Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

17

Julio se había puesto a pensar los últimos días.

La noche del cumpleaños de Tom, Dominik le había apartado para interrogarle sobre una situación que venía ignorando desde hace un tiempo.

—¿Realmente te gusta Tom? —Le había preguntado el muchacho frunciendo el ceño—. O solo estas jugueteando con él.

Julio le había dicho que se metiera sus preguntas por donde mejor le cupieran, después de todo, él no era nadie para preguntarle aquellas cosas.

Dominik no le había insistido mucho en el asunto, pero había visto en su sabihonda mirada que estaba seguro de haber causado un conflicto en él. Julio no le dio el gusto en ese momento, pero ahora estaba pensando muy detenidamente al respecto.

¿Acaso le gustaba Tom?

Evidentemente no le disgustaba, de hecho, le caía muy bien, era divertido molestarlo y no le pondría ascos si tuviese la oportunidad de llevárselo a la cama.

Sus pensamientos se detuvieron en ese instante... Lo más probable era que Tom si le gustase.

Por lo general él no era una persona que se complicase mucho en la vida, pero aquel era un pensamiento que llegaba a hacerle sentir ofuscado.

Julio miró por la ventana, tenía mucho tiempo sin salir a despejar la cabeza, hacía frío, tenía ganas de bailar y quería tomarse una cerveza, así que se levantó de la cama, le avisó a su madre que saldría de la casa y se marchó.

Eran las once de la noche, a esa hora toda la zona del centro estaba vacía a excepción de los antros y ahí es donde Julio se fue a meter. Había una calle con muchos locales, pero él se decidió por el que tenía restricción de entrada, donde sabía que podría pasar un buen rato, él ni siquiera pensó que fueran a rechazarle, se saltó la fila, saludó al guardia y se metió.

La música era tremenda, sonrió nada más escucharla, se dirigió a la barra, se tomó un trago y fue a bailar; otra cosa que no le preocupaba en absoluto era entrar solo a la pista de baile.

Mientras bailaba, a quince minutos de haber llegado, sintió unas manos tirar de su camisa, era una morena muy guapa, con el pelo largo y un mini vestido negro que se le entallaba al cuerpo. Ella le jaló al centro de la pista y comenzó a bailar con él.

Julio sonrió siguiéndole la corriente, ella era sexy y sabía moverse, para él aquella era una buena combinación en una noche divertida, sin embargo, se sintió un poco invadido cuando ella se le colgó del cuello besándolo profundamente. A Julio no le molestaba, pero no era su estilo de conquista, estuvo a punto de empujarla cuando sintió otro tirón en el cuello de la camisa.

Acaba de ser robado por otra chica, esta vez una rubia muy mona, con el cabello cortísimo y de ojos claros, ella le gustó cien veces más que la morena, traía puesto un vestido entallado, corto, de mangas largas y cuello amplio, no era exactamente de su tipo habitual, no solía frecuentar a las rubias, pero estaba teniendo muchos cambios en sus gustos últimamente.

Sonriendo se giró hacia la morena encogiéndose de hombros, la chica le miró ofendida y se dio media vuelta, desapareciendo entre la multitud.

Mientras bailaba con la rubia se dio cuenta de que un tipo los miraba desde la barra; Julio nunca fue un cobarde así que le saludó con la cabeza mientras notaba que la chica comenzaba a moverse con nerviosismo.

Ahí había una historia.

—¿Ese es tu novio? —Le preguntó al oído, tomándola de la cintura para quedar a su altura. La chica se puso aún más nerviosa.

—Es mi ex novio —contestó levantando su voz por encima del ruido de la música.

—¡Pareces preocupada! —agregó para después jalarla entre la gente y perderse de la vista del tipo.

—¡No lo estoy! —respondió dejándose llevar—. ¡Es un buen tipo! —comentó haciendo una mueca, era obvio que la chica trataba de apartar a su ex de una mala impresión. Julio solamente se rio.

—¡Deberías bailar con él! —comentó al darse cuenta de que ella volteaba constantemente hacia donde estaba el muchacho y como arrugó la nariz cuando él sacó a bailar a otra chica.

Ella se giró hacia él.

—Me llamo Diana—comentó cambiando de tema.

—Me llamo Julio—respondió tratando de no reírse del asunto.

Y media hora después salió de la pista dejando a la chica sola. La verdad, a él le gustaba bailar, ella parecía buena en ello, pero trataba de besarlo con demasiada frecuencia; un tiempo atrás habría pasado un buen rato toqueteándola mientras veía rabiar al novio, pero ese día no estaba de ánimos.

Un poco decepcionado salió del antro. Afuera estaba oscuro, no había luz pública pero la luna dejaba una muy buena visión del camino; no era tan tarde así que podía ver gente besándose, riendo o borrachos orinando a lo largo de la calle.

Con un suspiro se dejó caer en la banqueta, sacando unos cigarrillos que compró dentro y le pidió fuego a unos tipos que fumaban por ahí cerca. Luego miró a la luna mientras pensaba en el olor de tabaco que se le iba a quedar pegado.

Era una luna muy bonita, pálida y brillante. Julio resopló pensando que pronto sería hora de irse, la noche no estaba yendo como lo esperaba.

Miró su teléfono como una costumbre mientras mataba los últimos minutos antes de marcharse y sonrió encontrando una actualización en Instagram. Dominik seguía despierto.


Julio lanzó el cigarro al suelo, pisándolo y se dirigió al auto, estaba a punto de marcharse cuando se encontró con la chica rubia llorando a unos metros de distancia mientras su ex la abrazaba con cariño; al menos a alguien le habían salido bien las cosas esa noche.

Él era melancólico por naturaleza, ocurrente y espontaneo la mayor parte del tiempo, pero lleno de vacíos en el interior, no podría llorar como esa chica o abrazar con tanto cariño como aquel muchacho. Era extraño para él querer tanto a alguien.

Por supuesto, Julio amaba a sus padres, pero sus padres eran la excepción y no la regla.

Suspiró llegando a la camioneta y encendiéndola, la radio comenzó a tocar con un estúpido programa sin gracia, así que la apagó y puso música. Era un cd con la BSO de "Harry Potter y la piedra filosofal", Julio soltó una carcajada, él odiaba Harry Potter.


Esto es todo por hoy ¡Gracias por el apoyo!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro