único.
Recordatorio que este fic es secuela de "alma libre" pero no es necesario que lo lean para leer este. Busque que tenga la suficiente independencia el uno del otro.
Feliz cumpleaños Régulus de Leo.
______
Como tal, Regulus nunca le había prestado especial atención a esa fecha casi de forma que perdió el interés, pero no le molestaba realmente. Se había concentrado tanto en todo a su alrededor desde que tenía uso de la razón, que solo recordaba ese día cuando Sísifo se paraba frente a él, ofreciéndole un regalo.
Normalmente ver la constelación de Leo en el cielo era para Regulus un recordatorio de su progenitor, incluso sintiéndose agradecido de compartir constelación, de poder ser su sucesor y llevar la armadura que este alguna vez portó. Pero, celebrarlo rara vez lo había hecho como tal. Viendo el pasado, sonreía entre recuerdos.
Regulus iba de allá para acá por su templo, sonriendo tranquilamente, sé podría decir que, quitando la tarea en lo cual buscaba llevar su concentración, se encontraba bastante relajado. Queriendo sorprender al santo de cáncer para bien. Claramente, luego de estar 3 días pidiéndole ayuda a Asmita y Shion buscando que le saliera bien el intento de regalo, pues su cumpleaños estaba a la vuelta de la esquina, y este año, ya habiendo pasado un par desde que iniciaron su relación, quería darle ese regalo aprovechando que el ambiente a su alrededor le favorecía.
_____
— ¿Enserio no recuerdas la fecha de tu cumpleaños? Le pregunté al viejo, y según él es en 2 semanas. — Habiéndose sentado junto a Regulus en las escaleras de su templo, esas palabras que no tenían ningún peso o molestia de parte de Regulus a Manigoldo le parecían raras. Estaba bien que no lo celebrarán, muchos en el santuario no lo hacían, pero alguien como Regulus, ¿Enserio lo había olvidado?
— Supongo que me deje llevar mucho por ser Saint. — Se encogió de hombros. Manigoldo no parecía tener buena cara con esa respuesta. — No me molesta realmente.
— Perdona. Sí entiendo porqué lo dices, pero no deja de parecerme extraño. Ósea, yo pasé pocos cumpleaños con mis padres pero los recuerdos aún, por eso le pedí a Sage que me dejara celebrarlo por mi cuenta una vez obtuve la armadura.
— Era muy pequeño cuando mi padre fue asesinado, la verdad solo recuerdo algo que solía decir. Que la naturaleza nos bendecía en esas fechas.
— ¿Qué tipo de padre tenías? — Dijo en voz baja. No sabiendo si Regulus lo escucho. — Ahhh. — Suspiro. — Lamentablemente eres un chico desafortunado. Ya entiendo mejor. ¿Aún quieres que salgamos ese día?
— Uhm… — Llevándose las manos detrás de la cabeza, lo pensó por un momento, hasta contestar.
— Estoy bien así. Si aún quieres salir conmigo, estaré feliz de acompañarte.
— Eso sonó a una indirecta, pequeño rey.
— Bueno. Disfruto tu compañía. — Admitió. Manigoldo levantando su mano de forma que resolviera el cabello de Regulus, acariciando sutilmente su rostro.
— Claro. Veré qué puedo hacer para que lo célebres en otra ocasión en este caso. Porque, sé que un dar no es lo tuyo, cómo podría serlo para cualquier otro.
— Hey, no me fue tan mal. Solo no me acostumbro al licor.
— Por eso lo digo. Tengo que ser responsable con un total inexperto. — Irónizo. Regulus no se sintió ofendido, no obstante no evitó que sacará sus colmillos.
— Seré inexperto, pero muestro ser él más maduro entre los 2.
— ¿Así? ¿En qué?
— En toda esta conversación. — Reitero. Ambos rieron tras lo dicho. Manigoldo en serio quería ser capaz de enamorar al santo de Leo. Considerando fuertemente tomarlo de la mano y declarar sus intereses, pero todo buen conquistador sabía no ser impulsivo.
______
— Feliz cumpleaños. — Al día siguiente, Regulus le había pedido a Manigoldo que lo acompañará a su templo, abrazándolo por la espalda una vez lo tuvo frente de su regalo: Un pastel que había hecho. — Siéntate y come, la hice yo.
— Vaya. Como gustes pequeño rey. — Sin rechistar se sentó, aceptando el regalo de Regulus. Disfrutándolo abiertamente apenas me llevo el primer pedazo a la boca. — Quedó maravilloso. He de admitir que no te imaginaba haciendo algo así. Es dulce como tú.
— Me vas a hacer sonrojar. — Ya lo estaba más bien. — Estaba asustado del resultado, rara vez he cocinado algo así. Tengo que decir que pedí ayuda en parte. Dejando eso de lado, ¿Tienes un plan quieres hacer hoy?
— Uhm… En situaciones normales diría que lo de cada año, pero, en esta ocasión no tengo interés realmente.
— ¿Enserio? Me sorprende un poco ¿No estarás enfermo? — Manigoldo rio entre dientes.
— Muy bromista. ¿Eh? Sólo, quedemos solos este dia. ¿Okay? Ya qué. Ahora que lo recuerdo aún no he logrado cumplir mi promesa. — Guiñando el ojo coqueteo. — Ya tenía una idea clara; Ahora con este lindo detalle de tu parte tengo que esforzarme un poco más.
— Ah… Gracias. Pero, ya te había dicho que la verdad no me molesta, aunque agradezco que quieras hacerlo.
— Eres mi novio pequeño rey, claro que quisiera ofrecerte ese gusto. Una sola vez aunque sea. — Declaró. Bando una última probada al prostre que leo preparó. Parándose de la silla, inclinándo su rostro de forma que lo besara. — Hasta entonces… — Sonriendo de medio lado tarareó, besando la mejilla del castaño antes de volverse a sentar.
_____
Era difícil pensar que podría ofrecerle que sea lo suficientemente "nuevo" o "memorable" anteriores veces nada cambiada a la rutina que solían tener, solo que Manigoldo buscada acompañarlo un poco más que de constumbre ese día. No culpaba a su pequeño rey, como había dicho, era bastante normal en muchos Saint perder esa constumbre un "cumpleaños" no era muy habitual dentro del Santuario.
Regulus era un hombre seguro de si, algo despiestado de forma que pudiera parecer infantil, pero eso era solo la parte superficial. No era solo muy inocente, tampoco era solo un talentoso. Era una persona que en su sonrisa tan jovial tenía varios lados, el dulce, orgulloso, seguro, enérgico, alegre, inexperto y rencoroso, Regulus de Leo.
— Feliz cumpleaños. Mi pequeño rey. — A primera hora, Manigoldo lo había despertado con un claro plan en mente. Algo que llevada considerando desde hace unos meses. Pero para eso, tendrían que estar fuera del santuario.
Con el pasar de los minutos en viaje, Manigoldo notaba a Regulus embelecido por sus alrededores. Poco a poco, empezando a notar una pizca de familiaridad en todo.
— Hay bastantes almas atrasadas aquí, historias que le cuentan a los árboles al no poder cruzar al yomotsu. — Extendiendo su mano, las hizo visibles, envolviéndose en su palma como si estelas azules fueran. Dejándose guiar a un mejor descanso. — ¿Reconoces el lugar? — Lentamente Regulus asintio. — Tu tío me contó algo interesante, y pensé que como primera parada era perfecto.
— ¿Primera parada? ¿Ya me vas a decir tu sorpresa?
— Solo pensé, ¿Qué tipo de regalo le puedo ofrecer a mi pequeño rey como una celebración de cumpleaños? Salir no es lo tuyo, algo material no bastaría, y caí en cuenta que conocer sería más indicado. Tengo varios planes para este día, como casi no has visto fuera del santuario, mínimamente te puedo mostrar los alrededores de este. ¿Te parece bien?
— Claro. — Sonriendo Enternecido, tomo la mano del Santo de cáncer, abrazando a su portador. — Gracias.
— De nada. — Primero beso su sien, para luego besar sus labios.
Frente a la tumba del llamado héroe, Manigoldo fue capaz de invocar por unos momentos la figura de padre de Regulus. No estaba seguro de que tanto podría estar consciente, pero confiando en lo que Sisifo le había dicho. Regulus tenía sentimientos mixtos, entre ellos; calma al verlo, gratitud y el hecho de sentirse complacido con su yo actual.
Antes de voltearse e ir con Manigoldo. Cómo dijo, lo llevo a varios lugares que el conocía lejos del Santuario, y una vez volvieron a este, una caja de música esperaba por Régulus.
_______
Una de las razones del porque amo este Ship y creo que Manigoldo es perfecto para Regulus es justamente está. No creo que Regulus sea el ser puro e inocente, el "bebé" que muchos dicen, solo está medio pendejo pues no conoce casi nada fuera del santuario, y el tema de Ilias no ayuda mucho. Manigoldo por el contrario encaja más en un alma libre, un cabron tierno al final de cuentas, por lo que, fácilmente él le varía esa guía y experiencia que le falta. De manera muy resumida.
También por eso los nombres de ambos fics.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro