Capitulo 5:Por qué cuando a una mujer decide cambiar su vida lo hace.
Matthew.
Mónica había aceptado mi invitación. Salí a una cena formal con ella, había traído un vestido corto de color azul muy lindo.
Todo estaba bien, hasta pasamos un tiempo en casa para que Scarlet conociera a Mónica. A mi parecer le cayó muy bien, espero que la noticia de que tal vez tenga una nueva mama también le agrade.
-Buenas noches Matthew.
-¿Estás segura de que no quieres que te lleve?
-Estaré bien. Adiós Scarlet.
-Adiós Mónica.-Cerré la puerta y tome a mi pequeña en brazos.
-Ya es hora de dormir princesa.
-Papi, ¿Ella es tu novia?
-Todavía no, pero es posible.
-A mi mami no le gustará eso.
-Amor creo que debes saber algo.-Dije mientras subíamos hasta su recámara.
-¿Es sobre mi mami?
-Si.-La acosté en su cama y me senté junto a ella-Tu mami ya no va a volver.- solo se limitó a poner su carita enojada.
-Claro que sí, mi mami va a volver.
-No cariño, tu mami ya no va a volver.-A mi pequeña sus ojos se le llenaron de lágrimas.
-¿Por qué dices eso? Ya no quieres a mi mami.-Vi como sus lágrimas resbalaban por sus mejillas, la acerque a mí para abrazarla pero ella me aparto.- ¡No! Tú ya no quieres a mi mami, ni a mí, por eso vas a salir con esa señora.
-No es eso, princesa yo siempre voy a querer a tu mamá.-Me partía el corazón ver a mi hija llorar prefería una tortura que ver a mi pequeña llorar.-Pero, lo que quiero que entiendas es que tu mami ya no volverá por qué ella.-Agache la mirada-Mi amor ella ya está en el cielo.-mi hija me miraba sin decir absolutamente nada solo caían sus lágrimas.-Scarlet dime algo.
-¿Por qué mi mami está en el cielo?
-Porque Dios necesitaba un angelito.
-¿No la puede regresar? -La inocencia de los niños y de su creencia de que todo es posible, ojalá fueran así las cosas.
-No mi niña.-La acurruque en mis brazos.-Tu mamá ya no va a regresar y ya no la verás más.
Esa noche me quede a lado de mi princesa ya que me necesitaba.
Con 7 años y tener ya una idea de lo que es la muerte, cuando cierras tus ojos y jamás los vuelves a abrir.
-Papi ¿Tú también te vas a morir? -Preguntó mi hija jugando con sus manos.
-No mi princesa, ahora tú me necesitas y no te dejaré sola.
-¿Yo me voy a morir?
-No, jamás digas eso, si te llegara a perder no lo soportaría.-La abrace más fuerte.
-Papi, me asfixias.-Me dijo y la solté un poco.
-Lo siento.-Sonrió.
-Te quiero mucho papi.-Deposite un beso en su frente.
-Yo te quiero más princesa.-Ella depósito un beso en mi mejilla y se acurrucó en mis brazos para quedarse dormida.
Danila
De nuevo al hospital para que me dijeran lo mismo de siempre.
-Buenos días señora Robinson.-Ese era el apellido de Jake.
-Buenos días.-Me senté frente a él.
-Estamos aquí para su chequeo mensual.
-Sobre eso, quisiera cancelar mis chequeos ya que se me hacen una pérdida de tiempo.
-Pero es para su bienestar.
-Siempre me dicen lo mismo. En mi último chequeo me dijeron que mi inflamación ya había bajado así que no le veo el caso.
-Bueno si esa es tu decisión la respetaré y le informaré a su esposo que ya no vendrás más a consulta.
-No es necesario, él ahora está en casa y tomamos la decisión juntos.-Mentí.-Además quería saber si podría viajar ya que hay un hospital en Inglaterra que podría ayudarme con mi caso.
-Sí, estás lista para viajar. Solo sigue tomando las pastillas para el dolor de cabeza.
-Esta buen.-acomode mi bolsa que llevaba y me dirigí a la salida.-Adiós doctor.
Yo solo esperaba que no le dijera nada a Jake, pero aun así el pensaría que estoy en Inglaterra esa sería mi ventaja.
Comencé a guardar la ropa de Yareld en una mochila para dejarlo en casa de Kate le diría una pequeña mentira sobre qué debo quedarme en el hospital unos días y le dejaría las llaves de la casa; mis maletas ya estaban en mi auto, mi vuelo saldría a las 11 de la noche.
-Hola Danila-Beso mi mejilla.
-Te traigo a Yareld, te lo encargo mucho.
-No te preocupes ¿Jake sabe de esto?
-Sí, hace rato lo llame.-Le sonreí falsamente, me agaché a la altura de mi hijo.-Nos vemos después mi pequeño, te portas bien y obedeces a Kate en todo.
-Si mami.-Deposite un beso en su frente.
-Nos veremos después.-Me pare y mire a Kate.-Cuídalo bien.
-Lo haré no te preocupes.-Sonrío.
Camine hasta mi auto, subí y maneje directo al aeropuerto. Al estacionarme me coloqué un saco café que casi me cubría todo prácticamente y unos lentes oscuros no quería que nadie me notara; por si Jake había contratado a alguien para seguirme baje mis dos maletas y la mochila, entre al aeropuerto, pase por revisión y tuve que pagar por llevar peso extra.
-Pasajeros del vuelo 346 con destino a San Diego favor de abordar por la puerta 6.-Avisaba la voz que se escuchaba por todo el aeropuerto.
Entregue mi boleto y me permitieron la entrada. Llegue a mi asiento y suspire ya que por suerte me había tocado sola, no quería tener a nadie a mi lado.
Comencé a ponerme nerviosa, el hecho de volver a viajar lo provocaba; solo espero que el avión no caiga otra vez.
Porque cuando a una mujer decide cambiar su vida lo hace.
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