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6. lilies

SEIS:
Matt, su ramo de lirios y su derrota

las festividades estaban a la vuelta de la esquina. ya comenzábamos a sacar los adornos navideños y las bebidas especiales. ¿quién no disfruta de un buen café con sabor a calabaza? en realidad, yo no, pero era extrañamente lo más pedido en estos meses. así que, no juzgaba los gustos de la gente. las filas eran un poco largas en la época, ya que la mayoría de adolescentes que frecuentaban el lugar estaban de vacaciones, y tenían más tiempo para robar el wifi de la familia Lombardo.

actualmente, Colin estaba ayudando a su madre a decorar el árbol de tamaño mayor al mío cerca de la entrada. —¡más arriba, Colin! mides dos metros, puedes llegar más alto.— exclamo divertida viéndolos, escuchando la risa de Lauren y recibiendo una mala mirada por parte de mi amigo.

—soy un chico gay.— recuerda quejándose. —la gente homosexual no está hecha para estas cosas.— se queja exageradamente echando la cabeza hacia atrás. me río y niego.

¿la reina del drama? el mismísimo Colin Lombardo.

—yo solamente voy a dejar esto aquí, por si algún chico es lo suficientemente suertudo con Melody.— habla ella, pasándole un ramo de muérdago a su hijo para que lo cuelgue en el marco de la entrada. mis mejillas se enrojecen y ella suelta una risita. —¿qué tal con ese Matthew? ya se convirtió en un cliente fiel gracias a ti.— insinua.

—¿cómo sabes sobre él, Lauren?— pregunto con el mismo tono de voz.

—tengo ojos por todos lados, querida.— guiña un ojo. frunzo el ceño confundida y señala las cámaras de seguridad. ah, claro, ¿muy obvio, no?

—es solamente un amigo mío y de Colin.— aclaro.

—tú quisieras que sea otra cosa.— se burla el ojiverde metiéndose en la conversación, y giro los ojos.

ambos se cambian de lugar para seguir decorando y yo me quedo mirando el muérdago de la entrada. siempre me pareció un poco muy cursi, pero aún así amaba el significado. la tradición indica que en nochebuena, si una mujer está buscando el amor y es besada, es capaz de encontrar el amor. solté un suspiro lastimero, ¿alguna vez encontraré el amor yo? veintiún años soltera se estaba haciendo difícil. supongo que era mi culpa por tener las expectativas tan altas, pero esperaba realmente que alguna vez alguien las cumpliese todas.

en mi mente vino Matt, ¿qué pasaría si en nochebuena nos vemos atrapados debajo del muérdago? sacudí la cabeza eliminando pensamientos desoladores. existían pocas chances de que sucediese, así que no debía hacerme más ilusiones. el de pelo castaño y yo sólo éramos amigos, y con eso era suficiente. además, él tenía sus citas, donde intentaba buscar a su chica ideal. probablemente no era de su tipo, y eso estaba bien. ¿cómo seré para él? ¿qué habrá pensado la primera vez que me vió? esas preguntas de mi enamoradiza mente que causaban que por las noches me de vuelta y vuelta en la cama, tal y como un panqueque.

—terminamos.— indica Col, después de soltar un suspiro cansador con el resto de decoración en sus manos. —iré a devolver estos a la bodega, cualquier cosa me gritas.— dice pasando a mi lado, y chocando su cadera con la mía en un gesto amistoso.

—no te pierdas, amigo.— respondo sarcásticamente.

mi móvil vibra en mi bolsillo, y me atrevo a verlo, ya que estaba sin nada que hacer. un mensaje causa que un escalofrío recorra mi cuerpo. lo releo una y otra vez y trago saliva. problemas familiares era lo último que necesitaba en estos momentos. comencé a ponerme nerviosa, miles de pensamientos comenzaron a invadir mi cabeza. tenía que visitar a mi padre en la cárcel. ¿por qué justamente ahora?

—Mel.— un chasquido frente a mis ojos me sacan de mi nube mental, detrás de ellos estaba la mirada preocupada de Colin. —¿estás bien? parecías en otro mundo.

asentí. —sí, no te preocupes. recordé que tengo tarea que terminar.— mentí, rascándome la mano.

—oh, entiendo. si quieres le avisas a mi padre y sales más temprano, para adelantar algunas cosas.— sugirió él de forma comprensiva, limpiando un par de tazas con un trapo. —no tendrá problema.— me sonrió.

agradecía tener a Colin a mi lado, pero no me sentía lo suficientemente cómoda para contarle mis problemas. no por él, sino por mí. me avergonzaba un poco lo que llegase a pensar cuando le cuente la verdadera historia de mis padres. no quería que sintiese pena por mí. además, nunca se atrevió a preguntar más de él "¿vives sola?". yo solamente respondí que mis tías se encargaban de mi. tampoco necesitaba que sienta pena por mí, eso era lo último que deseaba. hace ya varios años vengo cargando con ese peso en mi vida yo sola.

iba a responder, pero la campana sonando anunció un cliente, y ambos giramos nuestras miradas. mi corazón comenzó a bombear viendo a la figura entrar por la puerta de entrada.

—el nuevo cliente fiel, Matt Sturniolo.— bromeó en voz alta, codeándome el brazo disimuladamente. escondí una sonrisa nerviosa y entrelacé mis dedos ocultando mi emoción por verlo.

Matt alzó la mirada y rió ante el comentario. traía en su mano un ramo de lirios de color blanco, lo cuál significaba otra cita fallida. se acercó hacia el mostrador. algo que noté de él en estas pocas semanas era su estilo de vestir, el cual me encantaba. el oversize y las gorras le quedaban como anillo al dedo, además variaba entre colores neutros hasta amarillos y rosas. era un chico admirable a la vista, y eso no lo podía negar nadie.

—¿recién soy nombrado cliente fiel? vengo semanalmente desde hace un mes.— se queja ofendido, frente a nosotros.

—tienes que superar al señor Baker. viene tres veces por semana por su descafeinado y torta de miel.— menciono y Col asiente a mi lado dándome la razón. posa su mirada azulada en mí. le enseño una sonrisa breve y él imitó mi acción. dios, ¿podría ser tan lindo?

—ugh, qué pena que no me gusta el café, sino rompería su récord.— dice, y su confesión me descoloca.

—¿no te... no te gusta el café?— pregunto realmente sorprendida. Matt negó con la cabeza. —¿y entonces por qué vienes todas las semanas?

alza los hombros. —me gustan los productos dulces.— aclara y antes de que pueda seguir preguntando, señala uno de los postres de la vidriera. —me gustaría probar alguno de los nuevos saborizados de calabaza, ¿qué me recomiendan?

Colin respondió, yo me quedé callada analizando su respuesta. ¿no le gustaba el café? no lo decía porque a mí sí me gustaba, existía mucha gente a quién no le gustaba el sabor. eso estaba perfecto. algo que a mi no me gustaba y al resto de la gente si era el queso americano, prefería mil veces un gouda o un brie. miraba con desagrado cada vez que tenía que preparar un sandwich con ese queso naranja que parecía más plástico que algo comestible.

¿entonces por qué se pedía un espresso? ¿por qué venía todas las semanas? ¿podría considerarlo raro? tenía muchas preguntas que hacerle. cuando volví a la realidad de vuelta, él ya se había ido a su usual lugar, tecleando en su móvil con el ramo a su lado, esperando su pedido el cual no escuché.

Colin se acercó a dejarle su encargo a su mesa, después de preparar el muffin de calabaza en un plato de cerámica. me acerqué yo después de sacarme el delantal, aprovechando que no había gente. alzó la cabeza al verme y me enseñó una sonrisa. pregunté. —¿puedo sentarme?

—sí, claro.— asintió rápidamente, y tomé asiento frente a él.

—me encantan estas, de hecho.— admití viendo el arreglo de esta semana. Matt soltó una risita, a la vez que giraba sus ojos. como dije anteriormente, cita fallida—¿a tu nueva cita no?

—me dijo que les hacía recordar a su ex novio.— se burló, no sabía si de su mala suerte o del de la chica. —¿quién dice eso en la primera cita?— preguntó confundido y sonreí ante su tono de voz.

—empiezo a creer que el problema eres tú, no ellas.— bromeo, esperando a que entienda mi chiste y no se ofenda o algo parecido. me mira y suelta una risita, causando que mi pequeño corazón se emocione.

—obviamente ellas, Melody.— bromea y gira los ojos, causando que suelta una risa. —es sólo que... la cita comienza bien. pero luego hay algo que me descoloca.— explica pensativo y mi corazón no se calma. estábamos hablando, como amigos. —ya sea la actitud, alguna acción o algo que dicen. no puedo soportarlo y me voy.

—¿las dejas abandonadas en vuestra cita?— pregunto en un tono un poco ofendido y sorprendido.

—Melody, no soy un ser despreciable que usa a las chicas. lo prometo. — admite, y prueba el muffin de calabaza. —peeero, no puedo asegurarles una segunda cita.— dice sarcástico, con la comida en la boca.

ambos nos quedamos sin decir nada por un momento, y me pregunté si era hora de dejarlo solo, pero me interrumpe antes de excusar e irme. —tal vez es hora de rendirme.— menciona un poco desganado y frunzo el ceño, al no entender a qué se refiere. —con esto, de las citas.— señala su alrededor y las flores.

—hey, cinco no son nada. el año pasado, mi profesora me rechazó un trabajo siete veces.— admití, obteniendo su mirada sorprendida y una risa de su parte.

—¿siete veces?— preguntó sin creérselo y asentí.

—pero no me rendí, y terminé aprobando con una felicitación.— respondí orgullosa. no dijo nada, más que mirarme con una sonrisa y negar divertidamente.

quería decirle que sí, que se rinda y confesarle mi flechazo por él, que lo intentemos y a nuestro primer perro lo llamemos Acro. ¿demasiado pronto? pero eso nunca pasaría, porque preferiría pincharme con un cactus enorme antes de arriesgarme a la mínima oportunidad de pasar vergüenza. nunca pensé que estaría en esta situación, escuchando a mi crush hablar sobre las citas que tenía. mi vida era una película. una muy mala película.

pero esas palabras nunca saldrían de mi boca.

—hey, ¿puedo preguntarte algo?

—dispara.

—¿realmente solo vienes por los productos dulces?— pregunté, y él arrugó su ceño sin entender. —a la cafetería, me refiero.

—ah, pues, es una de las razones.— dice indiferente alzando los hombros. lo miré atentamente esperando a que continuase. —también es un lugar muy cálido, el lugar. se siente como un hogar, probablemente porque es una empresa de familia.

—¿cómo sabes eso?— pregunté confusa.

—Colin me lo contó en la feria cuando tu y Nick fueron a ver las velas aromaticas.— contesta. —además, estás tú.

el corazón se me acelera rápidamente.

—y Colin.— añade. —tienen una calificación de diez en atención al cliente. yo me había quedado sin palabras, realmente no me esperaba que dijera todo eso. —realmente me divertí el sábado.— comenta. lo miro con atención. —¿podrías darme tu número? tal vez tú y Colin pueden venir a mi casa, a conocer a mi hermano Chris.— ofrece con una sonrisa amable.

era oficial. éramos amigos, habíamos intercambiado números y nos había invitado a su casa. nunca había llegado tan lejos, ¿qué procedía? ¿era masoquista seguir con mi flechazo, o lo tendría que olvidar? la cuerda en mi cabeza iba de lado a lado sin tomar una decisión, pero algo me decía que no tenía que rendirme tan fácil esta vez, viendo cómo están resultando las cosas ahora. ¿podríamos llegar a ser algo más que amigos?


























































+1900 palabras,, ven porque este cap se hizo esperar después me quieren decir q no agarro la pala ah

na pero en serio por no publicar tan constantemente. actualmente 12 horas estoy fuera de mi casa y el resto las uso para descansar 🤧🤧 además, esta es una historia q los caps me gustan escribirlos bien tipo no cualquier chorizo. todo por Matt y Mel <33

q tal les va pareciendo? sienten q mis tortolitos están avanzando en su relación o...? 👀

besitos nos leemos pronto,
-SAT3LLITE 💘💘💘💘

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