Tic tac, tic tac…

Ya era media noche y su pequeño retoño no regresaba, el frío helado golpeaba su rostro, él descalzo en el jardín de su casa mirando el cielo nublado; ni estrellas podía visualizar ahora. Solo era él y el sonido del viento siendo acompañado por el casi inaudible sonido de su reloj de mano.

— Ezekiel, maldito engendro, viniste a arrebatarme todo lo que me costó conseguir.

Con rabia pateo y piso unas pequeñas flores que habían crecido por ahí en su jardín casi seco; sin cuidado de nadie.
Camino de regreso al interior de la casa para marcar a su hijo, nadie respondió, volvió a insistir y finalmente la llamada fue contestada.

— Papá…—Contestó suave, pero torpe como si le costara hablar.

— Te doy cinco minutos para que estés en casa con papá, te juro que voy a…
Se quedó callado al escuchar el suspiro de otra persona mientras su hijo murmuraba a alguien. Apretó con fuerza el teléfono, mientras miraba el oscuro pasillo hacia la habitación de su hijo.

— Hola, Percy se quedara a dormir conmigo, tenemos un trabajo grupal del colegio, sere sincero, lo distraje con un par de cosas y se nos fue la hora, ya es muy tarde para que el regrese.
La llamada fue colgada.

— Dios, Ezekiel no debiste responder…
Con la respiración agitada mientras rasguñaba los brazos de su compañero y se quedaba con la boca un poco abierta, sus labios estaban hinchados, se había mantenido mordiéndose mientras el moreno hablaba para que ningún sonido comprometedor se le escapara.

— Ya está hecho, no podemos cambiar lo que ya se realizó.

Con una sonrisa coqueta se inclinó y dejó un corto beso en los labios de Percy.

— Tonto

Dijo el castaño entre gemidos y suspiros, llevando su csbeza hacia atras en cada intromision, en cada beso, olvidando lo que pasó hace un momento; pensando solo en como Ezekiel calentaba su cuerpo.

…

— Me gustan las gomitas...

Ezekiel sonrió mientras seguía acomodando la ropa del menor, escuchando lo que decía con una sonrisa. Él lo conocía sabía hasta el más mínimo gusto del menor, por ello en su chaqueta deportiva tenía un par de bolsitas de gomitas.

— Lo sé, ahora come y recupera calorías, luego nos iremos.

— No quiero regresar…

Percy negaba con la simple idea de enfrentar a su padre. Mordió sus labios unos segundos pelando un poco esta.

— No hagas eso, tranquilo, iremos a otro lado, no a tu casa ni a la mía, Quiero despejar mi mente pero quiero que estés presente. —Dejó un beso en la frente del contrario.

— Ezekiel, dime ¿cómo es que te diste cuenta que sentías algo por mi?

El moreno cerró los ojos y apoyó su cabeza con la de Percy, entrelazo sus manos y dejó suaves caricias. ¿Desde cuándo? Tal vez siempre estuvo ahi pero el no lo admitia, recordó cada acto de su niñez aun despues de que la muerte invadiera sus vidas para marcar un comienzo de dolor, estaban ahi, el uno para el otro, solo risas y abrazos. Eran amigos desde que tenía memoria y el amor fluyó de manera tan inocente. Tan puro el amor, dulce, caricias y roces era lo máximo que llegaban hasta entrar a la secundaria, por un tiempo tomaron su distancia en esa epoca para enfocarse en diferentes gustos.

— Secundaria, fue en abril, al fin fui aceptado en el equipo de Voley, fui emocionado donde ti pero estabas ahi con Ophelia, la rubia de tu salón, creo que estaban leyendo un libro juntos, la emoción se me fue no lo comprendia en ese entonces; ahora sí. Aquel día tenía la oportunidad de salir con los chicos y acercarme a una chica que me parecia linda, mi primera fiesta iba a ser incluso. ¿Sabes que hice aquella noche?

El castaño negó mientras acariciaba los muslos del mayor. Se acordaba muy poco de ese día, Ophelia solo se le acercó a preguntar que leía para luego pedir un número, al ex-líder del equipo. Si él lo tenía es por ser mejor amigo de Ezekiel y estar pendiente de sus amistades externas.

— Finji estar enfermo para tener tu atencion, luego me enteré que a la rubiecita le gustaba William, estoy feliz por ambos, parecen una pareja feliz, pero senti celos, la idea que alguien tuviera tu atencion significaba que pronto te perderia.

— Finales de Abril, un día antes de la actividad para el día del maestro. Estabas solo, queria acercarme, pero mis miedos me ganaron, ese día te compre un lindo peluche de dinosaurio, era el cumpleaños de alguien especial. alguien que odia su fecha de nacimiento, cuando le repetia cada instante que el haber existido es lo que le da más vida a mi existencia.

— No odio mis cumpleaños, solo los veo innecesarios…

— ¿Para alguien que ama las fiestas, los dulces y que siempre exagera en mi cumpleaños? Lo dudo.

Ambos rieron y detuvieron su conversacion para darse un corto beso.

— Ese día queria confesarte que me parecias lindo, muy lindo, yo ya sabia que tenia atracción pero la asimile, lo malo fue que solo no tuve valor.

— Es mutuo, seguro me gustabas desde nuestro primer beso.

— ¿Y eso cuando fue? —Se burló Percy.

— El día que arranque los tulipanes de tu madre y te los regale, un beso en la mejilla, el mejor beso que dejo que te fuera fiel durante años, anhelado otro, otro y otro. Hasta que probé tus labios…

— Somos unos hormonales. —Confesó el castaño.

— Somos jovenes.

Finalmente Ezekiel se levantó y tomó de la cintura al menor lo cargo, ayudándo a pararse. Salieron en silencio del laboratorio, para volver a la reja y al viejo teatro.

— ¿Te pareció linda otra persona a parte de mi?

— Zeze, conocí mucha gente atractiva y linda, pero el físico es superficial, nuestra historia juntos es lo que marca la diferencia para hacernos inolvidables.

Percy sonriendo empujó con su hombro al contrario, durante un par de minutos siguieron así, jugando tranquilos, sin incomodar el momento. Llegaron a un parque con una fuente en el centro, apagado, todo solitario por las altas horas. Saltaron unas bajas rejas de dicho lugar, ya que el lugar se encontraba cerrado.

— Ven…

—Siempre. —Respondió Percy y ambos corrieron a los columpios, a pesar de tener batería baja, el moreno saco su teléfono y saco una fotografía del contrario balanceándose mientras pocas hojas caían por el leve viento de la madrugada.

Nota de Autor/ra:

Ando depre chicos, me sentí mal aparte que anda en exámenes y mayoría di mal. Pero aquí derrotada les traje capítulo después de un tiempo.

Tratare de escribir más para que tengan maas capítulos besoos