Cerca de la víspera se noche buena, Chuuya miraba los aparadores del centro comercial dudoso al realizar sus compras navideñas. Quería la gabardina azul porque ese color aún no tenía, pero la otra en color vino también era genial.

Mordía su labio indeciso y chasqueo la lengua.
- ¿Qué debería usar? ¿El azul o el de color vino?- pregunto a su pareja en busca de apoyo. Dazai despegó sus labios del capuccino calientito que había comprado en Starbucks (porque como buen adinerado Chuuya consumía mucho en aquel lugar)  y miro ambas prendas para después pasar la mirada a su pareja, imaginando como se le verían ambas prendas.

- El azul se te vería mejor- respondió con simpleza. Chuuya tomó el traje que había elegido su novio y paso a buscar una camisa de vestir que combinara.

-¿No vas a elegir nada para la fiesta?-

-Me gustaría que tu me ayudaras a elegir, confió en tu sentido de la elegancia. Siempre y cuando no me hagas usar sombreros - respondió el castaño. Antes esta respuesta Chuuya se sintió muy halagado y con gusto comenzó a buscarle ropa a Dazai.  Chuuya sabía que Dazai no era muy quisquilloso con la ropa, lo casual y cómodo le iba bien, mientras se viera un poco formal.
- ¿Tienes aun traje negro?- pregunto Chuuya mirando los sacos de vestir

- Tengo pantalones y camisas  formales, el saco lo queme junto a la gabardina- respondió Dazai con naturalidad. Chuuya asintió para después tomar un saco a cuadros rojos, beige y negros.

Se lo probo por encima a Dazai y sonrió.

- Si, este es- se dijo a si mismo el pelirrojo y fue con la encargada a que lo cobraran.

La mafia organizaba como cada año una cena por nochebuena y esta vez la agencia había sido invitada debido a su alto al fuego temporal por las festividades.
Chuuya debía mostrar una buena imagen para todos los invitados, era un líder ejecutivo y debía lucir como uno.

- Tu solo quieres ir a la fiesta por comer caro- bromeo Chuuya echándole un ojo esta vez a la sección de abrigos, había uno tejido color beige con cuello de tortuga que le encanto para Dazai.
Se lo mostró a su pareja.

- ¿Lo usarías si te lo compró? -

Dazai estudio rápidamente la prenda, la lana de la que estaba hecha era suave, no le causaría picazón y estaría abrigado.

- Mn, de hecho me gusta - respondió Dazai feliz, hacer compras con Chuuya era genial porque su novio siempre terminaba comprándole regalos.
Apreciaba mucho este tipo de muestras de afecto...y su armario también lo apreciaba.

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Al llegar a casa Dazai aprovechaba su altura para decorar las partes altas del árbol de navidad. Chuuya tenia todo el dinero para comprar uno natural, pero prefería no apoyar la tala de arboles y cuidar su pino artificial color blanco.

Era un pinito de 1.40, si, Chuuya se sentía alto pero aun así le costaba trabajo alcanzar las partes altas sin picarse la cara con las ramitas del árbol, así que obligo a Dazai a poner las esferas combinadas en color azul y plata y la serie de luces navideñas.

-Okay Chibi, ya esta listo, solo falta la estrella-

El pelirrojo sonrió cual niño pequeño y dio pequeños brinquitos.

- ¡Yo la quiero poner!- vociferó entusiasmado.

- Pero no vas a alcanzar cariño-

Chuuya lo reflexiono un momento y miro de arriba a abajo a su alto novio.

- Entonces sirve de algo y cargame- Dazai soltó una carcajada y Chuuya emitio un gruñido. - no veo la gracia-

- Lo siento, me pareció tierno que quieras que te cargue- aclaró el castaño tomando a su pareja de la cintura para cargarle y que este colocara finalmente la estrella en la punta del árbol.

-Me gusta, tienes buen gusto decorando árboles- admitió Dazai encendiendo las luces del árbol, Chuuya río ligeramente cargando a Copito entre sus brazos.

Su borreguito claro que había intentando comerse las luces navideñas, por ello tuvieron que comprar de emergencia una especie de corralito pequeño para rodear el árbol e impedir el paso de la mascota.

- Bueno, las luces que compraste son lindas- admitió Chuuya mirando el trabajo terminado, Dazai rodeaba su cintura con su mano, dirigió su mirada al borrego entre sus brazos.

- Copito Nakahara, ni se te ocurra tirar las esferas o dormiras en el baño- le advirtió al esponjoso animalito que al oír la palabra baño temió por su vida.

- Chibi, ¿tienes ganas de hacer galletas? - cuestionó Dazai mostrándole una sonrisa divertida.

- Oh, suena bien. Hagamos galletas para los chicos- respondió y corrió a la cocina a buscar ingredientes para pasar el rato horneando y estrenar los moldes para galletas que compraron en el súper mercado.

Capítulo revisado y corregido.
Como ven este es un capítulo que se público originalmente en fechas de navidad.
Era un poco más corto así que agregue algunas cosas y elimine otras.

Espero sea de su gusto.