Essencia a Dipper Pines.

El insomnio había vuelto a las noches de Bill cosa que le extrañó, hacía un par de años había dejado eso atrás, cuando se había mudado con Pino para ser exactos. Abrió los ojos rindiéndose, ya no se dormiría, así que miró a su lado, el castaño se encontraba profundamente dormido.

Bill notó como el castaño se abrazaba a su cintura y el rubio se acomodó un poco para poder mirarlo mejor, sonrió para sus adentros al mirar el rostro de su pareja.

Contenía fuertemente las ganas de acariciar su mejilla para no despertarlo, su cabello estaba muy revuelto, enredado en la almohada.

El rubio realmente agradecía haber conocido al castaño, no estaba seguro de que sería de él sin Dipper, y por nada en el mundo quería averiguarlo, aunque el podía recordar que durante noches se lo cuestionó, un mundo donde posiblemente se encontraba muerto a causa de Phil o vivo sin esperanzas de tener un futuro, sin alguna meta que le recuerde que no es un desastre, pero lo peor es que no estaba listo para imaginarse un mundo sin el castaño.

—Dipper... tengo algo que quiero decirte —murmuró el rubio, pero el mencionado ni se movió, Bill suspiró y empezó a acariciar la suave y enredada cabellera del castaño—. Lo diré de todas maneras:

Sin duda los últimos años han cambiado bastante, ya no lloro en silencio por las noches a causa de Phil.

Algunos olores siguen molestándome, pero, puedo confesarte que ya no me aterran como antes...

Usaba una colonia demasiado fuerte, una que solía gustarte, la usaba con la única intención de opacar el olor de alcohol que dejaba Phil en mí durante sus golpes, cuando dejaba su alcohol en mí y me hacía sentir sucio... la colonia me ayudaba a ocultar esa sensación.

Ya no me vienen malos recuerdos cuando respiro el olor a alcohol, ya no vienen imágenes de Phil golpeándome recordándome que no soy querido en su casa, sino me vienen imágenes de la vez en la que tú me besaste y lloré hasta quedarme dormido acunado por tus caricias, y tal vez no puede considerarse un buen recuerdo, pero al menos estas tú en él, eso siempre mejora las cosas, cuando específicamente tu estás conmigo.

Como el día de la primera graduación que compartimos, puedo recordar ese día ver a Phil felicitando a Will como de costumbre, regalándole algo para celebrar, sonriendo orgulloso... Y recuerdo haberlos visto desde lo lejos, mientras jugaba con mi diploma... Pero realmente lo que recuerdo con emoción de ese día fueron tus brazos, ese día habías llegado corriendo hacía mí y me habías abrazado efusivamente, estabas emocionado y eso me hacía emocionarme a mí.

Sin embargo, después de tantos años repitiéndose la misma situación —con algunas modificaciones en las acciones— en cada graduación que compartíamos, sentí una gran diferencia cuando eso se repitió como de costumbre en la graduación de la universidad. Parecía ser la misma secuencia, Phil había ido a ver a Will, pero esta vez, él se había dedicado a tratarlo cortésmente, Gleeful incluso le había dirigido algunas palabras a nuestro padre, incluso Jack había ido afuera para hablar con él, jamás le di importancia a eso, pero... Yo ahí estaba, esperando tranquilamente tu abrazo como era costumbre al momento de graduarnos, pero eso no pasó, cuando llegaste a mí, me habías besado de una manera fugaz mientras reías tontamente, igual o incluso más emocionado que de costumbre, y cuando nos separamos, me dediqué a sonreírte de la más dulce que pude y tú no habías dudado demasiado en abrazarme... Con tus pequeños brazos tan cálidos rodeándome como siempre.

Eso fue algo que puedo recordar que mejoraste en mi vida, pero vaya Dipper, ¿qué no mejoraste de ella?

Otro ejemplo podría ser que el olor a humo ya no me recuerda a la ex de Phil, porque cuando ella se desperperaba porque Phil no llegaba a casa, se dedicaba a fumar, y ella tenía esa manía de Phil de desquitarse conmigo cuando algo no salia bien, al parecer eso los hacía sentir mejor, esa mujer incluso había intentando lastimar a Will un par de veces, y es por el hecho de que nunca le permití hacerlo que ella se desquitaba aún más conmigo... Cuando sentía el olor a humo solía recordar como el cigarro quemaba algunas partes de mi piel, y recordaba como corría hasta tu casa por las noches mientras lloraba, y podía ver a tu madre recibiéndome preocupada tratando de sonreírme en busca de calmarme, me curaba las heridas de una manera delicada y tú solo nos observabas preocupado intentando no dormirte, quedarte ahí hasta que aprendierás a curarme por tu cuenta, cosa que eventualmente empezaste a hacer, pero... Aún con eso, ahora el humo me hace recordar cuando te lleve en mi espalda fuera del incendio de la universidad, estaba tan preocupado por ti que ese día evite apartarme de tu lado, incluso ambos habíamos bromeado con eso, reías e incluso yo lo hacía, tu me hacías reír, nuevamente, mejoraste algo que creía perdido de mi parte... y puede que hable específicamente de mí al decir eso.

Siempre me identifiqué con el olor que el césped deja al ser cortado... ese olor es como un grito de dolor que dejan salir en busca de que le ayuden, y Phil solía lastimarme, y yo iba llorando contigo en busca de ayuda, en busca de tu ayuda, en busca de que tú pudieras hacerme sentir mejor, tu siempre lograbas hacerme sentir mejor, y me quedaba esperando que contigo el dolor me abandonara.

Y vaya que lo hizo...

El olor al papel me recuerda a la vez que tu mamá me llevo a denunciar a Phil, había gente haciendo papeleo por doquier, y podía sentir el olor a papel junto con la tinta de sus lapiceros por todo el lugar, y a pesar de lo que tu madre hizo por mí, nunca "hallaron" pruebas, incluso cuando testifiqué en su contra, no había nada que pudiera hacer, después de todo Phil tenía muchos contactos, contactos que me hacían ver como el dinero si lo puede hacer todo... Y nunca nadie fue capaz de hacerle frente a Phil hasta que Jack había decidido encargarse de él, y aún así ahora todo eso sólo me hace recordar la vez que nos desvelamos juntos en la universidad tratando de hacer de nuevo tu trabajo, y esa noche yo sabía que pudimos habernos besado ahí, no había nadie y pudimos estar juntos desde ahí, pero fui cobarde y decidí no hacer nada, decidí esperar.

Después de todo, al final había disfrutado quedarme esa noche a tu lado, viendo lo adorable que te veías al dormir, y vaya que había válido la pena esperar.

Y en la noche en la que por fin me atreví a decirte todo, brillabas más que de costumbre, demasiado feliz... y jamás me había sentido tan indefenso frente a una contestación como la eres tú, después de todo, incluso aunque ese día nos quedamos viendo las estrellas, yo sólo podía verte a ti...

¿Alguna vez te has fijado que en la llave de nuestra casa tengo grabada tu constelación? Ese pequeño mensaje me ayuda a recordar  constantemente lo afortunado que soy de tener a las estrellas a mi lado todo el tiempo, brillando cuando traducen los libros que les gustan, brillando cada vez que te cuentan su día, resplandeciendo siempre que comparto dulces y pasteles contigo, incluso me gusta pensar que brillan y resplandecen cada vez que me ven a mí.

Y sinceramente me alegra que Phil me haya mandado galletas en vez de fruta picada ese día Dipper, porque gracias a eso pude conocer tu dulce e inocente esencia que me mantenía cuerdo ante las cosas que Phil me hacía pasar, incluso aunque estaba loco por ti, tú habías evitado que me volviera loco...

¿Recuerdas nuestro primer beso? ¿Ese beso que te robe a los 14 años mientras hacías la tarea y comíamos las frambuesas? Bueno, pues ese día, cuando te vi demasiado concentrado en tu tarea decidí besarte, te veías tan lindo con los labios fruncidos que simplemente no pude más y jamás me arrepentí de hacerlo, de lo que me arrepentí por años e incluso me desvele toda la noche fue pensando en la estúpida excusa que puse, sintiéndome mal con Loren por pensar que tus labios eran más suaves y ricos que sus panques.

Y durante las noches en las que me la pasaba en vela asustado, realmente me ayudaba pensar que tu eras Alioth, ¿tonto verdad? ¿Y sería muy raro decir que es por ti es que estudio astronomía? ¿Por la extraña marca de nacimiento que llevas en la frente? Sí, sí lo es. Pero siempre he sido así, siempre he sido raro, hermano mellizo del niño adorable, con un único amor en toda la vida, sin todas las experiencias que normalmente tienen los demás, pero agradezco que tu seas igualmente raro, eres un nerd al que le gustó un niño a los 6 años y que tiene una extraña marca en la frente... Sí, definitivamente ambos somos raros, y realmente me encanta ser raro contigo.

Tu haces que la palabra raro, dejará de sonar mal...

¿Puedes creer que aún después de tantas esencias que compartimos juntos, aún mantienes mi favorita? Incluso aunque siempre creí que la esencia a pino era mi favorita porque me recordaba a ti... la esencia de la que realmente me enamoré fue la de Dipper Pines, porque me gusta creer que no lo solo estas tú en todas esas esencias revueltas, estamos los dos tratando de hacer sentir mejor el uno al otro, e incluso si las esencias no eran del todo agradables para mí, siempre lograbas lo imposible y me dabas un buen recuerdo que me hacía ver las cosas distintas.

Tu siempre lograste hasta lo imposible conmigo, y debo agradecerte por eso.

Gracias por oler a Pino el día que nos conocimos.

Gracias por no odiarme por regalarte un corazón de conejo.

Gracias por no apartarte cuando te robé tu primer beso.

Gracias por dejarme recostarme en tu hombro siempre que podía.

Gracias por no dejar de hablarle a tus amigos de lo mucho que me extrañaban cuando entramos a la universidad.

Gracias por no quemarte cuando eres un Pino inflamable.

Gracias por preocuparte por mí cuando estábamos bajo la lluvia.

Gracias por curar mis heridas cuando me golpearon.

Gracias por compartir tus dulces conmigo, aunque nunca fueron tan dulces como tú.

Gracias por perdonarme cuando te grité y llame por el nombre que no te gustaba.

Gracias por dejarme buenos recuerdos siempre que compartimos una pizza.

Gracias por comer las galletas que Mabel y yo horneamos juntos.

Gracias por mantenerte a mí lado sabiendo que Phil te odiaba.

Gracias por no odiarme cuando rechacé el beso que me diste.

Gracias por quedarte a platicar conmigo cuando tus amigos te dejaron y se fueron con Jackie.

Gracias por mantener nuestro amor incluso aunque no fueramos capaces de estar en una relación.

Gracias por dejarme ayudarte cuando perdiste tu tarea.

Gracias por darme el segundo regalo más maravilloso del mundo, porque evidentemente tu eres el primero.

Gracias por fingir que esa noche no era Abril, por seguirme el juego esa noche de 4 de Julio.

Gracias por ser raro, así ambos podemos ser raros juntos.

Gracias por dejarme enamorarme de ti, Mason Pines.

Por llevar esa hermosa esencia a pino a todas partes...

Gracias especialmente porque me dejaste compartir tu dulce esencia a tu lado todo este tiempo.

Bill notó como Dipper empezaba a retorcerse un poco en la cama, aún dormido y lo entendía, estaba cansado por su trabajo.

Sonrió para sí besando la frente del castaño, para finalmente enterrar su rostro en el cuello de Dipper cerrando los ojos dispuesto a dormir, disfrutando la dulce esencia del castaño, y Dipper sólo pudo sonreír bastante enternecido por las palabras del rubio, intentando no llorar para asustar al rubio mientras permanecía abrazando su espalda, e impulsivamente se acercó más al cuerpo de Bill, apretando lentamente su agarré, no quería separarse del rubio por nada en el mundo.

Después de todo... El igual estaba agradecido.

Agradecido de poder ser la persona que ahora se encontraba envuelto en los brazos de Bill Cipher.

Agradecido de ser él, el que Bill había escogido para estar a su lado.

Y dime Kalita, ¿te gustó?

¿Y a ustedes les gustó? ¿Qué les pareció?

Ay pero claro, si soy yo y todo lo que hago es perfecto.... Ahno AJAJAJAJAJA. Les adoro, gracias por leer.💛💙

Atte: Tania.