Daniel es un chico de 19 años que ha vivido una vida de lujos porque su padre un hombre llamado David es un empresario muy antiguo en una empresa de construcción, su madre llamada Julia era la dueña de una importante joyería y la hermana de Daniel, lucia, es una de las chicas más populares en la escuela de los dos, la cual es una de las mejores escuelas, también tienen varios sirvientes pero también hay un mayordomo llamado Jorge el cual es uno de los más fieles a esta familia pero más al joven Daniel, este último no es la excepción ya que por vivir toda su vida rodeado de lujos, personas que le cumplían lo que él quería lo ha vuelto un poco odioso pero no con su familia sino con las demás personas pero eso estaría a punto de cambiar.

En una tarde como cualquier otra en la escuela privada, a que él y su hermana asistían pasaban cosas de todos los días, hasta que Daniel le hablo a sus amigos que estaban con él durante el recreo:

Daniel: oigan hoy hare una fiesta en mi mansión ¿Quién quiere venir?

Amigo: siiii claro amigo mío.

Otro amigo: obvio que voy ¿y lucia estará ahí?

Los dos lo miraron raro, pero Daniel ya supo a lo que se refería y dijo.

Daniel: amigo mío, no creo que a mi hermana le intereses.

Otro amigo: ooohhh ya verás que la hare cambiar de opinión. (dijo orgulloso)

Los otros dos solo se rieron un poco, sus amigos de Daniel eran del mismo estatus social que el hasta que un amigo vio a alguien pasar por ahí.

Amigo: hey miren quien va ahí.

Apunto hacia una chica que también era alumna ahí pero no era de la misma clase que ellos, entro en esa escuela porque sus padres trabajaron mucho para que entrara ahí, pero al no ser de la misma clase social solo se burlaban de ella. Ella se llama sofí una chica que usaba lentes y el pelo amarrado.

Daniel: ¿y eso que? Deja a esa pobre, tuvo ayuda del cielo ya quisiera ser como nosotros. (dijo arrogante)

Otro amigo: jajajaja sí, seguro antes iba escuelas públicas, se imagina estar en esas.

Los dos solo pusieron cara de asco.

Amigo: no menciones eso, seguro que tampoco tuvo amigos.

Daniel: ni los tendrá, aquí somos de mejor clase social no sé cómo la dejaron entrar. (con cara de indignado)

Amigo: seguro sus padres le suplicaron de rodillas al director jaja.

Otro amigo: si jajajaja.

Lo peor era que sofí escucho lo que dijeron, se acercó un poco a ellos.

Sofi: oigan no hablen así de mis padres. (molesta)

Amigo: Agh vino la pobre. (dijo fastidiado)

Sofi: mis padres trabajaron mucho para que pudiera entrar y se los agradezco mucho, no me gusta que los estén humillando.

Daniel: no solo hablamos de ellos, sino también de ti.

Sofi: sé que no soy de su clase, pero eso no importa.

Daniel: claro como a ti no te importa ser mediocre.

La tipa empezaba a tener ganas de llorar cuando de la nada llego la hermana de Daniel.

Lucia: oye ¿estas molestando a mi hermano?

Daniel: no te preocupes, ya se iba ¿no?... ya vete. (dijo en señal de orden como si fuera otro de sus sirvientes)

La chica muy ofendida y triste se marchó corriendo a un lugar privado para desahogarse.

Lucia: Agh no sé porque sigue aquí. (dijo fastidiada)

Daniel: no te preocupes ya verás que se ira y volverá donde pertenece.

Lucia: jejeje si ¿y ya invitaste gente para la fiesta de esta noche?

Daniel: claro y ellos también irán. (refiriéndose a sus amigos)

Lucia: bueno si tú quieres.

Otro amigo: y sé que también estarás tu. (poniéndose frente a ella)

Lucia: obvio es mi casa. (dijo fastidiada)

Otro amigo: y pensé que cuando lleguemos podríamos reunirnos y pasar un buen rato. (dijo coqueto)

Lucia: no, preferiría que estuvieras con esa chica pobre antes que conmigo.

Otro amigo: aahhh no me insultes así.

Lucia: lo siento nunca pasara (viendo a su hermano) No te olvides de que iremos a comprarme un auto.

Daniel: claro.

Lucia se va y el otro amigo se sienta triste.

Daniel: jajajaja me gusta ver cómo te rechaza.

Amigo: jajaja sí.

Otro amigo: ya verán que me corresponderá un día, ya verán.

Los dos: jajaja si como no.

Termino el recreo y se fueron a clases, luego de las clases todos se fueron a casa, cuando los dos hermanos se fueron a su casa o mejor dicho mansión.

Jorge: buenas tardes jóvenes ¿Cómo estuvo su día?

Daniel: bien Jorge ahora que preguntaste puedes centrarte en hacer tu trabajo ¿ok?

Jorge: si señor.

Lucia: muy bien.

Pasaron al interior y el mayordomo cerró la puerta detrás de ellos.

Jorge: ah su padre está en la sala, volvió hace poco de su trabajo.

Lucia: ¿y mi mama?

Jorge: oh acaba de llamar y dice que volverá pronto que tenía unos asuntos.

Lucia: mmm ok.

Sin decir más se dirigieron a la sala y ahí encontraron a su padre David sentado en el sillón con su maleta en la mesita de centro mientras leía el periódico.

Los dos: hola papa.

David: oh hola hijos ¿Cómo les fue hoy? (volteando a verlos)

Lucia: bien, ya tenemos invitados para la fiesta de esta noche. (dijo feliz)

David: sí que bueno, pero me preguntaba si hicieron nuevos amigos o algo así.

Daniel: jaja ¿para qué? si en esta fiesta habrá mucha gente.

David: chicos... (dejo el periódico a un lado) quiero que ustedes conozcan nueva gente, de otras clases.

Lucia: ¿Qué? ¿para qué?

Daniel: la clase mediocre no merece estar con nosotros.

David: hijo no digas eso. (molesto)

Daniel: ¿Por qué? Es la verdad. (molesto igual)

Entonces se escuchó la puerta principal abrirse y cerrase y la persona que entro era su madre julia.

Julia: hola a todos.... ¿Por qué se ven molestos?

Lucia: hola mama.

Daniel: mi padre quiere que nos juntemos con clases inferiores.

David: quiero que tengan otros amigos, no solo las personas como nosotros.

Julia: tranquilos.

Se acerco a Daniel, lo abrazo y cuando lo soltó le hablo a su esposo.

Julia: escucha si ellos no quieren otros amigos déjalos.

David: siempre estás de su lado ¿no?

Julia: obvio son mis hijos.

David: bien que se queden con gente molesta como esa.

Se fue molesto dejando al resto de su familia ahí en la sala.

Daniel: mi padre es tan terco.

Lucia: sí.

Julia: ya tranquilos hijos... ¿Qué tal si ya vamos a comprar el auto de lucia y de paso nos calmamos?

Los dos: ok.

La madre de los dos siempre los consentía, debe ser la razón por la que ellos son así, bueno dejaron sus cosas de la escuela y se alistaron para ir a comprar el auto antes mencionado, el padre aun molesto por lo que paso antes igual fue.

Cuando llegaron al centro de autos (o como se llame el lugar donde venden autos) entraron al local, era grande con muchos vidrios y muchos autos de muchos modelos y se toparon con el vendedor.

Vendedor: buenas tardes señores ¿en qué les puedo ayudar?

Julia: hola mi niña quiere un auto y quisiéramos escoger uno.

Vendedor: claro aquí tenemos mucho que son muy buenos, vengan.

El señor los guio por bastantes exhibiciones todos los que mostro era muy buenos, pero parece que ninguno la convencía a la tipa.

Lucia: Mmmm ¿no tiene ninguno bueno para mí?

Vendedor: pero señorita estos son los mejores que tenemos.

David: lucia solo escoge uno de los que mostro y ya. (dijo firme)

Lucia: no quieres lo mejor para mí. (molesta)

Daniel: papa has que nos muestre otros, ahora. (dijo exigiendo)

Julia: señor ¿seguro que no hay otros mejores?

Vendedor: señora con todo respeto, no tenemos más.

David: hija escoge uno ¡ya!

Su hija lo miro molesta.

Julia: no le hables así.

David: porque nunca estas de mi lado.

Julia: si lo estoy, es solo que no puedes hablarles así a nuestros hijos.

David: si nunca me dejaste hacerlo.

Julia: porque no se lo merecen.

Daniel: ¿saben qué? Olvídenlo, solo escoge uno ya que aquí son tacaños.

Lucia: Agh está bien... Mmmm.... Mmmm... (pensando) .... Ese.

Señalo a un auto que era... 

Vendedor: está bien, se lo vendo ahora mismo.

Lucia: ya que no tenía otra opción, al menos es bonito.

Julia: si, que bien hija. (sonriendo)

El señor completo el proceso de la venta y pudieron llevarse el carro en ese momento, le dieron las llaves a la hija y antes de irse...

Daniel: más le vale que la próxima tenga mejores autos o si no me encargare que lo despidan. (amenazando)

El vendedor se intimido.

David: ¡Daniel! ¡sube ya, no lo molestes!

Julia: déjalo en paz, tiene un poco de razón.

Daniel: mph gracias mama.

Julia: de nada hijo.

Se subieron al carro, pero el padre seguía con cara de molesto, estuvo así todo el viaje mientras la hija conducía porque si, parece que sabia conducir por eso fueron a comprarle un carro propio durante el camino Daniel se estuvo quejando de que el vendedor de autos hacia "mal su trabajo" y su hermana estuvo de acuerdo, volvieron a casa y guardaron ese carro en el garaje que tenía ya... un montón de carros.

En fin, entraron a su mansión y ahí los recibió Jorge el mayordomo.

Jorge: hola señores, ¿Cómo les fue?

Lucia: fue increíble. (dijo con sarcasmo)

David: no tenían uno que le gustara. (dijo serio)

Daniel: papa entiende que todos era tan... simples.

Julia: mejor suerte para la próxima hijos.

David: como sea, ¿ya está el almuerzo?

Jorge: si señor el cocinero ya termino.

Daniel: ya era hora, tengo hambre.

Todos se dirigieron a la mesa que era muy grande donde cabían ellos e incluso más personas, de pronto muchos sirvientes aparecieron cuando la familia ya estaba sentada en su lugar, los sirvientes les sirvieron a todos un plato de comida, incluyendo una bebida a los adultos vino y a los jóvenes un refresco.

Y todo comenzaron a comer.

Daniel: Agh Jorge.

Jorge: ¿Qué sucede joven? (llegando)

Daniel: este no es el refresco de mi reserva, es uno barato. (lo último lo dijo molesto)

Jorge: joven Daniel, vera es que....

Daniel: no, no, no, no quiero tus escusas, tú sabes que tengo una reserva de refrescos para no estar bebiendo de lo que beben los pobres.

Jorge: lose, señor, es solo que como usted cambio de lugar su reserva y no me dijo entonces tuve que improvisar.

Daniel: pero que incompetente.

David: hijo solo tomate eso y ya. (molesto)

Julia: si él quiere tomar de su reserva es su elección, sabes yo voy por él.

La madre se levantó y fue por otro refresco, pero antes se detuvo.

Julia: ¿y donde esta tu reserva?

Daniel: antes estaba en mi armario, pero luego compre un refrigerador pequeño moderno que esta debajo de mi cama.

Julia: ah ok. (se fue)

Lo que paso después fue que la madre regreso y cuando lo hizo su hijo seguía reclamándole a su mayordomo, al final el engreído ese tuvo lo que quería, incluso se lo sirvió ella en su vaso y ya no fastidió más... por ahora.

Se que ese necesita una lección, pero por suerte eso esta apunto de pasar.

Llego la noche de ese mismo día, todos estaban preparando la casa para la fiesta que dijeron que iba a ver, ordenaron todo hubo que escoger la música, la comida y todo. Daniel seguía en su habitación arreglándose, eligiendo la mejor ropa como hacía en cada fiesta que hacían.

Eligio un buen traje, se peinó y todo y bajo, cuando bajo las escaleras vio que todos ya estaban llegando al verlos cruzar la entrada de la mansión.

Y ahí se encontró con sus amigos.

Daniel: hey ¿Qué tal amigos?

Amigo: bien amigo, no nos perderíamos esta fiesta.

Otro amigo: siiii.

Muchos de los jóvenes que estaban en su escuela de ellos asistieron.

La fiesta siguió como toda fiesta de ricos, bailando a veces, comiendo comida de primera y claro a veces diciendo cosas malas de la gente humilde.

Pero no por mucho porque...

Lucia: hey ¿de quién se llevan ese carro? (señalando afuera que estaban remolcando un auto)

Amigo: ¡hey, ese es mío! (fue corriendo hacia allá)

Daniel: jajaja ¿Por qué no lo aseguras bien, tonto?

Amigo: oye ¿podrías venir conmigo?

Daniel: ¿Por qué? (se le corto la risa y se puso serio)

Amigo: es que es la tercera vez que lo remolcan y si mi padre se entera, me lo quitara, ayúdame a pagar para que no se lo lleven.

Daniel: ¿dices que quieres que te ayude a pagar o mejor dicho sobornar al remolcador? (pregunto con una ceja levantada)

Amigo: pueeess, sí.

Daniel: ¡AGH! está bien, voy (dijo fastidiado) todos vuelan a celebrar. (hablándoles a todos)

Todos continuaron festejando como si nada, mientras Daniel y su amigo van tras el remolcador que se llevaba el auto del amigo mencionado.

Subieron al auto de Daniel porque si tenía uno propio, lo persiguieron hasta llegar al depósito ahí discutieron con el señor y los que trabajaban ahí.

Amigo: ¡no poder hacer esto!

Señor: niño tu carro estaba en una zona de no estacionar, solo hago mi trabajo.

Daniel: tu trabajo mediocre.

Señor: ¿Qué has dicho?

Daniel: oh nada, solo que ustedes buscan cualquier excusa para quitar cosas de los ricos e intentar sentirse como nosotros.

Amigo: siiii.

Señor: chico, no me gusta tu actitud (muy molesto) discúlpate oh si no haremos que sea muy difícil que te lleves el auto.

Daniel: como si me fuera disculpar con pobres como ustedes.

Esa fue la gota que colmó el vaso y el señor pidió que al carro traído le pusieran cadenas en todas partes dejándolo más que inmovilizado.

Señor: ahí están las consecuencias.

Amigo: nooooooo.

Daniel: ¡imbéciles! (molesto)

Señor: algún día aprenderás a ser mejor persona chico y espero que ese día llegue pronto. (serio)

Daniel: nunca.

Señor: como quieras, si quieres recuperarlo trae a tu padre para que lo resolvamos.

Y se fue sin nada más que decir, dejando a los dos amigos ahí.

Amigo: ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué tenías que hablarle así?

Daniel: porque podía ¿ok?

Amigo: y ahora por eso mi carro esta inmovilizado y tengo que llamar a mi padre para sacarlo.

Daniel: oye trate de ayudarte y no sirvió así que tu arréglalo que yo me voy devuelta a la fiesta.

Amigo: hazlo, tratare de negociar algo con ellos.

Daniel: como quieras. (se va del lugar)

Se fue dirigiendo a su carro para volver a la fiesta, pero de la nada nota un extraño brillo viniendo de una puerta de un edificio que estaba al lado suyo. Él no quería ir porque.... Pues porque no quería, pero la curiosidad pudo más queriendo saber de qué era ese brillo que parecía una luz, se podía ver esa extraña luz saliendo de debajo de la puerta.

No había nadie alrededor así que él se acercó poco a poco con curiosidad combinada con miedo. Cuando ya estuvo justo frente a la puerta tomo de la perilla, la giro y.... la abrió.

Cuando lo hizo un gran rayo de luz lo cegó, pero en el instante que recupero la vista vio un extraño paisaje de naturaleza frente a él.

Daniel: ooooook, mejor regreso, no quiero naturaleza...

Pero cuando volteo la puerta ya no estaba y sin que se diera cuanta ya estaba dentro de ese paisaje sin señales de la puerta, estaba atrapado en este extraño mundo, pero se veía como cualquier paisaje.

Daniel: ok, no sé lo que pasa, pero llamare a alguien que venga por mí y volveré a mi perfecta vida.

Saco su teléfono de su bolsillo, pero antes de que pudiera llamar noto que no tenía señal, de hecho, la señal estaba completamente muerta, movió su teléfono a todos lados con la esperanza de encontrar señal, pero no.

Daniel: Agh olvídalo (arrojo su celular lejos) puedo comprar otro cuando vuelva.

Se quedo ahí parado como estúpido esperando a que alguna persona viniera por el pero no se quedaría ahí mucho tiempo porque se aburrió, estuvo ahí por.... 5 minutos y se aburrió así que camino un poco para ver donde estaba.

Daniel: Agh y estos pantalones los acabo de planchar. (dijo para sí mismo molesto)

Hay que recordar que sigue vestido con el traje que se puso para la fiesta. En fin, camino un poco y al llegar a una colina vio un imponente paisaje natural quizás no visto en mucho tiempo.

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