Smell like Love in the Air.
Huele a amor en el aire.
Ambos chicos se encontraban sentados mientras comían y se ponían al día con cosas de suma importancia. Vestían gafas oscuras y una chaqueta oscura que ocultaba gran parte de sus rostros, con un par de bigotes falsos.
—Y entonces... —Bill se sonrojó levemente—, me besó.
Mabel abrió los ojos sorprendida mientras se atragantaba gravemente con su refresco.
—¿Que hizo qué? —Preguntó altamente sorprendida.
—Me besó —murmuró jugando con su bebida.
—¿Y qué hiciste? —Le preguntó Mabel intrigada.
—Lo aparté —contestó perdidamente.
—¿Qué? ¿Por qué? —Su mirada era dulce, pero a la vez con algo de intriga que lo incitaba a seguir hablando —. Querías eso desde los 15.
—Lo sé, estoy consciente de eso, pero no pude evitarlo... fue una extraña y molesta defensa porque olía como a Phil —murmuró suavemente, con el labio inferior temblando un poco.
La mirada de Mabel se entristeció, tenía sentido.
—¿Y qué le dijiste a Dipper cuando te preguntó? —Insistió la castaña.
—¿Qué querías que le dijera? —Preguntó un poco alterado—, ¿qué se me confesó y me besó?
Mabel suspiró, a Dipper le hubiera dado su infarto de enterarse que había hecho algo así.
—¿Y qué le dijiste entonces? —Murmuró jugando con su cabello nerviosa.
—Que estaba borracho y lo lleve a su habitación, y que sin querer ambos nos dormimos —murmuró jugando con el tenedor de su comida—, no es del todo una mentira.
La castaña asintió decepcionada.
Ambos se encontraban en un restaurant bastante elegante que se encontraba cerca de la universidad, era la última noche que les quedaba para retomar las clases y todos habían aprovechado para disfrutar con sus parejas, y únicamente en pocos casos como este, entre amigos, ambos se encontraban para ponerse al día con respecto al ship preferido de Mabel: el Billdip. Del cual, se sentía excluida últimamente.
—¿Por qué venimos disfrazados? —Preguntó Mabel intentando dejar ese tema de lado, por más que quisiera indagar, no estaba segura de que fuera buena idea.
—No estamos disfrazados, venimos como amigos a comer —le dijo Bill encogiéndose de hombros.
—¿Tengo que fingir que te creo? —Le preguntó divertida.
—¡Es que Gleeful invitó a comer aquí a mi hermanito! —Exclamó un poco alterado —, aparte desde que vi esa película de espías he querido hacer algo similar a esto, pero nunca tuve la oportunidad de hacerlo, últimamente pasas demasiado tiempo con Pacifica y Pino jamás se hubiera prestado para esto. Hubiera estado como loco hablando de la privacidad de la gente y como hay que respetarla.
—A eso quería llegar —la castaña soltó una risa.
—¿Qué tal si se lo quiere comer a él? —Preguntó un tanto paranoico, olvidando un par de segundos el problema anterior.
—Gleeful no se va a comer a Will —Mabel soltó una carcajada —, aparte Will no es tan idiota para dejar que le haga algo.
—Eso lo sé —murmuró Bill haciendo un pequeño puchero —, pero no termina de agradarme ese chico para mi hermanito.
—Miralo de esta forma, es como conmigo —la castaña comenzó —, tardaste 2 años en aceptar a Pacifica como mi novia, y eso que la amenazaste, pero jamás me ha hecho algo malo.
—¿Entonces necesito amenazar a Gleeful? —Le preguntó el rubio y la castaña rodó los ojos divertida —, es una gran idea.
La chica soltó una risa, sería divertido ver eso.
—No es justo —Bill levantó una ceja cuando Mabel le habló —, yo no te puedo hacer eso, no sé si amenazarte a ti por mi hermanito, o amenazar a Dipper por ti.
Bill la miró divertida.
—¡Es tan frustrante! —La chica se tiró sobre su codo, que se encontraba en la mesa y bufó —, aunque no creo que ninguno se haga daño mutuamente.
Bill se quedó callado unos segundos.
—Si le digo que lo aparté mientras me besaba, ¿crees que me odie? —Preguntó bajando la mirada —, es decir, él no lo hizo cuando yo lo besé hace años.
Mabel lo miró enternecida.
—Dipper jamás sería capaz de odiarte y lo sabes —le dijo Mabel tomando sus manos y sonriéndole intentado alejar esa inseguridad.
—¿Crees que algún día tengamos algo? —Le preguntó jugando con los dedos de la castaña —, así como lo que tienes tú y Pacifica o como Will y Gleeful...
—Alguien está enamorado~ —canturreó Mabel haciendo sonrojar a Bill.
—Eso ya lo sabíamos —murmuró —, no contestaste mi pregunta.
Mabel suspiró antes de sonreírle.
—Claro que lo harán, sé que soy la casamentera y es normal que me pregunten, pero es más que obvio que tú y el saldrán eventualmente.
Bill la miró dudoso.
—No sabría cómo decirte esto, pero realmente es como si ya estuvieran saliendo, no necesitan besarse o tener el título de novios el uno del otro, es más que obvio que ambos se aman tan puramente que hasta los idiotas de la universidad ya lo notaron, y sé que mi hermano es demasiado torpe y tímido para decirte lo que siente y es demasiado dejarte hacer todo eso a ti —Mabel le sonrió dulcemente haciendo a Bill sonreír de igual manera y parecía querer seguir con lo que decía, pero luego abrió los ojos de tope —, y es más... ¡esta vez sí tengo el plan perfecto!
La chica exclamó levantándose de su asiento estrepitosamente mientras su bigote falso se caía de una manera para nada silenciosa sobre su comida, llamando la atención de los presentes, y entre ellos...
—¿Mabel? —Preguntó la dulce voz de Will, el chico se encontraba a un par de mesas lejos con su novio, pero el chico pudo reconocer perfectamente a la castaña y a su chillona voz—, ¿Bill? ¿Qué hacen aquí?
Demonios...
[...]
Estaba bien, bien y en su mayoría bien solo en su habitación. Wirt lo había abandonado para ir a una cita doble con Star y Marco, esa cosa iba terminar de todo, pero menos bien. Tomás debía estar cogiendo salvajemente en algún lugar con Jack, disfrutando su última noche libres.
Mabel posiblemente estaba en una cita con Pacifica, la verdad, de esta última, no estaba seguro, pero era lo más lógico.
La única ventaja de que estaba solo, es que podía abrazar la almohada envuelta en el suéter de Bill y ahogarse con la colonia que aún se conservaba en la prenda, la colonia de Bill era fuerte y lo hacía sentir como si estuviera ahí presente junto a él.
Incluso aunque le hubiera mentido acerca de lo que Dipper había hecho hace un par de noches, él estaba seguro de que había algo más que el rubio no le decía, y debía ser demasiado vergonzoso para que Bill no quisiera decirle.
—¡Dipper! ¿A qué no adivinas que me pasó? —Gritó alguien aporreando la puerta —, ¿se puede saber qué demonios haces?
Preguntó viéndolo extraño mientras Dipper se recomponía del susto e intentaba ocultar el hecho de que se estaba drogando con la colonia de Bill.
—¡Nada! ¿Qué te pasó? —Preguntó rápidamente mientras guardaba el suéter detrás de él.
—No te contaré hasta que me digas que se supone que hacías mientras no estaba —Dipper de sonrojó.
—No hacía nada Wirt, lo juro —murmuró Dipper nervioso ocultando la almohada.
—Mason... —empezó suavemente haciendo a Dipper mirarlo molesto.
—Fingía no estar solo mientras abrazaba la almohada que tiene el suéter de Bill, ¿okay? —Confesó tomando otra almohada y cubriéndose el rostro por la vergüenza.
—No puedo creer que tenga a alguien tan raro como compañero —negó levemente con la cabeza.
—Al menos yo no escribo poemas y compongo canciones en clarinete a mi "amor imposible" mientras lloro en la soledad, eres muy poético en las noches, ¿sabes? —le contraatacó el menor.
—¡¿Cómo diablos sabes eso?! —Preguntó alarmado el más alto, cerrando la puerta tras de sí —, no me digas que-
—Sí, así es, encontré los papeles llenos de lágrimas el día que necesitabas tu clarinete para no sé qué cosa —contestó Dipper con una sonrisa cínica —, incluso podría recitarte el de "mi bello azulejo".
—¡Detente Pines! —Gritó Wirt tapándole la boca al mencionado —, no diré nada respecto a tu adición a la colonia de Bill y tú no mencionaras nada de lo que leíste, ¿entendido?
Dipper frunció el ceño y aparto la mano de Wirt con una sonrisa.
—Entonces no me llames raro si tú eres más raro —le respondió cruzándose de brazos.
—Los dos somos igual de raros, ahora basta, nadie va decir nada al respecto, ¿va? Va, perfecto eso necesitaba oír —habló desesperado Wirt—, ahora, ¿quieres saber lo que me paso o no?
Dipper soltó una risa.
—Claro que quiero —le dijo sonriendo.
—Beatrice me besó —dijo rápidamente mientras su rostro tomaba color.
—¿Qué Beatrice hizo qué? —Preguntó asombrado.
—Que ella me besó al terminar la cita con Marco y Star —murmuró jugando con sus dedos —, actuaba extraño y fingió sentirse mal para irnos antes, así que empezamos a pasear por el campus y de repente... me besó.
—¡Eso es asombroso! —Exclamó Dipper riendo —, al menos sabemos que ya no es tú "amor imposible".
El rostro de Wirt tomó color con rapidez.
—Corre Pines, corre —advirtió antes de correr tras el chico que con agilidad había abierto la puerta de nuevo.
¡Actualización mañanera porque me voy a vomitar si no lo hago!
Ahno veda, sólo soy pendeja y tenía algo de cosa de publicar esto😂
Pd: Extrañaba poner mis mamadas, lo extrañaba mucho.
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