Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Smell like Wood. (DipWill)

Huele a madera.

Will y Mason estaban realmente acostumbrados a usar la sala de música simplemente para estar gran parte de sus ratos libres juntos.

—¿Will? —su novio lo llamó—, ¿puedo saber que te ocurre ahora?

—No es nada, sólo estaba pensando en el papeleo que tengo que hacer cuando llegue a la habitación —el castaño lo miró y frunció el ceño.

—El papeleo lo terminaste anoche, cuando decidas decirme la verdad me avisas Cipher —dijo levantandose del gran piano y el mayor suspiró.

—No te molestes Mason —Will se levanto de igual manera con la intencion de ir tras su novio, aunque simplemenmte se quedo ahí —, es sólo que, no lo sé. Ni siquiera estoy seguro en que estoy pensando.

—Aclara tus pensamientos solo un rato, vuelvo en un momento —el menor cerró la puerta tras de sí dejando a Will algo confundido.

El no queria ser así de rudo con él, pero a veces era la unica forma en la que entendía, después de todo, todos siempre lo habían tratado digno de un muñeco de porcelana, porque después de todo lo parecía.

Como la primera vez que se habían topado.

[...]

Llorando, irritandolo con cada sollozo, con los ojos hinchados, con pequeñas hojas y ramitas de madera enredadas en su exotico cabello, la ropa sucia y la rodilla lastimada.

Perdido.

La mano de Mason entrelazada con la suya guiandole por el camino de vuelta a la civilización.

—Lo siento tanto —murmuró el mayor.

—No me importa —contestó tajante.

El camino se había dirigido en silencio por parte de Mason, intentando ignorar al chico que lloraba.

—Llegamos —dijo con simpleza deteniendose y soltando la mano del chico.

—Pero no se donde estoy —contestó Will.

—No me interesa, ya no es mi problema.

El castaño se quedo unos segundos en las puertas esperando que el sensor lo detectara.

Una señora con ropa bastante elegante se acerco a las puertas haciendo que el sensor funcionará y pasará el menor.

—¿Dónde estabas? ¡Si tu tío se te entera me va a matar! —La señora se agachó para verlo mejor.

—Eso no importa —respondió el menor —, tío no tiene porque enterarse.

—¡Tienes razón! Stanford no tiene porque enterarse en absoluto —la señora volteó fijandose en Will.

—¡Mason! ¿Cómo se llama tu amigo y por qué no me dijiste que estaba aquí para verte tocar el piano? —Mason volteó a ver al chico seriamente, sinceramente, ya no esperaba que estuviera ahí.

—No lo sé —se encogió de hombros —, no es mi amigo.

—No seas así Mason, si no es tú amigo ¿para qué lo trajiste aquí? —la señora habló antes de acercarse al chico de cabellos azules —, ¿cómo te llamas pequeño?

El chico examinó con la mirada el lugar tratando con fuerza y mirando al chico detrás de la mujer, con una expresión seria y fría.

—William Cipher —dijo suavemente —, me perdí y él me trajo hasta aquí.

La chica sonrió.

—Okay Will, no tardaremos en buscar a tus padres pero primero tenemos que encargarnos de él pequeño diablillo de aquí —la señora señaló al castaño que frunció al ceño —, en cuanto a ti, no se que esperas para cambiarte se te hará tarde para la presentación.

El castaño asintió alejándose, Will lo siguió con la mirada hasta perderlo.

—¿Así qué el pequeño Mason te ayudó? ¿Eh? —Will asintió temeroso —, al parecer no es tan insensible como parece.

...

Mason se había cambiado y estaba listo para subir, no había nada que lo molestará, sólo una pequeña distracción y esa era el niño de antes.

Suspiró sentándose en el gigante piano de madera sintiéndose más pequeño que de costumbre, se posicionó correctamente y sin dudar, empezó con su canción.

Las suaves y elegantes notas que tocaba el castaño habían dejado cautivado al chico de cabellos azules, que sin dudarlo un segundo más, rogando pidió aprender.

Su padre no se había negado en absoluto, después de todo, alguien debía seguir los pasos de su esposa.

[...]

Al menos eso era lo que el castaño sabía, lo que su novio le había contado.

Entró al baño de su habitación y sin pensarselo mucho empezó a soltarse su corbata, lanzándola sin ver donde iría a parar.

Estaba cansado, harto de la universidad, harto de la tarea, de la gente, del estrés, de las personas.

Pero realmente lo estaba intentando por él.

Aunque ni siquiera lo necesitaba.

El simplemente podía saltarse todo esto y ahora ser terriblemente famoso con millones de dólares en su poder y un montón de chicas a sus pies, su nombre en un boca de todos, de gira por todo el mundo, pero no, el quería al extraño pianista tímido que ni siquiera podía presentarse como era debido.

[...]

El castaño estaba pasando practicando las partituras por última vez antes de salir, pasando por donde estaba un par de mellizos y tan peculiar pianista.

—Hola Mason, me preguntaba ¿cómo estás? Tu nombre me resulta bastante irónico porque mi amigo de allá se llama justo así aunque nadie le dice así porque no le gusta —el chico había hablado tan rápido por los nervios que no se le había entendido lo suficientemente bien como había planeado.

El menor lo vio unos segundos levantando la vista de las partituras para ver al chico.

Su mirada viajo a los adorables ojos del mayor, un extraño olor le llegó, una colonia de madera era la que usaba el chico, y aunque nunca fue fan de las colonias con esencias a maderas, en William Cipher... quedaban bien.

Le lanzó una última mirada antes de soltar una pequeña risa. Cosa extraña en él, lo cual dejó sorprendido a Cipher, sin embargo, Gleeful siguió su camino tratando de ocultar la pequeña sonrisa que se le había escapado.

Will suspiró sonrojado, había reído. Y era lo más hermoso que había escuchado en su vida.

—¿Es en serio? —Preguntó Mabel —, ¿Qué hay del juego de pestañas y manos? ¿Y el coqueteo? ¿Así piensas avanzar? Eres pésimo en esto William.

—Eso no importa, el rió ¡por algo que yo dije! —Exclamó emocionado.

—O tal vez se rió de ti —Will la miró asustado —, mejor dejemoslo en que se rió de lo que dijiste.

Dipper miró a su hermana soltando una pequeña risa.

—Tu no te rías amigo de Will que tiene el mismo nombre que su crush ¿que mejor? Dejame decirte que no estás —dijo Mabel.

Dipper se sonrojó un poco ignorando a su hermana.

El castaño de ojos azules notó como a lo lejos llegó un hombre que abrazó a su hijo.

A Mason nunca le había interesado quedarse a ninguna presentación después de la suya... hasta ese día, el día cuando se quedó a escuchar la del joven William Cipher, al castaño no le sorprendió escuchar que era bueno en el piano, después de todo, era un prodigio, hijo de la famosa pianista muerta.

Al salir no fue sorpresa ver los resultados, como era costumbre Mason Gleeful era el primer lugar, secundado por William Cipher y finalmente alguien por el que nunca puso un poco de interés.

Mason se sorprendió al no ver al mellizo de William felicitarlo como de costumbre, después de todo, el era una de las primeras personas que lo recibía.

Cuando salió pudo ver a Haley, la asistente de su tío recibiéndolo como siempre, al lado, en un coche se encontraba una mujer castaña y un chico rubio riendo con una hoja de papel roja y una flor pequeña.

El mellizo de William Cipher después de todo si había ido a verlo. Notó como corría hacía el pianista dándole la flor con una sonrisa apenada, posiblemente disculpándose. Mientras tomaba de la muñeca al castaño de antes y se lo llevaba lejos de los demás entregándole el papel en forma de corazón.

Subiendo a su lujoso coche notó al padre de William discutir fuertemente con la mujer castaña lo suficientemente lejos de los niños para que solo uno lo notará.

[...]

Echó un poco de agua en su cara intentando enfocarse en otra cosa.

Estaba bien como estaba ahora.

Salió de la habitación que compartía con el mayor de los Cipher y se dirigió rápidamente a la cafetería comprando dos bebidas rápidamente.

Sin dudarlo más tomó rumbo a la sala de música que habían reservado ese mes para la reunión que tendrían próximamente con la familia Gleeful.

—¿Mejor? —Preguntó al entrar a la habitación el castaño con un par de bebidas.

Cerró la puerta tras de sí y le entregó una a su novio intentando sonreír y sentándose a su lado.

Will se quedó callado unos segundos.

—Lo siento —murmuró antes de que las lágrimas empezarán a caer.

Sorprendiendo al castaño.

¿Cuándo había sido la última vez que había visto a William llorar?

Tal vez la navidad de hace dos años, en la que su hermano y el se habían quedado a dormir con el, cuando la culpa lo había dominado. El hecho de no haber podido haber hecho algo contra su padre borracho, evitar que le pegara a su hermano menor nuevamente, que lo hirieran.

—Lo siento tanto —sollozó y Mason no pudo contener el impulso de consolar a su novio —, no puedo hacerlo.

Mason no podía evitar recordar.

[...]

Consolar.

Mason recordaba la primera vez que lo consoló, la primera que todo había empezado.

Tenían 16 años y William no planeaba salir al escenario.

Ni su hermano mellizo, ni su padre se encontraban en el lugar y William se sentía terrible por ser el motivo de esto.

William se encontraba sentado en una mesa apretando sus puños, cosa que lo irritaba, las lágrimas le caían en sus manos puesto que se encontraba a su lado y eran los últimos dos en pasar.

Y a Mason le quedaba poco para estallar si escuchaba más de los sollozos del mellizo.

Su mirada se dirigió a él, irritado.

—¿Se puede saber qué te pasa hoy? —Le preguntó irritado.

El mayor bajo la mirada, desviandola.

—Lo siento —dijo el chico.

El castaño rodó los ojos, acostumbrado a eso, disculpándose como el primer día.

Los sollozos del chico no se detuvieron.

—¿Cuál es el problema? —Preguntó cruzándose de brazos.

El chico levantó la mirada.

—No preguntaré de nuevo, William —habló secamente sin verlo.

Will no sabía realmente que hacer, ya había quedado lo suficientemente mal frente a él otras veces, así que sólo se levantó y empezó a caminar lejos hacía la puerta dispuesto a salir del lugar.

Mason frunció el ceño sintiéndose ignorando y levantándose igualmente yendo detrás de él.

—¿A dónde crees que vas? —le preguntó el castaño.

—No pienso pasar —susurró bajando las escaleras saliendo del edificio.

—¿Disculpa? —Agregó bajando igualmente, logrando que Will se detenga —, ¿qué planeas hacer? ¿Irte así nada más?

—¿Y qué quieres que haga? —Exclamó volteando para verlo llorando más fuerte y luego se detuvo, respirando un par de veces en el silencio —, lo siento, no quería gritarte.

Se disculpó bajando la mirada y jugando con su brazo.

—Pero no puedo pasar hoy, porque ya me siento lo suficientemente mal por no hacer nada para evitar que mi padre se emborrache y golpeé a mi hermano menor cada vez que eso pasé, porque no lo sé, soy demasiado cobarde para impedirle eso, para testificar contra él.

—¿Sabes? Eres la única persona aparte de mi hermana y mi tío que se han atrevido a gritarme, algo que no consideraría parte de una personalidad de cobardes —dijo Gleeful avanzando hasta al mayor intentando sonreír.

Will lo miró unos segundos aún llorando, ¿le estaba intentando animar? Bueno, ¿por qué otro motivo perdería su turno para salir y hablar con él?

El mayor no estaba seguro de lo que estaba a punto de hacer, pero tal vez, la castaña tenía razón y antes de que se arrepintierrá de su acción lo abrazó fuertemente ocultando su cabeza en su cuello.

Mason estaba estático sin saber que hacer. Estaba mojando su traje, pero eso parecía secundario, estaba molesto con el padre de Will por hacerlo llorar y tenía ese extraño deseo de querer detener las lágrimas de Will.

El castaño alejó súbitamente al chico de cabellos azules asustandolo un poco antes de mirarlo seriamente y sin dudarlo decidió juntar sus labios.

Will no sabía que pensar, ni siquiera sabía si lo que estaba pasando era real, estábamos hablando de que ¡Mason Gleeful lo estaba besando! Y sinceramente era mil veces mejor de lo que Will alguna vez soñó.

Una delicada esencia de menta quedo impregnada en sus labios al separarse.

—Deja de llorar, idiota —murmuró Gleeful aún muy cerca de Will, pasando sus dedos por las lágrimas que aún rodaban en las mejillas del mayor, secandolas.

Decir que William Cipher estaba sonrojado era muy poco, su pálida piel estaba rosa, y tenía la nariz roja por haber llorado.

No sabía que hacer o decir, Will estaba en blanco, así que lentamente bajo los brazos junto con la mirada.

El castaño levantó una ceja antes de rodar los ojos dispuesto a tomar la mano de William.

Cuidadosamente subió las escaleras y entró con el chico a su lado, justo como hacía un par de años.

—Señor Gleeful, perdió su turno, señor Cipher, aún faltan unos segundos para que pueda salir —el castaño miró a la señora que vestía elegantemente.

Y sin importarle mucho continuó su camino hacia el escenario, jalando al chico de la mano.

—¿Mason? ¿Qué haces? —Murmuró suavemente el chico a su lado.

De igual manera lo ignoró, dejando que sus pasos sonarán en la madera vieja del piso se paró frente al escenario e hizo una reverencia sería y elegante esperando que Will la haga de igual manera, cosa que hizo rápidamente nervioso por la situación, y con sus manos aún juntas se dirigieron al piano, tomando posición uno al lado del otro.

—Hoy tocarás William, quieras o no, porque no creo que quieras pararte e irte sin tocar con tanta gente viéndote —susurró fingiendo acomodarse el traje, regalandole una sonrisa irónica, logrando que Will se sonrojase.

—¿Qué? —Susurró de igual forma, con sus manos temblando sobre las teclas.

Gleeful se encogió de hombros.

—Ya estamos aquí, apúrate que el tiempo corre.

Y con el ambiente extraño, la gente confundida, William se había atrevido a tocar la pieza que su madre le tocaba, en frente a un gran público... y todo gracias a él.

[...]

—Lo lamento tanto, no puedo hacerlo.

William lloraba nuevamente, sollozaba en los brazos de Mason.

Gleeful apretó la playera del mayor molesto, William Cipher era un egoísta, un lloron, un cobarde y Mason no podía evitar estar perdidamente enamorado de él.

Una risa salió de la garganta del castaño sorprendiendo al mayor que levantó la mirada para verlo derramar un par de lágrimas.

—¿Mas-?—William se vio interrumpido.

Gleeful se separó un poco de él secándose rápidamente las lágrimas soltando otra pequeña risa nerviosa, algo demasiado extraño en él.

—Lo siento —William se sorprendió el doble al escuchar aquello —, tal vez todo esto sea mucha presión para ti, pero esto era... es realmente importante para mi familia.

Se levantó dispuesto a irse a descansar a su habitación.

—¡Espera Mason! —Will se levantó torpemente tropezando con la pata de la banca corriendo tras su novio y tomándolo de la manga de su camisa—, tienes razón, es mucha presión para mí y no suelo ser muy bueno bajo presión y lo sabes. Pero quiero hacer esto por ti, porque tu siempre haces muchas cosas por mi, como tener que soportar tanta gente molesta y estudiar para estar un rato conmigo.

El mayor tomó una gran bocanada de aire y sonrió.

—Así que lo haremos.

Gleeful se giró para verlo, con la cabeza en alto, impidiéndole caminar y Mason sabía que su plan había funcionado.

Sonrió socarronamente acercándose de manera elegante al mayor y tomando con rapidez las mejillas del chico le robo un beso, manteniéndose así unos segundos, robándole el aire al mayor.

—Me encanta cuando tomas una postura, pero lo harás tu solo ese día —le dijo sin poder ocultar su sonrisa.

—¿Qué? —Preguntó y Mason bajo sus manos a la cintura del mayor.

—Mi tío Stanford ya sabe como toco el piano, al que debe conocer es a ti —respondió.

—No eso idiota, ¿fingiste llorar para lograr eso? —Will se cruzó de brazos y Mason sonrió encogiéndose de hombros.

—Estabas empezando a dudar de ti mismo otra vez, necesitabas un pequeño empujón, eso es todo —respondió y el chico se sonrojó levemente —, ahora, tal como dijiste William, estoy cansado de soportar gente estúpida, es hora de ir a dormir.

Will rodó los ojos dejando que Mason tomará su mano y lo llevará hasta su habitación, tal vez si necesitaban descansar.

...

El gran día había llegado, una gran cabaña de madera pérdida en el bosque escondía un evento muy elegante, lo cual no sorprendía a Will más de lo normal, pero si lo ponía ligeramente más nervioso.

Tenía miedo de que le pasará lo mismo que la navidad de hace dos años, la última navidad que había pasado con su padre. La noche en la que no pudo tocar el piano por el simple motivo de que le faltaba alguien que se sentará a su lado mientras el tocaba.

Esa noche había conocido a la hermana de Mason, muy similar a él, con el mismo aire de elegancia y esa particularidad de cabello castaño y mirada azulada. Después de todo, había tratado bien a Will.

El problema era el tío de Mason, Stanford Gleeful.

Will vio a su novio hablar con ese mismo hombre, alto, grande, serio y elegante, tan impotente como siempre lo había imaginado.

—William, que gusto verte aquí —Haley le saludó dulcemente —, ¿quién diría que tú y el pequeño Mason terminarían juntos?

El color subió a sus mejillas.

—Igualmente —se quedó callado unos segundos sin saber que decir, recordando como había conocido a su novio.

—William, ya es hora —la voz de Gleeful lo llamó.

Estaba nervioso también, detalle que sólo Will notó, puesto que el sabía disimularlo muy bien.

Una corta y elegante reverencia fue todo lo que ambos hicieron antes de sentarse frente al piano de madera.

Will inhaló cerrando los ojos, tratando de que sus manos dejarán de temblar.

—Vamos William, tu puedes —murmuró Mason por lo bajo.

Will abrió los ojos viendo al tío de Gleeful viéndolo seriamente a lo lejos, nervioso giró su cabeza viendo a su novio que mantenía una pequeña y cálida sonrisa en sus labios.

El mayor le devolvió la sonrisa tocando la primera nota.

Después de todo, con tantos recuerdos juntos, Will siempre tuvo el apoyo de Mason y ahora que él necesitaba el suyo, no dudaría en dárselo.

Este era el extra del que les hable, por lo que, la siguiente parte es la última. Lo siento pero que emoción ahsljkadshds.

Pd: Kalita ya me perdonó, puedo morir en paz.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro