros que quedaban.
-¡NO SE MUEVAN!-Ordenó Bell, pero fue demasiado tarde.
*¡SLASHHHHHHH!*
Fue rebanado en pedazos.
El peliblanco temblaba y tragaba saliva. Antes de que la masacre ocurriera, cubrió el Oculus para que la semi elfo no lo presenciara.
El último de ellos, aterrado, se quedó de pie, inmóvil, su corazón latía fuertemente, como si estuviera apunto de explotar. Aunque...
*¡SLASH!*
No tardo mucho en sufrir el mismo destino que las otras tres víctimas.
Su pecho fue atravesado por la filosa y larga cola del monstruo.
-¡¿QUÉ ES LO QUE OCURRE, BELL?!-Gritaba Eina con desesperación ante la falta de respuesta.
-¡VEN AQUÍ MALDITA BESTIA!-Ordenó Jura con su látigo.
-¡¿EN SERIO CREÍAS QUE EL LAMBTON ERA MI CARTA FINAL?! ¡SOLO ERA UNA HERRAMIENTA!-Declaró el hombre, sin percibir las intenciones de esa cosa.
-¡JURA, CUIDADO!-Bell quiso advertir al domador de un peligro inminente.
No obstante, él hizo caso omiso, confiado de su victoria.
-¡EL JUGGERNAUT! ¡ASÍ LO NOMBRAMOS! ¡ES EL MEDIO DE DEFENSA QUE EL CALABOZO MANDA CUANDO LOS PISOS SON DAÑADOS EN CASI SU TOTALIDAD! ¡AHORA IMAGINA LO FUERTE QUE ES SI SE HAN DESTRUIDO LA ZONA DEL GRAN ÁRBOL Y ESTE PISO! ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!-Se burlaba y reía a carcajadas hasta que...
*¡SLAHHHHHHH!*
Fue partido a la mitad.
El domador falló en su intento de controlarlo.
-Cranel-San, tenemos que huir. Si no nos largamos, moriremos...-Decía la elfo, temblando y haciendo un esfuerzo sobrehumano para completar su oración.
El ceño del antes mencionado se frunció.
-Ten-Arrojó el Oculus hacia la peliverde quien, por instinto, lo atrapó.
-¿Asesora?-Murmuró al reconocerla.
-¿Lion?-La contraparte la recibió de la misma manera.
-¿Qué planeas?-Ambas miraron al insensato joven amarrar fuertemente la bufanda de piel de goliath alrededor de su cuello mientras sujetaba con fuerza el mango de su espada.
Los ojos del par se abrieron en demasía.
-¡No lo haga, Cranel-San!-Gritó la elfo, moviéndose hacia él para detenerlo, pero la cabeza del Juggernaut se enfocó en ellos cuando detectó movimiento, provocando que por el miedo ella ya no fuese a por el albino.
-No podemos huir. ¿Viste su velocidad? Si le damos la espalda a esa cosa seremos asesinados. Huye, Ryuu. Yo me encargaré de esto-Respondió el muchacho, caminando lentamente ante la expectación de la bestia.
-¡N-No permitas que vaya solo!-La castaña le decía a la elfo, temerosa del bienestar de su amado.
-¡No pelees contra esa cosa! ¡No conoces su comportamiento ni peligrosidad! ¡Es un suicidio!-Ryuu, desde su lugar, le advirtió. No tenía la fuerza en sus piernas como para ir a detenerlo y a duras penas era capaz de articular esas oraciones. Las lágrimas se acumulaban en sus ojos, a punto de desbordarse.
Esto no fue impedimento para el albino, quien prosiguió con su andar.
El juggernaut apartó el cuerpo del domador a un lado, centrando su atención a una nueva presa.
-Hedin-Sensei. Cuando dijiste que existen peligros más allá de lo que se menciona en los libros... ¿Te referías a esto?-Preguntó el muchacho para nadie en particular. Para alguien que no se encontraba ahí.
La tela que le rodeaba el cuello se tensó para cubrir una mayor superficie de su cuello y rostro.
Respiró hondo, temiendo que tan sólo detenerse a respirar en medio de la batalla le pudiese costar la vida.
Afinó sus sentidos lo más posible para prever lo que vendría. Su vista no sería suficiente.
Las féminas que lo miraban yacían pasmadas y sin habla.
-Eina...-.
-Ryuu...-.
Las nombró.
No volteó, no se detuvo en su camino.
Ellas prestaron atención a lo que diría.
-Deséenme suerte-Declaró.
Un escalofrío recorrió la espalda del par.
Eran conscientes del riesgo al que se enfrentaba. Uno en contra del que podría salir o no victorioso. Era una moneda al aire.
"Si no lo distraigo lo suficiente o lo mato, moriremos Ryuu y yo. Y si ese escenario se presenta, no tardarán en morir los demás al pelear contra la Amphisbaena. Y, de derrotarla, tendrán que pelear contra esta cosa cuando vengan a buscarnos" Pensó en los riesgos que conllevaba dejar suelta a esa cosa.
Una gota de sudor le bajaba de la frente. Aún sintiendo un fuerte frío, era capaz de transpirar.
Su silueta alejándose le trajo recuerdos a la elfo. Memorias poco agradables.
Era parecida a...
-Alise...-Nombró a la capitana de su anterior familia.
Su brazo no dejaba de sacudirse. Presionó su puño en el pecho con temeridad.
-Lion-La castaña que todavía no abandonaba la comunicación llamó a Ryuu.
Ella miró el Oculus, atendiéndola.
-Si Bell no es capaz de manejarlo solo, es tu deber ayudarlo. Por favor, no permitas que muera-Decía la semi elfo con las manos en el pecho, llorando a mares, casi implorándole unirse a la contienda.
La cabeza de "Vendaval" se movió de derecha a izquierda lentamente para después hacerlo a gran velocidad, negándose.
-N-No puedo... no puedo...-Musitaba reiteradamente.
El trauma estaba arraigado a su ser.
¿Cómo enfrentas a aquel monstruo que te arrebató lo que amabas? Era imposible para ella. Tan solo mirarlo le impedía reaccionar. Ser observada por esos vacíos ojos rojos traía consigo una serie de memorias sobre como cada una de sus amigas perecieron.
-¡DEJA DE RENDIRTE!-La frustración hizo que Eina gritara, causando que ella saltase desde su lugar.
Las patas del juggernaut se contraían. Era como si se preparara para cargar a máxima velocidad en contra de su nueva víctima.
-Ryuu...-Por una fracción de segundo, antes de que la bestia abandonara su posición, Bell miró a Ryuu de reojo.
-No fue tu culpa-Declaró.
Los ojos de la peliverde se abrieron en demasía.
Antes de ser capaz de asimilarlo, las enormes garras del monstruo estaban a escasos centímetros del rostro del chico.
-¡CRANEL-SAN!-.
*¡CLANG!*
Antes de que estas impactarán, la espada del albino fue desenfundada y bloqueó el ataque.
Sus miradas chocaron.
En Bell no había ni una pizca de miedo, lo cual le causaba confusión a aquel ser.
-¡UGHHHAHH!-Ese grito salió del susodicho, empujando las garras a un costado y dando un par de pasos hacia atrás.
La batalla dio inicio.
-No eres tan impresionante-Declaró el albino con arrogancia.
Fue entonces cuando...
-¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!-Corrió para atacar al Juggernaut, el cual hizo lo mismo.
*¡CLANG!*
*¡CLING!*
*¡CLING!*
*¡CLASH!*
*¡CLING!*
Metal y hueso golpeando repetidamente sin titubeo alguno por ninguno de los dos.
-¡NO PERDERÉ CONTRA TI-
Alma y corazón puestos en la batalla con toda la intención de salir victorioso.
Pedazos de hueso volaban por el aire.
*¡SLASH!*
*¡SLASH!*
*¡SLASH!*
Las garras y cola del monstruo atacaban indiscriminadamente en busca de contactar en el cuerpo del muchacho y causarle un daño severo. Sin embargo, cada embate era esquivado a las justas, causando meros roces en la ropa y algunos cortes superficiales en su piel.
*¡SLASH!*
*¡SLASH!*
*¡SLASH!*
La espada del albino se movía a gran velocidad. Bloqueaba y contraatacaba. Cada corte o tajo dado hacia la bestia contactaba debido al gran tamaño de la misma.
*¡SLASH!*
El juggernaut lanzó un corte horizontal.
-¡NO LO HARÁS!-Gritó Bell, lanzando toda su espalda hacia atrás, haciendo así que su cabello fuera lo único en ser cortado.
Antes de enderezar la espalda, el juggernaut redujo la distancia y quiso aplastarlo con su cola.
*¡BOOM!*
Pedazos de la sólida roca del piso del calabozo se levantaron y el polvo creó una espesa nube en la escena.
La extremidad del monstruo se hallaba a escasos centímetros del cuerpo del joven, quien lo esquivó a las justas.
*¡SLASH!*
*¡SLASH!*
*¡SLASH!*
Las tres enormes garras de la pata delantera derecha quisieron desgarrar el cuerpo de su rival estando tirado. Pero estas solo se abrieron paso por la roca, dejando su marca.
*¡BOM!*
El juggernaut perdió el equilibrio cuando su centro de gravedad fue alterado.
Una fuerte patada doble golpeó en su costado izquierdo.
Tirado como una alfombra, miró que el chico estaba a unos metros de él. Aunque esto no duró mucho.
*¡CRASH!*
*¡SLASH!*
*¡SLASH!*
*¡SLASH!*
La capacidad de reacción del chico había mejorado en demasía. Fue en contra de la bestia al impulsarse con una pared en la cual su espalda chocaba, dejando un cráter en la misma y lanzando diferentes tajos con su espada.
La bestia se puso de pie en el acto.
Ninguno contactó. El sonido del viento siendo atravesado fue lo único que quedó.
Gotas de sangre manchaban el piso. Las heridas superficiales de Bell escurrían ese líquido vital sin ser el único herido en esa batalla.
Partes de las costillas y brazos del juggernaut estaban regados en donde posaban.
Sus ojos rojos y brillantes emanaban una fuerte luz.
El cuerpo entero del aventurero resplandecía como si de una enana blanca se tratara.
No había campanadas que demostraran el uso de su habilidad "Argonauta". O... quizás sí.
El tiempo entre activación y desactivación de la misma era tan mínimo que no le daba la oportunidad de emitir sonido.
Bell peleaba a una velocidad sin igual. La vista humana era engañada.
-¿Están peleando a la par...?-Ryuu tragaba saliva, absorta en la absurda habilidad que aquel joven nivel 4, mismo nivel que el suyo, demostraba.
No fue capaz de ver gran parte del intercambio. Era como si dos manchas se movieran a diferentes direcciones.
Ahora que la pelea se detuvo unos segundos notó el estado de ambos.
La ropa y armadura del albino estaba rasgada y con manchas de sangre.
La estructura ósea del juggernaut se vio alterada. Había varias grietas en los huesos y algunos de estos colgaban a punto de caerse.
-Déjame ver lo que sucede...-Eina pidió.
*¡BOOM!*
Antes de que la elfo cumpliera esa solicitud, los rivales se encararon por segunda ocasión.
*¡SLASH!*
*¡SLASH!*
*¡SLASH!*
Bell blandeó su espada de un lado a otro.
El juggernaut buscaba cualquier modo de dañarlo.
El humano, con su espada resplandeciente, se movía con una gracia sobrenatural, su cuerpo imbuido en un aura blanca aumentaba cada uno de sus movimientos.
El monstruo, balanceaba su cola como un látigo letal.
*¡SLASH!*
*¡CLANG!*
*¡SLASH!*
*¡SLASH!*
La pelea era una danza mortal, cada movimiento del joven era contrarrestado por la velocidad y agresividad del monstruo. La espada cortaba el aire con precisión, pero las garras del Juggernaut eran un desafío constante.
El brillo blanco del humano iluminaba la oscuridad de la batalla, mientras que los huesos del monstruo resonaban con un sonido siniestro.
Las paredes temblaban. Toda la estructura del calabozo se sacudía por la potencia y el nivel al que ambos contrincantes peleaban.
Bell se lanzó hacia adelante, aprovechando su velocidad aumentada, pero...
*¡PUUM!*
-¡PUAH!-Tosió sangre.
-¡CRANEL-SAN!-La elfo lo nombró.
El Juggernaut lo interceptó con un golpe de su cola, enviándolo rodando por el suelo. Sin embargo, el humano se levantó rápidamente, su determinación ardía aún más brillante que su aura.
Los ojos escarlata del albino se encendieron. El sabor de sangre en su boca y el dolor lo despertaron aún más.
-¡AHHHHHHHHHHHHHHH!-Gritó, corriendo contra él nuevamente.
*¡SLASH!*
*¡SLASH!*
*¡SLASH!*
*¡SLASH!*
*¡SLASH!*
La pelea continuaba, una danza de acero y hueso, fuerza y velocidad. Ninguno de los dos cedía terreno, cada golpe era contestado con otro aún más feroz.
La bestia no lograba prever sus movimientos. La velocidad de antes sólo era aúna muestra de lo que en verdad podía hacer ese simple humano.
*¡SLASH!*
*¡SLASH!*
*¡SLASH!*
*¡SLASH!*
Los ataques le llegaban de cualquier parte.
Cuando creía atraparlo en un lado, él incrustaba su espada en el contrario, quebrando más y más huesos.
Llegó un punto en el que ni el juggernaut atacaba para poder mantenerse al margen a nivel defensivo.
*¡SLASH!*
*¡SLASH!*
*¡SLASH!*
*¡SLASH!*
La expresión totalmente concentrada del aventurero reflejaba la seriedad del asunto. No frenaba, no cedía. Las heridas en sus brazos y piernas seguían derramando sangre, pero estoy no parecía importarle. El Fuerte dolor del abdomen tras el golpe con la cola del monstruo era ignorado.
Su cuerpo seguía brillando intensamente. Su habilidad argonauta era usada y apagada en menos de medio segundo para igualarlo en fuerza.
¿De donde aprendió eso? ¿Cómo es que escaló tanto en la escala de poder?
*¡SLASH!*
*¡SLASH!*
*¡SLASH!*
El pánico en el Juggernautse reflejaba en ataques al azar. Unos contactaban, otros solo golpeaban montículos de rocas.
-Esto era lo que entrenaban. No se trataba de una excusa para tenerlo cerca y torturarlo. En verdad buscaba fortalecerlo...-Eina estaba absorta en la pelea. No salía de su impresión.
Lo comprendió. La imagen de ese elfo de la familia Freya fue rememorada.
-¿Q-Qué es lo que planeas? ¿Por qué lo ayudas a ser más fuerte? ¿Acaso no has pensado que solo reduces la distancia entre él y tú? Que tarde o temprano se enfrentarán porque irá en contra de los deseos de tu diosa-Musitó esas preguntas al aire.
¿Cuál es el objetivo de Hedin? No lo sabía. Le daba miedo no poder dar con la respuesta. Entender el funcionamiento de tan extraña mente.
*¡CLANG!*
*¡CLANG!*
*¡CLANG!*
*¡CLANG!*
*¡SLASH!*
El intercambio continuaba. Lo que antes parecía igualado se inclinó a favor del conejo.
Ambos se separaron, tomaron distancia uno del otro.
Bell respiraba con dificultad. El constante desgaste de emplear su habilidad repetidas veces lo agotaba y comenzaba a pasarle factura.
-No falta mucho para que colapse de cansancio...-Opinó la castaña.
-¡VENDAVAL!-Gritó, llamándole la atención a la elfo.
La mano del conejo se encendió de color rojo tan pronto soltó el mango de la espada.
-¡CRANEL-SAN! ¡NO LO HAGA!-Ryuu quiso impedirlo. Sabía lo que haría.
-¡FIREBOOOOOOOOT!-Una única la palabra fue pronunciada.
*¡BOOOM!*
Un rayo escarlata apuntó hacia el juggernaut.
Bell corrió detrás de su magia para emboscarlo después de la explosión.
Lo que no sabía era que...
"Rebotó..." Pensó.
Sí... la magia rebotó tan pronto contactó el cuerpo del monstruo.
-¡TCH!-Chasqueó la lengua.
Puso la espada enfrente, justo en medio de la trayectoria de la bola de energía y él.
El juggernaut copió la estrategia de su contrincante, preparándose para matarlo tan pronto retrocediera a esquivar o recibiera la explosión. No obstante, eso nunca sucedió.
-¡ARGOVESTA!-Gritó el albino.
Su espada fue imbuida en energía.
*¡BOOM!*
Su firebolt contactó con la hoja del arma, siendo absorbido.
Los brazos del chico se elevaron encima de su cabeza al igual que la espada y...
-¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!-
*¡SLASH!*
*¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOM!*
Con toda la fuerza de sus brazos la bajó de golpe.
La hoja de la espada aumentó de longitud, dándole un mayor rango de alcance.
Un fuerte chillido proveniente del juggernaut le siguió a esto.
El polvo y los escombros fueron repelidos.
Cuando la figura de la bestia emergió de las sombras, una sonrisa apareció en los labios del causante de eso.
-Parece ser que incluso con magia soy capaz de herirte...-Se mofó.
Gran parte del costado derecho del monstruo fue cortado. Su cola cayó al suelo y se deshizo. Incluso había zonas que se carbonizaron por la potencia del fuego.
-¿Tiene miedo?-Cuestionó la asombrada Ryuu.
Luego miró a Bell, quien se esforzaba en levantar su espada incrustada en el suelo.
Estaba llegando a su límite. Ya no podía siquiera mantener el arma en sus manos a la altura del pecho.
-Bell...-Ryuu lo nombró por su nombre.
Si no hacia nada y el juggernaut salía de su shock, él moriría.
-¡DEJA DE RENDIRTE, VENDAVAL!-Gritó Eina desde el Oculus.
Ella bajó la mirada y la vio.
-¡SI NO HACES ALGO, MORIRÁ!-Vociferó la preocupada semi elfo.
-Y-Yo no puedo... tengo... miedo...-Respondió la peliverde.
-Alise... Kaguya... Lyra...-Adicionó entre lágrimas.
-¡NO FUE TU CULPA!-Replicó la castaña.
Las cejas de la elfo se fruncieron.
-Tú no sabes nada...-Ella le restó mérito a las palabras de la asesora.
-Sí lo sé. Habiendo vivido eso es normal que estés aterrada. Pero... ¡¿ELLAS TE MANTUVIERON CON VIDA PARA QUE SOLO TE QUEDARAS QUIETA ESPERANDO TU MUERTE?! ¡¿HARÁS QUE ALGUIEN MÁS MUERA PROTEGIÉNDOTE?! ¡NO INSULTES SUS MEMORIAS AL HACER QUE SUS ESFUERZOS FUESEN EN VANO!-Eina reprendió a la peliverde, quien presionó los dientes. Una vena se inflaba en su frente. No obstante... tenía razón.
Estaba harta de que los demás se arriesgaran por ella. Ya no soportaba que los demás corrieran los riesgos con tal de protegerla.
Odiaba la idea de ser una simple carga para quienes la quieren.
-Asesora... usted es una mujer insensible-Declaró con una expresión severa.
-¿Eh?-.
Ryuu se agachó, tomando su espada Alfs Lumina.
-Demonios. Si lo mataba con ese último golpe las cosas se terminaban. Maldita sea-El agotado conejo se lamentaba hasta que una mano se posó en su hombro.
-Cranel-San-Ryuu lo nombró.
-¿R-Ryuu...?-Él la reconoció.
-Permita que obtenga redención. Es mi turno de pelear-Pidió la elfo.
Esos ojos azules y temerosos demostraban gallardía y decisión.
Aunque Bell dudaba en dejarla sola contra esa cosa...
-De acuerdo-Lo permitió. Asintió y retrocedió para dejarle el campo de batalla a la peliverde.
"Acabaré con esto de una vez por todas" Pensó.
-No me volverás a quitar nada más...-Dijo Ryuu con una gran decisión.
"En el cielo, sobre un bosque lejano".
*¡SLASH!*
*¡SLASH!*
*¡SLASH!*
*¡SLASH!*
Ryuu comenzó a recitar su canto concurrente al mismo tiempo que lanzaba cortes con su espada, aquellos ataques eran bloqueados por el Juggernaut pero ya no con la facilidad de antes, parecía que la fuerza de la elfo había aumentado.
"Una infinidad de estrellas esparcidas en el cielo despejado".
Continuaba con su cántico, esquivando a una gran velocidad los ataques del juggernaut y contraatacaba con la misma intensidad.
"Dale a mi imprudente voz la bendición de la estrella de fuego".
De un momento a otro pudo notar como el monstruo retrocedía de miedo, no lograba vislumbrar la posición de la elfo y sus movimientos eran entorpecidos por el daño causado por aquel conejo.
"Y otórgale la compasión a aquellos que te abandonaron".
"Adelante viento cortante".
"Viajero nómada que cruza los cielos y el desierto".
El cántico estaba finalizando y la desesperación del monstruo se hacía presente al atacar sin patrón alguno, como un niño haciendo una rabieta.
"Lleva contigo el polvo de las estrellas y destruye a mis enemigos".
Ryuu se posó justo enfrente del juggernaut y un gran brillo se desprendía de su cuerpo.
La enorme garra del monstruo se aproximó en demasía a la cabeza de la peliverde.
*¡CRASH!*
Una espada salvadora despedazó la pata, haciéndola añicos.
Ryuu volteó al lugar del que esta arma provino y ahí estaba Bell.
-Derrótalo-Dijo.
Una sonrisa se dibujó en los labios de la elfo.
"Lo haré" Juró.
-¡Luminous Wind!-Gritó y aquel brillo desprendido aumentó su intensidad.
Una gran ráfaga de luz cargó en contra del monstruo, siendo abrumado por la misma, esperando únicamente la estocada final de su verdugo.
"Astrea-Sama... Alise... Kaguya... Lyra..., siempre estaré agradecidas con ustedes por haberme dado un lugar al cual pertenecer... pero es momento de que el pasado ya no me detenga más" Dijo Ryuu en su subconsciente al alzar la hoja de su espada, mientras una imagen de su anterior familia pasaba por su mente, provocando unas pequeñas lágrimas en sus ojos.
*¡BOOM!*
*¡BOOM!*
*¡BOOM!*
*¡BOOM!*
*¡BOOM!*
Varias esferas de energía impactaron en la zona descubierta de protección del juggernaut, haciéndolo trizas de una vez y para siempre.
"Este será mi renacer..." Pensó la elfo, de pie por unos segundos, llorando.
-Lo logró...-Dijo Eina desde el Oculus.
Bell corrió hacia la elfo, preocupado por ella.
No obstante, cuando estuvieron juntos y estaba a punto de preguntarle por su estado, el suelo empezó a temblar.
-¿Qué es eso...?-Preguntó Bell pero fue interrumpido.
-¡CRANEL-SAN! ¡CUIDADO!-Grito Ryuu.
De pronto... el lambton se levantó y abrió su gran boca.
Los ojos de ambos se abrieron en demasía.
Los dientes de la bestia se asomaban desde debajo del par.
Tenían que pensar en algo rápido. Ya no podrían esquivarlo.
-Ryuu, Perdóname. Eina, no me mates-Declaró y...
-¡¿Eh?!-Bell abrazó con fuerza el delgado cuerpo de la peliverde. Los senos de la elfo presionaron en su pecho, sonrojándola.
-¡OYE!-Le reclamó Eina en una escena de celos.
La boca del Lambton se abrió de par en par debajo de ellos, devorándolos con un ruido gutural que resonó en el aire. Ryuu gritaba desesperada mientras era abrazada por Bell, quien se aferraba a ella con determinación.
-¡C-Cranel-San! ¡¿Está loco?! ¡¿Por qué permitió que nos comiera?! ¡¿Cuál es el plan?!-Vociferaba Ryuu, con su voz siendo ahogada por el estruendo de la criatura.
-¡FUE UNA DECISIÓN ESTÚPIDA! ¡¿CÓMO PLANEAS SALIR DE AHÍ?!-Eina regañaba desde el Oculus con desesperación mientras Bell mantenía los ojos cerrados, enfocado en su objetivo.
En el momento de la caída, Bell desató un giro vertiginoso con su espada, un destello de determinación mientras el metal se abría paso en el aire. Un corte seco partió en dos a la bestia, acompañado por el chasquido de sus mandíbulas rompiéndose y el chapoteo sordo de la sangre que brotaba en cascada.
*¡SLASH!*
Los litros de sangre mancharon el suelo, el olor metálico llenando el aire mientras el ácido gástrico del monstruo comenzaba a quemar sus cuerpos. En medio del dolor y la confusión, el sonido de una cascada le llamó la atención a Bell, quien se puso de pie entre los escombros, llevando consigo a Ryuu en sus brazos.
-¿Dónde estamos...?-Cuestionó el albino. La voz de Eina se perdió.
En su mano estaba el artefacto color jade, o mejor dicho, los trozos de este.
"Se rompió..." Concluyó.
A lo lejos, la silueta de la Amphisbaena se recortaba contra el horizonte y enormes cascadas alrededor le indicaban dónde se hallaba.
-Maldita suerte...-Musitó.
El lambton había subido un par de pisos antes de ser asesinada, dejándolos en el piso 28.
A la distancia vislumbró a sus compañeros luchando contra el jefe de piso.
Más pronto que tarde acostó a la elfo, desmayada, en el suelo y corrió a ayudarlos.
Del suelo recogió su espada.
-¡APÁRTENSE!-Con la poca energía que le quedaba, mataría al dragón.
Los miembros de su familia voltearon hacia dónde provino la voz.
Estaban sorprendidos de verlo ahí.
-¡BELL!-Todos lo nombraron, identificándolo.
Repleto de sangre y casi sin armadura, el peliblanco que irían a rescatar se hallaba ahí.
En su mano derecha sostenía su espada totalmente blanca.
-Por favor que esto funcione...-Rogó el muchacho, cerrando los ojos y sosteniendo el arma con ambas manos.
*¡CLANG!*
*¡CLANG!*
*¡CLANG!*
*¡CLANG!*
Las campanadas hicieron eco en la zona.
-¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!-El gritó de Bell no se hizo esperar.
Sus talones se incrustaban en el suelo, derrapando y agrietándolo.
La energía de su habilidad argonauta se acumulaba.
Entre mayor era la energía que se almacenaba en la espada, la longitud y anchura de la hoja aumentaba.
Hasta que...
Una arma de cuatro metros de largo y dos de ancho era empuñada por el conejo.
"No es suficiente...".
Pensó.
Sonrió con arrogancia.
Sus compañeros se quitaron del medio y la Amphisbaena lo miró.
En ese instante su habilidad "Alma de héroe" potenció aún más el ataque al equipararlo en fuerza con un nivel 6.
"Esta batalla la gano" Declaró.
*¡ZOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM!*
Su espada fue lanzada como si de una lanza se tratase. Esta aumentaba en anchura por la energía que se expandía. Cuando la punta contactó a la Amphisbaena, bueno...
*¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM!*
Fue carbonizada por la potente explosión.
El albino sentía su cuerpo ligero. Poco a poco caía al suelo a consecuencia del cansancio hasta que fue víctima del "Mind cero".
Fin del flashback.
-Después de perder la comunicación con Bell, fui corriendo a la entrada del calabozo, esperando a que regresaran. No me importaron las horas que tuvieron que pasar. No sería capaz de vivir conmigo mismo si no era la primera en vez a mi Bell saliendo vivo del calabozo-Una pequeña sonrisa se dibujó en los bellos labios de la semi elfo.
-Cuando lo vi en brazos de Welf, descansando, corrí hacia ellos y lo abracé. No me importó que estuviese ante todos los aventureros, ya no me importaba que supieras que lo amaba. Él abrió los ojos un momento y me dijo "Estoy en casa" y seguido de eso se desmayó. Era como si esperara a verme para hacerme sentir tranquila y eso fue suficiente para que me pusiera a llorar-Adicionó, limpiando sus lágrimas que caían una a una con su dedo índice.
A la peliplateada le parecía tierno el actuar de la asesora.
-Fue entonces que los trajimos aquí. Las camareras de "La señora de la abundancia" fueron quienes transportaron a Ryuu y yo cargué a mi Bell en brazos-Concluyó.
"Eso tiene sentido. No estuve presente cuando los recibieron en la recepción por lo que no la vi trayendo a Bell" Pensó la médico.
-Estuvieron en un estómago de Lambton. Eso explica las quemaduras químicas-Mencionó la susodicha.
Eina asintió.
-En menos de dos días peleó contra un irregular, un jefe de piso, una calamidad y un lambton-Señaló Airmid.
La semi elfo volvió a asentir.
-Eso sin contar lo ocurrido en los últimos meses con los Xenos, Ishtar y Apolo-Agregó la sanadora.
La castaña asentía repetidamente.
Una larga pausa trajo consigo cierta incomodidad en el ambiente.
-Sí... definitivamente la tienes difícil-Airmid rompió el hielo y la miró con condescendencia.
-Sí-Confirmó la asesora, cabizbaja y bajando los hombros.
Airmid le dio un par de palmadas repletas de lástima.
-Le dio la vuelta a mi mundo en menos de un año. Cada cosa es difícil a su lado-Comentaba Eina mientras era consolada por su oyente de penas.
-Pero a pesar de eso sigues con él. Por algo será-Expresó la peliplateada.
-Sí, lo sé. Con lo que te he contado es normal que uno se cuestione por qué no hemos terminado y la respuesta es sencilla. A pesar de que me preocupa siempre y se mete en situaciones riesgosas que atentan contra su vida... lo amo. Quiero que siga a mi lado porque es quien mi corazón decidió amar. No es tan sencillo deshacerte de lo que más amas en este mundo-Respondió la semi elfo con una enorme sonrisa.
Los ojos de la médico se abrieron en demasía. Se resignó. No importaba cuantos contras le viera a la relación que ambos tenían, jamás se separarían.
-Entonces más te vale dejar de quejarte e ir con tu hombre. Enfréntalo y dale la noticia de que será padre-Sugirió la médico, levantándole el pulgar.
Esto llenó de determinación a la castaña, quien se puso de pie.
-¡HAI! ¡AFRONTARÉ LA SITUACIÓN! ¡TENDREMOS A ESTE BEBÉ Y NOS CASAREMOS!-Vociferó su deseo.
-Fue un gusto hablar contigo. Espero que podamos repetirlo sin que haya cosas riesgosas de por medio-Eina le extendió la mano a la sanadora.
-El gusto fue todo mío. Resolviste varias de mis dudas respecto a tu novio y pude ayudarte. Fue un ganar-ganar-Contestó la susodicha, correspondiendo al apretón.
Una amistad había nacido entre ambas. Una motivada por las dificultades que han afrontado.
La castaña se retiró y Airmid veía cómo se alejaba en el largo pasillo, apoyando la espalda en el marco de la puerta.
"Ese conejo es un suicida. Espero que al enterarse de que será padre eso desaparezca" Rogó por el bienestar de su paciente.
Eina cruzaba por las calles con calma, disfrutando del sol que se filtraba entre los edificios. Daba pequeños saltos de alegría, incapaz de contener la emoción que inundaba su corazón. La noticia que antes la aterraba, ahora se había transformado en motivo de felicidad, y el futuro que vendría era esperado con ansias y esperanza.
"¿Será niño o niña?" Se preguntaba una y otra vez mientras acariciaba con ternura su vientre abultado. Se imaginaba jugando con su hijo o hija, enseñándole todo lo que sabía, compartiendo momentos inolvidables juntos.
Cada día que pasaba, la espera se hacía más larga, pero también más emocionante. Esperaba con ansias el momento en que pudiera sostener a su pequeño bebé en sus brazos y comenzar esta nueva etapa de su vida llena de amor y dicha.
Pasaron unos cuantos minutos hasta que por fin llegó a la "Mansión de la chimenea", su hogar y el de la familia Hestia.
Permaneció de pie con la mano sobre la perilla, tomando aire para darse el suficiente valor de revelar esa noticia a su amado novio.
"Es hora" Decidió.
La perilla giró y al imponer una fuerza pequeña en la superficie de la puerta, esta fue empujada y se abrió, permitiéndole adentrarse en la mansión.
Con una sonrisa repleta de alegría que iba de oreja a oreja, inhaló profundo y habló.
-¡BEEEEEEELL! ¡TE TENGO EXCELENTES NOTICIAS!-Gritó, avisando de si llegada y llamando al albino.
No obstante, cuando sus ojos observaron lo que ocurría en el comedor de la sede, ese ánimo disminuyó, se disipó.
En la enorme mesa se hallaban a quien buscaba con tanta alegría acompañado de cierto dios de cabello color melocotón, el capitán de la familia Loki que era un hobbit rubio y la capitana de la familia Ganesha.
Esto la confundió.
-¿Qué es lo que sucede? ¿Por qué hay tanta gente aquí?-Preguntó la asesora, ladeando la cabeza.
Todos le prestaron atención. Tras la pregunta intercambiaron miradas.
-Hoy es el día. En unas horas dará inicio la misión-Bell fue quien le respondió. Su expresión era totalmente seria, impropia de él a menos que la situación lo amerite.
Esas palabras fueron suficientes para que la castaña recordara qué ocurrirá esa noche.
"Cierto ¿Cómo pude olvidarlo. La batalla contra Evilus. La pelea que decidirá el destino de la ciudad es hoy" Se dijo a sí misma en su subconsciente con una gota de sudor deslizándose por su frente.
Al parecer, la noticia del embarazo de Eina tendrá que esperar.
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Bueno, hasta aquí el capítulo de hoy, espero que sea de su agrado y dejen su apoyo como ya es costumbre.
En fin, déjenme sus opiniones.
¿Cómo estuvo el capítulo? ¿Sí les gustó?
Buzón de sugerencias/opiniones/comentarios.
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Si desean leer más de mis fic pueden entrar a mi perfil y ahí encontrarán desde...
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Un One Shot en el que se nos relata lo que hubiera sucedido si Bell era cuidado por Alfia, Zald y Zeus ¿Será un futuro feliz? ¿Bell se convertirá en el último héroe como se lo prometió a su madre? ¡Averigüémoslo!
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Otro One Shot sobre una bella historia de amor entre una diosa y un mortal, que toma como punto de partida la película de "Danmachi: la flecha de Orión". Veamos la aventura en la que se embarca nuestro carismático protagonista después de haber perdido a esa diosa que tocó su corazón en muy poco tiempo, de la cual, se tuvo que despedir prematuramente.
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La hermosa Lefiya nos acompañará en este One Shot junto al conejo en una aventura que tendrá de todo. Amor, drama, todo lo que engloba a esta pareja tan dispareja.
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La historia de amor entra una hermosa hada y un conejo con dudas nacientes en su corazón tras un suceso inesperado.
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Un fic con un cuarteto amoroso muy raro, BellxTionaxFreyaxHelun.
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Una hermosa historia de amor entre una asesora y el aventurero a su cargo, BellxEina. ¿Su amor podrá superar el consejo que le dan a las asesoras sobre no enamorarse de los aventureros a su cargo? ¡Averigüémoslo!
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¡Una aventura de un héroe sin Falna le espera a nuestro protagonista! ¿Qué pruebas y dificultades habrán en su camino sin la bendición de un dios? ¡Descubrámoslo!
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Y mi primer y ya finalizado Fic, que va de la pareja de BellxSyr o Freya, el cual parte desde el rechazo de esta misma en el volumen 16 de la novela original, aunque claro... en este fic sabremos lo que hubiera pasado si Bell no la rechazaba, como el título indica.
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Sin más que agregar, yo me despido, espero que se echen una pasada a mi perfil y les agraden las demás historias en caso de no haberlas leído, eso es todo, hasta la próxima mis lectores.
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