Matthew.

-¿Puedo pasar señor Shay?

-Claro, siéntate.-Hizo lo que le pedí.-Me informaron que usted tiene un problema.

-Así es.

-Tú dices que no recuerdas nada, pero si sabes sobre la administración ¿Cómo es posible eso?

-Verá señor Shay yo sufrí un accidente. El avión en el que iba se estrelló además de que estuve en coma durante cuatro años y ocasionó mi pérdida de memoria.

-¿Hace cuánto?

-Cuatro años.

-Usted sobrevivió a un accidente de avión.

-Sí, fue como de milagro o eso dicen ya que solo 3 sobrevivimos de ese accidente.

-¿Cómo es que recuerda sus estudios de administración?

-Tome unos cursos que la verdad me ayudaron y mi mente recordó eso, pero no lo más importante. No sé qué fue de mi vida pasada pero enserio quiero trabajar aquí.

-Más tarde pediré tu currículum a Hans.

-¿Tengo el trabajo?

-Sí pero te pediré que trabajes en mi oficina. Quiero saber si de verdad eres sobresaliente con lo que haces.

-Está bien señor, ¿Puedo retirarme?

-Claro, mañana te quiero aquí temprano.

-Está bien.

Sin más salió de mi oficina, esta chica me dice que sobrevivió a un accidente así. Es difícil de creer pero bueno la suerte les toca a cada quien.

(...)

-Señor ¿Cuánto tiempo me supervisará?

-¿Te incomoda que te vigile? -Pregunté serio.

-No, no para nada. Solo era una duda.-contestó nerviosa.

-Tranquila estaba jugando.-Sonreí.-Será temporal, no habíamos contratado a alguien con pérdida de memoria y sin recomendaciones.-Asintió.

- ¿Es su hija? -Preguntó después de unos minutos de silencio.

-Si.-Tenía una foto de mi pequeña en mi escritorio.

-Es muy linda y muy amable.

-¿Cómo lo sabes?

-Una vez caminando por ahí llegue a una escuela, ella se me acercó y me saludo.

-¿Tú hablaste con mi hija?

-Si hace unos meses pero fue breve, en cuanto la vieron conmigo se la llevaron.

-¿Cómo recuerdas eso?

-Mi pérdida de memoria va antes del accidente, pero sí recuerdo las cosas que me pasan actualmente.

-¿Qué hablo con mi pequeña?

-Me dijo que su mamá estaba en el cielo.-Abrí mis ojos.- ¿De qué murió su esposa?

-No me gusta hablar de mi vida privada.

-Lo siento, no debí preguntarle.

-No, te pido que no me hables a no ser que sea del trabajo

-Si señor.-Agacho la mirada.

No dijo nada más en lo absoluto, era serio en cuanto al tema de la mamá de mi pequeña y no cualquiera sabía sobre eso.

-Necesito que revises estos papeles, son nuevos negocios que estoy haciendo y no quiero que nada salga mal.-Le pase los papeles y ella los tomo.

-Bien señor.-Pobre creo que fui muy duro.

-Lamento haberte regañado, solo quiero que entiendas que las cosas que van con mi vida privada no me gusta hablar.

-Bien señor, no volveré a preguntar sobre eso.

-No quiero que tengas una imagen errónea de mí.

-No se preocupe señor Shay.-Sonrío, ella tiene una linda sonrisa.

(...)

Danila.

Han pasado unos meses desde que el señor Shay ya decidió dejarme de vigilar ya que lo convencí de que sabía cómo hacer mi trabajo.

-Danila.

-¿Necesitas algo Isabel?

-No, el solo quería ver si querías salir a cenar o a tomar algo en la tarde.

-No gracias estoy bien.

-No deberías ser tan reservada.

-Isabel, necesito terminar unos papeles así que por favor retírate.

-Bien, pero si un día quieres salir, sabes dónde estoy.-Me guiñó un ojo, al irse.

No tengo tiempo para socializar saliendo de aquí voy a buscar un departamento, no puedo seguir viviendo en un hotel es obvio.

Al terminar mi turno salí del edificio, no tenía bolsa ni la necesitaba solo llevaba las llaves del cuarto donde me alojó. Caminaba hacia la puerta cuando note la presencia de la persona que menos deseaba ver.

-Señor no puede pasar.-Le decía el guardia.

-Quiero entrar necesito preguntar algunas cosas a la recepcionista y al dueño.

-Le repito no puede entrar.

-Soy Jake Robinson y exijo que me deje entrar.

El miedo se apoderó de mí, camine lo más lejos posible esperando un taxi. De vez en cuando volteaba y miraba que Jake seguía discutiendo con aquel tipo, me estaba desesperando, sentí una mano en mi hombro y me volteé bruscamente.

-Disculpe señorita ¿Usted trabaja aquí? -Las palabras se me fueron, tenía miedo este hombre se había hecho pasar por mi esposo y no sabía de lo que era capaz.- ¿Señorita? ¿Se encuentra bien?

-Sí, y tengo prisa.-Me comencé a alejar de él.

-Espere.-Me tomo del brazo.-Necesito hacerle unas preguntas.

-Tengo prisa Okey.-Me solté de su agarre y camine más a prisa no quería estar cerca de él, no estaba dispuesta a volver a la vida de mierda que tenía.