CAPITULO 5 Los buenos amigos son un bálsamo para el alma
Dedicado a
Cuando la junta termino, Duncan llevo a su hija a comer a un restaurante dónde se encontró con Russel, un amigo suyo a quien apreciaba y tenía mucho tiempo sin ver. aunque lo había estado pensando últimamente, debido al asunto de tomar terapia.
─Hola Duncan ¿Cómo te va?
─No tan bien y a ti.
─Pues bien creo, recién me vine de Francia y estoy pensando en dónde hacer inversiones, ¿Qué me sugieres?
Pregunto invitándolo a tomar asintió junto a él con un ademan. Él acepto y se colocó de frente con Luna a su lado.
─No sé, no soy corredor de bolsa.
─ Papi ¿Quién es?
Pregunto la niña con curiosidad, pues no recordaba al hombre.
─Es un amigo cariño, Russel, y si lo conoces, pero creo no lo recuerdas ha pasado mucho tiempo desde que se vieron, Rus ¿porque no inviertes en Winterspond Computers?, es un buen lugar, bastante rentable, aunque en este momento necesitan algo de ayuda financiera por un problema entre hermanos, el cual ya paso, sé que busca un inversionista, los corredores me aconsejaron invertir allí, sólo que ahora no tengo cabeza para esas cosas y con mi compañía tengo ya mucho trabajo.
─Papi, ya me aburrí y tengo hambre.
Interrumpió la pequeña.
─Tranquila princesa, en un momento nos toman la orden.
─Bueno gracias por el consejo, esta chica encantadora es tu hija vaya que ha crecido.
─Sí, soy luna y tú ¿Cómo te llamas?
─Russel Denet, un placer volverte a ver damita, la última vez que te vi tendrías dos o tres años.
─Oh...No me acuerdo.
Sonrió la pequeña tomando su mano y estrechándola. Sintió que el hombre le agrado de inmediato, era alto moreno y con el cabello negro largo peinado en una coleta.
─ Y tú eres muy elegante y educadita
─Claro me enseño mi mami
─Ah, tu mami ¿y cómo esta Alisa, Duncan?
─Supongo que bien.
─ ¿Supones?
─Nos divorciamos hace dos semanas.
─Vaya, no tenía ni idea.
─Casi nadie sabe, no tiene mucho.
─Ya veo y ¿Cómo lo tomo lunita?
─Hey pregúntamelo a mí.
Se quejó la niña al sentirse ignorada y más en algo que la aludía.
─Ah, sí claro pequeña ¿cómo lo tomaste?
─Mal, muy mal y ahora la secretaria quiere con mi papá.
─Pero que chica lista
─ ¿Ella te dijo eso Luna?
Pregunto Duncan, incomodo mirando a su hija. No era un secreto para él los sentimientos de su secretaria, pero ella siempre se había mantenido a raya y respetaba su matrimonio, aunque nada más enterarse del divorcio hizo su jugada.
─Casi, pero yo me doy cuenta, bueno no me dijo, yo le pregunte y ella lo admitió.
─Ah bueno y ¿Qué te parecería si ella y yo tuviéramos una relación?
─No a lugar.
─Vaya, mírala hablando como jueza ¿quieres ser jueza?
─No, quiero ser cantante.
Respondió con los ojos brillantes y comenzó a cantar una canción de Disney.
─Que soñadora es tu hija
─Que quieres decir, eh, yo tengo talento.
Exclamo la chiquilla interrumpiendo su canción.
─Claro pequeña, seguro eres muy talentosa y con esa belleza uf, serás la sensación.
─Lo más bonito que tengo son mis ojos ¿verdad?
─Sí, nunca antes vi ojos como los de tu atractivo padre y los tuyos.
─ ¿Y verdad que soy bella como mamá?
─Alisa es muy simpática, pero tu papá es el guapo y tu niña te pareces a él, por eso eres tan bella.
─Ah, gracias.
Dijo apenado Duncan y Russel le sonrió coqueto.
─De nada, algo hermoso, sólo podía crear algo hermoso, Estoy seguro de que los niños de Armand, también serán preciosos.
─Russel me ruborizas en cuanto a los gemelos de Armand, sí son una lindura.
─No hay, porque bello. Y que jodido cabron, a mí no me ha enseñado las fotos. Al menos no las actualizadas, creo que solo recibí fotos de cuando eran bebés y entonces estaban pequeñitos y arrugaditos y aun no podía apreciar la belleza de su padre en ellos. Pero claro en luna sí que puedo apreciar tu hermosura.
─Un momento como que le estas coqueteando, a ya entendí, tú eres gay.
Dijo Luna mirándolo con ojo crítico.
─Sí muñequita lo soy.
─ ¿Y te gusta mi papi?
─Me encanta, pero no me hace caso, él no es como yo, somos amigos desde hace mucho tiempo y desde entonces me gusta, pero él no se pasa del otro bando, lastima, estoy loco por sus ojazos y me gustaría besar esa boquita.
La cara de Duncan, se volvió un auténtico tomate, Russel y Luna, a comenzaron a reírse.
─Ey Russel, basta, no enfrente de la niña.
─Ay Pa, que más le gustas, pero sabes, prefiero a Russel, aunque sea hombre, antes que la secretaria, programadora esa.
─ ¡Luna!
─ ¿Qué? ella no me agrada y él sí.
─Ja, ja, ja es encantadora.
─Pero yo preferiría que estuvieras sólo con mi mami.
─Sí nena, sólo Ali.
No tardó mucho en llegar la mesera a tomarles la orden y tampoco tardo en llevarlos deliciosos platillos, los tres comieron entre una charla amena y Duncan, se dio cuenta de que en efecto Russel y su hija se habían llevado de maravilla, pensó en pedirle cita y todo ya que era un muy buen psicólogo, además de empresario pero como lo conocía sentía que se moriría de pena y no podría contarle ciertas cosas, además que a veces pensaba que Russel tenía mente de nena pues incluso su hija y él estaban platicando ya sobre a qué pony preferían y quien se suponía era cada uno.
─Yo soy Rarity, creo que mis ojos se parecen a los de ella.
─Na, los tuyos son más bonitos y en todo caso, yo soy Raimbown dash.
─Te va perfecto. Y tu padre seria Twiligh Princess.
Duncan, rodo los ojos ante el comentario y bufo diciendo que él no era una princesa equina. Ellos le ignoraron y siguieron su plática.
─No soy ningún pinche Pony.
Qué más da, le das mis saludos a tu ex, tengo que irme, hasta pronto preciosa, y espero verte pronto y gracias por el consejo belleza. ¿Por cierto has sabido algo de Dany, esta hermético desde lo del accidente y me preocupa?
─No quiere ver a nadie, Quizá tu puedas ayudarlo, quizá a ti acepte verte, a Armand y a mí nos mandó a la fregada.
─Bueno es que no son tan lindos como yo, aunque sean muy sexys, les falta tacto a los dos. Son igual de amargados que él o lo eran, lo visitare con flores y bombones.
─Es tremendo coqueto.
Dijo la niña sonriente, el hombre de verdad le gusto quizá no estaría tan mal tener un segundo papá, y era muy guapo, ah, pero no podría ser traidora con su madre. Quizá si ella hubiera sabido como habían sido realmente las cosas entre sus padres, elegiría a Russel sin dudar.
─Adiós Russel, te cuidas.
Después del almuerzo, Duncan, llevo a la niña a su casa para que tomara un baño y se cambiara, además tenían que atender al gato a quien llamaron Polar, después de que ambos padre e hija alimentaran y jugaran con el gato, también comieron, se dieron un baño y fueron al teatro como prometió, terminada la función la devolvió con su madre. Cuando Luna no estuviera él tendría que atender a polar, pero pensó que le venía bien cuidar de un gatito le ayudaría sanar su alma. según el libro los gatos eran buenos sanadores.
─Hola señor, veo que ya trajo a la niña.
─Sí, ¿y Alisa?
─En su habitación, ahora le aviso.
─Gracias Sisi
─De nada señor.
La joven fue a la habitación de Alisa y le aviso, ella sonrío emocionada, y salió corriendo.
─Hola.
─Hola mamita.
─ ¿Te divertiste nena?
─Sí, el fin de semana, hoy no tanto, tuve que cuidar a mi papi de la programadora y de su amigo el gay, que no hacían más que coquetearle por ser tan bonito como yo.
Conto la pequeña y Duncan, pensó que era una mentirosa si ya hasta conspiraba con su amigo, para que fuese su padrastro, la muy traidora. Aunque lo de Kris, era cierto, la niña se la jugo.
─Que vanidosa eres Luna, seguro se refiere a la tal Kristen y ¿a quién más...?
─Tienes un tonito de celos eh.
─Habito.
─Se refiere a Rusell, te manda saludos.
─Ah Qué bien ya volvió, ¿te quedas a cenar?
─No Alí, creo que ya me voy.
─ ¿Cómo? ¿No te quedas? Digo a comer algo y...
─No tengo hambre gracias
─ ¿Tienes un compromiso?
─Sí, adiós, Ali.
─Adiós Duncan.
Alisa se mostró decepcionada, pero se despidio de él con tristeza, al quedarse con Luna, le sirvió la cena, estuvo con ella un rato y finalmente se fue a dormir, pero no lograba conciliar el sueño y las lágrimas se le escapaban, tiempo después oyó unos golpecitos en la ventana, se levantó y fue a ver quién era, abrió la ventana y vio a Duncan, abajo que comenzó a subir por las enredamas, casi escalando al puro estilo de Romeo.
─ ¿Qué haces?
─Visitándote de manera furtiva.
─ ¿Y tú compromiso?
─Era alimentar a la bolita de pelos llamada gato, bueno polar que adoptamos, no sé si te conto luna.
─Sí me dijo, se burló en mi cara que ahora tiene gato, incluso dijo que quiere pasar la semana contigo y los fines conmigo. Todo por el gato.
─Bueno Polar es lindo, por cierto, toma.
Le entrego unas rosas y la vio conmoverse, todo atisbo de protesta se esfumo.
─Oh, Duncan.
─ ¿Estabas llorando?
─Yo...Sí.
Admitió, él era el único a quien podía mostrar sus lágrimas y lo débil y tonta que realmente era, sabía que no la juzgaría, por el contrario, siempre le ofrecería su apoyo y ella honestamente no lo merecía, pero el amor nunca ha sido una cuestión de merecer.
─ ¿Por qué? ¿Acaso porque no me quede?
─Sí, pensé que irías con otra mujer.
─ Ay Ali, que poco me conoces
─Yo... Lo siento.
─No llores más, vamos a disfrutarnos, ahora.
se regañó internamente por eso, pero bueno aun no estaba en terapia podía permitirse un momento más de debilidad o dos, o tres, bueno la última y ya, sabía que era puro pretexto, pero ...quizá lo mejor fuera calentarla y abandonarla, sería un merecido castigo.
─Sí, hazme el amor, Duncan.
─Claro que sí, por cierto, lindo camisón.
─ ¿Quieres quitármelo?
─Sí, ¿estas segura? hace frío.
─Caliéntame con tus besos.
Él se acercó a ella y la beso en los labios posesivamente y con delicadeza, le quito el camisón y se tumbó a su lado, siguió acariciándola suavemente.
─Desnúdame Ali.
─ ¿Quieres que lo haga yo? ¿No lo harás tú?
─Desnúdame, muéstrame la intensidad de tu deseo.
─Duncan yo...
─ ¿Es que no me deseas? Sí es así, entonces demuéstramelo, desnúdame, tócame.
─Te amo.
se congelo entonces ¿Como se atrevía? frunció e ceño y se parto de inmediato.
─No hagas eso, no mientas.
─No lo hago, yo te amo, no lo sabía, te he extrañado.
─Sí lo sé, me has extrañado mucho, pero eso no quiere decir que me ames, así que no nos insultes a ambos con esas estupideces. Ahora desnúdame y mantente callada a la próxima que digas una estupidez como esa me voy.
Ella comenzó a quitarle la ropa lentamente, prenda por prenda, lo fue desvistiendo hasta dejarlo en su completa desnudez y admiro el cuerpo que le gustaba tanto, a pesar delas multiples cicatrices era sumamente atractivo, tan sensual, pensó en aquellos guerreros de antaño, aquel cuerpo viril y masculino tan bellamente esculpido, pensó que sí que lo amaba y que era una tonta por no darse cuenta antes, comenzó a acariciarlo deleitándose con la suavidad de su piel, con lo exquisito que él era.
─No creo que nadie más me haga sentir como tú.
─No sabrás, si no pruebas.
─ ¿Quieres que lo haga con algún otro?
─No, quiero que seas solo mía, así que no lo hagas con otro.
─Pero así no sabré.
Dijo riendo usando sus palabras.
─ ¿Es importante saberlo?
─Sí, pero no te preocupes con nadie más lo haría, tú eres el único, ya te dije eres especial.
─ Quizá quieras estar con alguien más guapo.
Ella se echó a reír por el desatinado comentario.
─ ¿Es que existe alguien más bello que tú?
Quizá, pensó, lo hubiera, pero no ante sus ojos, nunca ante sus ojos.
Quizá, pensó, lo hubiera, pero no ante sus ojos, nunca ante sus ojos.
─Bueno alguien más normal, ya sabes con ojos comunes y sin marcas.
─No, tú eres único no me gusta lo normal, me encantas sólo tú, tus ojos son preciosos y originales y sobre las marcas, siento mucho el dolor que debiste pasar.
No respondió, entonces ella se acomodó entre su cuerpo y comenzó a besarle.
─Tócame.
Ella le acaricio íntimamente con la lengua, saboreándolo y convirtiéndole en un amasijo de gemidos, dominándolo con sus caricias húmedas, su erección estaba en su punto máximo mientras ella lo degustaba lujuriosa. Él disfruto de las sensaciones que le infundía hasta que sintió que se liberaba en su boca, después la aparto con gentileza, la volvió contra sí y la estrecho fuertemente en los brazos, la beso con toda su pasión contenida sintiendo su propio sabor en ella, uniendo sus pieles con fervor, luego se movió y con cuidado se deslizo entre sus piernas.
Se suponía que iba a calentarla y largarse para castigarla, pero el estúpido simp en él se lo impidió, esa noche volvió a caer en el encanto de ese demonio seductor que era su ex.
Cuando la penetro, Alisa, sintió que su mundo volvía a tener sentido y se liberó a sí misma, amando el contraste de la suavidad y la dureza con que la tomaba, juntos ejecutaron un baile de seducción y cuando todo hubo llegado a su fin él se acurruco a su lado y cerró los ojos suspirando.
Se habían entregado de manera suave y delicada, también noto que había entregado su corazón de nuevo, pero sabiendo que si decía algo ella lo rechazaría, lo hizo de una forma silenciosa. Ella le beso la frente cubierta por su cabello húmedo de la transpiración, él entonces abrió los ojos y la miro, sus mirada era triste y parecía que sus ojos imploraban, una solitaria lagrima escapo de los ojos de ella y él sintió una enorme confusión ¿lamentaría ella haber hecho el amor con él? ¿qué ocurría?
─ ¿Ali?
─Estoy bien
─ ¿En serio?
─Sí, Duncan ¿Qué sentías?
─ ¿Cómo?
─ ¿Qué sentías cuando yo te usaba?
¿Porque estaba preguntándole eso?, seguro si se arrepintió o acaso esta vez ella se sintió usada ¡Carajo! había disfrutado la sesión de sexo, pero ahora se arrepentía estaba haciendo todo mal con esa mujer.
─No sé. Me dolía que no me amaras, pero me gustaba tu deseo.
─ ¿Me querías?
─Sabes que sí, más que quererte te amaba aun lo hago por desgracia.
─ ¿Y no sentías morir cuando tú...?
─Me consideraba poco e indigno de ti.
─Sí.
─Al principio, después ya no, y el que no me amaras me confirmaba que no era suficiente para ti. ¿Por qué estas...?
─ ¿Llorando?
─Sí.
─No lloro, sólo fue una lágrima y fue...
─No, no mientas tu alma llora.
─Es una...
─No es una liberación.
─ ¿Cómo sabias o que diría?
─Te conozco.
─ ¿Me pregunto qué tanto? ¿Cómo la canción de Arjona?
─Sí y más, tengo la sensibilidad de encontrar el punto exacto, en que explotas al amar y sé que quieres regresar.
Dijo él citando la canción, ella intento sonreír, pero sólo logro una mueca y negó con la cabeza.
─No.
─Sí.
─No
─Sí.
─No
─Sí.
─Sí. Por eso lloro, te extraño, eres mío.
─Ya.
Él se apartó de ella como si le quemase, se quedó mirando hacia la pared, su expresión había cambiado. Confundida ella trato de acercarse de nuevo, pero él esquivo su tacto.
─ ¿Ya?
─Ya solio el peine.
─ ¿Peine?
─Lo posesa que eres.
─Yo...
─No digas nada, no hace falta, debo irme.
─ ¿No te quedaras a dormir conmigo?
─No lo creo prudente tampoco lo que hicimos lo fue, lo considerare un momento de debilidad, una recaída en mi adicción.
Ella noto de inmediato el distanciamiento y no era tonta, él había dejado en claro la causa, su estúpido comentario, a veces pensaba que con él debía mantenerse en silencio, ese calladita te vez más bonita, se le aplicaba porque cada vez que, hacia un comentario, siempre lo arruinaba todo entre ambos.
─ ¿Por qué dices eso?
─ ¿Cómo lo explicarías entonces?
─Eres mi esposo tuvimos una noche apasionada, eso diría.
─Exesposo, Alisa, ex.
─Ya veo, si tienes que irte...En ese caso ¿me harías el amor una vez más?
Dijo con la intención de retrasarlo o quizá hacerle cambiar de opinión, él ni siquiera la miro al responderle.
─ ¿Una vez más por esta noche o por siempre?
─Por esta noche.
─ ¿Ahora?
─Sí, ahora.
─De acuerdo.
Se acercó a ella, la tomo entre sus brazos y la penetro de nuevo, esa vez dándole todo con más delicadeza, con más ternura, con más cariño, con más amor, mucho más de todo. Por un momento pensó en ser rudo con ella, pero decidió que hacérselo así de suave sería una mejor venganza, la dejaría deseando más, más caliente y necesitada y luego la pondría en una muy larga abstinencia hasta que se desesperará y suplicara por su atención.
Una hora más tarde, cuando se hubo vestido se despidió de ella con beso en la boca.
─ ¿Cuándo volverás?
─ ¿Cuándo quieres?
─Ven cuando tú quieras.
─Será pronto.
─Eso espero.
─Me hiciste muy feliz.
─Que bueno, sabes mañana empiezo con la psicóloga.
─Ojalá y tengas suerte y no se sume a la lista de las que quieren tirarte a la cama.
Dijo con un dejo de celos, él se encogió de hombros.
─Dios te oiga Alí, lo último que necesito es eso, no quiero que mi psicóloga quiera tirarme así nunca sanaría mis heridas y sería fatal.
─Te quiero.
─Mentirosa, ojalá la terapia tenga éxito y nunca más vuelva a ti como un imbécil.
Salió y cerro de un portazo, ella entendió que de nuevo lo había arruinando.
Él desapareció rápidamente, tan rápido que Alisa se decepciono, no le había dicho que él también la quería, bueno ella sabía de sobra que sí, pero, aun así, ella estaba luchando por su amor, por su cariño, porque estaba arrepentida de sus acciones pasadas, le había dicho que no lo amaba y que siguiera su camino y ahora ¿qué hacía? se ponía como una piedra en ese camino, tapándole esa senda que supuestamente le dejo, pero ella sabía bien porque, eso era porque aún lo sentía suyo y lo amaba en el fondo, pero él se merecía mucho más que un amor del fondo.
Merecía un amor de primera, con un mujer dulce y comprensiva, suave, alegre y tierna que fuera como un bálsamo capaz de curar sus heridas, alguien que le diera lo que necesitaba, lo que añoraba, amor, familia, y unidad, pero ella sólo le había dado sexo, una hija y mucho dolor, más sin embargo él llenaba su corazón y ella no lo quería perder nunca.
Un momento ya lo hice, se dijo y se regañó mentalmente, y sí él llenaba su corazón, pero ella no había sido capaz de llenar el suyo dejándolo vacío como estaba, porque a causa de sus traumas y miedos interiores, no se había dado libremente, a ella la quería toda su familia, aunque la volvieran loca, pero él sólo tenía el amor de Luna y de ella, bueno el deseo de ella y de una gran cantidad de mujeres que...Ah, cuando pensaba en la gran masa femenina lasciva, que iba tras suyo, se ponía de malas, pero eso, ese deseo que sentía por él era su maldición.
Un hombre noble y hermoso deseado por cientos de mujeres, pero nunca amado, muchos hombres podrían estar felices con eso, pero él no, a él solo le causaba dolor.
─Te voy a recuperar, cueste lo que cueste, pero primero tengo que aprender a amar.
Duncan se reprendió a si mismo nuevamente, era un gran idiota, un imbécil, pensamiento, sentimiento y acción, eran totalmente incoherentes y paradójicos, pensaba una cosa, decía otra, sentía otra, hacia otra. Era un estúpido que seguía siendo el juguete de esa mujer y la amaba cuando debería odiarla o ya solo olvidarla, era tan jodidamente toxico, ni Chernóbil se comparaba, Estaba frustrado y a punto de entrar en crisis cuando el sonido del teléfono lo saco de sus pensamientos de autocastigo. Sonrió al ver quien le llamaba.
─ Auxilio bro
─ ¿Que paso? ¿Estás bien?
─Te envié un mail
─Por eso estoy marcando, en serio ya tienes que deshacerte de esa Medea, amigo date cuenta.
─Me doy cuenta, pero no es Medea, es una Circe, una Calíope y no puedo salir.
─Es una súcubo succionadora de vida, Por cierto, Russel me dijo que te vio y te volvió a echar los canes, estas seguro que no quieres darle chance, será un gatito en tus brazos y te gustan los mininos.
─De hecho adopte uno, Tendría uno desde hace mucho si no fuera por Alisa. Luna quería uno, digamos que el gato es la única ventaja del divorcio. Sobre Russ él no es un gatito es una pantera si hablamos de felinos o un gran lobo macho alfa, será gay pero no es pasiva.
─Hazle caso a Armand es el más sabio de los 4, ni Russel con su doctorado de loquero me supera, disfruta de tu miau, y manda a la cobra a la chingada,los miau son vida, son amor mira a carapiñito.
─Armand estás loco, ¿cuándo encontraste tu sentido del humor? Y si carapiñito es lindo pero polar también lo es.
─Siempre he tenido ustedes no saben apreciarlo. Manda foto de tu michi.
Dijo eso, pero pensó que en realidad era debido a su esposa, pero como decirle eso a su amigo que mientras él tenía un tesoro maravilloso que lo saco de la miseria y soledad y le lleno de amor, el otro sufría por una arpía que no se lo merecía en lo más minino.
─ ¿Has visto a Dany? Quizá el necesite más ayuda que yo.
─Ambos la necesitan, Russel y yo tendremos mucha chamba con los dos, pero está bien. Pronto iré a tu ciudad, espérame amigo llevare talismanes anti-brujas hechiceras que te hacen amarres y te dan agua de calzón.
─Talismanes. No será más bien alguna cosa inventada por tu mujer.
─No talismanes, la loca de Hiseli, compro un montón en un templo cuando fuimos de vacaciones a Japón, se supone son para protegerte de Yokais, pero tal vez también funcionen con brujas chupa almas.
─Bueno ella no me chupa el alma si no otra cosa.
─Te chupa el alma y el cerebro por la polla.
─Ay eso sonó muy feo.
Bromearon un rato más, pero de pronto Duncan, sintió que su humor había cambiado, tener amigos era bueno. A los chicos los conoció en el instituto, todos eran serios y amargados, estudiosos y solitarios y un día debido a un trabajo escolar se unieron.
Una maestra les obligo a trabajar juntos y ninguno estuvo de acuerdo, eran solitarios por gusto, cerrados y aunque todos eran ñoños, ninguno del estilo nerd, al que se le pudiera a hacer bulling por serlo.
Eran nerds porque solo estudiaban y tenían las notas más altas, pero los cuatro eran atractivos y los cuatro tenía miradas que decían aléjate 100 metros, si no quiere morir.
Y entonces su maestra los obligó a juntarse y le valieron madres, sus miradas amenazantes y quejas incluso les puso apodos.
─Ustedes cuarteto de genios malvados van a trabajar juntos, señor Lelouch, le dijo a Duncan, señor Kira, le dijo a Ruseel, señor Moriarty, llamo a Daniel y señor Shiroe-Kuroe nombro a Amand.
Recordó que Querían asesinarla, pero al final la amaron, así fue como encontraron su amistad.
y Después se volvieron unidos, algunas chicas habían empezado a llamarlos las cuatro flores por un drama popular, peor ellos habían dicho que de flor no tenían anda, y que conservarían el 4 pero cambiarían la flor por la cicatriz, eran Scarfour. Porque de hecho todos compartían cicatrices físicas y emocionales debido a sus pasados en el infierno.
Cuatro seres rotos, llenos de resentimiento y con un pasado asqueroso, cuatro chicos atractivos, inteligentes y fuertes pero un no confiaban en nadie, todos compartiendo un vínculo, todos sabían lo que era el dolor y el hambre, el trabajo duro y la crueldad de quienes se suponía debían amarte y ahora todos estaban en su segundo aire, y curiosamente a cargo de gente adinerada que los envió a estudiar tardíamente.
Sus historias eran diferentes, pero todas tenían rasgos en común, ellos solo habían hablado de ellos en la superficie, pero entendiéndose completamente, respetando, apoyando y consolando, su amistad era más bien una hermandad.
En la imagen el cuarteto, Armand de química legal, Duncan el de esta novela, Daniel, y Russell, se supone que los cuatro tendrán sus historias.
Ya veremos
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