Pov Sky

Ultima hora de clases, nos toca entrar en especialidad, una de mis materias favoritas, pues soy algo así como una de los mejores hackers de la organización.

— ¿Otro más? — preguntó Moni mirando el café descafeinado en mi mano izquierda.

— ¿Ups? — dije mientras bebía otro sorbo — ¿otro más? — pregunté mirando el vaso de té en su mano izquierda, ya se había tomado uno en la segunda hora de clases.

— ¿Ups? — repitió lo que dije y ambas soltamos una risa, ella es adicta al té, tanto como yo al café.

Nos terminamos nuestras bebidas entre risas ya que el profesor aún no llegaba, al parecer el profesor que nos daba clase ya se jubiló, era mi maestro favorito, entonces el director nos dijo que llegará un maestro nuevo.

— ¿Cómo crees que sea el nuevo profesor? — preguntó mi mejor amiga dejando atrás el tema de los unicornios.

No pregunten...

— No sé, y no me interesa — dije indiferente.

Entonces como si lo hubieran invocado llega el nuevo maestro.

— No me jodas, es todo un adonis — dijo Monique y yo casi me desmayo en ese momento.

Era alto, cabello negro y brillante, ojos profundos y negros, corpulento y aunque no parezca el traje que carga le marca muchos músculos que se ven bastante definidos.

— Hay mejores — dije disimulando lo impactada que estoy de tremendo dios.

— Para mí que tienes un novio secreto y no me lo has dicho — dijo y el profesor nos observó a todos antes de ponerse a hablar.

— Buen día estudiantes, mi nombre es Erick Hamilton, tengo 23 y seré su nuevo maestro de especialidad — dijo y escuche los suspiros de todas mis compañeras.

Okey es un adonis, sí, pero DISIMULEN POR DIOS.

— Quiero que se presenten por orden de lista — dijo y maldije por lo bajo.

Era la última ya que la lista esta nombre y apellido, no al contrario.

— Alexander Blair — dijo el hermano de mi mejor amiga.

— Alice Smith.

— Anthony Johnson.

— Charlie Duncan — amigo de mi hermano.

— Devon Steven.

— James Morgan.

Siguieron presentándose hasta que llego mi mejor amiga y seguí yo.

— Monique Blair.

— S.M — fue lo único que dije y el profesor me miró fijamente por unos segundos que parecieron minutos, me dedico una sonrisa y volvió a mirar al resto.

Me suena su cara, ¿alguna misión? ¿algún evento? ¿alguna mafia? no tengo idea, pero me suena de algún lado.

La hora de clase terminó bastante rápido, pues el maestro Hamilton se pasó la hora hablando de su manera de trabajar y más cosas a las que no le puse mucha atención. ¿Lo más raro? Es que a lo que cruzaba mirada conmigo me sonreía, al igual que Devon.

En este momento Moni me acompañaba a casa, pues ya eran las 15:00 del día. Llegamos entre risas a mi casa y subimos a mi habitación.

— Tu tío te matara si no llegas a tiempo al trabajo hoy ­— me dijo mientras reía, ella piensa que mi tío es dueño de la biblioteca en la que se supone que trabajo, es decir...sí es mi jefe pero no en ese empleo.

— Sobreviviré — dije mientras dejaba las horrorosas gafas en la mesita de noche y me dirigía al baño a tomar una ducha.

Al estar lista salí del baño con una toalla en mi cabeza y en ropa interior, no me preocupaba el hecho de que Monique me vea, es mi mejor amiga y me ha visto así varias veces al igual que yo a ella.

— Aún no entiendo cómo es que usas ropa tan asquerosa — dijo ella mientras corría al baño, seguramente ya no se aguantaba las ganas de hacer alguna de sus necesidades biológicas.

— ¡Me gusta la ropa holgada! — mentí mientras me ponía una blusa color pastel que decía "HELLO DARLING" en la parte delantera, un pantalón negro de látex y mis converses negros.

Guarde mi navaja en mi zapato, mi pistola entre mi pantalón y mi piel y en mi bolso llevaba el resto, agarre las llaves de mi coche y mi celular.

— Casi me hacía pis — dijo Moni al salir del baño.

— Lo note cuando saliste corriendo al baño — dije y solté una risita.

— No es mi culpa que tenga una vejiga poco resistente — dijo y se encogió de hombros.

Negué con la cabeza y salimos de la habitación, bajamos las escaleras entre charlas y risas, no cambiaría a mi mejor amiga por nada del mundo.

Salimos de mi casa y subimos a mi bebé, un Ferrari negro con tecnología que aún no sale y más cosas geniales, este bebé es mi vida, al igual que mis otros cuatro bebés.

— Aún no puedo creer que con el dinero y los coches que tienes vayas al instituto con ropa fea y caminando — dijo entrando en la parte delantera del coche.

— Ya hemos hablado de eso, te lo he explicado más de mil veces — dije mientras arrancaba a toda velocidad, amo acelerar.

— Y yo te preguntaré más de mil veces hasta entender — dijo frunciendo el ceño.

— Que molesta eres — dije mientras pasaba un semáforo en rojo.

— Tu eres una amargada pero yo no te lo ando diciendo porque es grosero — dijo y sonreí, es una idiota.

— Más rápido hermana, necesito llegar a casa rápido al igual que tú al trabajo — dijo y acelere más ha pedido suyo.

Mi mejor amiga puede ser odiosa, pero mi mejor amiga es mi mejor amiga, y no la cambiaría por nada jamás.

Pov Monique

— Gracias querida— le dije a mi mejor amiga antes de salir de su fantástico coche.

— De nada bebé, ahora sí — hizo un ademán con su mano y me lanzó un beso — hasta cuando te vea — dijo burlona y reí, pues a veces no se ni dónde está porque anda en el trabajo.

La observé irse y entre por la gran puerta que daba a mi casa, o mejor dicho mansión. Es lindo tener una mansión como casa, pero a la vez es algo incómodo y solitario ya que literalmente es como una casa de juguetes solo con una muñeca, ¿se entiende?

— Quien te trajo? — escuché la voz de mi único hermano.

— Nadie hermanito — dije mientras iba a la cocina por algo de comer, ahora que lo recuerdo Sky no comió, esta estúpida quiere morir de hambre.

— Claro, entonces ¿nadie llego en ese hermoso Ferrari y nadie se fue en el mismo, obviamente después de que te bajaras? — ironizó

— Que irónico, deberías recibir un Oscar — dije mientras busque en llamadas rápidas a mi mejor amiga.

Primer tono...

— No piensas responder? — me pregunto Alex

Segundo tono...

Tercer tono....

Inicio de la llamada:
— ¿Ahora qué? — preguntó ella a lo que reí, odia usar su celular en el trabajo.

— No has comido, debes comer algo idiota — dije buscando en el microondas mi almuerzo.

— ¡Oh! ¡No lo puedo creer! — dijo con tono asombrado notablemente fingido, adoro a esta chica — mi nutricionista tiene mi número ¡evacuar! ¡evacuar! — exclamó y solté una carcajada.

— Solo come algo o te desmayarás — dije — y suerte en el trabajo.

— Comeré luego y trabajo es trabajo, ya sabes.

— No realmente no sé, adiós — dije y colgué.
Fin de la Llamada

Me senté a la mesa y empecé a comer, ojo, todo ante la mirada hermosa de mi hermanito.

— ¿Qué quieres Alex? — le pregunté después de digerir mis fideos.

— ¿No piensas responderme?

— ¿Qué cosa?

— ¡Oh! no lo sé — hizo un gesto como si estuviera pensando — Mhmm talvez quien te vino a dejar, o con quien hablabas hace unos minutos, obviamente solo si quieres decirme eh.-dijo sarcástico.

Él y Sky se entenderían tan bien...

— Hermanito — dije mientras me levantaba y golpeaba su hombro amigablemente — Trabajo es trabajo — dije y me encogí de hombros.

— ¿Y eso qué demonios significa?

Lo ignoré olímpicamente y seguí comiendo, decir muchas veces trabajo en un día es muy cansado.

No repetiré por el resto de mi día esa palabra.

Espero lo disfruten bastante y no se olviden de dejar su voto y comentario, seria de mucha ayuda.

Sin mas...

Besos...
Xerac.