Capítulo 19. Planes para el día esperado.
En el capítulo anterior.
-Bell... bienvenido a casa-Finalizó ella, sonriéndole dulcemente, haciendo saltar el corazón de Bell.
-Estoy en casa, Eina-Respondió.
Volviendo al capítulo de hoy.
-Oigan, me siento incómodo, es como si ambos brillaran mientras se ven al rostro, casi olvido que esa chica es la que casi mata a nuestro dios-Susurró Ouka a las chicas a su costado.
-Shhh dales su espacio, están en su momento de reencuentro, no los interrumpas-Respondió Welf, dándole un golpe en el hombro al miembro de la familia Takemikazuchi.
-Solo esperen a que el momento emotivo pase y verán al diablo-Misha se unió a la conversación desde detrás de los aventureros, asustándolos en el proceso.
-¿Diablo...?-Preguntaron hasta que fueron interrumpidos por una fuerte presión creciente en el ambiente.
-¿E-Eina?-Nombró Bell a su amada, con sudor bajando por su frente al ver que ella había guardado silencio y su mirada se convirtió en una sombría, tanto así que no lograba visualizar sus ojos, que estaban siendo tapados por su cabello.
-Pensé que tardaría más, en fin, ahora verán por qué pienso que ese chico es masoquista, yo me voy, les recomiendo hacer lo mismo, adiós-Expresó la asesora de cabello rosado, alejándose del sitio a gran velocidad.
-¡E-Espera!-Trataron de decir los presentes, yendo detrás de ella.
-Chicos... chicas...-Dijo Eina con un tono de voz amenazadora.
-¡HIIIIIIII~!-Todos hicieron un chillido de miedo ante las palabras de la semi elfo.
-Déjenme sola con Bell, por favor, tengo algo que hablar con él y no quiero interrupciones-Declaró la chica, mirándolos con una sonrisa que reflejaba muchos sentimientos menos alegría.
-C-Chicos... n-no me van abandonar ¿Ver...?-Decía el peliblanco con gran temor, volteando a sus amigos, no obstante, estos frenaron su pregunta.
-¡Bueno Bell nos vemos fue un gusto ser tu amigo y espero que vivas para seguir teniendo aventuras juntos, nos vemos!-Dijeron tanto Welf y Lili, como los miembros de la familia Takemikazuchi al unísono, pegando media vuelta y alejándose por diferentes caminos.
"¡TRAIDOOOOORESSSSS! ¡ME VA MATAR!" Pensó el chico, perdiendo su color de piel, palideciendo como si la misma adoptara el color de su cabello.
-Bell... ven conmigo, ahora-Ordenó ella, poniéndose de pie y mirando hacia abajo al aterrorizado conejo.
-¡SÍ SEÑORA!-Respondió casi instintivamente, poniéndose de pie y saludando como soldado, con la mano en su frente.
Eina pegó media vuelta y caminó en dirección al gremio, una simple mirada bastó para que Bell entendiera que debía seguirla.
"Abuelo, no morí en el calabozo pero moriré por culpa de una hermosa semi elfo, por lo menos debes estar orgulloso de ello ¡PERO YO NO QUIERO MORIR AÚN!" Gritó internamente, con una lagrima naciendo en su ojos derecho, la cual se deslizaba en sus mejillas hasta caer al suelo.
En todo el trayecto al gremio, donde ninguna de las compañeras de Eina cruzó palabra con la susodicha por conocer lo que sucede cuando ella adopta esa expresión y posición, llegaron a uno de los cuartos de estudio que el peliblanco conocía perfectamente por todas las noches de estudio y regaños que había vivido a su lado en tan solo poco más de un mes de estar en Orario.
Eina abrió la puerta lentamente, entró y se sentó en uno de los sillones.
-Siéntate-Ordenó, posando un instante sus ojos en el sillón de enfrente suyo.
-Sí...-Contestó Bell.
Detrás de él, la puerta se cerró.
-Fiuuuuu-Suspiraron aventureros y trabajadoras del gremio tan pronto eso sucedió.
-La presión en el lugar disminuyó tan pronto se metieron, ya puedo respirar sin miedo a recibir un golpe con una regla por hacer ruido-Dijo uno de los aventureros, estirándose para destensar sus músculos.
-Ese chico no se irá hoy con los tímpanos sanos-Opinó Rose.
-Es su culpa por hacerla preocupar, debe comprender que un aventurero no debe aventurarse demasiado, como Eina dice-Comentó Misha, levantando ligeramente las manos con desinterés.
Mientras algunos hablaban sobre temas diferentes a lo de Eina y Bell, un grito resonó en el gremio.
-¡PERO CÓMO DEMONIOS SE TE OCURRE HACER ESO!-
Esto provocó nuevamente un silencio sepulcral en el lugar.
-Ya se había tardado en gritar sinceramente-Se rió Rose, volviendo a firmar algunos papeles, como si se hubiera esperado ello.
En el cuarto de estudio.
Bell y Eina estaban sentados cara a cara, o bueno, decir cara a cara era un tanto incorrecto, ya que el peliblanco tenía sus manos puestas sobre sus rodillas y su cabeza mirando al suelo.
-Bell... ¿Entiendes que me volviste a desobedecer? Volviste a ponerte en peligro y eso casi te cuesta la vida-Fue Eina quien rompió el hielo.
-L-Lo lamento p-pero esta vez no acabé tan herido como en la ocasión del espalda plateada o la del minotauro, te juro que traté de tener el mayor cuidado posible, sin embargo, las situaciones nos orillaron a esto, sabes lo impredecible que puede ser el calabozo, por culpa de ello tuvimos que bajar hasta Rivira aún sin el equipamiento adecuado-Se justificó el peliblanco, viéndola directamente.
-¡PERO CÓMO DEMONIOS SE TE OCURRE HACER ESO!-
-Bajaste hasta los pisos intermedios, en eso me hiciste caso, no obstante... ¿Por qué?... ¿Por qué fuiste hasta el piso 17?... el goliath pudo haberte matado-Preguntó ella, con lágrimas en sus ojos, consecuencia de su preocupación y miedo de la posibilidad de que esto último pudiera haber pasado.
-Eina... yo...-Bell intentó hablar, las palabras no salían, así que decidió que lo mejor era dejar que sus actos hablaran.
De un momento a otro, el chico la abrazó y pegó el rostro de la semi elfo a su pecho.
La asesora se sorprendió por lo rápido que este lo había hecho, no se dio cuenta de cuándo se levantó del sillón.
-¿Escuchas mi corazón? Yo también tengo miedo de esa posibilidad... sé que día con día, existe el riesgo de morir...-Dijo Bell, acariciando la nuca de su amada y así tranquilizarla.
-Pero no moriré... no si te tengo esperándome, siempre volveré a mi hogar después de cada aventura, por el simple y sencillo hecho de que tú eres mi hogar...-Agregó, separándose un poco y haciendo que sus rostros estuvieran de frente.
-E-Eso no me da ningún tipo de calma...-Respondió, llorando con más intensidad.
Bell le limpió las lágrimas con las yemas de sus dedos y la besó.
Tras algunos segundos, se separaron, aunque se notaba en demasía que Eina no deseaba hacerlo ya que acercó nuevamente sus labios a los de su amado, cosa que el joven no percibió.
-Sé que mis palabras parecen vacías, aún así, he demostrado que no importa lo difícil de la prueba, siempre regresaré contigo, que esté aquí teniendo en cuenta lo que sucedió en el calabozo con el tema del Goliath y Evilus es una prueba de ello ¿No es así?-Declaró el peliblanco, sonriéndole.
Dicha sonrisa, fue devuelta por su pareja.
-Creo que tienes razón en eso, a pesar de que te metes en muchos problemas, regresas a mi lado, por lo menos puedo estar tranquila sabiendo que en esta ocasión no te trajeron cargando y lleno de heridas-Respondió la semi elfo, riéndose ligeramente.
-Sí, así es y procuraré de que eso sea una constante siempre que regrese del calabozo-Contestó Bell, dándole un beso en la frente, a lo que ella cerró sus ojos, poniendo una cara de satisfacción y tranquilidad.
-Los latidos de tu corazón... son ahora mi sonido favorito, Bell-Dijo la asesora, pegando su oreja nuevamente al pecho del chico.
-Podemos quedarnos de esta forma un poco más si así lo deseas-Sugirió, abrazándola nuevamente, posando su mano derecha en la nuca de la semi elfo para que su cabeza pueda estar más pegada a su pecho.
Ella se veía radiante y sonriente por tal muestra de afecto, comodidad sería la palabra correcta.
Envuelta en los brazos del hombre al que ama ¿Qué más podría pedir?.
Y así estuvieron hasta que, sin darse cuenta, se quedaron dormidos acurrucados.
Afuera de la sala de estudio.
-Oye Rose, ya tardaron mucho en salir ¿No crees? Y lo más extraño es que únicamente se escuchó un grito, eso es muy poco comparado con las veces anteriores-Opinó Misha, cargando una pila de papeles en sus brazos.
-Me estoy preocupando, tal vez al fin aprendió a controlar su ira y los gritos se transformaron en miradas afiladas-Contestó la mujer lobo, mofándose de esa posibilidad.
-L-Lo dudo mucho, ¿Qué tal si entramos a ver lo que sucede?-Sugirió Misha, con cierta malicia.
-Respeta la privacidad de Eina, además, no me quiero imaginar lo que te hará si lo haces... ¿Misha?-Decía Rose hasta que se percató de que la humana ya no estaba a su lado.
-Oye... Rose, ven a ver esto-Dijo en voz baja la chica de cabello rosado, mirando en el cuarto donde su amiga y novio estaban por una pequeña apertura en la puerta.
-¡¿Qué crees qué haces?!-Reclamó a forma de susurro mientras se acercaba a ella un tanto encorvada.
-Mira, no te hagas, tú igual quieres saber lo que hacen-Contestó la asesora, apuntando hacia adentro.
Cuando la mujer lobo se acercó lo suficiente, supo a lo que su compañera se refería.
Ambos, Eina y Bell, acostados en el mismo sillón, él abrazándola cariñosamente, ella usando el pecho del chico como almohada y envolviendo con sus brazos la espalda de su hombre.
Era, simplemente, una escena tierna y llena de amor puro.
"¡SE VEN TAN LINDOOOOOOOOS!" Gritaron las dos en su mente, sonrojadas de sobremanera por tan dulce demostración de amor.
-Los voy a despertar-Declaró Misha.
-¡Ni se te ocurra!-La regañó Rose, dándole un golpe en la cabeza.
-¡ESO DOLIÓ ROSE!-Reclamó la humana con fiereza, posando ambas manos en su cabeza, sin darse cuenta, que lo había gritado.
-¡¿AHHHHHH?!-Se despertaron ambos tortolitos de golpe, Bell cayó al suelo y se golpeó la cara con el mismo.
-¡¿Qué fue eso?!-Preguntó Eina con sorpresa, abriendo sus ojos de repente, aunque todavía se mantenía acostada.
-¿P-Por qué estoy besando el suelo?-Cuestionó el peliblanco, con el rostro enterrado en ese lugar.
-Vaya, vaya, al fin despiertan, tienen suerte de que fuimos nosotras las que los vimos y no el señor Royman-Declaró Misha cuando ambos se reintegraron.
-¡¿Q-Qué sucede?!-Preguntó la semi elfo completamente sonrojada.
Rose abandonó a la humana, no quería ser parte de eso.
-¡Los vi acurrucados durmiendo! ¡Se veían muy monos! No sabía que ustedes se comportaban tan acaramelados cuando están solos-Respondió la chica de cabello rosado, recordándoles lo que habían hecho antes de caer rendidos.
Bell y Eina se sonrojaron tanto que una especie de vapor se desprendía de sus cabezas.
-E-Es que... en serio la extrañaba, la hice preocupar y quise reconfortarla, fue mi culpa que nos quedáramos dormidos, lo lamento-Se disculpó el joven, inclinándose ante la humana.
-Bell...-Susurró, Eina, posando su mano en su corazón.
-Hummm, eres demasiado bueno, me alegra saber que Eina tenga a un chico tan amable a su lado, tal vez no te lo dije antes, pero si lastimas a mi amiga o llegas a morir, buscaré la forma de revivirte para matarte yo misma ¿De acuerdo?-Dijo Misha sombríamente.
-¡Y-Ya deja de molestar a Bell!-Reclamó la semi elfo.
-Está bien, por cierto, sería buena idea que el chico se vaya, también su diosa estaba preocupada por él ¿Recuerdad?-Avisó la chica a ambos.
-¡Cierto! ¡Kami-Sama! ¡Me tengo que ir!-Llegó a su memoria la pequeña diosa, por lo que comenzó salir.
-Yo te acompaño a la salida-Propuso Eina, saliendo a la par con él.
Se alejaban a la distancia, Misha y Rose los veían.
-¿Estás bien? ¿Ya no te duele la cara?-Preguntó la asesora.
-Estoy Perfecto, debo admitir que necesitaba esa siesta-Respondió el peliblanco.
-Fue la mejor siesta que he tomado en mi vida-Susurró la semi elfo.
-¿Eh? N-No escuché lo que dijste-Expresó Bell.
-No es nada-Contestó ella, con los brazos hacia atrás, sosteniendo una carpeta.
En la iglesia, sede de la familia Hestia.
-E-Estoy en casa...-Dijo Bell, abriendo lentamente la puerta de su "sede.
-¿Uh? ¿Por qué no hay nadie?-Se preguntó Bell, asentando sus armas y bolsas en el suelo.
En la mesa, frente al sillón donde normalmente duerme, vio una nota asentada.
-A ver qué dice...-Susurró, tomando el pedazo de papel.
"Querido Bell, lamento no poder estar contigo ahora que regresaste, el trabajo en la tienda de Hefesto ha sido mucho últimamente por los recientes ataques de Evilus en el calabozo, sé que no debería contarte esto y que es un tema sensible para ti pero me gustaría que estés informado y, de esa forma, no te metas en problemas por ser impulsivo. En fin, regresaré tarde y a la mañana siguiente me volveré a ir, es Denatus en la sede de la familia Ganesha y saldré desde temprano, por lo que, muy probablemente, nada más pueda verte en la mañana para actualizar tu estado, cosa que no he hecho desde ese día en el hospital, estoy emocionada por ver lo mucho que has crecido.
Atentamente: Tu diosa Hestia"
-Ahhhh me es incómodo saber que ella trabaja siendo yo su hijo, ningún miembro de otra familia permitiría que su dios trabajara, me gustaría poder darle lo que merece, Kami-Sama... algún día conseguiré que nos cambiemos a una mansión, lo prometo-Dijo Bell, sonriendo al declarar su promesa.
-Bien, creo que sería buena idea empezar con los detalles para mi cita con Eina, es mañana y le dije que la vería enfrente de Babel-Se comentó a sí mismo, dejando en su lugar nuevamente la nota y cambiándose de ropa para estar más cómodo.
-Hummm, lo de la plaza del amor fue buena idea la primera vez, sin embargo, la idea no fue mía, quiero hacer algo con ella que nos guste a ambos y que nazca de mi, ¿Qué puedo hacer? No es como si conociera al 100 todo Orario, me cuesta admitirlo pero solo ubico los lugares que frecuento con regularidad-Expresó el peliblanco, sentado en el sillón viendo un mapa de la ciudad.
-¡D-Definitivamente no podemos ni siquiera cruzarnos por aquí!-Gritó con sus mejillas coloradas, tachando una ubicación.
Se trataba del distrito del placer, Eina lo mataría si tan solo pasaran a unos metros de ese lugar.
-Hummm... la cita es antes de medio día, por lo que un lugar en el que el calor no sea un problema suena tentador, no obstante... únicamente Melen viene a mi mente y el problema de ir allá es que no es sencillo salir de Orario, no le entregan permisos a cualquiera, al menos que seas... un Dios viajero y su familia...-El chico había recordado a alguien que cumplía perfectamente con esos requisitos. (Nota: Melen es una ciudad pesquera junto a un gran lago que conecta al mar, es prácticamente la conexión entre el mismo y Orario ya que Melen y ella no están a más de 3 kilómetros de distancia entre sí).
-Debo ir a ver a Hermes-Sama a su sede-Finalizó, poniéndose de pie rápidamente y saliendo de la iglesia a toda velocidad, tenía suerte ya que aún era temprano y no había forma de que el dios no estuviera allá.
En el gremio.
-¡Eina, Eina! ¿A dónde irán Bell y tú? Me sorprende que el señor Royman te haya dado libre el fin de semana, viendo que es alguien muy malo contigo-Preguntó Misha, posándose a un costado de su amiga.
-Si trabajaras como te metes en la vida de los demás, serías empleada del mes siempre-Dijo Eina, un tanto molesta por la insistencia de la humana y por lo sucedido en la mañana.
-¡Eres cruel! ¿Sigues molesta por eso? No fue mi culpa, fue de Rose-Respondió la chica de cabello rosado, apuntando a la otra asesora del grupo de amigas.
-No me eches la culpa, fuiste tú quien me incitó a golpearte, debes dejar de actuar como una niña pequeña, eres una adulta-Opinó la mujer lobo con una vena saliendo de su frente, claramente ella la desesperaba en muchas ocasiones.
-Chicas, sí, estoy algo molesta por lo de hoy pero no hay problema alguno, el gremio no es lugar para estar de esa forma con Bell, aún si es mi novio, en nuestra cita podremos tener tiempo para estar juntos y disfrutar de la compañía del otro, me muero de ganas de saber lo que tiene planeado, el sábado tendremos nuestra cita y el domingo probablemente descanse o lo invite a mi apartamento para comer-Comentó la semi elfo, con un rostro lleno de vida y esperanza, realmente se hallaba ilusionada por compartir tiempo con su amad.
-Mientras coman comida y no otra cosa no veo problema-Dijo Misha, tapando su boca con la palma de su mano y poniendo una mirada pícara, por no decir insinuante.
-¡¿Q-QUÉ TONTERÍAS CREES QUE DICES?!-Gritó Eina con el rostro completamente rojo, había captado el significado tras las palabras de su amiga.
-Ya deja de molestar a Eina, te lo he dicho muchas veces-Insistió Rose, jalando a la chica de cabello rosado lejos de la semi elfo.
Mientras la otra pataleaba como una niña recién regañada, Eina se reía por ello.
Desde que conoció a Bell, su vida dejó de ser un ciclo sin fin de trabajo, ahora, disfrutaba de cada pequeño detalle y de la compañía de esas dos chicas que, aún si son muy molestas, son sus mejores amigas.
Sede de la familia Hermes.
Bell había tocado la puerta del lugar y lo recibió Asfi, al chica que bajó junto con él al calabozo en su auxilio.
Hermes lo invitó a pasar y, tal parece, notó que el peliblanco deseaba pedirle un favor.
Lo llevó a su despacho para hablarlo tranquilamente.
-Entonces pequeño Bell ¿Qué favor desea pedirme el novato del momento? No pensé que te aprovecharías de mi admiración hacia ti tan pronto, eres cruel-Declaró el dios, exagerando de sobremanera.
-N-No se trata de eso Hermes-Sama, créame que no le pediría algo si no fuera importante para mi-Se justificó el joven, negando esa posibilidad al cruzar los brazos.
-Es broma, es broma, no lo tomes en serio, dale, cuéntame, gustosamente te ayudaré si está dentro de mis posibilidades, al fin y al cabo, un héroe que salvó Rivira del Goliath negro y de los miembros de Evilus merece una recompensa-Respondió Hermes, guiñándole el ojo.
-Me alegra saber que causo tal impresión-Contestó el peliblanco, sonriendo, le era agradable ser llamado como lo que desea ser, un héroe.
-Verá, lo que sucede es que... creo que ya se percató de mi relación con Eina y, como dije en la tienda momentos antes de que Evilus atacara, le prometí una cita...-Dijo Bell, retomando lo dicho con anterioridad para que el dios hiciera memoria.
-Y... quisiera llevarla a Melen para pasar juntos un día en el lago, viendo que la época del año es idónea, fue lo que se me ocurrió, sin embargo, el gremio no aprobaría que saliéramos por algo como eso, así que... me gustaría pedirle su ayuda-Finalizó, revelando sus intenciones.
-Ya veo... es una propuesta riesgosa y si el gremio se llega a enterar me meteré en muchos problemas...-Fue el comentario dado por Hermes ante los riesgos existentes por dicho pedido.
-Si no es posible no hay prob...-Iba a decir Bell un poco decaído, pero fue frenado en seco.
-¡Acepto!-Respondió la contraparte, extendiendo su mano para cerrar el trato.
-¿Acepta?-El chico dudó.
-Acepto llevarte a Melen, tienes suerte ¿Sabes? La familia Loki y la nuestra tiene una misión de emergencia allá, razón por la cual su expedición al calabozo fue cancelada, es más, me dieron permiso de entrar al calabozo con la condición de comunicárselos, mañana antes del medio día partiremos-Agregó a su respuesta anterior.
Los ojos de Bell se iluminaron.
-¡Muchas gracias Hermes-Sama!-Fue lo único que se le ocurrió decir en repetidas ocasiones al mismo tiempo que agitaba con fiereza la mano del Dios.
-¡Entiendo, suéltame, me vas a quebrar la mano!-Gritó con temor.
-L-Lo lamento, es solo que... estoy emocionado, sé que a Eina le va encarnar-Se disculpó el peliblanco, lleno de energía.
-No es nada, como dije, un héroe merece su recompensa y la tuya será ver a tu amada en traje de baño-Contestó Hermes, guiñándole el ojo.
-Si es todo, creo que sería buena idea ir y darle aviso a tu diosa al igual que a Eina para que tenga tiempo de preparar sus cosas, el viaje durará hasta domingo por la noche y llegaremos a Orario en la madrugada-Informó el dios, siendo lo último.
-¡Sí, eso haré! ¡Nuevamente gracias Hermes-Sama!-Insistió con el agradecimiento, corriendo hacia afuera de la sede.
-En verdad es alguien muy educado, Zeus, se nota que Alfia y Zald lo cuidaron junto contigo, una desgracia viendo que tiene potencial para formar su harem, sin embargo, entregarle tu corazón a una mujer que amas y te ama tampoco está mal-Opinó Hermes, acomodando su sombrero mientras veía corriendo al nieto de su mejor amigo.
Gremio, parte trasera del mismo.
Mientras las chicas trabajaban tranquilamente, cierto sujeto entró endiablado al lugar, buscando específicamente a una persona, no había que ser un hemio para saber quien era esa persona y a quien buscaba.
Ambos salieron del sitio y así hablar tranquilamente, lo podrían haber hecho en uno de los cuartos de estudio, no obstante, estaban ocupados.
-¿Qué sucede Bell? Te ves muy agitado ¿Te sientes bien?-Lo interrogó Eina, posando sus dos palmas en el rostro de Bell y mirándolo fijamente.
-Lamento si te asusté, entré muy apresurado, pero es que quiero avisarte de algo-Dijo Bell después de tomar aire.
-¿Avisarme?-Preguntó ella, ladeando la cabeza.
-Para nuestra cita, quiero ir contigo a Melen, para pasar unos días juntos en la playa, aunque esta vez sería en el lago-Informó el peliblanco, rascando su cabeza mientras se reía un poco.
-Ir a Melen... p-pero ¿No se necesita un permiso?-Preguntó Eina quien, aún si trataba de conservar la calma, mentiría si dijera que no le emocionaba la idea.
-Tengo cubierto eso, aunque si no deseas ir, no hay problema, puedo pensar en otro plan, al fin y al cabo el lugar no es el importante, lo importante es estar contigo...-Justificaba Bell, lanzando un montón de excusas.
-Bell, hablas demasiado-Lo regañó.
-¿Eh?-Ladeó la cabeza.
Ella envolvió sus brazos detrás del cuelo del chico y lo besó.
-Me encantaría ir contigo a Melen, Bell-Dijo después de separarse de la momentánea unión de los labios de ambos.
El corazón de Bell latía a un ritmo anormal, aunque claro, eso era algo normal cada vez que estaba con ella.
-En serio eres una maravillosa mujer, Eina, no tienes idea de lo feliz que me haces-Fue la única respuesta que dio, devolviéndole el beso tiernamente.
Nuevamente se separaron.
-Entonces, nos vemos aquí a la hora acordada, mi héroe-Finalizó, despidiéndose de él, no podían quedarse más tiempo ahí.
-Así será, mi princesa-Respondió el chico, de la misma forma que ella.
A la mañana siguiente.
-¿Va tardar mucho Kami-Sama? Ya tengo que ir por Eina para encontrarnos con Hermes-Sama y la familia Loki-Avisó Bell, con su espalda descubierta.
-No tardaré mucho, yo también tengo que irme-Respondió Hestia, dejando caer al gota de sangre de su dedo en la espalda de su hijo.
Fue ahí donde se reveló el avance que había tenido en estos últimos días.
Bell Cranel
Humano
Nivel 2
Fuerza:C620
Resistencia:D540
Destreza:B832
Agilidad:B865
Magia:B888
Suerte:I
Resistencia anormal:I
Magia:
Firebolt:Es una magia sin cántico, lo que le permite usarla sin recitar un conjuro.
Habilidades:
Liaris Freese: Crecimiento rápido mientras duren los sentimientos. La intensidad de los efectos se corresponde con el nivel de los sentimientos del usuario. Como efecto secundario hace al usuario inmune a los encantos. Oculta
Argonauta: Permite una carga para un contraataque. Se requieren cuatro minutos para una carga completa y puede sonar como una pequeña campanada o una gran campana dependiendo del poder necesario. Se puede usar para cualquier tipo de ataque, pero los efectos se disiparán cuando el usuario sea atacado o pierda la concentración
Alma de héroe: Permite multiplicar el poder base de su usuario por 1.5 veces, por 1 minuto, las desventajas son que cae en Mind Cero rotundamente y obtiene solamente la mitad de excelia en combate cuando está habilidad está activa, la condición para ser activada depende de la determinación del usuario. (No usar más de 1 vez cada 15 días, de ser así, podría tener afectaciones a la salud del usuario).
-¡Aquí tienes Bell! ¡Haz crecido muchísimo!-Declaró al pequeña diosa con gran alegría, entregándole su hoja de estado.
-¡Lo veo en el camino Kami-Sama! ¡Me voy yendo!-Respondió él, guardando la hoja en su bolsillo y llevando una pequeña maleta en la cual traía unas mudas de ropa y sus armas de llegar a ser necesarias.
-¡Cuídate Bell, nos vemos en dos días!-Dijo Hestia, despidiéndose a la distancia.
El correspondió a sus palabras, agitando la mano en su dirección.
"No dejas de sorprenderme, me siento orgullosa de ver como poco a poco cumples tu sueño, no te desesperes Bell, serás muy fuerte y lograrás proteger a tu amada, al igual que a los que son importantes para ti" pensó la diosa, cerrando la puerta de la iglesia y yendo al Denatus.
Hasta aquí el capítulo de hoy, espero que sea de su agrado y dejen su apoyo como siempre lo hacen, nos vemos a la próxima.
Buzón de sugerencias y/o comentarios.
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Si desean leer más de mis fic, pueden entrar a mi perfil y ahí encontrarán desde...
Un One Shot en el que se nos relata lo que hubiera sucedido si Bell era cuidado por Alfia, Zald y Zeus ¿Será un futuro feliz? ¿Bell se convertirá en el último héroe como se lo prometió a su madre? ¡Averigüémoslo!
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Otro One Shot sobre una bella historia de amor entre una diosa y un mortal, que toma como punto de partida la película de "Danmachi: la flecha de Orión". Veamos la aventura en la que se embarca nuestro carismático protagonista después de haber perdido a esa diosa que tocó su corazón en muy poco tiempo, de la cual, se tuvo que despedir prematuramente.
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La historia de amor entra una hermosa hada y un conejo con discordia en su corazón tras un suceso inesperado.
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Un fic con un trío amoroso muy raro, BellxTionaxFreyaxHelun.
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Una hermosa historia de amor entre una asesora y el aventurero a su cargo, BellxEina.
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¡Una aventura sin Falna nos espera a nosotros y a nuestro protagonista!.
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Y mi primer y ya finalizado Fic, que va de la pareja de BellxSyr o Freya, el cual parte desde el rechazo de esta misma en el volumen 16 de la novela original, aunque claro... en este fic sabremos lo que hubiera pasado si Bell no la rechazaba, como el título indica.
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Sin más que agregar, yo me despido, espero que se echen una pasada a mi perfil y les agraden las demás historias en caso de no haberlas leído, eso es todo, hasta la próxima mis lectores.
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