Smell like Paper and Ink.
Huele a papel y tinta.
Dipper estaba completamente desesperado. Buscaba entre sus papeles esa maldita hoja que no aparecía por ningún lado, ¡genial! Su trabajo de toda la última tarde que le quedaba no se encontraba por ningún lado. Buscaba debajo de su cama, debajo de la de Wirt e incluso entre sus poemas y canciones, y nada, no encontraba nada.
—¡Hey! Hola Pino —alguien dijo a sus espaldas asustando al castaño que se encontraba en el piso rebuscando —, ¿qué haces?
—Estoy buscando algo —murmuró ignorándolo un poco —, ¿qué haces aquí?
—Oh, Wirt me pidió que trajera estos papeles nuevos, dijo que ya no había porque te los gastaste hace rato o algo así, por lo que me dejo su llave y él se fue con la pelirroja de siempre —le restó importancia, se acercó al escritorio para encontrar un montón de papeles revueltos —, ¿qué es todo esto Pino?
Dipper seguía en el piso buscando con pocas esperanzas su trabajo.
—Es la primera parte de mi proyecto —contestó bufando —, pero no encuentro la parte final.
—¿Necesitas ayuda? —Le preguntó sonriendo aun si el castaño no pudiera verlo —, puedo buscar contigo, tal vez así lo encontremos más rápido.
Rápidamente Dipper se giró quedando con Bill y sus ojos brillaron.
—¿Harías eso por mí? —Preguntó levantándose y corriendo hasta Bill.
—Por supuesto —"lo que sea por ti" pensó el rubio y le sonrió viendo con ternura al chico.
—Genial —dijo Dipper abrazando rápidamente al rubio con una sonrisa.
[...]
El chico estaba estresándose cada vez más, llevaban aproximadamente 1 hora buscando y no estaban ni cerca de encontrarlo.
—¿Sobre qué era? —Preguntó Bill sentándose en la cama del castaño algo rendido.
—Era la traducción a mano de un fragmento de un libro —dijo Dipper.
—¿Sobre cuál? —Cuestionó el rubio acostándose sobre un par de papeles que ya habían descartado, la habitación era un desastre.
—Meridiano de sangre —contestó Dipper sentándose al lado del rubio —, por Cormac McCarthy.
—¿Y sobre que iba? —Bill cubrió sus ojos con su antebrazo.
—Narra la historia del "chaval" quien se une a una banda de mercenarios que se dedica a matar indígenas y nativos americanos entre la frontera de Estados Unidos y México en 1849 —le respondió el castaño mirando el techo de la habitación.
—No le veo mucho que ver con la sangre —Dipper frunció el ceño y miró como el rubio tenía una mueca.
—El libro no va sobre la sangre, que lleve la palabra sangre en el título no significa que se trate sobre eso, ¿sabías? —Le preguntó levantando una ceja.
—¿Y por qué lleva la palabra sangre en el título? —Le preguntó el rubio sentándose para ver al castaño.
—No lo sé, no lo interprete de ninguna forma —murmuró el castaño —, tal vez porque era un fugitivo.
—¿Tal vez? —Cuestionó haciendo al castaño fruncir el ceño.
—¿Tienes algún tipo de problema con la sangre? —Dipper de cruzó de brazos viendo al chico que estaba sentado a su lado.
—Nunca me ha molestado la sangre —Bill se encogió de hombros.
—¿Me lo juras? ¡Cuando teníamos 6 años me regalaste un corazón de quien sabe que animal lleno de sangre! ¿Tienes idea de que bombean los corazones? —Preguntó desesperado —, ¡pudiste disecar la rana cuando estábamos en secundaria! ¡Sin dudarlo!
—Creí que ya habíamos hablado centenares de veces sobre el tema del corazón y como lo ibas a superar, aparte era de un conejo que Phil atropelló el día que nos conocimos —le contestó cruzándose de brazos —, en cuanto a la rana, era nuestra tarea, ¿qué querías que hiciera? Ya estaba muerta.
—¡Eso no importa ahora! ¡Mi trabajo no está! —Contestó levantándose y agitando las manos frustrado.
Bill rodó los ojos poniéndose de pie y tomó el rostro de Dipper provocando que este dejara de hablar al instante.
—Relájate Pino —le susurró sonriéndole tiernamente.
Fueron un par de segundos en los que compartieron miradas, los ojos chocolates de Dipper se sintieron encogidos por los ambarinos de Bill, haciendo a Dipper relajarse de una manera sorpréndete.
—Yo... este sí —murmuró Dipper recobrando su postura —, debería tranquilizarme, tienes razón.
—Te hice esa pregunta, no porque tenga algún tipo de problema con la sangre —Dipper sonrió aún con el rostro en las manos de Bill —, ¿de qué sirve que traduzcas un libro si no estás entendiendo lo que estás haciendo?
—De nada —murmuró el castaño bajando la mirada —, lo hice a la carrera en toda la tarde que ni siquiera me di el tiempo de leerlo.
—Hazlo nuevamente, ya no lo vas a encontrar en este chiquero —le dijo Bill.
—Es mi trabajo de un fin de semana Bill, no puedo hacerlo otra vez —le contestó separándose del rubio.
—¡Eres Dipper Pino Pines! ¡Claro que puedes! —Le alentó haciendo reír a Dipper por el apodo —, aparte, ¿crees que te dejaré hacerlo solo?
—¿Me ayudarás? —Preguntó Dipper sintiéndose algo culpable.
—Por supuesto, dos cabezas piensan mejor que una, y trabajaran el doble que una, supongo —le dijo con una sonrisa—. Y de paso lees un gran libro.
—¿Cómo sabes que es un gran libro? —Preguntó Dipper viéndolo con curiosidad.
—Porque ya lo leí —contestó encogiéndose de hombros.
—¿Qué? ¿Y por qué no me habías dicho? —Preguntó Dipper frunciendo el ceño.
—Porque no me habías preguntado, ahora deja de fruncir el ceño y a trabajar —le dijo Bill sonriéndole.
—Como sea —susurró Dipper—. Son las 12, ¿crees que lo terminemos a tiempo?
—Estás hablando de Bill Cipher, por supuesto que lo haremos —le dijo el rubio guiñándole un ojo.
—Eres el mejor —el castaño lo abrazó fuertemente.
La habitación olía a papel nuevo junto con la tinta de los bolígrafos de ambos.
Dipper sonrió buscando la caja llena de hojas que Wirt había mandado con el rubio, lo sentía por él, pero tendría que conseguir más.
—Dime que no son hojas hechas con pinos, porque eso sería como un homicidio o canibalismo porque las vas a consumir —habló rápidamente Bill haciendo reír a Dipper sintiéndose más relajado ahora.
—No tengo idea de si son de pino o no, pero no me interesa, me prometiste que me ayudaras a terminar esto, y lo harás sean de pino o no —le advirtió Dipper con una sonrisa de oreja a oreja.
—No puedo creer que en serio vayamos a cometer Pinocidio.
—No puedo creer que en serio hayas dicho eso —rió fuertemente Dipper.
Bill soltó una pequeña risa antes de besar suavemente la mejilla del menor, haciendo que sus mejillas del castaño se tiñeran de rojo.
Bill sonrió al lograr eso y se perdió unos instantes en los ojos castaños de Dipper.
—Bueno, tenemos mucho trabajo que hacer —se apresuró Bill al notar como ambos se habían quedado callados viéndose.
Ambos sabian que esa habia sido la perfecta oportunidad para que se besaran, pero Bill estaba seguro de que el plan se arruinaria si pasaba.
—Sí, sí —murmuró Dipper nervioso.
Bill sonrió sentándose en la cama de Dipper mientras el castaño se sentaba en el escritorio que se encontraba al lado de las camas.
...
Tras largas horas y horas de trabajo Dipper se había quedado dormido sobre el escritorio, dejando a Bill con la única opción de acostarlo en su cama cubriendo al menor con una sábana y depositando un beso en la frente del chico.
Wirt había vuelto hacia un largo rato, pero ninguno le dio importancia, el chico estaba demasiado cansado porque no les prestó atención antes de quedarse dormido.
Bill por su parte había dejado que el suave aroma del papel, se mezclara con la suave esencia que el castaño siempre llevaba con él.
Lamento tanto que haya aparecido que se publicó un capítulo que no iba, este es el que va. Lo siento😂♥
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