Pov Sky

— Dime que fui la primera en llegar, porque pase muchos semáforos en rojo — dije apenas entré a la oficina de mi tío.

— Lamento decirte que eres la última querida prima — dijo Fernando, el hijo de mi tío Francisco.

Si, mis tíos son cortos de imaginación.

— Bueno, con tal que llegué — dije y me senté en el sillón donde estaban cinco agentes, contando a Fernando — dime que tenemos trabajo, porque me siento inútil al solo pasar del instituto a mi casa y viceversa.

Los presentaré, La rubia alta es Elizabeth Dender, la de cabello marrón que le sigue es Mariana Esposito, el rubio se llama Michael Torner, el pelirrojo es Rick Wood y de último y castaño es Fernando Morgan, mi primito.

— Tiene suerte agente Morgan, tengo una misión para los seis — dijo mirándonos a cada uno — Esta noche tendrán que infiltrarse en uno de los clubes más caros de la ciudad, necesito que vayan informales, pero chicas, a ustedes las necesito provocativas....

— Eso quiere decir que ¿vamos a necesitar ir con algo que deje a la vista casi nuestra alma o solo vamos a necesitar parecer prostitutas? — pregunta Elizabeth.

— Agente, el termino que usé fue el indicado, pero sí, necesito que se vean como.... Ehh ­

— Prostitutas — dijimos las tres al ver que no podía decir el término.

— Si eso — dijo serio tratando de ocultar la vergüenza — como decía, las necesito provocativas, su misión es atrapar a Miller Guinnes, es un asesino que ama a las... — lo vi tratando de buscar una palabra adecuada.

— Putas — dijo Fer a mismo tiempo que yo, mi primo me miró y reímos.

— Bueno si, las ama y es dueño de aquel club, el traje está en su reloj como ya lo saben, una camioneta de la agencia pasara a recogerlos, menos a los agentes Morgan, ustedes deben llegar aparte, como pareja, Wood y Dender serán los encargados de que los dejen pasar, en la camioneta estará lo necesario para que puedan entrar al sistema y desactiva las alarmas que sean necesarias, Esposito y Torner, ustedes también entraran como pareja, los datos que faltan se los daré al anochecer, ahora necesito que vayan a descansar para que no se me duerman, ah y cada reloj tiene la alarma una hora antes de la acción para que se arreglen, así que chicas, dejen listas sus cosas antes de dormir — dijo burlón y las tres lo miramos mal — ¡era un aviso! ¡solo decía! — exclamó defendiéndose mientras soltaba risitas — ahora pueden retirarse agentes — culminó y todos salieron menos Fer y yo.

— Papá, necesito que me devuelvas mis tarjetas de crédito, estoy necesitado de dinero — dijo haciendo morrito a mi tío.

Pasa que mi tío le quito sus tarjetas de crédito por tener relaciones sexuales con una chica en medio de una misión, sí, mi primo es así de estúpido.

— Yo digo que le aplaces una semana más por tratar de persuadirte a que le des las tarjetas— dije tratando de parecer seria, Fer me miro mal y simplemente solté una risita.

— Creo que Sky tiene razón, una semana más por querer pasarte de inteligente conmigo — dijo y le apunto la puerta, no sin antes darle dinero en efectivo.

— Te odio — me dijo guardando el dinero en su billetera justo después de salir de la oficina.

— Me amas primito — dije mientras soltaba una carcajada.

— Llévame a tu casa, tengo un sueño, pero primero necesito ir a comer, tengo un hambre mundial — dijo tocando su estómago.

— ¿Me viste cara chofer? — pregunte con cara de póker.

— Te compro comida — me dijo y lo jale de la mano hacia la salida de la agencia — sabía que eso funcionaría — dijo y bufe.

Sí, con comida siempre me puede chantajear.

(...)

— ¡Estoy repleta! — exclamé mirando la basura de las hamburguesas completas de doble carne que nos comimos.

— También yo — dijo mirando su estómago — estamos gordos — dijo y reímos a carcajadas puesto que un beneficio de nuestro trabajo es que tenemos que andar en constante movimiento y no engordamos, aunque creo que también ayuda la genética.

Y la buena digestión, definitivamente.

— Vamos a casa, debo dormir — dije agarrando las llaves de mi coche.

— Yo también, vamos chofer — dijo mientras caminábamos a la salida.

En eso me llego un mensaje de Monique.

Hermana:
Queridaaaaa vamos a un club esta noche con Paul, la novia y Axel?
5:50 pm

Yo:
No puedo, tengo que trabajar horas extra, será la próxima bebé.
5:51 pm

Hermana:
¿Desde cuándo ser bibliotecaria es tan aburrido? Más de lo normal claro.
5:52 pm

Yo:
Desde que trabajo aquí, debo atender, nos vemos mañana. Te amooooooo.
5:53 pm

Hermana:
Nos vemos mañana, te amo :(
5:54 pm

Decidí no contestar y empezar mi camino a casa junto a mi primo.

(...)

— Te juro que apenas toque la almohada me quedare dormido — dijo mientas salía del coche directamente a, supongo yo, mi habitación.

Apague el auto y salí con mis cosas, fui a la sala y toque la pared.

Toc, TocToc, Toc, Toc

Puse todo en su lugar y estuve a punto de salir, pero me gire y observe detenidamente la pared de mis armas... Me faltaba un calibre 28.

— ¡JAMES MORGAN! — grité y salí corriendo, no sin antes cerrar la pared.

Subí corriendo como una loca las escaleras, abrí de golpe la puerta de su habitación y me le tiré encima, cabe decir que estaba plácidamente dormido.

— ¿Qué pasa? — preguntó adormilado — ¿Sky? Mierda. ¿No sabes que hay público? — preguntó y mire a mi alrededor, en el piso estaban durmiendo Alexander Blair, Anthony Johnson y Charlie Duncan.

La-Puta-Madre.

— Mira hijo de... fruta, se puede saber ¡¿Dónde carajos esta mi calibre 28?! — le pregunté histérica en susurros.

— ¿Tu qué? — preguntó.

— ¡No te hagas el confundido, maldita sea! — grite sin querer y vi moverse a Charlie, pero no se levantó, tiene el sueño pesado — te lo preguntare una jodida vez más... — le dije respirando profundamente — ¿Dónde-Esta-Mi-Calibre-28? — pregunte resaltando cada palabra.

— No-lo-sé — dijo de igual manera.

— Si no fuiste tú ¿sabes acaso lo que significa? — pregunte totalmente alarmada y me miro con cara de "no y déjame dormir"

— No Sky, no, eres jodidamente odiosa, peor que un grano en el culo, una puta espina en las bo...

— Si alguien entró a mi gimnasio, significa que alguien nos está vigilando James, que alguien sabe cada movimiento nuestro y que podríamos estar en peligro — dije interrumpiéndole y este palideció, pero luego me miró mal.

— No jodas Sky, lárgate de mi habitación — dijo y lo mire con preocupación.

— Tal vez parece que te odio por ser un estúpido, pero eres mi hermano y soy capaz de matar y hasta recibir una bala por ti... — dije y me dirigí a la puerta de su habitación — esta noche trabajare, dormiré y no quiero que me levantes.

Fueron esas mis últimas palabras antes de cerrar se un portazo y dirigirme a mi habitación, ahí se encontraba Fer durmiendo como un bebe. Sonreí de lado y me acosté junto a él quitándome los zapatos, rápidamente caí en brazos de Morfeo.

(...)

BEEEP-BEEEP-BEEEP

¡Maldita alarma!

— ¡Apaga eso! — gruñó adormilado Fer a mi lado, justo a lo que se dio la vuelta sonó su reloj.

— ¡No puede ser! — me quejé — me levanto solo porque amo demasiado mi trabajo — dije y me fui al baño a tomar una ducha, pero antes me fijé en la camisa que estaba en el suelo, mi primo en algún momento se quitó la camisa, el adefesio mal hecho anda en guatas en mi cuarto.

Me bañe lo más rápido que pude, me cepille los dientes y me puse mis bragas, me puse una toalla en el cabello y una alrededor de mi cuerpo ya que andaba sin brasier debido a que lo que me pondré no debo usarlo.

Salí y mi primo entró a bañarse, me coloque un enterizo que era una mezcla de azul, gris y negro, muy corto, me llegaba hasta más arriba de la mitad de los muslos, tenía una abertura que empezaba en la boca del estómago y conforme iba subiendo se abría más, tenía una tira del color del enterizo en el cuello que lo hacía ver atrevido pero no tanto, me coloque unas botas largas color negro que me llega más arriba de la rodilla y es un poco abierto en los dedos, y me coloque una pulsera fina en mi muñeca derecha, estaba lista. En eso salió Fernando del baño.

Estaba vestido con una camisa manga larga blanca con las manos arremangadas y con los 3 primeros botones desabrochados, un pantalón café claro, con un cinturón café y unos zapatos blancos.

— Vas muy descubierta, que asco — dijo mi primo viéndome de arriba a abajo y fingiendo arcadas.

— Tu padre me dijo que me vista como mujer de vida fácil, y eso es lo que hago — dije terminando de cepillarme el cabello.

— ¿Vamos? — pregunto.

— Vamos.

Salimos de la habitación con nuestros celulares en la mano, eran las 11:55 pm, al parecer nos quería en ese club a media noche.

— James, iré a una urgencia del trabajo, cierra ventanas y puerta, llegare tarde, cuídate — dije todo mirando hacia la puerta y al finalizar salí sin esperar palabra a cambio.

Solo espero que solo sea un presentimiento fallido y James no esté en peligro.

¡Nuevo capítulo!

No olviden apoyarme con un voto y comentar si les gusta la historia, de paso les agradezco por seguir leyendo.

Besos...
Xerac.