Capítulo 22. Florecimiento del amor y otras cuestiones.
En el capítulo anterior.
-Te lo dije... te protegería...-Expresó el chico.
Mua.
-Sí, eres mi héroe, Bell-Contestó la semi elfo, después de darle un suave beso en los labios.
1 segundo...
-Eina... por favor... sostenme...-Dijo Bell.
-¿Eh?-Ella no entendió hasta que...
"Alma de héroe (Desactivada)".
Tras este aviso en la mente del joven, cayó en Mind Cero.
Eina lo sostuvo y lo acostó en la arena.
-Mind cero...-Al identificar la causa de aquello se tranquilizó.
Al ver a su amado al rostro, este tenía una sonrisa grabada en su rostro, la cual reflejaba alivio.
Ella loa costó en su regazo, esperando a que la familia Loki llegara, lo cual no tardó más de unos 5 minutos.
-¡Eina!-Los llamados de las hermanas amazonas no se hicieron esperar.
Tal parece que ganaron su combate contra las secuestradoras del peliblanco.
-¡Aquí!-Gritó la semi elfo, respondiendo al llamado.
-Estamos a salvo, Bell-Le dijo a su amado, abrazándolo.
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En el capítulo actual.
-No parece que vaya a despertar pronto-Opinó Finn.
-Ya sé... me duele verlo lleno de heridas pero me da cierta satisfacción cuando lo observo dormido y tranquilo... me hace sentir en paz...-Respondió Eina mientras jugaba con los cabellos blancos de su amado.
-Gracias por curarlo, Riveria-Sama-Agradeció a la vicecapitana de la familia Loki.
-No es nada. Se suponía que esta experiencia debía ser un lindo recuerdo para ambos pero cometimos el error de no explicarles a detalle la situación que nos trajo aquí-Respondió la alta elfo.
-En fin, creo que ya estamos cerca de llegar-Interrumpió el Hobbit mientras miraba desde estribor.
El mar estaba calmado y casi sin oleaje, como si toda esa esa alteración hubiese sido producida por las mismas amazonas de Telskyura.
Todos, exceptuando a Eina quien no se separó de Bell, al cual tenía acostado en su regazo, regresaron a sus posiciones a prepararse para el descenso.
-Aiz ¿Por qué pareces enojada?-Preguntó Tiona a su compañera al notar un puchero en ella.
-Almohada de regazo...-Fue lo único que expresó la pelidorada.
-¿Eh?-La amazona únicamente ladeó la cabeza con confusión.
-N-Nada...-Aiz se percató de lo que dijo y, con un sonrojo que poco a poco iba esparciéndose en todo su rostro, se alejó rápidamente de ahí.
-¿Q-Qué acaba de pasar?-Se preguntó Tiona.
-A veces eres muy lenta-Dijo Tione en tono de burla mientras aguantaba las ganas de reírse.
-¡¿EHHHHHH?!-Gritó la menor de las hermanas.
-¡DEJEN DE JUGAR Y VENGAN A AYUDARNOS!-Les gritaron a la distancia.
-¡Ya vamos!-Respondieron después del regaño, yendo a sus posiciones.
Eina, quien seguía sumergida en sus pensamientos y no dejaba de acariciar el cabello de Bell, ignoró completamente el escena que transcurrió hace unos segundos a un costado suyo.
-Perdón... perdón por ser tan débil...-Pequeñas lágrimas comenzaron a surgir en la entristecida semi elfo.
-Siempre tienes que salvarme... siempre te pones en riesgo por mi culpa... incluso tu motivación para ser aventurero es ser lo suficientemente fuerte para protegerme... y yo no hago otra cosa más que traerte problemas...-Agregó, apretando sus ojos y dejando fluir aún más las lágrimas.
Frotó sus ojos con la manga de su blusa.
-S-Si estuvieras con alguien como "La princesa de la espada" no tendrías tal peso sobre tus hombros...-Susurró mientras sentía una fuerte presión en su pecho.
-No vuelvas a decir eso...-Respondió Bell a duras penas, sin abrir sus ojos.
-¿B-Bell...?-Ella lo nombró.
Poco a poco se fue reincorporando y enfocando su vista al separar sus párpados.
-Veo... veo que estamos a salvo... me alegro...-Dijo con calma en sus palabras.
-¿D-Desde cuándo tú...?-Eina iba a preguntar cuánto fue lo que él escuchó hasta que la interrumpió el peliblanco.
-Desde que dijiste "Perdón por ser tan débil"-Respondió con cansancio y con total seriedad.
-Así que lo escuchaste... soy patética ¿No? Me quejo de ser débil pero aún así no hago nada para dejar de serlo...-Expresó la semi elfo quitándose los lentes y viendo al suelo.
Bell tomó sus manos y las cubrió con las suyas.
-Eina, si no fuera por ti, habría muerto incluso antes de subir de nivel-Confesó el chico.
-¿Eh?-Ella se sorprendió por eso.
-¿Quién fue la que me presionó por horas para estudiar y aprenderme todo lo necesario para entrar al calabozo? Fuiste tú...-Contestó.
-P-Pero... eso solo era mi trabajo...-Lo contradijo la asesora.
Él sonrió y continuó.
-¿Quién es la que se queda a mi lado todas las veces en los que acabé herido...? La respuesta es sencilla... eres tú-Una sonrisa se dibujó en su rostro al finalizar su oración.
-Es porque la mayoría de las veces es por mi culpa...-Con dolor dio su opinión la semi elfo.
-La razón por la cual vencí al minotauro... al Goliath... e hice el suficiente tiempo luchando contra aquellas amazonas para que ustedes llegaran, es tan simple que incluso un niño lo sabría...-Él posó una de sus manos en la mejilla de su amada y la acarició.
Ella cerró sus ojos y sintió el calor que este le transmitía.
El joven tomó aire y prosiguió.
-Fue por amor... siempre... incluso cuando sentía que iba a perder... una hermosa mujer de cabello castaño y ojos color jade se manifestaba en mi mente y provocaba que diera todo de mi para regresar a su lado y no abandonarla...-
Ella se sorprendió por aquella declaración, tanto que sus mejillas se tintaron de rojo y gracias a esto un intenso calor emanaba de ellas... no, no solo de ellas, provenía de todo su rostro.
-Eina... te amo. No me arrepiento ni por un segundo el haberte conocido y soy la persona más feliz en la faz de la tierra ya que tú también sientes lo mismo-
-Amo a la Eina seria que se enoja por cada mínimo error que cometo en las pruebas...-
-A la cual se le arruga su hermosa y bella nariz, al igual que su frente, cada vez que me mira con intensidad al intentar ver detrás de mis mentiras-
-También soy adorador de aquella Eina que es cálida y tierna conmigo. Una hermosa hada que, con el simple latir de su corazón retumbando en mi pecho cuando nos abrazamos de frente el uno del otro, me trae una inmensa paz y renueva por completo mis energías-
La semi elfo no podía decir nada por la constante cantidad de halagos que recibía de su amado. Se limitó a únicamente escucharlo atentamente con una sonrisa temblorosa al igual que su cuerpo.
La seria y estoica elfo era solo una doncella enamorada en estos momentos.
-No deseo hacerte preocupar, tampoco llorar pero en ocasiones las circunstancias, junto con mi "Suerte", me llevan a sumergirme en problemas y situaciones que me exigen dar todo de mi y sé que las superaré porque hay alguien esperando a mi regreso-
-Ese alguien eres tú, Eina...-
-En mi mente, después de cada aventura, me imagino lo que sucederá-
Una ligera risita provino de Bell.
-Tú serás la primera en recibirme-
-Me abrazarás, me dirás "Bienvenido a casa, Bell" con un tono dulce, amoroso y hogareño-
-Estaremos así por varios segundos hasta que tu enojo hacia mis tonterías y el peligro en el que me metí regrese a ti y decidas regañarme con severidad-
Eina asintió y comenzó a reírse también.
-S-Sí... tienes razón, suena a algo que yo hago-
Ella limpió sus lágrimas y desvió la mirada un tanto apenada.
-Después de que todo el cólera dentro de tu ser salga, volverás a ser cariñosa y demostrar lo mucho que te preocupaste por mi-
-Porque así es como nosotros funcionábamos. Así es nuestra loca relación y sin embargo... amo cada momento de ella-
Al terminar esa conclusión, la abrazó y envolvió sus brazos en su delicado cuerpo.
-Bell...-Ella nuevamente lo nombró, correspondiendo al abrazo.
-Quiero que sepas que siempre estaré contigo-
Una caricia suave en la nuca de la semi elfo se presentó.
-Y que, sin importar el muro a cruzar o la prueba que se interponga en mi camino, siempre regresaré a su lado...-
-Porque tú eres mi objetivo en esta vida... quiero hacerte feliz porque tú me brindas una vida alegre con tan solo existir-
Eina se aferró aún más a su hombre.
-¿Aunque no se alguien fuerte?-Preguntó.
-No tiene importancia...-Respondió.
-Puedo traerte muchos problemas...-Advirtió.
-Lo sé... lo he vivido... y lo haría todas las veces que fueran necesarias-Él Contestó sin una pizca de duda.
-Puedo ser molesta...-Agregó.
-Quiero que seas así... demuestra tu verdadero yo... no te juzgaré... lo aceptaré y amaré con cada fibra de mi enamorado corazón como lo he hecho hasta ahora-Fueron las palabras dadas por Bell.
-Mi carácter es muy fuerte y te regañaré millones de veces más... tal vez termines odiándome pero quiero que sepas que lo haré por tu bien-Continuó.
-Lo sé, es por eso que nunca será una molestia. Además... es imposible que llegue a odiarte si eres tan adorable-
-Tiendo a ser muy extrema con mis reacciones y hasta dar miedo...-Adicionó.
-Estoy consciente de ello...-Sin dejar de sonreír ni abrazarla, dio su respuesta.
Ella se despegó un poco para verlo a la cara.
-E-Eso quisiera que lo negaras...-Sus mejillas coloradas y su pequeño puchero resultado simplemente adorables.
Imagen de referencia, ya saben.
-Pides mucho-Le contestó riéndose un tanto.
Ella lo golpeó en el pecho con poca fuerza.
-Auch...-Se quejó Bell aunque no sintió nada.
-Eina... acepto todo de ti porque tú aceptas todo de mi. Así que... nunca vuelvas a menospreciarte... eres la mujer con el carácter más fuerte y los métodos de enseñanza más diligentes que he conocido, eres irreemplazable-Él le guiñó el ojo y acercó su rostro.
Mua
En un rápido movimiento ambos labios entraron en contacto en un tierno, cálido y dulce beso entre los amantes.
Poco a poco la calidez de sus pechos se expandió en todo su cuerpo.
Sus cuerpos se unieron.
Sus corazones se unieron.
Sus almas se entrelazaron.
Tras algunos segundos en los que su amor salió a relucir... se separaron.
Los labios dejaron un pequeño hilo de saliva producto de la unión de sus bocas.
Al hacerlo, tomaron un poco de aire y se sentían agitados.
Bell, quien se moría de vergüenza por lo atrevido que fue, decidió finalizar esta reconciliación.
-Eina...-
Ella, quien seguía en transe por la agrande sensación de haberlo besado, le prestó atención.
-No puedo prometerte que no te haré llorar... pero puedo prometerte que la última vez que lo harás será de felicidad...-
Ella se acurrucó a su costado y con un tono romántico y casi coqueto, le dijo...
-Espero que cumplas esa promesa... como todas las anteriores... cariño...-
Él la besó en la frente y contestó...
-Así será... amor mío...-
A la distancia, sin ser detectadas, varias chicas pertenecientes a la familia Loki los observaban.
-S-Son demasiados puros...-Susurró Tione completamente roja.
-Necesitas lentes oscuros para verlos por lo fuerte que brillan esos dos juntos-Opinó Aki un tanto molesta ya que Raúl no era tan atrevido con ella.
-C-Chicas creo que no deberíamos estar viéndolos...-Comentó Line.
-D-Dos bebés... ahora serán dos bebés...-Susurraba una inquieta rubia, tapando su rostro con ambas manos.
-¿De qué habla Aiz?-Preguntó la chica de cabello negro y lentes.
-Ella cree que los bebés vienen de los besos-Le respondió Tiona con un rostro burlón.
Lefiya solamente agudizaba su mirada ante el acto de amor que presenció.
"Hmmm tal vez no sea tan malo como creí" pensó, cambiando poco a poco la opinión que tenía de él.
-Oigan ¿No prácticamente le propuso matrimonio?-Se cuestionó Tione.
-¿Matrimonio?-La princesa de la espada no comprendía el significado de esas palabras.
"Cabeza hueca..." pensaron todas exceptuando Lefiya.
-Si tienen tiempo para meterse en la vida de los demás supongo que tendrán el suficiente como para una sesión de estudio al llegar a Orario-Una voz interrumpió la plática entre chicas.
Sudor frío bajó por sus espaldas.
-Riveria-Sama...-Lefiya nombró a la alta elfo quien tragó saliva.
-Aiz... tienes dos opciones, irte ahora o tener una lección de nado con...-Antes de que la pelijade finalizara, "La princesa de la espada" corrió a una velocidad inhumana lejos de donde se hallaba.
-Déjenlos y váyanos a ayudar ¡Ya!-Ordenó Riveria.
-¡SÍ!-Respondieron Aki, Tiona, Tione, Lefiya y Line al unísono, yendo detrás de la alta elfo y dándoles a los tórtolos enamorados un lugar en el cual se podían seguir sumergiendo en su ambiente de romance sin que nadie los interrumpa.
De regreso en Melen.
El amanecer aún no llegaba pero la cantidad de ruido y movimiento que había en la ciudad costera no era propio de un horario tan tempranero.
Claramente esto se debía a que la misión de la familia Loki, en conjunto con la familia Njord, fue realizada, y finiquitada con una gran victoria, hace tan solo unas horas.
-Oye ¿Quieres que te ayude en algo?-Le preguntó Bell a Finn.
El Hobbit, quien consideró aceptar la amabilidad del peliblanco, se percató de algo.
Eina parecía enojada y haciendo un puchero mientras su mirada casi penetraba en la nuca de Bell.
"Jeje... claramente quiere estar con él esta noche..." se burló Finn por dentro aunque sentía cierta incomodidad, por no decir terror.
-No te preocupes por eso. Nosotros nos encargamos, tú deberías ir a dormir y no esforzarte de más-Respondió el capitán de la familia Loki.
La semi elfo sonrió con júbilo.
-¡Tiene razón Bell! ¡Vamos! ¡Te llevaré a tu habitación!-Dijo la chica mientras lo jalaba del brazo.
-¿Uh? ¡E-Espera Eina!-Decía el joven aunque fue arrastrado sin entender por qué su chica se emocionó tanto por ello.
-Bell, por cierto-Finn lo habló.
-¿Eh? ¿Sucede algo?-Preguntó Bell mientras intentaba perder el brazo al ser jalado por Eina.
-Me gustaría hablar contigo luego ¿No hay problema?-Lanzó su pedido.
-¿Hablar conmigo? Sí, no hay problema-Contestó el peliblanco con cierta confusión. ¿Para qué el capitán de la familia Loki quisiera hablar con él?.
Después de eso, el pequeño hombre veía cómo se alejaban y se perdían a la distancia.
Solo en ese lugar y con muchas dudas, se preguntó...
-¿Cómo mantuviste a raya a dos Amazonas de nivel 6? En verdad eres alguien impresionante, Bell Cranel-
Al finalizar, una sonrisa llena de emoción y orgullo se dibujó en él.
En el cuarto donde se hospedaron.
-Eina, n-no creo que ambos podamos acostarnos en esta cama...-Dijo el chico quien a duras penas cabía en la cama.
-¿Mmm? Tonterías...-Respondió la semi elfo quien estaba acostada a su lado, envolviéndolo con sus brazos y reposando su rostro en el pecho de su amado.
Bell, completamente intranquilo, miraba a todos lados intentando encontrar algo que lo ayude a no caerse de la cama.
-Nuestra cita...-Susurró Eina.
Gracias a esto el chico se calmó.
-¿C-Cómo?-Preguntó.
-Se supone que esta cita era para que estemos solos nosotros dos y así reponer el tiempo que no pudimos vernos pero no salió como planeamos ya que no lo hemos hecho...-Respondió ella, despegando su rostro de donde estaba y levantándolo ligeramente para ver desde arriba a Bell.
Él se sorprendió aunque por dentro sentía que tenía razón.
Ese viaje tenía como objetivo unirse más y demostrar su amor sin medidas ni miedo a que alguien los viera.
-Es por eso que... esta noche, quiero dormir contigo-Le susurró con un tono de voz pícaro.
Los latidos de Bell aumentaban a un ritmo acelerado y su raciocinio se iba junto con la vergüenza.
-¡Eina!-Alzó la voz y en un rápido movimiento se soltó.
-¿Eh?-Ella se sorprendió por esto.
Uno pensaría que se sentiría triste al ya no tenerlo pegado a su cuerpo o porque huyó de ella, no obstante... el ambiente subió varios escalones más de lo que se imaginaba.
Él estaba encima de ella y, con sus manos apoyadas en la cama con la cabeza de Eina en medio de ambas, confesó.
-S-Si dormimos juntos... no creo poder controlarme...-
Su respiración irregular fue suficiente para que Eina comprendiera a qué se refería.
Eso provocó que sus latidos fueran aún más intensos, tanto que no exageraba en decir que, si esto seguía por ese camino, su corazón se saldría de su pecho.
Ella levantó su espalda y, con sus manos, sostuvo el rostro del muchacho.
Mua
Le dio un suave beso que causó una explosión de sentimientos entre los dos, como si de una serie de fuegos artificiales perfectamente alineados en el cielo se tratase.
Los segundos pasaron y no se detuvieron más que para tomar rápidamente unas bocanadas de aire.
Una inyección de éxtasis y deleite los mantenía en silencio, disfrutando la cercanía de sus cuerpos.
El tiempo pasó y separaron sus bocas que únicamente eran unidas por uno hilo de saliva como en la ocasión anterior donde se besaron.
-Bell... Bell...-Lo nombraba la semi elfo con un rostro atento a su hombre.
El susodicho, quien no se hallaba en mejores condiciones, la acorraló en la cama, reduciendo la distancia entre ambos.
Deslizó sus manos entre la espalda de Eina y el colchón.
-Eina... te amo... en serio... te amo...-Dijo antes de guardar silencio ya que su boca estaría ocupada haciendo disfrutar a su amada de un lujurioso beso.
-Mmm... Ahhh~-Ligeros quejidos y gemidos provenían de ella, quien tenía sus ojos cerrados.
Las palmas de Bell fueron bajando lentamente, recorriendo la suave espalda de la semi elfo hasta que sus dedos chocaran con unas suaves montañas.
Él estaba agarrándole el trasero delicadamente.
Sus cordura se rompía...
"Abuelo... hoy me volveré un hombre..." pensó, recordando todos los consejos que su abuelo le dio sobre cómo tratar a una mujer.
Los dos seguían besándose desenfrenadamente y Bell no soltaba el trasero de Eina.
-Ahhhh~ Ahhhh~ B-Bell~-La chica se aferraba a la espalda del joven y gemía su nombre cuando se separaban de los besos por algunas fracciones de segundo.
El peliblanco sentía como su camisa era levantada. Al voltear a ver de qué se trataba se dio cuenta de que era Eina quien lo hacía.
Ella lo miró con una sonrisa mientras su respiración se agitaba.
Se inclinó adelante y se acercó al oído de Bell.
-Yo... no quiero que nadie te aleje de mi... quiero ser la primera en tu vida... la primera y única en todo...-Le susurró al oído para luego volver a recostarse en la cama.
Tras esto, continuó desanudándolo de la cintura para arriba.
Bell, quien no tenia ni una pizca de duda, la tomó de la cintura para hacer lo mismo.
Nota del autor: Imagen para poder apreciar a la hermosa Eina y su gran "Trama".
Las prendas fueron dejando el cuerpo de ambos, cayendo al suelo de madera alrededor de la pequeña cama donde ambos se unirán en cuerpo... en alma.
Cuando por fin se deshicieron de la camisa y blusa respectivamente, vieron fijamente el cuerpo del otro.
Eina cubría sus pechos con ambas manos.
El muchacho le sonrió y le acarició la mejilla tiernamente, regalándole un beso en al frente.
-No te forzaré a nada-Le dijo al notar una pizca de miedo por lo rápido que las cosas avanzaban.
-N-No es eso... t-tengo miedo de no cumplir tus expectativas sobre mi cuerpo...-Ella demostró cierta inseguridad respecto a su físico.
Bell la besó como en veces anteriores ese mismo día.
-Eres hermosa... la mujer más hermosa del mundo... amo cada parte de ti... es imposible que algo como eso suceda-Le dijo, acercando su palma a donde ella cubría sus grandes atributos.
A un ritmo tardo la quitaba de enfrente. Ahí lo vio en todo su esplendor.
En vez de detenerse, decidió hacer lo mismo con el otro pecho hasta que por fin quedó completamente al descubierto.
El joven, anonadado por la increíble belleza de mujer que tenía por pareja, permaneció en silencio a pesar de la expresión de su amada.
-¿S-Sucede algo...?-Preguntó ella.
Gracias a esto salió de su transe.
-N-No... e-es que... en verdad eres p-perfecta... tanto que no puedo dejar de admirarte-Contestó sin apartar la vista.
Eina se sonrojó en demasía, aún más que antes, incluso sus largas orejas adoptaron dicho color.
Extendió sus brazos y le dijo...
-Ven...-
Con esa simple palabra...
Una inconfundible señal...
Le daba entrada libre para que todo surgiera...
En ese momento, parecía que Bell había tenido un corto circuito al ver semi desnuda a su pareja en la cama y todo rastro de aquel niño inocente desapareció.
Se puso encima de ella, con cada brazo suyo a un costado de Eina.
Lentamente fue bajando la cabeza hasta llegar a los labios de su mujer, dándole un dulce beso por millonésima ocasión, que en cuestión de segundos se convirtió en uno largo y desenfrenado. Las lenguas de ambos se paseaban por la boca del contrario, una experiencia realmente nueva para el joven aventurero.
Las manos de Eina acariciaban ferozmente la espalda de su hombre, mientras Bell tocaba suavemente la retaguardia de su mujer, haciendo que ella tensara un poco los músculos de la zona.
El momento había llegado, ambos se encontraban jadeando como si no quisieran separarse del beso pero era necesario para poder tomar aire.
Un delgado hilo de saliva se alargaba entre más se separaban hasta que se rompió y desapareció.
-Bell...-Dijo la semi elfo con una mirada pérdida, deseosa de ir más allá.
-Eina...-Contestó el joven de igual manera.
Bell llegado a este punto, era imposible que pudiera parar.
Un beso aún más salvaje se daba, el mini Bell comenzaba a despertar entre más pasaba el tiempo. Eina notó eso y, sabiendo lo que debía hacer, deslizó de sus manos para acariciarlo con delicadeza, sin embargo, algo la sorprendió, el tamaño... no era normal, era realmente grande. Sus ojos se llenaron de sorpresa al sentirlo, Bell daba pequeños gruñidos porque ella acariciaba su miembro por mucho tiempo y menos delicadamente como había comenzado.
En ese momento, él supo que era su turno de conocer la zona privada de su amada.
Su mano descendió del rostro hasta el cuello y de ahí hasta los grandes atributos de la semi elfo, en donde aprovechó para acariciarle los pechos con sutileza y tacto.
Continuó su recorrido hasta llegar al plano abdomen de la chica y por fin alcanzar los labios inferiores.
Con dos de sus dedos comenzó a tocar ese lugar.
Eina, completamente extasiada, se retorcía al sentirlo hasta que, de un momento a otro, por lo húmeda que se encontraba su vagina, dos de los dedos de Bell se deslizaron hacia adentro, haciendo que ella se viniera en el instante, separándose del beso y gimiendo fuertemente.
-Bell~ Bell~ Bell~-Repetía el nombre del chico al mismo tiempo que jadeaba y cubría su rostro con su antebrazo.
Ese fue el límite para el desenfrenado aventurero.
Sabía lo que seguía.
Su mano se posó en su miembro, dirigiéndolo a la cavidad inferior de la chica, mientras con su otra mano acariciaba su mejilla, a lo cual, ella simplemente lamió los dedos del chico.
-Eina... lo voy a meter...-Dijo Bell, con la mirada perdida y claramente agitado.
-Hazlo... Bell-Dijo Eina, dando la señal aprobatoria.
Una sonrisa sin pizca de duda y llena de amor, fue lo que se regalaron el uno al otro.
El "pequeño Bell" se abría paso a pesar de sentir una fuerte presión entre más avanzaba.
Eina, por su parte, era abordada por un dolor indescriptible que más pronto que tarde se convirtió en placer.
Sus gemidos se hacían cada vez más fuerte hasta que Bell llegó al final del "Túnel".
-Ahhh~ B-Bell...~ E-Espera...~-pedía la semi elfo al sentir que, con cada movimiento, su cuerpo se llenaba de placer.
La erótica voz de Eina le impedía tomar en serio sus palabras.
Sacó un poco su miembro.
-¡N-No te muevas...~!-Gritó la chica, enterrando sus uñas en la espalda del muchacho.
Sin previo aviso y de golpe... volvió a golpear la "Pared".
-¡AHHHHHHHH~~~~!-Un fuerte gemido provino de ella, quien no pudo bajar el tono de su voz.
Bell volvió a sacarlo y...
-¡AHHHHHHHHHH~! ¡BEEEEEEEELL~!-Gritó la semi elfo al sentir que el miembro de Bell topaba con su útero nuevamente.
Los golpes
-Eina...~ creo...~ creo que me voy a venir...~-Dijo Bell, moviéndose cada vez más rápido y con su respiración más agitada que antes.
Eina permanecía en silencio, disfrutando del placer que se propagaba desde la zona inferior de su cuerpo hasta la totalidad del mismo.
-Hazlo...~-Dijo en un tono de voz casi imperceptible.
Él se extrañó por esto hasta que ella apartó su antebrazo de sus ojos y lo miró directamente.
-Hazlo...~ yo también me voy a venir...~-
-Eina...~ Te amo...~ Te amo...~-La intensidad iba en aumento.
-Bell...~ Te amo...~ Te amo...~-Daba como respuesta la chica.
-Te amo...~ Te amo...~ Te amo...~ Te amo...~-Repetían al mismo tiempo hasta que...
-¡TE AMOOOOOOOO~!-Gritaron al unísono.
En un veloz movimiento de reacción, Eina lo abrazó fuertemente con sus piernas y brazos, impidiendo cualquier posibilidad de que él "saliera".
Con las energías consumidas y el cansancio por no haber tenido una buena noche gracias a lo sucedido con los Amazonas, cayeron rendidos.
La chica no se movía y sentía como algo la llenó por completo.
Bell al igual que su amada, antes de caer dormidos, pensaron en total sincronía...
"Son las mejores vacaciones del mundo...".
Nota del autor: Ahí tienen su lemon malditos pervertidos, me siento sucio, tengo que bañarme.
A la mañana siguiente.
Los rayos del sol se filtraban por la pequeña ventana con la que la habitación contaba. Estos golpeaban en el rostro del joven peliblanco quien subió un escalón al mundo de los adultos hace tan solo una noche.
Abría sus ojos con dificultad por el destello que le causaba la luz directa a su cara.
-¿Q-Qué pasó...?-Se preguntó mientras frotaba su cara.
-Mmmm...-Una pequeña queja provino de alguien dentro de la habitación.
Al dirigir su vista a donde ese sonido provino se dio cuenta de que se trataba de Eina, quien yacía recostada encima de él.
"Ah... eso pasó... ¿Cuándo cambiamos de posición? Lo último que recuerdo es haber estado encima de ella..." cuando finalizó su diálogo interno, la bomba de recuerdos le estalló de golpe, provocando que todo lo sucedido esa noche pasara en su mente como si de una película se tratase.
-N-No puede ser... c-crucé la línea con Eina...-Se aterró.
La semi elfo, al oír el ruido, se despertó y lo miró fijamente.
No parecía oralmente consciente, se notaba un tanto adormilada.
-Eina, yo...-Bell iba hablar pero fue callado.
Mua
Eina lo besó, un simple beso de pico.
-Buenos días... mi amor...-Le dijo con una sonrisa pura y tierna.
Esto tuvo como consecuencia que el nerviosismo del conejo disminuyera drásticamente.
"¿Qué más da? Lo hice con la mujer que más amo, no hay problema" Se dijo a sí mismo.
Mua
Ahora fue él quien la besó.
-Buenos días...-Le devolvió el gesto.
Sin saberlo, esa noche tan especial quedó grabada en lo más profundo de ambos, dentro de sus corazones, almas y... tal vez algo más.
Las horas pasaron y ellos siguieron acurrucados hasta que supieron que era hora de levantarse por lo que, ni cortos ni perezosos, se levantaron y vistieron.
Bell recordó que Finn le pidió hablar con él, por lo que se apuró.
-Bell... n-no puedo caminar bien...-Dijo Eina con completo terror.
-¡¿EHHHHH?!-El chico se sorprendió por ello.
La semi elfo, completamente roja, habló.
-C-Creo que se debe p-por lo de anoche...-
El peliblanco conectó los sucesos y humo salió de su cabeza.
-L-Lo lamento... me excedí...-Se disculpó.
-¡N-No hay problema por eso! También fue culpa mía...-Contestó.
-¿P-Podrías cargarme...? C-Como a una princesa...-Sugirió la chica.
"¡¿Qué ridiculez le estoy pidiendo?!" Gritó por dentro al darse cuenta de su temerario pedido.
-¡E-Es brom...!-Antes de rectificarse, fue alzada.
-¿Ah?-Expresó con sorpresa.
-Vamos, no tengo problema en cargar a mi amada-Dijo Bell con sonrojo y sin hacer contacto visual.
Eina lo observaba con ojos de enamorada.
Mua
Lo besó en la mejilla.
-Bell, te amo-Le dijo, acurrucándose mientras era llevada.
Con la familia Loki.
Tras caminar algunos minutos en los cuales muchas de las personas presentes los veían un tanto apenados y otros más únicamente los ignoraban, llegaron a donde la familia Loki se hospedaba.
Eina fue encargada por Bell a las demás chicas, las cuales tuvieron cierta extrañeza al ver a la semi elfo con dificultad de caminar.
Riveria se ofreció a curarla en caso de que estuviese herida, sin embargo...
-N-No creo que sea algo que se pueda curar con magia, Riveria-Sama...-Respondió Eina, recostada en un sillón.
Las chicas alrededor se sonrojaron y taparon sus bocas con sus manos.
Todas excepto Tiona y Aiz, quienes no entendieron.
-¿Eh? F-Felicidades... creo...-Dijo a Riveria.
Del lado de Bell y Finn.
-Hola Finn, lamento la demora-Dijo el peliblanco, entrando a la habitación del Hobbit.
-No te preocupes. Supongo que ustedes dos en verdad disfrutaron su tiempo juntos ¿No es así?-Comentó el rubio.
Los recuerdos de esa noche se presentaron de nuevo.
-P-Podría decirse que sí...-Respondió Bell, desviando la mirada.
-En fin, dígame señor Finn ¿Qué es lo que quería discutir conmigo?-El chico cambió abruptamente de tema por algo que no le causase pena.
-Entiendo, sé que es algo imprevisto de mi parte que te pregunte lo siguiente, más teniendo en cuenta que Hermes me pidió que te dejara en paz ya que venían como vacacionistas aunque ya vimos que se vieron embarrados en todo este problema-La introducción por parte de Finn se presentó.
-No entiendo...-Se cuestionó el peliblanco.
-Bell... ¿Cómo fue que pudiste batallar contra dos niveles 6?-Lanzó la interrogante con total seriedad.
Bell, contrario a lo que uno pensaría, respondió.
-Por Eina... Es por ella que puedo luchar aún si mi cuerpo está hecho pedazos-
El capitán de la familia Loki quedó impresionado.
-¿Me quieres decir que tu fuerza proviene del amor?-Finn quiso asegurarse de que escuchó bien.
-No sé si sea así, pero desde que conocí a Eina, siento que puedo hacer lo que sea-Insistió Bell, posando su mano en el lado izquierdo de su pecho, donde su corazón se hallaba.
Finn sonrió y dijo...
-Ya veo... el amor hace que hagamos locuras... pero también nos inspira a seguir adelante-Opinó el Hobbit.
Bell asintió.
-Sí, así es-Contestó.
-Entiendo... muchas gracias por tu tiempo. Por cierto, mañana a primera hora partiremos, por lo que tienes el día para pasarlo con tu amada-Finn le guiñó el ojo y le levantó el pulgar.
-¡Muchas gracias señor Finn!-Agradeció el joven conejo, saliendo de la habitación.
Ya solo en ella, el pequeño hombre pensó...
"Con que amor...".
La imagen de una mujer pasó.
Se trataba de Tione.
Sonrió y se dijo...
-Qué curioso...-
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Bueno amigos, hasta aquí el capítulo de hoy, espero que sea de su agrado y dejen su apoyo como ya es costumbre.
En fin, déjenme sus opiniones.
¿Cómo estuvo el capítulo? ¿Les gustó?
PD: El siguiente Fic que se actualizará va ser el de "¿Está mal enamorarse de una hermosa hada?".
Buzón de sugerencias/opiniones/comentarios.
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¡Si gustan leer una novela original escrita por mi, pueden leer la que recién acabo de publicar!
"Objetivo frustrado por un amor inesperado"
Acompáñanos en al historia de Akiro Itō para cumplir su tan anhelado deseo... ¡Vengarse de quien rompió su corazón!.
Aquí les dejo el link para que vayan a leerla o pueden encontrarla en mi perfil. Hasta ahora llevo el prólogo y el primer capítulo del primer volumen.
https://www.wattpad.com/story/295436264?utm_source=ios&utm_medium=link&utm_content=share_writing&wp_page=create_story_details&wp_uname=Aetd556&wp_originator=Updq6%2FIi6BWjWjl9fWmdgFplAGHQxmBh9KtLNUzCXq8Z1hhr2ZdP3Q0Mc6DsZaDAgH2X2xNZeBY6nbXJbf8D2cMC4S4qhJJgbh4mVRLtfVTiVXNZCVonFivgF0HRk7Om
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Si desean leer más de mis fic pueden entrar a mi perfil y ahí encontrarán desde...
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Un One Shot en el que se nos relata lo que hubiera sucedido si Bell era cuidado por Alfia, Zald y Zeus ¿Será un futuro feliz? ¿Bell se convertirá en el último héroe como se lo prometió a su madre? ¡Averigüémoslo!
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Otro One Shot sobre una bella historia de amor entre una diosa y un mortal, que toma como punto de partida la película de "Danmachi: la flecha de Orión". Veamos la aventura en la que se embarca nuestro carismático protagonista después de haber perdido a esa diosa que tocó su corazón en muy poco tiempo, de la cual, se tuvo que despedir prematuramente.
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La historia de amor entra una hermosa hada y un conejo con dudas nacientes en su corazón tras un suceso inesperado.
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Un fic con un cuarteto amoroso muy raro, BellxTionaxFreyaxHelun.
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Una hermosa historia de amor entre una asesora y el aventurero a su cargo, BellxEina.
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¡Una aventura sin Falna nos espera a nosotros y a nuestro protagonista!.
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Y mi primer y ya finalizado Fic, que va de la pareja de BellxSyr o Freya, el cual parte desde el rechazo de esta misma en el volumen 16 de la novela original, aunque claro... en este fic sabremos lo que hubiera pasado si Bell no la rechazaba, como el título indica.
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Sin más que agregar, yo me despido, espero que se echen una pasada a mi perfil y les agraden las demás historias en caso de no haberlas leído, eso es todo, hasta la próxima mis lectores.
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