Ese mismo año falleció su madre un golpe muy duro, pero gracias a que ella, ya podía caminar pudo ir hasta la ciudad de Tijuana donde vivía y se pudo despedir de ella, la enfermedad seguía su curso, a los cinco años de que la operaron las rodillas, empezó a tener problemas con la cadera derecha ya no podía caminar y necesito otra operación en 1999 le pusieron prótesis de la cadera, otra vez volvió a renacer esta operación ya no fue tan traumática como la anterior,  volvió a tener vida otra vez.

En 1998 su hija le regalo un curso de desarrollo humano, , no sabía de qué se trataba nada más fue porque era un regalo y por curiosidad, el curso duraba dos años eran seis módulos cada uno duraba dos meses.

El primer módulo se llamó optimismo, ¡Que era eso? El ponente se presentó y empezó la clase diciendo.

- En el mundo hay dos clases de optimistas: el optimismo verdadero y el optimista falso, el verdadero está contento consigo mismo y el falso es el que ríe por fuera pero por dentro lo está royendo el coraje y la frustración.

Se hicieron varas terapias con juegos y reflexiones y resulto que Rosa era una optimista falsa, que horror, aunque al principio le dio coraje tuvo que reconocer que en realidad era cierto, reía por fuera pero por dentro todavía le quedaba algo de coraje muy dentro de su ser por causa de su enfermedad, pero con la terapia paso de optimista falsa a optimista verdadera, jajaja.

El siguiente módulo fue comunicación, otro misterio.

- ¿Acaso nos van a dar clases para locución?

Pero no, no se trataba de recibir clases de Locución el ponente era una mujer, se presentó y empezó diciendo

- Las personas no  sabemos comunicarnos entre nosotros, vivimos llenos de resentimientos y  orgullo que no nos deja comunicarnos con los demás; todas las personas que sufren enfermedades crónicas es porque tienen resentimientos en su alma.

Mencionó varias enfermedades, cáncer, diabetes, artrosis, artritis, cuando Rosa escucho eso le entró un coraje, y se preguntó

- ¿Cómo de que yo tengo artritis porque tengo resentimiento? Como se atreve está mujer que yo estoy enferma por tener resentimiento, yo no guardo resentimientos 

Ella le dijo a la mujer.

- Yo comprendo que los adultos estemos enfermos por resentimiento como usted dice, pero que me dice de los niños ¿ellos también guardan resentimientos?

La mujer no se inmuto  dijo

-No claro que no los niños no guardan resentimientos, pero hay que ver que paso cuando su madre estaba embarazada que traumas sufrió mientras esperaba a su bebé, recuerden que el feto escucha todo lo que está pasando a su alrededor.

La ponente dejo de tarea

-Señoras, señores, busquen en su interior que resentimientos guardan en su corazón, si es posible hablen con la persona,  aclarar la situación, cuántas personas aquí presentes están enojadas con alguien, pero como no hablan con la persona que supuestamente los ofendió, nunca se aclara nada, hay veces que las personas aludidas ni siquiera se dan cuenta de que los ofendieron.

Cuántas personas pierden a un ser querido y viven cargando al muerto en sus espaldas porque nunca aclararon nada;  si ustedes son los que ofendieron tienen que disculparse con la persona que dañaron  pídanle perdón si ustedes lo hacen van a vivir más felices.

Rosa salió muy enojada, no lo podía creer como de que ella era la culpable de estar enferma

-¿qué le pasa a esta mujer?

 Salió con ganas de no volver, en el transcurso de la semana, recordó que, cuando era niña escuchó a su madre platicar con una amiga.

Las palabras de su madre fueron las siguientes.

-Cuando  estaba panzona de Rosa mi marido me dijo que si era otra niña me iba a dejar, que yo nada más sabía tener puras viejas, (Rosa ya tenía dos hermanas mayores), yo me pase todos los nueve meses con mucho miedo, cuando empecé con los dolores él fue por doña Nati la partera.  mi marido estaba a un lado de la cama estaba borracho  me decía.

- Ya te dije hija de la chingada si tienes otra vieja te mando mucho a la chingada, yo tenía mucho miedo porque dentro de mí  sabía que era otra niña, cuando nació, mi marido le preguntó a la partera.

- ¿Qué fue?

- Otra niña.

-La amiga pregunto

- ¿Y si te dejo?

 Su madre contestó

-Claro que me dejo, se largó  ya no lo vi hasta que cumplí la cuarentena.

Rosa desde que escuchó a su madre contar esa historia sintió mucho coraje hacia su padre,  sintió que no la quería, pensó

- Posiblemente la mujer tiene  algo de razón.

 Habló con su padre, como recomendó  la mujer, su padre, ya ni recordaba ese incidente, le dijo

- Estuvo mal lo que hice, en ese tiempo era muy joven, le pedí perdón a tu madre, volvimos a vivir tranquilos, ahora te pido perdón a ti por el daño que inconscientemente te cause.

Se dieron un abrazo,  quedó cerrado ese ciclo de su vida, no se curó de su cuerpo pero si se curó de su alma, desde el día que habló con su padre, ya no hablaba de él con resentimiento ni coraje.

El tercer módulo fue de autoestima, fue dirigido a las personas que tenían la autoestima muy baja, tan baja que no se sentían dignas de tener lo que tenía,  vio que muchas personas sufren de baja estima, no siempre es culpa de los padres, o las parejas, afortunadamente ella no sufría de ese mal.

Cuarto módulo, actitud, ahora de que se hablara;  ese fue un módulo interesante se trató de la actitud que las personas toman antes las circunstancias de la vida, el ponente preguntó

- ¿Cuál es la actitud que van a tomar si su hijo les dice que es gay o lesbiana según sea el caso? o si sufren una  la violación y sale embarazada.- ¿Se quedará con el niño o lo abortará? O si le avisan que un ser querido muere en un accidente, o si un hijo les dice que se va a vivir lejos al extranjero.

A Rosa le ayudo mucho ese módulo porque se le vinieron tres eventos de la vida que si no hubiera sido por ese curso no hubiera sabido que actitud hubiera tomado.

El quinto módulo fue del manejo del estrés

- ¿Qué era eso?

Ese módulo  enseña cómo manejar el estrés, la enseñaron como manejar las emociones de la vida a no quedarse con el dolor ni el coraje, las personas necesitan saber cómo lidiar con   los tropiezos que vas teniendo a través de la vida.

Había un matrimonio que asistía al seminario ellos despertaban la envidia de las mujeres y hombres que asistían al seminario,siempre se dirigían uno al otro como, mi vida,  mi amor, amorcito, pura miel, se hicieron varios ejercicios para sacar algunas emociones que los presentes guardaban y así fue como el matrimonio modelo se desmoronó, se empezaron hacer recriminaciones uno al otro y allí frente a todo el grupo se dijeron hasta de lo que se iban a  morir.