Después del almuerzo en la cafetería tuve que ir a la clase de teatro, nos pasamos toda la tarde con la instructora ensayando una obra que había que presentar el lunes.

Cuando terminó ya era hora de la salida por lo que me tenía que ir ya a casa, fui en busca de mi amiga para irnos juntas pero ella por problemas personales tuvo que irse temprano.

Me dirijo a las afueras de la escuela para emprender mi viaje hasta mi casa, está no quedaba tan lejos ya que vivíamos en un pueblo considerablemente pequeño y se podía llegar a pie.

Cloud es muy hermoso. Existe un bosque que lo rodea, pero solamente están autorizadas a entrar en él las personas con licencia para cazar o guardabosques, ya que varias especies de animales lo habitan.

Dicen, -porque nunca he entrado- que en su interior hay un estanque realmente hermoso. Los primeros habitantes del pueblo lo llamaron el "espejo del alma" por sus aguas cristalinas que reflejan todo a su alrededor, como un auténtico espejo.

En el pueblo hay una pequeña clínica en la cual trabaja mi madre como enfermera. También hay varios negocios familiares entre ellos se encuentran una cafetería y un restaurante los cuales pertenecen a la familia García. Al frente, se encuentra una peluquería que es propiedad de los Miller -la familia de Ava-, y el pequeño pero acogedor cine, el cual es de la familia más misteriosa de este pueblo, su apellido es lo único que se ha podido saber ya que nadie ha habitado esa gran y misteriosa casa hace años, ellos son los White. Ya terminando este paseo turístico se encuentra mi colegio.

«Las personas de este pueblo son agradables, cuando llegamos aquí nos recibieron amablemente y nos ofrecieron todo lo que tenían , en ese momento pude saber que los que tienen poco te dan más, y los que tienen mucho a veces no te ofrecen nada. Pues este pueblo es pequeño y no tiene muchos recursos pero te ofrece todo lo que tiene. Así que sin más preámbulos bienvenidos al misterioso pueblo de Cloud».
...
Cuando llego a la casa saco mis llaves de la mochila y abro la puerta. Un aroma delicioso golpea mi nariz, este viene desde la cocina. Mi casa no es tan grande pero es muy acogedora. Cuando llego al lugar de donde provenía ese excelente aroma encuentro a mi hermosa madre tarareando una canción mientras prepara la cena que por cierto se ve deliciosa y no es por presumir pero ella es una excelente cocinera. Ella está en sus 48 años pero se ve más joven, su pelo castaño con algunos asomes de canas le llega a los hombros, tiene puesto un vestido floreado de verano que le hace relucir muy bien su cuerpo.

Me le acerco en puntillas y le doy un fuerte abrazo por detrás, mi madre es mi ejemplo a seguir y estoy muy orgullosa de ella por no rendirse nunca y siempre buscar la manera de salir adelante.

Ella me devuelve el abrazo y me da un gran beso en la frente.

―Mi niña ya llegaste que bueno, como te fue en el colegio. ―Esos ojos color café cansados y ya con algunas arrugas me miran con la mayor dulzura que existe.

―Bien mami y a ti como te fue en la clínica. ―Me separo de ella y me dirijo a la mesa, dejo mi mochila en una de las sillas y me siento un rato a descansar las piernas de la caminata.

―Todo bien hija, ve a bañarte para que hagas tus tareas y bajes a cenar.

―Ok mi generala a sus órdenes ―contesto con una gran sonrisa y le doy un beso.

Mi hogar es de dos pisos y arriba queda mi habitación junto a la de mi madre. Me adentro a la oscuridad de mi desordenado cuarto. Enciendo la luz y dejo mi mochila en mi mesa de estudiar, mi cuarto está pintado de azul cielo ese color es mi favorito y además le da más vida a la habitación.

Busco en el armario que ponerme y me decido por un short azul claro holgado que me llega un poco más arriba de las rodillas, lo voy a combinar con una blusa de tirantes del mismo color, un atuendo necesario para el calor que está haciendo en este pueblo.
...
Después de darme una ducha y alisar mi pelo me dedico a observar mi rostro en el reflejo del espejo, mi pelo color miel y rojizo en las puntas está recogido en una coleta alta, mis ojos de un color café claro nunca vistos están un poco apagados por el cansancio de la semana, mi nariz es perfilada y en ella se pueden encontrar algunas pecas ya que mi piel es muy blanca y sensible, mis labios son gruesos y siempre están un poco rosados.

Cuando termino de ver mi rostro me acerco a la mesa de estudio y saco todos mis cuadernos y mi boli para ponerme a realizar las tareas pendientes.
...
Media hora después ya había terminado el camión de tareas que me habían dejado los profes << en serio eran bastantes >>. Cuando termino de organizar todo en mi mochila para el lunes me acuerdo que tengo que preguntarle a mamá si me da permiso para ir a el cine mañana. Salgo de mi habitación, bajo los escalones y me acerco a la cocina y ayudo a mi madre a colocar la cena, ella preparó un rico pollo asado con un delicioso congrí y papas fritas ¡Estoy babeando que delicia! Cuando todo está en su lugar nos sentamos ya para disfrutar de esta deliciosa comida que mi estómago pide con ansias.

―Mamá tengo que preguntarte algo. ―Me mira algo preocupa y asiente para que le diga―. Pues un amigo nos invitó a Ava y a mí al cine mañana por la tarde. ¿Me darías permiso para ir?

―Hija sabes muy bien que me preocupo mucho cuando sales de casa y además no conozco a ese tal amigo tuyo.

―Mamá por favor solo van a ser dos horas y además Ava va conmigo ya te dije ―le digo suplicando porque me deje.

―Bueno hija está bien pero solamente dos horas ok.

―Muchas gracias mamita. ―Le doy un gran beso en la mejilla

―Ya dale termina de comer antes de que se enfríe.

Después de cenar la ayudé a lavar los platos y luego me despedí para irme ya a la habitación a ver pelis un rato ya que mañana era sábado me podía dormir un poco más tarde. Me adentro a mi habitación y tomo el control del televisor para poner la película.

Me decidí por poner " A dos metros de ti " ya la he visto como tres veces pero es que me gusta mucho y todas esa veces que la veo igual lloro.

Ya a mitad de la película mi celular empieza a sonar, rápido me levanto de la cama para ver quien me está llamando a esta hora. Tuve que parpadear varias veces para adaptarme al brillo de este y de inmediato contesté pero no me dio tiempo de ver quien era.

― ¿Hola?

―Hola lissa ―responde mi amiga.

―Hey Ava que pasa.

―Nada importante tranquila, solamente quería preguntar que te dijo la señora Addison sobre la salida de mañana, espero que no se te haya olvidado ―me dice esto último un poco preocupada.

―Tranquila no me tienes que matar no se me olvidó, o bueno una parte si porque todavía no le he dado una respuesta a Thiago.

― ¿Y qué te dijo tu madre?

―Si me dejó ya mañana nos ponemos de acuerdo para ir ok.

―Está bien dale. ¿Puedo ir a tu casa para alistarnos junta?

―Ok como quieras besos que descanses hasta mañana ―respondo ya para pararla porque cuando ella se conecta no hay quien la calle.

―Muy bien lissa bye. ―Al decir esto colgó sin darme tiempo de responder.

Me dirijo a la mesa de estudio un poco perezosa y busco en mi mochila el libro donde anoté el número de Thiago. Me decido por enviarle un mensaje por si acaso ya está dormido no despertarlo y además me da un poco de nervios llamarlo.

Yo: Hola Thiago es Alissa disculpa la hora, te escribo para decirte que mi madre me dio permiso para la salida de mañana nos vemos.

Le envió el mensaje y a los tres minutos mi celular vibra por un mensaje de él.

Thiago: Que bueno me alegro mucho entonces nos encontramos en el cine a las 5, que descanses hasta mañana.

Yo: Ok allí estaremos, igual que tengas dulces sueños.

Thiago: Igual cafecito ;).

¿Cafecito? ¿Es en serio?

Ya no le respondo más porque no sé qué decir. Me pueden llamar loca si quieren pero algo en mí se removió en respuesta a la mención de ese apodo. No me gustan mucho, pero no sé qué me pasa con este y no puedo negar que me gusta que me llame así.

¡Ayy por favor ya llamen al manicomio ésta loca ya se quemó por completo!

¿¡Tú te podrías callar!?

Ok ya cierro el pico.

Disculpen a mi conciencia metiche ya podemos seguir.

Pongo mi celular a cargar ya que tiene poca batería y me acuesto nuevamente en mi acogedora cama. La película ya estaba casi al acabarse, ya después de cinco minutos cuando llegó a su fin apagué todo y me fui en un largo viaje a los brazos de Morfeo.
...
Siento un sonido a lo lejos pero no quiero abrir los ojos porque sé que ese va a ser el final de mi sueño y no quiero despertar. El ruido no para y me obliga a abrir mis pesados parpados, después de pestañear varias veces para acostumbrarme a la iluminación del día me doy cuenta que es mi celular el que está sonando. Con pasos perezosos me levanto de la cama y me dirijo hasta la mesita de estudio donde se está cargando. Cuando lo tomo entre mis manos veo que es una llamada de Ava, rápidamente contesto.

―Hola bella durmiente ya te bajaste de los brazos de Morfeo ―comenta muy alegre y me imagino que debe tener una gran sonrisa en su rostro.

―Pues ahora mismo puedo parecerme más a Shrek que a Aurora ―digo con una gran mueca de molestia en mi cara.

―Entonces yo vengo siendo el burrito que siempre te acompaña y te saca de tus cabales―dice y nos empezamos a reír las dos juntas.

―Si pero también aquel burro que nunca me abandona en las malas y siempre está conmigo aunque a veces no me comporto muy bien por mi poca paciencia... ―comento nostálgicamente acordándome de todo lo que ella me ha ayudado a pasar, ya que cuando mi padre nos abandonó y nos mudamos mi madre y yo a este pueblo fue la primera persona que se acercó y me ayudó a superar lo que había pasado―. Joder me estoy poniendo cursi, me estás pegando tus cursilerías. ―Me limpio una lagrima que sin darme cuenta rodaba por mi mejilla, y nos empezamos a reír por lo último dicho.

―Me as echo llorar de la alegría lissa te quiero mucho mi ogrita ―me dice muy conmovida y alegre.

―Pues bueno ya ve al grano que no quiero llorar, porque me llamas y me despertaste de los brazos del guapo de Morfeo.

―Disculpa por despertarte pero es que pensé que ya te habías levantado por la hora que es, y bueno te llamo para preguntarte si puedo ir desde ahora a tu casa porque estoy sola en la mía y así nos hacemos compañía juntas. ¿Sí?

―Está bien dale te espero.

Diez minutos después.

Ya me había arreglado, esta mañana me puse un vestido ligero verde claro que me llegaba a las rodillas y me recogí el cabello en una trenza. Ahora iba a bajar a prepararme el desayuno. Salí de mi habitación y baje los escalones , me dirigí a la cocina y en la puerta del refri había una nota de mi madre diciendo que tuvo que irse a la clínica por un caso urgente que por la tarde regresaba y que mi desayuno ya estaba listo, solo tenía que calentarlo.

Mientras terminaba de desayunar sonó el timbre, coloque todo en el lavaplatos y me dirigí a la puerta. Cuando abrí no había nadie, mire hacia los lados pero la calle estaba vacía, ya cuando iba a cerrar mire hacia abajo y me encontré con un papel doblado. Lo desenvolví, me quede en shock con lo que había escrito en el interior de ella, un gran miedo me recorrió todo el cuerpo. Miré nuevamente hacia ambos lados de la calle pero seguía igual de desolada. La nota que me habían dejado decía:

Ellos te vigilan desde las sombras cuidado.
P.W

¡¿Cómo que me vigilan?!
¡¿Quiénes eran?!
¡¿Quién me había dejado la nota?!
(¿?)

Hola espejitos mios, espero que hallan disfrutado y reído con las locuras de estás dos locas.
Las amigas son muy importantes y más aquellas que son con hermanas, las que siempre están ahí apoyandote en todo momento y siempre te dicen la verdad aunque duela.
Pues cada vez esto se va poniendo más interesante. La semana pasada no pude actualizar, lo siento,pero bueno hoy vengo con doble actualización.
Cada capítulo se va a quedar con una incógnita,y pues quiero saber sus teorías, estoy muy entusiasmada,muchas gracias por leer mi historia y si les gusta porfa compartenla para que otras personas puedan disfrutar también. Sin más palabrería jajaja pues quieto ver sus teorías en los comentarios.