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12. vanilla

DOCE:
Matt dice que Mel huele a vainilla

MELODY

no iba a negar que estaba exageradamente nerviosa, esperando sentada frente a la chimenea a la llegada de los trillizos. mi pierna subía y bajaba de forma constante, mis latidos se aceleraban cada vez más y sentía que podría llegar a desmayarme. miré de nuevo el reloj en la pared y este marcaba las una menos veinte de la mañana. según Nick, llegarían diez minutos antes de las dos. ¿por qué se me había ocurrido este plan? ¿y porqué lo había aceptado por parte de mi mejor amigo? odiaba aún sentirme débil ante la presencia de cierto hermano Sturniolo. sabiendo en la situación que estaba, donde no me animo a decir ni dar la mínima señal de que me gustaba Matthew. en la situación que me daba tristeza al no ser valiente y declarar mis sentimientos, que me daba nervios y emoción cada vez que pensaba en él o lo veía, situación en donde probablemente me quedaría estancada toda la vida; la zona de amigos.

—¿no te han dicho nada?— pregunté hacia Colin, quien estaba plácidamente tirado en el colchón que habíamos bajado para los chicos. exactamente uno de dos de dos plazas, y uno de una plaza. giró la cabeza y me miró, y negó. —¿crees que vendrán?— volví a preguntar frotando mis manos hacia el fuego. él frunció el ceño y se acomodo.

—Mel, ¿qué te hace pensar que no vendrán?— preguntó con una sonrisa suave, que de alguna forma logró tranquilizarme. —si no dicen nada, entonces vendrán.

no sé de donde salía mi inseguridad. tal vez en que Colin fue mi primer amigo, y todo surgió de forma tan natural que no sabía cómo actuar frente a nuevos amigos. los pensamientos intrusivos llegaban como bombas a mi mente. ¿si no les caía verdaderamente bien? ¿si pensaban que era una pesada? ¿si a Matt realmente no le agradaba? sobrepensaba demasiado, y eso era algo con lo que convivo todos los días de mi vida. desde el momento que abro los ojos al despertarme, al último pensamiento antes de ir a dormir. todos esos pensamientos fueron esfumados cuando el castaño se levantó y caminó hacia la puerta.

—llegaron.— canturreo con emoción, y sentí que el corazón se me subió a la garganta.

los minutos se hicieron eternos. entre que Col abría la puerta y esperaba a que llegaran a la entrada, mientras que la helada de la nochebuena se colaba. pareciese como si una luz mágica se iluminara a la par que Nick saludaba a Col. entonces allí, pude soltar un suspiro de alivio. la mirada del mayor me buscó, y cuando me encontró se hizo paso y abrió los brazos acercándose. sonreí y correspondí su abrazo. solamente diré que todos alguna vez deberían recibir un abrazo de Nick.

—¿cómo estás, Mel? ¿lista para la pijamada de nochebuena?— preguntó. pero no le pude ni responder, porque comenzó a parlotear. —trajimos juegos de mesa y bebidas energizantes. soy horrible en quedarme despierto en las pijamadas, y te elijo a ti para que me salves ante cualquier travesura que me quieran hacer los demonios de mis hermanos.— me señala acusatoriamente.

río y asiento. —tranquilo, Nick. nadie te hará nada en mi presencia.

—¡Mel!— escuchó, y giró la cabeza viendo a Chris acercarse. le sonrió de la misma forma y me dio un abrazo de costado. —por favor, dime que sobraron galletitas de red velvet. Matt las lleva cada vez que viene y no me puedes decir que no hay.— suplica. finjo pensar mientras se ve nervioso ante mi respuesta.

—solamente por ti, las voy a traer de arriba.— concedo, y festeja. miró sobre su hombro, y veo como Colin cierra la puerta, sin Matthew.

—¿qué juegos trajeron? Mel y yo preparamos una maratón de tres películas navideñas. la idea es terminarlas, pero si no, la dejamos para otro día.— ofrece mi mejor amigo acercándose a nosotros.

—uh, dime más sobre eso.— pide Nick. —me declaro el fan número uno de las películas navideñas.

—es verdad, llega a ser molesto con eso.— habla Chris, y su hermano le pega en el hombro ofendido.

quedo decepcionada. todas mis ilusiones se van por debajo del piso y trato de no ponerme mal enfrente de los chicos. en silencio, me alejo un poco y finjo mirar mi móvil, pero me quedo pensando. ¿Matt no vino? una punzada de tristeza me atraviesa, como si un pequeño hueco se abriera en mi pecho. me esfuerzo por mantener la sonrisa, pero siento que se me quiebra por dentro. tal vez no le interesa venir... o tal vez no le importo tanto como yo pensaba. miro de reojo a sus hermanos, tratando de captar alguna pista en sus gestos, pero parecen estar disfrutando la noche, ajenos a mi inquietud.

¿por qué no vino Matt?

de repente, unos tres silenciosos toques en la puerta suenan. Colin alza la cabeza, él y los chicos estaban mirando los juegos de mesa. —hey Mel, ¿te encargas de abrir?

asiento, y los nervios vuelven de golpe. no me lo esperaba, pero al abrir la puerta, veo el rostro de Matthew. la luz mágica vuelve a encenderse, como si la habitación entera se iluminara con su presencia. alza la cabeza y me observa de pies a cabeza, sus ojos deteniéndose un segundo en mi pijama antes de esbozar una sonrisa que hace que mis rodillas casi flaqueen. mi corazón late como loco, y la verdad me golpea con una fuerza abrumadora: estoy perdidamente enamorada de Matthew Sturniolo. las palabras se me atoran en la garganta, las manos me tiemblan un poco, y me siento torpe bajo su mirada.

—bonito pijama.— me dice con su voz suave, y siento el calor subir a mis mejillas. intento mantener la compostura, pero mi mente va a mil por hora.

—gracias... bonito tu pijama.— respondo, y mi voz suena más baja de lo que quería. trato de sonreír, aunque por dentro todo sea un torbellino de emociones. —pensé que no ibas a venir.

—no encontraba un lugar para estacionar.— explica, rascándose la nuca, y aunque su tono es casual, yo me siento como si cada palabra fuera importante. me esfuerzo por no parecer demasiado emocionada, pero creo que mis ojos lo delatan.

—ah, claro. algunos vecinos vinieron a pasar con sus familias, y eso.—respondo, intentando que mi voz no tiemble demasiado, pero sé que es inútil. cada vez que lo miro, siento como si el mundo entero se volviera un poco más brillante. —bienvenido a la pijamada.— digo y le doy paso.

—gracias, Mel.—dice y pasa, pero antes de seguir, se detiene y se para frente a mí. en serio, estaba a punto de darme un ataque. sus ojos celestes miraban fijamente los míos, y sentía como si me estuviera leyendo todos los pensamientos que intentaba esconder. se acerca a mi rostro y no puedo evitar aguantar la respiración. casi me desmayo al sentir sus labios posarse brevemente en mi mejilla, dejando un beso suave que me quema la piel y me deja inmóvil. mi corazón late tan fuerte que estoy segura de que él puede escucharlo. —bonito perfume, hueles a vainilla.— murmura en mi oído antes de separarse, con una sonrisa traviesa que hace que mi mente se nuble aún más. no puedo responderle; las palabras se me pierden, atrapadas en la sensación de su cercanía y el eco de su voz, mientras lo veo alejarse con esa misma sonrisa que hace que todo mi mundo dé vueltas. trato de respirar, pero es como si el aire apenas pudiera llenar mis pulmones, porque en ese instante, lo único que ocupa mi mente es él.

después de esta noche yo no seguiría viva.

se adentró al lugar y saludó a Colin, mientras yo seguía intentando recobrar la compostura. me tomó trece segundos para que pudiera volver al color normal de mi rostro y dejar de sentir mis mejillas calientes. entonces volví como si nada. los cuatro chicos estaban esparcidos en la sala principal de la cafetería, donde mi amigo y yo nos habíamos encargado de hacer espacio para tirar los colchones. a un lado, estaba la televisión sobre una mesa y sobre ella varios discos de películas. a Col le encantaban las colecciones y las guardaba como su mayor tesoro. entre ellas, las películas. también coleccionaba cartas de pokémon que yo no entendía mucho, pero era divertido abrirlas.

—¿empezamos con alguno de los juegos?— ofreció Nick.

el mayor estaba sentado como indio, a su lado Colin husmeando entre las reglas del monopoly. Chris estaba acostado cómodamente sobre su estómago viendo algo en su móvil y Matt simplemente seguía parado viendo a los demás. elegí el colchón libre para sentarme recogiendo mis piernas y recostando mi mentón sobre mis rodillas.

—¿cómo pasaron su cena de navidad?— pregunté en general, llamando la atención de todos.

—horrible.— bromeó Colin, y me encargué de lanzarle una almohada. —¡agresiva!

Matt rió. —bastante bien, Mel. gracias por preguntar.— respondió. —nuestros padres vinieron a nuestro departamento y no juzgaron tanto el desorden que había.

—di lo que escuchaste tú.— se queja Nick. —mamá se pasó quejándose de que solamente teníamos un cesto de ropa sucia y no dos. dijo que probablemente lavábamos ropa blanca con ropa de color.— dijo ofendido. —gracias madre, creo ser lo suficientemente inteligente para lavar bien una simple camisa.

todos reímos ante la queja del mayor.

—¿qué roles tienen en su casa?— pregunté de forma curiosa.

—yo me encargo de que estos dos idiotas tengan ropa interior limpia.

—yo soy uber personal de cada uno.— contesta Matt de forma acusatoria. —y es la última vez que me hacen manejar más de cuarenta minutos por un helado a las once de la noche.— señala a sus dos hermanos.

—hermano, ¡había 2x1!— exclama Chris. —nunca me perdería una promo así de dairy queen.

—¿y tú Chris?— pregunta Col.

se queda pensando en su respuesta, hasta que finalmente dice. —yo soy el hermano más apuesto.— dice modesto y todos reímos, mientras que sus hermanos le lanzan más almohadas. —¡suficiente con la violencia!

—¿quieren jugar al monopoly?

el resto de la noche-madrugada pasó así. empezamos con un juego divertido y simple de monopoly, que se convirtió en un desastre. todos los chicos eran absurdamente competitivos y se encargaban de derrochar su dinero falso en casas y hoteles, para después poder cobrárselo a cualquiera que pisara su propiedad. y fuimos cayendo uno por uno, digo fuimos, porque fui la primera en quedar en bancarrota y perder el juego. el segundo fue Nick, quien muy ofendido decidió abandonar el juego antes que pagarle cinco mil dólares a Chris. luego de eso, Colin y Matt crearon un tipo de alianza contra Chris, quien era el que más dinero tenía. aunque eso no sirvió para nada, porque después de que Col haya tirado los dados y cayesen en el cinco y el tres; cayó en la propiedad más cara de Chris y tuvo que darle todo su dinero.

—¿cómo carajos hiciste para que estos dados estén siempre a tu favor, Chris?— se queja dándole todos sus billetes en conjunto.

el menor simplemente alza los hombros con una mirada satisfactoria. —así somos los ganadores.— simplemente contesta.

—vamos Matt, no dejes que este pesado gane.— se queja Nick, aún ofendido. el mencionado le sacó la lengua de forma infantil, causando que riamos.

—haré lo mejor que pueda.— dijo con un suspiro, mirando sus billetes en mano. —la vida da muchas vueltas, hermano.

justo y como dijo, el juego se dió vuelta. Chris comenzaba a perder dinero y Matt a ganar. después de unos quince minutos de tensión y casi silencio, donde todos estábamos pendientes y mirando con atención a los dados; el juego estaba empatado. los dos hermanos tenían la misma cantidad de dinero y propiedades.

—así que... ¿ahora qué?— todos nos quedamos mirando el tablero sin una respuesta específica.

—uhm... ¿piedra, papel o tijeras al ganador?— ofrece Matt.

Chris se lo pensó, hasta que finalmente alzó los hombros y preparó sus manos. los dos repitieron la misma frase, y entonces ganó Matt con piedras. el menor se quejó audiblemente y se lanzó con dramatismo en el colchón, llorando por su derrota en el piedra, papel o tijeras.

—¿qué hora es?— pregunté.

—son las... oh, wow. las tres y cuarenta de la mañana.— respondió Colin mirando el reloj de su muñeca.

—¿jugamos al monopoly por dos horas?— preguntó sorprendido Nick, y realmente el tiempo se nos pasó volando sin siquiera darnos cuenta.

—increíblemente, sip.— respondí. —¿miramos una película ahora?— pregunté, y todos accedieron.

Colin se levantó y estiró sus brazos, soltando un bostezo en el acto. —¿alguien quiere acompañarme a hacer palomitas?

—yo voy. ustedes escojan la película.— responde. —¡una buena!

antes de que pudiese hablar, Nick ya estaba levantándose y yéndose junto con mi mejor amigo. apreté los labios escondiendo una sonrisa y me encargué de tomar los cd's y ofrecerlos a los invitados. el primero era "el origen de los guardianes", el cual era mi favorita, y se los hice saber a los chicos. luego estaba "el expreso polar", y la clásica de "mi pobre angelito". Chris tomó el segundo eligiéndolo, entonces la decisión quedaba en Matt.

apretó los labios pensando, y terminó por señalar el que yo tenía en manos. sonreí feliz, porque hace tiempo que no veía esa película, y él sonrió de la misma manera. —sólo porque es tu favorita.— sinceró, y el corazón se me achico de ternura.

—¡hey! expreso polar es la mía.— se quejó el otro castaño, tal y como un niño pequeño.

—si si, lo que sea Chris.

en menos de cinco minutos, los tórtolos volvieron con tres bolsas de palomitas de microondas y estábamos comenzando a acomodarnos en los colchones. agradecí cuando Colin me pasó las de mantequilla. antes de que pudieran ponerle play, me excuse pidiendo que me esperen porque necesitaba ir al baño. todos se quejaron audiblemente en broma y me apuraron a que me vaya. me encerré en el baño de la cafetería y solté un largo suspiro. la noche estaba siendo larga, y eso que nos quedaba poco tiempo. pensaba solamente en disfrutar y guardar cada momento en mi memoria. Colin y yo nunca habíamos tenido otros amigos más que nosotros, y me emocionaba la idea del grupo que estábamos formando. les caímos bien, y ellos a nosotros. no necesitaba más. terminé de hacer mis cosas y salí luego de lavarme las manos.

—okey, okey. estoy lista.— volví al centro del lugar. vi que mi lugar estaba siendo ocupado por Chris, quién tenía a Nick a su derecha, y en la esquina Colin. a su izquierda tenía un espacio, y en la otra esquina a Matthew con las narices en su móvil. me quedé quieta por un segundo, hasta que el único que pareció notar mi duda fue Matt, quién alzó la mirada y al verme parada sin saber que hacer; dió dos palmadas en el lugar a su lado ofreciéndome el lugar con una sonrisa tímida. fui hasta el lugar y me acomodé entre los cuerpos de Matt y Chris.

—gracias.— murmuré, y no me había dado cuenta, pero debido a que el colchón no era muy grande, estábamos un poco apretados. entonces, al girar mi rostro para hablarle, estábamos a una muy corta distancia. subí mi mirada hacia sus ojos y estos ya estaban mirándome. mi corazón volvió a bombear rápidamente. —por guardarme el lugar.

—no es nada.— respondió, su voz suave, casi un susurro. podía sentir el calor de su aliento tan cerca, y eso solo hacía que mi corazón latiera aún más rápido. por un segundo, pensé que iba a decir algo más, pero en lugar de eso, sonrió levemente.

sonreí levemente también, una acción que causó que su mirada bajara hacia mis labios, poniéndome nerviosa. me quedé congelada, sintiendo cómo mi pulso martilleaba en mis oídos. no sabía si decir algo o simplemente seguir mirándolo, pero antes de que pudiera decidirlo, él volvió a subir la mirada y asintió levemente. —claro.— respondió.

la manera en que lo dijo, con esa mirada intensa y su voz baja, me hizo sentir como si no solo estuviera hablando de guardarme el lugar. había algo más, una conexión entre ambos que no se había dado antes. sentí cómo nuestras manos se rozaban, aunque fuera accidental, y eso me hizo contener la respiración por un segundo. nos íbamos a seguir mirando con esa intensidad a no ser que de repente las luces se apagaron y el sonido de la película comenzó. ambos nos sobresaltamos un poco, rompiendo la tensión del momento. él sonrió, una sonrisa que parecía guardar un secreto, y se acomodó en el colchón, apartándose apenas lo suficiente para enfocar su atención en la pantalla.

—va a estar buena.— dijo, haciendo referencia a la película, pero yo apenas pude asentir, incapaz de concentrarme en otra cosa que no fuera el eco de esos segundos en los que parecía que el mundo entero solo éramos Matt y yo.





































































MEL ES TAN YO BASTA siento que es mi hijita porque la adapte al 80% de mis mentalidades y actitudes 🫂🫂🫂 nunca le haría daño (o si...)

hace mucho no les pregunto, q les va pareciendo la trama de la historia? a mi me ENCANTA literalmente disfruto un montón escribiéndolos 🥹

como es una fic corta que probablemente llegue a los 25 cap como máximo, tenemos q ir avanzando. así que veremos más interacciones entre Matt y Mel

ALSO, digan un nombre para el shipp
yo pensaba en M&M 😎 le cachan?,,, por los dulces,, bueno lo intenté, decidan ustedes lol

besitos espero leernos pronto,
-SAT3LLITE 💓💓💓💓

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