Smell like Smoke.
Huele a humo.
Mabel adoraba a Star, su compañera de habitación y ahora gran amiga, Star era igual o incluso más extrovertida que ella, y eso las hacia un dúo dinámico que les daba una gran ventaja en el departamento de Artes Plásticas.
No tenían casi ningún problema a la hora de ponerse de acuerdo con la escenografía de la futura representación sobre el aniversario de la inauguración escuela, lo cual las hacia una de las binas más rápidas y productivas a la hora de la acción.
Para esta representación dos departamentos de la facultad de Artes y uno de humanidades se unieron:
El departamento de Música, el de Artes Escénicas y el de Artes Plásticas.
Mabel estaba encantada con todo esto, podía pasar tiempo con su novia, Pacífica Noroeste y podía expresar todo su arte y potencial junto a Star.
Con todo esto los asesores planeaban ver que tan bien llevaban la universidad, quienes realmente la estaban aprovechando y quienes no vivirían para la graduación.
Su calificación estaba en juego y todos se estaban esforzando bastante, especialmente los que sabían que tenían tutores exigentes, su calificación dependía del público, en otras palabras, las demás facultades y los tutores que querían estar seguros de que su dinero no estaba siendo desperdiciado.
Después de una semana de arduo trabajo las primeras escenas estaban listas, eso significaba que serían calificados los avances.
Star y Mabel colocaron su trabajo de toda la semana en el lugar correspondiente, Mabel coqueteaba un poco con su novia ayudándola a repasar sus líneas, mientras Star ayudaba a algunos con sus trabajos.
O al menos eso hacían hasta que se empezó a sentir ese olor a humo... Eso era una mala señal.
[...]
Dipper tenía una hora disponible, por lo que se dispuso a ir a ver el trabajo que su hermana había hecho junto con su amiga, a su lado estaba Will, al parecer él tampoco tenía clase a esa hora y se veía bastante emocionado por el pequeño ensayo que se elaboraría ahí.
Dipper no sabía porque tanta emoción, podría verla mejor y completa en un mes y medio, pero no, Will quería verla también hoy. Dipper iría con el único fin de que el aburrimiento no lo matará.
Will miraba fijamente al pianista que estaba dándole instrucciones a los estudiantes del departamento de Música, se habían puesto de acuerdo para verse unos minutos después de que el ensayo terminara y Will no podía estar más ansioso.
Esperaron unos minutos hasta que vieron a varios chicos alterados salir despavoridos, todos intercambiaron miradas asustadas, había humo proveniente de dentro del escenario, tendrían que salir, pero la manera en como los alumnos estaban en pánico y los asesores intentaban mantener el orden empezaba a desesperar a Dipper.
Los dos se levantaron de sus asientos con rapidez, una cálida mano tomo la de Will sorprendiendo a los presentes.
—Vámonos William, el humo te hará daño —un castaño jalaba a Will de la muñeca con tranquilidad.
—¡Espera! ¿Qué hay de Dipper? —Preguntó Will mirando al chico confundido.
Gleeful lo ignoró mientras lograba escabullirse entre la gente con William como su prioridad, impidiendo que William pudiera replicar y dejando al castaño ahí, intentando salir de los asientos.
A lo lejos pudo distinguir a una rubia conocida, que discutía abiertamente con el guardia que quería evacuarla, la rubia amiga de Mabel fue cargada por el oficial que la saco a fuerzas del lugar.
Busco con la mirada a su hermana, no podía dejarla ahí, estaba seguro de que lo que haría sería una completa estupidez de su parte, pero estaba tan preocupado por su melliza que realmente no le importo lo imprudente que podría ser su acción.
Así que, escabulléndose entre las personas, entró al escenario.
[...]
Bill caminaba con rapidez y curiosidad hasta el grupo de personas que rodeaba el auditorio.
Entre toda la gente divisó a su hermano mellizo y caminó más rápido dispuesto a preguntarle que sucedía ahí, hasta que notó que no estaba particularmente solo, en su cintura se hallaba la mano de ese asqueroso Gleeful, su novio, enfrente de estos se encontraba Mabel llorando de lo que Bill supuso era frustración y junto a ella estaba su novia la Noroeste.
La castaña logro ver al rubio antes de lanzarse a sus brazos.
—¡Bill! —La castaña enterró su cabeza en el pecho del mayor, por su parte este no la aparto.
—¿Qué pasa Mabel? —Le preguntó mientras la castaña se alejaba dejando ver su rostro lleno de lágrimas.
—Dime por favor, que has visto a Dipper —Bill negó suavemente antes de que Mabel soltará un chillido.
—¿Qué ocurre? —Bill le cuestionó a la castaña.
—Es que Will vio a Dipper antes de salir del auditorio con Gleeful, pero Dipper no aparece y estoy demasiado preocupada —Mabel sollozaba mientras que Bill se tensaba.
Bill se separó abruptamente de la castaña, lanzándole una mirada molesta a su hermano y jalando a Mabel con él.
—Bill, ¿qué haces? —Mabel le preguntó.
—¿Por dónde entran los actores al auditorio? —Bill la ignoró dejando en claro que quería que su pregunta fuera contestada primero.
Mabel lo miró confundida mientras señalaba la puerta.
Alrededor de esta estaba llena de personas y un terrible humo.
—Ahí —le contestó y Bill la soltó dirigiéndose al lugar.
—Bill Cipher, ¿qué crees que haces? —Mabel le gritó llorando.
—¡Pino está dentro y lo voy a sacar de ahí! —Le gritó el rubio evadiendo a los guardias que evacuaban y entrando al lugar oscuro.
[...]
Bill llevaba minutos gritándole a Dipper, buscándolo en el oscuro lugar, buscando alguna señal de donde podría estar el castaño.
Dipper estaba debajo de un papel continúo, utilizado para las escenografías.
En esos momentos ese insignificante papel impedía su movimiento, su vista cada vez se volvía más borrosa y las lágrimas causadas por la irritación del humo dejaban a flote una incesante tos.
A lo lejos pudo escuchar esa grave y hermosa voz que reconocería donde fuera, Bill lo estaba buscando.
Era eso o el sueño lo estaba empezando a hacer alucinar, tras escuchar la tos del rubio el pánico invadió al castaño, Bill realmente estaba allí buscándolo y estaba exponiéndose al peligro.
Con lo seco de su garganta pudo murmurar un inútil: Bill. Que lo único que provoco fuera que una horrible tos lo invadiera, impidiéndole respirar.
Sintió unos brazos tomar sus piernas y colocarlas suavemente por su cintura.
—Oh por Dios Dipper —la voz del rubio se escuchó mientras Dipper intentaba pasar sus manos por el cuello de Bill, inútilmente, por cierto.
Bill caminaba con Dipper medio dormido en su espalda, había cargado mil veces a Dipper, pero ahora con el cansancio que el humo le provocaba sentía que el castaño pesaba toneladas.
Los rostros de ambos cubiertos de hollín y Bill sintiéndose cada vez más débil era mala señal.
—Bill... —un ligero susurro en su oído hizo estremecer al rubio.
Los ojos de Dipper se cerraban poco a poco, pero pudo jurar que antes de perder la conciencia logró ver a un castaño correr hacía ellos gritando el apellido del rubio.
[...]
Unos gritos histéricos familiares lo hicieron despertar.
Sus ojos cansados buscaron esas voces, vio a Marco parado junto a la camilla de Star, fue entonces que supo que estaba en la enfermería de la universidad.
—¡Star! ¿Estás bien? ¿Te duele algo? —Marco le preguntó con la preocupación plasmadas en su rostro y palabras, estaba asegurándose de que todo estuviera en orden con la rubia.
—Relájate Marco, estoy bien, lo prometo —Star le sonrió intentando calmar a su amigo.
—¡¿Tienes idea de lo peligroso que fue quedarte más tiempo del que debías dentro?! —Marco regaño a la rubia.
—No... —la chica murmuró jugando con su cabello—, pero... ¡mira el lado bueno! ¡Ya estoy bien! Sana y salva.
—Eso no quita el hecho de que te expusiste a un gran peligro... —Marco murmuro antes de abrazar a su amiga con fuerza, abrazo que la rubia correspondió con ganas.
—Esta bien, ya estoy bien Chico Seguridad —la rubia bromeó tratando de liberar un poco el ambiente.
—Sólo cállate Star, y ¡no soy el chico seguridad! —Marco exclamó.
Dipper sabía para donde se dirigía esa conversación así que rodó los ojos antes de escuchar el apellido del rubio.
Sus ojos rápidamente se dirigieron hasta donde se había escuchado el apellido, Bill estaba en la camilla de al lado con el mismo castaño que estaba con su hermano antes.
—Eres un imbécil, Will casi se pone a llorar por tu culpa —le recriminó el castaño de ojos azules.
—Mabel estaba llorando por la tuya —Bill le contestó toscamente.
—¿Y Mabel es más importante que tu hermano? —Le preguntó molesto el chico.
—¡Por supuesto que no! —Bill contestó molesto—, pero pudiste ayudar a salir a Dipper.
—William era mi prioridad —le respondió seriamente.
—¡Y Dipper era la mía! —Bill le gritó aún más molesto, el corazón de Dipper se aceleró con rapidez—, ¿tanto te costaba ayudarlo a él también? ¿Eh, Gleeful? ¿Sabes que, si algo le hubiera pasado a Pino, Will también lloraría?
Gleeful frunció el ceño.
—Dipper no es su hermano —le contestó—, no veo porque debería importarle.
—¡Tú no eres su maldito hermano y, aun así, él lloraba por ti! ¡Estés o no en peligro! —Bill gritó sorprendiendo al castaño y provocando una horrible tos en Bill.
—Señor Gleeful, lo mejor sería que se retiré —la enfermera le dijo al castaño quien solo asintió serio para luego salir de la enfermería—, señor Cipher, ¿se encuentra bien?
Bill asintió ignorando un poco la pregunta y la enfermera se dirigió a atender a otros pacientes.
La garganta de Dipper quemaba por la sequedad, pero eso no impidió que murmurara el nombre del rubio para estar seguro de que Bill estuviera bien.
—Bill... —el castaño murmuró llamando la atención del rubio.
Dipper quiso levantarse de su camilla para poder ir a la de Bill, pero lo único que logro fue enredarse en las sabanas y caerse de su propia camilla, atrayendo la preocupación de Marco y la enfermera, pero especialmente de Bill.
—¡Dipper! —El rubio se levantó rápidamente de su camilla mientras la enfermera y el moreno se acercaban a ver que estuviera bien.
—¿Se puede saber que estabas haciendo, Pines? —Preguntó su amigo ayudándolo a reincorporarse por atrás, logrando sentarse.
Dipper sólo lo ignoro buscando la cálida mirada del rubio.
—¿Estas bien? —Bill le preguntó y Dipper asintió suavemente.
Entre los tres ayudaron a levantar a Dipper hasta su camilla, sentándolo en ella.
—Señor Cipher, gracias por la ayuda, pero debe regresar a su camilla ahora —la enfermera le dijo al rubio que sólo frunció el ceño.
—No —respondió sorprendiendo a la enfermera—, quiero quedarme con Pino.
—No puede quedarse con él, tiene que regresar a su camilla.
—No, puede traerme una silla para que me siente junto a Dipper o me puedo sentar en el piso, pero no me separaré de Pino —le dijo serio.
Dipper conocía lo suficiente a Bill para saber que hablaba en serio, la enfermera suspiro yendo por la silla de Bill, y cuando se la trajo Bill se sentó cruzando los brazos, si su amigo no lo dejaba luego se encargaría de revisar al muchacho.
—¿Te sientes bien, Dipper? —Su amigo le preguntó—, ¿te duele algo?
El castaño asintió.
—¿Tienes idea de lo peligroso que fue lo que hiciste? —Marco le preguntó.
—¿Qué no es lo mismo que le preguntaste a tu novia hace tan sólo unos minutos? ¿Piensas hacerlo con cada paciente? —Bill lo cortó, haciendo sonrojar al moreno y a la chica rubia que llevaba escuchando gran parte de la conversación.
—Star no es mi novia —murmuró por lo bajo bastante sonrojado
—¿Entonces lo es Tomás? —Le preguntó el rubio con una sonrisa socarrona.
Marco frunció el ceño mientras la rubia soltaba una estruendosa carcajada, llamando la atención a sobremanera.
—¿Por qué todos piensan que tengo algo con él? Tom es sólo mi amigo, él es gay, no yo, fin de la discusión —le respondió Marco.
—Bueno —el rubio le restó importancia—, ¿podrías traer agua para Dipper?
Marco lo miro confundido y Dipper bastante sorprendido.
—¿Cómo sabes que Dipper quiere agua? —Bill se encogió de hombros.
—Lleva haciendo muecas de dolor cada vez que traga, de seguro tiene la garganta seca y raspada por la estupidez que hizo —contestó el rubio con simpleza, haciendo sonrojar a Dipper.
—Wow —un suspiro salió de los labios de la rubia—, Mabs tenía toda la razón, el Billdip es hermoso.
Los chicos presentes miraron confundidos a la chica que sólo rió sutilmente. Marco bufó alejándose para pedirle agua a la enfermera.
—Apenas puedas hablar sin que te duela, quiero que me digas porque hiciste esa estupidez —Bill le advirtió al castaño que sólo trago con dificultad antes de asentir.
—Aquí está tu agua, Dipper —Marco murmuró entregándole el agua al chico, antes de que Star lo llamará para susurrarle algo en el oído.
Tras unos minutos de silencio en los que Dipper tomaba el agua con tranquilidad y la garganta le dejaba de doler.
—¿Y bien? ¿Por qué pusiste tu vida en peligro? —Le preguntó el rubio bastante serio.
—Cuando me separé de Will y no vi a Mabel por ningún lado decidí buscarla —Dipper contestó con la voz baja y algo ronca —, ¿ella está bien?
—Mucho mejor de lo que estás tú, al menos —Bill le contestó antes de suspirar—, Mabel salió mucho antes que Star, salió con su novia y estuvieron esperando a Star hasta que se encontraron con Will.
Dipper miró a Bill.
—¿Dónde está ella? —Le preguntó.
—Está en una reunión con los de su facultad para averiguar cuantos daños hubo, quién o qué lo provoco, y ese tipo de cosas, saber a quien van a expulsar —Bill se encogió de hombros.
—Gracias Bill —le dijo el castaño bajando la mirada—, pero, ¿por qué arriesgaste tu vida también?
Bill soltó una risa que hizo levantar la mirada de Dipper.
—¿Sabes lo inflamables que son los pinos? —Le preguntó haciendo que Dipper rodará los ojos con una sonrisa en labios—, no podía permitir que mi Pino favorito se convirtiera en cenizas.
—Eres un imbécil —Le dijo Dipper riendo con el corazón por mil, el rubio le regalo una sonrisa.
Y con sus rostros aún manchados de polvo y sus cuerpos cansados, tanto Dipper como Bill seguían creyendo que la persona a su lado, era la más perfecta del lugar.
Lloro, lloro de la felicidad porque al fin tengo portada agslshsagskska.
Es casi tan bella como la persona que me la hizo.
-Tania.
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