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Smell like Rain.

Huele a lluvia.

¿Qué era peor? ¿Llegar tarde a clase o perder el trabajo que necesitaba entregar hoy?

Dipper estaba seguro de que cualquiera que escogiera le traería problemas, más de los que necesitaba.

De nada le servía haber salido antes de su habitación sí ahora se encontraba entre la espalda y la pared.

Había una fuerte lluvia y no podía salir de su dormitorio para ir a la facultad de literatura, estaba frustrándose incluso con el olor relajante de la lluvia, el estrés lo estaba desesperando.

—Creí que a los pinos les gustaba la lluvia —una voz se escuchó detrás de Dipper quien sólo se estremeció encontrándose con Bill.

El rubio le regalo una dulce sonrisa, Bill no era la clase de persona que bromeaba, solía ser muy seco y tosco con la gente, pero con Dipper... Simplemente no podía. Tenía esa necesitad de querer hacerlo sonreír, amaba escucharlo reír, quería que todo el tiempo le estuviera sonriendo o riendo con él, especialmente cuando tenía el ceño fruncido con evidente preocupación tatuada en su rostro.

—Eres un imbécil —Dipper sonrió.

—Seré un imbécil y todo, pero al menos, yo si tengo uno de estos —Bill señaló el paraguas con una sonrisa, jugando un poco con el —, supongo que necesitas un paraguas para llegar a tu facultad, ¿no?

Dipper asintió rápidamente.

—Vamos —Bill colocó el paraguas encima de los dos, pero especialmente sobre de Dipper.

Él era su prioridad.

Ambos caminaban a par, platicando un poco mientras lo hacían, tanto el rubio como el castaño extrañaban hablar el uno con el otro, y aunque estos momentos eran pocos, ambos los disfrutaban como si fueran los últimos.

Dipper estaba preguntándose, ¿por qué el rubio se veía tan relajado a su lado? ¿No tenía que llegar a su facultad también?

—¿Al dejarme en mi facultad no llegarás tarde a tu clase, o no tienes? —Le preguntó Dipper mientras caminaba.

—Tengo un rato libre —respondió con simpleza—, ¿por qué lo preguntas?

—Es sólo que, a diferencia de mí, te ves bastante relajado por la situación —Bill frunció el ceño con la mirada puesta en la facultad de Dipper, luego simplemente se encogió de hombros.

—En primera, no tengo motivo para preocuparme por llegar tarde —Bill le dirigió una mirada antes de sonreírle—, y en segunda, siempre me ha relajado estar contigo, Pino.

Dipper se sonrojó un poco, pero le correspondió la sonrisa con algo de timidez.

—Gracias, supongo —Dipper rió suavemente.

—Oye, Pino.

Sintió como el rubio se detenía súbitamente

—¿Pasa algo Bill?

El mencionado lo miro con una sonrisa algo divertida.

—Ya llegamos Pino —Bill rió y Dipper notó como esto era cierto.

—Oh... —Dipper rió de manera nerviosa—, lo siento, no me di cuenta.

—Ya lo noté —Bill le sonrió—, supongo que aquí es donde me dices las gracias.

—-Gracias Bill —Dipper lo abrazó cuidando no estropear su trabajo sorprendiendo al rubio.

Dipper se separó un poco sintiendo como el rubio algo mojado.

—¡Bill! ¿Por qué estas mojado? —Dipper le peguntó frunciendo el ceño.

—No quería que te mojarás tú —Bill le contestó—, y tú no querías que se mojará tu trabajo.

—Mucho menos quería que te mojarás tú —Dipper le regaño—, te enfermarás.

—No te preocupes por eso, ahora iré a mi dormitorio a cambiarme —el rubio le regaló una sonrisa.

—Eres un descuidado —Dipper lo miró mal—, no debiste haber hecho eso.

—Relájate Pino —Bill suspiró—, tu no tenías la oportunidad de cambiarte y no podías dejar que tu trabaje se moje, por mi parte tengo dos horas libres puedo ir a cambiarme a mi habitación por cualquier cosa.

—Espera —el castaño lo detuvo sintiendo un poco de esperanza—, ¿tienes las siguientes dos horas libres?

Dipper preguntó emocionado sorprendiendo a Bill.

—Sí, ya te lo había dicho —Dipper negó.

—Tú me dijiste que tenías un rato libre —Dipper le contestó.

—Bueno, es lo mismo —Bill rodó los ojos—, ¿por qué tanta importancia?

—Porque después de esta clase tengo una hora libre —el castaño le sonrió—, ¿tienes algo planeado para hacer o podemos ir a comer juntos?

Bill le sonrió a Dipper dulcemente.

—¿Me estas invitando a salir? —Preguntó divertido logrando que Dipper se sonrojará—, es broma Pino, claro que quiero ir a comer contigo, hace tiempo no pasamos un rato juntos, vendré por ti por si la lluvia no ha pasado, ¿está bien?

—Perfecto —Dipper sonrió un poco nervioso.

—Bueno, ahora vete o se te hará tarde —Bill le dijo divertido viendo como Dipper despertaba se su ensoñación.

—¡Cierto! —Dipper se despidió rápidamente del rubio corriendo a su aula correspondiente.

[...]

—¡No puedo creer que siga lloviendo! —Wirt se quejó—, me voy a empapar todo.

—Ajá —Dipper contesto distraídamente.

—¿Me estas ignorando, Pines? —Wirt lo regañó haciendo a Dipper voltear.

—¿Eh? —Wirt levanto las cejas—. No, no, claro que no.

Dipper negó rápidamente y Wirt se cruzó de brazos.

—¿Así? ¿Y qué dije, Pines? —Preguntó el más alto.

—Que no te quieres mojar —Dipper sonrió.

—¿Y qué dije antes? —Wirt inquirió y Dipper se quedó callado—, te detesto.

—Perdón, perdón —Dipper se disculpó—, ¿qué me decías?

—No, ya nada —Wirt miró hacia otro lado, con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

—¡Vamos Wirt! —Dipper rió ante su comportamiento inmaduro—, lo lamento.

—Te decía lo que Beatrice hizo el día de la obra.

—Oh —Dipper rió—, ¿qué pasó ahora?

Wirt suspiró.

—¿Recuerdas que la semana pasada presentaron la obra esa por el aniversario de la escuela? Ya sabes, esa donde casi te mueres y tu novio te salvo.

—Sí, si recuerdo eso y Bill no es mi novio —Dipper contestó rodando los ojos.

—Aún —dijo Wirt con una sonrisa—, pero ese no es el punto, Beatrice "alias me gusta meterme en problemas" ...

—Pero así toda problemática te gusta —Dipper le guiño un ojo y Wirt se sonrojó.

—Sí —contestó evitando el tema—, el punto es que se peleó con unas chicas de no recuerdo que facultad por un lugar junto a mí, Dipper, ¡por un lugar junto a mí! Y luego de verdad insiste en que me odia.

Dipper soltó una risa viendo como el chico se comportaba de esa forma por su amiga.

—No me sorprende de parte de ella, pero, al final, ¿se sentaron juntos? —Dipper le preguntó.

—Sí, logré convencerla de sentarnos en otra parte —Wirt se encogió de hombros.

—¿Y qué tal? ¿No causo muchos problemas? —Dipper bromeó.

—Por sorprendente que parezca, estuvo más tranquila de normal —Wirt sonrió—, aparte de la pelea con esas chicas, no causo otro problema, de hecho, nos la pasamos bromeando el resto de la noche.

—Eso es algo raro de ella —Wirt asintió.

—Lo sé, pero no me quiso decir que tenía —el más alto suspiró y Dipper le sonrió tratando de animarlo—, ¿quieres comer algo? Muero de hambre.

—Wirt... de hecho —Dipper sonrió un poco—, comeré con...

—Hola Pino —Bill se encontraba frente de ellos con una sonrisa —, hola Wirt Cone, ¿cierto?

Tal como había dicho se encontraba en el mismo lugar donde había dejado a Dipper con un paraguas cubriéndolo de la lluvia y otro en manos.

—Sí, Wirt, es un placer hablarte otra vez, pero tengo que irme —Wirt saludó rápidamente antes de susurrarle a Dipper—, suerte en tu cita.

Dipper quería decirle que no era una cita, pero el castaño ya se había ido.

—Mira que tengo aquí —Bill le extendió un paraguas y Dipper lo tomó con una sonrisa—, para que no se repita lo de hace rato.

—Hola Bill —el rubio sonrió—. Espero que te hayas cambiado inmediatamente cuando llegaste a tu habitación.

—Por supuesto, ¿desobedecer un consejo tuyo? No quiero un sermón como los que le dabas a Mabel cuando era niña —Bill bromeó suavemente.

—¡Oye! —Dipper se quejó, para luego reír junto a Bill—. Mis sermones no son tan malos.

Sí, definitivamente ver a Dipper sonreír y reír era la acción favorita de Bill.

DSJHJKSHJKHADSJKHJKHDKJH AMO TANTO A MIS BEBÉS NO PUEDO CON MI VIDA, BAI.

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