Matthew.

Todo transcurría normal, como todos los días la misma vieja rutina, llegar a mi trabajo, juntas, papeleo, reuniones ¿Qué más podría hacer el dueño? Lo único que todavía me animaba era mi pequeña Scarlet, su madre había decidido ese nombre era lo único que me quedaba de la mujer que tanto amaba, perderla fue lo más difícil que he vivido.

De nuevo tomaba el camino a casa la cual había compartido con ellas y que aún mantenía sus recuerdos, debía cumplir el horario que me había establecido para llegar y llevar a Scarlet a dormir, tenía una niñera las 24 horas del día, ella ya era una señora mayor que consideraba a mi hija como su nieta.

Llegue a la casa solo quería ver a mi pequeña.

-Papi.-Corrió hacia mí y la tome en brazos, mi pequeña de 7 años.

-Princesa.-Bese su mejilla.- ¿Ya cenaste?

-Sí, mi nana me dio de cenar.

-Buenas noches señor Wilde.

-Buenas noches Rosalí.

-¿Va a cenar?

-No, hoy no. Ya puedes retirarte, yo llevaré a Scarlet a dormir.

-Bien señor buenas noches, que descanse.

-Igual tu Rosalí.

Subí las escaleras hasta la habitación de mi pequeña, la cual llevaba en brazos, una vez que la acosté en su cama deposite un beso en su frente.

-Descansa mi princesa.-Le sonreí.

-Papi.

-Mande amor.

-¿Dónde está mi mami?

¿Por qué los niños siempre hacen ese tipo de preguntas? Todavía no hallaba la manera de decirle a mi pequeña que su madre ya no iba a regresar jamás. No soy bueno para dar noticias así, no sé cómo explicárselo a mi nenita de 7 añitos todavía ella es muy pequeña para saber sobre estas cosas.

-Ella está en un lugar muy hermoso.

-¿Por qué no me llama?

-Donde esta no hay teléfono, corazón.

-¿Ya me dejo de querer mi mama?

-No, mi amor ella jamás podría dejarte de amar.-Acaricie su mejilla a lo que ella sonrió.

-¿Te quedaras conmigo hasta que me duerma?

-Claro amor.-Me acosté a su lado abrazándola, ella es mi tesoro más preciado.

No tenía ninguna relación, no me interesaba para nada. A pesar del tiempo que haya pasado no me sentía listo para empezar una relación aún estaba perdidamente enamorado de la mujer que ahora ya no está en este mundo.

(...)

Danila.

Sentía que la cabeza me iba a explotar. Logre acomodar los papeles en su lugar sin dejar rastro al igual que las llaves y las cosas de Jake; solo quería hablar con él, de verdad necesitaba saber si podría seguir mintiéndome.

Aunque no sabía cuándo llegaría a casa ya que él jamás me decía sobre su regreso, a pesar de llamar todos los días exactamente a las 3:30 de la tarde sin falta para saber si todo estaba bien.

Me encontraba bajando las escaleras ya no aguantaba este horrible dolor, sentí como mis lágrimas caían no sabía si era por lo que me acababa de enterar o por el fuerte dolor, cuando ya estaba en el primer piso, escuche la puerta abrirse divisé la figura de mi marido.

-Jake.-Fue lo último que logre decir antes de que mi vista se nublara y caer al suelo de ahí no recordaba nada más.

Desperté con un poco de dificultad aún me dolía la cabeza pero no tanto como antes, me senté sobre la cama en la cual no me di cuenta cómo había llegado hasta esta.

-Despertaste.-Su voz me hizo sobresaltar.-Yareld ya está en la escuela.-traía el desayuno en una bandeja la cual dejo junto a mí.

-Gracias.-Fue lo único que dije.

-No tomaste la pastilla.

-Sí, pero tal vez eso fue lo que hizo que me desmayara.-Mentí.-Creí que no regresarías pronto, ya que nunca me avisas cuando llegas.

-Sabes que siempre volveré.

-Jake quería hablar contigo sobre mi accidente.-solté sin pensar.

-¿Qué más quieres saber? -Preguntó serio.-Te lo he dicho todo.

-Si pero aun no entiendo porque no logro recordar nada si estuve en coma tan poco tiempo.

-También depende del accidente y la verdad el tuyo estuvo muy fuerte. Es un milagro que estés aquí hoy.

-Jake, yo quiero salir.

-¿Hablas de que vayamos algún lugar juntos?

-No, me refiero a yo sola. No se tal vez viajar a otros lugares, como antes.

-Olvidaste que fue por tus viajes que tuviste aquel accidente.

-Si pero solo fue eso, un accidente, que tal vez no se repita.

-Pero tal vez sí. Danila, lo siento pero prefiero tenerte aquí sin salir que arriesgarme a perderte de nuevo.

-Odio estar encerrada.

-No hay otra opción.

-Jake, por favor solo quiero... no se visitar ciudades. Si quieres venir conmigo está bien para mí, solo que no me gusta quedarme aquí todo el tiempo.

-Sabes que no puedo ir contigo, mi trabajo me exige salir de la ciudad.

-Quiero ir contigo.

-No Danila, tenemos a Yareld el necesita de ti por eso debes quedarte.

-Yareld también necesita de ti, necesita tanto a su padre como a su madre juntos.

-No vamos a discutir por mi empleo.

-Me estoy cansando de siempre estar encerrada, sin nada que hacer más que ver las horas pasar.

-Ya te he dicho que esto no está a discusión Danila.

-¿Por qué siempre tú debes tomar las decisiones? Nunca tomas en cuenta mi opinión.

-Se lo que es mejor para ti y tu seguridad es primero, entiende Danila. Jamás vas a salir de aquí, jamás.

No podía estar retenida aquí para siempre, no entiendo cómo pude casarme con alguien como Jake ciertamente éramos muy diferentes esta no es la vida que quiero, necesitaba hacer algo pero definitivamente aquí no me quería quedar.

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Gracias por leer. ❤️