Había conseguido un apartamento pequeño tampoco esperaba uno de lujo, así que era perfecto para mí.

-Bien señorita Danila le entregó las llaves de su apartamento.

-Gracias, y no se preocupe seré puntual con la renta.

-Que tenga linda noche.

Mañana tenía mi día libre así que lo aprovecharía para mudarme y acomodar todo. Lo bueno de esto es que estaba amueblada eso me quitaba un gran peso de encima.

Decidí prender la televisión que se encontraba en la sala, veía un programa cuando la interrumpieron por una noticia.

"Si alguna persona ha visto a la señora Danila Robinson favor avisarnos mediante los teléfonos que aparecen en pantalla, se le dará una gran recompensa a quien nos de informes de su paradero."

Mi foto estaba en el televisor, ahora sería más fácil que me localizará ¿Por qué no me deja en paz? Algo quiere de mí y ni siquiera sé que es, no quiero volver, no quiero.

(...)

Caminaba a mi trabajo y como todos los días entraba puntual. Siempre hacia lo mismo, no conocía muy bien a todos por qué la verdad no me interesaba, me gustaba estar más solitaria y que nadie supiera de mi vida por qué la gente es capaz de cualquier cosa por dinero y yo prácticamente era una mina de oro y no, no exagero.

-Danila

-¿Qué sucede? -Pregunté sin despegar la vista del computador.

-El señor Shay quiere verte.

-Voy enseguida.

Deje la computadora y camine hacia la oficina del señor Shay, era extraño que me llamara.

-¿Quería verme señor?

-Si entra.-Me miró serio esto era extraño, me senté frente a él.-Así que ¿No recuerdas nada de tu vida pasada?

-No.

-¿Estás completamente segura?

Tenía unos ojos muy hermosos, ya lo había notado pero ahora que los tengo en frente puedo apreciarlos mejor ¿Qué le habrá pasado a su esposa? No creo que lo haya dejado yo no dejaría a un hombre así, ¿Pero qué digo?

-¿Me estás escuchando?

-Sí, pero como se lo repito señor Shay no recuerdo nada.

-¿Estás segura Ana?

-Sí, estoy segura.

-¿No te sorprende que te llame por tu otro nombre?

-No, de seguro lo vio en mi currículum.

-¿Por qué tu foto aparece en las noticias y periódicos?

Sabía que me arriesgaba a esto solo esperaba que no quisiera delatarme, pero se ve que él también tiene dinero así que no sé para qué quiere más.

-¿Cómo sabes que soy yo?

-Te investigue.-Abrí mis ojos como platos-Encontré fotos, también supe lo de la estética, tú cambio de imagen y sobre tu esposo.-dijo apretando los dientes.

Sentí miedo, miedo de que me delate, miedo de estar con Jake, miedo de volver a esa vida de mierda que tenía.

-Por favor.-Sentí mi voz quebrarse.-Por favor no le diga que estoy aquí.-mis lágrimas comenzaron a salir.-Él no es mi esposo, nunca en mi vida lo había visto o al menos que yo sepa.-se acercó a mí.

-Tranquila.-Limpio mis lágrimas.- ¿Enserio no recuerdas nada?

-No señor Shay.

-Dime Matt.-Por primera vez estaba siendo amable.

-Le juro que yo no tenía idea de quién era el, me mintió dijo que yo era su esposa y muchas más mentiras.

-Dime que recuerdas algo, no se algún indicio de tu vida pasada.

-No recuerdo nada.-Me limpie las lágrimas.

Pensó por un momento, pensé que mi pérdida de memoria había quedado clara de que no recuerdo nada y jamás hablaríamos de eso.

-Yo te recuerdo.

-¿Qué?

-Yo te recuerdo Danila.

-Usted miente.

-No claro que no, yo te conozco Danila más de lo que crees.-Me pare de la silla.-No te asustes.

-Está loco.

-No mira, tú vivías aquí conmigo, con tu hermana.

-¿Hermana? No usted me está mintiendo.

-Acompáñame, ven conmigo te llevaré a mi casa y...

-¡No!-Grite.-Usted está loco.

Salí corriendo de ahí, ¿Qué demonios le pasa? No le creo nada, él puede ser como Jake y me niego a eso, no volveré a estar encerrada nunca más.

Salí a toda prisa del edificio, hasta que me sujetaron de mi brazo provocando que este me doliera un poco.

-Aquí estás.

-Tu.-Abrí mis ojos como platos tenía miedo mucho miedo.

-Me sorprende tu cambio amor pero aun así sigues hermosa.

-¡Suéltame! ¡Déjame en paz!

-No querida me costó mucho encontrarte y ahora menos que nunca te dejaré ir.

-¡Déjame en paz maldito loco!

-No me levantes la voz, he invertido mucho en ti como para dejarte ahora.

-¡Vete a la mierda Jake! -Fue tan rápido cuando sentí aquella bofetada que me había dado, se había atrevido a golpearme, definitivamente debía alejarme de este loco.